Cristo es imagen del Dios invisible; por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados
- 06 Noviembre 2017
- 06 Noviembre 2017
- 06 Noviembre 2017
Evangelio según San Lucas 14,12-14.
Jesús dijo al que lo había invitado: "Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!".
San Leonardo Noblac
San Leonardo, eremita
En Noblac, cerca de Limoges, en Aquitania, san Leonardo, ermitaño. La primera información sobre su existencia data del siglo XI, en las «historias» de Ademar de Chabannes, escrito alrededor de 1028, donde habla del traslado, en 1017, de sus reliquias. Pocos años después de 1030, se puso en circulación una anónima «Vita Sancti Leonardi», con la descripción de nueve milagros atribuidos a él. Según los estudiosos posteriores de la hagiografía esta 'Vita' es legendaria, pero sigue siendo el más antiguo testimonio, y aun es posible sacar datos de ella.
Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio I (491-518), sus padres eran nobles francos amigos del rey Clodoveo (481-511), que quiso ser el padrino en el bautismo. De joven se negó a alistarse en el ejército, como era costumbre en los nobles francos, y marchó de discípulo de san Remigio, arzobispo de Reims (438-530), el gran evangelizador de los francos, que había convertido y bautizado el rey Clodoveo. El santo obispo había obtenido del convertido rey el privilegio de poder exigir la liberación de presos, e incluso Leonardo, movido por el gran fervor de la caridad, solicitó y obtuvo el mismo favor, liberando así un gran número de desgraciados prisioneros, víctimas de las bárbaras guerras de aquellos tiempos.
Su fama de santidad se difundió mucho y Clodoveo le ofreció la dignidad de obispo, que Leonardo rechazó, retirándose como ermitaño, primero a San Maximino en Micy, luego a Limoges. Se cuenta que atravesando el bosque de Pavum, cerca de Limoges, donde se había establecido, lo llamaron para rescatar a la reina Clotilde, que acompañaba al rey Clodoveo en una cacería y que había sido sorprendida por los dolores de parto; Leonardo, con su oraciones, le consigue superar el dolor y dar a luz a un hermoso bebé. En agradecimiento Clodoveo le dio parte del bosque para construir un monasterio, que el propio Leonardo delimitó montado en un burro.
El santo ermitaño construyó un oratorio en honor de la Virgen, dedicando un altar a su maestro, san Remigio, muerto hacía tiempo en fama de santidad. Un pozo cavado por él, milagrosamente se llenó de agua y llamó al lugar «Nobiliacum» en memoria de la donación de Clodoveo, rey nobilísimo. Las regiones ya cristianizadas de Alemania, Aquitania, Inglaterra, se llenaron de noticias de la fama que rodeaba el santo ermitaño, de Micy a Orleans, acudían a Nobilac enfermos de todo tipo, que con sólo verlo quedaban curados; pero especialmente el santo libraba a los prisioneros de guerra (recuérdese que en esos siglos la detención se utilizaba para cobrar el rescate). Los prisioneros dondequiera que lo invocaran, podía ver que las cadenas se rompían, los candados se abrían, los guardias se distraían, y estos desgraciados recuperaban su libertad, y se apresuraban a darle las gracias, y muchos permanecían con él.
Algunos familiares del santo ermitaño se asentaron alrededor del monasterio con sus familias, dando a luz a un pueblo, que luego tomará su nombre. Murió en un año descvonocido, hacia mediados del siglo VI, pero después del 530, año de la muerte de su mentor, san Remigio. En el siglo XI, el culto comenzó a extenderse por Europa Central, se erigieron en su honor varios cientos de las iglesias y capillas, y su nombre se incluyó en la toponimia y el folclore. Fue especialmente venerado en la época de las cruzadas y cuenta entre sus devotos al príncipe Bohemundo de Antioquía (Bohemundo de Hauteville, 1050-1111, hijo de Roberto Guiscardo), hecho prisionero por los infieles en 1100 durante la Primera Cruzada, y liberado en 1103; él atribuyó su liberación a la invocación del santo, y cuando regresó a Europa donó, como exvoto, a la capilla de Saint-Léonard-de-Noblat unas cadenas de plata similares a las que lo habían atado.
