Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió
- 27 Febrero 2016
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Evangelio según San Lucas 15,1-3.11-32.
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: Jesús dijo también: "Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de herencia que me corresponde'. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros'. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: 'Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo'. Pero el padre dijo a sus servidores: 'Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado'. Y comenzó la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso. El le respondió: 'Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo'. El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!'. Pero el padre le dijo: 'Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado'".
San Gregorio de Narek
San Gregorio de Narek, monje y doctor de la iglesia armenia
En el monasterio de Narek, en Armenia, san Gregorio, monje, doctor de los armenios, ilustre por su doctrina, sus escritos y su sabiduría mística.
Nació hacia el 950 en una familia de eclesiásticos ilustrados. San Gregorio ingresó al monasterio de Narek, en el sudeste del lago Van (en la actualidad perteneciente a Turquía) siendo de joven edad. Cercano ya al primer milenio del cristianismo, el monasterio de Narek se alzaba como un floreciente centro de estudios. Eran estos tiempos de relativa calma, tiempos de creatividad, antes de que las invasiones mongolas y turcas cambiaran Armenia para siempre. Armenia esperimentó en esa época un renacimiento de su literatura, pintura, arquitectura y teología, de los que san Gregorio fue una figura central. Su obra de madurez fue el «Libro de Oraciones». Él mismo pensó en esta obra como su testamento: «Sus letras son como mi cuerpo, y su significado como mi alma» (oración 54e), y llamó a su obra una «enciclopedia de oración para todas las naciones»; tenía la esperanza de que su obra sirviera de guía para todos los hombres en cualquier situación. San Gregorio busca responder a la pregunta de que podemos ofrecerle a Dios, que ya tiene todo, y encuentra que lo mejor que podemos es ofrecerle los «suspiros del corazón» (frase con la que encabeza cada oración), que él plasma en estas oraciones, a veces llamadas también Lamentaciones. Según parece, escribió su libro tras una penosa y debilitante enfermedad:
Los tormentos de mis enfermedades [...] como un cáncer que se disemina, han tocado todas las partes de mi cuerpo, no hay bálsamo -como no lo hubo para Israel- para mis innumerables llagas. cada parte de mi cuerpo, de la cabeza a los pies, está enferma y alejada del auxilio de los médicos. Pero tú, misericordioso, benéfico, bendito, de largos sufrimientos, rey inmortal, escucha por misericordia las oraciones de mi asediado corazón cuando a ti grito, Señor, en el tiempo de mi necesidad. (oración 18k, trad. del inglés)
En 95 oraciones llenas de gracia, san Gregorio lleva a plenitud la expresividad de la lengua clásica armenia para traducir los suspiros del corazón contrito y humillado en una ofrenda de palabras agradables a Dios; el resultado es un edificio de la fe para todas las edades, de rica imaginería, teología sutil, erudición bíblica, unidos a la inmediatez sincera de su comunicación con Dios. San Gregorio dejó este mundo hacia el 1005, pero a través de su obra su voz continúa hablando.
Esta breve noticia proviene de un sitio web en inglés dedicado al Libro de Oraciones de san Gregorio. Lamentablemente las referencias al santo en Occidente son escasísimas, prácticamente no hay datos sobre él en los santorales, incluso en los muy completos, ya que su incorporación al Martirologio Romano es reciente. El lector puede atisbar la belleza de su obra en dicho web, donde está volcado por entero al inglés por Thomas J. Samuelian, autor también del web.
En la Wikipedia en inglés hay también una interesante introducción, y las correspondientes referencias bibliográficas. En este sitio se halla otra transcripción visualmente más legible de la traducción del Dr. Samuelian.
