Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
- 14 Octubre 2014
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El Sínodo de Obispos se encamina a la recta final
Francisco logra que el Sínodo de Obispos debata sin tapujos sobre temas que antes eran tabú
"Se respira un ambiente como el del Concilio Vaticano II"
El secretario de la asamblea pide que los laicos "sean protagonistas y alcen la voz"
Redacción, 13 de octubre de 2014 a las 19:46
La Relatio synodi será votada el sábado 18 de octubre y entregada al Papa
"Se respira un ambiente como el del Concilio Vaticano II". Francisco ha conseguido, según el consenso de los padres sinodales, que la primera parte de la Asamblea sobre la familia se convierta en unforo de debate, libre y sin límites, en el que conservadores, moderados y progresistas discutan sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar, las uniones de hecho, las parejas gay, la educación de los hijos o el sexo. Con informaciones diarias, pese a las críticas de un sector, comandado por el prefecto de Doctrina de la Fe, cardenal Müller, quien lamenta que no se publiquen las intervenciones íntegras de los participantes, con nombres y apellidos, y que sea la Oficina de Prensa de la Santa Sede quien elabore los resúmenes de las congregaciones. En todo caso, tal y como señaló el secretario especial del Sínodo, Bruno Forte, en el Sínodo está impreso el "estilo de Francisco" de una Iglesia que madura y "de búsqueda y de escucha". En su encuentro con la prensa de este mediodía, Forte ha hecho un llamamiento para que los laicos sean "protagonistas" y alcen la voz en las diócesis para encontrar soluciones verdaderas durante este año intermedio entre este Sínodo y el que viene, convocado por el Papa Francisco del 4 al 25 de octubre de 2015 bajo el título 'La vocación de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo'. En este sentido, Forte ha reivindicado el protagonismo de los laicos para encontrar soluciones verdaderas y ha agradecido a los expertos su testimonio. "A veces veo que los laicos son más clericales que el clero, y esto no va", ha expresado.
Por su parte, el relator general del Sínodo, cardenal Peter Erdo, ha dejado claro que al final de este Sínodo se publicará un texto, la 'Relatio Sinodalys', que "no tendrá ningún valor jurídico ni servirá como recomendación", sino que será "un texto de trabajo" que se usará de base para el siguiente Sínodo convocado para el año que viene.
Sobre la 'Relatio Post Disceptationem', el documento resumen de las 265 intervenciones que han sido escuchadas hasta ahora, monseñor Forte ha explicado que es el resultado de lo que quería el Papa, de hablar con claridad y libertad. Además ha puesto de manifiesto que en el Sínodo está impreso el "estilo de Francisco" de una Iglesia que madura y "de búsqueda y de escucha". Acerca de un posible camino penitencial que abra la clave de la comunión a los divorciados, monseñor Forte ha explicado que ese camino penitencial pasaría por un "reconocimiento de las culpas" y de "tomar conciencia de los propios límites" porque si un matrimonio falla siempre hay responsabilidad de los dos. "No es justo descargar jamás la culpa en uno solo de los miembros", ha expresado. Por su parte, el cardenal filipino AntonioTagle ha explicado que la 'Relatio Post Disceptationem' es un "espejo" que necesita "profundizarse" y ha valorado el "trabajo heroico" que han puesto en común para poder resumir las 265 intervenciones que hasta ahora han sido escuchadas en el Sínodo. "La obra continua", ha exclamado.
Además, ha explicado que "hay lugar para que todos hablen", tanto "liberales como conservadores", porque todos están unidos por el amor común por la Iglesia.
Preguntado los homosexuales, Monseñor Forte ha explicado que un matrimonio un hombre y una mujer no puede tener una "equiparación terminológica" a la unión entre los homosexuales. "Los homosexuales tienen derechos que deben ser defendidos y garantizados, pero jamás serán equivalentes al matrimonio", ha defendido. El relator general del Sínodo, cardenal Peter Erdö, ha manifestado que "la identidad de la persona no está determinada por la tendencia sexual, sino por su comportamiento sexual". ¿Con qué dilaciones esperas, pues desde luego puedes amar a Dios en tu corazón? Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. (Cf 1C 3,22-23) Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera y gloríate en tu gloria, escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón (Sl 36,4).
