"Enséñanos a orar"

 

Francisco, entrando en el Sínodo

El debate sobre los divorciados centra las primeras congregaciones
Sínodo: "La Eucaristía no es el sacramento de los perfectos, sino de aquellos que están en camino"
"Lo que necesitamos no es una elección entre la doctrina y la misericordia"

La Iglesia debe ofrecer su enseñanza de forma más incisiva, presentando la doctrina no como una lista de prohibiciones, sino haciéndose más cercana a los fieles, como hacía Jesús

(VIS/RD).- Los 253 participantes del Sínodo, en el que están presentes 191 obispos, 13 matrimonios, uno de ellos mixto entre un musulmán y una cristiana, y decenas de laicos, han escuchado más de 70 intervenciones cuyo amplio contenido versaba entre otros argumentos, sobre la sexualidad, la poligamia, las parejas en dificultad o el magisterio de la Iglesia.

Según ha informado el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en un resumen de los trabajos sinodales entre la tarde del lunes y la mañana del martes se ha puesto de manifiesto la dificultad para afrontar la poligamia o la importancia de que el sacerdote verifique que hay disposiciones para el matrimonio a la hora de aceptar una pareja y que no se tenga miedo a ser exigentes. Se ha discutido sobre cómo si uno se casa fácilmente es normal que haya matrimonios que entran en crisis.

El debate general ha continuado siguiendo los argumentos previstos. Se ha afirmado que era necesaria una mayor preparación para el matrimonio, para que éste no fuera sólo válido, sino también fructífero. La propuesta es la de no preocuparse solamente por los remedios para el fracaso de la unión conyugal, sino también por las condiciones que la hacen válida y fructífera. Lo que hay que transmitir es una visión del matrimonio no sólo como punto de llegada, sino como un camino hacia una meta más alta, un camino de crecimiento personal y de pareja, una fuerza y fuente de energía. La elección del matrimonio es una vocación verdadera y propia y como tal requiere fidelidad y coherencia para ser realmente un lugar de crecimiento y de salvaguardia de lo humano. Para ello, hay que acompañar constantemente a los cónyuges en su itinerario de vida, a través de una pastoral familiar intensa y vigorosa. El camino de preparación para el sacramento del matrimonio debe ser, por lo tanto, largo, personalizado y también severo, sin miedo a que eventualmente disminuya el número de bodas celebradas en la Iglesia. De lo contrario, se corre el riesgo de obstruir los tribunales de justicia con los procesos matrimoniales.

Otro punto destacado en el Aula ha sido la influencia de los medios de comunicación, a veces intrusivos, cuando presentan ideologías contrarias a la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. En esta perspectiva, se ha reiterado que además de proteger a los católicos, también hay que prepararlos mejor. La Iglesia debe ofrecer su enseñanza de forma más incisiva, presentando la doctrina no como una lista de prohibiciones, sino haciéndose más cercana a los fieles, como hacía Jesús.

De esta manera, actuando con empatía y ternura, será posible reducir la brecha entre la doctrina y la práctica, entre las enseñanzas de la Iglesia y la vida familiar. Porque lo que necesitamos no es una elección entre la doctrina y la misericordia, sino la puesta en marcha de una pastoral iluminada, para animar sobre todo a las familias en dificultades, que a menudo tienen la sensación de que no pertenecen a la Iglesia. Se ha reanudado el debate sobre el tema de las parejas con problemas, los divorciados que se han vuelto a casar. A ellos, se ha dicho, la Iglesia no debe presentar un juicio, sino una verdad, con una mirada comprensiva, porque la gente sigue la verdad y sigue a la Iglesia si ésta dice la verdad. La "medicina" de la misericordia da acogida, atención y apoyo. Sobre todo porque - se ha destacado- las familias que sufren no buscan soluciones pastorales rápidas, no quieren ser una mera cifra estadística, sino que sienten la necesidad de ser aconsejadas y de sentirse aceptadas y amadas. Se debe dar más espacio a la lógica sacramental que a la jurídica.

En cuanto al acercamiento a la Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha reiterado que ese sacramento no es el sacramento de los perfectos, sino de aquellos que están en camino.

