Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca
- 05 Diciembre 2015
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El Papa de la Misericordia
El Jubileo arranca el 8 de diciembre, entre fuertes medidas de seguridad
El Papa mantendrá "gestos personales" de su compromiso con los más pobres durante el Año de la Misericordia
Fisichella: "Hay una garantía total para todos los peregrinos que vengan a Roma"
Jesús Bastante, 04 de diciembre de 2015 a las 15:36
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Será un testimonio con el que el papa pretende subrayar las grandes formas de malestar, de marginación y de pobreza que están presentes en nuestra sociedad
El papa Francisco mantendrá mensualmente visitas privadas durante el Año Santo Extraordinario que comienza el martes,"gestos personales" para destacar su compromiso con los marginados y los pobres, anunció hoy el Vaticano.
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, informó hoy en rueda de prensa de esta iniciativa, que se enmarca en los actos que tendrán lugar durante el Jubileo de la Misericordia.
El 18 de diciembre el papa cumplirá un "gesto simbólico" y abrirá una "puerta de la misericordia" en el albergue "Don Luigi di Liegro", un centro de la Caritas romana en el que desde hace veinticinco años son acogidas personas con problemas.
A partir de ese momento, Francisco "dará inicio a los gestos que un viernes al mes pretende ofrecer como expresión de las obras de misericordia", señaló Fisichella.
El monseñor, encargado de dirigir los preparativos del Jubileo, señaló que "estos gestos tendrán un carácter de visitas privadas por parte del Santo Padre para mantener en la medida de lo posible una relación personal de cercanía y solidaridad con las personas o las instituciones visitadas".
"Será un testimonio con el que el papa pretende subrayar las grandes formas de malestar, de marginación y de pobreza que están presentes en nuestra sociedad", dijo.
Rechazó que estas visitas estén envueltas en el misterio: "No es que haya un misterio sobre estos gestos, solo que siendo visitas privadas, si el papa quiere ir a ver un enfermo a su casa, lo hará. Deben ser vistos como encuentros personales del papa".
El Año Santo Extraordinario de la misericordia ha sido convocado por el papa Francisco, comenzará el próximo 8 de diciembre y concluirá casi un año después, el 20 de noviembre de 2016.
Será inaugurado el próximo martes 8 de diciembre con el rito de la apertura de la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, que solo permanece abierta durante el periodo jubilar.
Consistirá en una ceremonia "muy simple", según explicó Fisichella, que comenzará a las 9.30 locales (8.30 GMT): el papa cruzará el umbral de la Puerta Santa, seguido por cardenales, obispos, religiosos y religiosas y laicos que desfilarán en procesión hasta la tumba del Apóstol San Pedro.
Tras la eucaristía el papa recitará el Ángelus y, por la tarde, acudirá a la romana plaza de España para presidir los actos de la Inmaculada Concepción.
Por la tarde, en la fachada de la basílica vaticana y en su cúpula se proyectarán una serie de fotografías que "presentan imágenes inspiradas en la misericordia, en la humanidad, en el mundo natural y en el cambio climático". "Este evento quiere proponer la belleza de la Creación, también en ocasión de la Conferencia sobre el Clima de Naciones Unidas (COP21)" que se celebra en París, señaló Fisichella. En cuanto a la seguridad del acto, el monseñor subrayó la colaboración bilateral entre la Santa Sede e Italia y dijo que cuenta con "todos los motivos para pensar que hay una garantía total para todos los peregrinos que vengan a Roma". Asimismo consideró que "es necesaria la debida vigilancia como en cualquier otra parte del mundo". Para extender el deseo de misericordia, el papa ha instado a abrir una puerta similar a todas las catedrales, santuarios y templos de relevancia del mundo a partir del día 13 de diciembre. Además se enviará a los "misioneros de la misericordia", sacerdotes que a partir del Miércoles de Ceniza recorrerán el mundo perdonando pecados reservados a la sede apostólica y que ya se han postulado ochocientos.
Evangelio según San Mateo 9,35-38.10,1.6-8.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha." Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. "Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."