San Romano el Melódico (?-c. 560), compositor de himnos Himno 18, el Hijo Pródigo
“Tenemos que alegrarnos y hacer fiesta, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.” (Lc 15,32)
El hijo mayor dice a su padre, encolerizado: “hace ya muchos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes....pero llega ese hijo tuyo, ...y le matas el ternero cebado” (Lc 15, 28ss). Apenas oyó el padre hablar a su hijo de esta manera que le responde con dulzura: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.” –Escucha a tu padre, tú no estás separado de la Iglesia, tú estás siempre presente a mi lado, con todos los ángeles. Pero éste ha venido cubierto de vergüenza, desnudo y sin belleza, gritando: “Misericordia, porque he pecado, padre, y te suplico como culpable ante tu rostro. Trátame como uno de tus jornaleros y aliméntame, porque tu amas a los hombres, Señor y Amo de los siglos.- Tu hermana ha gritado: -Sálvame, padre santo!-... ¿Cómo no podía tener piedad, de no salvar a mi hijo que gime, que solloza?.... Júzgame tú, tú que me recriminas... Mi alegría, en todo momento, consiste en amar a los hombres...Son mis criaturas, ¿cómo no tener compasión? ¿Cómo no tener en cuenta su arrepentimiento? Mis entrañas engendraron a este hijo que acojo con entrañas de misericordia, yo, el Señor y Amo de los siglos.- “Así, pues, hijo mío, ¡alégrate con todos los invitados al banquete, y mezcla tus cantos al de todos los ángeles, porque tu hermano estaba perdido y ha sido encontrado, estaba muerto y ha vuelto a la vida.” Con estas palabras, el hijo mayor se dejó persuadir y cantó: “¡Gritad de gozo! Dichosos aquellos a quienes son perdonados los pecados y borradas sus culpas” (cf Sal 131,1). -Te alabo, Amigo de los hombres, tú que has salvado a mi hermano, tú el Señor y Amo de los siglos.-
Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida
Lucas 15, 1-3.11-32. Cuaresma. Dios no se cansa de esperarnos, por mucho que nos alejemos de Él.
Oración introductoria
Señor, ¡qué grande es tu amor y misericordia! Me identifico con esos dos hijos del Evangelio que no saben recibir y corresponder a tu amor. Conduce esta oración para que mi corazón no se endurezca y sea dócil a las inspiraciones.
Petición
Señor, ayúdame a confiar siempre en tu gran misericordia pero no permitas que abuse de tanto amor.
Meditación del Papa Francisco
Después está escrito que el Señor es “compasivo” en el sentido que nos concede la gracia, tiene compasión y, en su grandeza, se inclina sobre quien es débil y pobre, siempre listo para acoger, comprender y perdonar. Es como el padre de la parábola del Evangelio de san Lucas: un padre que no se cierra en el resentimiento por el abandono del hijo menor, sino que al contrario continúa esperándolo —lo ha generado— y después corre a su encuentro y lo abraza, no lo deja ni siquiera terminar su confesión —como si le cubriera la boca—, qué grande es el amor y la alegría por haberlo reencontrado; y después va también a llamar al hijo mayor, que está indignado y no quiere hacer fiesta, el hijo que ha permanecido siempre en la casa, pero viviendo como un siervo más que como un hijo, y también sobre él el padre se inclina, lo invita a entrar, busca abrir su corazón al amor, para que ninguno quede excluso de la fiesta de la misericordia. ¡La misericordia es una fiesta!
De este Dios misericordioso se dice también que es “lento a la ira”, literalmente, “largo en su respiración”, es decir, con la respiración amplia de paciencia y de la capacidad de soportar. Dios sabe esperar, sus tiempos no son aquellos impacientes de los hombres; Él es como un sabio agricultor que sabe esperar, deja tiempo a la buena semilla para que crezca, a pesar de la cizaña. (Homilía de S.S. Francisco, 13 de enero de 2016).
