El lugar del combate espiritual
- 13 Octubre 2017
- 13 Octubre 2017
- 13 Octubre 2017
Notre-Dame de Fatima (fin des apparitions)
Las Extraordinarias Últimas Apariciones de Fátima y Akita el Mismo Día del Año (13 de octubre)
Una fecha mariana muy especial.
El 13 de octubre es una fecha muy significativa para las apariciones de la Virgen María. En 1917 se produce la última aparición de Fátima donde los presentes pueden ver la danza del sol.
Y en 1973 se produce la última aparición en Akita, Japón, en que María habla de la hermana Agnes de los castigos sobre la humanidad y la infirltración del maligno en la Iglesia.
El 13 de octubre es una fecha clave en la aparición de la Virgen, que en Cava da Iría, Portugal, se les había aparecido a 3 niños pastorcitos, analfabetos, en mayo de 1917 por primera vez.
El 13 de octubre de 1917 se les aparece la Virgen por última vez y los 70.000 concurrentes ven la “danza del sol”.
El 13 de octubre de 1921 se permite por primera vez celebrar la Santa Misa en el lugar. Y el 13 de octubre de 1930 el obispo de Leira declara dignas de fe las apariciones y autoriza el culto de Nuestra Señora deFátima.
– Quiero que vengáis aquí el día 13 de octubre y que continuéis rezando el rosario todos los días para alcanzar el fin de la guerra. El último día vendrá también San José con el Niño Jesús para dar la paz al mundo y Nuestro Señor para bendecir al pueblo.
Lucía le transmite los pedidos de curación de algunos enfermos, que Ella recibe satisfactoriamente. Y prosigue la conversación:
– ¡Haga un milagro para que toda la gente crea que Ud. se nos aparece!.
– Sí, en octubre haré un milagro para que todos crean.
Y la Virgen añadió:
– Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda; llevadla sólo durante el día.
Durante la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, empapando el suelo y a los miles de peregrinos que viajaban a Fátima de todas partes. A pie, por carro y carrozas venían, entrando a la zona de Cova por el camino de Fátima – Leiria, que hoy en día todavía pasa frente a la gran plaza de la Basílica. De ahí bajaban hacia el lugar de las apariciones.
Hoy en día en el sitio está la capillita moderna de vidrio, encerrando la primera que se construyó y la estatua de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde estaba el encino.
En cuanto a los niños, lograron llegar a Cova entre las adulaciones y el escepticismo que los había perseguido desde mayo. Cuando llegaron encontraron críticos que los cuestionaban su veracidad y la puntualidad de la Señora, quien había prometido llegar al medio día. Ya habían pasado las doce según la hora oficial del país. Sin embargo cuando el sol había llegado a su apogeo la Señora se apareció como había dicho.
– ¿Qué quieres de mi?
– Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continúen diciendo el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares.
– Si, Si
– ¿Me dirás tu nombre?
– Yo soy la Señora del Rosario
– Tengo muchas peticiones de muchas personas. ¿Se las concederás?
– Algunas serán concedidas, y otras las debo negar. Las personas deben rehacer sus vidas y pedir perdón por sus pecados. ¡No deben de ofender más a nuestro Señor, ya es ofendido demasiado!
– ¿Y eso es todo lo que tienes que pedir?
– No hay nada más
Mientras la Señora del Rosario se eleva hacia el este ella tornó las palmas de sus manos hacia el cielo oscuro. Aunque la lluvia había cedido, nubes oscuras continuaban a oscurecer el sol, que de repente se escapa entre ellos y se ve como un suave disco de plata.
“¡Miren el sol!”
En este momento dos distintas apariciones pudieron ser vistas, el fenómeno del sol presenciado por los 70,000 espectadores y aquella que fue vista sólo por los niños. Lucía describe esta aparición en su diario.
LO QUE VIERON LOS VIDENTES
“Después que la Virgen se desapareció en la inmensa distancia del firmamento, vimos San José y al Niño Jesús que parecían estar bendiciendo el mundo, ya que hacían la señal de la cruz con sus manos. Un poco después cuando esta aparición terminó vi a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, me parece que era lo Dolorosa. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo al igual que lo había hecho San José. Esta aparición también desapareció y vi a Nuestra Señora una vez más, parecida a nuestra Señora del Carmen”. (Sólo Lucia vio la última aparición, anticipando su entrada al Carmelo unos años después).