Al igual que ayer por la tarde la discusión se ha centrado también en la necesidad de renovar el lenguaje de la proclamación del Evangelio y de la transmisión de la doctrina. La Iglesia debe abrirse más al diálogo y escuchar con más frecuencia (y no sólo en casos excepcionales) las experiencias de las parejas casadas, porque sus luchas y sus fracasos no pueden ser ignorados; al contrario, pueden ser el fundamento de una teología real, verdadera. Y siempre a propósito del lenguaje, ha habido alguna que otra perplejidad acerca de la sugerencia - incluida en el Instrumentum Laboris - de profundizar en el concepto, de inspiración bíblica, de "orden de la creación" como posibilidad de releer de una manera más significativa la "ley natural". No es suficiente cambiar el vocabulario, se ha dicho, si luego no se consigue crear un puente de diálogo efectivo con los fieles. En este sentido, se ha afirmado que la vasta y difusamente sentida necesidad de cambio debe entenderse como conversión pastoral para que el anuncio del Evangelio sea más eficaz. A continuación se han presentado tres dimensiones específicas de la familia: la vocación a la vida; la misionera, entendida como testimonio de Cristo a través de la unidad familiar; y la aceptación del otro, ya que la familia es la primera escuela de alteridad, el lugar donde se pueden aprender la paciencia y la lentitud, en contraste con el ajetreo y el bullicio del mundo moderno. También se ha puesto de relieve otra dimensión ulterior del núcleo familiar : la santidad, porque la familia educa a la santidad, es un icono de la Trinidad, Iglesia doméstica al servicio de la evangelización, futuro de la humanidad. Otros puntos mencionados durante la Tercera Congregación General han sido la importancia de la catequesis para las familias, especialmente para los niños, y de la oración entre las paredes domésticas que da lugar a una verdadera y propia generación de la fe, transmitiéndola de padres a hijos. Por último, se ha subrayado la necesidad de un formación más profunda de los sacerdotes y catequistas.

Casco Francisco

Quiere oír a los representantes de los pobres
El Papa cambia de interlocutores
Líderes de los movimientos populares de varios países tendrán un encuentro con Francisco

Frei Betto, 07 de octubre de 2014 a las 10:14

Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa convoca a los líderes de los movimientos sociales para un encuentro de tres días

Frei BettoO Globo).- A diferencia de otros pontífices Francisco, coherente con su opción por los pobres, quiere oir a aquellos que los representan. Los líderes de los movimientos populares de varios países tendrán un encuentro con el Papa Francisco en los próximos días 27, 28 y 29 de octubre en Roma.

De Brasil estarán presentes João Pedro Stédile por el MST y la Vía Campesina, y representantes de La Central de Movimientos Populares, Levante Popular de la Juventud, Coordinación Nacional de Entidades Negras, Central Única de los Trabajadores, Movimiento de Mujeres Rurales y un indígena del pueblo Terena. La carta de invitación está firmada por Stédile y por Juan Grabois, en representación del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, de Argentina. El evento es una rama del simposio "Las emergencias de los excluidos", que tuvo lugar en diciembre de 2013, en el Vaticano, en el cual participaron Stédile y Grabois. Llamado Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, que también contará con la participación de 30 obispos, "de las diferentes regiones, que mantienen fuertes vínculos con el trabajo social y los movimientos populares."

El evento resulta de La articulación del Consejo Pontificio de Justicia y Paz presidido por el cardenal ghanés Peter Turkson, con varias organizaciones populares. Tiene como objetivos compartir el pensamiento social de Francisco; elaborar una síntesis de la visión de los movimientos populares en torno a las causas de la creciente desigualdad y del aumento de la exclusión social en el mundo; reflexionar sobre las prácticas organizativas de los movimientos populares; y proponer alternativas populares para "enfrentar los problemas que el capitalismo financiero y las transnacionales imponen a los pobres, con la perspectiva de construir una sociedad global con justicia social, a partir de la realidad de los trabajadores excluidos", dice la invitación. En fin, "discutir la relación de los movimientos populares con la Iglesia y cómo avanzar en ese sentido". Entre los paneles y talleres previstos se destacan: "Exclusión social y desigualdad"; "Desigualdad social a la luz del documento alegría del Evangelio"; "Doctrina Social de la Iglesia"; "Medio ambiente y cambios climáticos"; "Los movimientos por la paz"; y " Articulación Iglesia y Movimientos Populares." Es la primera vez en la historia de la Iglesia que un Papa convoca a los líderes de los movimientos sociales para un encuentro de tres días, y no una simple audiencia protocolar, como la que coordiné en 1980 en São Paulo, Al llevar un grupo de sindicalistas, entre ellos Lula y Olivio Dutra, para un encuentro con Juan Pablo II, en la capilla del colegio Santo Américo.

