Vuestro Padre que está en el cielo, no quiere que se pierda ni uno sólo de estos pequeños
- 14 Agosto 2018
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San Maximiliano Kolbe
Celebrado El 14 de agosto
San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir
fecha: 14 de agosto
n.: 1894 - †: 1941 - país: Polonia
otras formas del nombre: Maximiliano Kolbe
canonización: B: Pablo VI 17 oct 1971 - C: Juan Pablo II 10 oct 1982
hagiografía: «L`Osservatore Romano»
Maximiliano María Kolbe nació cerca de Lodz (Polonia) el 8 de enero de 1894. Ingresó en el seminario de los Hermanos Menores Conventuales en 1907, y el año 1918 fue ordenado sacerdote en Roma. Encendido en el amor a la Madre de Dios fundó la asociación piadosa de la «Milicia de María Inmaculada», que propagó con entusiasmo. Misionero en el Japón, se esforzó por extender la fe cristiana bajo el auspicio y patrocinio de la misma Virgen Inmaculada. Vuelto a Polonia, habiendo sufrido grandes calamidades, en el mayor conflicto de los pueblos, entregó su vida como holocausto de caridad por la libertad de un desconocido condenado a muerte, el 14 de agosto de 1941, en el campo de concentración de Auchwitz.
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En septiembre de 1939 estalla la Segunda Guerra mundial. Sangre, muerte, destrucción, crueldad, odio, bestialidad e infamia sin fin. Los nazis, llenos de soberbia, invaden Polonia. En pocas semanas, el ejercito y toda la nación polaca sufren la humillación de la derrota. Quedan completamente subyugados. Pocos días después, llega la Wermach, o ejercito de ocupación, que sin miramiento alguno comete todo tipo de tropelía, saqueos y vandalismos en la ciudad mariana: destrozan imágenes, encienden fogatas con ornamentos sagrados, retiran y se llevan una buena parte de la maquinaria tipográfica. El P. Kolbe, el fundador, esta presente ante esos destrozos sacrílegos. No se deja dominar por el odio ni grita venganza. Solo reza, llora y consuela... Pese al clima de odio al enemigo, el perdona como Cristo en la Cruz; el ama a todos: "¡Animo muchachos, la Inmaculada nos lo dio. La Inmaculada nos lo quito. Ella bien sabe como están las cosas!". El 19 de septiembre se presento en Niepokalanow la Wermacht alemana con gritos: "Todos fuera!.. ¡Todos en marcha!.. Todos los frailes fueron acorralados en el patio, encolumnados y cargados en camiones rumbo al occidente.
Pasaron de un campo de concentración a otro: de Lamsdorf a Amtitz, de aquí a Ostrzeszow. Aun no se había llegado a los horrores posteriores de los campos de concentración; sin embargo, no faltaban los sufrimientos. Había de sobra dolor para poner a prueba hasta a los mas fuertes: abusos, prepotencia, desprecio, violencia, repugnante suciedad, hambre, frío, promiscuidad, piojos. Pese a todo, había algo de libertad que permitía a los frailes tener vida común, instalar una imagen en la repisa de un galpón, rezar y cantar juntos, hacer su retiro espiritual. El 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada, luego de tres meses de encierro, fueron inexplicablemente liberados. Era un regalo de la Virgen. Pero triste espectáculo les brindo Niepokalanow al regresar. Primeramente, los bombardeos y los saqueos habían destrozado la mística ciudad. Ahora, todo se hallaba ocupado por los deportados y desbandados. Sin embargo, no hubo desmayo, sino que en seguida se organizo la vida religiosa con tandas continuadas de Adoración ante el Santísimo. De inmediato, la numerosa comunidad tuvo que enfrentar no tanto los problemas culturales de las revistas y ediciones, cuanto los mas prosaicos y graves de la subsistencia: comida, ropa, remedios, Para resolverlos, como también para salir al encuentro de las necesidades del pueblo de los alrededores, se abrieron talleres de herrería, carpintería, mecánica, servicios automovilísticos, y también una lechería. Ocasionalmente tuvieron que prestar servicios también a las autoridades de ocupación. Niepokalanow brindo su asistencia a varios miles de pobres desheredados, entre los cuales había un millar de judíos, marcados por los nazis con una estrella amarilla sobre el pecho.