En el arte se lo representa casi siempre con las cadenas, símbolo de su protección especial para los que están injustamente presos, y por ese motivo pictórico es también patrono de los fabricantes de cadenas, broches, hebillas, etc. Se lo invoca también para partos difíciles, dolores de cabeza y enfermedades de los niños.
fuente: Santi e Beati
Es uno de los santos más populares de Europa central. En efecto; dice un estudioso que en su honor se erigieron no menos de seiscientas iglesias y capillas, y su nombre aparece frecuentemente en la toponomástica y en el folclor.
El mismo estudioso añade que él «despertó una devoción particular en tiempos de las cruzadas, y entre los devotos se cuenta el príncipe Boemundo de Antioquía que, hecho prisionero por los infieles en 1100, atribuyó su liberación en 1103 al santo, y, de regreso a Europa, donó al santuario de Saint-Léonard-de-Noblac, como ex voto, unas cadenas de plata parecidas a las que él había llevado durante su cautiverio». San Leonardo de Noblac (o de Limoges) es un santo «descubierto» a principios del siglo XI, y a ese período remontan las primeras biografías, que después inspiraron el culto hacia él.
Leonardo nació en Galia en tiempos del emperador Anastasio, es decir, entre el 491 y el 518. Como sus padres, a más de nobles, eran amigos de Clodoveo, el gran jefe de los Francos, éste quiso servir de padrino en el bautismo del niño. Cuando ya era joven, Leonardo no quiso seguir la carrera de las armas y prefirió ponerse al servicio de San Remigio, que era obispo de Reims. Como San Remigio, sirviéndose de la amistad con el rey, había obtenido el privilegio de poder conceder la libertad a todos los prisioneros que encontrara, también Leonardo pidió y obtuvo un poder semejante, que ejerció muchas veces.
El rey quiso concederle algo más: la dignidad episcopal. Pero Leonardo, que no aspiraba a glorias humanas, prefirió retirarse primero a San Maximino en Micy, y después a un lugar cercano a Limoges, en el centro de un bosque llamado Pavum. Un día su soledad se vio interrumpida por la llegada de Clodoveo que iba a cacería junto con todo su séquito. Con el rey iba también la reina, a quien precisamente en ese momento le vinieron los dolores del parto.
Las oraciones y los cuidados de San Leonardo hicieron que el parto saliera muy bien, y entonces el rey hizo con el santo un pacto muy particular: le obsequiaría, para construir un monasterio, todo el territorio que pudiera recorrer a lomo de un burro. Alrededor del oratorio en honor de María Santísima habría surgido una nueva ciudad.
Oremos Tú, Señor, que nos has dado un modelo de perfección evangélica en la vida ejemplar de San Leonardo de Noblac, concédenos, en medio de los acontecimientos de este mundo, que sepamos adherirnos, con todo nuestro corazón, a los bienes de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
San Atanasio (295-373), obispo de Alejandría, doctor de la Iglesia Sobre la Encarnación del Verbo, 13
Cristo es imagen del Dios invisible; por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados (Col 1,15.14)
Puesto que los hombres se volvieron del todo irrazonables y el engaño del demonio arrojaba su sombra por todas partes y escondía el auténtico conocimiento del verdadero Dios, ¿qué tenía que hacer Dios? ¿Callarse ante semejante situación? ¿Aceptar que de esta manera los hombres se extravíen y no conozcan a Dios?... ¿Es que Dios no ahorrará a sus criaturas el extraviarse lejos de él y el ser sometidas a la nada, puesto que este extravío es para ellas causa de pérdida ruinosa, teniendo en cuenta que los seres que participan de la imagen de Dios (Gn 1,26) no perecerán? ¿Qué hacía falta que Dios hiciera? ¿Qué hacer sino renovar en ellos su imagen para que los hombres puedan, de nuevo, conocerle?