Hay, en esta iniciativa, algo inédito: antes los Papas, para discutir la coyuntura mundial, convocaban banqueros, empresarios, hombres de negocios. Francisco, coherente con su opción por los pobres, quiere oír a sus representantes, provocando un cambio significativo en la calidad de los interlocutores de la Iglesia Católica. En su documento "La alegría del Evangelio" (noviembre de 2013), Francisco considera el capitalismo intrínsecamente injusto: "Mientras no se elimine La exclusión y la desigualdad dentro de la sociedad y entre los diferentes pueblos será imposible erradicar la violencia. Esto no pasa solo porque la desigualdad social provoca la reacción violenta de los que son excluidos del sistema, sino porque el sistema social y económico es injusto en su raíz "(59).

Benedicto XVI y George Ganswein, su secretario

El secretario personal de Benedicto XVI se alinea con los "halcones" del Sínodo
Ganswein sobre los divorciados vueltos a casar: "Contradicen lo indicado por el Señor"
Reitera que los actos homosexuales son "desordenados" y "contrarios a la ley natural"

Es verdad que Dios acoge y perdona, pero también lo es que pide la conversión

(José Manuel Vidal).- El secretario personal de Benedicto XVI, George Ganswein,  se une al "partido" del cardenal Müller y demás opositores a la telogía de la misericordia del cardenal Kasper, apoyada por el Papa Francisco. Y reitera la doctrina sobre los divorciados vueltos a casar y sobre los gays. En ambientes eclesiásticos se cuestiona el pronunciamiento público del prefecto de la Casa Pontificia. No tanto por lo que dice, sino por quién lo dice y por cuándo lo dice.

Las declaraciones de la mano derecha del Papa emérito aparecen en una entrevista concedida a Alfonso Signorini, director de la revista italiana 'Chi'. En ellas, entre otro cosas, avanza, de entrada, este principio: "La Iglesia debe tener el coraje de expresar sus convicciones, porque, de lo contrario, no serviría a la verdad"

También aborda dos de los temas más polémicos del Sínodo que se está celebrando en Roma. Sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar dice: "Es una cuestión muy delicada. Está en juego el matrimonio sacramental que, según la doctrina católica, es indisoluble, al igual que el amor de Dios hacia el hombre".

Y añade: "El que contrae una nueva unión contradice con su decisión lo indicado por el propio Señor, aunque también es cierto que sólo Dios escruta y conoce la conciencia de cada cual".

A su juicio, "el Papa Francisco sigue (en este tema) la línea de sus predecesores, cuyo magisterio sobre el matrimonio sacramental es muy claro".

De ahí que sobre la discusión de esta temática en el Sínodo declare: "La Iglesia no cierra los ojos ante las dificultades de los fieles que viven en situaciones delicadas y espinosas. Sin embargo, la Iglesia debe ofrecer respuestas sinceras que se orienten no según el espíritu de los tiempos, sino según el Evangelio y la palabra de Jesucristo, que es el hijo de Dios. 

Es verdad que Dios acoge y perdona, pero también lo es que pide la conversión"

En cuanto a la homosexualidad, monseñor Ganswein asegura que "la Iglesia, apoyándose en la Sagrada Escritura y en la Tradición, siempre declaró que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la ley natural, porque impiden al acto sexual el don de la vida".

Eso sí, el secretario del Papa emérito, advierte, sin embargo, que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza, evitando cualquier injusta discriminación contra ellos".

Evangelio según San Lucas 11,1-4.

Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". El les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación". 