El P. Maximiliano había impartido a sus frailes estas pautas de conducta: la caridad ha de estar abierta a todos sin discriminación; sus únicos limites han de ser los de las posibilidades, que, gracias a su gran espíritu de sacrificio, llegaban a los extremos de la misma generosidad. El P. Kolbe se las arregló para enviar mensajes a los hermanos dispersos: "Trabajemos en la acción misionera. Conquistemos para la Inmaculada otros corazones. Recemos mucho por la venida del reino. Ofrezcámosle nuestros sufrimientos. Nuestra consigna sea ésta: que la Inmaculada esté contenta de nosotros. Vivamos de amor. Comuniquemos a los otros fuego de amor" La Navidad de 1939 es Navidad de guerra: nuevos aprestos bélicos en el frente ruso, carecen los alimentos y la calefacción, aumenta el miedo, las persecuciones y arrestos... ¿Quien se acuerda de celebrar Navidad? -El P. Maximiliano. Organiza una fiestecita infantil para los muchos niños alojados en Niepokalanow: teatrillo, cantos, modestas golosinas, para devolver a los niños un poco de alegría y hacer brillar de nostalgia los ojos de las madres. El P. Kolbe esta en la lista negra de la Policía Secreta. ¿Por que? El Padre Kolbe es el superior de Niepokalanow, cuyas actividades marianas tienen tanta influencia en toda Polonia. Los nazis quieren destruir esa influencia y a la vez quieren vengarse de que de esos talleres salía "El Pequeño Diario" cuya predica patriota y católica tanto los había enfurecido. Peor mas aun, el P. Kolbe por su sacerdocio, cultura y posición era dirigente notable. En el programa de ocupación estaba previsto el exterminio de los intelectuales y dirigentes. Además, en Niepokalanow se brindaba asilo a los judíos. A los ojos antisemitas de los nazis, eso era un delito que merecía el castigo de los campos de concentración. El P. Maximiliano presentía que vendrían para apresarlo pero seguía firme en compromisos. Estaba convencido de que su vida estaba en manos de Dios y que la Inmaculada velaba por todos. Seguía trabajando por la difusión de sus ideales marianos. Deseaba reeditar "El Caballero de la Inmaculada" para llevar autentica esperanza y paz a ciento de miles de hogares en tiempo de tanto dolor y confusión. Finalmente, en diciembre del 1940, luego de infinitas gestiones con los ocupantes invasores, pudo editar el ultimo numero, en el cual brillaba la belleza del amor mariano.
Un día de febrero del 1941 por la mañana dos autos negros de la Gestapo se paran ante Niepokalanow. Los policías piden hablar con el P. Kolbe, quien al saber su llegada contesta con temblor al hermano portero: "¡Bien, bien, hijo mío!¡María!". Reúnen a todos los frailes en el patio, mientras tanto ellos inspeccionan bruscamente todo el convento. Hacia mediodía, el Padre Maximiliano y otros cinco padres son obligados a introducirse en los autos. Parten para un viaje sin retorno. El P. Maximiliano inicia su vía crucis sereno y tranquilo, como siempre. Dejó su querida Niepokalanow, su predilecta ciudad mariana, para no volver mas. Para todo polaco, el "Pawiak" es el nombre de la terrible cárcel de Varsovia, que "hace helar la sangre". Ahí ingreso el 17 de febrero de 1941 el P. Maximiliano Kolbe. El campo de concentración de Auschwitz es llamado por los polacos: "campo de la muerte", porque en sus campos, bloques y sótanos, han perecido miserable y trágicamente, mas de cinco millones de personas. Levantado sobre los escombros de unos cuarteles y granjas, esta situado en la Polonia meridional, en una zona pantanosa, insalubre, para que no hubiese testigos indiscretos de esa fabrica de muerte. Rodeado por altas alambradas electrizadas y de torres de control. Allí toda crueldad e infamia, toda bestialidad y aberración, toda atrocidad y todos los horrores se habían dado cita para transformarlo en un verdadero