Al que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida
- 12 Abril 2018
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Evangelio según San Juan 3,31-36.
El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida.
El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
San José Moscati
Giuseppe Moscati nació 25 de julio 1880 en Benevento, séptimo entre los nueve hijos de un magistrado Francesco Moscati y Rosa De Luca, del Marqués de Roseto. Fue bautizado 31 de julio de 1880.
En 1881 la familia se trasladó a Moscú, luego a Ancona y Nápoles, donde José tuvo su primera comunión en la fiesta de la Inmaculada Concepción en 1888. De 1889 a 1894 completó sus estudios y luego en el "Vittorio Emanuele", el Bachillerato en 1897, a la edad de sólo 17 años. Unos meses más tarde, comenzó sus estudios universitarios en la facultad de medicina.
Desde una edad temprana, Giuseppe Moscati demuestra una aguda sensibilidad hacia el sufrimiento físico de los demás, penetra hasta el último rincón del corazón humano. Quiere curar o aliviar las heridas del cuerpo, pero al mismo tiempo, profundamente convencido de que el alma y el cuerpo son uno y sinceramente desea preparar a sus hermanos que sufren.
El 4 de agosto de 1903, Giuseppe Moscati obtuvo su licenciatura en medicina.
Desde 1904 la Moscati, después de dos concursos, se desempeñó en Nápoles, y entre otras organizaciones, la hospitalización de los afectados durante la erupción del Vesubio en el año 1906.
En 1911, tiene la tarea de llevar a cabo investigaciones y experimentos científicos en el Instituto de Química Biológica. Enseñó desde 1911 sin interrupción, "Laboratorio de Investigación aplicada a la clínica y la química aplicada a la medicina, con ejercicios prácticos y demostraciones.
En privado, durante algunos años de escuela, enseña a estudiantes de posgrado y varios semeiologia y casuística hospitalaria, clínicas y anatomo-patológicos. Durante varios años, los académicos realizar la sustitución en el curso de oficial de Fisiología y Química Fisiológica.
En 1922, se indica el Tratado de Libre Enseñanza de Clínica Médica en general, con una dispensa de la lección o la prueba práctica a la unanimidad de votos de la comisión.
Famosa y refinada en partenopea cuando todavía es muy joven, el profesor Moscati pronto como conquistar una reputación a nivel nacional e internacional por su original diseño de investigación, cuyos resultados son que publicó en diversas revistas en Italia y en el extranjero.
Sin embargo, no son únicamente, ni siquiera principalmente, el genial talento y éxitos de Moscati sensacional que despiertan el asombro. Más que cualquier otra cosa es su propia personalidad que deja una profunda impresión en aquellos que encuentran, su vida clara y coherente, todos imbuidos de la fe y el amor hacia Dios y hacia los hombres.
Moscati es un científico en primer lugar, pero para él no hay conflicto entre la fe y la ciencia: como investigador al servicio de la verdad y la verdad nunca está en contradicción con ella misma o, mejor aún, con lo que nos reveló verdades eternas.
Moscati ve en sus pacientes el sufrimiento de Cristo, el amor y le sirven en ellas. Es este generoso impulso de amor que le impulsa a luchar sin cesar por los que sufren, y no esperar a que el enfermo vaya a él, pero una búsqueda en los más pobres y abandonados de la ciudad para sanar de forma gratuita, más bien, para ayudar con su sus ingresos. Y todos, pero especialmente los que viven en la pobreza, el sentido admirado del poder divino que anima a su benefactor.
Moscati se convierte así en el apóstol de Jesús, sin predicar, anunció, con su amor y la forma en que vive su profesión como médico, y el Divino Pastor conduce a su pueblo oprimido y sed de la verdad y la bondad . La actividad exterior crece constantemente, sino también ampliar sus horas de oración y es gradualmente interiorizar sus encuentros con Jesús en el Santísimo Sacramento.
