Buscaban como agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora

Evangelio según San Juan 7,1-2.10.25-30. 

Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo. 

Se acercaba la fiesta judía de las Chozas, Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. 

Algunos de Jerusalén decían: "¿No es este aquel a quien querían matar? 

¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? 

Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es". 

Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. 

Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió". 

Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora. 

San Juan de Brébeuf

Pertenecía a una acomodada familia de terratenientes. En la Normandía oriental, donde nació el 25 de marzo de 1593, imperaba el calvinismo, pero ellos profesaban la fe católica. Cursó estudios de filosofía y teología en la universidad de Caen. A los 21 años entró en una vía de discernimiento vocacional. Se dispuso a ingresar en la Compañía de Jesús, pero asuntos familiares le obligaron a posponer su incorporación hasta 1617. Tenía 24 años. Realizó el noviciado en Rouen donde se le consideró como una vocación tardía. Su dificultad para asimilar las materias se contrarrestó con una formación personalizada. Profesó en 1619 y fue destinado a la docencia. Contrajo la tuberculosis y tuvo que abandonar las aulas. Su estado era tan grave que, ante el riesgo de muerte, el provincial propició su ordenación en 1622. La mejoría fue tal que ese mismo año reanudó con brío las misiones que le encomendaron: ayudante de ecónomo del colegio y después ecónomo titular. Bajo su responsabilidad tenía 600 alumnos. Más tarde, por indicación del provincial de Francia, asumió las misiones de la Nueva Francia. La noticia, tan querida como inesperada, le llenó de alegría. Porque sabiendo que los franciscanos requerían la presencia de jesuitas para atender las fundaciones de Canadá, aún pensando que su ofrecimiento no sería acogido, se prestó para viajar a ese país.

En 1625 partió a la misión de Quebec acompañado de dos religiosos. Unos meses más tarde, después de haberse familiarizado con la lengua de los algonquines, se apresuró a evangelizar a los hurones. Informado de la alta peligrosidad de la zona, no temió por su vida y se estableció en el lugar. Desde allí extendió su radio de acción a otros lugares habitados también por los hurones. Fue una etapa de profunda actividad y esfuerzo que le permitió asimilar sus condiciones de vida y costumbres, acogidas por él como si fuera uno de ellos. Realizó viajes extenuantes por bosques y lagos, soportó inclemencias, plagas, falta de higiene de los indios, y muchos problemas de distinta índole. Otros religiosos no fueron capaces de integrarse y regresaron. Al final se encontró solo, pero se mantuvo firme en su misión.

Sus ansias martiriales, vinculadas a su celo apostólico, seguían intactas:«Dios mío, ¡cuánto me duele el que no seas conocido, el que esta región extranjera no se haya aún convertido enteramente a ti, el hecho de que el pecado no haya sido aún exterminado de ella! Sí, Dios mío, si han de caer sobre mí todos los tormentos que han de sufrir, con toda su ferocidad y crueldad, los cautivos en esta región, de buena gana me ofrezco a soportarlos yo solo». En 1629 tuvo que retornar a Francia, momento en el que emitió sus votos perpetuos. Develan irrevocable fidelidad: «Sea yo destrozado antes de violar voluntariamente una disposición de las Constituciones. Nunca descansaré, jamás he de decir: basta».

En 1633 regresó junto a los hurones de Ihonatiria. Fundó la Misión de San José y emprendió otra intensa labor apostólica. Tres años más tarde, los frutos eran visibles. Pudo enviar a 12 jóvenes hurones a Quebec para ser educados en la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles. Pero se desencadenaron varias epidemias, que una parte de los hurones achacaron a la presencia de los misioneros, por lo que fueron amenazados y Juan pensó que podría morir. Cuando se desató una de ellas en San José, el único que se mantuvo indemne fue él, que había desafiado a los hechiceros. En 1637 fundó en Ossosané, la capital hurona. Nueva plaga, en este caso de viruela, contribuyó a incrementar la hostilidad. El convencimiento de la gente era que los «sotanas negros» ocasionaban tales desgracias. Juan escribió su voto de martirio que recitaba todos los días en la misa. Parte de la población le quería. Por eso, en febrero de 1638 fue nombrado jefe hurón. Siguió un periodo de altibajos en lo que concierne a las bendiciones apostólicas hasta que en una de sus misiones sufrió una caída y regresó a Quebec. En 1641 fue nombrado superior de Sillery. Hasta allí llegaron evidencias de los atroces martirios contra los hermanos que había enviado a evangelizar. Las huellas de las torturas de los que regresaban con vida eran estremecedoras. Juan, vertiendo sus lágrimas por ellos, siguió incansable, impulsando las misiones. Diez intensos años de entrega entre los indígenas en los que había administrado el bautismo a 50 personas le permitían trasladar con propiedad a sus superiores esta impresión: «Este campo de misión tendrá su fruto más tarde, pero solo mediante una paciencia casi sobrehumana». Volvió con los hurones en 1644. Y cuando llevaba veinte años en la región, encontró la palma del martirio. Sucedió en 1649. Después de fundar en el territorio de los iroqueses, muchos de los cuales le perseguían a él y a la comunidad, un grupo de ellos le apresó en la Misión de San Luís. Los suplicios fueron terribles. Él oraba: «Jesús, ten misericordia»; mientras, los hurones respondían: «Echon (era el nombre que le daban), ruega por nosotros». Su valentía ante tanta crueldad hizo creer a los feroces verdugos que estaban frente a alguien que excediendo con creces lo humano se hallaba cerca de lo sobrenatural. La tarde del 16 de marzo de 1649 expiró. Pío XI lo canonizó el 29 de junio de 1930 junto a varios misioneros jesuitas. Fueron declarados patronos de la evangelización de América del Norte.

Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo Comentario de san Juan, 19,12; PG 14, 548

“Buscaban como agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora”

Buscar a Jesús, a menudo es un bien, porque es lo mismo que buscar al Verbo, que es la verdad y la sabiduría. Pero me diréis que las palabras “buscar a Jesús” a veces se dicen refiriéndose a los que le buscaban para hacerle mal. Por ejemplo: “Buscaban como agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora”. “Ya sé que sois linaje de Abraham; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras” (Jn 8,37). “Tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a mi Padre” (Jn 8, 40).

Estas palabras… no se oponen a esta otra palabra: “Quien busca encuentra” (Mt 7,8). Siempre hay diferencias entre los que buscan a Jesús: no todos le buscan sinceramente para su salvación y alcanzar su ayuda. Hay hombres que lo buscan por innumerables razones que están muy lejos del bien. Por eso tan sólo los que lo han buscado con toda rectitud han encontrado la paz, aquellos de los cuales se puede verdaderamente decir que buscan al Verbo que está junto a Dios (Jn 1,1), para que los lleve a su Padre…

Él amenaza con marcharse si no es bien acogido: “Yo me voy y me buscaréis” (Jn 8,21)… Sabe muy bien de quien se aleja y cerca de quien permanece sin ser todavía encontrado, para que si se le busca se le encuentre en el tiempo favorable.

Prudencia y libertad

Santo Evangelio según San Juan 7, 1-2. 10. 25-30. Viernes IV de Cuaresma.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Concédeme, Señor, poder actuar con prudencia en cada momento.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El Evangelio del día te invita a ser prudente. Jesús mismo da ejemplo pues, sabiendo que "los judíos trataban de matarlo", salió hacia Jerusalén para las fiestas y, como dice la Escritura, "lo hizo sin que la gente se diera cuenta, como incógnito." Y este modo de actuar no le impidió hablar con libertad.

El actuar con libertad va de la mano con la prudencia. Cuántas veces te has expuesto al peligro por falta de reflexión, solamente por satisfacer tus caprichos, por ejemplo: salir a un evento - fiesta, reunión, concierto, etc., y has regresado a casa a horas poco convenientes. Puedes notar que Jesús salió a celebrar la fiesta de los campamentos, pero lo hizo con prudencia; a ti te invita a disfrutar de la vida saliendo con tus amigos y personas de confianza o realizando cualquier actividad que sea de provecho en todos los ámbitos de tu vida, pero actuando con prudencia.

Aprende a cuidar tu relación, sea matrimonial o de noviazgo o amistad. Si eres padre y madre, cuida a tus hijos, conversa con ellos, muéstrales y dales amor más que tecnologías y cosas superficiales; recuerda que los hijos necesitan el calor de sus papas, más que la compañía de las institutrices - nanas -, necesitan de tus palabras no de tus mensajes de texto. Si eres hija(o) y sientes la lejanía de tus padres, comprende que probablemente ellos no lo hacen por mal, simplemente no saben cómo acercarse a ti y, en el fondo, llevan heridas que deben de sanar. Jesús cuidó a su familia y a sus discípulos, dejó que ellos fuesen antes y luego llegó para seguir enseñando.

Tal vez te preguntas qué tiene que ver el cuidar a tu familia con la prudencia en tu forma de actuar.

