No he venido a abolir la Ley...: no he venido a abolir sino a dar plenitud
- 14 Junio 2017
- 14 Junio 2017
- 14 Junio 2017
Evangelio según San Mateo 5,17-19.
Jesús dijo a sus discípulos: «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»
Santa Digna Córdoba
Virgen y mártir, Santos Anastasio presbítero, Félix monje mártires cordobeses ( s. IX) Fueron martirizados en Córdoba el 14 de Junio.
Ella era una religiosa contemplativa y Félix un monje de un convento de la capital y natural de Alcalá de Henares. Después de degollados, sus cuerpos fueron quemados y las cenizas arrojadas al río Guadalquivir. Sufrieron el martirio como tantos cristianos significativos en la era de persecución cordobesa.
Se llaman mozárabes los cristianos que vivieron en tierra de musulmanes en España (711-1492) manteniendo su fe. En general, se puede decir que llevaron una vida muy difícil, y los que aquí enumeramos pagaron su fidelidad a Cristo con el martirio. También hoy son un modelo para el que quiera vivir al Evangelio fielmente.
El elenco de los santos mozárabes, que recoge el "Martyrologium Romanum" (Roma 2001), está compuesto en su mayoría por mártires, y por unos pocos confesores. Tenemos relatos de los martirios de la mayoría de ellos, escritos por contemporáneos, que los conocieron personalmente, y, que incluso compartieron la cárcel con ellos, y, posteriormente, padecieron el martirio.
Estos hombres y mujeres son mártires en el verdadero sentido de la palabra, es decir, que padecieron la muerte violenta por no renegar de su fe, y por practicar libremente el cristianismo, dando así un "testimonio" inapelable de la Resurrección de Jesucristo. Llevaron una vida santa, de oración, amor a Dios y al prójimo, sin usar la violencia, detestable para un cristiano, y recibieron la muerte que ni deseaban, ni buscaban, con una inexplicable entereza y paz del alma, haciendo el bien, y no causando el mal. Fueron, en definitiva, buenos imitadores de Jesucristo, el Dios único, que se hizo Hombre y bajó a la tierra para salvarnos.
(1) Cf.CONGREGATIO DE CULTU DIVINO ET DISCIPLINA SACRAMENTORUM"Martyrologium Romanum" (Roma 2001).
(2) SAN EULOGIO, "Memorial de los santos"; "Documento martirial"; "Apologético de los mártires"; ÁLVARO DE CÓRDOBA, "Vida de Eulogio".
Oremos
«Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios. Porque si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo rebosa nuestro consuelo. « 2 Corintios 1, 3-5
Padre nuestro del cielo, que hoy nos alegras con al fiesta anual de Santa Digna, concédenos la ayuda de sus méritos a los que hemos sido iluminado con el ejemplo de su virginidad y de su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.
Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo Homilías sobre el libro de los Números, nº 9,4
«No he venido a abolir la Ley...: no he venido a abolir sino a dar plenitud»
Quiero recordar a los discípulos de Cristo la bondad de Dios: que ninguno de vosotros se deje inquietar por los herejes si, en la controversia, dicen que el Dios de la Ley no es bueno pero sí justo, y que la Ley de Moisés no enseña la bondad sino la justicia. Que estos detractores de Dios y al mismo tiempo de la Ley, sepan cómo el mismo Moisés y Aaron han cumplido, adelantándose, lo que el Evangelio ha enseñado más tarde. Considerad cómo Moisés «ama a sus enemigos y ora por los que le persiguen» (Mt 5,44)...; ved cómo «cayendo rostro en tierra» los dos oraban por los que se habían rebelado y querían matarlos (Nm 10,17). Es así que se encuentra en el Evangelio el poder de la Ley y se debe entender que los Evangelios se sostienen sobre el fundamento de la Ley.
