Obedientes al Padre, siguiendo al Hijo
- 01 Octubre 2017
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SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS 1873-1897
La santa más popular de los tiempos modernos y también la menos vistosa; arropada incluso por una piedad llena de bonísimas intenciones, la fuerza interior de esta alma ha impresionado a los contemporáneos.
Sólo la fuerza interior, porque de puertas para afuera, una más en el Carmelo normando de Lisieux: callada, obediente, gris, débil de cuerpo, que ni siquiera gozaba de buena reputación entre sus compañeras y sus superiores.
Nunca hizo nada extraordinario, nunca se movió de su sitio, un convento cualquiera en un rincón de provincias; las estadísticas se estrellan en su figura, aquí no hay nada que contar, nada periodístico, llamativo, brillante.
Se limitó a seguir lo que ella llamaba el caminito, «la petite voie».
Adorar, rezar, sufrir, trabajar, obedecer, encomendar. Su reino pertenece a lo invisible, a lo sobrenatural, y murió ignorada de todos.
La gran santa de los últimos siglos vivió de espaldas al relumbrón de la modernidad, conjurando con su entrega silenciosa el estruendo diabólico que nos rodea.
Sólo después de su muerte su libro, Historia de un alma, y sus milagros la hicieron famosa, y la Iglesia la ha hecho patrona de las misiones.
Asombroso patronazgo suyo, al menos a primera vista; la pobre monjita de Lisieux patrona de la actividad misionera, motor de la evangelización, ella, de horizontes humanos tan cortos, sin medios, sin dinero, sin salud. Sólo poniéndose en manos de Dios para todo y no conformándose con menos.
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SANTA TERESA DE JESUS JONET, Virgen Fundadora del Instituto de las Pequeñas Hermanas de los Ancianos Abandonados.
Santa Teresa nació el 9 de enero de 1843, en Lérida, Cataluña. Deseaba ingresar en la vida religiosa y solicitó su admisión con las clarisas de Briviesca, cerca de Burgos, pero no pudo profesar a causa de la legislación en vigor. Se dedicó entonces a la enseñanza y se hizo terciaria carmelita.
En 1872, fundó la primera casa en Barbastro, destinada a recoger ancianos sin familia y sin medios de subsistencia. El 27 de enero de 1873, tomó el hábito y fue nombrada superiora.
Para poder recibir a más ancianos, compró el antiguo convento de los agustinos. Esta casa se convirtió más tarde, en la casa madre de la congregación de las Pequeñas Hermanas de los Ancianos Abandonados. Fue aprobada por la Santa Sede en 1887, y hasta ese año contaba ya con 58 filiales.
Santa Teresa aprendió con las terciarias carmelitas la devoción a la Santísima Virgen y con las clarisas el amor a los pobres; en los ejercicios de San Ignacio, el ardiente deseo de identificar constantemente sus sentimientos a la voluntad divina.
La santa solía decir: "No hay nada pequeño cuando se trata de la gloria de Dios".
Murió el 26 de agosto de 1897. Pío XII la beatificó el 27 de abril de 1958.
Himno
Nos apremia el amor, vírgenes santas,
Vosotras, que seguisteis su camino,
Guiadnos por las sendas de las almas
Que hicieron de su amor amar divino.
Esperasteis en vela a vuestro Esposo
En la noche fugaz de vuestra vida,
Cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
Fue contemplar su gloria sin medida.
Vuestra fe y vuestro amor, un fuego ardiente
Que mantuvo la llama en la tardanza,
Vuestra antorcha encendida ansiosamente
Ha colmado de luz vuestra esperanza.
Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
Con la Iglesia de Dios ha celebrado,
No dejéis que se apague nuestro fuego
En la pereza y el sueño del pecado.
Demos gracias a Dios y, humildemente,
Pidamos al Señor que su llamada
Nos encuentre en vigilia permanente,
Despiertos en la fe y en veste blanca.
Amén
Dios y Padre Nuestro, que abres las puertas de tu reino a los pequeños y humildes, haz que sigamos confiadamente el camino de sencillez que siguió Santa Teresa del Niño Jesús, para que, por su intercesión, también nosotros lleguemos a descubrir aquella gloria que permanece escondida a los sabios y prudentes según el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Oración a Santa Teresa de Jesús Jonet
Escucha, Señor, nuestras plegarias y concede a los que celebramos la virtud de Santa Teresa de Jesús Jonet, virgen, crecer siempre en tu amor y perseverar en él hasta el fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Por delante de nosotros
Un día, Jesús pronunció estas duras palabras contra los dirigentes religiosos de su pueblo: "Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de Dios". Hace unos años pude comprobar que la afirmación de Jesús no es una exageración.
