Vengan, benditos de mi Padre, y reciban el reino que ha sido preparado para ustedes

Ángelus: La Cuaresma, no es misión “imposible”

El remedio, es la confianza en el amor de Dios

Ángelus 18/02/2018, Captura @ Vatican Media

(ZENIT – 18 febrero 2018).- La Cuaresma, es “vivir los días con el deseo de acoger el amor que viene de Dios y que quiere transformar nuestra vida y el mundo entero”, ha explicado el Papa Francisco, antes del Ángelus de este domingo 18 de febrero de 2018, en la Plaza San Pedro, con la gente arrebujada bajo el paraguas. “¡No es imposible!” ha exclamado el Papa, y el remedio es la “confianza” en el amor de Dios.

El Papa ha hablado más rápido de lo habitual, en italiano, como si tuviera prisa de que la gente, las 20.000 personas pudieran cobijarse de la lluvia batiente.

En su catequesis sobre la Cuaresma, el Papa ha invitado a los bautizados a “tener el coraje de rechazar  todo lo que nos conduce fuera del camino; los falsos valores que nos equivocan atrayendo nuestro egoísmo de manera astuta”.

Ha indicado el remedio: en la “confianza”: “al contrario, debemos tener confianza en el Señor, en su bondad, y en su proyecto de amor para cada uno de nosotros”.

El Papa también ha invitado a vivir la Cuaresma en la “alegría”: “La Cuaresma es un tiempo de penitencia, sí,  pero ¡no es tiempo triste!. Es un tiempo de penitencia, pero no un tiempo triste, de duelo. Es un compromiso gozoso y serio para despojarnos de nuestro egoísmo, de nuestro hombre viejo, y para renovarnos según la gracia de nuestro bautismo”.

“Solo Dios puede darnos la verdadera felicidad, ha declarado el Papa: es inútil perder nuestro tiempo buscando fuera: en las riquezas, en los placeres, en el poder, en la carrera…El Reino de Dios, es la realización de todas nuestras aspiraciones, porque es al mismo tiempo, salvación del hombre y gloria de Dios”.

Y este amor transforma a las personas y al mundo, ha seguido explicando el Papa: “en este primer domingo de Cuaresma, estamos llamados a escuchar con atención y a acoger esta llamada de Jesús a convertirnos y a creer en el Evangelio. Somos exhortados a comenzar con compromiso el camino hacia Pascua, para acoger cada vez más la gracia de Dios que quiere transformar el mundo en un reino de justicia, de paz y de fraternidad.

“Que la Virgen María nos ayude a vivir esta Cuaresma en la fidelidad a la Palabra de Dios, y con oración continua, como lo hizo Jesús en el desierto.¡No es imposible! Se trata de vivir los días con el deseo de recibir el amor que proviene de Dios y que quiere transformar nuestra vida y el mundo entero”, ha insistido el Papa

Evangelio según San Mateo 25,31-46. 
Jesús dijo a sus discípulos: 

"Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. 

Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. 

Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'. 

Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? 

¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? 
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'. 

Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'. 

Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, 
porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron'. 

Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'. 

Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'. 

Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna". 

San Jorge de Vabres, monje

En el monasterio de Vabres, en la región de Rodez, en Aquitania, san Jorge, monje.

La vida de san Jorge nos es conocida tan sólo por dispersas tradiciones locales. Se desarrolla a mediados del siglo IX. Se cuenta que era un joven de noble familia, que se sintió atraido por la vida solitaria, y se retiró al eremitorio de Conques, que si bien no era un monasterio regular aun, reunía ya cristianos que buscaban una vida de renuncia y penitencia. Poco más de un siglo más tarde se fundó allí el monasterio de Sainte-Foi de Conques, que fue unos de los prósperos e importantes cenobios de la cristiandad, pero en época de san Jorge era todavía más bien una comuna de ermitaños. Realizó allí grandes progresos en la virtud y en el saber, hasta que en el 862 las invasiones normandas desmantelaron el lugar, y los monjes se dispersaron.

San Jorge se refugió en Toulouse, bajo la protección del Conde Raimundo I, quien era también Conde de Rodez, y funda la abadía de Vabres, bajo la regla benedictina y la dirección del abbad Adalgise, donde ingresa nuestro santo. Por esos años, antes del 884, encontramos a Jorge como obispo de Lodeve, con carta de nombramiento de Carlos el Calvo. Los historiadores identifican estos dos Jorge, haciendo del monje un obispo, aunque el dato no es del todo seguro, y como puede verse en el elogio del santo, el Martirologio Romano no menciona. Según Guerin, las reliquias de san Jorge, que estaban en la iglesia de Saint-Fulcran (Saint-Geniès en aquel momento), fueron profanadas por los hugonotes; debe tenerse presente, de todos modos, que Guerin parte de la base de que el obispo y el monje son la misma persona. 

