Se levantará pueblo contra pueblo
- 28 Noviembre 2017
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Evangelio según San Lucas 21,5-11.
Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
"De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?".
Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo."
Santa Catalina Labouré
1806-1876 Catalina la trabajadora parece decir su nombre, la activa y la oscura, la humilde y la obediente. Y así fue desde la niñez, sustituyendo a su madre muerta en la dirección de la granja paterna, cuidando a diez hermanos, atendiendo a todo y aun encontrando tiempo para ir a la iglesia y visitar enfermos.
Una modesta campesina bretona, no muy instruida por lo que sabemos, pero con el recio sentido común y el sólido equilibrio de las mujeres fuertes y sacrificadas acostumbradas al trabajo más ingrato y más duro. No le fue fácil cumplir su vocación religiosa (antes tuvo que ser criada y camarera en el café de su hermano en París), hasta que hizo el noviciado en las Hijas de la Caridad, la fundación de san Vicente de Paúl.
El resto de su vida no tiene relieve visible, cuarenta y tantos años en un hospital, en medio del anonimato más absoluto, personaje que representa a miles de monjas dedicadas al servicio de los desamparados por amor de Dios; en hospitales, asilos, manicomios, orfanatos, allí donde se sufre, y sin que nadie las conozca, una monjita, como se las suele llamar.
Nadie sabía que en su juventud, en 1830, en la capilla de la rue du Bac había tenido unas visiones de la Virgen, visiones muy plásticas (la Virgen sentada en una silla que aún se conserva) en las que Nuestra Señora le pedía que se acuñase una medalla con su imagen de cuyas manos saliesen rayos de luz, las gracias que derrama sobre el mundo.
Este fue el origen de la «medalla milagrosa», que se difundió rápidamente y obró numerosos prodigios sobrenaturales, sin que nadie supiera hasta la muerte de Catalina que fue ella quien vio a la Virgen y escuchó sus palabras, cumpliendo su encargo para luego poner el sello del silencio y de la caridad sin nombre a la misión recibida.
Oremos
Tú, Señor, que concediste a Santa Catalina Labouré el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.
San Juan Pablo II (1920-2005), papa Mensaje a los católicos de Austria, junio 1982
«Se levantará pueblo contra pueblo»
Vistos los múltiples peligros y amenazas contra la existencia humana, los cristianos luchan con todas las fuerzas que les da su esperanza y unidos con todos los hombres de buena voluntad por un futuro más seguro, digno de ser vivido. Además, lo que nos anima no es tan sólo una esperanza puramente terrestre, sino también, y sobre todo, esta esperanza que proviene de la fe, de la cual el fundamento y finalidad es, en definitiva, el mismo Dios que, en Cristo Jesús, ha dicho su sí definitivo al hombre. Cristo, con su cruz y resurrección, ha vencido todo sufrimiento y toda la calamidad del mundo, convirtiéndose así, para nosotros, en signo de esperanza.
La esperanza es una virtud divina; en el sentido más profundo es un don que obtendréis ya... orando mucho a Dios con los otros y por los otros... Nosotros, los cristianos, tenemos igualmente el deber de manifestar públicamente nuestra esperanza y de compartirla con otros. A través de nuestras palabras, ricas en esperanza, podremos ayudar a los demás a vencer el miedo a vivir, la resignación y la indiferencia, y tener confianza en Dios y en los hombres. Como discípulos de Cristo..., podréis ofrecer al hombre de hoy, envuelto en mil amenazas y lleno de confusión, la palabra de esperanza que nos hace libres.
Dispuestos aceptar la voluntad de Dios
Santo Evangelio según San Lucas 21, 5-11. Martes XXXIV del tiempo ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Quiero dejarme guiar por el camino de la verdad, ya sea en la luz o en la obscuridad. Correré, tal vez sin ver, tomando fuertemente tu mano. Mi disposición es clara: no temeré porque Tú marcas mis pasos.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Intentemos no ver el templo de Jerusalén, sino el templo de nuestro cuerpo. Cuántas veces lo alabamos como si fuera lo más maravilloso del mundo. Después de haber inflado nuestro "ego" Dios nos dice que no quedará piedra sobre piedra. Podemos pensar demasiado en lo terrenal.