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia 
Carta 130, a Proba sobre la oración dominical 11-12 (trad. breviario 29º  martes)

"Enséñanos a orar"

A nosotros, cuando oramos, nos son necesarias las palabras: ellas nos amonestan y nos descubren lo que debemos pedir; pero lejos de nosotros el pensar que las palabras de nuestra oración sirvan para mostrar a Dios lo que necesitamos o para forzarlo a concedérnoslo. Por tanto, al decir: Santificado sea tu nombre, nos amonestamos a nosotros mismos para que deseemos que el nombre del Señor, que siempre es santo en sí mismo, sea también tenido como santo por los hombres, es decir, que no sea nunca despreciado por ellos; lo cual, ciertamente, redunda en bien de los mismos hombres y no en bien de Dios. Y cuando añadimos: Venga a nosotros tu reino, lo que pedimos es que crezca nuestro deseo de que este reino llegue a nosotros y de que nosotros podamos reinar en él, pues el reino de Dios vendrá ciertamente, lo queramos o no. Cuando decimos: Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, pedimos que el Señor nos otorgue la virtud de la obediencia, para que así cumplamos su voluntad como la cumplen sus ángeles en el cielo. […]

Cuando decimos: Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, nos obligamos a pensar tanto en lo que pedimos como en lo que debemos hacer, no sea que seamos indignos de alcanzar aquello por lo que oramos. […] Cuando decimos: Líbranos del mal, recapacitamos que aún no estamos en aquel sumo bien en donde no será posible que nos sobrevenga mal alguno. Y estas últimas palabras de la oración dominical abarcan tanto, que el cristiano, sea cual fuere la tribulación en que se encuentre, tiene en esta petición su modo de gemir, su manera de llorar, las palabras con que empezar su oración, la reflexión en la cual meditar y las expresiones con que terminar dicha oración. 

Es, pues, muy conveniente valerse de estas palabras para grabar en nuestra memoria todas estas realidades. Porque todas las demás palabras que podamos decir […], no dicen otra cosa que lo que ya se contiene en la oración dominical, si hacemos la oración de modo conveniente.

San Hugo de Génova

San Hugo, religioso

En Génova, en la Liguria, san Hugo, religioso, que, después de haber luchado largo tiempo en Tierra Santa, fue designado para regir la Encomienda de la Orden de San Juan de Jerusalén en esta ciudad, y se distinguió por su bondad y su caridad hacia los pobres.

De san Hugo, muy venerado en Génova (Italia), se cuenta un milagro que hace par con uno de Moisés: uno y otro han hecho salir agua de una roca; Moisés para dar de beber en el desierto al pueblo sediento, Hugo para que las lavanderas de un hospital pudieran lavar la blanquería de los enfermos pobres.

Hugo nació en Castellazzo Bormida (Alejandría de Italia) y vivió en Génova, entre los siglos XII y XIII. Fue capellán de la Orden religiosa y caballeresca de San Juan de Jerusalén, fundada un siglo antes para luchar contra los infieles musulmanes. En realidad los Caballeros habían sido expulsados por los musulmanes y obligados a abandonar el oriente, refugiándose en la isla de Rodas, primero, y luego en la de Malta. Es sabido que los Caballeros de Malta tienen su origen precisamente en esta migración de los antiguos combatientes cristianos.

Como capellán de la encomienda en Génova nunca ejerció las actividades de armas, sino que su combate se llevó a cabo en la caridad: se cuenta que sus oraciones salvaron del naufragio, frente a Génova, de una nave, o que en otra ocasión, al igual que Jesús, cambió el agua en vino durante un banquete. Pequeño de estatura, magro, con un cilicio en su carne, san Hugo era conocido y querido por los genoveses, a pesar de que su espíritu de mortificación y su gran modestia contrastaban con el espíritu soberbio del siglo, que afectaba incluso a los caballeros, casi siempre de origen aristocrático, de los cuales era celoso capellán.

En Génova, a pocos pasos del puerto, todavía está la iglesia de San Giovanni di Pré, sobre la antigua iglesia en la que vivía el capellán de la Orden de caballería, y en la que san Hugo fue enterrado después de su muerte, hacia el 1233.