Por su parte, uno de los tres presidentes delegados del Sínodo, el cardenal Ricardo Ezzati Andrello, ha observado que en este Sínodo "se ha hablado mucho de las parejas y poco de los niños" y que es un aspecto que los círculos menores "deben enriquecer". Además, ha subrayado la importancia de la "educación" y de la "presencia del padre y de la madre en la educación de los hijos".
También ha recalcado que el Sínodo de la Familia es el reflejo de tres cosas: la escucha que los padres sinodales han hecho; la capacidad de misericordia de querer comprender y la búsqueda de caminos para acompañar y expresar esa cercanía en líneas pastorales.
Además, ha destacado que la 'Relatio Post Disceptationem' "no es un documento definitivo" sino que hay que seguir dialogando sobre ello y enriqueciéndolo. "Es un Sínodo que escucha, que se conmueve y que busca caminos", ha exclamado.
Ezzatti ha puesto énfasis en el derecho "a una educación de calidad", que los padres tienen el deber y el derecho de fortalecer y que las instituciones intermedias, Iglesia y Estado, están llamados a apoyar. También se ha informado de que el ambiente sinodal tenía el espíritu del Concilio Vaticano II y de una Iglesia "que mira con simpatía al mundo y que hace suyo el sufrimiento de los demás".
El secretario general del Sínodo, cardenal Lorenzo Baldisseri, ha explicado en una entrevista en el diario del Vaticano 'L'Osservatore Romano' que los tiempos del Sínodo han sido respetados minuciosamente, escuchando a todos los que han pedido intervenir, y que el Papa le ha felicitado por su precisión: "Usted es un reloj suizo", ha expresado el Papa a Baldisseri.
El Sínodo trabaja ahora dividido en diez círculos menores, grupos de 20 personas aproximadamente, divididos por lenguas, que han elegido unos responsables. El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, explicó que por la dinámica del sínodo son más importantes estos círculos menores que el debate general porque "las personas se pueden expresar más en un diálogo interactivo". Baldisseri ha señalado que de este resumen que será presentado el lunes "se llegará al documento final de esta asamblea, la Relatio synodi, que será votada el sábado 18 de octubre y entregada al Papa".
Aunque sólo los 191 obispos tienen derecho al voto, la participación de decenas de laicos y 13 matrimonios, uno de ellos mixto de religión entre un musulmán y una cristiana, ha supuesto un enriquecimiento de experiencias que nunca antes se había puesto en práctica en este tipo de reuniones de discusión en el Vaticano. Entre los participantes, se encuentra el cardenal español Fernando Sebastián. En declaraciones a Radio Vaticana, el purpurado explicó que el aire que se respira dentro del Sínodo y sus prioridades: "La sensación dominante es el esfuerzo de acercamiento con honestidad y misericordia a la situación actual. Una sociedad tan insegura, tan complicada, con tantas situaciones nuevas que nos obligan a clarificar la situación y a buscar en la Tradición de la Iglesia, en el depósito de la Tradición y de la doctrina y misericordia una respuesta al sufrimiento de tantas familias que se sienten hoy oprimidas o doloridas por tantas causas internas y externas".
"Se ha hablado mucho de la emigración, de la guerra, de la pobreza, de la confusión doctrinal también de la inestabilidad psicológica que crea problemas nuevos y nos obliga a ponderarlos cuidadosamente para buscar los verdaderos caminos de la verdad y de la misericordia, que es el gran valor de la Iglesia".
Además, el Arzobispo emérito de Pamplona destaca la relevancia de la preparación al matrimonio y de la formación en la fe, según las exigencias actuales.
"Yo mismo he insistido en que de ahora en adelante la principal preocupación de la Iglesia tiene que ayudar a los cristianos a creer con más solidez, para poder vivir la vida cristiana de una manera serena y tranquila en medio de un mundo tan pluralista y muchas veces tan agresivo como es el nuestro". "La formación más o menos superficial que ha servido a muchas generaciones ya no nos sirve, necesitamos una fe más personalizada, más clarificada, más fuerte para poder sentirnos tranquilos y seguros en la Iglesia y también para presentar el ideal de la vida cristiana a nuestros hermanos".
