La ley nueva inscrita en el corazón de los hombres

Momento en que Benedicto presentó su renuncia

RD

Por falta de fuerzas y su "avanzada edad"
El miércoles se cumplen dos años de la renuncia de Benedicto XVI
El Papa emérito podría participar en el consistorio de cardenales

Redacción, 09 de febrero de 2015 a las 16:04

Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro

El próximo miércoles, 11 de febrero, se cumplen dos años del anuncio de la renuncia al pontificado de Benedicto XVI. El ahora Papa emérito hizo pública su decisión el 11 de febrero de 2013 ante el Consistorio para la canonización de los mártires de Otranto, en un discurso en latín en el que explicó que renunciaba al pontificado por falta de fuerzas y por su "avanzada edad".

"Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, no se adecúan por más tiempo al ejercicio de mi ministerio. Con total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de Pedro", sentenció.

Ante el desconcierto general por el contenido del anuncio y el hecho de que el Pontífice hablara en latín, la exclusiva de esta decisión, pese a que el discurso era abierto al público, la dio la agencia de noticias Ansa, citada por el resto de agencias del mundo. La corresponsal italiana Giovanna Chirri cubría el consistorio ordinario público para la canonización de los mártires de Otranto cuando de pronto escuchó el anuncio del Papa y como era la única periodista de los que allí estaban que sabía latín, fue la primera en dar la noticia.

La renuncia se hizo efectiva el 28 de febrero, cuando empezó la Sede Vacante hasta la celebración del Cónclave y la elección de Francisco. Benedicto XVI renunciaba tras un año 2012 marcado por el escándalo de la filtración de documentos reservados, un caso que concluyó con la concesión de la gracia por parte del Papa a su ex mayordomo Paolo Gabriele. En 2013 se estaba celebrando el Año de la Fe y estaba prevista la JMJ de Río de Janeiro, a la que acudió su sucesor, el Papa Francisco.

A partir del día en que se hizo efectiva su renuncia el 28 de marzo de 2013, Benedicto XVI empezó a ser llamado Papa emérito y comenzó a vestir la sotana blanca simple. Su primer alojamiento fue Castel Gandolfo, la residencia de verano de los pontífices. Allí vivió durante dos meses, mientras se realizaban las adaptaciones oportunas en la que iba a ser su nueva residencia en el antiguo monasterio 'Mater Eclesiae'.

De esta manera, Joseph Ratzinger comenzó una nueva vida en el monasterio 'Mater Ecclesiae' junto a las cuatro 'memores Domini' (Rossella, Loredana, Carmela y Cristina), las laicas consagradas de Comunión y Liberación que le asisten desde entonces, y su secretario particular. Allí, el Pontífice Emérito se dedica a la lectura, da un paseo, duerme la siesta, reza junto a Gänswein mientras camina por el pequeño bosque que hay a espaldas del monasterio y ve el telediario, según indicó su secretario personal en una entrevista concedida a la revista Palabra.

Durante estos casi dos años como Papa Emérito, Benedicto XVI ha aparecido en público en contadas ocasiones, una de las últimas, el pasado mes de agosto cuando presidió la misa de clausura del 'Schülerkreis', el círculo de estudiantes que cada año reúne a los antiguos alumnos del teólogo Ratzinger.

Además, el 9 de diciembre de 2014, el 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' publicó en su edición dominical una entrevista con Ratzinger, en la que el Papa emérito afirmaba que para el verdadero creyente está "claro quién es el verdadero Papa". Otra de las apariciones públicas más significativas de 2014 tuvo lugar el 27 de abril en la solemne ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Además, en febrero de 2014 asistió al último Consistorio Público Ordinario. Precisamente, aunque el Vaticano aún no lo ha confirmado, es posible que Benedicto XVI participe en el consistorio público de creación de cardenales que presidirá el Papa Francisco el próximo fin de semana.

Evangelio según San Marcos 7,1-13. 

Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce. Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?". El les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres". Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. En cambio, ustedes afirman: 'Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte...' En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!". 