El Papa besa a dos niños que hizo subir al papamóvil

Francisco recuerda que hace 70 años hacía su primera comunión
Apremiante invitación del Papa a la unidad: "Hagamos la comunión en camino, ecumenismo espiritual"
"Muchos se resignaron a esta división, incluso en el seno de la Iglesia"

José Manuel Vidal, 08 de octubre de 2014 a las 10:30

Sigamos adelante hacia la plena unidad. La historia nos ha separado, pero estamos en camino hacia la reconciliación y la comunión

(José M. Vidal).- Un miércoles más el Papa gana el referéndum del pueblo en la plaza de San Pedro. Un aval semanal ante las "voces discordantes" del Sínodo, opuestas a la pastoral de la misericordia. Un Sínodo que va cogiendo aires de Concilio. Francisco aprovechó la catequesis para urgir a la plena unidad de los cristianos: "el ecumenismo espiritual, la comunión en camino", hasta alcanzar la plena comunión, que consiste "participar juntos en el cuerpo y la sangre de Cristo"

Lectura del Evangelio de Juan: "Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en Ti".

Algunas frases del Papa

"No podemos olvidar que hay muchos hermanos que comparten con nosotros la fe en Cristo, pero pertenecen a otras confesiones o tradiciones diferentes de la nuestra"
"Muchos se resignaron a esta división, incluso en el seno de la Iglesia"
"Fue causa de conflicto, sufrimiento y guerras y eso es una vergüenza"
"Incluso hoy las relaciones, a veces, no son demasiado cordiales"
"¿Estamos también nosotros resignados o incluso indiferentes a esta división?"
"¿Podemos caminar en la dirección de la unión y de le plena comunión?"
"Plena comunión es poder participar juntos en el cuerpo y sangre de Cristo"
"Divididos producimos una herida a Cristo"
"Que todos sean uno"
"Nuestro testimonio será tanto más creíble cuanto más sepamos vivir en comunión"
"La Iglesia está tentada por el Maligno que intenta dividirla"
"Sufre separaciones graves y dolorosas, divisiones que permanecieron hasta hoy"
"Resulta difícil encontrar soluciones"

"Las razones de las separaciones son muy diversas"
"Lo cierto es que, de una u otra forma, detrás de estas laceraciones están siempre la soberbia y el egoísmo". "Ante esto, ¿hay algo que cada uno de nosotros podamos o debamos hacer?". "No debe faltar la oración. La oración por la unidad de los cristianos". "Con la oración, el Señor nos pide no cerrarnos al diálogo, al encuentro y recoger todo lo que de válido y distinto nos ofrece el que piensa de distinta forma que nosotros". "No fijar la mirada sobre lo que nos divide, sino sobre lo que nos une". "Esto comporta la capacidad de perdonarnos, de considerarnos don para los demás". "Es un dolor las divisiones. Estamos divididos entre nosotros". "Pero todos tenemos una cosa en común: todos creemos en Jesucristo el Señor y todos caminamos juntos. Ayudémonos". "Hay teólogos en todas las comunidades, que ellos discutan, pero nosotros caminemos juntos, haciendo obras de caridad. Y hagamos la comunión en camino, hagamos ecumenismo espiritual"

"No resisto la tentación de no hablar de cosas personales: Estoy agradecido al Señor, porque hoy hace 70 años que hice la primera comunión"
"Hacer la primera comunión significa entrar en comunión con los demás, con todos los que pertenecen a comunidades diversas, pero creen en Jesús"
"Le damos gracias al Señor por el bautismo y por la comunión"
"Sigamos adelante hacia la plena unidad. La historia nos ha separado, pero estamos en camino hacia la reconciliación y la comunión"
"Esto es verdad y lo tenemos que defender"
"Y, aunque la meta nos parezca distante, no olvidemos que Dios no puede dejar de escuchar a su Hijo Jesús, que le suplica que los cristianos sean realmente una sola cosa".

Texto completo del saludo del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas:

Hay muchas personas que, compartiendo con nosotros la fe en Cristo, pertenecen a otras confesiones o tradiciones. Ante esta situación, que a lo largo de la historia ha sido con frecuencia causa de conflictos y sufrimiento, ¿cuál es nuestra actitud? ¿Nos resignamos, somos indiferentes? ¿O creemos que es posible caminar hacia la reconciliación y la plena comunión?
Las divisiones entre los cristianos, además de herir a la Iglesia, hieren al mismo Cristo, que, antes de su muerte, rogó encarecidamente al Padre por la unidad de todos sus discípulos.
Diversas razones han conducido a la separación. Pero, de un modo u otro, tras estas heridas, siempre aparecen la soberbia y el egoísmo que nos vuelven intolerantes e incapaces de escuchar y aceptar a quien tiene un punto de vista diverso.

