Resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios
- 07 Diciembre 2019
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Memoria Litúrgica, 7 de diciembre
Obispo y Doctor de la Iglesia
Martirologio Romano: Memoria de san Ambrosio, obispo de Milán, y doctor de la Iglesia, que descansó en el Señor el día cuatro de abril, fecha que en aquel año coincidía con la vigilia pascual, pero que se le venera en el día de hoy, en el cual, siendo aún catecúmeno, fue escogido para gobernar aquella célebre sede, mientras desempeñaba el oficio de Prefecto de la ciudad. Verdadero pastor y doctor de los fieles, ejerció preferentemente la caridad para con todos, defendió valerosamente la libertad de la Iglesia y la recta doctrina de la fe en contra de los arrianos, y catequizó el pueblo con los comentarios y la composición de himnos. († 397).
Breve Biografía
El joven prefecto de Liguria y de Emilia, Ambrosio, nació en Tréveris hacia el año 340 de una familia romana. Todavía era catecúmeno, cuando por aclamación del pueblo fue elegido a la sede episcopal de Milán, el 7 de diciembre del 374. En cuestión de religión cristiana tenía que aprender casi todo, y se dedicó sobre todo al estudio de la Biblia con tanto empeño que pronto la aprendió a fondo. Pero Ambrosio no era un intelectual puro; era sobre todo un óptimo administrador de su comunidad cristiana. Fue un verdadero padre espiritual de los jovencitos emperadores Graciano y Valentiniano II y del temible Teodosio I, a quien no dudó en reprochar duramente, exigiéndole una penitencia pública como expiación por haber hecho asesinar al pueblo de Tesalónica para acabar con una revuelta. Ambrosio es el símbolo de la Iglesia que renace después de los duros años del ocultamiento y de las persecuciones. Por medio de él la Iglesia de Roma trató sin nada de servilismos con el poder político.
Sus cualidades personales fueron las que le atrajeron la devota atención de todos. La actividad cotidiana de Ambrosio estaba dedicada a la dirección de su propia comunidad, y cumplía sus compromisos pastorales predicando a su pueblo más de una homilía semanal. San Agustín, quien fue un asiduo oyente de los sermones de San Ambrosio, nos cuenta en sus Confesiones que el prestigio de la elocuencia del obispo de Milán era muy grande y muy eficaz el tono de este apóstol de la amistad.
Sus libros publicados que han llegado hasta nosotros son las rápidas transcripciones y reutilizaciones de sus discursos, poco o nada revisados. Sus famosos Comentarios exegéticos, antes de ser reunidos en volúmenes, habían sido predicados a la comunidad cristiana de Milán. En ellos se nota el tono familiar del pastor que se dirige con amable sencillez a sus fieles. En ellos se siente palpitar el corazón de un gran obispo, que logra suscitar conmovedora emoción en sus oyentes con argumentos llenos de emotividad y de interés. Como buen pastor le gusta enseñar cantos litúrgicos a su pueblo. Por eso compuso un buen número de himnos, algunos son todavía familiares en la liturgia ambrosiana. Fue él quien introdujo en occidente el canto alternado de los salmos.
Entre sus escritos que no tienen relación directa con su predicación, recordamos el De officiis ministrorum, porque, recalcando el conocido texto ciceroniano y acogiendo todos sus elementos, demuestra que el cristianismo puede asimilar sin peligro de alterar el significado de la buena noticia esos valores morales naturales que el mundo pagano y romano en particular supo expresar. Ambrosio murió en Milán el 4 de abril del 397.
Hacer que de mi corazón un corazón apóstol
Santo Evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1. 6-8. Sábado I de Adviento
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Permíteme, Señor, ser un apóstol de tu misericordia y tu perdón entre los demás.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-10, 1. 6-8
En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos".