Estas serían las últimas apariciones en Fátima para Jacinta y Francisco. Sin embargo a Lucía nuestra Señora se la apareció una séptima vez en 1920, como lo había prometido la Señora el mes de mayo. Esta vez Lucía estaba en oración en la Cova antes de dejar Fátima para ir a un internado de niñas. La Señora vino para alentarla a que se dedicara enteramente a Dios.
Mientras los niños veían las diversas apariciones de Jesús, María y San José, la multitud presenció un prodigio diferente, el ahora conocido como el famoso milagro del sol.
Desde el camino, donde estaban estacionados los vehículos donde cientos de personas se habían quedado ya que no querían vencer el lodo, uno podía ver la gran multitud volverse hacia el sol, que parecía sin nubes y estaba en su apogeo.
Parecía una placa de pura plata y se podía mirar fijamente sin incomodar. Pudo haber sido un eclipse que sucedía en ese momento. Pero en ese mismo momento se produjo un gran grito, y uno podía escuchar a los espectadores más cercanos gritas: ¡un milagro! ¡un milagro!
Ante el asombro reflejado en los ojos de los espectadores, cuya semblanza era bíblica ya que todos tenían la cabeza descubierta, y que buscaban ansiosamente algo en el cielo, el sol temblaba, hizo ciertos movimientos repentinos fuera de las leyes cósmicas, el sol “danzaba” de acuerdo a las expresiones típicas de la gente.
Había un viejecito parado en las escaleras de un ómnibus con su rostro volteado hacía el sol que recitaba el credo en alta voz. Pregunté quien era y me dijeron que era el señor Joao da Cunha Vasconcelos. Lo vi después dirigiéndose a los que estaban a su alrededor con sus sombreros puestos y les imploró vehementemente que se descubrieran sus cabezas ante tan extraordinario milagro.
La gente se preguntaban los unos a los otros lo que habían visto. La gran mayoría admitió ver el sol danzando y temblando, otros afirmaban que habían visto el rostro de la Virgen Santísima. Otros juraron que vieron el sol girar como una rueda que se acercaba a la tierra como si fuera a quemarla con sus rayos. Algunos dijeron haber visto cambios de colores sucesivamente.
A la una en punto de la tarde, mediodía solar, la lluvia cesó, el cielo de color gris nacarado iluminaba la vasta región árida con una extraña luz. El sol tenía como un velo de gasa transparente que hacía fácil el mirarlo fijamente. El tono grisáceo madre perla que se tornó en una lámina de plata que se rompió cuando las nubes se abrían y el sol de plata envuelto en el mismo velo de luz gris, se vio girar y moverse en el circulo de las nubes abiertas. De todas las bocas se escuchó un gemido y las personas cayeron de rodillas sobre el suelo fangoso.
La luz se tornó en un azul precioso, como si atravesara el vitral de una catedral y esparció sus rayos sobre las personas que estaban de rodillas con los brazos extendidos. El azul desapareció lentamente y luego la luz pareció traspasar un cristal amarillo. La luz amarilla tiñó los pañuelos blancos, las faldas oscuras de las mujeres. Lo mismo sucedió en los árboles, las piedras y en la sierra. La gente lloraba y oraba con la cabeza descubierta ante la presencia del milagro que habían esperado. Los segundos parecían como horas, así de intensos eran.
TI MARTO (PADRE DE JACINTA Y FRANCISCO)
Podíamos mirar con facilidad el sol, que por alguna razón no nos cegaba. Parecía titilar primero en un sentido y luego en otro. Sus rayos se esparcían en muchas direcciones y pintaban todas las cosas en diferentes colores, los árboles, la gente el aire y la tierra. Pero lo más extraordinario para mí era que el sol no lastimaba nuestros ojos. Todo estaba tranquilo y en silencio y todos miraban hacia arriba. De pronto pareció que el sol dejó de girar. Luego comenzó a moverse y a danzar en el cielo, hasta que parecía desprenderse de su lugar y caer sobre nosotros. Fue un momento terrible.
Evangelio según San Lucas 11,15-26.
Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada.
Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio".