La respuesta es simple, nuestro comportamiento es un reflejo de lo que vivimos en nuestro círculo familiar y, cuanto más fuerte sea el lazo familiar, el comportamiento con los amigos, en el colegio o universidad - si eres joven -, en el trabajo o proyectos que realices - si eres soltera(o) o casada(o) -, será el de una persona prudente que sabe vivir la vida siendo libre en su actuar.

La libertad no es poder hacer siempre lo que se quiere: esto nos vuelve cerrados, distantes y nos impide ser amigos abiertos y sinceros; no es verdad que cuando estoy bien todo vaya bien. No, no es verdad. En cambio, la libertad es el don de poder elegir el bien: esto es libertad.

(S.S. Francisco, Homilía, 24 de abril de 2016)

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Analizaré en qué circunstancias tengo que actuar con más prudencia y procuraré hacerlo.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Que el Señor santifique nuestra voluntad

Viernes cuarta semana de Cuaresma. Aceptar plenamente el camino, el designio de Dios sobre nuestra vida.

Jn 7, 1-2; 10, 25-30

"Jesucristo -nos dice el Evangelio-, no es capturado porque todavía no había llegado su hora”. Es éste uno de los temas que más recurren en San Juan: la hora de Cristo como el momento de la redención, como el momento en el cual Él va a librarnos a todos de nuestros pecados. La hora de Cristo es una hora que no es suya, no está impuesta por Él, sino que es la hora que el Padre le ha impuesto, y mientras no llegue ese momento, Jesucristo va a vivir, por así decir, libre de sus enemigos; pero en el momento que esa hora llegue, Jesucristo va a ser entregado a sus enemigos.

Esto nos podría parecer una especie de determinismo o de falta de libertad, cuando realmente es un sumergirse en la orientación de nuestra libertad a la adhesión total a Dios. En el caso de Cristo, el hecho de tener que obedecer a Dios va a significar, en ese momento concreto, escaparse de sus enemigos: "Todavía no había llegado su hora". Sin embargo, sabremos que después, cuando llegue su hora, Jesucristo será entregado. Es lo que Jesús dice a los soldados que van a aprenderlo en el Huerto de los Olivos: "Ésta es vuestra hora y la del Príncipe de las Tinieblas".

Es una disposición interior que nosotros tenemos que llegar a tomar: la disposición interior de llegar a aceptar la hora de Dios sobre nuestra vida. Es decir, aceptar plenamente el camino, el designio de Dios sobre nuestra vida, lo cual requiere nuestra capacidad de purificar nuestra voluntad, nuestra capacidad de decir a nuestra voluntad que no es ella la que tiene que mandar, sino que es Dios nuestro Señor quien lo tiene que hacer.

Podríamos decir que es la vida la que nos va guiando, porque aunque nosotros podemos planear unas cosas u otras, a la hora de la hora, es la vida la que nos va diciendo por dónde tenemos que ir. Nosotros podríamos tener planes, pero cuántas veces esos planes se rompen, se quebrantan precisamente cuando nosotros pensaríamos que más falta nos hace que no se quebrantasen. Este aspecto de nuestra vida requiere que nosotros aprendamos a encontrar y aceptar, en nuestra voluntad, lo que Dios nos pide, y no como quien se resigna, sino como quien libremente se ofrece a Dios. La libertad y la voluntad son elementos que tienen que conectarnos con Dios.

El libro de la Sabiduría habla de "lo que los malvados dicen entre sí y discurren equivocadamente". Nos dice todos los planes que tienen contra el hombre justo, cómo están dispuestos a atacarlo, cómo están dispuestos a romperlo, cómo están dispuestos a matarlo: "Condenémoslo a muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él". Y termina diciendo: "Así discurren los malvados, pero se engañan; su malicia los ciega. No conocen los ocultos designios de Dios, no esperan el premio de la virtud, ni creen en la recompensa de una vida intachable".

No nos dice nada de que al justo se le vaya a librar de todos esos planes de los malvados, simplemente nos dice que estos hombres no conocen lo que Dios espera oír de ellos.

Nos podríamos preguntar: ¿Y el justo que tiene que enfrentarse con esa injusticia de parte de los malvados? ¿Y el justo que tiene que sufrir todo lo que ellos dicen? Este aspecto llama a nuestra voluntad a hacerse una pregunta: ¿Realmente mi voluntad está puesta en Dios, independientemente del «entrecruzarse» de las libertades humanas, de los ambientes, de las situaciones que nos acaecen? ¿Nuestra libertad, cada vez que se da cuenta de que Dios llega a la vida, ha aprendido a abrirse de tal manera al Señor que, en todo momento, acepte y se abrace libremente a ese misterio que es la presencia de Dios en nuestras vidas?