Guerin, Petits Bollandistes, II, pág. 595-96. Duchesne, Fastes Episcopaux I, 313

San Cesáreo de Arlés (470-543), monje y obispo  Sermón 25 (Trad. ©Evangelizo.org)

«Vengan, benditos de mi Padre, y reciban el reino que ha sido preparado para ustedes»

Si estamos atentos, hermanos, el hecho de que Cristo tenga hambre en los pobres nos es provechoso... Mira: un céntimo por un lado y el Reino por el otro. ¿Qué comparación puede hacerse? Das un céntimo a un pobre y de Cristo recibes el Reino; das un pedazo de pan y de Cristo recibes la vida eterna; das un vestido, y de Cristo recibes el perdón de tus pecados. 

Entonces no despreciemos a los pobres, más bien deseémoslos y apresurémonos para ir a ellos, porque la miseria de los pobres es la medicina de los ricos, tal como el mismo Señor lo dijo: «Den limosna de lo de dentro, y lo tendrán limpio todo», y también: «Vendan lo que poseen y denlo como limosna» (Lc 11:41; 12:33). Y el Espíritu Santo clama por la voz del profeta: « El agua apaga las llamas de la hoguera; la limosna borra los pecados » (Si 3,30)... Hagamos, pues, misericordia, hermanos, y con la ayuda de Cristo mantengámonos unidos a su garantía; sobre todo la que les he recordado, cuando dice: «Den y se les dará» (Lc 6:38) y también: «Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5:7). 

Que cada uno se esfuerce, según los medios que disponga, a no venir a la iglesia con las manos vacías: el que desee recibir debe, en efecto, ofrecer alguna cosa. Que el que pueda cubra  al pobre con un vestido nuevo; el que no pueda, que por lo menos le ofrezca uno viejo. En cuanto al que no se sienta capaz de ello, que le ofrezca un pedazo de pan, que acoja a un viajero, que le prepare una cama, que le lave los pies, para merecer escuchar a Cristo decirle: «Vengan, benditos, tomen posesión del Reino; porque tuve hambre y me dieron de comer; fui extranjero y me recibieron en su casa.» Nadie, hermanos queridos, podrá excusarse de no haber hecho limosna, cuando Cristo prometió dar una recompensa a cambio de un vaso de agua fresca (Mt 10:42). 

Beato  Álvaro de Zamora de Córdoba

Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?) y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia Cardona.

Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.

Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro Salvador.

Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad cristiana.

De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró milagros.

Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su convento.

Es difícil de creer..., sin embargo es así

Santo Evangelio según San Mateo 25, 31-46. Lunes I de Cuaresma.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Abre mis ojos, Señor, para que pueda verte …

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El amor es más concreto de lo que muchas veces pensamos. No es un amor abstracto; un amor "platónico". El amor tiene manifestaciones muy concretas.

Esto nos suele pasar cuando hablamos del amor a Dios. Un amor que se puede dar en las ideas o en las ganas de amar pero que no va a más.

Jesús se muestra, se deja amar y, muchas veces, no nos damos cuenta; lo pasamos por alto. Dios es tan sencillo… pero al ser Dios no sé porqué siempre pensamos que es más complicado.

Se deja amar en el pobre, en el hambriento…, en el enfermo. Aunque esto sigue siendo muy abstracto. Mejor aún, se deja amar en la necesidad que tiene la persona que está a tu lado, en la enfermedad que está pasando tu amigo, en el miembro de tu familia que puede paracer estar perfectamente pero que por dentro…, digamos que las cosas no le van muy bien.

Jesús, cuando habló del amor, no lo hizo con las palabras sino que lo hizo con toda su vida…, con todos sus actos.

El amor de Dios es un amor muy concreto…muy real. Amor al cual siempre nos invita a participar. Es cuestión de abrir los ojos y decidirnos a amar.