San Clemente de Alejandría (150-c. 215), teólogo. El Pedagogo III 89,94,98

La ley nueva inscrita en el corazón de los hombres

Tenemos el decálogo, dado por Moisés...y todo lo que nos recomienda la lectura de los libros santos. “Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien. Buscad el derecho, proteged al oprimido, socorred al huérfano, defended a la viuda. Luego venid discutamos –dice el Señor- ”(Is 1,16-18). (...) También tenemos las leyes del Verbo, las palabras de exhortación escritas no sobre tablas de piedra por el dedo del Señor (Ex 24,12) sino inscritas en el corazón del hombre (2Cor 3,3)... Ahora bien, las tablas de los corazones duros serán quebradas (Ex 32,19); la fe de los pequeñuelos imprime sus huellas en los corazones dóciles... Estas dos leyes le han servido al Verbo en la pedagogía de la humanidad, primero por boca de Moisés, luego por la de los apóstoles. (...)

Nos hace falta un maestro para explicar estas palabras sagradas...Él nos enseñará la palabra de Dios. La escuela es la Iglesia; nuestro único Maestro es el Esposo, la buena voluntad de un Padre bueno, sabiduría primordial, santidad del conocimiento.

“El ha muerto por nuestros pecados” (1Jn 2,2). Él cura nuestros cuerpos y nuestras almas, cura al hombre en su totalidad, él, Jesús que “ha muerto por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino por los del mundo entero. Sabemos que conocemos a Dios, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo lo conozco, pero no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él” (1Jn 2,3-4).

Como alumnos de esta divina pedagogía ¡embellezcamos el rostro de la Iglesia y corramos como niños pequeños hacia esta madre llena de bondad. Hagámonos oyentes del Verbo; glorifiquemos la divina providencia que nos conduce por medio de este Pedagogo y nos santifica para ser hijo de Dios!

Santa Escolástica

Santa Escolástica, abadesa

Memoria de la sepultura de santa Escolástica, virgen, hermana de san Benito, la cual, consagrada desde su infancia a Dios, mantuvo una perfecta unión espiritual con su hermano, al que visitaba una vez al año en Montecasino, en la Campania, para pasar juntos una jornada de santas conversaciones y alabanza a Dios.

Mientras su hermano residió en Monte Casino, ella se hallaba en Plombariola, fundando y gobernando un monasterio. 

Tenía la costumbre de visitar a San Benito una vez al año y como no estaba permitido que entrar al monasterio, él salía a su encuentro para llevarla a una casa de confianza, donde los hermanos pasaban la velada orando, cantando himnos de alabanza a Dios y discutiendo asuntos espirituales.

Sobre la última visita, San Gregorio hace una notable descripción, en la cual, la santa presintiendo que no volvería ver más a su hermano, le rogó que no partiera esa noche sino al día siguiente, pero San Benito se sintió incapaz de romper las reglas de su monasterio. 

Entonces, Santa Escolástica apeló a Dios con una ferviente oración para que interviniera en su ayuda, y acto seguido, estalló una fuerte tormenta que impidió que su hermano regresara al monasterio. Los dos santos pasaron la noche hablando de las cosas santas y de asuntos espirituales. Tres días después, la santa murió, y su hermano que se encontraba absorto en la oración tuvo la visión del alma de su hermana ascendiendo al cielo en forma de paloma.

Oremos
Al celebrar la fiesta de Santa Escolástica virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO (B) 8 de febrero de 2015
Jb 7,1-4.6-7 / 1 Co. 9,16-19.22-23 / Mc 1,29-39

En un restaurante de autopista, en el centro-sur de Italia, unos camioneros veteranos discutían acaloradamente con voz alta y con la consecuente gesticulación de manos y brazos. De repente, uno de ellos, de pie, dijo con tono solemne: "La mia suocera" (mi suegra) es peor que la de San Pedro! Personalmente no puedo juzgar si era buena o mala, la suegra de San Pedro ... Pero, gracias a su "Fiebre", goza de unas rayas en la Sagrada Escritura, privilegio que no goza ni la mujer y los hijos de San Pedro. Permitidme, sin embargo, y con mucho respeto, hacer una pequeña constatación sobre esta mujer. Una ama de casa buena, que ve su yerno, Simón-Pedro, originario del pueblo vecino de Betsaida, que deja su trabajo de pescador y todas las obligaciones para con su familia, así, para seguir, días y días, un joven Rabí de Nazaret; y, por más desgracia, hoy sábado, día de fiesta, el yerno invita su hermano Andrés, los hermanos Jaime, Juan y Jesús, todos, a comer a casa, después del culto sinagogal, en Cafarnaún. Comprendo que esta buena suegra tenía motivos suficientes para tener unas décimas de fiebre! Pero no era mala, como decía el camionero Italiano, sino muy servicial. Jesús entra en la habitación donde yacía la enferma, señal de mucha confianza y franqueza de parte de los familiares de la casa.