Intentemos no ver el fin de los tiempos sino el fin de nuestro tiempo. Cuando se alce la lucha en nuestro interior contra los propios defectos… no tengamos miedo, "si Dios está con nosotros, quién contra nosotros" (Romanos 8, 31). Podemos espantarnos al ver nuestra imperfección y nuestra debilidad. Veremos, más de alguna vez, los signos de la derrota entre tinieblas y tormentas, pero en el interior debemos poner atención a esa voz suave, sencilla, profunda: ¡No tengas miedo!
Ahora que se escucha tanto del fin del mundo, cuidado con que nadie os engañe que nuestro fin puede llagar ahora o puede llegar en años. Lo importante es siempre estar preparados y dispuestos a aceptar la voluntad de Dios. Vivamos de cara a la eternidad.
¡Podemos imaginar el efecto de estas palabras sobre los discípulos de Jesús! Pero Él no quiere ofender al templo, sino hacerles entender, a ellos y también a nosotros hoy, que las construcciones humanas, incluso las más sagradas, son pasajeras y no hay que depositar nuestra seguridad en ellas. En nuestra vida ¡Cuántas presuntas certezas pensábamos que fuesen definitivas y después se revelaron efímeras! Por otra parte, ¡cuántos problemas nos parecían sin salida y luego se superaron!
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy cambiaré una cosa en concreto que no demuestre que vivo de cara a la eternidad.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Se es persona por el alma humana y por el cuerpo humano
Existen muchas personas que no reconocen el valor de nuestro cuerpo como algo sagrado, como parte de nuestro propio ser, como parte de nuestra dignidad, de nuestro valor como personas humanas.
¿Conocen a alguna persona humana sin cuerpo humano? Se es persona por el alma humana y por el cuerpo humano. Por lo tanto, el cuerpo es sagrado, es el medio material que Dios nos ha regalado para poder realizar miles de obras buenas y nunca se le debe despreciar considerándolo como un estorbo o como un objeto con el que puedo hacer lo que se me antoja.
Como ya se habrán dado cuenta, su cuerpo actual es muy diferente al que tenían de niños. De pronto, a los once a doce años empezó a cambiar, interna y externamente.
Los cambios externos los han notado claramente, pero no así los internos. Es entre los doce y los dieciséis años la etapa en donde se nota más su crecimiento, su cambio exterior desde tu nacimiento. Es el momento en que maduran físicamente. Esto significa que al final de esta etapa han llegado a ser, en el aspecto físico, unos hombres (o unas mujeres) "hechos y derechos".
En los hombres, el cambio más notable es que aumentó su estatura y su peso; vino el rápido crecimiento de sus huesos largos del cuerpo: un "estirón" repentino. Su voz cambió y se volvió ronca. Se ensancharon sus hombros y se desarrollaron sus músculos. Los "niños flacuchos" que eran hace unos años, de pronto se convirtieron en unos "hombretones fuertes y vigorosos", capaces de realizar los deportes más difíciles y de llevar a cabo los trabajos más rudos. Todo su cuerpo se ha preparado para que puedan llevar a cabo su misión como jefes futuros de una familia, misión que requiere de mucha fuerza y mucha valentía, pues a ustedes, hombres, les corresponderá velar porque nada falte en su familia; no sólo casa, vestido y sustento, sino principalmente la seguridad que solo dan el amor y la disciplina. Por todo esto, es muy importante que aprovechen todas las fuerzas de su juventud para prepararse para ser cada uno, "el mejor de los padres": estudiando, haciendo deporte, trabajando, para fortalecer su cuerpo y su espíritu.
Las mujeres tuvieron también sus cambios, bien diferentes a los de los hombres: aumentó su estatura, mas no tanto como la de ellos, crecieron sus pechos, sus caderas se redondearon haciendo parecer más delgada la cintura y de pronto, las "niñas regordetas" de hace unos años, que jugaban futbol y canicas con los niños, se convirtieron en unas mujeres delicadas y femeninas. Con todos estos cambios físicos, su cuerpo se ha ido preparando para la grandiosa misión de la maternidad: Dios quiso que el cuerpo de la mujer fuera el "nido" caliente y amoroso donde recibieran de Él la vida los nuevos seres humanos, y le dio la forma adecuada y perfecta para que estos nuevos seres se sintieran protegidos y amados desde el momento de su concepción.
