Los apóstoles, testigos del Cristo resucitado

Judas Tadeo y Simón Santos

Fiesta Litúrgica, 28 de octubre

Apóstoles

Martirologio Romano: Fiesta de san Simón y san Judas, apóstoles, el primero llamado Cananeo o Zelotas, y el segundo, hijo de Santiago o también Tadeo, el cual, en la última Cena preguntó al Señor acerca de su manifestación, recibiendo esta respuesta: «El que me ame, observará mi palabra, y el Padre mío le amará, y vendremos a él y haremos nuestra mansión en él».

Etimológicamente: Judas = honrado, alabanza a Dios, es de origen hebreo.
Etimológicamente: Simón = Dios le oye, es de origen hebreo

Breve Semblana

Hoy se celebra en toda la Iglesia universal la fiesta de estos dos apóstoles del Evangelio.

Simón pertenecía al grupo formado en Israel. Se llamaban los “zelotes”. Su fin era trabajar duramente contra la invasión romana en su país. Sin embargo, la escucha de la palabra de Cristo fue para él el descubrimiento a la universalidad del amor de Dios.

Judas se ha convertido en un de los santos más populares por los favores que concede a la gente en lo concerniente a la búsqueda de trabajo.
Esta devoción la vivió ya en su vida la santa Brígida. Se puede leer en su libro “Las revelaciones” el profundo respeto y devoción por este apóstol del siglo I de nuestra era.

¿Por qué razón celebran la fiesta el mismo día?

La cosa es muy sencilla. Cuenta la tradición que los dos iban siempre juntos en su rico y fecundo apostolado. El Señor lo llamó para completar el número de los doce apóstoles, encargados de ser los continuadores de la obra de Jesús en el mundo.

Se le llama Tadeo para distinguirlo del otro Judas Iscariote que traicionó, vendió al Señor por treinta monedas de plata y después se ahorcó.

San Judas escribió poco. Tan sólo una Carta suya se encuentra en la Biblia. La finalidad de su escrito era una crítica severa contra los gnósticos, una herejía que separa lo físico de lo espiritual. Lo físico o corporal es malo, y el espiritual es el bueno. Y los dos provienen mediante emanaciones del mismo Dios.

Su Carta termina con estas palabras:" Sea gloria eterna a nuestro Señor Jesucristo, que es capaz de conservarnos libres de pecados, y sin mancha en el alma y con gran alegría".

Los dos murieron martirizados de forma cruel.

Oración a San Judas Tadeo

Apóstol gloriosísimo de Nuestro Señor Jesucristo,
aclamado por los fieles
con el dulce título de ABOGADO DE LOS CASOS DESESPERADOS,
hazme sentir tu poderosa intercesión
aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro.
Por el estrecho parentesco
que te hace primo hermano de Nuestro Señor Jesucristo,
por la privaciones y fatigas que por El sufriste,
por el heroico martirio que aceptaste gustoso por su amor,
por la promesa que el divino Salvador hizo a Santa Brígida
de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión,
obtenme del Dios de las misericordias
y de su Madre Santísima
la gracia que con ilimitada confianza te pido a Ti,
Padre mío bondadosímo,
seguro que me la obtendrás
siempre que convenga a la gloria de Dios
y bien de mi alma. Así sea.
Glorioso Apóstol San Judas Tadeo, ruega por nosotros. (Repetir 3 veces)
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Para ser apóstoles

Santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19. Lunes XXX del Tiempo Ordinario

Por: H. Jorge Alberto Leaños García, LC | Fuente: www.somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Cristo Señor, ahora que estoy contigo quiero pasar algunos momentos escuchándote y alimentando en mí el deseo de seguir amándote. Para esto te pido la gracia de saber estar a tu lado.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

No hemos elegido a Cristo, sino que Él nos ha elegido y nos ha dado las fuerzas para poder optar por Él. Nos ha llamado a ser discípulos y apóstoles que se esfuerzan por imitar lo que ven. Es una invitación a seguir los pasos del Maestro e intentar transmitir lo que aprendemos de Él. Es así como Cristo nos proyecta un camino.