infierno. Continuas muertes por enfermedades y por inanición, frío, fatigas agotadoras, escorbuto, disentería, traumas e infecciones. El pelotón de fusilamiento acribillaba a docenas a la vez contra un paredón forrado de caucho, para atenuar el ruido del disparo. En la plaza de armas cinco personas subían a la banqueta. El verdugo les colocaba el lazo al cuello. Con una patada a la banqueta quedaban las víctimas suspendidas. Auschwitz se había hecho famoso por la instalación de la primera cámara de gas. Lo que mas se temía no eran las balas, ni las horcas, ni las cámaras de gas, sino los sótanos de la muerte, o "Bunker", de la lenta agonía, del martirio enloquecedor del hambre y de la sed. En Auschwitz murieron millones de católicos y también, como es sabido, millones de judíos. El objetivo mas profundo de Hitler en sus masacres es poco conocido. El hecho es que el odiaba la revelación divina confiada a Israel y también a Jesucristo, particularmente a la Iglesia Católica. Entra en Auschwitz el P. Maximiliano la tarde del 28 de mayo de 1941 con un transporte de otros 320 presos. Sobre el portón de entrada había un letrero en alemán: "El trabajo libera". Era una mentira mas. En realidad, al entrar los prisioneros, se les decía que los judíos tenían el derecho de vivir dos semanas y los sacerdotes católicos un mes. Apenas llegan agotados, se pasa lista. Cada preso ha de pasar debajo de una doble fila de sayones, los que armados de látigos y bastones, se divierten sádicamente, golpeándolos o haciéndoles zancadillas, que obligan los presos a saltos, manotazos, morisquetas y terribles crispaciones. Todo esto provocaba en los verdugos burlas y risotadas.
Maximilano siempre iba al final de la línea de la enfermería a pesar de la severa tuberculosis que padecía. La mañana del 29 de mayo despertó a los 320 con un deshumanizante programa. Desnudados, fueron sometidos a una ducha colectiva de violentos chorros de agua fría. Después golpeados y escarnecidos obscenamente por sus desnudeces, fueron revestidos de raídas casacas, muchas de ellas aun manchadas de sangre. Cada casaca lleva un numero. Desde ahora en adelante, cada preso no será mas que un numero. El del Padre Maximiliano María Kolbe era el 16670. Mas tarde, todo el grupo salió a la plaza de armas, para la asignación a las brigadas de trabajo o bloques. El P. Kolbe en seguida fue ocupado como peón en el acarreo de cantos rodados y arena para la construcción de un muro alrededor del horno crematorio. El P. Kolbe consolaba a sus compañeros y decía " todo lo que sufrimos, es por la Inmaculada". Un día, después de una tremenda paliza dada por el cabo que estaba a cargo, y que lo había dejado mas muerto que vivo, el P. Kolbe fue internado en el hospital, atacado de neumonía, con fiebre altísima y con el rostro estriado de moretones. "Con su conducta ante el sufrimiento, asombraba a médicos y enfermeros. Soportaba el dolor virilmente y con completa resignación a la voluntad de Dios, solía repetir: "Por Jesús soy capaz de padecer aun mas. La Inmaculada esta conmigo y me ayuda". El bloque 14 había salido para la cosecha de unas parcelas de trigo. Aprovechando algún descuido de los guardias, un preso se fugó. Por la tarde, al pasar lista, se descubrió el hecho. El terror congeló los corazones de aquellos hombres. Todos sabían la terrible amenaza del jefe: "Por cada evadido, 10 de sus compañeros de trabajo, escogidos al azar, serian condenados a morir de hambre en el bunker o sótano de la muerte. A todos aterrorizaba el lento martirio del cuerpo, la tortura del hambre, la agonía de la sed. Al día siguiente, los otros bloques siguen sus faenas diarias. Los del bloque 14 han de quedar en posición de atención en la explanada bajo el sol calcinante de verano, sin comer ni beber. Tres horas pasan como la eternidad.
