“El sale y se retira a un lugar desierto”

Evangelio según San Lucas 4,38-44. 

Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos. Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba. De muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías. Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos. Pero él les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado". Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea. 

San Esteban de Hungría

San Esteban de Hungria   Hijo del rey Geza, San Esteban gobernó una de las etapas más difíciles para el cristianismo en Hungría, pues ésta estaba constituida por pueblos de raíces bárbaras y guerreros, y por lo tanto muy reacias a la religión católica.   Al llegar al trono, el santo designó como primer Arzobispo a San Astrik a quien envió a Roma para obtener del Papa Silvestre II la aprobación de una auténtica organización eclesiástica en su país. El santo monarca mandó construir en Szkesfehervar una Iglesia dedicada a "Nuestra Señora" así como también, terminó la construcción del monasterio de "San Martín", iniciada por su padre. No sin vencer grandes dificultades, consiguió eliminar muchas de las costumbres supersticiones bárbaras, derivadas de la antigua religión y, por medio de rigurosos castigos, logró reprimir las blasfemias, el asesinato, el robo, el adulterio y otros crímenes públicos. Tuvo especial benevolencia a los pobres y a los oprimidos, por considerar que, al recibirlos con solicitud, se honra a Cristo, quien nos dejó a los pobres en su lugar, al abandonar la tierra.   San Esteban fue el fundador y el arquitecto del reino independiente de Hungría; murió a los 73 años en la fiesta de la Asunción del 1038. Fue sepultado en una tumba contigua a la de su hijo, el beato Emeric, en Szekesferhervar y en su sepulcro se realizaron algunos milagros.

Oremos. Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de San Esteban, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Guillermo de San Teodorico (c. 1085-1148), monje benedictino y después cisterciense 
Oraciones meditativas

“El sale  y se retira a un lugar desierto”.

Oh tú, que eres mi refugio y mi fuerza, condúceme, como hiciste antiguamente con tu siervo Moisés, al corazón de tu desierto, a la llama que arde sin consumirse (cf. Ex 3), allí donde el alma, invadida por el fuego del Espíritu, se vuelve ardiente, sin consumirse, se purifica. Allí no se puede residir y no se avanza más hasta tener desatados los vínculos de las trabas carnales, allí el que está, sin duda no se deja ver tal cual es, pero sin embargo se le entiende decir: “¡Yo soy el que soy!”Allí él hace bien al cubrirse el rostro para no mirar al Señor cara a cara (2R 19, 23), pero debe ejercer de sacerdote y escuchar, en la humildad de la obediencia, para distinguir lo que dice Dios al interior del corazón. Mientras tanto, Señor, escóndeme en lo escondido de tu morada (Ps 27,5) durante el día adverso; escóndeme en lo escondido de tu rostro, lejos de las intrigas de las lenguas (Ps 31,2); pues tu yugo es suave y ligera tu carga(Mt 11,30), tú me las has impuesto. Y cuando tu me hagas sentir la distancia de  tu servicio con el  del siglo, con una voz tierna y dulce me pedirás sí es más agradable servirte a ti el Dios vivo, que a los dioses extranjeros. Entonces, yo adoro esta mano que pesa sobre mí  te digo: “¡Ellos, los otros maestros, me han dominado, más que tú bastante tiempo! ¡Yo quiero pertenecerte a ti sólo, pues tu brazo me sostiene!

 

El Papa, en la audiencia con un niño

"Una familia con amor es capaz de recalentar el corazón de toda una ciudad"
El Papa denuncia "a los que fabrican y venden armas bañadas en la sangre de tantos inocentes"
"El amor de la familia es capaz de vencer la desertización de nuestras ciudades"

José Manuel Vidal, 02 de septiembre de 2015 a las 09:40

Que el mundo de hoy no tenga que experimentar más el terrible sufrimiento de tal tragedia

(José M. Vidal).- Un miércoles más, el Papa de la gran amnistía y de la perdonanza sale a la Plaza de San Pedro a bendecir y misericordear a la gente.Y centra su catequesis en el papel de la familia como motor de amor, para "recalentar" y hacer "florecer" los desiertos en los que se han convertido nuestras familias. Además, denunció a los  fabricantes de amas "bañadas en la sangre de tantos inocentes", especialmente en los conflictos de Oriente Medio. "¡Nunca más la guerra!", reiteró.