El Maestro le dio la mano y utiliza el verbo con imperativo: Levántate, levántate, aplicado a menudo al hablar de Resurrección. La presencia de Jesús es siempre signo de salvación y de esperanza. Tocar una persona achacosa y curarla comportaba, de hecho, la impureza ritual, según la Ley, y la rotura del reposo sabático (día festivo que no se podía hacer ningún trabajo). Pero Jesús es la nueva doctrina, la nueva ley. Él es la nueva autoridad sobre toda norma, frente a todo dolor y de todo daño. Él es el amor infinito para todos nosotros. Como dice el profeta Isaías (30:26), "el día que el Señor vendará las heridas de su Pueblo ". La respuesta de la suegra en sentirse curada no es una palabra de agradecimiento. No es un gesto de reverencia, de cortesía, normal en aquel tiempo. No es una postración de adoración. Su contesta, su respuesta, es de servicio, de diaconía; de servir a la Mesa de la Iglesia naciente, de la nueva Comunidad Cristiana presidida por el mismo Jesucristo. Al atardecer de ese mismo sábado, con la puesta del sol y con la luz de las primeras estrellas, el reposo total del Sabbath, prescrito por la ley, llegaba a su fin: era ya un nuevo día. Por tanto, ya era permitido, según la ley, transportar los enfermos fuera de casa. La población entera se agolpaba a la puerta, y Jesús con toda autoridad y poder curó a muchos enfermos, y sana muchas personas de diversos achaques. Terminada aquella intensa jornada en Cafarnaúm, y tras un breve descanso, Jesús es retiró en un lugar solitario para orar: el Ora et Labora, el reza y trabaja. Enlazar y combinar la oración y el trabajo que recalca nuestro padre san Benito. Era tan grande la actividad de Jesús, que necesitaba establecer un tiempo de oración y unos momentos de oración exclusivos, escogidos, en la soledad, en la tranquilidad y en el gran silencio de la noche. En la oración, Jesús saca la fuerza necesaria para llevar a cabo su misión: la curación y la predicación de la Buena Nueva. La jornada en Cafarnaún viene a ser para todos nosotros un programa de vida: un tiempo de oración, un tiempo de trabajo y un tiempo de vida social y familiar.

El amor de Dios es un amor efectivo. Transforma nuestra manera de ver y responder a la realidad. Aunque no podemos ver a Dios, podemos ver el efecto que su amor tiene en las circunstancias concretas de nuestra vida. Su amor se hace visible en tomar conciencia del cuidado que ha tenido para nosotros a través de todas las personas que nos han querido. Se hace visible en la forma en que nos ha librado muchas veces de las consecuencias de nuestro pecado y necedad.

Por encima de todo, el amor de Dios se hace visible cuando sentimos que nuestros temores se desvanecen y nuestros corazones experimentan una expansión que lleva al amor y la preocupación por los demás. Incluso si nos hemos sentido decepcionados en el amor, en nuestro interior continúa vivo y anhelando el Espíritu de amor, el Espíritu de Dios, que sigue creándonos y sosteniéndonos, evitando que caigamos en el desánimo y en la amargura.

Dios es amor; él nos ha amado primero.