Quizá ése es el punto más difícil de llegar a entender. Podemos entender el abrazarnos a determinadas situaciones positivas, incluso algunas negativas, pero es difícil cuando el alma siente la impotencia, cuando sentimos que el alma se nos rompe o que nuestra voluntad no termina de obedecernos, no termina de ubicarnos y orientarnos hacia donde tendríamos nosotros que ir.

Es precisamente este designio el que tendríamos que controlar, y para lograrlo es necesario ver en qué lugar nuestra voluntad no está plenamente orientada hacia Dios.

Sabemos que no es fácil orientar en todo momento la voluntad hacia Dios, porque basta que algo no salga como nosotros querríamos y de nuevo volvemos a ser retados, y de nuevo nuestra voluntad vuelve a ser puesta en cuestionamiento para ver qué vamos a hacer con ella.

El camino de purificación de nuestra voluntad y de nuestra libertad es la constante sumisión libre a Dios; el constante abrazarnos al modo concreto en el cual Dios se nos va presentando en nuestra vida."Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él esperan".

En el fondo, la purificación de nuestra voluntad tiene este objetivo: esperar en Dios, aunque pueda parecer que alrededor están las cosas muy difíciles; aunque pueda parecer que todo alrededor es obscuridad, es dificultad. "Muchas tribulaciones para el justo, pero de todas ellas Dios lo libra".

Hay veces que nuestra inteligencia no ve más arriba, no sabe por dónde llevarnos y puede arrastrar a nuestra voluntad y alejarla de Dios. Nuestra voluntad, aun en medio de las dificultades, de las tribulaciones y de las pruebas, tiene que ser capaz de entender que solamente quien se abraza a Dios puede llegar a estar cerca de Él. "El Señor no está lejos de sus fieles". La fidelidad es obra de nuestra voluntad purificada, puesta totalmente en manos de Dios nuestro Señor.

Que en este camino de Cuaresma aprendamos a descubrir esta purificación de nuestra voluntad. Cada uno en su ambiente, en su lugar, con sus circunstancias. Una purificación de la voluntad que supone el constante exigirse y llamarse a sí mismo al orden, para ver si en todo momento estamos viviendo según la hora de Dios o estamos viviendo según nuestra hora; según la voluntad de Dios o según nuestra voluntad.

Dejemos que el Señor santifique nuestra voluntad, de tal manera que podamos adherirnos a Él, que podamos ponernos totalmente en Él en este camino de conversión que es la Cuaresma, que reclama no solamente una serie de obras de penitencia interior, sino que reclama, sobre todo, la reestructuración y la reeducación de nuestra vida hacia Dios.

Valentía y esperanza

Estas son las dos características de la oración cristiana, según el Papa

El Papa Francisco afirmó, durante la Misa celebrada este jueves 15 de marzo en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, que las dos características principales de la oración cristiana son la valentía y la esperanza.

En su homilía, el Santo Padre destacó que también la libertad es otro rasgo importante de la oración de los hijos de Dios. Así lo indicó a partir de la primera lectura del día, del Libro del Éxodo, en la que se describe una conversación entre Moisés y Dios sobre la apostasía del pueblo de Israel.

Moisés trata de interceder ante Dios por su pueblo, que “abandonó la gloria del Dios vivo para adorar a un becerro de oro”. Moisés ora ante Dios “sin vender su conciencia. Y esto le gusta a Dios. Cuando Dios ve un alma, una persona que reza y reza y reza por cualquier cosa, Él se conmueve”.

La actitud de Moisés es de sinceridad, “nada de tangentes. Yo estoy con el pueblo. Y estoy contigo. Esta es la oración de intercesión: una oración que argumenta, que tiene la valentía de decir a la cara al Señor que es paciente”.

“En la oración de intercesión es necesaria la paciencia: nosotros no podemos prometer a alguien que rezaremos por él y luego terminar la cosa con un Padre Nuestro y un Avemaría y adelante. No. Si tú dices que vas a rezar por otro, debes avanzar por este camino. Se necesita paciencia”.

El Papa insistió: “Para la oración de intercesión se necesitan dos cosas: valentía y paciencia. Si yo quiero que el Señor escuche aquello que le pido, debo avanzar, avanzar y avanzar, llamar a la puerta, y llamar al corazón de Dios. ¡Pero porque mi corazón se encuentra comprometido con ello! Si mi corazón no se compromete con esa necesidad, con aquella persona por la que debo rezar, no seré capaz ni de la valentía ni de la paciencia”.