¿Pero, cómo se hará esto, sino por la presencia de la misma imagen de Dios (Col 1,15), nuestro Salvador Jesucristo? Esto no podía realizarse por los hombres, puesto que ellos no son la imagen de Dios sino que han sido creados según la imagen; tampoco lo podían realizar los ángeles, porque ellos mismos no son imágenes. Por eso vino el mismo Verbo de Dios, él que es la imagen del Padre, a fin de estar en condiciones de restaurar la imagen desde el fondo mismo de la esencia humana. Por otra parte, esto no se podía llevar a cabo si la muerte y la degradación subsiguiente no eran aniquiladas. Por eso el Verbo tomó un cuerpo mortal, para poder aniquilar la muerte y restaurar a los hombres según la imagen de Dios. Así pues, el que es la imagen del Padre, su Hijo santísimo, vino a nosotros para renovar al hombre hecho a su semejanza y, cuando estaba perdido, volver a encontrarlo por la remisión de sus pecados, tal como él mismo dice: «He venido a buscar y salvar lo que estaba perdido»(Lc 19,10).
Los Frutos del Espíritu Santo.
Los Frutos del Espíritu Santo son actos de exquisita virtud.
Así como el árbol produce sus frutos, la persona que se ha ejercitado y entrenado en las virtudes y en la docilidad a las mociones del Espíritu Santo que actúan a través de los dones, produce frutos exquisitos y deleitables, que no son nada más (ni nada menos), que las virtudes actuadas por medio de los dones del Espíritu.
Por lo tanto, los actos producidos no son ya humanos ayudados por la gracia, como las virtudes, cuya ejecución se debe a la razón iluminada por la fe, sino que los frutos son actos sobrenaturales y divinos, fáciles de realizar ya para la persona, y no requieren del esfuerzo acético de las virtudes, sino de la perfección mística de la fidelidad ya corroborada en la recepción de la inspiración del Espíritu Santo a través de los dones.
Por lo que los frutos son la virtudes actuadas por lo dones de manera constante, fácil y deleitosa, a modo divino, sobrenatural o sobrehumano.
Se realizan con suavidad y dulzura.
Los dones son su causa, actuando sobre las virtudes. Los frutos son el efecto de la actuación de los dones y de la respuesta fidelísima a las inspiraciones divinas. La persona supo escuchar Su Voz.
Son contrarios totalmente a los deseos desordenados de la carne, que colocan al hombre, varón y mujer, por debajo de su dignidad (Gálatas 5, 19-21); los frutos mueven a lo que está por encima de nosotros, hacia lo más alto.
Perfeccionan y desarrollan al ser humano, sin llegar, sin embargo, a la cumbre de las bienaventuranzas, que trataremos en otro lugar más adelante.
¿Cuántos son los Frutos del Espíritu Santo?
¿Están en la Biblia?
La Biblia latina o Vulgata, traducida por San Jerónimo, menciona 12 frutos del Espíritu Santo. El texto paulino original de Gálatas 5, 22-23 menciona solamente nueve.
Santo Tomás y los Santos Padres, aducen que el Apóstol no tuvo la intención de enumerarlos todos, y mencionan también la cita de Apocalipsis, capítulo 22, versículo 2, donde el relator bíblico habla del río de la vida que produce un árbol con 12 frutos.
El río de vida del Espíritu produce sus doce frutos, que podemos dividir en:
a) En cuanto la mente y el corazón del hombre ordenados en sí mismo:
Amor, gozo y paz. Paciencia y longanimidad.
b) En cuanto la mente y el corazón del hombre ordenados respecto a las cosas y personas que están a su lado:
Bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad.
c) Respecto de las cosas inferiores, el hombre se predispone bien: en cuanto a las acciones exteriores, por medio de la modestia; y en cuanto a los deseos interiores, por medio de la continencia y de la castidad.
a) La mente humana está bien consigo misma cuando se predispone bien para los bienes y los males.
1. La primera predisposición con respecto al bien es el amor, primero de los Frutos del Espíritu Santo, como dice la carta a los Romanos 5, 5, que el amor de Dios ha sido derramado en nosotros por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.
2. Al amor le sigue el gozo de estar en Dios.
3. Y la perfección del gozo es la paz, en cuanto al cese de las perturbaciones exteriores, y al aquietamiento de su corazón en Jesús, descansando en Él como en un todo.
Se calma también por lo tanto el deseo fluctuante que se posa de cosa en cosa, de persona en persona, y solo se posa en el Señor su Dios.
Por lo que nada impide disfrutar de Él.