San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968), capuchino CE 33
El lugar del combate espiritual
El lugar del combate espiritual entre Dios y Satán es el alma humana, en cada instante de la vida. Es, pues, necesario que el alma dé libre acceso al Señor para que la fortifique por todos lados y a través de todas las armas. Así su luz puede venir a iluminar para combatir mejor las tinieblas del error. Revestida de Jesucristo (Ga 3,27), de su verdad y de su justicia protegida con el escudo de la fe y con la palabra de Dios, vencerá a sus enemigos, por muy poderosos que sean (Ef 6,13ss). Pero para ser revestido de Cristo es necesario morir a si mismo.
Pidan y se les dará
Reflexión del evangelio de la misa del Jueves 12 de Octubre de 2017
Jesús propone ponernos en manos de nuestro Padre Dios
Malaquías 3, 13-20: “Ya viene el día, ardiente como el horno”
Salmo 1: “Dichoso el hombre que confía en el Señor”
San Lucas 11, 5-13: “Pidan y se les dará”
Cuando escucho las constantes quejas sobre la situación actual y las críticas acervas contra todas las propuestas y acciones que se realizan, recuerdo lo que alguien hace tiempo me decía: “Si el tiempo que dedicamos a renegar, quejarnos y criticar, lo empleáramos en hacer oración, hace tiempo que habríamos transformado el mundo”
Es lo mismo que Jesús nos propone en este pasaje, utilizando ejemplos que todos podemos comprender y hasta aventurándose a comparar a Dios con un vecino duro de convencer. Y no es que en alguna forma pueda aparecer Dios con un corazón indiferente a las necesidades, sino que la enseñanza se dirige a conseguir la perseverancia y una verdadera actitud de confianza en Dios. Jesús propone ponernos en manos de nuestro Padre Dios, movidos por el Espíritu Santo, orando con fe, con el corazón dispuesto a aceptar su voluntad y no hacerlo que cumpla nuestros caprichos.
Hay quien vive con resentimientos contra Dios porque no le concedió lo que, según él, justamente pedía. Pero no podemos convertir la oración en un comercio, tasando los favores a costo de número de oraciones o de privaciones o de veladoras. La oración nos lleva a ponernos con una total confianza en manos de Dios que nos llena de esperanza para afrontar las dificultades, sobre todo las sufridas por el Reino. Jesús insiste en esta oración de petición porque lo primero que tenemos que reconocer es que somos creaturas necesitadas de Dios. Quizás este sea el pecado actual: nos sentimos seguros, satisfechos y cuidados, por la tecnología, la ciencia y los adelantos modernos.
Y entonces nos olvidamos de Dios, no tenemos tiempo para dialogar con Él y mucho menos para hacerlo con insistencia. La imagen de un padre que busca dar lo mejor para sus hijos, se la adjudica Jesús a su mismo Padre, pero dejando una clara diferencia entre nosotros que somos malos y Él que es bondad. Dios es ternura, compasión, cercanía, misericordia… Tomemos hoy el consejo de Jesús y todas nuestras empresas pongámoslas en manos de nuestro Padre Dios con una confianza absoluta. Pero también con una insistencia machacona, no para “despertar” a Dios, sino para despertar nuestros afectos filiales de confianza, seguridad, que nos lleven a actuar con mayor coherencia entre lo que estamos orando y lo que estamos actuando. Abramos nuestro corazón al Espíritu para que nos ilumine en estos momentos y nos aconseje qué es lo que debemos pedir y la forma de hacerlo constantemente.
El milagro del sol de Fátima: 11 explicaciones descreídas, 2 creyentes y la aparición de San José
El milagro del sol fue una combinación insólita y milagrosa de una súbita inversión de la temperatura con incontables fenómenos naturales adicionales conjuntos
En mayo pasado se cumplieron 100 años de las primeras apariciones de la Virgen en Fátima y el Papa Francisco visitó el santuario mariano para conmemorar este centenario y canonizar a dos de los videntes, los pastorcitos Francisco y Jacinta. Además de los mensajes que recibieron de María fueron testigos al igual que miles de personas más del conocido como "milagro del sol danzante" que se produjo en octubre de ese mismo 1917.