Yo no doy el nombre de Antiguo Testamento a la Ley cundo la considero espiritualmente; la Ley es «Antiguo Testamento» sólo para aquellos que no la quieren comprender según el espíritu. Para estos obligatoriamente se ha hecho «antigua» y vieja, porque no puede conservar su fuerza. Pero para nosotros, que la comprendemos y la explicamos según el espíritu y en la línea del Evangelio, es siempre nueva; para nosotros, los dos Testamentos son un nuevo Testamento, no por la fecha que han sido escritos, sino por la novedad del sentido.
¿No piensa lo mismo el apóstol Juan cuando dice en su carta: «Hijitos míos, os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros»? (4,7; Jn 13,34). Sabía que el precepto del amor se había ya dado desde hacía mucho tiempo en la Ley (1Jn 2,7s; Lv 19,18). Pero como «la caridad no acaba nunca» (1Co 13,8)..., afirma la eterna novedad de este precepto que es siempre actual... Para el pecador y para los que no guardan la caridad, hasta los Evangelios son ya cosa pasada; no puede haber Testamento Nuevo para el que no se «ha revestido del Hombre Nuevo, creado según Dios» (Ef 4,22.24).
La plenitud de la Ley
Santo Evangelio según San Mateo 5, 17-19. X Miércoles de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
En el alma, Señor, una caricia tuya,
un beso de tu amor y una sonrisa,
para llenar mi vida de ambiciones,
tu ambición y tu gloria, y tu alegría,
tu alegría, Señor, que yo entreveo
cuando te siento sembrador de amores,
porque sólo por mí creaste el cielo
y sólo para mí nacen las flores.
Mi juventud es tuya, tú lo sabes,
tuyas mis esperanzas y mis sueños;
por ti, Señor, desgastaré mi vida
hasta hacerte querer del mundo entero.
Gracias, Señor, porque tu amor es mío,
por haberme admitido en tu servicio,
por tener en el alma tu sonrisa;
te seguiré, Señor, por donde quieras,
con la paz de tu amor en la mirada
y tendré el corazón hecho de hoguera
para abrasar al mundo con tus llamas.
Yo no nací sino para quereros,
mi alma os ha cortado a su medida,
por hábito del alma misma os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos
por Vos nací, por Vos tengo la vida,
por Vos he de morir y por Vos muero.
(Garcilaso de la Vega 1503- 15036)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la ley o a los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Muy querida alma:
No he venido a abolir ni la ley ni los profetas, sino a darles plenitud… esa plenitud que sólo el amor puede dar.
Sé que a veces no entiendes la ley, que te cuesta y muchas veces la ves como un fardo pesado impuesto por un tirano. ¿Sabes?, no quiero fastidiarte… sólo quiero que seas feliz. Toda la ley no es otra cosa que un intento para acercarte a Mí. Sólo quiero que estés conmigo... ¡Sólo quiero que sepas que te amo!
Yo soy quien te ha creado. No temas, yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo. Eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo te amo. No temas… yo estoy contigo (Cf. Is 43).
Pasará la tierra, pasará el cielo… pero mi amor por ti, ¡NUNCA! Ésa es la plenitud que he venido a traer: Mi amor por ti.
Por ti me he hecho carne. Por ti he muerto en la cruz. Por ti he creado las flores, el cielo, las estrellas… ¡Todo! Nada puede igualar mi amor por ti. Date cuenta que siempre te he buscado. Siempre. En cada amanecer, en cada estrella, en cada palabra de aliento… en todos lados, en todo momento quiero que mi amor se haga presente en tu vida.
Te amo. Podrá caer todo, podrá de dejar de brillar el sol, podrán abandonarte todos, podrás incluso herirme haciéndote daño (¿qué sufrimiento más grande puede tener un Padre que ver a sus hijos lastimarse?)… pero mi amor por ti siempre estará a tu lado.
¡TE AMO!... y eso jamás, ¡JAMÁS! Cambiará.
Atentamente.
Jesús.