Papa y Scholas

Responsable de Scholas Ocurrentes, proyecto del Papa que une 400.000 escuelas de todo el mundo
José María Del Corral: "Queremos que el mundo entero sea un aula, porque hoy vivimos una emergencia educativa"
"Francisco no va a estar mucho tiempo, pero sabe que tiene que hacer muchas cosas"

Necesitamos un 'salvataje' mundial en la educación. Hay chicos y chicas que se están ahogando, y lo que hay que hacer es lanzarse al agua a salvarlos, sin mirar de qué religión es o de dónde viene

(Jesús Bastante).- José María del Corral es pedagogo y teólogo. Y amigo de Jorge Mario Bergoglio. Junto a él, hace más de dos décadas, inició una experiencia educativa en Buenos Aires que hoy, ya como Papa Francisco, aglutina a más de 400.000 escuelas de 70 países. Se trata de Scholas Ocurrentes (Escuelas para el Encuentro), cuyo IV Congreso Mundial se celebró en Roma la pasada semana. Anoche, durante un encuentro con periodistas en Madrid, Del Corral desentrañó las claves de esta iniciativa, cuyo objetivo resulta tan utópico como ilusionante: "Queremos cambiar el mundo".

"Buscamos que los chicos dejen de ser habitantes para convertirse en ciudadanos", explicó Del Corral, quien abundó en que la escuela no es el único lugar donde se educa a los jóvenes. "Está la escuela, pero también el deporte, y la tecnología.

Y luego la calle, la familia, el policía... Debemos crear una escuela de valores". Un concepto nuevo, que aglutinacultura, tecnología y deporte, y que tiene en personajes de la talla de Messi, Buffon o el propio Papa a sus principales rostros. También a Google o Microsoft.

En España, el Barcelona ya ha suscrito un acuerdo con Scholas, y este mediodía, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, plantará junto a la alcaldesa Ana Botella, un olivo (el símbolo de esta iniciativa, "que irá dando brotes") en la plaza de Colón. También la Liga de Fútbol Profesional y el Consejo Superior de Deportes se han sumado a esta campaña.

En España, ya son cerca de un centenar las escuelas que se han sumado a la iniciativa. El Gobierno, a través del ministro Wert, hizo ver ayer a Del Corral que el sistema educativo español es complejo para admitir iniciativas de este porte. "Pero hay que animarse a cambiar el sistema, los chicos no pueden esperar", señaló el presidente de Scholas Ocurrentes, quien denunció que "necesitamos un 'salvataje' mundial en la educación. Hay chicos y chicas que se están ahogando, y lo que hay que hacer es lanzarse al agua a salvarlos, sin mirar de qué religión es o de dónde viene".

"Los jóvenes pueden cambiar el mundo", apunta Del Corral, quien apunta dos claves:"identidad y sabiduría". Y construir las cosas "de abajo para arriba". "Es mentira -añade- que la educación esté en manos del docente, o que salga de un Ministerio. La educación tiene que ver con lo que el chico aprende en la vida: en la calle, en el presidente, en la play station, viendo a Messi pelotear... en el mundo que le mostramos los adultos. Como dice el Papa, "hay que recuperar la responsabilidad social educativa".

La iniciativa de Scholas Ocurrentes es ambiciosa, pero también puede ser tachada de populista. "Populismo es dejar que las cosas sigan igual por miedo", contesta José María del Corral. "Se educa de lo que se es, no de lo que se sabe. Queremos que el mundo entero sea un aula, porque hoy vivimos una emergencia educativa. El mundo se está cayendo, hablamos de una guerra en pedazos".

El impulso del Papa Francisco, en este punto, resulta decisivo. Del Corral le conoce bien, y casi se emociona al recordar sus encuentros con Bergoglio. "El Papa es un pastor con olor a oveja, que no mira desde arriba ni vive encerrado. Está el día entero con la gente". El Vaticano no le ha consumido, más bien al contrario. "Pareciera que hubiese vivido allí siempre, no es un extraño, sino que vive entregado, sabiendo que no está allí de paso". ¿Hasta cuándo? Del Corral reflexiona: "Francisco tiene claro que su papado no se mide por su duración, sino por su intensidad. No va a estar mucho tiempo, pero sabe que tiene que hacer muchas cosas", añade el pedagogo, que deja la puerta abierta a una renuncia papal. "El Papa es un jefe absolutamente exigente", constata, al tiempo que asegura no temer que los famosos que se adhieren a la iniciativa de Scholas puedan "usar" al Papa para sus propios intereses. "Da lo mismo, lo que él quiere es que le ayuden a ayudar a los chicos".