Pese a la cantidad de testigos, incluso no creyentes, se han publicado todo tipo de teorias para intentar justificar que lo que se vio no era un milagro ni nada parecido, algunas de las más absurdas. En un tono divertido, Matthew Archbold recopilaba estas supuestas explicaciones y aportaba dos basadas en la fe, recogidas todas ellas por Cari Filii News:
Hasta la prensa laicista y anticlerical lo acreditaba
De lo que ocurrió en octubre de 2017 hay hechos irrefutables: un documento, el artículo en el gran diario portugués “O Século”, anticlerical, equivalente, por ejemplo de “El País” en la España actual. El periodista Avelino de Almeida, laicista, nada católico,que en todos sus artículos previos se burlaba de la religiosidad de Fátima, se presentó en el lugar de los hechos, donde la Virgen de Fátima había anunciado “una señal”. Explica que allí se congregaron unas 70.000 personas. Y describe:
“Ante los ojos asombrados de la multitud, cuyo aspecto era bíblico, de pie, cabezas sin sombreros, mirando con atención el cielo, el sol tembló, hizo increíbles movimientos repentinos fuera de cualquier ley cósmica, el sol ´bailó´ según la expresión de la gente”.
El bloguero católico Matthew Archbold, en su blog CreativeMinorityReport, realizó unarecopilación con lenguaje divertido y ameno de cómo “los secularistas han amasado una enorme cantidad de explicaciones de por qué no deberíamos creer lo que vemos ante nuestros propios ojos. He aquí las asombrosas razones que han acumulado para que creamos que nada especial pasó en Portugal ese gran día”.
Hay que tener en cuenta que (como veremos después) también entre los católicos fieles y ortodoxos hay diversidad de opiniones sobre lo que pasó allí, pero por el momento repasemos lo que Archbold llama el “Top 10 de explicaciones científicas para Fátima”.
Escribe Archbold con humor:
Polvo estratosférico. Steuart Campbell, escribiendo para la edición de 1989 del Journal de Meteorología, teoriza que una nube de polvo estratosférico alteró la apariencia del sol el 13 de octubre, haciendo que fuese más fácil mirarlo y dándole una apariencia amarilla, azul, violeta y que girase. En apoyo a esta hipótesis, el señor Campbell señala que hay un sol azul y rojizo documentó en China en 1983.
No todos vieron lo que paso. Curiosamente, es el argumento exactamente opuesto al de que también China lo vio por lo que no pasó. Los astrónomos, dicen, no vieron ninguna danza en el cielo en ningún lugar del mundo. El sol danzante fue un hecho regional, así que queda descartado. Podríamos preguntarnos si el hecho de que fuese un fenómeno regional significa que no pasó nada especial. Si se hubiera visto en todo el mundo habrían escrito que simplemente fue un fenómeno astronómico porque todo el mundo lo vio.
¡Percepción Extra Sensorial, PES!Siempre es mi favorita. La autora Lisa Schwebel dice que el evento fue una forma sobrenatural de fenómeno extrasensorial. ¿Dios? ¡Ni hablar! ¿PES? ¡Sí! Schwebel ha dicho que a lo largo de la historia humana se han registrado varios casos de reuniones religiosas que culminan con la aparición repentina y misteriosa de luces en el cielo, así que es PES. La lógica se me escapa, pero si eres creyente en El Exorcista II, entonces esto es tan creíble como Richard Burton haciendo de cura.
Un falso sol. Ni siquiera sabía que este existiese pero vale la pena escucharlo. Joe Nickell, que se autodescribe como escéptico e investigador de lo paranormal, según Wikipedia asegura que la posición del fenómeno descrito por varios testigos está en un azimut y elevación erróneos para ser el sol. Propone que la causa puede haber sido un “sundog”, a veces llamado “parhelion” o “falso sol”, un fenómeno óptico atmosférico asociado con la reflexión/refracción de la luz solar por los numerosos cristalitos de hielo que componen los cirros o nubes de cirrostratos. Un “sundog” es, sin embargo, un fenómeno estacionario, quieto, y no explicaría la apariencia de “sol danzante”. Así que Nickell sugiere una explicación a este fenómeno que puede darse en una distorsión retinal temporal, causada por mirar a la intensa luz y/o el efecto de enfocar los ojos hacia delante y atrás para evitar una mirada completamente fija, combinando así imagen, post-imagen y movimiento. Así, pues, 70.000 personas movieron la cabeza y pensaron que un falso sol danzaba. ¿Los 70.000? Bastante ridículo, ¿no?