"El nuestro es un ministerio de reconciliación. Proclamamos la Buena Nueva del amor infinito, de la misericordia y de la compasión de Dios. Proclamamos la alegría del Evangelio. Pues el Evangelio es la promesa de la gracia de Dios, la única que puede traer la plenitud y la salvación a nuestro mundo quebrantado. Es capaz de inspirar la construcción de un orden social verdaderamente justo y redimido."
(Homilía de S.S. Francisco, 16 de enero de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a contemplar la naturaleza y le daré gracias a Dios por su amor, y antes dormir, haré un examen de conciencia de cómo vivo la voluntad de Dios en mi vida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¿En qué consiste la conversión que anuncia Jesús? ¿Desea únicamente que la vieja ley de Moisés se cumpla mejor?
Jesús se presenta en el mundo predicando la conversión. Pero, ¿en qué consiste la conversión que anuncia? ¿Desea únicamente que la vieja ley de Moisés se cumpla mejor? ¿Trata de retocarla o adaptarla en detalle? ¿O propone, más bien, la liberación de la ley, creando algo radicalmente distinto?
La respuesta a estas preguntas no es tan simple como suele creerse y decirse. Porque la libertad evangélica no puede interpretarse como puro subjetivismo, no puede someterse al capricho personal de cada uno.
Para entenderlo tenemos que ver un momento el sentido y espíritu de la ley judía. La ley de Moisés reflejaba el sentir de Dios y expresaba sus designios divinos. Por eso se inspiraba en la obediencia a Yahvé. Y esa actitud de obediencia sumisa era para el pueblo fuente de luz y bienestar.
Pero resulta que ya desde el comienzo se registraron dos graves desviaciones de este espíritu:
La primera con relación al concepto de Dios: esa obediencia se debía, para los judíos, a un Dios - terror, a un Dios siempre amenazante, extremadamente justiciero.
La segunda desviación fue el desmesurado culto a la norma, que llevó a la pura aceptación externa de las normas legales, sin encuentro interior con Dios.
Los profetas intentaron mitigar estos dos peligros insistiendo en la obediencia del corazón. Pero en la época de Jesús dominaba la religión del terror y el culto al formalismo legal. A eso se agregaba el incumplimiento de la ley en gran parte del pueblo, decepcionado de una religión que le ataba, más que acercarle a su Dios.
En esta situación, ¿cual es la postura de Jesús ante la ley? ¿Es un conservador, un liberal, un radical? No es ninguna de las tres cosas, y es las tres cosas a la vez.
Parece ser un conservador en su conducta y en su doctrina, cumple fielmente con los preceptos y ritos de la ley.
Pero, junto a esto, vemos a Jesús a veces ante la ley como un liberal: está transgrediendo con mucha libertad sus preceptos (p.ej. del sábado, o de las purificaciones rituales antes de las comidas).
Y Jesús es, al mismo tiempo, un radical. No viene a abolir la ley. Viene a darle plenitud, viene a darle su verdadero sentido, su madurez. La ley del Sinaí es para Él sagrada: es el alimento de su vida. Pero le quita todo la inhumano y todo lo que no es de Dios en ella. Rescata todo la positivo y puro y le da un nuevo espíritu. Y en eso consiste su radicalismo: porque cambiar el espíritu con que se vive una ley es mucho más revolucionaria que cambiar una ley por otra.
¿Y como hace esto? Cambiando, ante todo, el concepto de Dios. Pasando del Dios - terror al Dios - AMOR y manifestando que el eje central de toda ley tiene que ser ese amor. Porque al amor de Dios ya no se puede responder con el simple cumplimiento, sino con otro amor, con una fe hecha vida.
Así Jesús, en la ley, introduce tres cambios fundamentales: la personaliza, la relativiza, la radicaliza.