Por último, el Cardenal Sebastián Aguilar asegura que el principal desafío pastoral en España es "la autenticidad y firmeza de los bautizados".
Evangelio según San Lucas 11,37-41.
Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer. Pero el Señor le dijo: "¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?
Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.
San Juan de la Cruz (1542-1591), carmelita descalzo, doctor de la Iglesia
Avisos espirituales - Dichos de luz y amor
«Dios también hace el interior... Entonces todo será puro para vosotros»
Oración de alma enamorada: ¡Señor Dios, amado mío! Si todavía te acuerdas de mis pecados para no hacer lo que te ando pidiendo, haz en ellos, Dios mío, tu voluntad, que es lo que yo más quiero, y ejercita tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos. Y si es que esperas a mis obras para por ese medio concederme mi ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas que tú quisieras aceptar, y hágase... ¿Quién se podrá librar de los modos y términos bajos si no le levantas tú a ti en pureza de amor, Dios mío? ¿Cómo se levantará a ti el hombre, engendrado y criado en bajezas, si no le levantas tú, Señor, con la mano que le hiciste? No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo lo que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás si yo espero.
14 de octubre 2014 Martes XXVIII Ga 5, 1-6
Al final del texto de hoy Pablo nos dice lo que es verdaderamente importante: «En Jesucristo ... lo que cuenta es la fe, que nos hace obrar por amor». Tras esta afirmación de Paz, en la que dirías que consiste creer? Señor, que el don de la fe no se tambalee.
San Calixto I
San Calixto I, papa mártir
San Calixto I, papa y mártir, que siendo diácono, después de un destierro en la isla de Cerdeña, tuvo a su cuidado el cementerio de la vía Apia que lleva su nombre, donde dejó para la posteridad las memorias de mártires. Elegido luego papa, promovió la recta doctrina y reconcilió benignamente a los apóstatas, para terminar su intenso pontificado con la gloria del martirio. En este día se conmemora su sepultura en el cementerio de Calepodio, en la vía Aurelia, en Roma.
Es lastima que casi todas las noticias que poseemos sobre San Calixto I procedan de un autor hostil.
Según la narración de san Hipólito, Calixto era un esclavo. Su amo, un cristiano llamado Carpóforo, le confió la administración de un banco, y el joven perdió el dinero que habían depositado en él los cristianos. Seguramente la pérdida no se debió a un robo, pues Hipólito no hubiera dejado de decírnoslo. Como quiera que fuese, Calixto huyó de Roma; pero se le capturó en Porto, donde se arrojó al mar para escapar de sus perseguidores. Los jueces le condenaron a sufrir la pena del molino, que era una de las más crueles torturas que se imponían a los esclavos; sin embargo, sus acreedores lograron alcanzarle la libertad, con la esperanza de recuperar así una parte de su dinero. Poco después, Calixto fue arrestado nuevamente por causar desórdenes en una sinagoga; la verdad era que Calixto había ido a la sinagoga a importunar a los judíos para que le pagasen el dinero que le debían. Los jueces le sentenciaron en esta ocasión a trabajos forzados en las minas de Cerdeña. Más tarde, todos los cristianos que trabajaban en las minas fueron puestos en libertad gracias a la intercesión de Marcia, una de las amantes del emperador Cómodo. Sin duda que esta narración no carece de fundamento histórico, pero hay que reconocer que Hipólito presenta los hechos en la peor forma posible, ya que, por ejemplo, afirma que cuando Calixto se arrojó al mar en Porto, tenía intenciones de suicidarse.