¡Nube de polvo! Paul Simons, en un artículo titulado “Secretos del Clima en el Milagro de Fátima” dice que es posible que algunos de los efectos ópticos de Fátima puedan haber sido causados por una nube de polvo del Sáhara.
La vieja teoría de la alucinación en masa.El autor Kevin McClure es uno de los muchos que dicen más o menos esto: la multitud en Cova da Iria esperaba ver señales en el sol, así que las vieron. Claro, pasa continuamente. McClure no tiene en cuenta que gente que estaba a millas de distancia que no pensaba para nada en el asunto también lo vio.
¡OVNI! El viejo truco del artefacto alienígena que se hace pasar por una señal de Dios. También pasa continuamente, ¿no lo sabían? Curiosamente, la nave espacial resulta que viene el día exacto que los tres niños dijeron que habría un milagro. O quizá las apariciones fueron todas obra de los hombrecillos verdes. Todo eso suena mucho más realista que la explicación de la Iglesia.
Tormenta solar. Fue una gigantesca EMC (eyección de masa coronal). Más conocida como “luces del norte” en Portugal. Verán, las llamaradas solares emiten partículas de alta velocidad que causan las luces del norte o aurora boreal. Eso lo explica todo. Porque todos sabemos que las auroras boreales se parecen en todo a que un sol que danza.
Presión de los demás. Había una presión social significativa para ver un milagro así que todos se autoengañaron para creer que lo vieron. ¿Que eran 70.000 personas? Es una presión social bastante fuerte. Sobre todo para la gente que lo vio a 20 millas de distancia.
Un eclipse. A estos chicos no les importa contradecirse. Sería un eclipse muy, muy local. ¿no lo habrían visto los astrónomos?
Una razón de “bonus”: -1: la Evolución. Lamentablemente, esta viene del Instituto de Física de la Universidad Católica de Lovaina. La evolución nos ha dado el famoso “efecto de zoom y alejamiento”. Ocurre cuando ves una imagen a una distancia desconocida. Tu cerebro considera la posibilidad de que se acerque así que sin que lo sepas tu cerebro realiza un “zoom mental ilusorio, en que el tamaño aparente del objeto se incrementa progresivamente”.
Sucede por lo siguiente, dicen los científicos. La evolución nos fuerza a estar continuamente atentos por si se acerca algo peligroso para comérsenos, por si hemos de salir corriendo, así que nuestro cerebro hace zooms para asustarnos y salir corriendo. Cuando la idea de una aproximación no implica peligro real, el objeto vuelve a su lugar. Como el sol danzante. Asombroso. Setenta mil personas pensaron que el sol venía a comerlas. Cuando se dieron cuenta de que el sol no tenía dientes, lo devolvieron a donde pertenecía con “zooms y alejamientos”. ¡Podría ser mi teoría preferida!
Hasta aquí la selección de explicaciones desde sectores, por lo general, secularistas.
¿Un milagro natural o sobrenatural?
En 2014, el sacerdote Ryan Erlenbush, en su blog “New Theological Movement”, retoma el tema y ofrece un par de explicaciones “alternativas” católicas.
Primero establece lo que hizo el Sol según los testimonios: danzó en el cielo, se dirigió con enorme velocidad contra la tierra como si fuera a estrellarse –al parecer hubo gente que se lanzó al suelo- y de repente de forma súbita el sol volvió a estar en su lugar, dejando a la gente atónita el hecho de que su ropa, que había estado mojada por la fuerte lluvia, estaba ahora completamente seca. Se establece que incluso personas a millas de distancia vieron al sol moverse así.
Por supuesto, el Sol en sí no se movió de su sitio, el resto de los humanos del planeta no notaron nada de esto ni tampoco los observatorios astronómicos.
Ryan Erlenbush cita a un sacerdote científico prestigioso y buen conocedor de la historia y la filosofía de la ciencia, Stanley Jaki, que apunta que pudo tratarse de una combinación insólita (y milagrosa por haber sido señalada en fecha y horapor la Virgen, citada por los videntes) de inversión súbita de la temperatura conincontables fenómenos naturales adicionales conjuntos, incluyendo algunos que hemos comentado antes… Una conjunción de tantísimas variables precisamente en el día que se había congregado tanta gente esperando una señal… ¿no es un milagro?