4. Con referencia a los males, la persona se predispone bien por medio de la paciencia, para no ser perturbada por la inminencia de los males presentes.
5. Y también se predispone bien con referencia a los males, por medio de la longanimidad, no ser perturbada por la dilación en el tiempo en la consecución de los bienes deseados, pues carecer del bien tiene razón de mal.
b) Respecto de las cosas que están junto a sí, y eminentemente de sus prójimos, el hombre se dispone bien:
6. Primero, en cuanto a lo voluntad de hacer el bien, y esto corresponde a la bondad.
7. Luego en cuanto a hacer el bien a los demás, perdonándolos y ayudándolos, que es propio de la benignidad.
8. En cuanto a tolerar sin sobresaltos los males inferidos por estos mismos prójimos, está el Fruto amable del Espíritu Santo de la mansedumbre, que refrena las iras.
9. En cuanto a no hacerle daño al prójimo, no sólo con la ira, sino tampoco con el fraude y el engaño, está el Fruto deleitoso de la fidelidad.
c) En cuanto a las cosas inferiores, el hombre se predispone bien:
10. En cuanto a las acciones exteriores, por medio de la modestia, que pone moderación en los dichos y en los hechos, evitando la afectación o la chabacanería y fanfarronería en el vestir, en el hablar, en el actuar.
11. Y en cuanto a los deseos que pueden ser desordenados en el interior de la persona, actúan los Frutos vigorosos de la continencia, de quien siente las concupiscencias pero no se deja arrastrar por ellas.
12. Y también el Fruto exquisito de la castidad, que no permite que la persona casta sea arrastrada ni padezca los movimientos desordenados de la sensualidad.
Vimos los dones y frutos del Espíritu Santo en el camino de la perfección cristiana.
Corresponden a la vía iluminativa y unitiva de la misma.
En otra ocasión trataremos de las virtudes, propias de los principiantes, que las colocan (las virtudes cardinales y morales) desechando vicios; y de las bienaventuranzas, que es la coronación del camino del organismo de la vida sobrenatural en la vía unitiva, cuando a un paso de la eternidad claman estas personas para que un impulso de amor más intenso arranque su alma de esta tierra y sea llevada al encuentro del amado Jesús más allá de las cosas y del tiempo.
Un amor que consiste en amar por el simple hecho de amar
Santo Evangelio según San Lucas 14,12-14. Lunes XXXI del tiempo ordinario.En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Me pongo en tu presencia. Dame la gracia del silencio, sobre todo el de mi corazón y de mis pensamientos, para poder escuchar aquello que hoy me quieres decir..
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Aquello que más pleno hace al hombre es poner en acto su capacidad de amar.
Por ello, Jesús siempre nos invita a vivir un amor más concreto, más libre... nos invita a vivir un amor cada vez más real.
El egoísmo es lo contrario del amor, pues nos convierte en esclavos de nosotros mismos; nos lleva a usar a los demás, a objetivizarlos aun haciendo los mayores actos de caridad. Nos lleva a "amar" para ser vistos, para no quedar mal, lo cual, al final del día, no es un auténtico amor.
Nos puede dar miedo el no ser correspondidos, el no recibir agradecimientos o algún buen comentario. Y esto puede ser normal, pues la mayoría de las veces no nos viene natural.
Sin embargo, Jesús nos invita a vivir un amor como el de Él. Un amor que simple y sencillamente se da, que no busca correspondencia, no busca agradecimientos; no se ve contaminado por la mirada de los hombres... Un amor que consiste en amar por el simple hecho de amar.
Las palabras de Jesús subrayan actitudes completamente distintas y opuestas: la actitud de quien se elige su propio sitio y la actitud de quien se lo deja asignar por Dios y espera de Él la recompensa. No lo olvidemos: ¡Dios paga mucho más que los hombres! ¡Él nos da un lugar mucho más bonito que el que nos dan los hombres! El lugar que nos da Dios está cerca de su corazón y su recompensa es la vida eterna.
(Homilía de S.S. Francisco, de 28de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy trataré de hacer un acto de caridad oculta, con la única motivación de hacerlo por amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Actitud ante los pobres
Se debe vivir misericordia con el que padece necesidad. El orden social se hace abierto y misericordioso.