"Queremos cambiar el mundo. Con toda humildad, eso es lo que la gente espera", repite. "Más allá del Papa Francisco, esto es lo que la gente de buena voluntad espera. Este Papa es la revolución de la fe".

Las tradiciones de los fariseos
Marcos 7, 1-13. Tiempo Ordinario. Que nuestros días sean un continuo ofrecimiento a Dios de nuestras acciones.

Oración introductoria 
Señor, bien sabes que tengo la fe y la esperanza de tener un encuentro contigo en esta oración, pero no son suficientes, porque soy hábil para aferrarme a mi propio parecer. Ayuda mi incredulidad e ilumíname para que sepa abrir no sólo mi mente sino mi corazón para escuchar lo que hoy me quieres decir.

Petición
¡Ven Espíritu Santo! «Enciéndeme con tu luz» y llena mi vida con tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Así parece que sí. En la historia esta cercanía de Dios a su pueblo ha sido traicionada por esta actitud nuestra, egoísta, de querer controlar la gracia, comercializarla. 

Recordemos los grupos que en el tiempo de Jesús quería controlar la gracia: los fariseos, esclavos de las muchas leyes que cargaban sobre las espaldas del pueblo; los saduceos, con sus compromisos políticos; los esenios, buenos, buenísimos, pero tenían mucho miedo y no arriesgaban, terminaban por aislarse en sus monasterios; los zelotes, para los cuales la gracia de Dios era la guerra de la liberación, otra manera de comerciar la gracia. Pero, la gracia de Dios es otra cosa: es cercanía, es ternura. Esta regla sirve siempre. Si tú en tu relación con el Señor no sientes que Él te ama con ternura, aún te falta algo, aún no has entendido qué es la gracia, aún no has recibido la gracia que está cercana. Recuerdo una confesión de hace muchos años, cuando una mujer se maceraba sobre la validez de una misa a la que asistió un sábado por la tarde para un boda, con lecturas distintas de las del domingo. Esta fue mi respuesta: “Pero, señora, el Señor la ama mucho. Usted ha ido allí, ha recibido la comunión, ha estado con Jesús... Esté tranquila, el Señor no es un comerciante, el Señor ama, está cerca. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2014, en Santa Marta).

Reflexión
La vida podría convertirse en un cumplimiento meticuloso de la ley, normas, compromisos, como hacían los fariseos y judíos. Pero valdría preguntarse en medio de tanta exigencia personal ¿por qué? ¿Por qué tanto empeño y dedicación para ser fieles?. ¿Realmente cumplían de esa manera para agradar a Dios? Por la actitud de Jesús su fidelidad era incienso que en lugar de agradar a Dios los alababa a ellos mismos.

Sólo a Dios hay que dar culto, y el verdadero culto consiste en la caridad y amor a Dios, nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 2095. Debe ser aquí por tanto, donde florezca la exigencia por ser fieles a los compromisos.

El santo Padre, Juan Pablo II escribió que ser cristiano no es en primer lugar cumplir una cantidad de compromisos y obligaciones sino dejarse amar por Dios.

De esta manera, hemos de buscar a Dios para que nuestra jornada no se convierta en una serie de actividades, compromisos, obligaciones sin sentido, porque se tienen que hacer, hechos en ocasiones sin saber por qué se hacen, sino que sean nuestros días un continuo ofrecimiento a Dios de nuestras acciones.

Propósito
Dominar mi soberbia y deseo de dominio para dar a Cristo el lugar que le corresponde en mi vida.

Diálogo con Cristo 
Señor, te pido perdón por mis impaciencias, por mis juicios temerarios sobre los otros, por las veces que no he sido compasivo con los demás, por el sufrimiento que haya podido provocar en los que me rodean.

Dame un corazón solicito, misericordioso, caritativo como el tuyo. Gracias por ayudarme a confirmar que esto sólo lo puedo lograr si practico la justicia y caridad, principalmente en mi propia familia.

Nuestro Dios, un mendigo de amor
Dios golpea las puertas de nuestro corazón y mendiga un poco de amor, una mirada, un pensamiento.

