«El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea en el Hijo, no verá la vida»

Evangelio según San Mateo 13,47-53. 

Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron. 

Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo". Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.

San Pedro Poveda

San Pedro Poveda Castroverde, presbítero y mártir

En Madrid, en España, san Pedro Poveda Castroverde, presbítero y mártir, que, preocupado por la difusión evangelizadora de los cristianos en el mundo, principalmente en los campos de la educación y la cultura, fundó la Institución Teresiana, y al comienzo de la persecución contra la Iglesia en tiempo de guerra, fue asesinado por quienes odiaban la religión, ofreciendo a Dios un claro testimonio de su fe.

Pedro Poveda Castroverde nació en Linares (Jaén) el 3 de diciembre de 1874. Ya de niño sintió atracción por el sacerdocio. Ingresó en el seminario de Jaén y concluyó los estudios en el de Guadix, diócesis en la que recibió el presbiterado en 1897. Comenzó su ministerio en el Seminario y en la atención pastoral a los que vivían en las cuevas que rodeaban la población, creando una escuela para ellos. Nombrado canónigo de Covadonga se ocupó de la formación cristiana de los peregrinos y comenzó a escribir libros sobre educación y la relación entre la fe y la ciencia.

A partir de 1911, con unas jóvenes colaboradoras, comenzó la fundación de Academias y Centros pedagógicos que darían inicio a la Institución Teresiana. Se trasladó a Jaén para consolidar la misma Institución que recibiría allí la aprobación diocesana y después, estando él ya en Madrid como capellán real, la aprobación pontificia.

Sacerdote prudente y audaz, pacífico y abierto al diálogo, entregó su vida por causa de la fe en la madrugada del 28 de julio de 1936, identificándose, «Soy sacerdote de Cristo», ante quienes le conducirían al martirio.

Fue beatificado el 10 de octubre de 1993, y canonizado el 4 de mayo de 2003, en España. En homilía de la misa de canonización decía SS. Juan Pablo II:

San Pedro Poveda, captando la importancia de la función social de la educación, realizó una importante tarea humanitaria y educativa entre los marginados y carentes de recursos. Fue maestro de oración, pedagogo de la vida cristiana y de las relaciones entre la fe y la ciencia, convencido de que los cristianos debían aportar valores y compromisos sustanciales para la construcción de un mundo más justo y solidario. Culminó su existencia con la corona del martirio.
fuente: Vaticano

Santa Catalina de Siena (1347-1380), terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa 

El Diálogo, cap. 39

«El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea en el Hijo, no verá la vida»

[Santa Catalina oyó que Dios decía:] En el último día del juicio, cuando el Verbo, mi Hijo, revestido de mi majestad, vendrá a juzgar al mundo con su poder divino, no vendrá como pobre y miserable tal como se presentó cuando nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o tal como murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que le dejé sufrir como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así que vendrá en el momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor de su propia persona... 

A los justos les inspirará, al mismo tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno conmigo, y en virtud de la naturaleza humana su rostro es igualmente inmutable porque tiene asumida la gloria de la resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos. 

¿No es lo mismo que ocurre con un ojo enfermo? Cuando brilla el sol no ve más que tinieblas, mientras que el ojo sano ve la luz. No es que la luz tenga algún defecto; no es que el sol cambie. El defecto está en el ojo ciego. Es así como los réprobos verán a mi Hijo: en la tiniebla, el odio y la confusión. Será por culpa de su propia enfermedad y no a causa de la majestad divina con la que mi Hijo aparecerá para juzgar al mundo.

Separarán los peces malos de entre los buenos
Mateo 13, 47-53. Tiempo Ordinario. Que nuestra red se encuentre llena de buenas obras. Eso depende de cada uno.

Oración introductoria
Dios mío, creo en tu poder. Sé que Tú eres el Señor de la historia. Gracias por recordarme que al final sólo contará lo que haya hecho por amor a Ti y a mis hermanos. Ilumina mi oración, te la ofrezco junto con mi vida, toma el control para que sepa pedirte aquello que me conviene.