Como miembros de la Iglesia, en primer lugar, estamos llamados a rezar, como lo hizo Jesús, por la unión de los cristianos. Y, además, el Señor nos pide que no nos cerremos al diálogo y al encuentro, sino que estemos abiertos a todo aquello que es valioso y positivo en quienes no piensan y actúan como nosotros, que no nos quedemos en lo que nos divide, sino que acentuemos lo que nos une: Jesús y la riqueza de su amor.

(...) De Él aprenderemos a perdonar, a sentirnos parte de la misma familia, a considerarnos un don para los demás y a realizar juntos tantas cosas buenas, tantas obras de caridad por el bien común.

***

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Panamá, Argentina, Puerto Rico, México y otros países latinoamericanos. Les invito a rogar al Señor para que todos lleguemos a ser en verdad una sola familia. Muchas gracias.

8 de octubre 2014 Miércoles XXVII Ga 2, 1-2.7-14

La predicación de Pablo tiene dificultades; no todo el mundo lo acepta porque ven contradicciones.

Él se ve obligado a defenderse: «En una entrevista con las personas reconocidas como dirigentes, expuse la forma en que predico a los paganos la Buena Nueva, para tener la seguridad de que todo lo que había hecho, y aunque haya, no desencaminado ». Esto comportaba un estilo de hacer las cosas que algunos, a veces, aceptaban; y, otras veces, se avergüenzan y disimulaban.

Pablo no es aceptado públicamente: vivimos, actualmente, esta misma experiencia de no aceptación en algunos aspectos de la fe? ¿Qué es lo que lo hace más censurable? Señor, que no haga de lo que debería ser flexible, algo rígido;

Todos los lunes

Desde que murió la abuela todos los lunes el Marco a partir de las 6 de la tarde va a visitar al abuelo. Desde hace unas semanas el abuelo está perdiendo vitalidad y energía. El Marco lo nota, y por mucho que lo disimule, siendo una pena muy dentro. Siempre entre el abuelo y él ha habido una cierta conexión, que seguramente se arraiga de cuando la acompañaba a la escuela. Son abuelo y nieto, y mucho más. Son también "colegas". Excelente complicidad. Y casi sin decir nada ya saben qué pasa.
      
Hoy, sin embargo, ha sido muy fuerte. El abuelo estaba en el sofá de siempre, muy aburrido, con los ojos cerrados y con la cara de perro. El Marco se sienta a su lado, le da un beso, y coge el periódico para disimular, y hacer ver que todo va normal. Han sido junto un largo rato sin decir nada, hasta que a la hora de partir el abuelo ha abierto los ojos y la ha mirado con una ternura especial.
El Marco vuelve a disimular y con la mejor entonación le dice casi gritando al oído: "Buenas noches, abuelo, recuerda que el miércoles juega el Barça, vendré para ver el partido." El abuelo, medio dormido, responde: "Ya verás, ganaremos por goleada."
      
El Marco ha salido de casa del abuelo muy emocionado. Le parece que las cosas pintan mal. Nota que le sube desde dentro como una ola. Piensa: "Los hombres no lloran." Hace un gran esfuerzo y para la lluvia, aunque aumenta una sensación muy fuerte de dolor y de tristeza. Cuando llega a la calle se mete en un bar, pide una bebida y marcha hacia el servicio. "Los hombres no lloran? Qué tontería ... Por supuesto que tenemos que llorar cuando tienes un abuelo como mi y ves que se acaba !!!"

Marco, que bien que te ha ido dejar correr las lágrimas! Te felicito.

Hay situaciones que nos afectan y necesitamos que nuestra persona se exprese de la manera que sea mejor. Mira, hace unos meses el Papa Francisco dio una conferencia a los curas de Roma, y sabes qué les preguntó? "Dime, tú lloras? O hemos perdido las lágrimas? Cuántos de nosotros lloramos ante el sufrimiento de un niño, ante la destrucción de una familia, ante tanta gente que no encuentra el camino? Y el llanto de un sacerdote! Tú lloras? En este presbiterio hemos perdido las lágrimas? "

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