Ofrecer un don grato a Jesús es cuidar a un enfermo, dedicarle tiempo a una persona difícil, ayudar a alguien que no nos resulta interesante, ofrecer el perdón a quien nos ha ofendido. Son dones gratuitos, no pueden faltar en la vida cristiana. De lo contrario, nos recuerda Jesús, si amamos a los que nos aman, hacemos como los paganos. Miremos nuestras manos, a menudo vacías de amor, y tratemos de pensar hoy en un don gratuito, sin nada a cambio, que podamos ofrecer. Será agradable al Señor. Y pidámosle a él: "Señor, haz que descubra de nuevo la alegría de dar".

(Homilía de S.S. Francisco, 6 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Tratar de hacer una obra de misericordia con la conciencia cierta que se lo estoy haciendo al mismo

Dios

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Qué es lo que han hecho de malo los que no vieron a Cristo en los pobres?

Lunes primera semana de Cuaresma. Es el no haber abierto los ojos para ver a Cristo en sus hermanos. 

La Cuaresma que se nos puede presentar simplemente como camino de penitencia, como un camino de dolor, como un camino negativo, realmente es todo lo contrario. Es un camino sumamente positivo, o por lo menos así deberíamos entenderlo nosotros, como un camino de crecimiento espiritual. Un camino en el cual, cada uno de nosotros va a ir encontrándose, cada vez con más profundidad con Cristo. Encontrarnos con Cristo en el interior, en lo más profundo de nosotros, es lo que acaba dando sentido a todas las cosas: las buenas que hacemos, las malas que hacemos, las buenas que dejamos de hacer y también las malas que dejamos de hacer.

En el fondo, el camino que Dios quiere para nosotros, es un camino de búsqueda de Él, a través de todas las cosas. Esto es lo que el Evangelio nos viene a decir cuando nos habla de las obras de misericordia.

Quien da de comer al hambriento, quien da de beber al sediento, en el fondo no simplemente hace algo bueno o se comporta bien con los demás, sino va mucho más allá. Está hablándonos de una búsqueda interior que nosotros tenemos que hacer para encontrarnos a Cristo; una búsqueda que tenemos que tenemos que ir realizando todos los días, para que no se nos escape Cristo en ninguno de los momentos de nuestra existencia.

¿Cómo buscamos a Cristo?¿Cuánto somos capaces de abrir los ojos para ver a Cristo? ¿Hasta que punto nos atrevemos a ir descubriendo, en todo lo que nos pasa, a Cristo? La experiencia cotidiana nos viene a decir que no es así, que muchas veces preferimos cerrar nuestros ojos a Cristo y no encontrarnos con Él.

¿Por qué nos puede costar reconocer a Cristo?¿Qué es lo que han hecho de malo los que no vieron a Cristo en los pobres? ¿Realmente dónde está el mal? Cuando dice Jesús Estuvieron hambrientos y no les disteis de comer; estuvieron sedientos y no les disteis de beber, ¿qué es lo que han hecho de malo? Lo que han hecho de malo, es el no haber sido capaces de reconocer a Cristo; el no haber abierto los ojos para ver a Cristo en sus hermanos. Ahí está el mal.

Lo que nos viene a decir el Evangelio, el problema fundamental es que nosotros tengamos la valentía, la disponibilidad, la exigencia personal para reconocer a Cristo. No simplemente para hacer el bien, que eso lo podemos hacer todos, sino para reconocer a Dios. Saber poner a Cristo en todas las situaciones, en todos los momentos de nuestra vida.

Esto que nos podría parecer algo muy sencillo, sin embargo es un camino duro y exigente. Un camino en el cual podemos encontrarnos tentaciones. ¿Cuál es la principal tentación? La principal tentación en este camino, del cual nos habla el Evangelio de hoy, es precisamente la tentación de no aceptar, con nuestra libertad, que Cristo puede estar ahí, o sea la tentación del uso de la libertad.

Creo que si hay algo a lo cual nosotros estamos profundamente arraigados, es a nuestra libertad y es lo que buscamos defender en todo momento y conservar por encima de todo. Cristo dice: "¡Cuidado!, no sea que tu libertad vaya a impedirte reconocerme. ¿Cuántas veces el ayudar a alguien significa tener que dejar de ser uno mismo? ¿Cuántas veces el ayudar a alguien significa tener que renunciar a nosotros mismos? "Tuve hambre y no me diste de comer". Y tengo que ser yo quien te dé de comer de lo mío, es decir, tengo que renunciar. Tengo que ser capaz de detenerme, de acercarme a ti, de descubrir que tienes hambre y de darte de lo mío.