Petición
Jesús, con frecuencia me olvido de ponerte en el primer lugar, ayúdame a crecer en el amor para que Tú seas siempre el centro de mi vida.

Meditación
Jesús habla del Reino como de un tesoro escondido, y quien lo encuentra se llena de tanta alegría que vende todo lo que tiene y compra el campo para disfrutar de él toda su vida.

Pero si uno quiere encontrar el Reino tiene que buscarlo con decisión y esfuerzo, hasta el punto de “vender todo lo que uno posee”, es decir, dejar de lado todo lo demás para dedicarse a valorar y entender el Reino de Dios, el Reino que nos trae paz, amor, justicia y libertad.

Alcanzarlo es tanto una gracia de Dios como una responsabilidad humana. Contemplando la inefable hermosura del Reino nos damos cuenta de la insignificancia e imperfección de los esfuerzos que hacemos por encontrarlo, esfuerzos que a veces quedan invalidados por el pecado, las malas intenciones, la violencia y la falta de perdón, ataduras que nos mantienen esclavizados. Pero hay que tener confianza, porque lo que parece imposible para el hombre es posible para Dios.

Lo que nos propone el Señor es bien claro: el que descubre el valor absoluto del Reino debe renunciar a todo lo demás para poseerlo. El que descubre el Reino se llena de felicidad, pero a la vez reconoce que se le exige bastante: despojarse de todo lo que lo mantiene anclado en la tierra.

Así, pues, el obedecer la Palabra de Jesús y tener acceso al misterio del Reino de Dios no es sólo una experiencia de privación y paciente tenacidad, como lo sugerían las parábolas del sembrador y la cizaña; es también una experiencia de fe y amor, de una alegría tan completa y profunda que lo demás pierde valor y atractivo, sobre todo aquello que es importante para el mundo.

San Pablo dice que Cristo habita en nuestros corazones por medio de la fe (v. Efesios 3, 17) y que en Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento (v. Colosenses 2, 3), y así caemos en cuenta que todos esos tesoros están también depositados en el corazón del creyente. Así, pues, busquemos el tesoro del Reino, no en las turbias y contaminadas corrientes del mundo, sino en la diáfana presencia de Cristo, que habita en el corazón de sus fieles por medio del Espíritu Santo.

“Amado Señor, perdóname por la infidelidad de poner más oído a los razonamientos del mundo que a tu Palabra. Ayúdame a buscar tu luz en mi propio corazón y mi conciencia.”

(Meditación tomada de  http://la-palabra.com)

Reflexión
Ni es bueno ser un rancio anquilosado en lo antiguo, ni ser una veleta que se deja llevar por la última moda. Como el dueño de la casa, de quien Cristo nos habla, debemos sacar de las arcas lo nuevo y lo viejo. Para ello se requiere la virtud humana y cristiana del discernimiento. Es decir, la persona sabia es la que, de lo antiguo, sabe quedarse con lo bueno y, de lo actual, escoge nada más aquello que es bueno.

Dos pasos se deben dar. Si es antiguo o si es nuevo no es el criterio de elección, sino el distinguir lo bueno de lo malo, como el pescador que distingue el buen pescado de aquel que no reúne las cualidades para ser vendido.

Pero no es suficiente hacer la distinción. Una vez que se sabe qué es lo bueno debemos optar por ello desechando lo malo. Como el pescador que habiendo diferenciado los peces, separa los malos de los buenos para que estos no queden contagiados por aquellos.

Por otro lado, nuestra mayor garantía es saber que Jesucristo es un pescador experimentado. Y por ello, cuando nos presentemos ante Él, sabrá valorar nuestras buenas obras e invitarnos a su Reino. Pero también puede ocurrir lo contrario... Eso depende de cada uno.