Su concepción de la relación entre la fe y la ciencia está bien resumido en dos de sus pensamientos:
'No es la ciencia, pero el amor ha transformado el mundo, en algunos períodos, y sólo muy pocos hombres se han ido a la historia de la ciencia, pero todos seguirán siendo imperecedero símbolo de la eternidad de la vida, en la que la muerte es sólo un etapa, una metamorfosis a un mayor ascenso, si se dedican a la buena ".
"La ciencia nos promete bienestar y más placer, la religión y la fe nos da el bálsamo de consuelo y de la verdadera felicidad ... »
El 12 de abril de 1927, el Profesor. Moscati después de participar en la Misa, como todos los días, y él espera que sus funciones en el hospital y la práctica privada, murió en su silla, se detuvo en pleno apogeo, a sólo 46 años, la noticia de su muerte es anuncio y la propagación de boca en boca con las palabras: "Murió el santo médico."
El 16 de noviembre de 1930, su cuerpo fue trasladado desde el cementerio Poggioreale de la Iglesia de Gesù Nuovo
Giuseppe Moscati fue beatificado por Pablo VI, durante el Año Santo, el 16 de noviembre de 1975 y proclamado santo por Juan Pablo II, 25 de octubre de 1987.
Oremos
"O San José Moscati, eminente médico y científico, que en el curso curabas cuerpo y el espíritu de sus pacientes, mira ahora la usamos con fe en su intercesión.
Danos la salud física y espiritual, intercediendo por nosotros con el Señor.
Alivia los dolores de los que sufren de consuelo a los enfermos, los afligidos, esperanza a los desalentados.
Los jóvenes encuentren en ti un modelo, un ejemplo de los trabajadores, los ancianos comodidad, la eterna esperanza del premio eterno.
Ser para todos nosotros andar sin peligro, laboriosidad, honradez y caridad, para cumplir con nuestros deberes como cristianos, y dar gloria a Dios nuestro Padre. Amén ".
Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Cuba.
Santo Evangelio según San Juan 3, 31-36. Jueves II de Pascua.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, vengo a encontrarme contigo al inicio del día, para escuchar lo que quieres de mí. Enséñame a creerte y a seguirte para experimentar tu Palabra que salva.
Haz que este momento se convierta en un verdadero encuentro que me anime a hacer lo que debo hacer, andar hacia donde Tú me llamas y así, logre cumplir tu voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Más de alguna vez en la historia de la humanidad, el hombre encontró dificultades al querer conocer, alcanzar o entender a Dios. ¿Quién de nosotros no ha sentido, de alguna u otra forma, esta incapacidad?
Por eso, cada vez que leemos el Evangelio es volvernos a poner en presencia del que ha venido de lo alto como testigo de la luz, como testigo de lo que la inteligencia y la voluntad del hombre nunca hubiesen podido comprender. Ha entrado, en la vida de cada uno de nosotros, el Testigo del Amor puro, a fin de que nosotros podamos imitar este acto de donación.
Gracias a este hecho, ahora podemos hablar el lenguaje del cielo y pensar según los criterios que echan sus raíces en un plano sobrenatural. El arte del servicio, de la fidelidad y de la entrega incondicional sin recibir nada a cambio sólo se vive con una mentalidad sobrenatural.
Nuestra meta es ser testigos del que se nos ha presentado como la Bondad, la Belleza y la Verdad…
Cada uno de vosotros, con vuestras limitaciones y fragilidades, podrá ser testigo de Cristo allá donde vive, en la familia, en la parroquia, en las asociaciones y en los grupos, en los ambientes de estudio, de trabajo, de servicio, de ocio, donde quiera que la providencia os guie en vuestro camino.
(Homilía de S.S. Francisco, 31 de julio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy daré testimonio de la Bondad, de la Belleza, de la Verdad en mi vida ordinaria.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Jesús y su Padre...¡nuestro Padre!
Dios es Padre y está siempre presente, camina con nosotros y está muy dentro de nosotros. Él da sentido a nuestra existencia.