Cuando san Ceferino ascendió al pontificado, hacia el año 199, nombró a Calixto superintendente del cementerio cristiano de la Vía Apia, que se llama actualmente cementerio de San Calixto. En una cripta especial de dicho cementerio, conocida con el nombre de cripta papal, fueron sepultados todos los papas, desde Ceferino hasta Eutiquiano, excepto Cornelio y Calixto I. Se dice que san Calixto ensanchó el cementerio y suprimió los terrenos privados; probablemente fue esa la primera propiedad que poseyó la Iglesia. La certidumbre de la resurrección de la carne movió a los santos de todas las épocas a tratar con respeto los cadáveres. En este aspecto, los primeros cristianos eran extraordinariamente cuidadosos. Juliano el Apóstata, en su carta a un sacerdote pagano, afirmaba que, a su parecer, los cristianos habían ganado terreno por tres motivos: «Su bondad y caridad con los extraños, la diligencia que ponen en dar sepultura a los muertos y la dignidad de sus pompas fúnebres». Pero debe hacerse notar que los ritos fúnebres de los cristianos no eran ni de lejos tan pomposos como los de los paganos; en lo que los aventajaban claramente era en la gravedad y en el respeto religioso, y ello procedía de la fe profunda en la resurrección de los muertos.
San Calixto fue ordenado diácono por san Ceferino y llegó a ser su íntimo amigo y consejero, y a la muerte de éste, san Calixto fue elegido por la mayoría del pueblo y el clero de Roma para sucederle. San Hipólito, que era el candidato de un partido, atacó violentamente al nuevo Pontífice por motivos doctrinales y disciplinarios, en particular porque Calixto I, basándose expresamente en el poder pontificio de atar y desatar, admitió a la comunión a los asesinos, adúlteros y fornicadores que habían hecho penitencia pública.
Los rigoristas, encabezados por san Hipólito, se quejaban de que san Calixto hubiese determinado que el hecho de cometer un pecado mortal no era razón suficiente para deponer a un obispo; que hubiese admitido a las órdenes a quienes se habían casado dos o tres veces y que hubiese reconocido la legitimidad de los matrimonios entre las mujeres libres y los esclavos, lo cual estaba prohibido por la ley civil. Hipólito llama hereje a san Calixto por haber procedido así en esos puntos de disciplina, pero no ataca la integridad personal del Pontífice. Así lo acusa san Hipólito en su Philosophoúmena: «El impostor Calixto ... lo primero que inventó fue autorizar a los seres humanos a entregarse a los placeres sensuales.
Les dijo, en efecto, que todos recibirían de él el perdón de sus pecados. Si algún cristiano se ha dejado seducir por otro, si lleva el título de cristiano y cometiera cualquier transgresión, dicen que el pecado no se le imputa con tal que se apresure a adherirse a la escuela de Calixto. Y muchas son las personas que se han beneficiado de esta disposición, sintiéndose agobiadas bajo el peso de su conciencia y habiendo sido rechazadas por muchas sectas...» Como se ve, no faltaba munición gruesa.
De hecho, Calixto tuvo el «privilegio» de ser el primer Papa al que se le opuso un antipapa, precisamente este Hipólito, que se coronó papa, y siguió persistiendo en su cisma durante dos pontificados más, aunque finalmente se reconcilió luego con la Iglesia y murió mártir. En realidad, san Calixto condenó al heresiarca Sabelio, siendo así que san Hipólito le acusaba de practicar una forma velada de sabelianismo. San Calixto fue un gran defensor de la sana doctrina y de la disciplina. Chapman llega incluso a decir que, si tuviésemos más datos sobre san Calixto I, le consideraríamos tal vez como uno de los más grandes Pontífices de la historia. Aunque Calixto I no vivió en una época de persecución, no faltan razones para creer que fue martirizado durante un levantamiento popular; sus «actas» afirman que fue precipitado en un pozo, pero dicho documento no merece crédito alguno. San Calixto fue sepultado en la Vía Aurelia. Probablemente, la actual capilla de San Calixto in Trastevere se yergue sobre las ruinas de otra, construida por nuestro santo en un terreno que Alejandro Severo adjudicó a los cristianos al fallarse un pleito legal contra unos taberneros; el emperador declaró que los ritos de cualquier religión eran preferibles a los escándalos de una taberna.
El Liber Pontificalis y las actas, que no merecen crédito alguno (Acta Sanctorum, oct., vol. VI), nos ofrecen muy pocos datos fidedignos sobre este Pontífice.
