El Reino de los cielos se compara a una red que es arrojada en el mar

Evangelio según San Mateo 13,47-53.

Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. 

Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. 
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. 

¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron. 

Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo". 

Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.

Concilio Vaticano II Gaudium et Spes, 39, 2-3

«El Reino de los cielos se compara a una red que es arrojada en el mar»

Cierto, bien sabemos nosotros que de nada le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo (Lc 9, 25), no obstante la espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del siglo nuevo. Por ello, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en gran medida al reino de Dios. 

Pues los bienes de la dignidad humana, la unión fraterna y la libertad; en una palabra, todos los frutos excelentes de la naturaleza y de nuestro esfuerzo, después de haberlos propagado por la tierra en el Espíritu del Señor y de acuerdo con su mandato, volveremos a encontrarlos limpios de toda mancha, iluminados y transfigurados, cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal: «reino de verdad  y de vida; reino de santidad y gracia; reino de justicia, de amor y de paz»(Rm 8,19-21). Misteriosamente, el Reino está  ya presente en nuestra tierra; espera su perfección cuando  el Señor venga.

Santa Lidia (S.I)

Su familia fue la primera en Europa en convertirse al cristianismo y ser bautizada.-  

Lidia era una comerciante de púrpuras.

Eso podría no significar mucho para nosotros hoy en día, pero en el siglo primero eso significaba que era una mujer muy rica.

Dado que el tinte de la púrpura se extraía con muchas dificultades de cierto molusco, sólo una elite podía permitirse tener telas teñidas de ese color. Una mercader que vendiera ese tinte tan extremadamente costoso era rica, se mirase como se mirase.

La riqueza se cita a menudo como uno de los principales obstáculos al crecimiento espiritual. Se nos advierte que «es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de los Cielos».

No hay indicaciones de que Lidia abandonara su negocio tras convertirse al cristianismo. Pero hay muchas pruebas de que utilizó su fortuna sabiamente.  Entendió que el valor real de la riqueza reside en el modo en que la usas, no en cuánto tienes.

Oremos. Concédenos, Señor, un conocimiento profundo y un amor intenso a tu santo nombre, semejantes a los que diste a Santa Lidia, para que así, sirviéndote con sinceridad y lealtad, a ejemplo suyo y también nosotros te agrademos con nuestra fe y con nuestras obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Francisco, en el aula Pablo VI

El Papa retoma las audiencias generales con una meditación sobre el bautismo
Francisco: "Cuanta más luz de Jesús haya en la vida de la Iglesia más viva estará la Iglesia"
"Los cristianos no creen en la oscuridad, sino en la luz del día; ellos no sucumben a la noche, sino esperan el amanecer"

Cameron Doody, 02 de agosto de 2017 a las 10:59

En el futuro, cuando se escriba la historia de nuestros días, ¿qué se dirá de nosotros? ¿Que hemos sido capaces de esperanza, o que ponemos nuestra luz debajo de un cajón?

(Cameron Doody).- Primera audiencia general del Papa después de unas semanas de respiro, y Francisco propone a los cristianos una tarea para hacer en casa: que recuerden la fecha de su bautismo. Día en que les entró la "contaminación lumínica" que es la vida cristiana. Luz que no nos abandona nunca, incluso en los momentos más difíciles, y luz que si la transmitimos dará a futuras generaciones razones para vivir.

Algunas frases de la catequesis del Papa:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hubo un tiempo cuando las iglesias estaban orientadas hacia el este. Se entraba en el edificio sagrado de una puerta abierta en el oeste, se caminaba por la nave, y se dirigió hacia el este. Era un símbolo importante para el hombre antiguo: una alegoría que a lo largo de la historia ha decaído gradualmente

Nosotros, los hombres de la época moderna, mucho menos acostumbrados a captar las grandes señales del cosmos, casi nunca captamos el significado. El occidente es el punto cardinal de la puesta de sol, donde muere la luz. El este, por el contrario, es el lugar donde las sombras se vencen con la primera luz del amanecer, y nos recuerda al Cristo, resucitado de entre el Sol sobre el horizonte del mundo

Los antiguos ritos del bautismo empezaban con los catecúmenos pronunciando la primera parte de su profesión de fe manteniendo un ojo hacia el Oeste

Se les preguntó: "¿Renuncias a Satanás, su servicio y sus obras?" - y los futuros cristianos repitían en coro: "¡Renuncio!"

Luego se volvía hacia el ábside, hacia el este, donde hace la luz, y los candidatos para el bautismo se les preguntaba de nuevo: "¿Crees en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo". Y esta vez, respondió: "¡Creo!"