Se cuenta que el hijo de un rey de Francia, en edad joven, fue reprendido por su educador con palabras severas. El pequeño era consciente de su dignidad y protestó: “No te atreverías a hablarme así si te dieras cuenta que soy el hijo de tu rey”. Pero el educador no se inmutó: “Y tú no tendrías el valor de protestar si te dieras cuenta de que yo soy hijo de tu Dios y de que lo llamo cada día “Padre Nuestro”.
Jesús nos reveló cómo es el corazón de Dios, él es nuestro Padre. Jesús recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán (Mt 4,23-25).
Jesús es hijo de un tiempo y de un pueblo y así hereda toda la rica tradición de la fe de Israel quien considera a Dios, sobre todo, como el Señor, el Todopoderoso. Jesús nos presenta una imagen de Dios mucho más cercano, es, sobre todo, Padre y así lo invoca.
Dios es un padre bueno y amoroso para con todos los seres humanos, especialmente para con los ingratos y malos, los desorientados, los abatidos y deprimidos. Él hace salir el sol para todos, el que sabe amar y perdonar, el que corre detrás de la oveja descarriada, espera ansioso la vuelta del hijo que se fue de casa y encuentra gran alegría al encontrar lo que se había perdido. Dios se alegra más con la conversión de un pecador que con noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse.
El Dios de Jesús es el Dios que ama y perdona. Que es paciente y quiere la salvación de todos; es el que le interesa la vida de cada uno; el que no oprime, sino que libera; que no condena, sino que salva; que no castiga, sino que perdona; el que ama la vida. Es el Dios de vivos, de la esperanza y del futuro.
¿Cómo es el corazón de Dios? Jesús lo describe en la parábola del Hijo Pródigo. Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna… “porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado”. Y comenzaron la fiesta… (Lc 15,11-32).
El protagonista de esta parábola no es el hijo, es el corazón del Padre, con un amor incondicional, incluso, parece demasiado bueno, que respeta la decisión alocada del hijo, que huye en busca de placeres sin saber qué rumbo tomar. Calla y les deja hacer. “Y el Padre les repartió la hacienda” (Lc 15,12). Podemos olvidarnos de Dios, pero él jamás se olvida de nosotros. Dios nunca nos abandona, por mucho que corramos. Él va siguiendo nuestros pasos. Un hijo puede olvidarse de su madre, pero la madre no se olvidará nunca de su hijo; pues aunque ésta se olvidará, Dios no se olvidará (Is 49,15-16). El padre sufría y amaba en silencio.
El padre no abandonó a su hijo, aunque se quedó en casa, su corazón seguía palpitando con él, pues el amor no se puede encerrar en unas paredes y no sabe de distancias. El padre ve al hijo desde lejos y siempre está dispuesto al encuentro. El padre esperaba con amor la vuelta del hijo.
“Dios lo perdona todo, porque lo comprende todo”, dice un viejo adagio, por eso también lo olvida todo. Oseas y los profetas posteriores a él nos hablan de Dios como de un esposo lleno de paciencia y de ternura, siempre dispuesto a acoger y a perdonar la infidelidad y a amar gratuitamente (Os 14,5). En la historia de la salvación se nos ha manifestado el amor, la paciencia, la fidelidad de un Dios que nos ama sin medida. Dios es padre y madre y nos ama con ternura, es como un padre tierno para los fieles (Sal 103,13). Dios perdona y le gusta perdonar. “¿Qué Dios hay como tú, que perdone el pecado y absuelva el resto de tu heredad?” (Mi 7,18-20).
En el Antiguo Testamento aparece, algunas veces, la palabra "Padre" referida a Dios. Y cuando los judíos la usaron, fue siempre en un clima de sumo respeto y majestad, añadiéndole títulos divinos ostentosos. Abbá era la palabra familiar que los niños judíos empleaban para dirigirse a sus padres.