El P. Maximiliano, el de los pulmones agujereados por la tisis, el que acaba de salir del hospital, siempre débil y enfermizo, resiste de pie, no desmaya ni cae. El solía repetir: "En la Inmaculada todo lo puedo". A las 21 horas se distribuyo la comida. Pero no para el bloque 14. Estos pobres observaron como sus raciones eran tiradas de las ollas al desagüe. Al romper filas todos van a catres sabiendo que al día siguiente diez de entre ellos serian escogidos para el bunker de la muerte. Ya había ocurrido en dos ocasiones. Al día siguiente, a las 18 horas, Fritsch, el comandante del campo, se planta de brazos cruzados ante sus víctimas. Un silencio de tumba sobre la inmensa explanada, atestada de presos sucios y macilentos. "El fugitivo no ha sido hallado... Diez de ustedes serán condenados al bunker de la muerte... La próxima vez serán veinte". Con total desprecio a la vida humana, los condenados son escogidos al azar. ¡Este!... ¡Aquel!... grita el comandante. El ayudante Palitsch marca los números de los condenados en su agenda. Aterrorizado, cada condenado sale de las filas, sabiendo que es el final. ¡Adiós, adiós , mi pobre esposa!.. ¡Adiós , mis hijitos, hijitos huérfanos! dice sollozando el sargento Francisco Gajownieczek. Las palabras del sargento sin duda tocan el corazón de muchos presos, pero en el corazón del padre Kolbe hacen mas. Mientras los diez condenados responden al grito: "¡Quítense los zapatos!", porque deben ir descalzos al lugar del suplicio; de improviso ocurre lo que nadie podía imaginarse. He aquí los testimonio de los que estaban presente: "Después de la selección de los diez presos atestigua el Dr. Niceto F. Wlodarski, el P. Maximiliano salió de las filas y quitándose la gorra, se puso en actitud de ¡firme! ante el comandante. Este sorprendido, dirigiéndose al Padre, dijo: "Que quiere este cerdo polaco?". "El P. Maximiliano, apuntando la mano hacia F. Gajownieczek, ya seleccionado para la muerte, contesto: "Soy sacerdote católico polaco; soy anciano; quiero tomar su lugar, porque el tiene esposa e hijos...". "El comandante maravillado, pareció no hallar fuerza de hablar. Después de un momento, con un gesto de la mano, pronunciando la palabra ¡Raus! ¡Fuera!..., ordeno a Gajowniczek que regresara a su fila. De este modo, el P. Maximiliano María Kolbe tomo el lugar del condenado". "Parece increíble que el comandante Frisch haya borrado de la lista al sargento, y haya aceptado el ofrecimiento del P.Kolbe, y que mas bien no haya condenado a los dos al bunker de la muerte.
Con un monstruo como ese, todo era posible" "Los diez pasaron ante nuestras filas", declara Fray Ladislao Swies, palotino, "y entonces observe que el Padre Kolbe seguía por ultimo, y sostenía a tientas a otro de los condenados, mas débil que el, que no era capaz de caminar con sus propias fuerzas". A la Virgen dirige su oración: "Reina mía, Señora mía, has mantenido tu palabra. ¡Es para esto que yo he nacido!". "El sacrificio del P. Kolbe, mientras provocó la consternación entre las autoridades del campo, provocó la admiración y el respeto de los presos", (Sobolewski). "En el campo casi no se notaban manifestaciones de amor al prójimo. Un preso rehusaba a otro un mendrugo de pan. En cambio, el había dado su vida por un desconocido" (Dr. Stemler) El sol se estaba hundiendo en el horizonte detrás de las tétricas alambradas. El cielo estaba tomando los colores rojos de los mártires. "Fue una magnifica puesta del sol, una puesta nunca vista", relatan los pocos supervivientes de esa tarde de fines de julio de 1941. Entre el odio brilló mas fuerte el amor que la Virgen nos concede. "No hay amor mas grande que dar la vida por un amigo" (San Jn 15:13) . Los diez condenados al hambre y la sed bajan al sótano de la muerte del que solo salen cadáveres directamente al crematorio. Bruno Borgowiec, un polaco encargado de retirar los cadáveres, dio su testimonio: "Después de haber ordenado a los pobres presos que se desnudaran completamente, los empujaron en una celda. En otras celdas vecinas ya se hallaban otros veinte de anteriores procesos. Cerrando la puerta, los guardias sarcásticamente decían: "Ahí se van a secar como cascaras". Desde ese día los infelices no tuvieron ni alimentos ni bebidas" "Diariamente, los guardias inspeccionaban y ordenaban retirar los cadáveres de las celdas. Durante estas visitas estuve siempre presente, porque debía escribir los nombres-números de los muertos, o traducir del polaco al alemán las conversaciones y los pedidos de los presos. "Desde las celdas donde estaban los infelices, se oían diariamente las oraciones recitadas en voz alta, el rosario y los cantos religiosos, a los que se asociaban los presos de las otras celdas. En los momentos de ausencia de los guardias yo bajaba al sótano para conversas y consolar a los compañeros. Loas fervorosas oraciones y cantos a la Virgen se difundían por todo el sótano. Me parecía estar en una iglesia. Comenzaba el P. Maximiliano y todos los otros respondían. A veces estaban tan sumergidos en las oraciones, que no se daban cuenta de la llegada de los guardias para la acostumbrada visita. Sólo a los gritos de estos, las voces se apagaban.