Lectura del Evangelio de Mateo: "El que ama su vida la perderá y el que la pierda por mi causa la encontrará"

Algunas frases del Papa
"Miremos el modo en que la familia vive la tarea de transmitir y comunicar la fe"
"Jesús no quiere cancelar el cuarto mandamiento, el primer gran mandamiento hacia las personas"
"Una paternidad y una maternidad más amplia"

"En familia aprendemos a crecer en la atmósfera de la sabiduría de los afectos"
"Su gramática se aprende allí"
"Invito a colocar las relaciones familiares en el ámbito de la fe"
"Cuando los afectos familiares se dejan convertir al testimonio del Evangelio se hacen capaces de cosas impensables"
"Cuando reina el afecto familiar y las familias nos hablan con gestos del amor, que nos hablan con más fuerza que las palabras"
"Que el timón de la política sea consignado finalmente a la alizanza del hombre y de la mujer"
"A los dueños de la economía les sonaría una música distinta"
"Seremos vino nuevo y levadura en la masa"
"Desertificación comunitaria de la ciudad moderna"
"Nuestras ciudades se han desertificado por falta de amor y de sonrisas"
"Muchas diversiones y risas, pero falta el amor"
"Es la familia y su sonrisa que es capaz de vencer esta desertización de nuestras ciudades"

 
"Ésta es la victoria del amor de la familia"
"Ninguna ingeniería económica y política es capaz de sustituir este aporte de la familia"
"La familia hace florecer el desierto"
"Hay que huir de las elites, para frecuentar las casas de las familias pobres y sencillas"
"La Iglesia como una familia para el encuentro con Dios"
"Sigamos por este camino. No perdamos la esperanza"
"Una familia con amor es capaz de recalentar el corazón de toda una ciudad"
"Y las ciudades saldrán de la depresión"

Saludo en italiano
"Estos días en Extremo Oriente se conmemora el final de la II Guerra Mundial"
"Que el mundo de hoy no tenga que experimentar más el terrible sufrimiento de tal tragedia"
"Este es el permanente anhelo de los pueblos, especialmente de los que son víctimas de varios sangrientos conflictos en curso"
"Minorías perseguidas, cristianos perseguidos, la locura de la destrucción"
"Los que fabrican y venden las armas ensangrentadas. Armas bañadas en la sangre de tanto sinocentes"
"Nunca más la guerra"
"Que la grave coyuntura ocupacional encuentre una rápida solución, en el respeto del derecho de todos"
"Mañana celebraremos la memoria del Papa San Gregorio Magno"

Texto completo del saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas:

Hoy abordamos el tema de la familia como transmisora de la fe. Tanto en sus palabras como en sus signos, el Señor pone con frecuencia los lazos familiares como ejemplo de nuestra relación con Dios. La sabiduría encerrada en esos afectos familiares, que ni se compran ni se venden, es el mejor legado del espíritu familiar y Dios se revela - quiere revelarse! - a través de este lenguaje.

Por otro lado, la fe y el amor de Dios purifican los afectos familiares del egoísmo y los protegen del degrado. Los abre a un nuevo horizonte que nos hace capaces de ver más allá, de ver a todos los hombres como una sola familia. De ese modo, quien hace la voluntad de Dios y vive en su amor, es capaz de ver a Jesús en el otro y de ser para él un verdadero hermano.

Queridos hermanos, llevar este estilo familiar a todas las relaciones humanas nos hará capaces de cosas impensables, sería una bendición para todos los pueblos y un signo de esperanza sobre la tierra. Se da ahí una comunicación del misterio de Dios más profunda e incisiva que mil tratados de teología.

***

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que el Señor nos ayude a que las familias sean fermento evangelizador de la sociedad, ese vino bueno que lleve la alegría del Evangelio a todas las gentes. Muchas gracias.


Texto completo de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este último tramo de nuestro camino de catequesis sobre la familia, abrimos la mirada sobre el modo en que ella vive la responsabilidad de comunicar la fe, de transmitir la fe, sea en su interior como al exterior.

En un primer momento, se nos pueden venir a la mente algunas expresiones evangélicas que parecen contraponer los vínculos de la familia y el seguimiento de Jesús. Por ejemplo, aquellas palabras fuertes que todos conocemos y hemos escuchado: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí» (Mt 10, 37-38).