Jesús siente en su vida la presencia amorosa de Dios y su alimento es hacer su voluntad; a Dios le llama Padre, y, según parece, lo hacía usando la palabra aramea "abbá"; 170 veces ponen los evangelios esta expresión en labios de Jesús. A todos invita a creer en este Dios, para el que "todo es posible" (Mc 10,27). El Nuevo Testamento conserva la palabra aramea (abbá) para subrayar el hecho insólito del atrevimiento de Jesús (Rm 8,15; Ga 4,6-7). La invocación "Abbá" tiene, pues, un valor primordial, que ilumina toda la vida de Jesús. Todo en él es consecuencia de esta actitud de fe. Jesús deposita en su Padre toda la confianza posible. Digna es de destacar la escena en la que Jesús "con la alegría del Espíritu Santo", bendice al Padre porque se ha “revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, bendito seas, por haberte parecido eso bien” (Lc 10,21). Gracias da al Padre en la resurrección de Lázaro, por haberle escuchado (Jn 11,42). Llenos de confianza están los ruegos de la oración sacerdotal, la noche de su prisión. Pide al Padre protección para los que les ha confiado, para que sean todos uno y que el amor del Padre esté con ellos (Jn 17,1-5).
La oración del huerto es narrada por todos los evangelistas (Mt 26,39.42; Lc 22,42; Jn 12,27-29). Marcos se siente obligado a mantener en su escrito la misma palabra aramea usada por Jesús: "¡Abbá! ¡Padre!: todo es posible para ti, aparta de mí este trago, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú" (14,36). Jesús se atreve a pedirle verse libre del trance de la pasión (Mt 16,21; Mc 8,31; Lc 9,22; 17,25). Afirma su sumisión a la voluntad del Padre, pero dando muestras de que él desearía verse libre del dolor. Momentos antes de su muerte también se dirige al Padre pidiendo el perdón de sus verdugos. Y encomienda su espíritu en manos de su Abbá (Lc 23,46), pero no deja deja de preguntarle las causas de su aparente abandono (Mc 15,34).
Jesús no sólo hablaba del Padre, sino que vivía enteramente como hijo: con confianza plena, obediencia total, agradecimiento y piedad. “Te doy gracias, Padre”, rezaba lleno de emoción y alegría. En la casa de mi Padre, Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Lo que Tú quieras. Si es posible, Padre… Jesús hablaba siempre con emoción del Padre (Jn 20,17):
• De las manos del Padre, fuertes y acogedoras, que crean y sacan del abismo ( Jn 10,29; Lc 23,46)
• De la mirada del Padre, que ve en lo secreto ( Mt 6,4.6)
• De Las palabras del Padre, que son explicaciones de la Palabra ( Jn 8,35; 12,49-50; 14,24…)
• Del trabajo y las obras del Padre, que siempre son de amor ( Jn 5,17. 19-20)
• De la voluntad del Padre, que es su alimento ( Jn 4,34; Mt 6,9; 26,42…)
• Del amor del Padre, que es inmenso y misericordioso (Lc 15,11-32)
• De la gloria del Padre, que es el Espíritu (Jn 17,5).
Dios es amor, Padre y está siempre presente, camina con nosotros y está muy dentro de nosotros. Él da sentido a nuestra existencia.
Esto lo explica muy bien la siguiente anécdota.
Preguntaba una profesora a sus alumnos que cómo sabían que Dios existe, si nunca lo habían visto.
Un niño muy tímido, levantó la mano y dijo:
- Mi madre me dijo que Dios es como el azúcar en mi leche que ella
prepara todas las mañanas. Yo no veo el azúcar que está dentro de la taza en medio de la leche, pero si ella me lo saca, queda sin sabor. Dios existe, y está siempre en el medio de nosotros, solo que no lo vemos. Pero si él no está, nuestra vida queda sin sabor.
¿Por qué bautizar a los niños pequeños?
El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia
Todos queremos, como humanos, amar y ser amados. Y ser cristiano, no significa otra cosa que practicar el mandamiento del amor: “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. El amor auténtico nunca ha sido un mal para nadie.
Que un niño goce del amor de sus padres ya desde la concepción, no es ningún condicionamiento negativo sobre la libertad y voluntad del niño. Más aún, es lo más hermoso que un niño puede poseer: el amor y afecto de sus padres.