Reflexión
Sabiendo que somos hijos de Dios pensamos que lo merecemos todo. A veces no somos ni capaces de agradecer a nuestro Creador por el gran don de la vida. Y, mucho menos, nos esforzamos por corresponder a su amor infinito. ¿Cuánto hemos recibido de Dios? ¡Todo! Sin embargo lo vemos como una obligación de parte de Él. Podríamos llegar a quejarnos cuando no recibimos lo que queremos y tal vez hasta hemos llegado al punto de exigirle. Dios, en su infinita bondad, no cesa de colmarnos de sus gracias y hasta cumple con nuestros caprichos. No importa si le agradecemos o no. Lo más hermoso es ver que Dios no se cansa y por mucho que nos alejemos de Él, cuando deseamos volver, ahí está con los brazos abiertos esperándonos con un corazón lleno de amor. Dios es el Pastor que se alegra al encontrar la oveja perdida. Él es el Padre misericordioso que espera a su hijo perdido con grandes ansias, le perdona cualquier falta cuando ve un verdadero arrepentimiento y lo llena de su amor. Digamos a Cristo: "Señor Tú lo sabes todo tu sabes que te quiero"
Propósito
Vivir hoy de tal modo que pueda ser admitido en el festín eterno del cielo.
Diálogo con Cristo
Señor y Padre mío, con qué facilidad puedo engañarme a mí mismo al seguir el camino fácil que me ofrece la vida y ser un ciego y sordo indiferente a las necesidades de los demás, para concentrarme sólo en mi propia felicidad. Dame tu gracia para saber mantenerme siempre a tu lado. Que no me aleje de tu gracia, porque entonces mi corazón se convertirá en roca, insensible a recibir y corresponder a tu amor. Libremente quiero depender siempre y en todo de Ti.
María es una mujer con el corazón en el cielo
La alegría no puede abandonar nunca a quien cree en Dios. Y éste debería ser el rostro de nosotros los cristianos.
María es una mujer alegre. La alegría es la virtud de los resucitados, de los que tienen a Dios, de los que han puesto su corazón en el cielo. Vemos esta alegría en María Magdalena cuando descubre al Resucitado, en los discípulos de Emaús cuando reconocen a Cristo en la fracción del pan, en los apóstoles cuando Cristo resucitado se les presenta en el Cenáculo.
La alegría no puede abandonar nunca a quien cree en Dios. Y éste debería ser el rostro de nosotros los cristianos que ya vivimos de alguna forma nuestra fe en la resurrección. Por el contrario, la tristeza, como vivencia habitual y permanente, no entra nunca, pase lo que pase, en la vida de quien cree en Cristo.
María es una mujer con el corazón en el cielo. María veía todo a través del cielo. ¿Qué importancia tenían el sufrimiento, las carencias, las luchas, los sacrificios, los esfuerzos, las renuncias, los momentos difíciles, cuando todo eso se ve desde el cielo? Ninguna. Todo es parte de ese camino hacia el cielo, ese camino estrecho que tanto asusta al ser humano, que conduce a Dios. Ella ha sido nuestra precursora en este camino, dándonos ejemplo.
Sigamos a María en esta vida que sin duda es para todos "un valle de lágrimas", pero tengamos siempre el corazón arriba, junto a Dios, con espíritu de resucitados.
Dios nos ha dado a María como Madre, Abogada, Intercesora, Mediadora, Amiga y Compañera. En la espiritualidad cristiana debe haber un gran sitio para María en el corazón de cada cristiano. De lo contrario nuestra espiritualidad estaría incompleta, sería muy pobre. Podríamos proponer algunos caminos o medios de espiritualidad mariana para nuestro corazón de cristianos.
El amor tierno y filial a María. María debe convertirse en la vida de un cristiano en objeto de ternura, de cariño, de afecto. A María hay que quererla como se quiere a una madre. Lejos de nuestra espiritualidad una actitud seca, austera, distante, fría hacia quien nos ama tanto, hacia quien aboga tanto por nosotros ante Dios, ante quien tanto nos cuida, ante quien vigila nuestros pasos para que no caigamos en el mal. De ahí la necesidad de tener con María momentos de encuentro, diálogos cordiales, intimidad y confianza. No puede pasar un día en nuestra vida que no nos dirijamos a Ella con la sencillez de un niño a contarle a nuestra Madre del Cielo nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestras luchas, nuestros planes.