El Santo Padre finalizó la homilía pidiendo “que el Señor nos conceda esta gracia. La gracia de rezar delante de Dios con libertad, como hijos. De rezar con insistencia, de rezar con paciencia. Pero, sobre todo, de rezar sabiendo que hablo con mi Padre, y mi Padre me escuchará”.

La vida. El gran regalo que Dios nos dio

¡Esta vida se está yendo muy rápido! 

Este artículo quiero dedicarlo a todas las personas que se nos han adelantado de este mundo: a nuestros abuelitos, tíos o algún otro pariente de edad avanzada que descansan en paz pero también a nuestros papás, hermanos, amigos, vecinos o conocidos que sin padecer alguna enfermedad mortal, fueron llamados a la presencia de Dios.

Aunque no hay palabras que se puedan decir ante pérdidas tan lamentables como éstas, las vidas de estas personas nos dejan una gran enseñanza sobre la tierra y la más importante de todas es “el tiempo”. El hecho de reconocer que nadie sabemos el día ni la hora en que nos toque a nosotros estar en la presencia de Dios y pienso yo que mientras tengamos vida, tratar de valorar cada instante que nos toca vivir.

¡Esta vida se está yendo muy rápido! Quizás te pase como a mí, parece que fue ayer cuando comencé mi trabajo como maestra de preescolar y hoy en día van a visitarme a mi aula, alumnos de mis primeras generaciones ¡que ya están en secundaria! Pasa cada cosa en un abrir y cerrar de ojos.
Muchas veces desperdiciamos nuestros preciados días estando enojados por situaciones tan tontas que tienen pronta solución, peleando con quien se nos cruza en el camino, criticando a diestra y siniestra, quejándonos por todo, dedicándole mucho tiempo a actividades tan vanas o poco productivas en lugar de fijarnos metas y utilizar nuestro tiempo para hacer cosas que nos traigan algún beneficio y nos hagan crecer y aprender algo nuevo diariamente, ¡hay tantas cosas nuevas que aprender!

Perdemos nuestras tardes haciendo cuentas e ignoramos a nuestros pequeños que están a la espera de una mirada, de una sonrisa, de una caricia por parte de nosotros. O en otros casos, nos empeñamos en querer ahorrar el dinero que ganamos y claro, ¡hay que saber organizar nuestras finanzas! Pero también disfrutar ocasionalmente de paseos, viajes y conocer nuevos lugares.Permítete tener a tus mascotas más cerca de ti. No te pongas a guardar las cosas para utilizarlas “solamente en un momento especial” ¡Cada día es un momento especial!

Hemos venido a esta vida a no ser más que felices, si en tu relación de noviazgo no sientes la confianza, el amor pleno, la felicidad, la libertad, la protección y el cariño, créeme, por experiencia propia te digo, que estás mucho mejor por tu cuenta que con compañías que no le traigan bien a tu vida, que al pasar más tiempo contigo mismo y al gustarte más a ti mismo, te encontrarás cada vez más listo para aceptar nada menos de lo que tu mereces. Y si llega, eh  Y si en tu matrimonio sientes que estás perdiendo la paciencia, la buena comunicación, la tolerancia, ¿por qué no volver al amor del principio?, dedicar una o muchas tardes para rememorar los momentos en que fue surgiendo el amor y todo lo que han vivido juntos hasta regresar las risas perdidas, el cariño y el afecto de un inicio.

Está vida está llena de ocupaciones, y cuanto más crecemos más va siendo así, pero a pesar de ello quiero preguntarte: ¿cuándo fue la última vez que le llamaste a alguno de tus grandes amigos?, ¿cuándo se vieron por última vez?, ¿cuántas veces han aplazado esa salida al café para platicar de sus vidas actuales?, ¿por qué no llamar ahora?, ¿Por qué guardar rencores?, ¿Por qué no perdonar ahora?, ¿Por qué no orar ahora en lugar de esperarnos hasta la hora de irnos a dormir? La espera es muy larga si aguardamos hasta Navidad, hasta que sea viernes, hasta el próximo año, hasta que tenga dinero, hasta que me llegue el amor.

La oportunidad la tenemos día con día, 24 horas que Dios nos regala diariamente para hacer nuestro paso por la tierra un lugar mejor, un lugar más agradable, un lugar más necesitado de nuestras sonrisas con las cuáles podamos predicar del gran amor de Él.

Amar más, perdonar más, abrazar más, vivir más intensamente y dejar el resto en las manos de Dios y cuando nos mande llamar a su presencia eterna, saber que supimos disfrutar de este gran regalo de la vida en su totalidad.