A veces podríamos pensar que Cristo sólo se refiere al hambre material, pero cuántas veces se acerca a nosotros corazones hambrientos espiritualmente y nosotros preferimos seguir nuestro camino; preferimos no comprometer nuestra vida, pues es más fácil, así no me meto en complicaciones, así me ahorro muchos problemas.

¿Cuántas veces podrían nuestros hermanos, los hombres, haber pasado a nuestro lado, haber tocado nuestra puerta y haber encontrado nuestro corazón, libremente, conscientemente cerrado? diciendo: "yo no me voy a comprometer con los demás, yo no me voy a meter en problemas". Cuidado, porque esta cerrazón del corazón, puede hacer que alguien muera de hambre; puede ser que alguien muera de sed. No podemos solucionar todos los problemas del mundo; no podemos arreglar todas las dificultades del mundo, pero la pregunta es: ¿cada vez que alguien llega y toca a tu corazón, le abres la puerta? ¿te comprometes cada vez que tocan tu corazón? Este es un camino de Cuaresma, porque es un camino de encuentro con Cristo, con ese Cristo que viene una y otra vez a nuestra alma, que llega una y otra a nuestra existencia.

Todos nosotros somos de una o de otra forma, miembros comprometidos en la Iglesia, miembros que buscan la superación en la vida cristiana, que buscan ser mejores en los sacramentos, ser mejores en las virtudes, encontrarnos más con nuestro Señor. ¿Por qué no empezamos a buscarlos cuando Él llega a nuestra puerta? Cuidad con la principal de las tentaciones, que es tener el corazón cerrado.

A veces nos podría preocupar muchas tentaciones: lo mal que está el mundo de hoy, lo tremendamente horrible que está la sociedad que nos rodea. ¿Y la situación interior? ¿Y la situación de mi corazón cerrado a Cristo? ¿Y la situación de mi corazón que me hace ciego a Cristo, cómo la resuelvo? Las situaciones de la sociedad se pueden ignorar cerrando los ojos, no preocupándome de nada, metiéndome en un mundo más o menos sano. Pero la del corazón, la tentación que te impide reconocer a Cristo en tu corazón, ¿cómo la solucionas? Este es el peor de los problemas, porque de ésta es la que a la hora de la hora te van a preguntar: ¿Qué hiciste? ¿Dónde estabas? ¿Por qué no me abriste si estabas en casa?¿Por qué si yo te estaba buscando a ti, tu no me quisiste abrir la puerta? ¿Por qué si yo quería llegar a tu vida, preferiste quedarte dentro y no salir? ?¿Por qué si yo quería reunirme contigo, solucionar tus problemas, ayudarte a reconocerme, tú preferiste seguir viviendo con los ojos cerrados.

Esto es algo muy fuerte y la Cuaresma tiene que ayudarnos a preguntarnos y a planteárnos la apertura real del corazón y ver porqué nuestro corazón cerrado por nuestra libertad no quiere reconocer a Cristo en los demás. Atrevámonos a ver quiénes somos, cómo estamos viviendo nuestra existencia. Abramos nuestro corazón de par en par. No permitamos que nuestro corazón acabe siendo el sediento y hambriento por cerrado en si mismo. Podemos acabar siendo nosotros, auténticos hambrientos y sedientos, y estar Cristo tocando a nuestras puertas y sin embargo cerramos el corazón.

Hagamos de nuestro camino de cuaresmal, un camino hacia Dios abriendo nuestro corazón. Yo estoy seguro, de que siempre que abramos nuestro corazón vamos a encontrarnos con nuestro Señor, con Cristo que nos dice por dónde tenemos que ir. Así, nuestra alma va a decir: "efectivamente, yo se que tu eres el Señor, te he reconocido y por eso abro mi vida. Te he reconocido y por eso me doy completamente y soy capaz de superar cualquier dificultad. Te he reconocido". Abramos el corazón, reconozcamos a Cristo, no permitamos que nuestra vida se encierre en sí misma. Tres condiciones para que podamos verdaderamente tener al Señor en nuestra existencia. De otra forma, quién sabe qué imagen tengamos de Dios y no se trata de hacer a Dios a nuestra imagen, sino hacernos a imagen de Dios.