Naturalmente, ¡Jesús no quiere cancelar el cuarto mandamiento con esto! Que es el primer gran mandamiento hacia las personas. Los tres primeros son en relación a Dios, éste en relación a las personas... ¡es grande!. Y ni siquiera podemos pensar que el Señor, después de haber realizado su primer milagro para los esposos de Caná, después de haber consagrado el vínculo conyugal entre el hombre y la mujer, después de haber restituido hijos e hijas a la vida familiar, ¡nos pida ser insensibles a estos vínculos! Esa no es la explicación, no. Al contrario, cuando Jesús afirma la primacía de la fe en Dios, no encuentra una comparación más significativa que los afectos familiares. Y por otro lado, estos mismos vínculos familiares dentro de la experiencia de fe y del amor de Dios, se transforman, vienen "completados" de un sentido más grande y se convierten en capaces de ir más allá de sí mismos, para crear una paternidad y una maternidad más amplias y para acoger como hermanos y hermanas también aquellos que están al margen de cada ligamen. Un día, a quien le dice que afuera estaban su madre y sus hermanos que lo buscaban, Jesús respondió, indicando a sus discípulos: «¡Estos son mi madre y mis hermanos! Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3, 34-35).

La sabiduría de los afectos, que no se compran y no se venden, es la mejor dote del genio familiar. Especialmente en la familia aprendemos a crecer en aquella atmósfera de la sabiduría de los afectos. Su "gramática" se aprende allí, de otra manera es muy difícil aprenderla. Y es especialmente éste lenguaje a través del cual, Dios se da a entender a todos.

  

La invitación a poner los vínculos familiares en el ámbito de la obediencia de la fe y de la alianza con el Señor no los mortifica; al contrario, los protege, los desvincula del egoísmo, los protege del deterioro, los lleva a un lugar seguro para la vida que no muere. El flujo de un estilo familiar en las relaciones humanas es una bendición para los pueblos: trae nuevamente la esperanza a la tierra. Cuando los afectos familiares se dejan convertir al testimonio del Evangelio, se transforman capaces de cosas impensables, que hacen tocar con la mano las obras de Dios, aquellas obras que Dios realiza en la historia, como aquellas que Jesús ha hecho para los hombres, las mujeres, los niños que ha encontrado. Una sola sonrisa milagrosamente arrancada a la desesperación de un niño abandonado, que recomienza a vivir, nos explica el actuar de Dios en el mundo más que mil tratados teológicos. Un solo hombre o una sola mujer, capaces de arriesgar y de sacrificarse por un hijo de otros, y no solo por el propio, nos explican cosas del amor que muchos científicos no comprenden más.

Donde están estos afectos familiares brotan estos gestos del corazón que nos hablan más fuerte que las palabras, el gesto del amor, esto hace pensar.

La familia que responde a la llamada de Jesús devuelve la dirección del mundo a la alianza del hombre y de la mujer con Dios. Piensen en el desarrollo de este testimonio, hoy. Imaginemos que el timón de la historia (de la sociedad, de la economía, de la política) sea entregado - ¡finalmente! - a la alianza del hombre y de la mujer, para que lo gobiernen con la mirada dirigida a la generación que viene. Los temas de la tierra y de la casa, de la economía y del trabajo, ¡tocarían una música muy diferente!

Si volvemos a dar protagonismo - a partir de la Iglesia - a la familia que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica, nos transformaremos como el vino bueno de las bodas de Caná, ¡fermentaremos como la levadura de Dios!

En efecto, la alianza de la familia con Dios está llamada hoy a contrastar la desertificación comunitaria de la ciudad moderna.

Pero nuestras ciudades se han transformado en desertificadas por falta de amor, por falta de sonrisas. Muchas diversiones, muchas, muchas cosas para perder el tiempo, para hacer reír, pero falta el amor. Y es especialmente la familia, y es ¡especialmente la familia! aquel papá, aquella mamá que trabajan y con los niños... La sonrisa de una familia es capaz de vencer esta desertificación de nuestras ciudades y esta es la victoria del amor de la familia.

Ninguna ingeniería económica y política está en grado de sustituir esta aportación de las familias. El proyecto de Babel edifica rascacielos sin vida. El Espíritu de Dios, en cambio, hace florecer los desiertos (cfr Is 32, 15). Debemos salir de las torres y de las bóvedas blindadas de las élites, para frecuentar de nuevo las casas y los espacios abiertos a las multitudes, abiertas al amor de la familia.