"Al abrir las celdas, los pobres infelices, llorando a lágrima viva, imploraban un trozo de pan y agua, pero les era negado. Si alguno de entre los más fuertes se acercaba a la puerta, en seguida recibía de los guardias patadas al vientre, tanto que cayendo atrás sobre el cemento, moría en el acto o era fusilado. "Del martirio que han debido padecer los pobres condenados a una muerte tan atroz, da testimonio el hecho de que los cubos estaban siempre vacíos y secos. De lo cual hay que concluir que los desgraciados, a causa de la sed, tomaban la propia orina". "El P. Maximiliano se comportaba heroicamente. Nada pedía y de nada se quejaba. Daba animo a los demás. Persuadía a los presos a esperar de que el fugitivo sería hallado y ellos serían liberados. "Por su debilidad recitaba las oraciones en voz baja. Durante toda visita, cuando ya casi todos estaban echados sobre el pavimento, se veía al P. Maximiliano de pie o de rodillas en el centro, mirando con ojos serenos a los llegados. Los guardias conocían su sacrificio, sabían también que todos los que estaban con el morían inocentemente. Por esto, manifestando respeto por el P. Kolbe, decían entre si: "Este sacerdote es todo un caballero. ¡Hasta ahora no hemos visto nada semejante!". Así pasaron dos semanas, mientras tanto los presos morían uno tras otro. Al termino de la tercera semana, solo quedaban cuatro, el P. Kolbe entre ellos. A las autoridades pareció que las cosas se alargaban demasiado. La celda era necesaria para otras víctimas. "Por esto, un día, el 14 de agosto, condujeron al director de la sala de enfermos, el criminal Boch, el cual propino a cada uno una inyección endovenosa de ácido fénico. El P. Kolbe, con la plegaria en los labios, el mismo ofreció el brazo al verdugo. "Partidos los guardias con el verdugo, volví a la celda donde encontré al P. Kolbe sentado", narra Borgowiec, "recostado en la pared, con los ojos abiertos y concentrados en un punto y la cabeza reclinada hacia la izquierda (era su posición habitual). Su cuerpo limpio y luminoso. Su rostro lucia sereno y bello, radiante, mientras los demás muertos estaban tendidos sobre el pavimento, sucios y con los signos de la agonía en el rostro. "En el campo por meses se recordó el heroico acto del sacerdote. Durante cada ejecución se recordaba el nombre de Maximiliano Kolbe. "La impresión del hecho se me grabó eternamente en la memoria". La Inmaculada se lo llevó la víspera de su gran fiesta: La Asunción. Moría un santo sacerdote en Auschwitz, mártir por Dios, de la Virgen y por un padre de familia.