Qué triste es ver a niños maltratados y rechazados por sus propios padres. ¿Por qué, pues, será el amor de Dios un mal para el nuevo bautizado? Gozar del amor de Dios es lo máximo que se puede pedir, y nosotros no tenemos el derecho de privar a nadie del don de ser amado.
El bautismo es la puerta del encuentro con Cristo, el fundamento de toda la vida cristiana y la incorporación al pueblo de Dios, la Iglesia. Contiene en germen toda la acción santificadora de la gracia de Dios, que se irá desarrollando a lo largo de toda su vida. El hombre que hoy se bautiza como niño, llegará con la ayuda de la Iglesia, a responder conscientemente a la gracia que ha recibido. Necesitará de sus padres y de la misma Iglesia, pues son quienes han proclamado la fe en nombre el niño y se han hecho garantía de la educación y del desarrollo de su fe.
"Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios" (Juan 3,5)
Las objeciones contra el Bautismo de los niños proceden de una triple ignorancia: Ignorancia de los bienes del Bautismo, de la Palabra de Dios y de la práctica de la Iglesia.
El Bautismo es una gracia Inestimable
El Bautismo nos hace hijos de Dios. Gálatas 4, 5-7
El Bautismo es la fuente de la vida nueva en Cristo. Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) 1253
El Bautismo nos lava el pecado. Hechos 2, 38
El Bautismo nos incorpora a Cristo, Romanos 8, 29. CIC 1272 y a la comunidad de salvación. CIC1273
El Bautismo nos imprime el "sello del Señor" con que el Espíritu Santo nos ha marcado para el día de la redención. Efesios 4, 30
Los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo.
¿Qué Dice La Biblia?
Jesucristo lo dijo claramente a Nicodemo: "Quien no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios" Juan 3, 5. Jesucristo no excluye a nadie, todos necesitan del Bautismo. "Lo nacido de la carne, es carne, lo nacido del Espíritu, es espíritu". Si un niño no está bautizado no es nacido del Espíritu.
Lo que Enseña el Antiguo Testamento
Los niños en la Antigua Alianza no esperaban a ser adultos para incorporarse al pueblo de Dios, sino que eran circuncidados al octavo día. Lee: Hechos 7, 8. El Bautismo sustituye a la circuncisión, por eso los primeros cristianos bautizaban a los niños.
La Práctica de la Iglesia
En un inicio, la mayoría de los bautizados eran adultos. No era posible de otra manera porque era una Iglesia de convertidos. Pero ya desde entonces era costumbre bautizar "casas" enteras: 1 Corintios 1, 16; Hechos 16, 15. 33. Los miembros de la casa incluían a las mujeres, a los niños y a los esclavos aunque no se mencione.
El Bautismo era comparado con el Arca de Noé, donde se salvaba la familia entera: Padres e hijos. 1Pedro 3, 20-21. La salvación era para toda la familia.
San Policarpo que murió en 155 d.C. en el momento de su martirio, cuando se le pide abjurar de su fe en Cristo, atestigua: "Hace ochenta seis años que le sirvo", difícilmente podría haber dicho eso si no hubiese sido bautizado desde niño.
Lo Que Enseña La Iglesia
La advertencia de Cristo en el Evangelio: "Quien no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de los cielos" (Juan 3,5), debe entenderse como la invitación de un amor universal e infinito; un llamado a sus hijos deseando para ellos el mayor bien. Este llamamiento irrevocable y urgente no puede dejar al hombre en una actitud indiferente o neutral, ya que su aceptación es para él la condición del cumplimiento de su destino. (Instrucción soble el Bautismo de los niños #10)
La fe, no es sólo un acto personal, sino también una virtud sobrenatural. Los niños no son capaces de un acto personal de fe, pero sí pueden tener la fe como virtud sobrenatural. De la misma manera que "el amor ha sido derramado en nuestros corazones por el Espírtu Santo que nos ha sido dado", es decir, por gracia y no por nuestro propio esfuerzo asi también el Espíritu Santo da la fe a los que reciben el Bautismo. (La Doctrina de la Fe, Franco Amerio p.445)
Objeciones
1ª. Objeción. La fe es necesaria para el Bautismo, los niños no pueden hacer un acto de fe, por tanto no pueden ser bautizados.