San Juan Pablo II (1920-2005), papa
Redemptoris missio, 86
“La mies es abundante...” (Mt (9,37)
Si uno echa una mirada superficial sobre nuestro mundo, se queda impactado por muchos hechos negativos que le pueden llevar al pesimismo. Pero no deja de ser un sentimiento injustificado. Tenemos fe en Dios, Padre y Señor, en su bondad y su misericordia. Estando ya cerca del Tercer Milenio de la redención, Dios está a punto de preparar para el cristianismo una gran primavera que ya apunta. En efecto, ya sea en el mundo no cristiano como en las cristiandades antiguas, los pueblos tienen tendencia de acercarse progresivamente a los ideales y los valores evangélicos. Esta tendencia se ve favorecida por el esfuerzo de la Iglesia. Hoy se percibe entre los pueblos una nueva convergencia hacia estos valores: el rechazo de la violencia o la guerra, el respeto de la persona humana y de sus derechos, la sed de libertad, de justicia y de fraternidad, la tendencia a superar los racismos y los nacionalismos exacerbados, la afirmación de la dignidad de la mujer y su estima. La esperanza cristiana nos sostiene para comprometernos a fondo en la nueva evangelización y en la misión universal. Nos empuja a orar como Jesús nos lo ha enseñado: “Que venga a nosotros tu reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mt 6,10). Aún son incalculables las personas que esperan la venida de Cristo. Los espacios humanos y culturales donde todavía no ha llegado el anuncio del evangelio o donde la Iglesia está poco presente son inmensos, hasta el punto de exigir la unión de todas las fuerza de la Iglesia. Preparando la celebración del jubileo del año 2000, toda la Iglesia está comprometida en un nuevo Adviento misionero. Debemos alimentar en nosotros la pasión apostólica para transmitir a los demás la luz y la alegría de la fe, y debemos formar al pueblo de Dios en estas actitudes.
San Felipe Rinaldi
Beato Felipe Rinaldi, religioso presbítero
En Turín, en Italia, beato Felipe Rinaldi, presbítero de la Sociedad de San Francisco de Sales, que trabajó por propagar la fe en tierras de misión.
Insensible ante un milagro efectuado en el pueblo por Don Bosco, que fue a buscarle cuando ya tenía 18 años, siguió negándose a reconsiderar la opción del sacerdocio. Era el octavo y penúltimo hijo de los campesinos Cristóbolo Rinaldi y Antonia Brezza, quien oró de manera insistente por su vocación, al punto que Felipe quedó profundamente conmovido por este gesto de su madre; parece que fue lo único que logró tocar su fibra más sensible en esta época. A los 20 años se hallaba en vías de contraer matrimonio, pero en cuanto Don Bosco supo la noticia, rápidamente acudió a Lu con la esperanza de llevárselo consigo. Esta gracia tan orada por él y por la fiel Antonia se materializó a finales de 1877. Entonces Felipe se integró en el centro dedicado para vocaciones en edades similares a la suya en Sampierdarena, al frente del cual se hallaba Pablo Albera. Con gran dedicación y sacrificio cursó los estudios que debió haber afrontado en su momento, y en 1880 en San Benito Canavés, donde había realizado el noviciado, emitió los votos, pero todavía sin ánimo de sersacerdote. Contra su costumbre, porque solía respetar la libertad de los jóvenes, Don Bosco instó a Felipe a iniciar el camino que le llevaría al sacerdocio, y éste le obedeció. Fue ordenado en diciembre de 1882 en la catedral de Ivrea. Agradecido y dichoso por las bendiciones que recibía al lado del Fundador, cuando éste le preguntaba que si era feliz, respondía: «Sí, si estoy con usted, de otra forma no sé qué sería de mí».
Pocos días antes de producirse el deceso de su santo fundador, Felipe acudió a confesarse con él. Y Don Bosco, ya casi sin fuerzas, antes de absolverle le dijo:«Meditación», apuntando seguramente a lo que debería tomar como consigna de su misión. La primera que le encomendaron fue dirigir el centro para vocaciones tardías de Mathi, responsabilidad que le abrumó, pero acogió solícito. Contribuyó al notable incremento de estudiantes que hubo en poco tiempo. Esta fecundidad se haría patente en Sarriá, España, donde Don Rua lo envió en 1899 como superior de la comunidad, y luego en Portugal, de forma que a Felipe se le considera impulsor de la obra salesiana en estos países.
A él se debe el nacimiento del instituto secular de las Voluntarias de Don Bosco, a las que recordaba: «¿Qué tenéis que hacer para tener vida? Ante todo, rezad para sentiros animadas todos los días y llevar la cruz que el Señor os ha asignado; es lo primero que tenéis que hacer. Además, haced bien cada uno de vuestros quehaceres, los propios de vuestro estado, como Dios quiere, en vuestra condición; y esto según el espíritu del Señor y de Don Bosco». Fue designado vicario general en 1901, y rector mayor en 1922. Suceder a Don Rua, fallecido inesperadamente, para regir el acontecer de los salesianos, alta misión para la que fue elegido ese año, fue un hecho que le sorprendió y que acogió con sencillez y humildad: «Esta elección es embarazosa tanto para vosotros como para mí. Quizá Nuestro Señor quiere humillar la Congregación o Nuestra Señora quiere mostrar que, con nosotros, es Ella la que está haciéndolo todo. Sin embargo, es algo sumamente embarazoso para mí. Por favor, orad al buen Señor para que yo no destruya lo que Don Bosco y sus sucesores han construido».