En los tiempos modernos el encanto de este rito se ha perdido parcialmente; hemos perdido la sensibilidad al lenguaje del cosmos

¿Qué significa ser cristiano? Significa mirar a la luz, continuar haciendo una profesión de fe en la luz, incluso cuando el mundo está envuelto en la noche y la oscuridad

Los cristianos no están exentos de la oscuridad del exterior o incluso del interior

No viven fuera del mundo, sino, por la gracia de Cristo recibida en el bautismo, son hombres y mujeres "orientados"

Ellos no creen en la oscuridad, sino en la luz del día; ellos no sucumben a la noche, sino esperan el amanecer; ellos no son vencidos por la muerte, sino anhelan volver a levantarse; no están doblados del mal, porque siempre confían en las infinitas posibilidades del bien. Esta es nuestra esperanza cristiana

Somos los que creen que Dios es Padre: ¡esta es la luz!

Creemos que Jesús descendió entre nosotros

Jesús ha caminado en nuestra propia vida, convirtiéndose en compañero especialmente de los más pobres y los más frágiles: ¡esa es la luz!

Creemos que el Espíritu Santo trabaja sin descanso por el bien de la humanidad y el mundo, y que superará incluso los más grandes dolores de la historia: ¡esta es la esperanza que nos despierta cada mañana!

Luego hay otro muy hermoso signo de la liturgia bautismal que nos recuerda de la importancia de la luz

Después de la ceremonia, a los padres -si se trata de un niño- o a los mismos bautizados -en el caso de los adultos- se les da una vela, cuya llama está encendida por el cirio pascual. Esta es la vela más grande que en la Vigilia de Pascua entra en una iglesia completamente oscura para dar a conocer el misterio de la resurrección de Jesús

La vida de la Iglesia es la contaminación lumínica. ¡Cuanto más luz de Jesús haya en la vida de la Iglesia más viva está la Iglesia! ¡La vida de la Iglesia es la contaminación de la luz!

La más bella exhortación que podemos dar el uno al otro es que nos acordemos siempre de nuestro bautismo. Permitidme que os recuerde: ¿cuántos de ustedes recuerdan la fecha de su bautismo?

Buscad la fecha de vuestro bautismo, lo doy como tarea para hacer en casa

¡Qué gracia cuando un cristiano se convierte en un verdadero "cristóforo", que significa "portador de Jesús" en el mundo! Especialmente para aquellos que están pasando por situaciones de duelo, de desesperación, de oscuridad y de odio

Y esto puede ser entendido por muchos pequeños detalles: la luz que los cristianos guardan en el ojo, desde el fondo sereno que no está afectada, incluso en los días más complicados; el deseo de reempezar a querer el bien incluso cuando se ha experimentado muchas decepciones

En el futuro, cuando se escriba la historia de nuestros días, ¿qué se dirá de nosotros? ¿Que hemos sido capaces de esperanza, o que ponemos nuestra luz debajo de un cajón?

Si somos fieles a nuestro bautismo, difundamos la luz de la esperanza, de Dios, del bautismo que es el comienzo de la esperanza, y podemos transmitir a las generaciones futuras razones para vivir. Y recordad la tarea que tenéis que hacer en casa, ¡recordad la fecha de vuestro bautismo!

¡Gracias!

Saludo del Papa a los peregrinos de lengua española:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Los invito a recordar su bautismo y a ser luz de Cristo para los demás, siendo portadores de la vida nueva recibida en el bautismo, para que los que sufren y los descartados de la sociedad puedan percibir a través de nuestro testimonio de vida la claridad de la esperanza en Cristo. Muchas gracias.

El texto completo de la catequesis del Papa:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Existió un tiempo en el cual las iglesias estaban orientadas hacia el este. Se entraba en el edificio sagrado por una puerta abierta hacia occidente y, caminando en la nave, se dirigía hacia oriente. Era un símbolo importante para el hombre antiguo, una alegoría que en el curso de la historia ha progresivamente decaído. Nosotros hombres de la época moderna, mucho menos acostumbrados a coger los grandes signos del cosmos, casi nunca nos damos cuenta de un detalle particular de este tipo. El occidente es el punto cardinal del ocaso, donde muere la luz. El oriente, en cambio, es el lugar donde las tinieblas son vencidas por la primera luz de la aurora y nos recuerda al Cristo, Sol surgido de lo alto al horizonte del mundo (Cfr. Lc 1,78).

Los antiguos ritos del Bautismo proveían que los catecúmenos emitieran la primera parte de su profesión de fe teniendo la mirada dirigida hacia occidente. Y en esa posición eran interrogados: "¿Renuncian a Satanás, a su servicio y a sus obras?" - Y los futuros cristianos repetían en coro: "¡Renuncio!". Luego se giraban hacia el ábside, en dirección de oriente, donde nace la luz, y los candidatos al Bautismo eran nuevamente interrogados: "¿Creen en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo?". Y esta vez respondían: "¡Creo!".