Un grupo de prostitutas de diferentes países, acompañadas por algunas Hermanas Oblatas, reflexionaron sobre Jesús con la ayuda de mi libro Jesús. Aproximación histórica. Todavía me conmueve la fuerza y el atractivo que tiene Jesús para estas mujeres de alma sencilla y corazón bueno. Rescato algunos de sus testimonios.
"Me sentía sucia, vacía y poca cosa, todo el mundo me usaba. Ahora me siento con ganas de seguir viviendo, porque Dios sabe mucho de mi sufrimiento […] Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. Dios está dentro de mí. ¡Este Jesús me entiende…!".
"Ahora, cuando llego a casa después del trabajo, me lavo con agua muy caliente para arrancar de mi piel la suciedad y después le rezo a este Jesús porque él sí me entiende y sabe mucho de mi sufrimiento […] Jesús, quiero cambiar de vida, guíame, porque tú solo conoces mi futuro".
"Yo pido a Jesús todo el día que me aparte de este modo de vida. Siempre que me ocurre algo yo le llamo y él me ayuda. Él está cerca de mí, es maravilloso […] Él me lleva en sus manos, él carga conmigo, siento su presencia".
"En la madrugada es cuando más hablo con él. Él me escucha mejor, porque en este horario la gente duerme. Él está aquí, no duerme. Él siempre está aquí. A puerta cerrada me arrodillo y le pido que merezca su ayuda, que me perdone, que yo lucharé por él".
"Un día, yo estaba sentada en la plaza y dije: “Oh, Dios mío, ¿será que yo solo sirvo para esto? ¿Solo para la prostitución?” […] Entonces es el momento en que más sentí a Dios cargando conmigo, ¿entendiste?, transformándome. Fue en aquel momento. Tanto que yo no me olvido. ¿Entendiste?".
"Yo ahora hablo con Jesús y le digo: aquí estoy, acompáñame. Tú viste lo que le sucedió a mi compañera [se refiere a una compañera asesinada en un hotel]. Te ruego por ella y pido que nada malo les suceda a mis compañeras. Yo no hablo, pero pido por ellas, pues ellas son personas como yo".
"Estoy furiosa, triste, dolida, rechazada, nadie me quiere, no sé a quién culpar, o sería mejor odiar a la gente y a mí, o al mundo. Fíjate, desde que era niña yo creí en ti y has permitido que esto me pasara. Te doy otra oportunidad para protegerme ahora. Bien, yo te perdono, pero, por favor, no me dejes de nuevo".
¿Qué misterio se encierra en Jesús para tener ese poder en el corazón de las personas? Cómo cambiaría la vida de muchos si le conocieran mejor.26 Tiempo ordinario - A
(Mateo 21,28-32)
01 de octubre 2017
XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO “A”
(Ez 18, 25-28; Sal 24; Flp 2, 1-11; Mt 21, 28-32)
TEXTO EVANGÉLICO
“Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios”.
TEXTO PROFÉTICO
“Cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.”
TEXTO DEL SALTERIO
“El Señor es bueno y es recto y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes”.
TEXTO PATRÍSTICO
El séptimo grado de humildad consiste en que uno no sólo diga con la lengua que es el inferior y el más vil de todos, sino que también lo crea con el más profundo sentimiento del corazón, humillándose y diciendo con el Profeta: "Soy un gusano y no un hombre, oprobio de los hombres y desecho de la plebe. He sido ensalzado y luego humillado y confundido". Y también: "Es bueno para mí que me hayas humillado, para que aprenda tus mandamientos" (SAN BENITO, Regla 51).
TEXTO MÍSTICO
“¡Siempre la humildad delante, para entender que no han de venir estas fuerzas de las nuestras!” (SANTA TERESA DE JESÚS, Vida 13, 3)
TEXTOS PONTIFICIO
A veces ocurre lo contrario: los supuestamente más adelantados dentro de su familia, se vuelven arrogantes e insoportables. La actitud de humildad aparece aquí como algo que es parte del amor, porque para poder comprender, disculpar o servir a los demás de corazón, es indispensable sanar el orgullo y cultivar la humildad (FRANCISCO, Amoris Laetitia 98).
CONSIDERACIÓN
En el discernimiento del camino espiritual, la referencia a la humildad es insoslayable. Por mucho que uno trabaje, emprenda, haga, resuelva, si no lo hace con humildad, de nada le aprovecha.