1. La personaliza. Se pone Él en lugar de la ley. El cumplimiento de la ley es Cristo, dice San Pablo en la carta a los Romanos (10,4). Cumplir la ley ya no será cumplir gestos, sino amarle, participar de su vida. Cristo es la ley del cristiano, como el amado es la ley del amante. Cuando dos se amen, entre ellos no hay ley, el amor sustituye a toda ley.
2. Jesús, en segundo lugar, relativiza la ley. Esta se vuelve esclavizadora cuando se la convierte en absoluto. Y Jesús somete la ley al "relativismo" del amor. La ley es confirmada o suspendida según sirva a la maduración o al encadenamiento del hombre. Para Jesús, la ley no es algo absoluto. Absoluto es sólo Dios.
3. Además, Jesús la radicaliza. Es necesario subrayar esto, porque hay quienes piensan que relativizar la ley es implantar el libertinaje. Pero esto sólo sucede cuando, en lugar de la ley, se coloca el capricho. Sin embargo, cuando la ley es sustituida por la fe y la caridad, todo se hace más arduo, más radical. La fe va mucho más allá que la obediencia legal; la caridad es mucho más exigente que el simple cumplimiento. Porque la ley indica de dónde no se puede pasar, y el evangelio hasta dónde hay que llegar: hasta ser perfectos, hasta lo imposible.
De este modo, Jesús ni recorta ni suaviza la ley, sino la lleva hasta sus limites, hasta la locura, hasta la entrega total. Pide algo que el hombre nunca podrá alcanzar por si solo y para lo que necesitará inevitablemente la ayuda y gracia de Dios.
En el Sinaí, Dios había pedido a los hombres que llegaran hasta donde pudieran. Pero Jesús, en el monte de las bienaventuranzas, lanzó una consigna más radical, más difícil, más cristiana: llega hasta donde no puedas. Es decir: aquí estoy yo, con mi gracia, para que juntos lleguemos hasta lo humanamente imposible e insoñable. Es así como Jesús da plenitud a la ley judía. Es así como Jesús nos trae una ley mejor, una ley más alta. Trae el evangelio, trae su amor y su redención.
Queridos hermanos, aprovechemos este tiempo de conversión, para ir perfeccionándonos e ir creciendo en amor, entrega y santidad. Y pidámosle a la Virgen María que nos ayude regalándonos la gracia de la transformación interior. Así podremos avanzar un poco más en nuestro largo caminar hacia la meta: ser perfectos como es perfecto nuestro Padre Celestial.
Mediante ella, la Virgen quiere acompañarnos, fortalecernos, para que podamos avanzar y madurar hacia un amor maduro y perfecto.
¡Qué así sea! En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Por qué junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús?
Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, Jesús se le apareció a Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón
La Iglesia Católica dedica el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas.
Es un mes donde se le demuestra a Jesús a través de las obras cuánto se le ama, correspondiendo a su gran amor demostrado al entregarse a la muerte por sus hijos, quedándose en la Eucaristía y enseñando el camino a la vida eterna.
En ocasión de esta fiesta, en Buenos Aires, Argentina, se realizará la 56º Peregrinación anual a pie al Sagrado Corazón de Jesús, que saldrá el sábado 24 de junio a las 2:30 pm, desde el atrio de la Catedral hacia la Basílica de Barracas donde se celebrará la Misa. Así también en Mendoza, el sábado 17 de junio a las 4:00 pm se celebrará la Eucaristía en la Catedral.
Sobre esta fiesta, el Papa Benedicto XVI afirmó que "al ver el corazón de Señor, debemos de mirar el costado traspasado por la lanza, donde resplandece la inagotable voluntad de salvación por parte de Dios, no puede considerarse culto pasajero o de devoción: la adoración del amor de Dios, que ha encontrado en el símbolo del ‘corazón traspasado’ su expresión histórico-devocional, la cual sigue siendo imprescindible para una relación viva con Dios".
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los inicios de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto del Señor.