En los tiempos modernos se ha parcialmente perdido el encanto de este rito: hemos perdido la sensibilidad del lenguaje del cosmos. Nos ha quedado naturalmente la profesión de fe, hecha según la interrogación bautismal, que es propio de la celebración de algunos sacramentos. Esta permanece de todos modos intacta en su significado. ¿Qué cosa quiere decir ser cristianos? Quiere decir mirar a la luz, continuar a hacer la profesión de fe en la luz, incluso cuando el mundo está envuelto por la noche y las tinieblas.

Los cristianos no están eximidos de las tinieblas, externas y también internas. No viven fuera del mundo, pero, por la gracia de Cristo recibido en el Bautismo, son hombres y mujeres "orientados": no creen en la oscuridad, sino en el resplandecer del día; no sucumben en la noche, sino esperan la aurora; no son derrotados por la muerte, sino anhelan el resucitar; no son doblegados por el mal, porque confían siempre en las infinitas posibilidades del bien. Y esta es nuestra esperanza cristiana. La luz de Jesús, la salvación que nos trae Jesús con su luz y nos salva de las tinieblas.

¡Nosotros somos aquellos que creen que Dios es Padre: esta es la luz! No somos huérfanos, tenemos un Padre y nuestro Padre es Dios. ¡Creemos que Jesús ha venido en medio de nosotros, ha caminado en nuestra misma vida, haciéndose compañero sobre todo de los más pobres y frágiles: esta es la luz! ¡Creemos que el Espíritu Santo obra sin descanso por el bien de la humanidad y del mundo, e incluso los dolores más grandes de la historia serán superados: esta es la esperanza que nos vuelve a despertar cada mañana! ¡Creemos que todo afecto, toda amistad, todo buen deseo, todo amor, incluso aquellos más pequeños y descuidados, un día encontraran su cumplimiento en Dios: esta es la fuerza que nos impulsa a abrazar con entusiasmo nuestra vida todos los días! Y esta es nuestra esperanza: vivir en la esperanza y vivir en la luz, en la luz de Dios Padre, en la luz de Jesús Salvador, en la luz del Espíritu Santo que nos impulsa a ir adelante en la vida.

Luego hay otro signo muy bello de la liturgia bautismal que nos recuerda la importancia de la luz. Al final del rito, a los padres - si es un niño - o al mismo bautizado - si es un adulto - se le entrega una vela, cuya llama es encendida del cirio pascual. Se trata del gran cirio que en la noche de Pascua entra en la iglesia completamente oscura, para manifestar el misterio de la Resurrección de Jesús; de este cirio todos encienden la propia vela y transmiten la llama a los vecinos: en este signo esta la lenta propagación de la Resurrección de Jesús en la vida de todos los cristianos. La vida de la Iglesia - diré una palabra un poco fuerte - la vida de la Iglesia es contaminación de luz. Cuanta luz de Jesús tenemos nosotros los cristianos, cuanta más luz existe en la vida de la Iglesia más es viva la Iglesia. La vida de la Iglesia es contaminación de luz.

La exhortación más bella que podemos dirigirnos recíprocamente es aquella de recordarnos siempre de nuestro Bautismo. Yo quisiera preguntarles: ¿Cuántos de ustedes se recuerdan la fecha de su Bautismo? No respondan porque alguien se avergonzará. Piensen. Yo no lo recuerdo. Bien, hoy tienen una tarea para la casa, ir donde la mamá, al papá, a la tía, al tío, a la abuela, al abuelo y preguntarle: ¿Cuál es la fecha de mi bautismo? Y no olvidarlo nunca. ¿Está claro? ¿Lo harán? Hoy aprenderán a recordar la fecha del Bautismo, que es la fecha del renacer, es la fecha de la luz, es la fecha en la cual - me permito una palabra - en la cual hemos sido contaminados por la luz de Cristo. Una tarea para la casa, recordar cual es la fecha del Bautismo. ¿Claro? Bien. Nosotros hemos nacido dos veces: la primera a la vida natural, la segunda, gracias al encuentro con Cristo, en la fuente bautismal. Ahí hemos muerto a la muerte, para vivir como hijos de Dios en este mundo. Ahí nos hemos convertido en humanos como jamás lo habríamos imaginado. Es por esto que todos debemos difundir el perfume del Crisma, con el cual hemos sido marcados en el día de nuestro Bautismo. En nosotros vive y opera el Espíritu de Jesús, primogénito de muchos hermanos, de todos aquellos que se oponen a la inevitabilidad de las tinieblas y de la muerte.