Hay momentos en que le vemos, le oímos, aprendemos de Él. Nos muestra la sabiduría que puede iluminar toda confusión e inseguridad. Escuchamos las respuestas que pueden sanar las preguntas que surgen en el mundo. Hay momento en que aprendemos del Maestro lo que significa ser su discípulo y apóstol.

Pero, también llega la oportunidad en que, después de haber caminado a su lado, nos muestra la forma en la cual se transmite su mensaje a una multitud, en medio de personas que muestran curiosidad e interés en saber «quién es este hombre».

Al final, nosotros podremos estar en frente de una multitud de personas, creyente o no creyentes, heridos o rencorosos, humildes o soberbios. Si logramos mantener en nuestra memoria la experiencia de un Cristo que nos ha hablado, nos ha elegido y nos ha formado, si recordamos constantemente esos momentos que pasamos juntos, surgirá en nuestro interior un apasionado deseo de llevar su mensaje. Si supimos estar con Cristo, Él sabrá permanecer en nuestro corazón. Sobre todo, cuando queramos transmitirle.

«En esta perspectiva, es oportuno que cada uno se plantee una pregunta: ¿Cómo siento yo la elección: me siento cristiano por casualidad? ¿Cómo vivo yo la promesa, una promesa de salvación en mi camino? ¿Y cómo soy fiel a la alianza, cómo Él es fiel? Porque, Él es fiel y por esta razón los dones y la llamada son irrevocables: Él no puede renegarse a sí mismo, Él es la fidelidad misma. Por tanto, teniendo en cuenta esa verdad, conviene plantearse uno mismo: ¿Me siento elegido por Dios? ¿Siento la caricia de Dios en mi corazón? ¿Siento que Dios me ama? ¿Y me cuida? ¿Y cuando me alejo, Él va a buscarme? Puede ser de ayuda pensar en la parábola de la oveja perdida, por ejemplo: el Señor que va y las promesas que ha hecho y las alianzas».

(Homilía de S.S. Francisco, 6 de noviembre de 2017, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy compartiré una experiencia que he tenido con Cristo Jesús.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cómo enseñar a rezar a los hijos

Los niños aprenden a orar rezando con su padres, el niño ora como ve orar.

Hoy, en muchas de nuestras familias, ya no se reza. Y empiezan las justificaciones: nos da pena proponer a la familia; la oración parece algo forzado, artificial, no nos sale dentro; los hijos son demasiado pequeños o demasiado crecidos... Sin embargo, la oración en familia es hoy posible. El primer paso lo tiene quedar la pareja aprendiendo a orar ellos juntos. Una oración en pareja, sencilla, normal, sin demasiadas complicaciones, hace bien a la pareja creyente y es la base para asegurar la oración en los hijos.

Provocar el ambiente apropiado

La oración en familia pide un cierto clima. Algunas familias llegan a reservar en la casa un lugar o "rincón de oración" especialmente destinado para orar, como expresión de que se le deja a Dios un sitio en la casa. Es un rincón preparado con alguna Biblia, un cirio, alguna planta, que se puede adornar de manera apropiado en algunos tiempos litúrgicos.

También se puede cuidar más lo que entra en el hogar (cierto tipo de revistas, videos, libros, cassettes, programas de TV). No es difícil hoy suscribirse alguna revista cristiana, comprar libros sanos y educativos para los hijos, Evangelios y Biblia para los niños, cassettes con grabaciones para orar, grabación del Rosario.

Se puede también introducir algún símbolo, imagen o signo religioso de buen gusto. Los lugares más apropiados son, sin duda, la sala de estar donde la familia se reúne para descansar, hablar o ver la tele, y las habitaciones de los hijos donde, entre otros pósters y objetos variados, pueden haber algunos te tipo religioso, algún recuerdo de la primera comunión o de la confirmación, los Evangelios, alguna imagen de Jesús.