Que el reclamo a la santidad, que es la Cuaresma, sea un reclamo a un corazón tan abierto, tan generoso y tan disponible que no tenga miedo de reconocer a Cristo en todas cada una de la situaciones por las que atraviesa; en todas y cada una de las exigencias, que Cristo, venga a pedir a nuestra vida cotidiana. No se trata simplemente de esperar hasta el día del Juicio Final para que nos digan: "tu a la derecha y tu a la izquierda"; es en el camino cotidiano, donde tenemos que empezar a abrir los ojos y a reconocer a Cristo.

¡Cuidado!... En cuaresma, el diablo anda suelto

Los cristianos se están preparando para la Pascua. ¡Tengan cuidado! ¡En Cuaresma, el Diablo anda suelto!

Cuando yo era niño, en Nicaragua, recuerdo que cuando empezaba la Cuaresma, las personas decían que el Diablo anda suelto. Yo nunca entendí qué significaba eso: "en Cuaresma, el diablo anda suelto"

Yo crecí y me hice un hombre adulto. Como yo era un hombre ateo, nunca me preocupó entender qué significaba esa frase que aún seguía resonando en mi cabeza: "en Cuaresma, el Diablo anda suelto"

Siendo ya un hombre maduro, y por la gracia de Dios, me hice cristiano y aquella frase siempre me tenía muy intrigado: "en Cuaresma, el diablo anda suelto".

Como en la Iglesia, por mucho tiempo no se hablaba acerca del diablo y hasta hubo veces que me encontraba con algunos sacerdotes y pastores que decían que el diablo no existía, ¡yo seguía sin entender por qué en Cuaresma, ¡el diablo anda suelto!

Después de muchos años de ser cristiano y de tener que aprender el tema del Diablo a patada limpia y por experiencia propia, finalmente entendí por qué en mi tierra dicen que: "en Cuaresma, el diablo anda suelto"

Mi humilde análisis:

En Cuaresma, aumenta el contacto con el Señor Jesús a través de la oración, el ayuno y las buenas obras. Los cristianos se dedican a orar, ayunar y hacen buenas obras todo el tiempo, pero en tiempos de Cuaresma, esas actividades aumentan muchísimo más, ¿verdad que si?

A Satanás no le gusta eso, por eso lo va a atacar a usted para que no las haga.¿Saben cómo Satanás ataca a los cristianos?: A través de los siete Pecados Capitales. ¿Saben cuáles son los siete Pecados Capitales?

Satanás es muy inteligente, pero he notado que es un falso imitador de la obra de Dios Todopoderoso. ¡Satanás siempre quiere imitar a Dios! Si a través de los siete Sacramentos, Dios Todopoderoso da la salvación a los cristianos; a través de los siete Pecados Capitales, Satanás lleva a la condenación a los cristianos.

Satanás es tan inteligente que va a hacer que el cristiano cometa un Pecado Capital, especialmente cuando va a recibir un Sacramento o cuando está realizando una buena obra de caridad, un ayuno o una penitencia.

Empezó la Cuaresma. Los cristianos se están preparando para la Pascua. ¡Tengan cuidado! ¡En Cuaresma, el Diablo anda suelto!

¿Cuándo acaba la Cuaresma? ¿Cuándo inicia el triduo Pascual?
El viernes y el sábado ya no son parte oficial de la Cuaresma, son los primeros dos días del sagrado Triduo
¿Te has preguntado por qué se dice que la Cuaresma dura 40 días cuando realmente no es así?

Esta es una duda que me salió el año pasado cuando estaba escribiendo el libro de "El Año Litúrgico en Familia".  Por muchos años, tuve la creencia de que se contaba desde el Miércoles de Ceniza, hasta el Sábado de Gloria excluyendo los domingos. Así lo aprendí cuando era postulante en un Convento de Carmelitas (alrededor del '94) y así se lo enseñé a mis hijos.

La cuestión fue que al leer la Carta Apostólica "Mysterii Paschalis", que habla sobre lasNormas Universales del Año Litúrgico y Calendario, mientras trabajaba en el libro, ¡oh sorpresa!, descubrí que la Cuaresma termina oficialmente el Jueves Santo antes de la Víspera del Señor.