¡Qué gracia cuando un cristiano se hace verdaderamente un "cristóforo", ¿qué quiere decir cristóforo? Quiere decir, "portador de Jesús" al mundo! Sobre todo para aquellos que están atravesando situaciones de luto, de desesperación, de oscuridad y de odio. Y esto se comprende de tantos pequeños detalles: de la luz que un cristiano custodia en los ojos, de la serenidad que no es quebrada ni siquiera en los días más complicados, del deseo de recomenzar a querer bien y caminar incluso cuando se han experimentado muchas desilusiones. En el futuro, cuando se escribirá la historia de nuestros días, ¿Qué se dirá de nosotros? ¿Qué hemos sido capaces de la esperanza, o quizás qué hemos puesto nuestra luz debajo del celemín? Si seremos fieles a nuestro Bautismo, difundiremos la luz de la esperanza, el Bautismo es el inicio de la esperanza, esa esperanza de Dios y podremos transmitir a la generaciones futuras razones de vida. Y para no olvidarme yo cual es la tarea para la casa, díganlo ustedes. ¡No escucho, recordar la fecha del propio Bautismo!

Parábola de la red

La parábola hace par con la de la cizaña, pero sin mencionar el enemigo. El juicio trae consigo la separación de buenos y malos. La referencia al cielo y el infierno es importante.

"El Reino de los Cielos es semejante a una red que, echada en el mar, recoge todo clase de cosas. Y cuando está llena la arrastran a la orilla, y sentándose echan lo bueno en cestos, mientras lo malo lo tiran fuera. Así será el fin del mundo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos y los arrojarán al horno del fuego. Allí será el llanto y rechinar de dientes"(Mt).

Con estas explicaciones, tan fáciles de recordar, siguiendo los métodos didácticos de la época y válidos en todos los tiempos, Jesús muestra el valor incomparable del reino, sus dificultades, el desarrollo y la situación final en que sean superados todos los enemigos, sin olvidar la suerte individual de todos los hombres que serán juzgados según su actitud ante el reino.

La opción es mía

Santo Evangelio según San Mateo 13, 47-53. XVII Jueves de Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, creo en Ti. Quiero decirlo una vez más: creo en Ti. En mi vida de oración puede llegar la rutina, pero no por ello dejaré de renovar mi opción por Ti. Una vez más quiero decirte, con todo el sentido de mi ser: creo en Ti.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Señor, ¿quién puede aceptar tus palabras? Si me pongo a reflexionar en ellas con profundidad, con tiempo, buscando entenderlas, he de confesar que me parecen duras. ¿Separar a los buenos de los malos?, ¿qué me quieres enseñar con esta parábola? Me parece que tu misericordia se esconde; y que sale a la luz una justicia "demasiado" justa.

La imagen que más me ayuda entender este pasaje, es pensar en un padre de familia. Él quiere a sus hijos y, justamente porque los quiere, los  regaña también. Sabe que si no les exige, si no les enseña a vivir virtuosamente, podrán quedar expuestos a muchos males, corporales y espirituales. Al padre, aun cuando sabe que hace lo correcto, no deja de costarle cada vez que debe corregir a su hijo. Y, al mismo tiempo, sabe que la moneda de la libertad siempre estará en el aire. En otras palabras: él buscará transmitir lo mejor a sus hijos, pero sabe que sus hijos serán los que al final decidirán su camino.

Pues bien, ahí estás Tú ahora, como mensajero de Dios Padre. Él no desea que ninguno de sus hijos se pierda. Por eso nos viene a hablar con una parábola, con una "reprimenda" que puede parecer dura y algo descorazonada. Toda palabra, todo gesto en mi vida, viene motivada por su amor y es para mostrarme el camino del amor.

Ojalá pueda comenzar ahora a abrir un poco más los ojos, a buscar sólo aquello que es bueno para mí y para los demás. Aquello que me lleva verdaderamente a amar. Que entienda que la opción es mía. Pero que también recuerde siempre que Dios es paciente y que puedo confiar en Él si todavía me cuesta dar el primer paso.

Un buen padre sabe esperar y sabe perdonar, desde lo profundo del corazón. Cierto, sabe también corregir con firmeza: no es un padre débil, sumiso, sentimental. El padre que sabe corregir sin degradarse es el mismo que sabe proteger sin descanso. Una vez escuché en una reunión de un matrimonio decir a un padre, ‘yo algunas veces debo pegar un poco a los hijos, pero nunca en la cara, para no degradarlo’ ¡Qué bonito! Tiene sentido de la dignidad. Debe castigar, lo hace justo y va adelante.

(Homilía de S.S. Francisco, 4 de febrero de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Haré una revisión de mi vida de gracia y trataré de mejorar en un punto concreto que me ayude a mejorarla o de cambiar algún hábito que me está llevando a perderla constantemente.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Cómo se sabe que el Infierno existe?

Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad

El Infierno es una de las realidades más cuestionadas y atacadas, tal vez por un mecanismo de evasión del justo castigo que espera a los que ofendamos a Dios y dejemos de aprovechar la oportunidad y las oportunidades que El mismo nos da de arrepentirnos para perdonarnos, y así poder llegar, no al Infierno, sino al Cielo. 