Propósito
Hacer diariamente un examen de conciencia para pedir perdón por las injusticias cometidas, y la gracia de no volver a caer.

Diálogo con Cristo
Padre, Tú nunca te equivocas y permites que todo lo que suceda en mi entorno sea ocasión para crecer en amor. Nada es casualidad, todo tiene un propósito, por ello necesito estar alerta, para saber discernir el porqué y, sobre todo, el para qué de lo que sucede. Gracias por recordarme en esta oración que debo permanecer siempre en esa actitud de vigilancia, porque no quiero fallar en el amor.

Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor
No soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi. Te acercas a mí porque sabes de mi sufri.

imiento, de mi dolor.

Llegué ayer del Hospital a mi casa. Hoy es jueves Señor, y voy a estrenar mi silla de ruedas. Voy a ocupar un lugar del cual ya no me moveré.

Hoy es jueves y muchas personas al comenzar el día se habrán levantado de su cama, habrán puesto los pies en el suelo y comenzado a hacer una y mil actividades distintas...seguro que no se han detenido a gustar de ese milagro: ¡poder caminar!. A mí me han tenido que traer a esta Capilla para contarte mis "cosas".

Hoy es jueves Señor, y recuerdo que también era jueves el día en que por primera vez fui a tu encuentro en mi Primera Comunión, después.... ¡cuánto brinco, cuántos juegos, cuántas carreras, cuántos bailes...!. Y años después, la "palomilla" escogió un día jueves para ir por primera vez un rato a la "disco" de moda...

Hoy es jueves también pero estoy atado a mi silla de ruedas. Voy a estar en ella para siempre. Y hoy, mientras te miro me he puesto a pensar en Ti, Señor, y he sentido que como aquel día de mi Primera Comunión, no soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi. Te acercas a mí porque sabes de mi sufrimiento, de mi dolor. Y yo te voy a hacer una pregunta, no ¿por qué, por qué a mi?. Eso solo lo sabes Tu. Te voy a preguntar, ¿para qué, para qué me tienes prisionero sin que mis pies vuelvan a pisar el campo, las playas... a correr, a caminar?. Y al hacerte esa pregunta queda inherente a ella mi entrega, mi aceptación, porque en mi se está haciendo Tu voluntad.

Y sigue la pregunta, ¿para qué este cambio radical en mi vida?.

Tu Jesús, me lo vas a decir. Soy todo oídos, mi alma está alerta, mi corazón preparado. Tu me vas a decir qué quieres de mí en esta nueva forma de vida.

Dicen que hay pocos misioneros, que allá en las tierras donde están hace mucho calor, que se enferman, que sufren... que hasta los matan. Yo puedo ser misionero como lo fue la Santa de Lisieux, la pequeña Teresita sin salir del Convento, porque puedo ofrecer mi inmovilidad por el sufrimiento de unos pies hinchados, cansados de caminar por brechas y caminos lodosos para llevar la Palabra del Señor al corazón de los hombres y mujeres que no lo conocen.

Señor, tu estás junto a mí y ya me estás hablando... porque antes nunca pensé en estas cosas. Mi vida era alocada, vacía estéril... Ahora soy tierra fértil para la semilla de Tu palabra. La llama del dolor quemó en mi corazón toda la mala hierba y ahora lo siento acrisolado y limpio. Soy hombre nuevo.

Hoy es jueves, Señor, y voy a tender las alas de mi espíritu para adorarte aquí, para acompañarte en todos los Sagrarios del mundo, para hacerte compañía en Tu soledad, en Tu eterna espera, en Tu absoluta entrega. También te veo en la Cruz, inmóvil, clavado, así... como estoy yo. Y sin embargo tus manos y tus pies clavados nos vinieron a dar la libertad sobre la esclavitud del pecado. Nos dieron el triunfo sobre la muerte y nos hicieron hombres y mujeres nuevos.