El titanismo pretencioso de quien se sabe cumplidor no justifica. El que se cree perfecto cae en el mayor error. Solo los que se siente pobres, pequeños y pecadores son acogidos por Dios.
La humildad es el filtro de la autenticidad en el camino evangélico.
Decir “Sí”; XXVI Domingo Ordinario
Reflexión del evangelio de la misa del Domingo 1 de octubre 2017
Decir sí, “Fiat”, como María que pone toda su vida y su persona en las manos de Dios Padre. ¿Cómo es nuestro sí y nuestro compromiso con Jesús?
Lecturas:
Ezequiel 18, 25-28: “Cuando el pecador se convierte, salva su vida”
Salmo 24: “Descúbrenos, Señor, tus caminos”
Filipenses 2, 1-11: “Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús”
San Mateo 21, 28-32: “El segundo hijo se arrepintió y fue.- Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el Reino de Dios”
Las rejas y los estrictos reglamentos de control doblegan todas las voluntades. El silencio, la desesperación, los días monótonos que se suceden todos iguales, hacen más larga e insoportable la condena, someten las personas más fuertes, matan los sueños y quitan la esperanza. Los “internos” buscan justificarse en su conciencia y muchos hasta se convencen de su inocencia a tal grado que es casi imposible saber si en realidad se consideran culpables. Roberto me parece diferente: “Reconozco mi delito y hasta agradezco mi castigo. Ha cambiado mi vida y hasta le pudiera decir que soy feliz. Aquí he encontrado a Cristo. Aunque es difícil la vida tras las rejas, doy gracias a Dios porque me ha salvado y me ha dado la oportunidad de encontrarme con Jesús”. Se le ve tranquilo y en armonía, organiza los catequistas dentro de la prisión con paz y armonía interior: ha dado un sí seguro y se ha comprometido en serio con Jesús.
¿Por qué es tan difícil creer en la palabra? ¿Por qué no cumplimos lo que decimos? Hay quien dice sí y hace el no; hay quien dice que no, pero después actúa positivamente. Evidentemente que Dios se complace más en aquellos que dicen sí y que lo hacen de verdad, sin embargo es muy claro que entre quien dice que sí, pero hace lo contrario; y quien no acierta a encontrar las palabras de aceptación, pero presenta actos convincentes, sus preferencias serán por esta segunda categoría de personas. Esta desconcertante parábola que nos presenta el Evangelio, tiene su explicación y su base en los motivos que tiene Cristo para decirla a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo. Representa la inexorable condena de un cristianismo “declamatorio”, inflado de palabras, fórmulas, declaraciones solemnes, profesiones de fe, pero vacío de hechos convincentes. A las palabras deben seguir las acciones; a los principios, la conducta coherente; y a las enseñanzas, el ejemplo personal.
¿De verdad somos cristianos o solamente nos decimos discípulos de Jesús? Esta parábola es como un resumen de nuestro cristianismo: le decimos a Dios: “Ya voy, Señor”, pero dilatamos nuestras acciones hasta lo infinito. Los mexicanos nos caracterizamos por tener un facilísimo sí, que después no implica ningún compromiso.
Gritamos y alabamos a la Virgen de Guadalupe, hacemos peregrinaciones y entonamos vivas a Cristo Rey, pero después pisoteamos los valores del Reino, nos mostramos intransigentes con el prójimo, rechazamos el perdón y no dudamos en herir, en humillar y en despreciar. Es cierto, estamos bautizados; pero, influenciados por innumerables propuestas de pensamiento y de costumbres, somos indiferentes a los valores del Evangelio e incluso nos vemos inducidos a comportamientos contrarios a la visión cristiana de la vida. Aun confesándonos católicos, vivimos de hecho alejados de la fe, abandonando las prácticas religiosas y perdiendo progresivamente la propia identidad de creyentes, con consecuencias morales y espirituales de diversa índole. Hay bastantes cristianos que terminan por instalarse cómodamente en una fe aparente, sin que su vida se vea afectada en lo más mínimo por su relación con Dios.
Nuestro México está lleno de incongruencias. Cuando contemplamos nuestro país asolado por la corrupción, por la mentira y la injusticia; cuando sufrimos y nos quejamos de los robos y las incongruencias; cuando contemplamos los abusos y las discriminaciones; cuando nos quejamos de las abismales diferencias entre los que viven en la miseria y los que nadan en la opulencia; no podemos ignorar que estamos hablando de un país que casi en su totalidad es cristiano, ya sean católicos o evangélicos, que hemos escuchado el Evangelio, que somos bautizados pero que una cosa decimos creer y otra muy diferente se vive en el obrar de cada día. Quizás hoy lo más urgente será descubrir las contradicciones de nuestra vida y ponerlas delante de Dios, ponerlas sin miedo y sinceramente, para que Él nos cure y purifique, para que Él nos vaya acrisolando y nos haga libres. Dejar a un lado los miedos y las componendas y sentir cómo Dios nos renueva.