Después, llamando a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias. Les dijo: "Vayan en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En cada pasaje del Evangelio Jesús nos enseña un rasgo de su corazón. Hoy, si leemos el Evangelio con el corazón vemos un corazón que ama y que, como dice san Juan, «ama hasta el extremo». Como cristianos, Jesús nos invita a imitar su amor. Él mismo nos lo dijo en la Última Cena, cuando nos dio el Mandamiento del Amor: «Amaos como yo os he amado».
Ahora, este amor del corazón de Jesús es un amor activo, que busca satisfacer los problemas de los demás. No es un amor abstracto o basado en sentimientos, sino un amor que cura, que predica, que perdona. Hoy, el ejemplo de Cristo nos impela a formar en nosotros un corazón inflamado de amor como el suyo, que nos lleve a satisfacer siempre las necesidades de los demás, que nos lleve a ser cristianos que no se quedan de brazos cruzados viendo cómo está el mundo, sino que se meten en él para transformarlo.
Éste es el corazón del apóstol que todos estamos llamados a encarnar en nuestra vida. Un corazón que sea capaz de desgastarse por los demás, que no se rinde ante las dificultades y que llegue a estar dispuesto a dar la misma vida si es necesario, como Cristo la entregó por nosotros.
«La misión es pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, es pasión por su pueblo. Es aprender a mirar donde él mira y a dejarnos conmover por lo mismo que él se conmueve: sentimientos entrañables por la vida de sus hermanos, especialmente de los pecadores y de todos los que andan abatidos y fatigados como ovejas sin pastor. Por favor, nunca acurrucarse en cobertizos personales o comunitarios que nos alejen de los nudos donde se escribe la historia. Cautivados por Jesús y miembros de su Cuerpo integrarnos a fondo en la sociedad, compartir la vida con todos, escuchar sus inquietudes…». (Homilía de S.S. Francisco, 15 de noviembre de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Darme cuenta de la necesidad que tenga una persona cercana y ayudarle a solucionarla.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa
Mateo 9,1-8. Tiempo Ordinario. Dame la fe para creer en tu amor como creyó el paralítico. Él no se esperaba este milagro de tu amor.
Del santo Evangelio según san Mateo 9,1-8
Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad. Entonces, le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: «Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados». Algunos escribas pensaron: «Este hombre blasfema. Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate y camina"? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados –dijo al paralítico– levántate, toma tu camilla y vete a tu casa». Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres.
Palabra del Señor.
Oración introductoria
Jesús, me encuentro hoy en tu presencia, sabiendo que entre todas las personas de este mundo, Tú me amas personalmente a mí y me escuchas en este momento. Dame la fe para creer en tu amor como creyó el paralítico del evangelio. Él no se esperaba este milagro de tu amor, pero sabías que lo necesitaba; aunque yo no te pida lo que más me conviene, sé que Tú me lo darás y, por esto, te doy las gracias. Gracias también por perdonar mis faltas y pecados, como lo hiciste con este enfermo.
Petición
Jesús, concédeme hacer la experiencia de tu amor misericordioso.
Meditación del Papa Francisco
A través de los Sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, el hombre recibe la vida nueva en Cristo. Ahora bien, todos lo sabemos, llevamos esta vida “en vasijas de barro”, todavía estamos sometidos a la tentación, al sufrimiento, a la muerte y, a causa del pecado, podemos incluso perder la vida nueva. Por esta razón el Señor
Jesús ha querido que la Iglesia continúe su obra de salvación, incluso a través de sus propios miembros, en particular con el sacramento de la Reconciliación y la Unción de los Enfermos, que pueden unirse bajo el nombre de "Sacramentos de curación". El Sacramento de la Reconciliación es un sacramento de curación, cuando voy a confesarme es para curarme, curarme el alma, curarme el corazón, de algo que he hecho que no está bien. El icono bíblico que mejor los expresa, en su profundo vínculo, es el episodio del perdón y la curación del paralítico, donde el Señor Jesús se revela al mismo tiempo médico de las almas y de los cuerpos. (Catequesis de S.S. Francisco, 19 de febrero de 2014).