Cuenta la historia que el 16 de junio de 1675, el Hijo de Dios se le apareció a Santa Margarita María de Alacoque y le mostro su Corazón rodeado de llamas de amor, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y, del interior del mismo salía una cruz.
Santa Margarita escuchó al Señor decir: "he aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, y en cambio, de la mayor parte de los hombres recibo ingratitud, irreverencia y desprecio".
"Lo único que puede hacer feliz es la experiencia de amar y ser amada"
Papa Francisco: "El amor es la medicina para cambiar el corazón de una persona que no es feliz"
"Sólo el amor de una madre o de un padre nos hace entender cómo es el amor de Dios"
José Manuel Vidal, 14 de junio de 2017 a las 09:33
¿Cómo hacer sentir a otra persona que uno la ama? Abrazarla, hacerla sentir que es deseada e importante
(José M. Vidal).- Pasan los años y el fervor del pueblo de Dios por el Papa Francisco sigue intacto, como demuestra la afluencia a todas sus audiencias. Es el Papa de la gente, que centró su catequesis en un canto al amor de Dios y de las personas. El amor que es "la medicina para cambiar el corazón de las personas que no son felices"; un "amor incondicional", como el de Dios; "un amor que pide amor".
Entre los asistentes a la audiencia, el obispo de Astorga, monseñor Menéndez, que, posiblemente, haya ido a Roma a recibir indicaciones sobre el futuro de Vallejo Balda, el sacerdote de su diócesis condenado en el Vatileaks 2 y que, tras cumplir su condena, a la espera de destino pastoral. Lectura del pasaje del Hijo pródigo
Algunas frases de la catequesis del Papa
"Ninguno de nosotros puede vivir sin amor"
"Pensar que el amor se merece es una torpe esclavitud"
"Es el camino de la meritocracia"
"Tantos narcisismos del hombre nacen de un sentimiento de soledad y de orfandad"
"¿Es posible que no merezca ser llamado por mi nombre y ser amado?"
"Si el que no se siente amado es un adolescente, puede nacer la violencia"
"No hay niños malos ni adolescentes malvados, sino personas infelices"
"Dios ama primero. Dios no nos ama por alguna razón que haya en nosotros y que suscite amor"
"El amor tiende a donarse"
"El amor de Dios es incondicional"
"Por amor nuestro, Dios realizó un éxodo de sí mismo"
"Dios nos quiere incluso cuando nos equivocamos"
"Recuerdo a tantas madres haciendo cola, para entrar en la cárcel. Y no se avergonzaban. El hijo en la cárcel, pero era su hijo. Y sufrían humillaciones...Es mi hijo. Sólo el amor de una madre o de un padre nos hace entender cómo es el amor de Dios"
"Para cambiar el corazón de una persona que no es feliz, ¿cuál es la medicina?"
"El amor es la medicina para cambiar el corazón de una persona que no es feliz"
"¿Cómo hacer sentir a otra persona que uno la ama? Abrazarla, hacerla sentir que es deseada e importante"
"Amor pide amor"
"Sopla un viento de liberación y surge un brote de esperanza"
"Dios ama siempre a todos: buenos y malos. ¿De acuerdo? Gracias"
Texto íntegro del saludo del Papa en español
Queridos hermanos:
En la catequesis de hoy consideramos cómo la certeza de la esperanza se funda en que somos hijos amados de Dios. Nadie puede vivir sin amor. En cierto modo, detrás de muchas reacciones de odio y violencia se esconde un gran vacío interior, un corazón que no ha sido amado verdaderamente. Lo único que puede hacer feliz a una persona es la experiencia de amar y de ser amado.
El primer paso que da Dios hacia nosotros es su amor anticipado e incondicionado. Dios nos ama antes de que nosotros hayamos hecho algo para merecerlo. Él es amor, y el amor tiende por naturaleza a difundirse, a donarse. Como una madre, que no deja nunca de amar a su hijo, aunque haya cometido un error y deba cumplir con la justicia, así Dios nunca deja de amarnos, porque somos sus hijos queridos.