El padre Kolbe venció al mal con el poder del amor. Murió tranquilo, rezando hasta el último momento. Según el certificado de defunción del campo, P. Maximiliano María Kolbe falleció a las 12:50 del 14 de agosto de 1941. Tenia 47 años." El día siguiente, 15 de agosto, el cadáver del P. Kolbe fue llevado al horno crematorio. Cinco meses antes en la misma mañana del arresto, el P. Maximiliano María Kolbe así escribía en su agenda personal (02-17-1941): "La Inmaculada, que había sido todo el poema de su vida, la luz de su inteligencia y de su genio, el latido de su corazón, la llama de su apostolado, el éxtasis de su plegaria, su inspiradora y guía, su fortaleza y su sonrisa, la Reina de sus "ciudades" y la Dama de sus caballeros, en breve la vida de su vida; Ella quiso, arrebatárselo en luz de gloria entre los ángeles que festejaban su supremo triunfo". Cumplió su deseo máximo: "Concédeme alabarte, Virgen Santa, concédeme alabarte con mi sacrificio. Concédeme por ti, solo por ti, vivir, trabajar, sufrir, gastarme, morir..." San Maximiliano se encontró en medio de un gran choque espiritual en la batalla que se libra en el mundo entre la Inmaculada Virgen María y Satanás. El supo dar la talla y vencer con las armas del amor. Como respuesta a la brutalidad del trato de los guardias de la prisión, San. Maximiliano era siempre obediente, manso y lleno de perdón. Aconsejaba a todos sus compañeros de prisión a confiar en la Inmaculada: "¡Perdonen!", "Amen a sus enemigos y oren por los que os persiguen". . Es una batalla que ahora, con su ejemplo e intercesión debemos nosotros luchar. El 17 de Octubre de 1971, luego de dos milagros obtenidos gracias a su intercesión, el Padre Maximiliano Kolbe fue beatificado por el Papa Paulo VI. En su mensaje el Papa proclamó: "Maximiliano Kolbe ha sido un apóstol del culto a la Virgen, contemplada en su primer, originario y privilegiado esplendor, el de su propia definición en Lourdes: "LA INMACULADA CONCEPCION. Resulta imposible separar el nombre, la actividad, la misión del Beato Kolbe, del nombre de María Inmaculada....Ningún titubeo estorbe nuestra admiración, nuestra adhesión a esa consigna que el Beato nos deja en herencia" Un compatriota suyo, el Papa Juan Pablo II lo canonizó en 1982: Mártir de la caridad. El mismo Papa sufrió mucho en la misma guerra y Dios lo libró de la muerte para que pueda ser testigo de la victoria de la Inmaculada en San Maximiliano Kolbe.
San Clemente de Alejandría (150-c. 215)
teólogo
El Pedagogo, I, 53-56 ; SC 70
“Vuestro Padre que está en el cielo, no quiere que se pierda ni uno sólo de estos pequeños”
Tras haber mostrado que la Escritura nos da a todos el nombre de niños, y que cuando seguimos a Cristo se nos llama alegóricamente “pequeños” (Mt 18,3; 19,13; Jn 21,5)... debemos decir quién es nuestro Pedagogo. Se llama Jesús. Algunas veces se llama a sí mismo “pastor”, y dice: “Yo soy el buen pastor” (Jn 10,11. 14). Con una metáfora tomada de los pastores que guían sus ovejas se indica al Pedagogo, guía de los niños, solícito pastor de los pequeños; porque se les denomina alegóricamente ovejas a los pequeños por su sencillez. “Y todos formarán —afirma— un solo rebaño y un solo pastor”(Jn 10,16). Con razón el Verbo es llamado pedagogo, puesto que a nosotros, los niños, nos conduce a la salvación. Con toda claridad, él dice de sí mismo por boca de Oseas: “Yo soy su educador” (Os 5,2). La religión es una pedagogía que comporta el aprendizaje del servicio de Dios, la educación para alcanzar el conocimiento de la verdad, y la recta formación que conduce al cielo... como el piloto que gobierna su nave y procura poner a salvo a la tripulación, así también el Pedagogo guía a los niños hacia un género de vida saludable, por el solícito cuidado que tiene de nosotros... Pero nuestro Pedagogo, en cambio, es el Santo Dios Jesús, el Verbo que guía a toda la humanidad; Dios mismo, que ama a los hombres, es nuestro pedagogo. En el “Cántico”, el Espíritu Santo habla de Él así: “Proveyó de lo necesario, cuando estaba atormentado por la ardiente sed en los áridos parajes; lo protegió, lo educó y lo guardó como a la pupila de sus ojos; como el águila protege su nido y a sus polluelos, así él, extendiendo sus alas, los tomó y los llevó sobre sus plumas. Sólo el Señor los guiaba, y entre ellos no había ningún dios extranjero” (Dt 32,10-12).