Tenemos la necesidad urgente de revisar nuestras mentalidades, actitudes y conductas, y ampliar nuestros horizontes, comprometiéndonos a compartir y trabajar con entusiasmo para responder a los grandes interrogantes del hombre de hoy. Ya el profeta Ezequiel nos presenta las dos diferentes suertes la del justo que abandona el camino; o la del pecador que se arrepiente y practica la justicia. Siempre tendremos que estar en actitud de revisión y de conversión, siempre colocar nuestra vida humildemente a los ojos de Dios, siempre buscar la coherencia entre nuestra palabra y nuestra acción.
Jesús nos presenta dos hijos con dos posturas diferentes, pero nos sugiere y nos exige una tercera postura que es la del verdadero cristiano: decir sí, con alegría y prontitud, y después cumplir con fidelidad la palabra empeñada. Decir sí como Jesús que, al venir al mundo, es la Palabra que se hace realidad y se entrega hasta las últimas consecuencias. Decir sí, “Fiat”, como María que pone toda su vida y su persona en las manos de Dios Padre. ¿Cómo es nuestro sí y nuestro compromiso con Jesús? ¿Cómo nos hemos dejado invadir e influenciar por un mundo de mentira y corrupción? ¿A qué nos compromete ahora la Palabra de Jesús?
Señor Jesús, Palabra hecha carne, Palabra hecha verdad, enséñanos a ser fieles y veraces en medio de un mundo de corrupción y mentira, concédenos ser firmes en nuestro Sí con fidelidad y amor Amén.
El Papa a los trabajadores de Bolonia: "Buscar una sociedad más justa no es un sueño del pasado"
"No podemos acostumbrarnos al paro juvenil ni al paro en general, tratándolos como estadísticas"
José Manuel Vidal, 01 de octubre de 2017 a las 13:23
El Papa, en la Plaza Mayor de Bolonia
La crisis económica tiene una dimensión europea y global y es también una crisis ética, espiritual y humana
(José M. Vidal).- Después de entrar en Bolonia por lo que el propio Francisco llamó el "puerto" de la ciudad del centro de emigrantes y refugiados, se dirigió a la Plaza Mayor, para rezar el ángelus y encontrarse con el universo del trabajo. Ante trabajadore sy parados volvió a recordar que "no es un sueño del pasado buscar una sociedad más justa", que pasa por el "trabajo y la dignidad" e impide que nos acostumbremos a las estadísticas del paro.
La emblemática plaza de Bolonia está repleta de jóvenes, trabajadores y parados.
Saludo de monseñor Zuppi, arzobispo de la ciudad:
"Gracias por estar aquí. Está plaza es el corazón de nuestra ciudad, con su patrono San Petronio"
"La Iglesia quiere vivir en la plaza"
"La Iglesia encuentra la verdad llevándola a los demás"
"Una fuente que proporciona agua a todos"
"El que mira al futuro derriba los muros"
"Bolonia es la ciudad de las 12 puertas. Son como los corredores de una ciudad que quiere ser casa"
"Una ciudad que quiere hacerse casa"
"Hoy, nuestra libertad significa buscar la igualdad y la fraternidad"
"Gracias, Papa Franciscoo, porque también usted habla así, como San Francisco, para que todo el mundo lo entienda"
"Queremos que nos invite a la esperanza que no se rinde"
Algunas frases del discurso del Papa
"Saludo al mundo del trabajo...o a los que estáis en paro"
"Sólo juntos se puede salir de la crisis y construir el futuro"
"Sólo el diálogo puede permitir encontrar respuestas"
"La experiencia cooperativa nace del valor fundamental de la solidaridad"
"No sometamos la solidaridad al beneficio financiero"
"Buscar una sociedad más justa no es un sueño del pasado"
""No podemos acostumbrarnos al paro juvenil ni al paro en general, tratándolos sólo como estadísticas
"No hay ayuda al pobre si no puede encontrar trabajo y dignidad"
"La crisis económica tiene una dimensión europea y global y es también una crisis ética, espiritual y humana"
"La centralidad, a la persona y al bien común"
"El trabajo es factor primario de dignidad"
"San Patronio, pater et protector"
"Buscar soluciones sabias a los complejos problemas de nuestro tiempo"
"Me siento especialmente cercano a vosotros"
Algunas frases del Papa tras el rezo del ángelus
"Ayer, en Bratislava, se beatificó a Tito Zeman"
"Nos unimos espiritualmente a los fieles del santuario de Pompeya"
"A todos los boloñeses nativos y adoptivos, les deseo un buen domingo"
Tras el ángelus, saludó al alcalde y diversas personalidades, asi como a representantes de los trabajadores.