Y que mejor que seguir el consejo directamente de la Palabra de Dios que nos dice en Eclesiastés 3, 1-8.

Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer,

y un tiempo para morir;
un tiempo para plantar,
y un tiempo para cosechar;
un tiempo para matar,
y un tiempo para sanar;
un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar,
y un tiempo para reír;
un tiempo para estar de luto,
y un tiempo para saltar de gusto;
un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas;
un tiempo para abrazarse,
y un tiempo para despedirse;
un tiempo para intentar,
y un tiempo para desistir;
un tiempo para guardar,
y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar,
y un tiempo para coser;
un tiempo para callar,
y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar,
y un tiempo para odiar;
un tiempo para la guerra,
y un tiempo para la paz.”

Crean grupo de Facebook para que jóvenes participen en reunión pre-sinodal

Lo hacen para conocer las opiniones de todos los muchachos que no podrán ir a Roma para la reunión pre-sinodal que se llevará a cabo del 19 al 24 de marzo

Los organizadores del Sínodo de los Obispos “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se realizará en octubre de este año, lanzaron una iniciativa en redes sociales para conocer las opiniones de todos los muchachos que no podrán ir a Roma para la reunión pre-sinodal que se llevará a cabo del 19 al 24 de marzo.

Para esto se han creado grupos por idioma en Facebook bajo el título de “Reunión pre-sinodal”. En ellos se han publicado este 12 de marzo las preguntas que se formularán en el evento.

Para contestarlas, la persona tendrá hasta el viernes 16 de marzo para solicitar unirse al grupo y confirmar que tiene entre 16 y 29 años, la edad requerida para participar.

Los organizadores indicaron que “las respuestas deben contener un máximo de 200 palabras y no se aceptarán archivos adjuntos”. También pidieron “que sigas los temas propuestos en las preguntas usando un lenguaje respetuoso y amigable. Caso contrario, el administrador se sentirá obligado a cerrar el acceso a las personas que no cumplan con estas indicaciones”.

La persona también podrá enviar sus respuestas en un video que dure un minuto al número de WhatsApp +39 342 601 5596.

Además, recordaron que la participación en el grupo de Facebook “se realiza a título personal y no por motivos profesionales. Los contenidos del presente foro y los posibles materiales multimedia son reservados a la discusión interna y no pueden ser publicados en otros lugares”.

“El resumen de todas las respuestas del Grupo de Facebook se incluirá en el grupo de redacción de las conclusiones finales, que se entregarán al Santo Padre”, señalaron.

EL RECTOR DE LA UCA HACE BALANCE DE LOS CINCO AÑOS DE PONTIFICADO
Víctor Manuel Fernández: "Con Francisco se volvió inadmisible una Iglesia condenatoria"

"Los más conservadores tratan a Francisco de hereje y afirman que hay que destronarlo"

El arzobispo Víctor Manuel Fernández

Se ha vuelto inadmisible cualquier actitud condenatoria, agresiva o autoritaria con los que piensan diferente o tienen dificultades para sobrellevar el peso de sus límites

(Sergio Rubin, en Valores Religiosos).- Monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la UCA y hombre muy cercano al Papa, reflexiona sobre estos cinco años de pontificado, que han dado un giro a la Iglesia, en todos los aspectos, irrevocable.

Al echar un vistazo sobre los primeros cinco años del actual pontificado parece insoslayable recordar la situación compleja en varios frentes por la que atravesaba la Iglesia cuando fue elegido Francisco, precedida de la histórica renuncia de Benedicto XVI. ¿Qué piensa? Por diversas razones externas a la persona de Benedicto XVI -un hombre sabio y ejemplar- y en buena parte por dificultades de comunicación, la Iglesia estaba pasando por un mal momento, era poco escuchada en los ámbitos internacionales y la imagen positiva de la institución había caído mucho. Por otra parte, muchos sectores de la misma Iglesia reclamaban un nuevo ímpetu misionero, como se había expresado claramente, por ejemplo, en el documento de Aparecida. Los primeros gestos y afirmaciones de Francisco sorprendieron no sólo a los católicos, sino al mundo: una serie de actitudes de austeridad y sencillez, un deseo de una "Iglesia pobre para los pobres". ¿En qué medida ese estilo impregna hoy a toda la institución? Este es un punto donde se advierte la autenticidad de Francisco, más allá de sus sonrisas y de su novedosa alegría, ya que siempre se caracterizó por una austeridad extrema, hasta el punto que a muchos nos parecía inimitable: no se tomaba vacaciones, no ahorraba, no gastaba en ropa ni en gustos personales, no salía a comer afuera, no se daba ningún gusto. Los demás necesitamos algunos respiros, pero él admirablemente no. Por eso me indigna mucho cuando algunos pretenden acusarlo de haber hecho cosas por dinero. Además de su austeridad, otra nota fuerte es su cercanía paterna, la del padre que sufre con el dolor de sus hijos, que no se desentiende del drama de los más débiles, que sabe escuchar sin juzgar, que acaricia y también soporta con paciencia. ¿Quién puede pensar que después de Francisco pueda prosperar un papado condenatorio, que ostente poder y riqueza, que no esté dispuesto al diálogo con todos, que ignore a los débiles de este mundo?