Los cambios físicos en las mujeres se notan por fuera y se sienten por dentro: desde que dejaron de ser niñas, habrán notado cambios bruscos en su estado de ánimo: a veces se sienten contentas, y hasta un poco eufóricas y de pronto, sin ninguna razón aparente, les llegan unas ganas enormes de llorar o de enfurecerse contra todo y contra todos, sin saber porqué. Estos cambios de humor son totalmente normales, están causados por los cambios físicos internos que generan una serie de sustancias llamadas hormonas. Pero no porque sean normales debemos permitirlos, haciéndole la vida insufrible a los demás. Estos cambios de humor se pueden y se deben controlar usando la inteligencia y la voluntad.
Como ven, los cambio en los hombres y las mujeres en esta etapa son muy distintos, pero ambos tienen un cambio común: De pronto, después de una época en la que se odian unos a otros, empiezan a sentirse atraídos por las personas del sexo opuesto. Un día se dan cuenta de que la niña que ayer les parecía chocante y aburrida, hoy es la mujer más encantadora del mundo o que el niño que ayer era un brusco y grosero, se ha convertido en el hombre más guapo, galante y cautivador de todo el universo.
"La sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma".(Catecismo de la Iglesia Católica n.2332)
Esta atracción que sienten hacia el otro sexo, es buena y querida por Dios, (Él la planeó desde el principio), pero es muy importante que la sepan controlar con su inteligencia y su voluntad para reservar la entrega de su cuerpo exclusivamente a la única persona que se lo merece y que es "aquella mujer" o "aquél hombre" que tal vez todavía no conocen, pero que será algún día su futura esposa o esposo, con la que formarán una familia y a la que le prometerán delante de Dios amarla y respetarla todos los días de su vida.
Cuídense de no confundir la atracción sexual con el amor. Esa atracción poderosa que sienten hacia el otro sexo, puede llegar a formar parte del amor, pero no es el amor, pues el amor no es un sentimiento ni una sensación, sino que es un acto de la voluntad.
Nunca olviden que es mucho más hombre, mucho más valiente, mucho más digno de respeto y admiración, aquél que es capaz de dominarse a sí mismo, reservando la entrega de su cuerpo hasta el matrimonio, que aquél que se deja dominar por sus instintos como si fuera un animal y no una persona creada a imagen y semejanza de Dios.
"La pureza de corazón ...nos permite considerar el cuerpo humano, el nuestro y el del prójimo, como un templo del Espíritu Santo, una manifestación de la belleza divina".(Catecismo de la Iglesia Católica n.2519)
Tú como católico sabes que tu cuerpo es templo de Dios y que debes respetarlo, pero te encontrarás personas que te digan que debes disfrutar de lo agradable, huyendo de lo desagradable, que no tienes por qué dominarte, que eres "libre" de usar tu cuerpo como quieras, sin compromisos ni ataduras legales ni morales.
No te dejes engañar por estas mentiras, pues acaban con la fuerza de la juventud, la debilitan y la destruyen, convirtiendo a los que se dejan llevar, en títeres de la sensualidad y del egoísmo.
El Papa Juan Pablo II dice en su Carta a los Jóvenes del Mundo: "Estad alertas contra el fraude de un mundo que quiere explotar o dirigir mal vuestra energía y ansiosa búsqueda de felicidad y orientación".
Para recordar
* Desde la primera etapa de la adolescencia, las diferencias físicas entre hombres y mujeres se marcan notoriamente, porque sus cuerpos van adquiriendo características para cumplir la misión específica, que Dios ha planeado para cada sexo.
* Tu desarrollo físico puede afectar tu estado de ánimo, pero esto lo puedes y lo debes controlar.
* Ante las nuevas sensaciones que tu desarrollo físico te produce, debes imponer tu inteligencia y voluntad para encauzar todas tus energías hacia algo positivo y agradable a los ojos de Dios.
* El Papa Juan Pablo II insiste en su Carta a los Jóvenes del Mundo: "Estad alertas contra el fraude de un mundo que quiere explotar o dirigir mal vuestra energía y ansiosa búsqueda de felicidad y orientación".
* Tu madurez y grandeza como hombre o como mujer, se demuestran en el dominio de ti mismo.
Si Cristo es Rey, ¿María es también Reina?
¿Hay algún fundamento bíblico para afirmar esto?
Es muy conocida por todos la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, que se sitúa al final del año litúrgico. Sin embargo, a la luz de ello, podemos hacernos esta pregunta: ¿si Cristo es Rey, María es reina? ¿Hay algún fundamento bíblico para afirmar esto? Lo veremos a continuación.