La comunión de los carismas - aquellos dados al Sacramento del matrimonio y aquellos concedidos a la consagración para el Reino de Dios - está destinada a transformar la Iglesia en un lugar plenamente familiar para el encuentro con Dios. Vamos hacia adelante en este camino, no perdamos la esperanza, donde hay una familia con amor, esa familia es capaz de calentar el corazón de toda una ciudad, con su testimonio de amor.

Recen por mí, recemos los unos por los otros, para que seamos capaces de reconocer y de sostener las visitas de Dios. El Espíritu traerá el alegre desorden en las familias cristianas y la ciudad del hombre saldrá de la depresión. Gracias.

En Santa Marta: 'Confortarse mutuamente aguardando a Cristo'

Fecha: 01 de 09 de 2015

La esperanza en el encuentro final con Cristo se refuerza entre los cristianos gracias al confortarse mutuo hecho con “buenas palabras y buenas obras” y no de “chismorreos” inútiles. Lo ha afirmado el papa Francisco en la homilía de este martes en la capilla de la residencia Santa Marta, la primera misa pública después de la pausa del verano europeo.

Una fe segura en el encuentro final con Cristo que sea más fuerte que la duda y tan firme que cada día nos dé alegría, no se apoya en palabreríos y superficialidades, sino en el consolarse y animarse mutuamente en Jesús.

El Santo Padre evalúa el comportamiento de la antigua comunidad de Tesalónica que emerge del versículo de san Pablo propuesto en la liturgia de hoy. Explica que era una comunidad 'inquieta', que interrogaba y preguntaba al apóstol el 'cómo' y el 'cuándo' del regreso de Cristo, y qué futuro le esperaba a los muertos. Una comunidad a la cual fue necesario decirle: 'Quien no trabaja ni siquiera coma'.

Las habladurías no consuelan ni dan coraje

San Pablo, indica Francisco, afirma que el 'día del Señor' llegará de repente 'como un ladrón', y añade que Jesús traerá la salvación a quien cree en Él. Y concluye invitando a darse confort mutuamente y ayudarse los unos a los otros. Y es justamente este confortarse, indica el Papa, “que da esperanza”.

A continuación el Pontífice se interrogó: “¿Nosotros hablamos de ésto, que el Señor vendrá y que lo encontraremos? ¿O hablamos de tantas cosas, mismo teológicas, de cosas de la Iglesia, de curas, de monjas, de monseñores y de todo esto? ¿Y esta esperanza nos conforta?

'Darse confort mutuamente', en comunidad, en nuestras parróquias, ¿hablamos recordando que estamos esperando al Señor que viene? ¿O hablamos de eso, de aquello, de aquella, para pasar el tiempo y no aburrirnos?

El Juicio y el abrazo

En el salmo responsorial, añade Francisco, “Hemos repetido: 'Tengo la certeza de contemplar la bondad del Señor en la tierra de los vivientes'. ¿Pero tú tienes esa certeza de contemplar al Señor?”. El ejemplo que debemos imitar es el de Job, que a pesar de sus males afirmaba: 'Yo sé que Dios está vivo y yo lo veré, y lo veré con estos ojos'.

“Es verdad, Él vendrá a juzgarnos y cuando vamos a la Capilla Sixtina y vemos esta bella escena del Juicio Final, sepamos que es verdad. Y pensemos también que Él vendrá a encontrarme para que yo lo vea con estos ojos, lo abrace y esté siempre con Él. Esta es la esperanza que el apóstol Pedro nos indica que debemos explicar con nuestra vida a los otros, dar testimonio de la esperanza. Esto es en verdad confortarse, esta es la verdadera certeza: “estoy seguro de contemplar la bondad del Señor”.  

Oración cristiana con la creación

La celebración de la Liturgia de la Palabra, en la I Jornada Mundial por el Cuidado de Creación, inició con la Oración del Papa Francisco por la Casa Común

Por: Papa Francisco

La celebración presidida por el Papa Francisco la tarde de este martes 1 de septiembre de 2015, en la Basílica Vaticana, busca sensibilizar y dar un aporte significativo para superar la “crisis ecológica” de nuestro tiempo. Iniciativas como ésta, hoy se multiplican en diferentes partes del mundo, con oración, trabajo, celebración, en esta I Jornada Mundial por el Cuidado de Creación, que el Santo Padre invita a vivir juntamente con nuestros hermanos ortodoxos.