Jesús se manifestó a muchas almas a través de los siglos, a partir de aquel día en que Sus amigos, discípulos, apóstoles y Su propia Madre presenciaron Su Ascensión al Reino. De este modo, El se presentó hace ya tiempo a Santa Margarita María de Alacoque, para que a través de ella recibamos la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Y se apareció a Santa Gertrudis para enseñarnos, entre muchas otras cosas, el misterio de las almas del Purgatorio y la necesidad de orar por ellas. Y también se manifestó a Santa Faustina Kowalska, para regalarnos esa maravilla que es la devoción al Jesús Misericordioso, al Jesús de la Misericordia. Esa hermosa imagen que ha llenado en pocos años las iglesias, los hogares y los corazones de tantos enamorados de Jesús.

Pero dentro de la historia de Sor Faustina, en aquella lejana y fría Polonia, me conmovió el relato sobre la aparición que sin dudas volcó el alma de aquella sencilla joven mujer hacia el Amor de los amores. Faustina asistía a un baile en Varsovia cuando sorprendida ve a Jesús parado frente a ella, vestido de mendigo, de pordiosero, todo de harapos. Su mirada era una llamada al corazón de la joven Faustina, eran los Ojos de un mendigo, un mendigo de amor. Faustina quedó conmovida por esa imagen que no olvidó por el resto de su vida, ya que la colocó como la receptora de un extremo y casi lastimoso pedido de amor realizado por el mismo Dios.

¡Un Mendigo de amor! Nuestro Dios, El que es Dueño y Creador de todo el universo, frente al que nuestra pequeña alma se torna minúscula e insignificante, se hace un pobre pordiosero para golpear las puertas de nuestro corazón y mendigarnos un poco de amor, una mirada, un pensamiento. ¿Tu crees que El no mendiga tu amor en este momento? A veces me imagino a Dios allí arriba mirando al mundo, a cada uno de nosotros, vivir nuestra vida al margen de El, sin siquiera considerarlo. Y sospecho que mira a cada alma, y espera, pacientemente, una mirada hacia El. Sus Ojos se llenan de lágrimas al ver que pasan los minutos, los días, los años, y Su llamado de amor sigue sin ser respondido.

Creo que nuestro Dios mendigo, enamorado perdidamente de nosotros, hace muchas cosas para atraer nuestra atención desde allí arriba. Se puede decir que literalmente lo intenta todo. Nos da alegrías y nos colma de bienes físicos y espirituales, para que lo reconozcamos y lo amemos. O nos llama con el dolor para ver si en ese punto de necesidad nos acordamos de El y pedimos Su intervención. O simplemente espera, y espera, mientras nuestra vida se derrocha en pequeñas miserias que no agregan nada a nuestra salud espiritual, sino todo lo contrario.

Mis amigos, ¿no se sienten incómodos de que tengamos tanta ceguera, que hemos forzado a nuestro Dios Amante a transformarse en un Mendigo de nuestro avaro amor? ¿Qué clase de hijos somos, de un Padre tan inmensamente tierno e insistente en volver a perdonarnos? ¿Qué clase de hermanos somos, de nuestro Jesús Adorable y Misericordioso? ¿Qué clase de agradecimiento tenemos por el Espíritu Divino, que no nos deja solos jamás, mientras le cerramos nuestro corazón una y otra vez? ¿Y que clase de hijos hacen llorar a su Madre con lágrimas de dolor, ante el abandono y la falta de obediencia a sus suaves mandatos?

Jesús, que me miras con lágrimas de dolor, que te abajas a lo más profundo de Tu Humanidad para acercarte a mi, para que reaccione ante Tu llamado. Con Tu rostro triste me invitas a darte una mirada, un pensamiento, una oración, una muestra de mi amor. Deseas que levante mis ojos en medio de este mar de rostros sin rostro, para que la Luz de Tu mirada me ilumine y cubra. Quiero darte mi amor para que sea como una gota de agua que apague, por un instante, esa sed infinita de amor que arde como una universal hoguera, allí en lo profundo de Tu Sagrado Corazón.

Yo quiero, simplemente, ser Tu amigo.

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