Texto completo de las palabras del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas, ¡buen domingo!
Los saludo a todos ustedes que pertenecen al mundo del trabajo, en la variedad de sus expresiones. Entre ellas existe lamentablemente también aquella negativa, es decir, la situación difícil, a veces angustiante, de la falta de trabajo. ¡Gracias por su acogida!
Ustedes representan las diversas partes sociales, muchas veces en discusión incluso dura entre ellas, pero han aprendido que solo juntos se puede salir de la crisis y construir el futuro. Sólo el diálogo, en las reciprocas competencias, puede permitir encontrar respuestas eficaces e innovadoras para todos, también en la calidad del trabajo, en particular el indispensable bienestar. Es aquello que algunos llaman el "sistema Emilia". Traten de llevarlo adelante. Hay necesidad de soluciones estables y capaces de ayudar a mirar al futuro para responder a las necesidades de las personas y de las familias.
En su territorio desde hace tiempo se ha desarrollado la experiencia cooperativa, que nace del valor fundamental de la solidaridad. Hoy esa tiene todavía mucho por ofrecer, también para ayudar a tantos que están en dificultad y tienen necesidad de ese "ascensor social" que según algunos estaría del todo fuera de uso. No dobleguemos jamás la solidaridad a la lógica del provecho financiero, porque así la quitamos - podría decir la robamos - a los más débiles que tienen tanta necesidad. Buscar una sociedad más justa no es un sueño del pasado sino un compromiso, un trabajo, que hoy tiene necesidad de todos.
La situación de la desocupación juvenil e aquella de tantos que han perdido el trabajo y no logran re-inserirse son realidades a las cuales no podemos acostumbrarnos, tratándolas como si fueran solamente estadísticas.
La acogida y la lucha a la pobreza pasan en gran parte a través del trabajo. No se ofrece verdadera ayuda a los pobres sin que puedan encontrar trabajo y dignidad. Este es el desafío apasionado, como en los años de la reconstrucción después de la guerra, que tanta pobreza había dejado. El reciente "Pacto para el trabajo", que ha visto a todas las partes sociales, y también la Iglesia firmar un común empeño para ayudar en la búsqueda de respuestas estables, no de limosnas, es un método importante que deseo pueda dar los frutos esperados. La crisis económica tiene una dimensión europea y global; y, como sabemos, esta es también crisis ética, espiritual y humana. A la raíz existe una traición del bien común, de parte sea de los individuos sea de los grupos de poder. Es necesario pues quitar centralidad a la ley del provecho y asignarla a la persona y al bien común. Pero para que esta centralidad sea real, efectiva y no sólo proclamada con palabras, es necesario aumentar las oportunidades de trabajo digno. Este es una tarea que pertenece a la sociedad entera: en esta fase en modo particular, todo el cuerpo social, en sus varios componentes, está llamado a realizar todo esfuerzo para que el trabajo, que es factor primario de dignidad, sea una preocupación central.
Aquí nos encontramos ante San Petronio, recordado como Pater et Protector y representado siempre con la ciudad entre sus manos. De aquí físicamente vemos tres aspectos constitutivos de su ciudad: la Iglesia, el Municipio y la Universidad. Cuando ellos dialogan y colaboran entre sí, se refuerza el precioso humanismo que ellos expresan y la ciudad - por así decir - respira, tiene un horizonte, y no tiene miedo de afrontar los desafíos que se presentan.
Los animo a valorizar este humanismo del cual son depositarios para buscar soluciones sabias y prudentes a los complejos problemas de nuestro tiempo, viéndolas si como dificultades, pero también como oportunidades de crecimiento y de mejoría. Y esto que les digo vale para Italia en su conjunto y para la entera Europa.
Queridos amigos, les soy particularmente cercano, poniendo en las manos del Señor y de la Virgen de San Lucas todas sus ansias y preocupaciones. A Ella, tan venerada por todos los boloñeses, nos dirigimos ahora con la oración del Ángelus.