El amor llama al amor. Para cambiar el corazón de una persona, en primer lugar hay que abrazarla, que sienta que es importante para nosotros y que es querida. Así comenzará a despuntar también en ella el don de la esperanza.
***
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Pidamos a la Virgen María que nos dejemos guiar siempre por el amor de su Hijo. Que sepamos transmitir a los demás ese amor de Dios, para que se encienda en todos una esperanza nueva. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.
¿Por qué se usa incienso en la Santa Misa?
Todo buen católico seguramente habrá presenciado más de alguna vez que durante la Santa Misa u otra celebración litúrgica se utiliza “turíbulo”, es decir, ese pequeño brasero en cuyo interior se quema incienso para luego esparcir el humo aromático en un lugar específico. Pero, ¿qué sentido tiene eso? ¿por qué se hace? Hoy te quiero dar cuatro motivos de su uso.
1. Aromatizar el ambiente.
En la antigüedad, el incienso se utilizaba para purificar el ambiente en donde estarían o pasarían personajes importantes, como el rey o el emperador. A causa del calor, el ambiente en un lugar podía tornarse fastidioso, entonces el incienso se utilizaba para “purificar” o “perfumar” el ambiente.
Este sentido, meramente material, también podemos mencionarlo en la liturgia: el incienso se utiliza para purificar el ambiente en donde estará el rey de Reyes. Ante la presencia eucarística, también se intenta -con el incienso- que el lugar donde se “hace presente” Jesús esté lo más purificado y limpio posible. Y el incienso cumple muy bien esa función.
2. Sentido de misterio.
Un segundo sentido del uso del incienso es la idea de misterio. Para entenderlo mejor, recordemos lo dicho en Levítico 16, 12-13: «Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del altar delante del Señor (…) y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio». Es decir, el humo del incienso cubre -en el caso de la Santa Misa- el altar con las ofrendas, esto para recordar que lo que vemos va más allá de lo que vemos: vemos pan y vino, pero en realidad se trata del Cuerpo y Sangre de Cristo. Vemos “algo”, pero lo que no vemos es todavía más grande e inimaginable. Y el humo del incienso nos evoca esa realidad “mistérica”.
3. “Suba mi oración”.
El Salmo 141,2 nos da una hermosa comparación entre el ascenso del humo de incienso y la elevación de las plegarias: «Suba mi oración delante de ti como el incienso». Esto significa entonces que así como el incienso esparcido en el altar durante la celebración sube, así también nuestras oraciones en ese momento están subiendo hasta la presencia de Dios. Esto nos recuerda además que la Santa Misa es la perfecta oración de la Iglesia que -así como el incienso- sube hasta Dios.
4. “Olor a Cristo”.
Como ya mencionamos en el primer punto, el incienso hace “agradable” el ambiente en donde se esparce, a partir de esto podemos también recordar aquel texto de 2 Cor 2,15: “Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden”. Es decir, el buen aroma del incienso nos debe recordar que así también nosotros, como cristianos, tenemos que esparcir el “buen olor de Cristo”.
El uso del incienso en las celebraciones litúrgicas puede ser un buen elemento si recordamos estos detalles que hemos mencionado. Como vemos, desde el Antiguo Testamento se menciona el uso del incienso (cfr. Ex 30,1; Ex 30,7), y el libro del Apocalipsis lo recalca: «Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incensario, y lo llenó del fuego del altar”.
Ojalá que la próxima vez que veas el uso del incienso no seas indiferente.