Pero la devoción a María no debe quedarse sólo en un afecto y amor, porque entonces se empobrecería. Debe convertirse en imitación de sus virtudes. Para nosotros María es la obra perfecta de Dios y en Ella resaltan con luz muy especial todos aquellos aspectos de una vida que agradan a Dios. Aunque nunca seremos tan perfectos como Ella, sin embargo podemos seguir sus pasos para llegar a Cristo a través de María. Su mayor deseo es que amemos a su Hijo, que seamos como Él, que vivamos su Evangelio. ¡Qué María sea nuestra guía en este camino!
Y no olvidemos esas formas de oración particular centradas en María como pueden ser el Santo Rosario. Una devoción que hay que llegar a gustar y gozar, metiendo el corazón en cada Avemaría, en cada invocación, en cada recuerdo de María. En casa en familia, ante el Santísimo, en los viajes, el rosario debe ser nuestro acompañante.
Gabriel de la Dolorosa
Santo Religioso Pasionista, 27 de febrero Acólito
Martirologio Romano: En Isola, del Abruzo, en Italia, san Gabriel de la Dolorosa (Francisco) Possenti, acólito, que, renunciando a la vanidad del mundo, todavía adolescente ingresó en la Congregación de la Pasión y en breve tiempo consumó su vida (1862). Fecha de canonización: 13 de mayo de 1920 por el Papa Benedicto XV.
El 1 de marzo de 1838 nació en el pueblecito de Asís (Italia) un niño llamado Francisco que, como el famoso fundador de los franciscanos, llegó a ser santo. Era el undécimo de trece hermanos y quedó huérfano de madre a los cuatro años.
Francisco (que tomó mas tarde como nombre religioso Gabriel de la Dolorosa) tenía un "temperamento suave, jovial, insinuante, decidido y generoso, poseía también un corazón sensible y lleno de afectividad... Era de palabra fácil apropiada, inteligente, amena y llena de una gracia que sorprendía...".
De estatura más bien alta (medía 1,70 metros), tenía "buena voz, era ágil y bien formado".
Con su familia se trasladó a Spoleto donde, como el otro Francisco, era un líder de los jóvenes. Allí fue a la escuela de los hermanos de las Escuelas Cristianas, y al liceo clásico con los jesuitas. Le agradaba mucho el canto, y consiguió premios en poesía latina y en las veladas teatrales. Era un joven dinámico, con una gran pasión por su fe cristiana. En su habitación había colocado una escultura de la Piedad para su veneración íntima .
Cuando iba al teatro Meliso con su padre, muchas veces salía a escondidas para ir a rezar bajo el pórtico de la catedral, que estaba muy cerca; después regresaba antes de que concluyera la función para salir con los demás espectadores. Algunas veces usaba cilicio y se sabe que en una ocasión rechazó las proposiciones deshonestas de un libertino, amenazándole con una navaja.
Interviene la Virgen María
El 22 de agosto de 1856 estaba asistiendo a la procesión de la "Santa Icone", una imagen mariana venerada en Spoleto, cuando la Virgen María le habló al corazón para invitarle con apremio: "Tú no estás llamado a seguir en el mundo. ¿Qué haces, pues, en él? Entra en la vida religiosa" (Fuentes, p. 208). El 10 de septiembre de 1856 entró en el noviciado pasionista de Morrovalle (Macerata) y tomó el nombre religioso de Gabriel. Tenía solo 18 años. Su entrega fue con todo su corazón y en la vida religiosa encontró su felicidad: "La alegría y el gozo que disfruto dentro de estas paredes son indecibles" (Escritos, p. 185). Sus mayores amores eran Jesús Crucificado, la Eucaristía y la Virgen María.
Muerte
En el convento de Isola, cuando los primeros rayos del sol entraban por la ventana de su celda en la mañana del 27 de febrero de 1862, Gabriel, sumido en éxtasis de amor y rodeado por los religiosos que lloraban junto a su lecho, abandonó la tierra y fue al cielo, invitado por la Virgen María.