Respecto del Infierno hay errores muy difundidos: unos creen que el Infierno no existe. Otros creen que sí existe, pero que allí no va nadie, aduciendo que Dios es infinitamente bueno. Pero no hay que olvidar que Dios es, al mismo tiempo, infinitamente justo. Recordemos, también, que el propio Jesucristo nos habló en varias ocasiones sobre la posibilidad que tenemos de condenarnos. Y no sólo nos habló de esa posibilidad, sino que, además, varias veces nos describió ese lugar de castigo eterno. He aquí algunas descripciones por boca de Jesús:

“Los malvados ... los arrojará en el horno ardiente. Allí será el llanto y el rechinar de dientes” (Mt. 13, 42). “Y a ese servidor inútil échenlo en la oscuridad de allá afuera: allí habrá llanto y desesperación” (Mt.25,30). “Malditos: aléjense de Mí, al fuego eterno” (Mt. 25, 41).

Y he aquí lo que dice el Libro del Apocalipsis sobre el Infierno y los que llegan a allí:

“Pero para los cobardes, los renegados, los corrompidos, los asesinos, los impuros, los hechiceros, los idólatras, en una palabra, para todos los falsos, su lugar y su parte es el lago que arde con fuego de azufre, que es la segunda muerte.” (Ap 21, 8)  “Y todo el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.” (Ap 20, 15)

Coinciden los Teólogos en que la más horrenda de las penas del Infierno es la pérdida definitiva y para siempre del fin para el cual hemos sido creados los seres humanos: la posesión y el gozo de Dios, viéndolo “cara a cara”. Ya que únicamente Dios puede satisfacer el ilimitado deseo de felicidad que El mismo ha puesto en nuestra alma para ser satisfecho sólo por El, puede comprenderse cuán grande puede ser la pena de no poder disfrutar de lo que se denomina la Visión Beatífica. Para resumir esta pena en palabras de San Agustín, “es tan grande como grande es Dios”.

Otro de los tormentos del Infierno es el sentido de eternidad. Es un sitio de fuego, pero es un fuego distinto al que conocemos en la tierra, pues afectará nuestra alma y nuestro cuerpo, pero no nos destruirá. Es un fuego que no se extingue, ni extingue, sino que es eterno, sin descanso, sin tregua, sin fin ... para siempre ... “El fuego no se apaga, pues han de ser salados con fuego”, nos dijo Jesucristo (Mc. 9, 48-49). Significa esto que el fuego funciona como la sal: es un fuego que conserva y que penetra todo nuestro ser, pues cuerpo y alma recibirá el tormento del infierno.

Y estos horrores del Infierno no deben servir para desviar la atención. Los horrores del infierno no son para que pensemos ¡qué malo es Dios! sino para darnos cuenta del horror del pecado.

El Infierno es una realidad innegable. De hecho, el Infierno es de creencia obligatoria para los Católicos, y es de los dogmas de nuestra fe que presenta mayor número de textos de la Sagrada Escritura que lo sustentan, en los cuales por cierto aparece con diferentes nombres (abismo, horno de fuego, fuego eterno, lugar de tormentos, tinieblas exteriores, gehena, muerte segunda, fuego inextinguible etc.). En resumidas cuentas, el Infierno forma parte, junto con el Cielo y el Purgatorio, de las opciones que nos esperan después de esta vida terrena.

Entre los secretos que reveló la Santísima Virgen María a los pastorcitos de Fátima, está una visión del Infierno, que les dio en una de sus apariciones. Decía Lucía, la vidente de Fátima que murió ya anciana en 2005: “Algunas personas, también piadosas, no quieren hablar a los niños pequeños sobre el Infierno, para no asustarlos. Sin embargo, Dios no dudó en mostrar el Infierno a tres menores y una de ellas contando apenas seis años”.

Por más que Lucía describía lo que ella y los otros dos videntes vieron (cfr. Memorias de Lucía), no es posible imaginar cómo es el Infierno. El Infierno es un lugar de dolor y horror -más de lo que podemos pensar, suponer o describir- al que son arrojadas las almas que en la tierra desperdician las gracias de salvación que Dios en su infinita Bondad, nos otorga a todos.

La Voluntad de Dios es que todos los hombres lleguen a disfrutar de la Visión Beatífica. Dios no predestina a nadie al Infierno. Para que alguien se condene es necesario que tenga una aversión voluntaria a Dios, un enfrentamiento o una rebeldía contra El y, además, que persista en esa actitud hasta el momento de la muerte (cfr. CIC #1037).

Hemos nacido y vivimos en esta tierra para pasar de esta vida a la eternidad. Y allí habrá o “Vida Eterna” en el Cielo, al que podemos llegar directamente o pasando antes por un tiempo de purificación en el Purgatorio... o habrá “muerte eterna” en el Infierno.