La Iglesia está de acuerdo: "El Bautismo es el sacramento de la fe". (CIC 1253). "El que creyere y se bautizare se salvará" (Marcos 16, 16) Por eso "..el Bautismo jamás se ha administrado sin fe: para los niños se trata de la fe de la Iglesia". (Instrucción sobre el Bautismo de los Niños No. 18).
Entrar al cine sin boleto es un fraude, pero si otro paga mi boleto, tengo tanto derecho a entrar como si yo lo hubiera pagado.
Cristo siempre exigió la fe para sanar a los enfermos, pero en el caso de los niños bastaba la fe de su padre o su madre, como es el caso de la hija de Jairo, Marcos 5, 36 y de la hija de la sirofenicia, Mateo 15, 28.
Nadie se puede dar la fe a sí mismo. El niño recibe la vida de sus padres, y la fe de la Iglesia. Es una fe inicial, en semilla, que después debe crecer y volverse adulta, sin embargo basta para recibir el Bautismo. De esta forma los niños reciben la fe y con ella la vida eterna como un don gratuito de Dios a través de la iglesia. Lee: CIC n. 169.
El Bautismo de los niños pone de manifiesto la gratuidad de la salvación.
"Dejad que los niños vengan a mí"
La Sra. Edith era una convencida Bautista, pero sucedió que uno de sus hijos nació con Síndrome de Down. El pastor se negó a bautizarlo porque el niño "no podía hacer un acto de fe". Para la Sra. Edith las palabras de Cristo eran claras: "Quien no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios". ¿Por qué su hijo iba a estar excluido del Reino de Dios? Decidió llevar a su hijo a una iglesia donde lo bautizaran y así se convirtió el niño en hijo de Dios y ella a la fe católica.
2ª. Objeción. Los niños no necesitan Bautismo porque ellos son inocentes y no tienen pecado.
El que no distingue, confunde. Los niños no tienen pecados personales, pero sí tienen el pecado original.
San Pablo opone a la universalidad del pecado, la universalidad de la salvación en Cristo: "Por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, pues todos pecaron..." Romanos 5, 12 Si todos sufren la derrota del pecado, entonces, todos necesitan el baño que nos lava del pecado: el bautizo.
TODOS SOMOS PECADORES
El Rey David dice en el salmo 50: "Míra, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre..." Si el bebé, desde el seno de su madre, nace con culpa y es un pecador, quiere decir que también necesita el "Bautismo para el perdón de los pecados". Lee: Hechos 2, 37. Estudia detenidamente: CIC n.1250 y 405.
TODOS SOMOS CIEGOS
La historia del ciego de nacimiento (Juan 9) es muy aleccionadora. El ciego representa al cristiano, porque todos nacemos ciegos a la fe y, por tanto, todos necesitamos lavarnos en la Piscina del Enviado = el Bautismo de Cristo. Si los gatitos a los ocho días abren los ojos ¿porqué los niños deben esperar a ser adultos para abrirlos?
3ª. Objeción. No es bueno imponer a los niños una fe que ellos no han escogido.
La fe ni es "escogida", ni es "impuesta" sino que es don y gracia de Dios. Si el Bautismo confiere a los hijos el bien sublime de la gracia divina, sólo unos padres ignorantes o incrédulos podran negar a sus hijos este don. Pero además, ¿quién eres tú para negar a Jesucristo el derecho legítimo sobre aquel por quien Él murió y resucitó?
4ª. Objeción. Jesucristo se bautizó de grande y se bautizó en el río.
Esta objeción revela una gran ignorancia de la palabra de Dios. Porque Cristo recibió el Bautismo de Juan, que era un bautismo de penitencia, nosotros en cambio, recibimos el Bautismo de Cristo, en fuego y Espíritu. Por eso somos "cristianos" y no "bautistas". Y por eso los católicos bautizamos no como el Bautista lo hacía, sino como Cristo manda: "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Lee: Mateo 28, 19.