Pero el padre Erlenbush tiene su propia teoría que prefiere a la del padre Jaki porque, simplemente, es más sencilla y más sobrenatural.
Una explicación de "tamaño más bíblico"
“La explicación del padre Jaki reduce el milagro a un evento esencialmente natural. Más aún, el número de factores naturales que habrían concurrido para hacer el fenómeno incluso remotamente posible es tan grande que lo hace del todo improbable. El padre Jaki respondería: ¡por eso es un milagro! Nosotros replicamos:¡Entonces es más probable proponer un milagro real!”
“Por lo tanto”, continua Erlenbush, “parece más factible que un nuevo objeto se formó en el cielo, quizá a cientos de metros en el aire sobre el campo. Se llenó con una luz intensa y parece que produjo calor intenso. Esta bola atmosférica de reciente creación era movida (parece) por ángeles y es muy comparable al Pilar de Fuego o –quizá- la Estrella de Belén”.
“Proponemos que los ángeles, dirigidos por Nuestra Señora, hicieron esta bola masiva con polvo o gas que brilló tan intensa con la infusión de luz que ocultó el sol de la vista.Esta bola angélica se parecería a una nube extraordinariamente densa, que se llenó con luz de diversos colores. Este objeto les parecería ante todos en el campo y a millas de distancia, ser el sol, cayendo hacia la tierra”.
Un “mini-sol” así explica, dice Erlenbush, que el resto del mundo no notase nada y que los presentes en el lugar de los hechos quedasen tan aterrados. Así, dice Erlenbush, “no sólo tenemos un milagro, sino uno de proporciones bíblicas que nos devuelve al Éxodo y a la Luz de la revelación de los gentiles que se da en el Cristo Niño”.
Sor Lucía relataba en sus memorias otro hecho extraordinario:
La aparición de San José
Otro hecho extrardinario ocurrió aquel día y que cuenta la vidente Sor Lucía en sus “Memorias”. Tal y como recoge Cari Filii News, Aquel 13 de octubre de 1917, se apareció San José junto a la Virgen y el Niño, al final de las manifestaciones.
Más allá del debate sobre si el sol danzó, si el calor secó las ropas milagrosamente cuando unos minutos antes todos estaban empapados, si hubo una señal en el cielo que vieron miles de asistentes, la visión de San José con la Virgen y el Niño es un manifiesto a favor de la familia.
“Desaparecida Nuestra Señora en la inmensa lejanía del firmamento, vimos al lado del sol, a San José con el Niño y a Nuestra Señora vestida de blanco, con un manto azul.San José con el Niño parecían bendecir al mundo, con unos gestos que hacían con la mano en forma de cruz”, escribía Sor Lucía
La Santísima Virgen María, Reina de la Hispanidad
María quiso estar presente en el nacimiento espiritual de España a las orillas del rio Ebro y también quiso acudir al bautismo de América
España, unidad de fe y espíritu en América.
Queridos hermanos, la condenada del Concilio de Trento de la idea protestante de la Justificación, que ponía la salvación del hombre sólo en los méritos de Cristo sin que el hombre pudiera poner nada de su parte, salvó no sólo la verdad católica sino la misma verdad humana, en el sentido de que con nuestros propios esfuerzos, dado el auxilio divino, alcanzamos la victoria del bien en Dios y por Dios.
El fatalismo protestante, ante cuyo propio destino el hombre nada puede hacer, llevó a los protestantes a una falsa fe, de forma tal que nada necesitaban de nadie, ni de los santos; tampoco les llevó a preocuparse de los otros; de ahí que en los siglos XVI y XVII no quedasen protestantes misioneros. ¿Para qué? Si uno cree que la justificación se debe sólo a los méritos de nuestro Señor Jesucristo, ya poco o nada es lo que tiene que hacer un misionero. Su propio sacrificio por los demás carece de eficacia; su propio esfuerzo no sirve para nada; desdeñaron la colaboración del hombre en la Obra de Redención.