Sin embargo, hay una literatura muy considerable sobre las actas del pontificado de San Calixto I. Entre las obras más importantes citaremos las de Duchesne, History of the Early Church, vol. I; A. d'Alés, L'édit de Calliste (1913); y J. Galtier, en Revue d'histoire ecclésiastique, vol. XXIII (1927) , pp. 465-488. Se encontrará una amplia bibliografía en la obra de J. P. Kirsch, Kirchengeschichte, vol. I (1930), pp. 797-799. Acerca de la sepultura y la catacumba de San Calixto, cf. Comentario sobre el Martirologium Hieronymianum, pp. 555-556; y Dictionnaire d'Archéologie chrétienne et de Liturgie,, vol. II, cc. 1657-1754. Artículo proveniente en su mayor parte de Butler, con agregados de Quasten, Patrología, vol I.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Oremos: Atiende, Señor, con bondad las plegarias de tu pueblo y, por la intercesión del Papa San Calixto I , cuyo martirio hoy celebramos, concédenos la ayuda necesaria para nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Francisco entra al Sínodo con varios obispos
"Sería bueno hablar más de las familias que se mantienen fieles", apunta el debate
El Sínodo constata que la "relatio" capta "adecuadamente el espíritu de la Asamblea"
Algunos padres hacen notar la "la palabra 'pecado' no está casi presente en la Relatio"
VIS, 14 de octubre de 2014 a las 12:25
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Es necesario profundizar y aclarar la cuestión de la "gradualidad'', que podría dar origen a una serie de confusiones
Sínodo de la familia
(VIS).- Durante la undécima Congregación General tuvo lugar la presentación en el Aula de la Relatio post disceptationem, leída por el Relator General, el cardenal Péter Erdő. Poco después, comenzó el debate libre de los Padres Sinodales. En general, la Relatio post disceptationem ha sido apreciada por sucapacidad de "retratar" adecuadamente las intervenciones de estos días en el Aula, captando el espíritu de la Asamblea y destacando la acogida como tema principal de los trabajos.
Del documento, se dice, emerge el amor de la Iglesia por la familia fiel a Cristo, pero también su capacidad de estar cerca del ser humano en cada momento de su vida, de comprender que, detrás de los desafíos pastorales, hay muchas personas que sufren. La mirada del Sínodo - se ha reiterado - tendría que ser la del pastor que da la vida por sus ovejas, no la del que las juzga a priori.
Además, dado que la Relación recogediversos puntos de vista para proporcionar una base de trabajo a los Círculos menores, se han sugerido algunas ideas adicionales. Por ejemplo, teniendo siempre presente que la Iglesia debe acoger a los que atraviesan por dificultades, sería bueno hablar más de las familias que se mantienen fieles a las enseñanzas del Evangelio, animándolas y dándoles las gracias por el testimonio que ofrecen. Del Sínodo debería emerger más claramente que el matrimonio indisoluble, feliz, fiel para siempre, es hermoso, es posible y está presente en la sociedad, evitando así de centrarse principalmente en las situaciones familiares imperfectas.
También se ha hablado de acentuar más eltema de la mujer, de su tutela y su importancia para la transmisión de la vida y de la fe; de integrar alguna reflexión sobre la figura de los abuelos en el hogar; de incluir una referencia más específica a la familia como "Iglesia doméstica" y a la parroquia como una "familia de familias", así como a la Sagrada Familia, como modelo de referencia. En este contexto, también se ha tratado de cómo valorizar la perspectiva misionera de la familia y de su anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo.
Es necesario profundizar y aclarar la cuestión de la "gradualidad'', que podría dar origen a una serie de confusiones. Por ejemplo, en cuanto al acceso a los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, se ha dicho que es difícil aceptar excepciones sin que, en realidad, se conviertan en una regla común.
Asimismo se hizo notar que la palabra "pecado" no está casi presente en la Relatio. Y también se recordó el tono profético de las palabras de Jesús, para evitar el riesgo de conformarse a la mentalidad de este mundo.
En relación a los homosexuales se puso de relieve la necesidad de aceptación, pero con la prudencia adecuada, con el fin de no crear la impresión de una evaluación positiva de esa orientación por parte de la Iglesia. La misma atención se solicitó por cuanto respecta a las convivencias.
Igualmente se apuntó a la necesidad de reiterar la importancia del sacramento del Bautismo, que es esencial para comprender plenamente la sacramentalidad del matrimonio y también su ser un "ministerio" en el anuncio del Evangelio.