"Decía también al que le había invitado: Cuando des una comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos, no sea que también ellos te devuelvan la invitación y te sirva de recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, llama a pobres, a tullidos, a cojos, y a ciegos; y serás bienaventurado porque no tienen para corresponderte; se te recompensará en la resurrección de los justos" (Lc). Muchas pobrezas son fruto de las mil desgracias de la vida, y aún en el caso de que sean culpables, se debe vivir misericordia con el que padece necesidad. El orden social se hace abierto y misericordioso, sin afectaciones.
"Cuando oyó esto uno de los comensales, le dijo: Bienaventurado el que coma el pan en el Reino de Dios". Pero Jesús le dijo: "Un hombre daba una gran cena, e invitó a muchos. Y envió a su criado a la hora de la cena para decir a los invitados: Venid, pues ya está todo preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero le dijo: He comprado un campo y tengo necesidad de ir a verlo; te ruego que me des por excusado. Y otro dijo: Compré cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas; te ruego que me des por excusado. Otro dijo: Acabo de casarme, y por eso no puedo ir. Regresó el criado y contó esto a su señor. Entonces, irritado el dueño de la casa, dijo a su criado: Sal ahora mismo a las plazas y calles de la ciudad y trae aquí a los pobres, a los tullidos, a los ciegos y a los cojos. Y el criado dijo: Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio. Entonces dijo el señor a su criado: Sal a los caminos y a los cercados y obliga a entrar, para que se llene mi casa. Os aseguro, pues, que ninguno de aquellos hombres invitados gustará de mi cena"(Lc). Este "oblígalos a entrar" muestra el deseo ardiente de Jesús para que todos puedan gozar de la dicha de la salvación, las bodas eternas con Dios en el cielo y en la tierra. La invitación a todos es clara una vez más, no caben excusas, por muy justificadas que parezcan.
Devoción a la Virgen de Guadalupe suscita marcado interés en Europa
Los misterios científicos que rodean la Tilma de San Juan Diego causan mucho estupor
Tras una gira por varias diócesis de Italia, el sacerdote mexicano y doctor en historia P. Eduardo Chávez, Presidente del Instituto de Estudios Guadalupanos, reportó al diario italiano La Stampa su satisfacción al haber sido testigo del renovado interés con el cual los fieles buscan conocer a Nuestra Señora de Guadalupe y los hechos de sus apariciones en México hace 486 años.
"Estoy admirado de esta situación, aunque no debería sorprenderme. He visto esto muchas veces", indicó el sacerdote a La Stampa, quien reportó una oleada de devoción en Estados Unidos, donde en regiones tan apartadas como Alaska la Virgen de Guadalupe demuestra ser un valioso instrumento de Nueva Evangelización. "No debería sorprenderme, pero lo sigue haciendo".
Tras una conferencia en Apulia, el experto fue requerido por el Obispo local para regresar y dar una charla a todos los sacerdotes y seminaristas. En Francia, le pidieron al sacerdote impartir unos retiros espirituales inspirados en el mensaje de la Santísima Virgen en Guadalupe. Los datos sobre el contexto y el significado de las apariciones ofrecen un nuevo panorama a los fieles, que comprenden la trascendencia de uno de los principales sucesos de la historia de la Iglesia, clave para la evangelización del continente americano y la fundación del pueblo latinoamericano.
El P. Chávez expuso que los fieles se sorprenden "cuando les hablo del contexto histórico, de cómo trataban de matar hasta al Obispo (Juan de Zumárraga) los mismos españoles. Cómo Ella interviene en un momento tan dramático no sólo para los indígenas, sino también para los misioneros, es algo muy actual". Los hechos, distantes en el tiempo, tienen una resonancia especial en la actualidad. "Actualmente quieren callar la voz de los pastores, los Obispos, y de la Iglesia cuando se habla a favor de la vida", agregó. "Quieren aplastar esa voz, sin embargo Ella es la que va adelante como patrona de la vida desde el seno materno. No es una cosa del pasado, está muy presente".