Háblame, Señor, dime que quieres de mi... Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor y Tu a cambio dame conformidad para mi nueva vida y déjame Tu Paz como el mejor de los regalos.

El Papa: “Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto”

En la homilía de la misa celebrada en el santuario mariano de Częstochowa, Francisco recuerda que María es una Madre que “toma en serio los problemas e interviene”

El Papa En Czestochowa, Polonia - CTV

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Santo Padre ha visitado el santuario mariano más importante de Polonia, en su segunda jornada en este país. Allí, ha celebrado la eucaristía con ocasión del 1050º aniversario del Bautismo de esta nación. El Papa ha dejado esta mañana el arzobispado de Cracovia para dirigirse a Częstochowa. Pero de camino al aeropuerto, ha hecho una visita fuera del programa. Se ha dirigido a un hospital local, para saludar al arzobispo emérito de Cracovia, el cardenal Francisek Macharski, gravemente enfermo. A continuación ha realizado otra parada, sí prevista, en el convento de las hermanas de la Presentación de la Beata Virgen María, donde ha rezado en silencio con las religiosas y algunos estudiantes de la escuela que dirigen.   

Tras 45 minutos de viaje en helicóptero, el Pontífice ha aterrizado en Częstochowa, importante centro económico y cultural del país. Aunque su fama se debe principalmente al Santuario de la Virgen de Jasna Gora, lugar de peregrinación conocido en todo el mundo. Se calcula que unos 4 millones de peregrinos visitan cada año este lugar.

El Santo Padre ha llegado, en torno a las 9.30 hora local, en el papamóvil para saludar a los fieles allí reunidos, que le esperaban para la celebración eucarística. Antes, ha entrado en la monasterio y ha rezado en la capilla de la “Virgen Negra” junto con unos 300 padres del Instituto Religioso de la Orden de San Pablo Primer Ermitaño.

A continuación ha dado comienzo la misa, con ocasión del 1050º aniversario del Bautismo de Polonia, concelebrada por los obispos de Polonia y miles de sacerdotes polacos y de otras nacionalidades. Nada más comenzar, cuando el Santo Padre estaba incensando el altar, ha tropezado y se ha caído al suelo, pero se ha levantado rápidamente y todo ha proseguido con normalidad.

Durante la homilía, el Papa ha explicado que las lecturas del día “muestran un hilo divino, que pasa por la historia humana y teje la historia de la salvación”. Así, ha asegurado que Dios nos salva haciéndose pequeño, cercano y concreto.

El Santo Padre ha observado que sorprende cómo se realiza la venida de Dios en la historia: “ningún ingreso triunfal, ninguna manifestación grandiosa”. Del mismo modo, el Reino de Dios, ahora como entonces, viene “en la pequeñez, en la humildad”.

A propósito del primer milagro realizado por Jesús, el Pontífice ha subrayado que el agua trasformada en vino en la fiesta de la boda es un gran signo, “porque nos revela el rostro esponsalicio de Dios, de un Dios que se sienta a la mesa con nosotros, que sueña y establece comunión con nosotros”.

Nos dice –ha proseguido– que el Señor no mantiene las distancias, sino que es cercano y concreto, que está en medio de nosotros y cuida de nosotros, sin decidir por nosotros y sin ocuparse de cuestiones de poder.

Al respecto ha advertido que ser atraídos por el poder, por la grandeza y por la visibilidad “es algo trágicamente humano, y es una gran tentación que busca infiltrarse por doquier”.

Dios nos salva –ha insistido– haciéndose pequeño, cercano y concreto. Así, ha precisado que Dios “prefiere a los pequeños” que son grandes ante sus ojos, y a ellos dirige su mirada. Y ha aseverado que “los pequeños hablan su mismo idioma: el amor humilde que hace libres”. En este punto a invitado a pensar los mártires de esta nación “que han hecho resplandecer la fuerza inerme del Evangelio”, “en las personas sencillas y también extraordinarias que han sabido dar testimonio del amor del Señor en medio de grandes pruebas”, “en los anunciadores mansos y fuertes de la misericordia, como san Juan Pablo II y santa Faustina”.  