La princesa de Dios

Un impresionante testimonio de curación

Me ha tomado un tiempo decidirme en escribir, soy una persona muy reservada, pero un sacerdote muy querido me dijo un día, usted tiene que dar testimonio de lo que el Señor hace en su vida.

En el año 2014, en el mes de marzo, un domingo por la mañana, inicié con un dolor muy fuerte en la parte abdominal derecha, mi esposo que es médico me dijo“mañana debe realizarse un ultrasonido para revisar la vesícula”, pero no hice caso y me fui a trabajar, el dolor no aminoraba y el día miércoles decidí realizarme el ultrasonido con una doctora que tiene un muy especial carisma para tratar a sus pacientes. Recuerdo que ella me dijo: “esto no le debe de doler” y le pregunté qué cosa. La doctora. no quería decirme hasta que estuviera el informe, pero como soy muy necia le insistí y me dijo que tenia un nódulo en el hígado, cuando ella me dijo eso yo sabia lo que podía estar pasando, salgo del consultorio para esperar el resultado, mi mamá y mi hijo que en ese tiempo tenía 5 años  me estaban esperando afuera pero no soporté y lloré, pensaba que si moría mi hijo cómo quedaría.

Por la tarde visitamos un compañero de mi esposo y me mando a realizarme exámenes especiales (como el Marcador Tumoral CA 19-9), me realice el examen y recuerdo que el día sábado lo entregaban. Mi esposo se bajó a traerlo y cuando se subió al carro le miré la cara desencajada, él me dijo “vamos donde un amigo” que también es médico y me platicaron con mucho cariño que según todos los exámenes realizados indicaban que tenia Cáncer.

Esa tarde fue muy difícil, lloré como nunca lo había hecho y le comunicamos a mi familia. El domingo, mi esposo me dice “iremos a misa a Los Dolores”, recuerdo que la segunda Lectura en la eucaristía fue de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos:“¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?. Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro”.

La homilía de ese día la sentí que era para mí, era Dios hablándome a través de su siervo, el Padre Alex Franklin. Era la preparación para iniciar un camino de sanación y de misericordia.

Esa misma semana, mi esposo me llevó a la Casa de la Virgen de la Renovación Carismática Católica, hablé con una hermana que ha luchado con múltiples cáncer, una mujer llena de paz, de fortaleza; oraron por mí, ese día le di gracias al Señor por mi enfermedad, por lo que estaba pasando.

Durante el año 2015 fue de control, de tomografías, de ultrasonidos, de Marcador Tumoral, etc. No negaré que hubo días difíciles, especialmente cuando me entregaban el Marcador tumoral, pero mi esposo siempre me decía “el Señor tiene un propósito”, tengamos fe, él siempre me animaba, además que tenia que aguantar una canción de Martin Valverde que la escuchaba hasta que me sentía mejor, esta canción es muy especial para mí porque me ha acompañado “Cuando débil soy”.

Sanación

En la universidad (donde trabajo) siempre realizan retiros nacionales e invitaron al Padre Joselito. Para finalizar el retiro, el Santísimo fue expuesto e inició una oración de sanación, me puse de rodillas y le empecé a pedir al Señor que si era su voluntad que me sanara, sentí un viento fuerte que me empujaba y al final sentí una paz inmensa, como que me hubieran quitado todo el peso que estaba cargando, regresamos a casa y mi esposo sin saber me dice: “no vamos a salir corriendo a hacerte los exámenes, los haremos cuando correspondan”, y dentro de mí dije: “pero quería hacérmelos”… me hice los exámenes cuando correspondían y me volvieron a salir alterados, fue duro pero mi esposo me dijo: “el Señor quiere sanar lo principal tu alma, recuerda que el tiene un propósito”. Somos seres humanos y no había comprendido que la sanación que el Señor Jesús me había regalado ese día era en mi interior, y solo me enfoqué en que ese nódulo ya no estuviera.

Fui remitida con un Oncólogo Clínico, con mi esposo orábamos pidiendo que nos pusiera al médico indicado, me remitieron con el Dr. Flores Conde, el día que tenía la cita, entré a su consultorio y lo primero que vi fue la bendición Papal, me lleno de confianza un médico que tiene a Dios y a nuestra Madre en su corazón, al conocer su consultorio (el tiene bastantes Santos en la cabecera de la camilla), me sentía más cuidada, más consentida, más amada.

El Dr. Flores Conde en noviembre del 2016 decide remitirme para realizar un procedimiento, le dije a mi esposo “pasaremos Adviento y Navidad en familia, tranquilos, y en enero hablamos”.