Después de esto y de platicar con algunos sacerdotes, llegué a esta conclusión (tomada del libro "El Año Litúrgico en Familia"): 

Página 54 - Sección Cuaresma

"Normalmente se dice que la Cuaresma dura cuarenta días, sin embargo, si contamos los días que hay entre el miércoles de Ceniza y el jueves Santo, no son 40.  En un Convento de Carmelitas nos dijeron que anteriormente se enseñaba que los 40 días iban desde el miércoles de Ceniza hasta el Sábado de Gloria, excluyendo los domingos (porque los domingos siempre celebran la Pascua del Señor). Y de hecho, ésta es la única forma de contar 40 días.  Otras personas nos han dicho que cuentandesde el miércoles de Ceniza hasta antes de la Semana Santa. Y si tú buscas sobre la Cuaresma en sitios católicos, encontrarás que va sólo de Miércoles de Ceniza hasta antes de la vigilia del Jueves Santo. Contando estos días, son sólo 38. Este cambio se dio con el nuevo Calendario General aprobado en 1970 (voy a hablar más al respecto en el Triduo Pascual), pero muy pocas personas lo conocen. A final de cuentas lo importante no son el número de días, sino lo que representan".  

 Página 75- Sección Triduo Pascual

"Anteriormente, el Triduo Pascual, que comprendía jueves, viernes y sábado, eran días de preparación para el domingo de Pascua, eran parte de la Cuaresma, pero a partir de 1970, con el nuevo Calendario Romano General promulgado por su santidad Pablo VI, se ha definido que el Triduo Pascual sea uno solo con el Domingo de Pascua. De esta manera, ahora los días se cuentan de la vigilia del jueves a la vigilia del viernes (1er día), de la vigilia del viernes a la vigilia del sábado (2º día) y de la vigilia del sábado a la vigilia del domingo (3er día).  En conclusión, “el Triduo pascual de la Pasión y de la Resurrección del Señor comienza con la Misa vespertina de la Cena del Señor, tiene su centro en la Vigilia pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección”.

En un documento del sitio Aciprensa (Agencia Católica de Informaciones (ACI) en América Latina)  sobre el Triduo Pascual, mencionan que el viernes y el sábado ya no son parte oficial de la Cuaresma, sino que ahora se les considera “los primeros dos días del sagrado Triduo".

Recomendamos:

Carta Apostólica Mysterii Paschalis
Viernes 14 de febrero de 1969
Motu proprio por la que se aprueban las normas universales sobre el año litúrgico y nuevo calendario general.

¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?: El Año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al año calendario

La Semana Santa: Es la semana más intensa del Año Litúrgico, en la cual se reza y reflexiona sobre la Pasión y Muerte de Cristo.

¿Cómo y cuándo empieza a vivirse el Triduo Pascual?: Cada celebración del Triduo presenta su fisonomía particular. Es importante que los cristianos de hoy sepamos como recordaban los primeros cristianos los acontecimientos que recordamos durante estos días.

Especial de Semana Santa: Explicación de la Semana Santa, Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo, Domingo de Resurrección, Recursos, Semana Santa para niños y mucho más


HASTA EL PRÓXIMO 23 DE FEBRERO
El Papa se retira a Ariccia para los ejercicios espirituales

Las meditaciones correrán a cargo del sacerdote portugués José Tolentino de Mendonça

Redacción, 19 de febrero de 2018 a las 09:13

El Papa, ayer, al comienzo de sus ejercicios espirituales de CuaresmaVatican News

Hasta el próximo 23 de febrero, Francisco interrumpirá su agenda y no celebrará audiencias ni públicas ni privadas, ni siquiera la general que preside cada miércoles en la plaza de San Pedro

El Papa Francisco se retiró este domingo a la localidad de Ariccia, próxima a Roma, para realizar los ejercicios espirituales de Cuaresma con miembros de la Curia Romana hasta el próximo 23 de febrero, informó la Santa Sede.

El Papa, que la mañana del domingo rezoó el Ángelus dominical desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano, partió en autobús hacia Ariccia a las 16.00 horas locales (15.00 GMT).

Las jornadas de meditación llevarán en esta ocasión por tema "Elogio de la sed" y se desarrollarán, como ha sido costumbre en los últimos años, en la casa del Divino Maestro de Ariccia, una localidad situada a unos 26 kilómetros al sur de Roma.

Será el sacerdote José Tolentino de Mendonça, vicerrector de la Universidad católica de Lisboa y consultor del Pontificio Consejo de la Cultura, el responsable de dirigir estas reflexiones que comenzaron ayer con una adoración eucarística.

El resto de los días, el programa prevé concelebraciones y adoraciones eucarísticas y meditaciones.

Hasta el próximo 23 de febrero, Francisco interrumpirá su agenda y no celebrará audiencias ni públicas ni privadas, ni siquiera la general que preside cada miércoles en la plaza de San Pedro.

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