En cuanto a la agilización de los procedimientos para las causas de nulidad matrimonial, ha suscitado alguna perplejidad la propuesta de dar más competencias al obispo diocesano, cargando así demasiado peso sobre sus hombros. Se ha solicitado una reflexión más profunda y articulada sobre los casos de poligamia - en especial los de aquellos que se convierten y quieren recibir los sacramentos - y sobre la difusión de la pornografía (de forma particular en la web) que representa un riesgo real para la unidad familiar. Por último, en relación con la apertura a la vida por parte de las parejas, se hizo hincapié en la necesidad de abordar con más detalle y decisión no sólo el tema del aborto, sino también el de maternidad subrogada.
Dolor añadido, por si fuera poco la flagelación. Pero había que martirizar cada parte de su cuerpo.
Después de la flagelación y la corona sólo quedaban sin torturar las manos y los pies. Pero por poco tiempo. Si sólo le hubieran coronado de espinas, excluyendo los demás tormentos, hubiera sido terrible, dolorosísimo; pero juntaron herida sobre herida, dolor sobre dolor, hasta convertir todo su cuerpo en una herida en carne viva. Pero las espinas llevaban en su punta cruel un veneno; la humillación, la burla infinita contra el tres veces Santo. “De Dios nadie se ríe” se lee en la Biblia.
¿Qué de Dios nadie se ríe? Todos se burlaron, y de la forma más humillante: Fue un paréntesis que concedió la Misericordia a la maldad de los hombres: Se rieron, se burlaron, le pegaron, le escupieron, le torcieron la boca, le llamaron blasfemo a Dios. Y no cayó ningún rayo. ¿De Dios nadie se ríe?...De Dios se rieron todos en la pasión... Pero la corona de espinas es gloriosa. Sus espinas terribles significan tanto amor, tanto perdón y tan gran misericordia que son benditas. Líbreme Dios de gloriarme si no es en las espinas de su corona. Los azotes, las espinas, las humillaciones gritan el amor de Dios a cada uno de los hombres.
Me amaste y te entregaste a la flagelación por mí. Me amaste y te entregaste a la coronación de espinas por mí. “¿Luego Tú eres Rey?- Le preguntó Pilato. Sí. Rey de las espinas, el Rey del amor, de la Misericordia, el Rey de los corazones. Reinará siempre teniendo como escabel de sus pies a todos sus enemigos. Los que alguna vez le retaron, le insultaron, se befaron, caerán mudos de espanto a sus pies. La forma de convertirse en rey contrasta con la de todos los demás: No fue por la espada, sino por la humillación. Pero su reino no es efímero como los demás. Es eterno y durará por los siglos de los siglos. Más vale que, si hemos guerreado en el bando enemigo, nos pasemos a sus filas como quien le pidió un día: “Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino”. De lo contrario ese rey humilde del que todos se rieron, un día nos dirá: “Apartaos de mí para siempre”. Rey de mártires , de confesores, de vírgenes...de los mejores hombres y mujeres que han existido. Rey de miles de niños y niñas que demostraron ser más valientes que muchos adultos. Rey de innumerables convertidos: transformados de asesinos y ladrones y perversos en santos. Rey de los más difíciles. La mitad de sus mejores súbditos fueron primero grandísimos sinvergüenzas. Se pasaron del otro bando al de Cristo. Tuvieron tiempo para pensarlo, y optaron por Él. Si pienso en mis pecados a fondo, me turbo, me aniquilo, siento la tentación de la desesperanza. Por eso prefiero pensar en el amor que perdona toda esa deuda y entonces me enardezco y me apasiono de amor por Él. Judas se ahorcó con la soga de la desesperación. Pedro se salvó con las lágrimas del arrepentimiento y del amor triunfador. A todos los reprobados en el amor Jesús les ofrece una segunda vuelta con tres preguntas iguales:”¿Me amas?” Si la respuesta es “Tú sabes que te quiero”, pasan el examen, y son admitidos de nuevo en su ejército. Por eso, aunque uno sea malo, perverso, si se atreve a arrepentirse y a amar otra vez, tiene salvación.