Saber enseñarles

Antes que nada, es necesario que el niño vea rezar sus padres. Si ve a sus padres rezar sin prisas, quedarse en silencio, cerrar los ojos, ponerse de rodillas, desgranar las cuentas del Rosario, poner el Evangelio en el centro de la mesa después de haberlo leído despacio, el niño que capta y críticamente la importancia de estos momentos, percibe la presencia de Dios en el hogar como algo bueno, aprende un lenguaje religioso, palabras y signo que quieran grabados en su experiencia, aprende unas actitudes y se va despertando en el la sensibilidad religiosa.

Nada puede sustituir a esta experiencia. Pero, además, es necesario orar con los hijos. Los niños aprenden a orar rezando con su padres. Hay que hacerlo participar en la oración, que aprendan hacer los gestos, a repetir algunas fórmulas sencillas, algún canto, a estar en silencio hablando Dios. El niño ora como ve orar. Llegará un momento en el que el mismo podrá bendecir la mesa, iniciar una oración o leer el Evangelio con la mayor naturalidad. La oración queda grabada en su experiencia como algo bueno, que pertenece a la vida de la familia, como el reunirse, el hablar, el reír, el discutir o el divertirse.

Clausura del Sínodo. El Papa: en la conciencia ecológica se nos juega el futuro

El Papa Francisco cerró los trabajos en el Aula del Sínodo en la tarde de este 26 de octubre.

Un repaso por los puntos abordados en el documento conclusivo del Sínodo realizó el Papa Francisco en la conclusión de los trabajos durante la 16ª Congregación General, la última antes de que oyera el rezo del Te Deum sellando las semanas de reflexión y discernimiento de los padres sinodales y de los auditores en el Aula: el Sumo Pontífice agradeció ante todo a los participantes en el Sínodo, que  “han dado testimonio de trabajo, de escucha, de búsqueda” en un espíritu sinodal que aún se está aprendiendo – dijo– a “fijar”.

“El Sínodo para la Amazonía podemos decir que tiene cuatro dimensiones: la dimensión pastoral, la dimensión cultural, la dimensión social y la dimensión ecológica” había dicho Francisco dando inicio a los trabajos en el Aula del Sínodo el pasado 7 de octubre. Hoy, en la conclusión, sobre las mismas cuatro dimensiones posó su reflexión sobre el documento sinodal, presentado y votado en Aula.

La inculturación está dentro de la tradición de la Iglesia
En la dimensión cultural, se habló de la inculturación “de valoración de la cultura” dijo el Papa, “con una fuerza muy grande”: “quedo contento con lo que se ha dicho al respecto, que está dentro de la tradición de la Iglesia”.

En la conciencia de la dimensión ecológica se nos juega el futuro
Recordando que el Patriarca Bartolomé fue uno de los pioneros en generar conciencia de la dimensión ecológica, y recordando su trayecto, el Pontífice subrayó que “esta conciencia ecológica” “hoy nos denuncia un camino de explotación compulsiva, de destrucción” del cual la Amazonía “es un símbolo”. En esta dimensión, afirmó, “se nos juega el futuro”.

La trata “escucha”
Junto a la dimensión ecológica está la dimensión social, prosiguió, “que ya no es sólo lo que se explota salvajemente, lo creado, la creación”, sino “las personas”:

“En Amazonia aparece todo tipo de injusticias, destrucciones de personas, explotación de personas a todo nivel, y destrucción de la identidad cultural”, dijo, y recordó un cartel visto durante su visita a Puerto Maldonado, que advertía sobre la trata de personas: “La trata escucha, ¿no? La trata al más alto nivel de corrupción, pero de personas a todo nivel”.