El Papa en la audiencia: ‘Para cambiar el corazón de una persona, en primer lugar hay que abrazarla’
Indicó que detrás de muchas reacciones de odio y violencia se esconde un gran vacío interior el de un corazón que no ha sido amado verdaderamente
(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 14 Jun. 2017).- En este día caluroso de primavera, el papa Francisco realizó hoy miércoles una nueva audiencia en la plaza de San Pedro, en donde le esperaban miles de fieles y peregrinos que le recibieron con el e En su catequesis en español prosiguió con el tema de la esperanza cristiana, y en su resumen hecho en español señaló que esta se “funda en que somos hijos amados de Dios”. El Santo Padre indicó que “nadie puede vivir sin amor. En cierto modo, detrás de muchas reacciones de odio y violencia se esconde un gran vacío interior, el de un corazón que no ha sido amado verdaderamente. Lo único que puede hacer feliz a una persona es la experiencia de amar y de ser amado”. “El primer paso que da Dios hacia nosotros es su amor anticipado e incondicionado. Dios nos ama antes de que nosotros hayamos hecho algo para merecerlo. Él es amor, y el amor tiende por naturaleza a difundirse, a donarse”.
Precisó que es “como una madre, que no deja nunca de amar a su hijo, aunque haya cometido un error y deba cumplir con la justicia, así Dios nunca deja de amarnos, porque somos sus hijos queridos”.
“El amor llama al amor. Para cambiar el corazón de una persona, en primer lugar hay que abrazarla, que sienta que es importante para nosotros y que es querida. Así comenzará a despuntar también en ella el don de la esperanza”.
El sucesor de Pedro saludó “cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina”. Y les exhortó: “Pidamos a la Virgen María que nos dejemos guiar siempre por el amor de su Hijo. Que sepamos transmitir a los demás ese amor de Dios, para que se encienda en todos una esperanza nueva. Que el Señor los bendiga”.
Metodio de Constantinopla, Santo
Patriarca, 14 de Junio
Patriarca de Constantinopla
Martirologio Romano: En Constantinopla, san Metodio, obispo, que, siendo monje, se dirigió a Roma, en el pontificado del papa Pascual I, para defender el culto de las sagradas imágenes y, elevado al episcopado, celebró solemnemente el triunfo de la fe ortodoxa. († 847)
Breve Biografía
Defensor de imágenes durante la segunda persecución iconoclasta, nació en Siracusa a finales del siglo octavo; murió en Constantinopla el 14 de Junio de 847.
Hijo de una rica familia, vino a Constantinopla cuando era joven intentando obtener un puesto en la corte. Pero un monje lo persuadió de que cambiara de intención y entrara a un monasterio. Bajo el emperador León V (El Armennio, 813-820) se inició la persecución iconoclasta por segunda vez.
Casi todos los monjes eran aguerridos defensores de las imágenes; Metodio permaneció del lado de su orden y se distinguió por su oposición al gobierno. En 815 el patriarca Nicéforo I (806-815) fue depuesto y exiliado por su resistencia a las leyes iconoclastas; en su lugar se impuso a Theodotus I (815-821). En ese mismo año Metodio fue a Roma, aparentemente enviado por el depuesto Patriarca, para reportar el asunto al Papa (Pascual I, 817-824).
Permaneció en Roma hasta que León V fue asesinado en 820 y sucedido por Miguel II (820-829). Esperando cosas mejores del nuevo emperador, Metodio regresó entonces a Constantinopla portando una carta en la que el Papa trataba de persuadir a Miguel de que cambiara la política del gobierno y reinstaurara al Patriarca Nicéforo. Pero Miguel solo aumentó la fiereza de la persecución. Tan pronto regresó a Constantinopla, hubo entregado la carta y exhortado al emperador a actuar de acuerdo a ella, fue severamente castigado (con 70 latigazos), llevado a la isla Antigoni en el Propontis, y ahí fue encarcelado en una tumba fuera de uso. La tumba había sido concebida como un edifico de cierto tamaño; Metodio vivió en ella siete años. En 828 Miguel II, no mucho tiempo antes de su muerte, mitigó la persecución y proclamó una amnistía general. Sacando ventaja de ello, Metodio salió de prisión y regresó a Constantinopla casi agotado por sus privaciones. Su espíritu no estaba roto y retomó la defensa de las imágenes con el mismo celo que antes
Miguel II fue sucedido por su hijo Teófilo (829-842), que causó la última y más fiera persecución de los veneradores de imágenes. Metodio resistió directamente al emperador y fue nuevamente azotado y encarcelado en palacio. Pero esa misma noche escapó ayudado por sus amigos de la ciudad, que lo escondieron en su casa y le vendaron las heridas. Por esta razón, el gobierno confiscó la casa. Pero viendo que Metodio no iba a ser doblegado por el castigo, el emperador trató de convencerlo con argumentos.