Además de la enorme importancia del mensaje y los extraordinarios frutos del mismo para la vida de la Iglesia, los misterios científicos que rodean la Tilma de San Juan Diego sobre la cual quedo impresa misteriosamente la imagen de la Santísima Virgen y cuya sola conservación puede ser calificada como un milagro, "causan mucho estupor" en los fieles. "No son inventos o fantasías", recordó el presbítero, quien citó numerosos estudios que han permitido hallar detalles como la ubicación de las estrellas en el manto y su correspondencia con la ubicación real de las mismas en el momento de la aparición o el reflejo microscópico en las pupilas de la imagen imposible de realizar artísticamente y que retrata la revelación del milagro de la tilma al Obispo Zumárraga.
Esas condiciones relacionan a la Virgen de Guadalupe con la Sábana Santa de Turín. "Alguien puede estar atraído por la parte científica del Sudario, pero a través de él puede llegar a creer en Jesús resucitado, en la vida de Jesús", comentó el sacerdote. "Pasa algo similar con la Virgen de Guadalupe: del manto, de los ojos, las estrellas, pasa a ver a la Madre de Dios que dio ese sí y gracias a ella tenemos a nuestro Señor". El P. Chávez anticipó que a medida que mejoren las diversas técnicas científicas, la imagen revele aún otras características desconocidas. "Mientras la ciencia siga desarrollándose no cabe duda que tendremos muchas más sorpresas".
¿Qué dice la Biblia sobre las malas palabras y las groserías?
No es que yo no quiera que las digas, es Dios quien lo señala en su Palabra
Son conocidas como malas palabras, groserías, palabras altisonantes, leperadas, vulgaridades, insultos y en algunos lugares como carnes. Son diferentes formas de dar a conocer aquella palabra que señala de manera despectiva un acto, persona o cosa. Con frecuencia la mala palabra se refiere a la sexualidad, a los progenitores, apariencia, discapacidades físicas o a las capacidades mentales de la persona.
Lo ofensivo también puede estar en la intensión, con esto no excuso a los que se amparan en la formula graciosa y se justifican con ella. Al decir intensión es en el concepto que se tiene en dicho lugar una palabra de uso común ya sea para un país, una cultura. Es muy común en los países de Latinoamérica que tienen un mismo idioma tener diferentes acepciones de una palabra, pero con un sentido en ocasiones antagónico.
Las malas palabras no deben ser utilizadas de ninguna manera. Cierto es que muchas veces pueden salir cuando la persona se encuentra irritada y no tiene dominio de sí. Cuando esto suceda hay que dejar pasar el tiempo para que se calmen los ánimos y pedir perdón. Este tipo de palabras regularmente son pronunciadas por complejo o para llamar la atención. En cualquiera de los casos un cristiano nunca debe mencionarlas. Hace poco una persona me escribió contando que un integrante de la Iglesia había dicho que él era de mente abierta y no era escrupuloso, por lo mismo pedía que los demás fueran de amplio criterio para no juzgarlo a la ligera, ya que el caso ameritaba decir esas palabrotas. No hay ningún caso que amerite decir, ni pensar palabrotas, porque somos hijos de Dios y debemos comportarnos como tal. La Biblia dice:
«El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.» (Lc. 6, 45)
Las groserías siempre se aprenden en un lugar y con un tipo de personas. Lo importante es ser sabio y buscar la forma de cambiar el ambiente para que este no te cambie.
«Los malos compañeros echan a perder las buenas costumbres.» (1 Cor. 15, 33).
A continuación quiero decir un discurso tomado literalmente de la Palabra de Dios. Alguien podrá decir, es que el padrecito ya no quiere que digamos malas palabras, pero no es que yo no quiera, Dios es quien lo señala en su Palabra. Las siguientes citas bíblicas son claras y sencillas.
«Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia. No digan indecencias ni tonterías ni vulgaridades, porque estas cosas no convienen; más bien alaben a Dios.» (Ef. 5, 3-4)
«Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.» (Col. 4, 6)
«No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen.» (Ef. 4, 29) «Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.» (Col. 3, 8)
«Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.» (Ef. 4, 23-24)
«Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.» (Mt. 12, 36-37)
Como ya hemos visto en la Palabra de Dios, encontramos corrección a nuestra manera desviada de actuar. Seamos coherentes y busquemos siempre actuar como hijos de Dios.