El Evangelio debe ser asimilado y comprendido
Es urgente que sea anunciado y asimilado el anuncio del Evangelio, exhortó Francisco, subrayando sin embargo que el mismo debe ser “asimilado y comprendido por esas culturas”. De ahí la necesidad de “fortalecer” el trabajo que realizan los laicos, sacerdotes y diáconos permanentes, religiosos y religiosas.

Injusticia social que no se permita a aborígenes el camino seminarístico
“Se habló de nuevos ministerios, inspirados en la Ministeria quaedam de Pablo VI, de creatividad en esto" dijo el Papa pidiendo "creatividad en los nuevos ministerios", ver "hasta dónde se puede llegar”. Francisco agradeció también “la valentía del card. O’Malley” al hablar de los seminarios indígenas:

 “Es una verdadera injusticia social, que no se le permite de hecho a los aborígenes el camino seminarístico y el camino del sacerdocio”.

La comisión de estudio sobre el diaconado femenino: tal vez nuevos miembros
Desglosando algunos de los puntos de documento, el Papa Francisco también asumió el pedido de volver a convocar a la comisión para estudiar el diaconado femenino en la Iglesia, indicando la posibilidad de volver a abrirlo “quizá con nuevos miembros”, y señaló su empeño en rehacer esto “con la Congregación para la Doctrina de la Fe”.

La Iglesia siempre debe ir reformándose
Porque “la tradición es la salvaguarda del futuro y no la custodia de las cenizas” el Pontífice aseguró que la Iglesia “siempre tiene que ir reformándose”, y abordó algunas cuestiones al respecto, como el tema de la formación sacerdotal, sobre el cual recordó haber oído que se nota en algunos países “cierta falta de celo apostólico en el clero de la zona no amazónica respecto a la zona amazónica”. “Los jóvenes religiosos tienen una vocación muy grande – dijo – y hay que formarlos en el celo apostólico para ir a las fronteras”.

Candidatos al sacerdocio y nuncios, al menos un año en tierra de fronteras
De ahí que sugiriera que en el plan de formación de los religiosos existiera “una experiencia de un año o más en regiones limítrofes” “al servicio de un obispo en un lugar de misión”. Misma sugerencia para el servicio diplomático de la Santa Sede, presentada por escrito al Papa y sugerida por él mismo en su discurso de clausura. Además, entre las reformas, se refirió a la “redistribución del clero en el mismo país”: sucede que hay muchos sacerdotes en los países del primer mundo, y “no hay para mandar a la zona amazónica”: “Los fidei donum interesados”, lamentó. “Te viene uno que vos lo mandaste a estudiar y se enamoró del lugar y quedó en el lugar y con todo lo que ofrece el primer mundo y no te quiere volver a la diócesis. Y claro, uno por salvar la vocación, cede”. Pero en ese punto – advirtió Francisco - : tener mucho cuidado y no favorecer”. “Seamos valientes en hacer esas reformas de redifusión del clero en el mismo país”.

El papel de la mujer en la Iglesia “va mucho más allá”
Según Francisco lo que se dice en el documento sobre la pastoral de la mujer “queda corto”, pues, “todavía” no se ha “caído en la cuenta” de lo que significa la mujer en la Iglesia: “nos quedamos solamente en la parte funcional”, observó, “pero el papel de la mujer en la Iglesia va mucho más allá de la funcionalidad. Y eso es lo que hay que seguir trabajando. Mucho más allá”.

Organismos eclesiales regionales: abrir espacios
Sobre el tema de la creación de un organismo eclesial de servicio en la región amazónica, el Papa alentó a “progresar”: una de sus sugerencias fe “que la Repam tenga más consistencia” o “hacer conferencias epsicopales sectoriales”, como de hecho ya hay en otros lugares. En definitiva, alentó a ir “abriendo” a otras realidades.