En enero me hice la desentendida pero es que realidad no quería, teníamos temor de que fuera efecto panal, que se propagara, y oramos con mi esposo para que el Señor y nuestra Madre nos indicara el mejor camino, hablé con una persona muy entregada a Dios y a nuestra Madre , con una fe inmensa que había pasado por una situación de cáncer y al escucharla me dio más confianza y decidimos hacerlo. La primera vez que la programaron, el Dr. la canceló, la segunda vez me enfermé de las vías respiratorias, por lo que no podían anestesiarme. Fue hasta el 01 de junio, el día que el Señor tenia escogido. Pero antes me llevo a un retiro SAS (Soldados adoradores del Santisimo) y el Señor de nuevo pone en mi camino al Padre Joselito. En esos días andaba media encaprichada, le dije al Señor: “tú sabes lo que tengo, tú sabes lo que harás con tu hija pero ya no pediré más por mi salud”. El Padre inicia una oración de sanación con el Santísimo Expuesto y empieza a caminar, pero empecé a pedir  en la oración por otras personas, estaba de rodillas con mis ojos cerrados pero ALGO PASA: abro los ojos y tenía al padre Joselito sosteniendo la custodia con  Jesús Sacramentado mirándome de frente, fue una mirada de amor, una mirada de misericordia que jamás había sentido y luego Nuestro Señor Jesús, a través del Padre Joselito dice: “Aquí hay dos personas que serán intervenidas por un tumor  maligno, pero el Señor hoy les dice que ya no esta, que lo que era malo ya no esta”. Para Gloria y Honra de Dios, me realizaron el procedimiento el día 1 de junio, me dieron los resultados reportando tejido hepático levemente inflamado, negativo por malignidad, cumpliendo la promesa de Dios “LO QUE ERA MALO YA NO ESTÁ”.

Ahora tenemos que seguir adelante, pendiente de la cita médica para el cuidado de mi hígado…. Pero ya mas tranquila.

Se preguntarán ¿porque “la Princesa de Dios”?. Resulta que una estudiante que escuchó de mi problema me dijo: “usted es una princesa guerrera de Dios”, pero además el Señor durante este tiempo me ha dado muchos regalos, pude pedir perdón, he podido perdonar, he conocido personas como Nicole, sobreviviente de Cáncer, he sentido cómo las oraciones de todos me han dado fortaleza y han sido escuchadas.

Todo para honra y gloria y honra de Dios.

8 tipos de mujeres con los que un hombre cristiano no debe casarse

La falta de perdón en una mujer, el carácter pendenciero, una mentalidad controladora... todo eso desanima particularmente al hombre

Como ya comentamos en otro artículo, la revista"Charisma Magazine", la más leída en Estados Unidos por lectores pentecostales y protestantes carismáticos, publicó un decálogo sobre “10 tipos de hombres con los que las mujeres cristianas no deberían casarse nunca”, que se hizo viral en Internet: lo leyeron más de 2 millones de personas y 1,5 millones lo reenviaron en la red.

Cuando llevaba ya 1,2 millones de reenvíos, el autor del artículo, J. Lee Grady, antiguo editor de la revista, publicó una segunda parte enfocada en el otro sexo: "8 mujeres con las que los hombres cristianos nunca deberían casarse". Los lectores (y lectoras) se la pedían con insistencia. Si bien mantiene el "nunca" en el título, a lo largo del artículo admite que con ayuda algunos de estos defectos pueden mejorarse, la persona puede cambiar... pero debería hacerlo antes del matrimonio.

Aunque no logró tantas visitas y lecturas (las mujeres son más dadas a compartir estas cosas con sus amigas y parientes), rápidamente el listado "para hombres" superó los 300.000 impactos.

“Soy el mentor de varios hombres jóvenes y he visto a unos cuantos de ellos casarse con éxito a lo largo de los años, por lo que no es difícil elaborar esta lista", escribe Grady. "Estas son las mujeres que pido a mis hijos espirituales que eviten”.

1. La no creyente
Grady considera que la Biblia deja “absolutamente claro” que los cristianos no deberían casarse con no creyentes, y para ello cita 2 Corintios 6, 14: “No os atéis con no creyentes” o bien “No os unzáis en yugo desigual con los infieles”.

Grady afirma: “Necesitáis una esposa que ame a Jesús más aún de lo que os ama a vosotros. Poned la madurez espiritual en lo alto de la lista de cualidades que queréis en una esposa”.

Sin embargo, no está tan “absolutamente claro” que la Biblia prohiba taxativamente el matrimonio con no cristianos, aunque pueda ser humanamente recomendable para muchas parejas.

En 1 Corintios 7,14, San Pablo explica qué sucede en los matrimonios donde un cónyuge no es cristiano y queda claro que no se opone completamente a esos matrimonios: “El marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente”, una cita que recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica en su párrafo 1637.

El Catecismo añade: “Es un gran gozo para el cónyuge cristiano y para la Iglesia el que esta santificación conduzca a la conversión libre del otro cónyuge a la fe cristiana. El amor conyugal sincero, la práctica humilde y paciente de las virtudes familiares, y la oración perseverante pueden preparar al cónyuge no creyente a recibir la gracia de la conversión”.
Estadísticamente, la principal causa de conversión al catolicismo por parte de adultos en países de Occidente es que su cónyuge o novio/a pertenece ya a la Iglesia Católica y desean compartir su fe. Pero muchos podrían considerar que lo prudente es que la pareja se se bautice o se convierta en la fase de noviazgo y se casen cuando esta fe haya madurado un poco.