El Padre Sam comienza aclarando que hay muchas cosas que incomodan a nuestros hermanos protestantes (él prefiere llamarles “hermanos esperados”), sobretodo respecto a la Virgen María, por ejemplo, el de llamar a María “madre de Dios” o “nuestra intercesora”… y luego se detiene a hablar del título de “reina de cielos y tierra”, fiesta que celebramos cada 22 de agosto.
Luego, el sacerdote nos recuerda uno de los misterios gloriosos que meditamos en el Santo Rosario (el quinto): la Coronación de la Santísima Virgen (Ap 12, 1; Lc 1, 32; Jr 13, 18), con su respectivo fundamento bíblico.
Después se detiene a analizar el texto de 2 Tim 2,12: “Si sufrimos con Cristo, reinaremos con Él”. Y este es el texto que nos ayuda tanto para entender el reinado de María. Ella es reina de cielos y tierra, aclarando que es “reinar CON Cristo” no “EN VEZ de Cristo”. Y enfatiza que de ahí viene la fuente de la confusión, cuando creemos que el reinado de María le quita protagonismo a Dios. No, su reinado es junto a Cristo, no en lugar de Cristo. “El triunfo de Cristo es también el triunfo de todos aquellos que son de Cristo, y la Virgen María es aquella que se mantuvo fiel, que le acompañó en los momentos más difíciles, por eso, a toda honra se merece el título de “reina del universo”, enfatiza el Padre Sam.
El gigante dormido (los laicos)
Cuando todo lo que conoces sobre la Iglesia se limita a lo que quieran decir los que controlan los medios de comunicación lo lógico es vivir equivocado
“Que tu vida no sea una vida estéril. Sé útil. Deja poso. Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón”.
San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Ante la pregunta sobre quiénes forman la Iglesia es habitual que se empiece a hacer recuento de cargos eclesiásticos: Sacerdotes, Obispos, Monjas, el Papa… Es una forma de pensar típica de quien no tiene muy claras las ideas acerca de lo que es la Iglesia, y debo reconocer que una buena parte de cristianos tienden a dar la misma respuesta; yo mismo hubo un tiempo en el que la habría dado sin pensármelo dos veces.
En cierto modo es normal. Cuando todo lo que conoces sobre la Iglesia se limita a lo que quieran decir los que controlan los medios de comunicación lo lógico es vivir equivocado. En el seno de la Iglesia está presente un enorme gigante que, todavía hoy, permanece dormido. Se va desperezando poco a poco, pero todavía le queda mucho para estar plenamente despierto. Se trata de quienes conforman la mayoría de la Iglesia, los laicos.
Durante demasiado tiempo, los laicos, nos hemos dejado anestesiar, hemos ido reduciendo paulatinamente nuestro compromiso con la Iglesia y con lo que supuestamente son nuestras creencias y nuestros principios y hemos dejado que el tiempo transcurriera plácidamente mientras olvidábamos… Y, de pronto, nos hemos encontrado con que ¡no conocemos lo que creemos! Mientras una ofensiva laicista aprovecha nuestro sueño para imponer sus ideologías.
Ante este ataque el gigante empieza a despertar. Poco a poco han surgido multitud de asociaciones y otras iniciativas en busca de una vivencia de la fe mucho más coherente. Pero todavía queda mucho por hacer. No podemos esperar que esas asociaciones sean las únicas que resuelvan el problema. Si falla la base, todo el edificio caerá irremediablemente. Por tanto si los laicos no somos capaces de vivir realmente nuestro cristianismo, la Iglesia se irá desmoronando.
No es casualidad que haya sido en los momentos y lugares de mayor persecución y necesidad cuando han aparecido los mejores ejemplos de cristianos comprometidos. Sin embargo, es una pena que, cuando no se dan esas situaciones, la modorra gobierne nuestras vidas. Olvidamos que Dios mismo nos ha elegido para constituir su Iglesia y que, por tanto, tenemos un papel en ella; es más, me atrevería a decir que el papel del laico es enormemente importante, fundamental. Se trata de una responsabilidad vital en el mantenimiento de la Iglesia. Nosotros somos el primer frente de lucha en el mundo ordinario, porque, no nos engañemos, la vida del cristiano es una lucha constante. Contra nuestro propio egoísmo, contra las corrientes que buscan rebajar la dignidad humana, contra la ignorancia, contra la tibieza… Contra el Mal, en definitiva.