Otros ritos: la Santa Madre Iglesia nos guía, no tener miedo
Acerca del propuesto “rito amazónico” el Pontífice señaló que es competencia de la Congregación para el Culto Divino, a quienes animó a ir “siempre más allá”. Recordó además que de las 23 iglesias con rito propio que se mencionaron en el documento, “al menos 18 sino 19 son iglesias sui iuris y empezaron de chiquito”, “armando tradiciones”: no tenerle miedo – dijo – a las organizaciones que custodian una vida especial”. Siempre con la ayuda de la Santa Madre Iglesia, madre de todos, que nos va guiando en este camino para no separarnos. No le tengan miedo. Y siguiendo con la organización de la curia romana afirmó que según él – de acuerdo con el documento  - "hay que abrir una sección amazónica" dentro del Dicasterio para la Promoción Humana Integral.

A los medios de comunicación: nadie ha perdido, todos hemos ganado
Manifestando su gratitud a todos los que trabajaron fuera del sínodo, se dirigió en particular a los medios de comunicación, a quienes les pidió el favor de – en la difusión del documento final – se detengan en “los diagnósticos”: Diagnóstico cultural, diagnostico social, el diagnóstico pastoral y el diagnóstico ecológico.

No se encierren en cuestiones intraeclesiásticas: difundan los diagnósticos
Esto porque,  dijo el Papa “la sociedad tiene que hacerse cargo de esto”. No quedarse en las pequeñas “cuestiones disciplinares”, pidió, sino transmitir el documento de modo que “la sociedad se haga cargo del diagnóstico que nosotros hemos realizado”. “No se encierren”, insistió, “en cuestiones intraeclesiásticas”, yendo “a la cosita” y olvidándose de la “cosa”. A propósito de esto, el Romano Pontífice tradujo para los presentes una frase del filósofo Charles Péguy:

“Porque no tienen el coraje de estar con el mundo, ellos se creen de estar con Dios. Porque no tienen el coraje de comprometerse en las opciones de vida del hombre, se creen de luchar por Dios. Porque no aman a ninguno, se creen de amar a Dios”.

A mí me iluminó mucho, no caer prisioneros de estos grupos selectivos que del sínodo van a querer ver qué se decidió sobre este punto intraeclesiástico o sobre este otro, y van a negar el cuerpo del sínodo que son los diagnósticos que hemos hecho en las cuatro dimensiones.

“Gracias de corazón, perdónenme la petulancia y recen por mí, por favor. Gracias”, concluyó.

¿Quienes son los santos?

Santos son los que han hecho de su vida una epifanía de los valores trascendentales

La solemnidad de Todos los Santos comenzó a celebrarse en torno al año 800. Es celebración que resume y concentra en un día todo el santoral del año, pero que principalmente recuerda a los santos anónimos sin hornacina ni imagen reconocible en los retablos. Son innumerables los testigos fieles del Evangelio, los seguidores de las Bienaventuranzas. Hoy celebramos a los que han sabido hacerse pobres en el espíritu, a los sufridos, a los pacíficos, a los defensores de la justicia, a los perseguidos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón.

¿Quienes son los santos? Son esa multitud innumerable de hombres y mujeres, de toda raza, edad y condición, que se desvivieron por los demás, que vencieron el egoísmo, que perdonaron siempre. Santos son los que han hecho de su vida una epifanía de los valores trascendentes; por eso quienes buscan a Dios lo encuentran con facilidad humanizado en los santos.

Me parece que es Bernanos el que ha escrito lo siguiente: "He perdido la infancia y no la puedo reconquistar sino por medio de la santidad". ¿Qué es, pues, la santidad? La santidad es la totalidad del espíritu de las Bienaventuranzas, que se leen en el evangelio de la Misa. La totalidad es pobreza, mansedumbre, justicia, pureza, paz, misericordia. Es apertura y donación que tienen como símbolo la confianza de un niño.

Santidad es tener conciencia efectiva de ser hijo de Dios. Este sentido de filiación debe ser acrecentado a través de la purificación interior y así alcanzar la meta plena de nuestra conformación con Dios. Santidad es pluralidad. Cada uno debe seguir a Cristo desde su propia circunstancia y talante; desde su nación, raza y lengua, en los días felices y cuando la tribulación arranca lágrimas del corazón; en la soledad del claustro o en el vértigo de la ciudad; en la buena y en la mala salud.