¡Oh bendita corona de dolor, de humillación y de gloria! Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la corona de espinas, en los azotes, los clavos y la cruz de Jesús, por los cuales he sido salvado del eterno dolor. En la Pasión todo habla de amor, grita el amor. Cada hombre cuenta con ese amor divino durante toda la vida. Todavía el último día uno puede exclamar:”¡OH divino y bendito dolor, sálvame!” Y siempre escuchará la misma respuesta: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
Cristianos durmientes
Esta es una iglesia de corazones cobardes y manos débiles. Ni milita, ni hace penitencia, ni goza.
Antaño se enseñaba que los miembros de la Iglesia católica formaban tres grandes grupos: el militante, que «peregrina» en la Tierra trabajando por el Reino; el purgante, formado por aquellos que, tras su muerte, están purificándose para poder entrar en la Vida Eterna, y el triunfante, formado por aquellos bienaventurados que ya están en la presencia del Padre. Pues bien, hoy podríamos añadir otra categoría más: la Iglesia de los cristianos durmientes.
Pertenecen a este grupo los que bautizan a sus hijos por la Iglesia y gustan de convocar a un montón de sacerdotes para celebrar el funeral del padre o de la madre (pues hasta esto cuantifican y toman como criterio de distinción y clase), pero pasan el resto de su vida ignorando a esa Iglesia a la que dicen pertenecer.
Espiritualistas el domingo de doce a doce y media y materialistas el resto de la semana, viven con desgana todo lo que suene a religioso.
Intercambian ritos por seguridad, buscadores de precauciones, de prudencias, de virtudes adornadas de adormidera. Falsos creyentes a los que su tibieza les llevó a considerar virtuoso lo que no es sino la dimisión de sí mismos. Y así terminan por llamar mansedumbre a la debilidad de carácter, humildad a su impotencia, resignación a su cobardía. Y son los que, al final, terminan por protestar y enfadarse cuando Dios no se pliega a su voluntad: Hágase mi voluntad, así en el cielo como en mis tierras. Se acuerdan de la Iglesia-institución sólo para criticarla. Y en esto andan bien despiertos en no dejar títere con cabeza.
Son especialistas en criticar al Papa: si viaja, porque viaja; si no, porque no viaja. Si es viejo, porque es viejo. Y si es viejo y viaja, aún peor. Y critican al obispo, y al cura de la parroquia y a este y aquel movimiento. Sólo ellos, más allá del bien y del mal, parecen estar en la verdad sobre lo que la Iglesia debiera ser. Pero a la vez que critican, no mueven un dedo por hacer las cosas bien. Ni por hacerlas mal. Y a quien hace, se le asaetea, se le somete a todo tipo de críticas, enmiendas, correctivos y sermones. Ni hacen ni dejan hacer. No quieren compromisos pero no soportan el compromiso de otros. Y desde su mirador, critican, se quejan, exigen y pontifican ex cathedra.
Despiertan sólo para asistir, tediosamente, a alguna procesión, al rito de alguna boda, o para «hacerle la primera comunión» al niño (lo cual cada vez consiste más en la copiosa comida postsacramental que en el mismo sacramento, no faltando nunca quien aconseje al cura que «termine rapidito» que les esperan en el restaurante).
Asisten "religiosamente" a ver el partido de fútbol del sábado y el domingo, pero a la Eucaristía asistirán si apetece y se ponen bien las cosas. Amodorrados el sábado y el domingo y estresados durante la semana, pondrán siempre todo tipo de excusas para asistir a alguna reunión formativa. Pero siempre tendrán tiempo para un viajecito de fin de semana, para ir de rebajas o para echar alguna horita extra en la empresa. El euro es el euro. Rechazan toda opinión que venga de la «jerarquía católica», como "imposición intolerable", pero se abrirán de par en par, acrítica y atolondradamente, a cualquier opinión ajena, dicha por cualquier persona en cualquier lugar, especialmente a aquellas que atacan a su propia Iglesia, sin hacer el mínimo esfuerzo de cotejar en las fuentes la verdad de lo que se dice. Siempre atentos al cotilleo acerca de los desmanes del cura de tal o cual pueblo, nunca tendrán ojos ni oídos para reconocer el trabajo intenso y fecundo hecho por católicos militantes.