No es ni debe ser una lucha cruenta, pero eso no hace que no sea extenuante; hasta el punto de que solos no podríamos afrontarla sin acabar sumiéndonos en la más absoluta desesperación. Necesitamos radicar nuestra vida, nuestra actividad diaria, en Cristo. Sólo así podremos avanzar en un mundo en el que da la sensación de que a cada día que pasa resulta más complicado no ser un borrego más, que siga servilmente la corriente que marcan las modas y los gobiernos.
A nosotros nos corresponde la lucha en nuestros puestos de trabajo, en nuestras familias, en nuestro propio ambiente. Debemos hacer oración cada una de nuestras actividades, y más aún si nos resultan repetitivas y rutinarias. Debemos luchar porentender nuestra fe y por hacérsela entender a los demás. Nosotros tenemos la responsabilidad de llevar la luz a aquellos que, dentro del círculo en el que nos movamos en la vida, caminan a oscuras. Llegamos a todos los rincones de la sociedad, y por ello podemos iluminarla en su totalidad. Pero para eso tenemos que despertarnos, y se está tan bien dormido sin preocuparse de nada…
“También ustedes como piedras vivas, edifíquense y pasen a ser un Templo espiritual, una comunidad santa de sacerdotes que ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios, por medio de Cristo Jesús” (1ª Pedro 2, 5).
"NO SE DEJEN COLONIZAR, LA PAZ SE CONSTRUYE EN EL CORO DE LAS DIFERENCIAS"
Francisco, a los líderes religiosos: "La colonización cultural está matando a la humanidad"
El Papa se reúne con responsables budistas, islámicos, hindúes, judíos, anglicanos y católicos
Jesús Bastante, 28 de noviembre de 2017 a las 08:35
Francisco, con los líderes religiosos de MyanmarOsservatore Romano
Cada uno tiene sus valores, sus riquezas, y también sus deficiencias. Y cada confesión tiene sus tradiciones, sus riquezas para dar. Y esto solamente puede ser si vivimos en paz
(Jesús Bastante/Agencias).- El viaje del Papa a Myanmar será recordado por la polémica sobre el uso (o no) del término 'rohingyá', y por las dificultades comunicativas. Sin agenda oficial que seguir, Francisco está optando por actos 'fuera de programa', como el que esta mañana ha tenido con 17 líderes religiosos del país, antes de partir hacia Naipyidó, la capital administrativa de Myanmar.
En un país donde el 90% de la población es budista, Francisco pidió a las religiones "no dejarse colonizar" y defender su identidad. "La unidad no es uniformidad. Cada uno tiene sus propios valores, riquezas y carencias", señaló el Papa. "La paz se construye en el coro de las diferencias, los intentos realizados hoy a hacer todo igual es colonización cultural. Eso está matando a la humanidad".
Al encuentro, que se celebró en la sede del Arzobispado, acudieron responsables budistas, islámicos, hindúes, judíos, anglicanos y católicos birmanos. El acto duró unos 40 minutos, según el portavoz vaticano, Greg Burke, y fue coordinado por el obispo John Hssane Hgyi. Francisco habló en español, y recordó a los líderes religiosos que "es hermoso ver a los hermanos unidos", pero que "unidos no quiere decir iguales. La unidad no es uniformidad".
El Papa lamentó esa "tendencia hacia la uniformidad" que se está dando en algunos países, y que definió como "colonización cultural". "Cada uno tiene sus valores, sus riquezas, y también sus deficiencias. Y cada confesión tiene sus tradiciones, sus riquezas para dar. Y esto solamente puede ser si vivimos en paz", añadió.
Finalmente, agregó que "la paz se construye en el coro de las diferencias. La unidad siempre se da en la diversidad". "No tengamos miedo a las diferencias (...) Construyan la paz y no se dejen igualar por la colonización", les animó.
Tras esta reunión, Francisco se reunió en privado con el líder budista, Sitagu Sayadaw, a quien recalcó que la única vía para alcanzar la paz es la convivencia entre hermanos.
Tras el encuentro, el Papa llegó a Naipdyidó para reunirse con el presidente del país, Htin Kyaw, y con la nobel de la Paz y jefa de facto del Gobierno, Aung San Suu Kyi.