Todo lo contrario en el catolicismo, y muy en particular en la genuina y católica España del siglo XVI, cuyos teólogos y religiosos concebían la religión como un combate –como así es en verdad-, donde la victoria depende del propio esfuerzo. Estas son palabras de Santa Teresa de Jesús: Todos los que militáis debajo de esta bandera, ya no durmáis, ya no durmáis, que no hay paz sobre la tierra. Este acento militar que movía a la gran fundadora, sacudía a la España católica de aquel tiempo, y de otros venideros, dando lugar al movimiento misionero más espectacular jamás conocido en la historia de la Humanidad. Esta acción misionera consistió en enseñar a todos los hombres de la tierra, a todos los del mundo conocido y los de las zonas hasta entonces ignoradas, que, si querían, podían salvarse, y que su elección no dependía sino de su fe y su voluntad.
La España católica incorporó a la civilización cristiana a todas las razas que estuvieron bajo su influencia, pues la verdadera unidad moral es sólo la que dimana de un Padre común y de un divino Hermano y Redentor, Jesucristo. Y, justamente, esta hermandad divina, y no un vago sentimiento de fraternidad universal, fue lo que impuso a la España católica y misionera su posición igualitaria y universalista. He aquí la gran unidad en Cristo, que fue obra española en general y de sus Órdenes religiosas en particular; en la que reyes, obispos, legisladores, magistrados, soldados y encomenderos, sacerdotes y seglares, todos a una, contribuyeron a la gran obra de la Hispanidad.
La Virgen María, testigo amoroso de la piedad y espíritu misionero.
Los españoles llevaron a América la devoción a las Vírgenes de sus patrias chicas, y en las nuevas tierras descubiertas surgían abundantes las Pilares, Begoñas, Covadongas, Guadalupes y “Morenetas”. Pero la Virgen quiso hacer más por la joven América. En 1531, diez años después que Hernán Cortés se posicionara en la ciudad de Méjico, apenas llegado a ella su primer Obispo, el franciscano Juan de Zumárraga, la Santísima Virgen se dignó aparecer a un nativo americano, un indio azteca recién convertido, llamado Juan Diego. Yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive, le dijo la Madre del Cielo. Y le mandó acudir al Obispo para pedirle que se alzara un templo en el lugar de la aparición. La historia ya es conocida.
Como María quiso estar presente en el nacimiento espiritual de España a las orillas del rio Ebro, también quiso acudir al bautismo de América. El monte Tepeyac es el Pilar de América, y Méjico su Zaragoza. Aquí, en España, dejó como prenda y recuerdo una columna; allí, una graciosa pintura. Por eso el Pilar y Guadalupe patrocinan los dos ramales de la estirpe, el de Europa y el de América, y son los símbolos espirituales de la Hispanidad, así como los baluartes de su fe y de su piedad.
¿Cuál fue el resultado de la eficaz y providencialísima intervención de la Virgen en la evangelización prodigiosa de tantos pueblos? Que aquellas razas se convirtieran en devotísimas naciones marianas, que ardiesen en amor a la Madre de Dios, siguiendo las huellas de sus progenitores. Las almas sencillas de los nativos aprendieron en seguida de la boca de los misioneros el nombre sagrado de María; vieron a los misioneros elevar preciosos monumentos a aquella Virgen hermosa, Madre de Dios. Se acostumbraron a llamar a sus ríos y a sus montes –bautizados hasta entonces profanamente- con las invocaciones de la nueva Reina, y no se avergonzaban de manifestar externamente la tierna devoción que profesaban a aquella Virgen Santa. Los sencillos indios aprendieron a invocar y amar a la Reina del Cielo; honraban quizá a la Madre sin conocer al Hijo; pero pronto les llevará con sus dulces y maternales inspiraciones, a la luz de Jesucristo y a la purificación de sus almas en las aguas del Bautismo.
¡Cuántos templos americanos dedicados a María! Basílicas magníficas, devotos santuarios y piadosas ermitas, cuya construcción fue ejecutada ya, en muchos casos, en el siglo XVI. ¿Qué nación de la América hispana no cuenta con docenas de fecundos centros de devoción mariana? La lista de países abarca a todas las naciones de habla hispana.