El resultado de su discusión fue que Metodio en cierto grado persuadió al emperador. De cualquier manera, hacia el final de su reinado, la persecución fue mitigada. Theophilus murió en 842 e inmediatamente cambió toda la situación. Su esposa Theodora llegó a ser regente para su hijo Miguel III (El Borracho, 842-867). Ella había sido siempre una secreta veneradora de imágenes y ahora que tenía el poder, inmediatamente empezó a restaurar imágenes, liberar los confesores prisioneros y a regresar todo a las condiciones del Segundo Concilio de Nicea (787).
El patriarca de Constantinopla, Juan VII (832-842), era un iconoclasta puesto por el gobierno y al persistir en su herejía, fue depuesto y Metodio fue hecho patriarca en su lugar (842-847). Metodio ayudó entonces a la emperadora-regente en su restauración. Convocó un sínodo en Constantinopla (842) que aprobó la deposición de Juan VII y de su sucesión. No tuvo que hacer nuevas leyes sobre imágenes. Los Decretos de Nicea II que habían recibido el asentimiento del Papa y de toda la iglesia como los de un Concilio Ecuménico fueron puestos nuevamente en efecto.
El 19 de Febrero de 842, las imágenes fueron regresadas a los templos en solemne procesión. Esta fue la primera "Fiesta de la Ortodoxia", observada en memoria de aquel evento en el primer domingo de Cuaresma de cada año por toda la Iglesia Bizantina. Metodio entonces procedió a deponer a todos los obispos iconoclastas por todo su patriarcado, reemplazándolos por veneradores de imágenes. Al hacerlo, parece haber actuado severamente. Se formó una oposición contra él que por poco se vuelve un cisma organizado. El Patriarca fue acusado de violación; pero la mujer en cuestión, al ser interrogada admitió que había sido comprada por los enemigos de Metodio.
El 13 de Marzo de 842, Metodio, con gran honor para Constantinopla, compró las reliquias de su predecesor Nicéforo (que había muerto en el exilio). Fueron expuestas por algún tiempo en el templo de la Sagrada Visión y luego enterrados en el de los Apóstoles. Metodio fue sucedido por Ignacio, en cuyo tiempo se inició el gran cisma de Photius.
Metodio es un santo para católicos y ortodoxos. Es mencionado en el Martirologio Romana (14 Junio), en ese día la Iglesia Bizantina mantiene su fiesta junto a la del profeta Eliseo.
Con los otros patriarcas es aclamado defensor de imágenes, en el servicio de la fiesta de la Ortodoxia: "A Germanus, Tarasius, Nicephorus y Metodio, verdaderos altos sacerdotes de Dios y defensores y maestros de la Ortodoxia, R. Memoria Eterna (triple)." Los Sirios Uniatos (N.T.: miembros de la Iglesia Oriental que están en unión con la Iglesia Católica Romana, y reconocen al Papa romano como supremo en cuestiones de fe, pero mantienen su propia liturgia, rito y disciplina) celebran su fiesta el mismo día. Los ortodoxos tienen una curiosa leyenda: que sus oraciones y las de Teodora salvaron a Theophilus del infierno. Está narrada en el Synaxarion para la fiesta de la Ortodoxia.