5ª. Objeción. ¿Y qué hay de los niños que mueren sin Bautismo?
"La Iglesia los confía a la misericordia de Dios que quiere que todos los hombres se salven" (1Timoteo 2, 4) y a la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejad que los niños se acerquen a mí, y no se lo impidáis" (Marcos 10, 14). Esto nos permite confiar en que hay un camino de salvación para los niños que mueren sin el Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños vengan a Cristo por el don del Bautismo. (CIC n. 1261).
Teresa de los Andes, Santa
Monja Carmelita, 12 de abril
Religiosa Carmelita
Martirologio Romano: En la ciudad de Los Andes, en Chile, santa Teresa de Jesús de los Andes, virgen, que, siendo novicia en la Orden de Carmelitas Descalzas, consagró, como ella misma decía, su vida a Dios por el mundo pecador, muriendo de tifus a los veinte años de edad (†1920).
Fecha de beatificación: 3 de abril de 1987 por el Papa Juan Pablo II
Fecha de canonización: 21 de marzo de 1993 por el Papa Juan Pablo II.
También conocida como Santa Teresa Fernándes Solar.
Etimológicamente: Teresa = Aquella que es experta en la caza, es de origen griego.
Nota: El calendario carmelita la festeja el 13 de julio, el Martirologio Romano la recuerda el 12 de abril día de su ingreso a la Casa del Padre.
Breve Biografía
Teresa de Jesús de Los Andes (Juanita Fernández Solar) es la primera chilena y la primera carmelita americana que ha alcanzado el honor de los altares. Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, en el seno de una familia acomodada, muy cristiana.
Desde los 6 años asistía con su madre casi a diario a la santa misa y suspiraba por la comunión, que recibió por primera vez el 1 de septiembre de 1910. Desde entonces procuraba comulgar diariamente y pasar largo rato en diálogo amistoso con Jesús.
También desde su niñez vivió una intensa vida mariana, que fue uno de los grandes cimientos de su vida espiritual. El conocimiento y amor de la Madre de Dios vivificó y sostuvo todos los momentos de su camino en el seguimiento de Cristo.
Hizo sus estudios en el colegio del Sagrado Corazón. Profundamente afectiva, se creía incapaz de vivir separada de los suyos. Sin embargo, asumió generosamente la prueba de estudiar en régimen de internado los tres últimos cursos, como entrenamiento para la separación definitiva, que se consumaría el 7 de mayo de 1919, ingresando en las Carmelitas Descalzas de Los Andes.
Se había sentido llamada al Carmelo a los 14 años. Y, mediante la lectura de los santos carmelitas y la frecuente correspondencia con la priora de Los Andes, fue preparándose, de suerte que es admirable la clarividencia con que, desde sus 17 años, expone el ideal de la carmelita y el ardor con que defiende su vida contemplativa. Ella la abrazó ilusionada por verdadero amor al mundo; para serle más útil como testigo de la dimensión espiritual del hombre, y para contribuir con su sacrificio a que la sangre de Cristo se derrame sobre la humanidad y la purifique. No alcanzando a vivir ni un año entero en el convento, murió el 12 de abril de 1920. Las religiosas aseguraban que al entrar ya era santa. De modo que, en tan corto tiempo, pudo consumar la carrera a la santidad que había iniciado muy en serio mucho antes de su primera comunión: “Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca”, decía. Estaba siempre dispuesta a servir y a sacrificarse por los demás, sobre todo para que reinaran la alegría y la felicidad, para hacer amable y atractiva la virtud. Su vida fue enteramente normal y equilibrada. Alcanzó una envidiable madurez integrando en la más armoniosa síntesis lo divino y lo humano: oración, estudios, deberes hogareños... y deporte -al que era muy aficionada- destacando en natación y equitación. Su santuario, visitado por más de cien mil peregrinos cada mes, se ha convertido en uno de los centros espirituales más concurridos de Chile.
Fue beatificada por el Papa Juan Pablo 11 en Santiago de Chile el 3 de abril de 1987, y canonizada en la basílica de San Pedro el domingo 21 de marzo de 1993.