Era un hombre de oración, piadoso, devoto de María Auxiliadora, abierto a las necesidades de su tiempo y fidelísimo al carisma del fundador. Tuvo gran visión y dotes de iniciativa. Extendió notablemente la obra de Don Bosco poniendo en marcha centros formativos dirigidos también a la mujer. Impulsó los estudios de los jóvenes salesianos, en los que se incluía el estudio de las lenguas para ayuda de la evangelización, y tuteló la vida espiritual de todos de forma magistral. Fundó el Instituto Misionero Salesiano Cagliero en Ivrea, ayudó y acompañó a los Cooperadores, instituyó la federación de alumnos y realizó viajes apostólicos por distintos puntos de Europa. En un momento dado solicitó al papa Pío XI la concesión de «indulgencias por el trabajo santificado».
Al hablar del beato Rinaldi frecuentemente se resaltan las palabras del P. Francesia: «Lo único que le falta al Padre Rinaldi es la voz de Don Bosco: tiene todo lo demás». El 5 de diciembre de 1931 mientras leía la vida de Don Miguel Rúa, falleció en Turín. Fue beatificado por Juan Pablo II el 29 de abril de 1990.
Mons. Buxarrais, en la "Gota de Leche" de Melilla
Obispos reconocen su labor
Testimonio y luz de monseñor Buxarrais
"Evangelio significa dar noticia o testimonio"
Redacción, 05 de diciembre de 2015 a las 09:28
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Todos los días, desde hace 4 años, monseñor Buxarrais sigue oficiando una misa diaria abierta al público, en la capilla del Centro Asistencial de Melilla
(Enrique Delgado).- El próximo 12 de diciembre monseñor Ramón Buxarrais cumplirá 86 años, D.m. Ramón Buxarrais Ventura fue ordenado sacerdote un 17 de diciembre de 1955. Es una doble celebración en diciembre, el mes de Adviento.
Son 6 décadas ejerciendo el sacerdocio, dando ejemplo de vida y de palabra. El libroTestimonio de monseñor Buxarrais consta de una serie de charlas realizadas a lo largo de dos meses en el año 2012, cuando atravesaba un bache físico, que precisó de dos operaciones.
Testimonio es hasta ahora el último libro publicado sobre el Padre Ramón, como se le conoce en el Centro Asistencial de Melilla, en el que ejerce como capellán desde 1991.
Lo importante de Testimonio, libro editado por la editorial melillense GEEP, es dar noticia y cuenta de sus actividades y opiniones en la última etapa de su vida. La larga experiencia y la perspectiva cambian la percepción de las cosas. Define, consolida y ayuda a discernir sobre que es transcendental y lo que no lo es.
Evangelio significa dar noticia o testimonio, en el que el papel más eximio es el del evangelista, el redactor, el que da cuenta. El libro ha sido enviado a 14 diócesis españolas, y hasta la fecha he recibido respuesta de 5. Entre las respuestas, la de más alto rango es la del Cardenal Antonio Mª Rouco Varela, quien se expresa así: "Transmítale mi mejor recuerdo y mi saludo fraterno a monseñor Buxarrais".
El obispo de León, monseñor Julián López Martín se muestra especialmente afectuoso: "Muchas gracias por este Testimonio de quien fue mi obispo en Zamora, y al que sigo profesando gran veneración".
Braulio Rodriguez, Arzobispo de Toledo y Primado de España, afirma: "Que Dios nos siga concediendo su gracia y que la experiencia de tantas personas concretas, como la de monseñor Buxarrais, nos impulse a seguir anunciando el evangelio en nuestros días". El obispo de Ciudad Rodrigo, monseñor Cecilio Raúl Berzosa, escribe que: "El libro de Buxarrais me hará mucho bien, personalmente y en mi ministerio pastoral".
Por último, monseñor Ginés García, obispo de Guadíx, expresa que: "Libros como el de Testimonio, en el que se recogen diversos textos sencillos y vitales, de conversaciones con el obispo emérito, el buen D. Ramón, son una ocasión para proclamar la eterna fidelidad y misericordia del Señor, que va escribiendo cada día en la vida de sus hijos". Todos los días, desde hace 4 años, monseñor Buxarrais sigue oficiando una misa diaria abierta al público, en la capilla del Centro Asistencial de Melilla.