Alcanzar la santidad es descubrir el espíritu de alabanza y paz que debe animar toda la existencia. Buscar lo bueno siempre. Defender la teología de la bendición en medio de tantas maldiciones.

La santidad es una aventura, un riesgo que vale la pena correr. La transformación del mundo la han hecho fundamentalmente los santos con su testimonio de vida coherente que desbarata las rivalidades y crea la nueva fraternidad. "En el camino hacia Cristo todos somos condiscípulos, compañeros del viaje a la santidad" (Mons. Ott, Roma).

El Simbolismo de San Judas Tadeo

Los símbolos asociados con San Judas se pueden categorizar en cinco grupos generales: la Imagen de Edessa, la Lengua de Fuego, referencias al martirio, a su trabajo y al Evangelio

Las imagenes y pinturas de San Judas y de la mayoría de otros santos, se muestran sosteniendo un objeto o un instrumento cuyo propósito es informar quien es el Santo y lo que él o ella hizo para ganar su lugar en el cielo. Estos objetos identifican a los Santos con sus fieles, quienes le rezan a ellos para obtener una respuesta a sus peticiones o a las intenciones de la Novena.

De esta manera se pueden identificar casi todos los Apóstoles y los Santos. Naturalmente, los Santos más conocidos son más fáciles de identificar: San Pedro con las llaves del Reino; San Sebastián con las flechas; Santa Lucia con los ojos en un plato; el gigante San Cristóbal con el niño Jesús en su hombro. Sin embargo, cuando se trata de nuestro santo patrón, San Judas, las imágenes son más complicadas. Generalmente se muestra con los atributos que se le relacionan con su vida y muerte, así como algunos objetos que se le han agregado durante los primeros siglos del cristianismo, debido a la leyenda de San Judas y el Manto de Edesa y el símbolo del descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles en Pentecostés.

El Simbolismo de San Judas:

Los símbolos asociados con San Judas se pueden categorizar en cinco grupos generales:

1.La Imagen de Edessa (imagen, manto, medalla, mandylion)
2. La Lengua de Fuego
3. El Instrumento del Martirio
4. Símbolos haciendo Referencia al Trabajo de San Judas
5. Símbolos haciendo Referencia al Envangelio

1. La Imagen de Edessa (imagen, manto, medalla, mandylion):

La imagen de San Judas de nuestro Santuario, al igual que muchas representaciones de San Judas, lo muestran sosteniendo una imagen de Jesus en su pecho (El Santo Mandylion). Esta es una impresion del rostro de Jesus. Según los escritos de Eusebio (el padre historiador de la Iglesia) del siglo III, durante el reinado de Abgar, rey de Edesa (Turquía moderna en la actualidad, cerca de Siria), la noticia de las sanaciones de Jesús se extendió hacia el norte.

El rey estaba afligido con una enfermedad grave (algunos dicen que era lepra), y envió a un mensajero rogando a Jesús que viniera a curarlo. Nuestro Señor le brindó esperanza al rey al mandarle a decir que enviaría a alguien para ayudar al rey en su sufrimiento. Fue San Judas quien trajo un paño con el rostro de Jesús al rey y lo curó. El rey escuchó la elocuente presentación del Evangelio por San Judas, y el rey y muchos de sus súbditos fueron convertidos. Después de establecer la Iglesia en Edesa, San Judas viajó por Armenia y partes del Cercano Oriente predicando el Evangelio. Finalmente, fue martirizado por la fe. Los hechos de esta tradición sugieren que el Mandylion de San Judas, junto con el Sudario de Turín contienen las primeras representaciones conocidas de Jesús.

2. La Lengua de Fuego:

San Judas a menudo es representado con una lengua de fuego sobre su cabeza. Esta llama representa la llegada y el recibimiento del Espíritu Santo en Pentecostés, y lo indica como uno de los doce apóstoles en el aposento alto.