Otra clave que de a poco emergió con fuerza fue su actitud respetuosa y comprensiva ante diversas realidades humanas. Acaso la más emblemática la patentizó en la frase: "Quién soy yo para juzgar a un gay que busca sinceramente a Dios". ¿Fue un punto de inflexión?

Quienes han tenido la suerte de hablar con él varias veces o de pedirle consejo a causa de problemas personales, saben de la gran caridad de este hombre, que comprende el misterio de cada persona, reconoce su drama, se pone en el lugar del otro, y sabe valorar los pequeños pasos que el otro pueda dar, aunque aparentemente sea menos valorado. Es la actitud de cualquier padre, que quiere educar a un hijo pero no puede dejar de abrazarlo con paciente ternura. Esa frase que usted menciona es una expresión contundente de esta actitud, y después de esa frase hay cosas que la Iglesia ya no puede hacer: se ha vuelto inadmisible cualquier actitud condenatoria, agresiva o autoritaria con los que piensan diferente o tienen dificultades para sobrellevar el peso de sus límites.

Sin embargo, cuestiones como el establecimiento de la posibilidad de que los divorciados vueltos a casar, tras un análisis caso por caso, puedan comulgar suscitaron y aún suscitan en algunos sectores resistencias. ¿Considera que ello le pone límites a su ímpetu reformista?

Francisco quiso dar ese paso con discreción y sin demasiado ruido, porque consideraba que se trataba de una actitud pastoral básica, propia de un padre espiritual que entiende la situación concreta de las personas. Pero armó un revuelo impresionante en los sectores más conservadores, que tratan a Francisco de hereje, afirman que hay que destronarlo, o amenazan con un cisma, como si a causa de este asunto se viniera abajo todo el Evangelio. Las voces de estos sectores se amplifican mucho debido a que están utilizando mucho los blogs, publicaciones en Internet y las redes sociales. Pero ciertamente responden a sectores muy minoritarios de la población creyente. No obstante, están más representados en los laicos de algunos movimientos y en los centros de poder de la Iglesia. Evidentemente, esto lleva al Papa a una actitud prudente que requiere evitar los apresuramientos.

¿En qué medida logró una Iglesia menos centralista, más colegial, menos "controladora" y más "facilitadora" de la propagación de la fe, menos clerical y con mayor espacio para los laicos, una Iglesia con menos pujas internas, más despojada del poder y los privilegios y, en definitiva, más libre?

Que la Iglesia es menos controladora con Francisco es algo evidente. Fijate en este hecho: si pocos años atrás alguien trataba al Papa de hereje o de difusor de errores doctrinales, inmediatamente recibía un fuerte llamado de atención o sanciones importantes de parte del Vaticano. Hoy eso no sucede. Hasta algunos miembros de la Curia romana, que son sus empleados directos, se dan el gusto de emitir fuertes opiniones que no van en la línea de Francisco. Dentro de la Iglesia hay una libertad de opinión inaudita. Además, si alguna persona consagrada pretende privilegios, hoy eso no es fácilmente aceptado. Está claro que hay otros aires, de una Iglesia más libre y evangélica.

Sospechas de corrupción afectaban hace cinco años al Vaticano, por ejemplo en materia de adjudicación de obras. Al igual que de lavado de dinero en el caso del IOR, su banca. ¿Logró Francisco un avance decisivo en materia de transparencia en los distintos estamentos?

En el IOR se han hecho avances enormes que han tenido muy poca difusión. Se han cerrado miles de cuentas, se ha obligado a todos los que tienen depósitos allí a declararlos en su propio país como condición para mantener la cuenta, se lo sometió a auditorías de empresas internacionales, y se lo está transformando en lo que debió ser siempre: sólo una institución para las diócesis, congregaciones religiosas e instituciones eclesiásticas en orden a apoyar las tareas misioneras y evangelizadoras.