La Virgen Santísima fue el providencial instrumento elegido por los designios del Padre Celestial para dar y presentaros a su preciosos Hijo al mundo, para ser Madre y Reina de los Apóstoles, que por todas partes habían de propagar sus doctrinas; para conculcar para siempre las herejías, y hasta para intervenir prodigiosamente en todos los tiempos, donde quiera que fuera necesario, para la implantación, la consolidación y defensa de la santa fe católica. (Pío XII, en el 50 aniversario de la coronación de Nuestra Señora de Guadalupe, 12-X-1945).
Hoy debemos rezar por nuestra Madre la Iglesia, porque la Iglesia es atacada por sus enemigos y los hijos debemos cuidar y defender a nuestra Madre
La Iglesia es nuestra Madre, pues en su seno somos engendrados y nos da a luz como hijos de Dios. Ella nos alimenta espiritualmente, y nos ayuda a crecer para que estemos maduros para el Reino de los cielos. La Iglesia es verdaderamente nuestra madre. Una madre que nos da vida en Cristo y que nos hace vivir con los demás como hermanos y hermanas en la comunión del Espíritu Santo. En su maternidad, la Iglesia tiene como modelo a la Virgen María, el modelo más bello y más alto que pueda uno tener.
La Iglesia, en la fecundidad del Espíritu, continúa generando nuevos hijos en Cristo, siempre en la escucha de la Palabra de Dios y en la docilidad a su diseño de amor. La Iglesia es madre. El nacimiento de Jesús en el seno de María, es el preludio del nacimiento de todo cristiano en el seno de la Iglesia, desde el momento que Cristo es el primogénito de una multitud de hermanos. El primer hermano es Jesús, nació de María, es el modelo y todos los demás hemos nacido de la Iglesia.
Comprendemos, entonces, que la relación que une a María y a la Iglesia es muy profunda: mirando a María, descubrimos los rostros más bellos y tiernos de la Iglesia; mirando a la Iglesia reconocemos las características sublimes de María. Los cristianos no somos huérfanos, tenemos a una madre, tenemos a nuestra madre. La Iglesia es madre, María es madre.
La Iglesia es nuestra madre porque nos ha dado a luz en el Bautismo. Cada vez que un niño es bautizado, se convierte en hijo de la Iglesia. Y desde aquel día, como mamá cuidadosa, nos hace crecer en la fe y nos indica, con la fuerza de la Palabra de Dios, el camino de la salvación, defendiéndonos del mal.
En sus cuidados maternos, la Iglesia se esfuerza en mostrar a los creyentes el camino que hay que recorrer para vivir una existencia fecunda de alegría y de paz. Iluminados con la luz del Evangelio y sostenidos por la gracia de los Sacramentos, especialmente por la Eucaristía, podemos orientar nuestras elecciones al bien y atravesar con valentía y esperanza los momentos de oscuridad y los senderos más tortuosos que existen. La Iglesia tiene la valentía de una madre que sabe defender a sus propios hijos de los peligros que derivan de la presencia de Satanás en el mundo, para llevarnos al encuentro con Jesús.
Una madre siempre defiende a sus hijos. Esta defensa consiste también en la exhortación a estar vigilantes contra el engaño y la seducción del maligno. Porque, aunque Dios ha vencido a Satanás, él vuelve siempre con sus tentaciones. Lo sabemos todos nosotros. Hemos sido tentados, somos tentados. Resistir con los consejos de la madre, resistir con la ayuda de la madre Iglesia. Como buena madre siempre acompaña a sus hijos en los momentos difíciles. La Iglesia es nuestra Madre que procura nuestro bien, no sólo en esta vida, sino también en la otra.
El Bautismo es una especie de nuevo nacimiento. Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios, de forma semejante a Jesús, que es el Hijo único y eterno de Dios. Por el Bautismo hemos recibido la salvación. Por el Bautismo entramos a formar parte de la Iglesia. Por el Bautismo recibimos también el Espíritu Santo, que habita en nosotros como en un templo, y es por medio de la Iglesia que recibimos el Bautismo, y este es el nacimiento nuevo y definitivo, es en el Bautismo que la Iglesia da a luz a sus nuevos hijos.
Hoy debemos rezar por nuestra Madre la Iglesia, porque la Iglesia es atacada por sus enemigos; y ya que nuestra Madre defiende a sus hijos, así los hijos debemos cuidar y defender a nuestra Madre.