3. El Instrumento del Martirio:

Desde tan temprano como el Siglo V, en una pintura en el portal de San Pablo, en Roma, San Judas ha sido representado empuñando un palo o alabarda (similar a un hacha). Según la tradición se dice que fue golpeado o mutilado a muerte en Persia, y se cree que la alabarda es la señal de ese evento.

4. Símbolos haciendo Referencia al Trabajo de San Judas:

Parece que a San Judas le ha sido dado el privilegio de poder ayudar a quienes más lo necesitan. Según la tradición, después de haber sufrido el martirio, los peregrinos llegaban a su tumba para orar y muchos de ellos experimentaron las intercesiones poderosas de San Judas; por eso el título de 'El Santo de los casos Difíciles y Desesperados'. Santa Brígida de Suecia y San Bernardo tuvieron visiones de Dios pidiendo a cada uno aceptar a San Judas como 'el Santo Patrón de lo Imposible'. La Orden de Predicadores (los Dominicos) comenzó a trabajar en donde hoy se llama Armenia, poco después de la fundación de la orden en 1216. Había allí en esa área y en aquel momento, una considerable devoción a San Judas de parte de católicos y ortodoxos del área. [Wikipedia].

Los símbolos de un ancla, remo, barco, nave, bichero y regla de carpintero, parecen ser referencias a viajes hechos en el nombre de Cristo, esparciendo esperanza, y tal vez debido a la profesión de San Judas de reparador de barcos y pescador. También es posible que la regla del carpintero sea una referencia a San Judas por ser un pariente de los carpinteros San José y Jesucristo. Sea cual sea el origen de estos símbolos, para muchos, ahora traen a la mente a San Judas y su poderosa intercesión por nosotros ante Cristo. El símbolo del ancla es particularmente apto porque el anclaje es también el símbolo de la virtud teológica de la esperanza. El símbolo del ancla aparece en el logo de nuestro santuario.

~ Santuario de San Judas, Iglesia de Santo Domingo, San Francisco, CA

5. Símbolos refiriéndose al Evangelio

En la Epístola de San Judas, el autor mismo se hace llamar “Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago.” “Siervo de Jesucristo” significa “Ministro apostólico o trabajador.” “Hermano de Santiago” le indica como el hermano de Santiago, quien era muy conocido por los cristianos hebreos, para quienes la epístola San Judas fue escrita. Este Santiago será identificado como el Obispo de la Iglesia de Jerusalén (hechos 15:13; 21:18), referido por San Pablo como “el hermano del Señor” (Gálatas 1:19), quien fue el autor de la epístola católica de Santiago. Y es considerado entre los intérpretes católicos como el Apóstol Santiago, el hijo de Alfeo (Santiago el menor). Esta última identificación, sin embargo, aunque no es evidente, y desde un punto de vista crítico, parece fuera de toda duda. Muchos comentaristas católicos identifican a Judas como “el hermano de Santiago” (Lucas 6:16 y hechos 1:13) — también llamado Tadeo (Mateo 10:3: Marcos 3:18) — refiere la expresión al hecho de que su hermano Santiago era más conocido que él, en la Iglesia primitiva. Este punto de vista fuertemente es confirmado por el título “el hermano de Santiago” como se señala Judas a sí mismo en su epístola. Si esta identificación se demuestra, está claro que Judas, el autor de la epístola, fue contado entre los doce apóstoles. Esta opinión es la más probable. Más allá de esto no encontramos ninguna información relativa a Judas en el nuevo testamento, excepto que los “hermanos” del Señor, entre quienes Judas fue incluido, eran conocidos por los Gálatas y los Corintios; también que varios de ellos estaban casados y que no completamente creyeron en Cristo hasta después de la Resurrección (1 de Corintios 9:5; Gálatas 1:10; Juan 7:3-5; Hechos 1:14).

 

 

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