Dios es cercano y su Reino está cerca, ha recordado. En esta línea ha explicado que el Señor “no quiere quedarse en un trono en el cielo o en los libros de historia”, sino que quiere “sumirse en nuestros avatares de cada día para caminar con nosotros”.

Por último, el Papa ha subrayado que “Dios es concreto”. El eterno –ha observado– se comunica pasando el tiempo con personas y en situaciones concretas.  Por eso el Santo Padre ha insistido a los presentes en que también su historia, impregnada de Evangelio, cruz y fidelidad a la Iglesia, “ha visto el contagio positivo de una fe genuina, trasmitida de familia en familia, de padre a hijo, y sobre todo de las madres y de las abuelas, a quienes hay mucho que agradecer”.

Y como no podía ser de otra manera, en este santuario mariano, las últimas palabras de la homilía del Pontífice han ido dirigidas a la Virgen. Es ella “ese espacio, preservado del mal, en el cual Dios se ha reflejado”, “la escala que Dios ha recorrido para bajar hasta nosotros y hacerse cercano y concreto”, “el signo más claro de la plenitud de los tiempos”. Que la Madre, firme al pie de la cruz y perseverante en la oración con los discípulos en espera del Espíritu Santo, “infunda el deseo de ir más allá de los errores y las heridas del pasado, y de crear comunión con todos, sin ceder jamás a la tentación de aislarse e imponerse”, ha deseado el Pontífice. Y así, ha recordado que la Virgen demostró en Caná mucha concreción. “Es una Madre que toma en serio los problemas e interviene, que sabe detectar los momentos difíciles y solventarlos con discreción, eficacia y determinación”, ha asegurado.  

Caída del Papa en Polonia

Después de incensar el altar, al subir los escalones
El tropezón del Papa durante la misa en Czestochowa
Fue ayudado a levantarse y continuó sin problemas

Redacción, 28 de julio de 2016 a las 12:09

El pontífice argentino celebró una misa en este santuario de la llamada Virgen Negra, la más venerada por los católicos polacos y por Juan Pablo II, en la que se recordó los 1.050 años de la conversión al cristianismo de la nación polaca

El papa Francisco ha sufrido una aparatosa caída durante la misa que ha celebrado este jueves en el santuario de la Virgen de Jasna Gora, en Czestochowa (Polonia), ante 300.000 personas. El pontífice cayó al tropezar al subir los escalones hacia el altar, fue ayudado a levantarse y continuó sin problemas. Francisco encabezó la ceremonia de este jueves en el santuario de la Virgen de Jasna Gora, en Czestochowa, Polonia, ante 300.000 personas.

El pontífice argentino celebró una misa en este santuario de la llamada Virgen Negra, la más venerada por los católicos polacos y por Juan Pablo II, en la que se recordó los 1.050 años de la conversión al cristianismo de la nación polaca. Antes de la celebración, Francisco visitó el santuario y se recogió en oración durante algunos minutos ante el icono bizantino que representa a la Virgen Negra.

LES DESEO UNAS FELICES FIESTAS PATRIAS POR LOS CAMINOS DE PAX Y LA SEGURIDAD DE CADA  CIUDADANO. ORAMOS POR EL NUEVO GOBIERNO DEL PERU, PARA QUE PUEDA LOGRAR CAMINOS DE PROSPERIDAD Y BIEN. DIOS Y PATRIA POR LOS DESTINOS QUE EL PADRE DE LA GLORIA NOS CONCEDA POR JESUCRISTO Y EL ESPIRITU SANTO.

DESDE PAX CON EL AMOR Y GRATITUD DE CORAZON UNIDOS POR LA ORACION Y BUENOS DESEOS A TODOS.

 CON AMOR       P. Roberto

PAXTV.ORG