"SIGUEN EXISTIENDO CLÉRIGOS MACHISTAS, MANDONES, QUE PRETENDEN USAR A LAS MUJERES COMO SERVIDUMBRE"
La Iglesia latinoamericana pide la convocatoria de un Sínodo universal sobre la mujer
Las mujeres "han de ser reconocidas y valorizadas como corresponsables de la comunión y misión de la Iglesia"
Jesús Bastante, 12 de abril de 2018 a las 12:52
El Papa, y las mujeresAgencias
Las iglesias locales han de tener "la libertad y el coraje evangélico para denunciar todas las formas de discriminación y opresión, de violencia y explotación sufridas por las mujeres en distintas situaciones"
(Jesús Bastante/ANSA).- "Esta Pontificia Comisión para América Latina no pretende proyectar sus propios planteamientos y necesidades a la Iglesia universal, pero se plantea seriamente la cuestión de un Sínodo de la Iglesia universal sobre el tema de la Mujer en la vida y la misión de la Iglesia". La Iglesia latinoamericana ha dado el primer paso para el necesario reconocimiento de la mujer en la institución. A todos los niveles. Un camino apoyado por Francisco y que no tiene marcha atrás.
Esta es una de las principales conclusiones de un encuentro celebrado por la CAL, bajo el lema "La mujer, pilar en la edificación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina". Entre otras, los responsables admiten que "siguen existiendo clérigos machistas, mandones, que pretenden usar a las mujeres como servidumbre dentro de su parroquia, apenas como clientela sumisa de los cultos y mano de obra bruta para lo que se necesite", y son rotundos en la respuesta: "Todo esto tiene que ir acabando".
Y es que las mujeres "han de ser reconocidas y valorizadas como corresponsables de la comunión y misión de la Iglesia, presentes en todas las instancias pastorales de reflexión y decisión pastorales". Al tiempo, recuerdan que "es posible y urgente multiplicar e ampliar los puestos y las oportunidades de colaboración de mujeres en las estructuras pastorales de las comunidades parroquiales, diocesanas, a niveles de las Conferencias episcopales y en la Curia Romana".
En el documento final, difundido este miércoles, afirma que "el cambio de época en el que estamos inmersos y que requiere de parte de la Iglesia una nueva propuesta de dinamismo misionero, exige un cambio de mentalidad y un proceso de transformación análogo al que el Papa Francisco logró concretar con las asambleas del Sínodo sobre la Familia -que llevaron a la exhortación apostólica Amoris Laetitia- y que ahora se propone con la próxima asamblea sobre los jóvenes". Ese trabajo por la sinodalidad, también debe, según la CAL "estar libre de prejuicios, estereotipos y discriminaciones sufridas por la mujer". Al tiempo, pide a las comunidades cristianas "realizar una seria revisión" para "pedir perdón por todas las situaciones en las cuales han sido y todavía son cómplices de atentados contra su dignidad". El documento agrega que las iglesias locales han de tener "la libertad y el coraje evangélico para denunciar todas las formas de discriminación y opresión, de violencia y explotación sufridas por las mujeres en distintas situaciones y para introducir el tema de su dignidad, participación y contribución en la lucha por la justicia y la fraternidad, dimensión esencial de la evangelización". Por ello, "se invita a todas las instituciones católicas de enseñanza superior, en particular a las facultades de teología y filosofía, a continuar profundizando una teología de la mujer, a la luz de la tradición y del magisterio de la Iglesia, de renovadas reflexiones teológicas sobre la Trinidad y la Iglesia, del desarrollo de las ciencias, en especial de la antropología, como también de las actuales realidades culturales de los movimientos y aspiraciones de las mujeres", declara la CAL.
"Que se promueva en todas las iglesias locales y a través de las conferencias episcopales un diálogo franco y abierto entre pastores y mujeres comprometidas en diversos niveles de responsabilidad (dirigentes políticas, empresarias, líderes de movimientos populares y comunidades indígenas)", concluye el documento.