¿Considera que profundizó la lucha contra los abusos y la pedofilia en el clero? ¿O que, más allá de sus buenas intenciones, se encontró con escollos de miembros de la Iglesia?

Con respecto a esta cuestión, sé que Francisco sufre mucho por este tema, porque en este caso se destruye el sentido profundo del ministerio sacerdotal, llamado a "cuidar". El "cuidado" es una caracterización del sacerdocio que Francisco lleva mucho en el corazón. Para él es hasta demoníaco que el que debe cuidar abuse de personas frágiles. Creo que la mentalidad está cambiando en esta línea, y se han tomado muchas decisiones firmes. Pero inevitablemente algunos procesos necesitan sus tiempos para evitar injusticias (hay también venganzas y chantajes). Él nunca perjudicaría a un inocente para salvar la institución o para cuidar su imagen. Algo así iría en contra de sus convicciones más personales. Pero es perfectamente comprensible que la sociedad sea muy sensible ante este tema que a los sacerdotes nos humilla tanto. Yo he visto llorar a sacerdotes o a seminaristas muy entregados e intachables, pero que han sido insultados por la calle por estas sospechas, y esto crea una sensación de inseguridad y de inferioridad que a veces quita la alegría del ministerio. Pero es inevitable que esto suceda a veces, y nos compramos estas penas por no haber actuado más preventivamente. Porque se trata de algo que se podría esperar de cualquiera pero no de un sacerdote. Una cosa es una debilidad y otra es arruinarle la vida a un niño. Hoy el Papa es profundamente consciente de este drama.

¿Siente que en su defensa de los pobres e incluso de los refugiados Francisco es incomprendido por algunos, hasta a veces duramente atacado? ¿Puede decirse que está emergiendo una Iglesia más comprometida con los "descartados", con el medio ambiente y, en fin con un economía más humana?

Es muy atacado por estos temas. Pero ¿quién puede pretender que un Papa se dedique a defender los intereses de las empresas multinacionales, por ejemplo? Se defienden solas. Tienen un enorme poder hasta para comprar todos los grandes medios de un país. Lo más natural es que un Papa, fiel al Evangelio, opte por defender a los más frágiles del sistema, a los que se quedan afuera, aunque eso despierte las iras de los que sueñan con acumular más riquezas reduciendo costos y expulsando gente. Estas iras hoy inciden más que antes debido al enorme peso de los medios y de las redes sociales. Antes pocas personas leían un periódico. Hoy son muchos los que siguen las noticias por Internet, y predomina quien tiene más habilidad y recursos para instalar un tema. Años atrás, un señor muy conservador y negativo sólo hablaba con su esposa, porque ni los vecinos soportaban escucharlo. Ahora esa persona puede abrir un blog y difundir también mentiras y calumnias, o sospechas infundadas, y siempre tendrá lectores. También puede dedicar todo el día a opinar en los foros de Internet y su voz se amplifica. Las personas más moderadas y serenas, que son la mayoría, parecen actuar menos decididamente en este sentido.

Una reciente encuesta sobre los principales líderes mundiales lo ubica al Papa como el más valorado de todos. Sin ánimo de agotar el tema, ¿por qué acaso en su propio país hay sectores que lo cuestionan tanto? ¿O habrá que decir, como en el Evangelio, que nadie es profeta en su tierra? Los últimos datos que tengo indican que en Estados Unidos tiene un 84% de imagen positiva, lo cual no significa que estén de acuerdo con todo lo que él dice. Muchos republicanos, por ejemplo, no soportan la defensa del medio ambiente que hace Francisco, o sus críticas a la economía neoliberal, pero sin embargo lo valoran mucho como pastor. En Argentina sigue teniendo un 80% de apoyo a pesar de que en los últimos dos años ha sido especialmente apaleado en los medios. Quizás se produzca el mismo fenómeno: que se valore su figura, su entrega, su coherencia y su generosidad a pesar de que no se comulgue con todas sus palabras. Por otra parte, él nunca ha sido amante del culto a las personalidades. Cuando él aprecia mucho a alguien le dice: "Humíllate". Quiere que su papado sea un signo encarnado de la cercanía tierna y misericordiosa de Jesús y por eso se entrega a las multitudes, pero la libertad que él otorga está produciendo una irreversible desmitologización del papado: porque permite que algunos católicos destrocen su figura y detiene a las autoridades del Vaticano para que no apliquen sanciones disciplinarias por esta razón. Eso le quita a la figura del Papa ese halo excesivamente sagrado, de ser superior e intocable. Él, como lo ha dicho muchas veces, no quiere ser un superhéroe.

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