Cristianos tibios, desencantados, tristes, porque ya no creen en nada, no conocen la alegría de la Salvación, porque ya nada quieren saber de salvación ni de "kerigmas".
Esta iglesia durmiente perdió su primer impulso, su entusiasmo, su vigor. No es ni fría ni caliente. Ya no sabe quién es ni se acuerda de lo que recibió. Es una iglesia de corazones cobardes y manos débiles. Ni milita, ni hace penitencia, ni goza.
DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO (A) 12 de octubre de 2014. Mt 22,1-14.
Queridos hermanos y hermanas:
Como en los domingos anteriores, Jesús sigue hablando a los sacerdotes, jueces, maestros y notables del pueblo, a los que Él los retoma, durísimamente, con parábolas. es, pues, en este contexto, que necesitamos entender el fragmento Evangélico de hoy.
Se cuenta que un día, Mahatma Gandhi, fue invitado a una fiesta de gala en Nueva Delhi, y que los porteros del acto no le dejaron entrar porque no llevaba el frac. Iba con sandalias, con su traje de siempre y, llegaba a pie, sin cortejo, sin la limusina correspondiente. Una vez en casa, empaquetar el frac y de remitente escribió esta pequeña nota, que decía: "Aquí está el traje que deseaba, pero no la persona ".
El Evangelio de hoy todo gira en torno a una mesa de fiesta y de un sujeto central, Dios, que nos invita a todos a la boda. El Rey celebra la boda de su hijo.
Es una invitación, por tanto, gratuita, y espléndidamente generosa. Pide, eso sí, una respuesta coherente de los invitados, pero los primeros invitados, los familiares directos, los judíos, preocupados por ellos mismos, por sus propios intereses, son incapaces de valorar la generosidad del convite. El individualismo es un grave peligro y la indiferencia un menosprecio. Son desagradecidos, excusas de mal pagador. Jueces, escribas, fariseos, saduceos ..., en definitiva, todo el pueblo de la antigua Alianza, no escucha la voz del Rey, no escucha la invitación del Señor, no pueden sentarse en la gran mesa de la fracción del pan. han menospreciado la llamada de Dios por su cumplimiento legal y ritual de la antigua alianza.
Los primeros invitados no lo merecían. Pero la mesa está puesta y el convite de platos sabrosos y suculentos, de vinos rancios clarificados, espera los comensales. Ahora es la hora de la segunda invitación que es dirigida a todo el mundo, la nueva Alianza que es ya irreversible: Es la Iglesia el nuevo pueblo de Israel. "Id a los cruces de los caminos e invitad a fiesta todos los que encontréis, buenos y malos, y la sala del banquete se llenó de invitados ". Gente de todas partes de la tierra y de toda condición social son personas agradecidas, son seguidores de Cristo en el banquete del amor total. El amor, con amor se paga. Pero un invitado no lleva el vestido de fiesta, no lleva el vestuario interior del amor: El bautismo, el vestido blanco de nuestra fe, de nuestra comunión, de nuestra estimación y relación, signo de la nuestra dignidad sin mancha. Este compañero no lleva la indumentaria de la boda, no ha comprendido la amistad que Jesucristo le ofrece. En su interior humano lleva ropa de orgullo, de odio, de intolerancia, de envidia, rencor y desprecio. No lleva la paz, no comparte la paz, rompe la armonía de la fiesta, es mejor invitarle a salir del comedor. "Son muchos los llamados y pocos los elegidos". Como cristianos, necesitamos escuchar, retener y perseverar en nuestra fe, que es amor. "Dichosos los invitados a la mesa del Señor! Felices los invitados a las bodas del Cordero!
La Eucaristía, banquete de amor y de paz, abierto a todos nosotros hoy y siempre ... Pero, qué es nuestro vestido blanco de fiesta? Como tenemos nuestro corazón interior? Compartimos el amor y la paz?
¿Intentamos hacer el bien y llevar el bien en nuestra vida? Como miramos las personas, más por la etiqueta, por frac o la corbata, la figura exterior ... o valoramos el ser humano interior, querido y creado por Dios, imagen de Dios? Como decía Mahatma Gandhi: "He aquí el traje que deseaba, pero no la persona".