2. La chica materialista
“Un amigo mío estaba prometido a una chica de familia rica. Él ahorró durante meses para comprar un anillo a la chica, pero cuando se declaró ella le dijo que debía volver a la joyería y comprar un diamante más grande. Ella le empujó a endeudarse por un anillo que cumpliese sus expectativas. La chica quería un estilo de vida Tiffany con el sueldo Wal-Mart de él. Dije a mi amigo que se estaba metiendo en problemas. A menos que queráis vivir endeudados el resto de la vida, no os caséis con una chica que tiene signos de dólar en sus ojos y 8 tarjetas de crédito en su bolso Gucci”.

3. La diva
Para Grady, la diva es la versión femenina del macho que se cree superior a las mujeres. “Piensan que el mundo gira a su alrededor y no se lo piensan dos veces si han de herir a alguien para demostrarlo. Sus palabras son tajantes y sus exigencias chasqueando dedos no son razonables. Algunas de estas mujeres podrían llegar a tener un cargo de responsabilidad en la iglesia, pero no os dejéis engañar por su charla superespiritual. Los verdaderos líderes son humildes. Si no veis humildad cristiana en la chica con la que salís, retroceded y seguid buscando en otra parte”.

4. La Dalila
“¿Os acordáis de Sansón? Fue ungido por Dios con fuerza sobrenatural, pero perdió su poder cuando una mujer seductora averiguó su secreto y le hizo el corte de pelo más famoso de la historia. Como Dalila, una mujer que no ha entregado su sexualidad a Dios te cegará con sus encantos, romperá tu corazón y te robará la unción".
"Si la mujer ‘cristiana’ con la que quedas en la iglesia viste provocativamente, flirtea con otros chicos, hace comentarios sexualmente inapropiados en Facebook y te dice que está bien el sexo antes del matrimonio, escápate de esa relación antes de que te atrape”.

5. La mujer pendenciera
Mejor vivir en rincón de azotea que en palacio con mujer pendenciera”, se lee en Proverbios 21,9. Para Grady, se trata sobre todo de mujeres que arrastran heridas o agravios antiguos, quizá de una vida anterior, y que no “pasan página”. Puede ser un síntoma de que no están dispuestas a perdonar. “Si la mujer con la que sales estárepleta de ira y de falta de perdón, las discusiones, portazos y dramas arruinarán vuestra vida juntos. Insiste en que busque ayuda, asesoramiento y oración”.

6. La controladora
“El matrimonio es una empresa conjunta al 50 por ciento y la única forma de que funcione es que ambos, esposo y esposa, practiquen la sumisión mutua según Efesios 5, 21”, escribe Grady (la cita es: “sed sumisos unos a otros en el temor de Cristo”).
“Igual que hay algunos chicos que piensan que pueden dirigir un matrimonio como una dictadura, hay mujeres que intentan manipular las decisiones para conseguir lo que quieren. Por eso el asesoramiento premarital es tan importante. No querrás esperar a que lleves dos semanas casado para descubrir que tu esposa no confía en ti y quiere controlarlo todo”.

7. La niña de mamá
“Es normal que una esposa novata llame a su mamá con regularidad buscando apoyo y consejo. No es normal que la llame 5 veces al día para comentar cada detalle de su matrimonio, incluyendo su vida sexual. 

Eso es estrambótico. He tratado con chicos cuyas esposas permitían a sus madres -¡o padres!- un control total de su matrimonio. Genesis 2,24 dice que el hombre dejará a sus padres y se unirá a su mujer. Los padres deberían quedar muy en la retaguardia del matrimonio de sus hijos. Si tu novia no ha cortado los hilos, vete con cuidado”.

8. La adicta
“Hay mucha gente en la iglesia hoy que no ha sido discipulada adecuadamente. Muchos aún sufren por varios tipos de adicciones: alcohol, drogas ilegales, medicinas, pornografía- bien porque no confrontamos estos pecados desde el púlpito o porque no apoyamos lo suficiente a estas personas. Jesús puede liberar completamente a una persona de estos hábitos, pero tú no deberías esperar a estar casado para descubrir que tu esposa no se mantiene sobria. Quizá aún estés llamado a casarte con ella, pero no es sabio llevarla al altar mientras tu novia no haya afrontado en serio sus problemas”.

El consejo final de Grady es “mirar más allá de las cualidades externas que el mundo dice que son importantes y mirar al corazón”. Y aporta una cita del final del libro de Proverbios (31,30): “Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la mujer que teme al Señor merece alabanza”.

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