Treinta años más tarde, El 17 de octubre de 1892, se iniciaron lo trámites para inscribirlo entre los santos ya que la devoción de los fieles y los milagros que realizaba eran muchos. Fue canonizado por Benedicto XV en 1920.
Declarado copatrón de la juventud católica Italiana, 1926. Es el Patrón principal de Abruzo en 1959. Santa Gemma al leer la vida de San Gabriel de la Dolorosa quedó profundamente vinculada espiritualmente con él y este se le apareció en muchas ocasiones para guiarla y consolarla.
Francisco escucha las experiencias de los ex-drogodependientes
El Papa, totalmente recuperado, acude a abrazar a sesenta ex-drogodependientes
Francisco visita un centro de rehabilitación y pide a los internos "no dejarse devorar por la metástasis de la droga"
"El camino de la rehabilitación iniciado es una posibilidad real para comenzar una vida digna"
Jesús Bastante, 27 de febrero de 2016 a las 08:43
Le dijimos que nuestra batalla cotidiana coincide exactamente con lo que él ha dicho muchas veces, que la droga no se vence con la droga, es decir que no es admisible la liberalización de las drogas ligeras
Francisco sorprendió el viernes a un grupo de jóvenes ex drogadictos al visitarlos en su casa de rehabilitación, en la periferia de Roma, convivir con ellos y escuchar sus historias. Les ha invitado a no ser devorados por la "metástasis" de las drogas y les ha hecho comprender que el camino iniciado en la comunidad es una posibilidad real para empezar una vida digna de ser vivida.
En las primeras horas de esta tarde el papa se trasladó en automóvil y sin escolta hasta la comunidad terapéutica San Carlos ubicada en las cercanías del municipio de Castel Gandolfo, a 25 kilómetros al sur de la capital italiana, y que forma parte del Centro Italiano de Solidaridad (CIS).
El pontífice apareció sin aviso en la puerta del instituto, provocando sorpresa y perplejidad en los 60 internos. Saludó a cada uno personalmente y después se sentó con ellos en medio de un gran círculo para escuchar sus historias.
"Francisco hizo sentir su cercanía a cada uno. Los animó a no dejarse devorar por la metástasis de la droga y, abrazándoles, quiso hacerles comprender cuánto el camino de rehabilitación iniciado es una posibilidad real para comenzar de nuevo una vida digna de ser vivida", dijo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del Vaticano.
Roberto Mineo, presidente del CIS, aseguró haberse quedado sin palabras al ver el auto del líder católico ingresar a la estructura y al constatar cómo él parecía sentirse en casa con los drogadictos y con los voluntarios.
"Se entretuvo por largo tiempo con cada uno de ellos como un padre amoroso,escuchando sus historias y abrazándoles. Algunos muchachos le mostraron fotos de sus familias, de sus hijos y el papa tuvo para todos palabras de esperanza y bendición", siguió.
"Le dijimos que nuestra batalla cotidiana coincide exactamente con lo que él ha dicho muchas veces, que la droga no se vence con la droga, es decir que no es admisible la liberalización de las drogas ligeras", agregó Mineo.
El presidente del CIS reveló que algunas semanas atrás había escrito a Jorge Mario Bergoglio contándole del trabajo con los tóxicodependientes, los refugiados y las mujeres víctimas de la violencia, pero jamás imaginó que podía responder con su presencia.
El Vaticano recordó que la visita es parte de la iniciativa "viernes de la misericordia",por la cual Francisco una vez al mes cumple una obra de cercanía, como parte de los actos del Jubileo extraordinario.
Por su parte, Fisichella evocó las palabras del obispo de Roma en su reciente viaje apostólico a México, caracterizado por una "fuerte y clara denuncia del narcotráfico".
Sostuvo que -en ese país- Francisco expresó su preocupación por los jóvenes que, seducidos por la "vacía potencia del mundo", exaltan las quimeras y se revisten de sus macabros símbolos para comercializar la muerte.