La celebración de la Liturgia de la Palabra inició con la Oración del Papa Francisco por la Casa Común:

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.

Son tuyas, 
y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas.

Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.

Espíritu Santo, que con tu luz  orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones  para impulsarnos al bien.

Alabado seas.

Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti.

Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. 
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe.

Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo  como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra,  porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.

Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos.

Los pobres y la tierra están clamando:  Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, para preparar un futuro mejor, npara que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura.

Alabado seas. Amén.

Curación de la suegra de Pedro
Lucas 4, 38-44. Tiempo Ordinario. Cristo te cura de las enfermedades del alma, siempre está atento...solo tienes que pedirlo.

Oración introductoria
Señor, yo también estoy buscándote en mi interior. Ayúdame a ver qué es lo que necesito cambiar para que aprecie y valore más tu presencia en mi vida. Yo también estoy enfermo, te pido que en esta oración te dignes hacer algo por mí. Creo en Ti, confío en Ti y te amo.

Petición
Jesús, dame la humildad para saber reconocer tu presencia en mi vida.

Meditación del Papa Francisco
Con la predicación él anuncia el Reino de Dios y con las curaciones demuestra que el mismo está cerca, está en medio de nosotros.

Cuando entra en la casa de Simón Pedro, Jesús ve que su suegra está en cama con fiebre; en seguida la toma por la mano, la cura y la hace levantar.

Después del ocaso, cuando ha terminado el sábado, la gente puede salir y llevarle a los enfermos, cura a una multitud de personas afligidas por enfermedades de todo tipo: físicas, psíquicas y espirituales. Jesús que vino en la tierra para anunciar y realizar la salvación de todo el hombre y de todos los hombres, él demuestra una particular predilección por aquellos que están heridos en el cuerpo y en el espíritu: los pobres, los pecadores, los endemoniados, los enfermos, los marginados. Él así se revela médico, sea de las almas que de los cuerpos, buen samaritano del hombre, es el verdadero salvador. Jesús salva; Jesús cura; Jesús sana. (S.S. Francisco, Ángelus del 8 de febrero de 2015).

Reflexión
Es admirable el trabajo de los médicos. Nunca tienen un rato de descanso, porque allí donde van, aunque sea a una fiesta, todo el mundo se acerca para hablarles de sus padecimientos y enfermedades.

Así me imagino también a Jesús. No había llegado todavía a casa de su amigo Pedro cuando ya le piden un milagro. Y por la tarde vinieron a suplicarle que sanara a otros enfermos. Y al salir el sol le seguían buscando incluso en el desierto.

¡Qué grande es el Corazón de Cristo! Qué paciente, las veinticuatro horas del día, sin pedir nada a cambio. La Palabra ablanda cualquier corazón, aunque sea más duro que las piedras.. Le apasionaba su misión. Sabía que tenía que aprovechar los tres años de vida pública y no se permitió ni un momento de reposo.

Esto nos enseña a tomarnos en serio nuestra vida. El tiempo que Dios nos ha concedido no puede tirarse a la basura con entretenimientos estériles. Hay mucho que hacer, y algún día nos pedirán cuentas de lo que hayamos hecho. Seguro que tienes varias tareas pendientes que están esperando su momento. ¿Y cuando llegará? Quién sabe.

Es cuestión de organizarse bien, de tener el día programado para rendir al máximo, aun sacrificando el tiempo dedicado a la televisión. Debemos ser exigentes con el uso de las horas. No pueden desperdiciarse, porque nunca más volverán.

Primero es necesario establecer una jerarquía. ¿Qué es lo más importante para mí? No hay que descuidar el trabajo, ni la familia, ni los momentos para Dios, ni las actividades que enriquezcan a los que viven en la misma ciudad o país. Sepamos sacarle el jugo a la vida que Dios nos ha regalado.

Propósito
Consolar a una persona enferma, más que con palabras, con mi cercanía serena y sincera.

Diálogo con Cristo
Señor, gracias por venir a mi casa en esta oración. Estoy agradecido por la atención personal que me das, especialmente cuando estoy enfermo y necesitado de tu gracia. Quiero corresponder rápidamente, como lo hizo la suegra de Pedro, sirviendo con alegría y prontitud a todos mis hermanos. El mundo está enfermo, muchos tienen una gran necesidad de Ti. Te ofrezco ser generoso y compartir la fuerza de tu presencia en mi vida.

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