Reflexión
En medio del trabajo y del ruido, poco a poco se nos va olvidando la conciencia de ser pecadores, personas necesitadas de perdón. Dios nos recuerda nuestras propias faltas en nuestra conciencia; pero no se queda ahí: Él mismo está dispuesto a curarnos y a ayudarnos a levantarnos cada día más de nuestros defectos. Es necesario que pidamos siempre perdón a Dios por Jesucristo. Él tiene el poder de devolvernos la salud, tanto espiritual como corporal. "Al que más se le perdona, más ama" dice en otro lugar del evangelio. Sintámonos, pues, perdonados, para agradecerle todos los días su amor.
Propósito
Me acercaré a la confesión, para que Jesús cure mi alma.
Diálogo con Cristo
Jesucristo, yo sé que a veces te he fallado, quizá muchas de ellas por ignorancia. Ahora, que sé que tu amor no se cansa de perdonar, quiero decirte que tampoco yo me cansaré de amarte. Hoy me acerco a tu misericordia. Ayúdame a rezar más y a ver en esa oración lo que debo cambiar. Eso que sólo Tú y yo sabemos, y que me vas pidiendo día a día. Propongo, con tu ayuda, no volver a pecar o recurrir al sacramento de la reconciliación si tengo la desgracia de perder tu amistad.
Este mes recemos por los niños marginados y abusados
Video del Papa para el mes de diciembre de 2019
En "El Video del Papa" de este mes de diciembre, el Pontífice expresa su Intención de Oración Universal en la que ha centrado su mirada en los más pequeños y ha pedido rezar “para que en todos los países del mundo se tomen medidas que hagan de su futuro una prioridad, especialmente en los niños que hoy están sufriendo”.
“Cada niño marginado, cada niño abusado, cada niño abandonado, cada niño sin escuela, sin atenciones médicas, es un grito que se eleva a Dios” ha expresado Francisco en su último “Video del Papa” de este año. Además, el Papa insiste en que cada uno de ellos “es Cristo”, “que vino a nuestro mundo como un niño indefenso” y puntualiza: “es Cristo quien nos está mirando en cada uno de esos niños”.
La Intención de Oración es también un llamamiento ante la actual situación de la infancia
Esta Intención de Oración del Papa no es casual, sino que es un llamamiento también ante la actual y trágica situación de la niñez que exige medidas de acción. Según los últimos Informes del Estado Mundial de la Infancia del 2016 y del 2017, los menores suponen casi la mitad de los 900 millones de personas que sobreviven con menos de 2 dólares al día. Otro de los datos que revela dicho informe son que en 2014 se comprobó que cerca de 160 millones de niños presentaban retrasos en el crecimiento y alrededor de 124 millones no asisten a la escuela. Estos datos además, se agravan ante las actuales condiciones sociales y económicas que se viven en muchos países y ante los conflictos armados que en muchos lugares son cada vez más prolongados ; condiciones que obstaculizan el normal desarrollo de los más pequeños así como la búsqueda de un porvenir prometedor, de hecho, cerca de 250 millones de jóvenes viven en países o zonas afectadas por los conflictos armados.
La maravillosa verdad que esconde el saludo del Ángel Gabriel
Al conocer el real significado del saludo del Ángel es más sencillo entender el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María
Es probable que todos hemos leído el pasaje de la Biblia (Lucas 1, 28) donde el Ángel Gabriel se presenta ante la Virgen María para anunciar que ella concebiría a Jesús.
Pero la primera parte del saludo del Ángel ha sido traducida al español de muchas maneras, aunque las más conocidas son las siguientes:
- Alégrate, llena de gracia.
- Salve, muy favorecida.
- Alégrate, muy favorecida.
- Salve, llena de Gracia.
Estas traducciones tienen pequeñas diferencias, todas tienen algo en común, ninguna llega a expresar totalmente la intención de Lucas al escribir ese pasaje del evangelio en griego.
No existe una sola palabra en nuestro idioma que sirva para traducir con exactitud el saludo del Ángel: (Jaire, Kejaritomene).
les ha causado muchos dolores de cabeza a los traductores serios.
El complejo significado de (Kejaritomene)
Kejaritomene significa “Llena de gracia desde siempre y para siempre porque alguien te creó en esa condición”.
Es verdaderamente complejo poder traducir en español algo que signifique lo mismo o algo parecido, por ejemplo San Jerónimo de Estridón vivió esta dificultad, pues fue el primero en traducir la Biblia completa del griego al latín y optó por usar la expresión Gratia Plena (llena de Gracia), la cual no transmite el carácter eterno de Kejaritomene, pero al menos deja clara la plenitud de Gracia en María.
Al conocer el real significado del saludo del Ángel es más sencillo entender el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, los católicos creemos que María fue concebida sin pecado original y eso es compatible con la riqueza de la palabra (Kejaritomene).
La Hora Santa rezada en la Iglesia, tiene la ventaja de la presencia del Señor en el Santísimo Sacramento
En tiempos de tanto ruido y cambio, en los que a veces -sino la mayoría-, se nos hace difícil rezar y escuchar a Dios, Monseñor Jorge de los Santos nos recomienda la Hora Santa, como un ámbito privilegiado para estar con el Señor y escucharlo.
Aprovechemos todas las ocasiones en que podamos visitar al Señor Jesús y pasar una Hora Santa con Él, pues será momento de enriquecemos con el Amor de los Amores.
Recordemos a Jesús en el Huerto de los Olivos que pidió a sus discípulos que estuvieran despiertos con Él en oración y al volver los encontró dormidos y les dijo “¿no pudieron velar conmigo una hora? Velen y oren para que no caigan en tentación”.
Dondequiera que se haga oración, ya sea en un templo, en una capilla, en medio de la naturaleza, o en la casa, la idea es buscar un momento de tranquilidad, silencio, paz y permitirle al Señor que te hable a ti especialmente. Ésta es una práctica importante y seria en la vida espiritual de todo cristiano. Es recomendado para todos aquellos que quieren conocer mejor al Señor.
La Hora Santa es una oportunidad magnífica para hacer ese silencio interior en el que el Señor nos habla especialmente. Esto se logra de variar maneras. La Hora Santa rezada en la Iglesia, tiene la ventaja de la presencia del Señor en el Santísimo Sacramento, y la Iglesia es el lugar natural para la oración.
¿Qué hacer durante la Hora Santa?
Eso puede variar. Sólo hay que dejar que se exprese el corazón. La expresión del amor no tiene una estructura formal, aunque en la oración también podría ayudar el valerse de leer pasajes de las Sagradas Escrituras, oraciones devocionales ya escritas, letanías, rosarios, viacrucis u otras oraciones formales. Todas ellas pueden usarse para ir introduciéndose en el silencio interior.
Una vez iniciada la comunicación con el Señor es bueno estar atento a escucharlo, sentirlo y expresarle nuestro amor, nuestra admiración, nuestro respeto. Es necesario abrir el corazón al Señor para dejar que fluyan los sentimientos.
Pero sobre todo la Hora Santa es dialogo donde se privilegia el escuchar al Señor Jesús que tiene tantas cosas maravillosas que transmitirnos; es nuestra alma la que necesita llenarse de Él.
Estos momentos de intimidad son necesarios para el espíritu. El Arzobispo Fulton J. Sheen decía acerca de la Hora Santa: “La forma de conocer mejor a un amigo es pasar tiempo con él. Si nosotros queremos conocer mejor al Señor necesitamos también pasar tiempo con Él. Deberíamos estar con Él en oración silenciosa por lo menos una hora al día”.