Santo Evangelio según San Mateo 18, 1-5. 10. 12-14. Martes XIX de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, te doy las gracias por todo lo que soy y tengo… pero sobre todo por todo lo que Tú eres. Aumenta mi fe. Que, pase lo que pase, sea siempre capaz de descubrirte en cada momento de mi día y de mi vida. Aumenta mi confianza en Ti. Que aunque no entienda todo lo que sucede en mi vida y en la de los que mi corazón ama, tenga la certeza de que todo coopera para el bien de los que te aman Jesús. Aumenta mi amor. Que mi vida sea una constante donación a Ti a través del servicio a los que me rodean. Cristo rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Muy estimada alma:
Te he dicho que un pastor, si pierde una de sus ovejas, deja el resto para salir en su búsqueda. En un primer momento, esto te puede parecer fuera de moda, pues las ovejas no son los animales más comunes en las grandes selvas asfaltadas a las que llamas ciudades, ni ser pastor es el sueño de los niños y parece que la sociedad te invita a hacer justo lo contrario de lo que haría el pastor: quedarte con la seguridad del momento, evitar los riesgos y luchar a como de lugar por nuestra comodidad… pero eso es justamente lo que quiero que evites.
En ese mundo altamente competitivo que tiende a convertir a las personas en números o en dinero, quiero decirte que eres mucho más que una cifra. Eres mi hijo muy amado, y tu valor no se mide en pesos ni en dólares, sino en cada gota de sangre que derramé por ti en la cruz.
Te amo. Yo te llamé por tu nombre, y eres mío. No importa que tan lejos tenga que ir. Créeme, nada impedirá que te encuentre y esté contigo. Yo soy tu Salvador.Te amo y eres precioso a mis ojos. Haré cualquier cosa para tenerte a mi lado. Eres de gran valor para mí y te amo. Si tú lo quieres, nada ni nadie nos podrá separar. Confía en mí.No tengas miedo, no hay lugar tan lejano al que no pueda llegar.
Nunca olvides que te amo y estoy dispuesto a todo con tal de estar contigo.
Atte. Jesús
Jesús sana siendo un pastor que da vida. Dando su vida por nosotros. Jesús le dice a cada uno: "tu vida es tan valiosa para mí, que para salvarla yo doy todo de mí mismo" Es precisamente esta ofrenda de vida lo que lo hace el buen Pastor por excelencia, el que sana, el que nos permite vivir una vida bella y fructífera...
(Regina coeli de S.S. Francisco, 22 de abril de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy le hablaré a alguien del gran amor que Jesús nos tiene.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! ¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amé
¿En qué consiste el ser niño frente a Dios?
¿Qué actitudes implica la filialidad? confianza, obediencia y entrega filiales
¿Qué actitudes implica la filialidad? Me parece que son, fundamentalmente, tres actitudes frente al Padre Dios: confianza, obediencia y entrega filiales.
1. La confianza filial. Dios es un Padre todopoderoso. Esta afirmación teológica despierta en mí la actitud de confianza. Es la experiencia del niño que sabe confiar ciegamente en sus padres. Y lo hace instintivamente, sin demasiada reflexión; es su experiencia original. Por eso se siente tan seguro y cobijado y vive tranquilo y feliz su vida.
Lo que en el niño es espontáneo, nosotros los adultos hemos de reconquistarlo si queremos tener alma de niño. Lo que el niño presupone de sus padres naturales, el hombre filial lo reconoce en el Padre celestial. Por eso, el Padre José Kentenich, Fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, procura conducirnos a la confianza filial: “Mi esfuerzo personal, respecto a toda la Familia, es que lleguemos a ser héroes de la confianza”.
Él suele ilustrar esta confianza heroica con la imagen del hijo del marinero. Este, aun teniendo conciencia del peligro en alta mar, no desespera sino que permanece tranquilo, porque sabe que su padre está al timón. Es esta convicción la que hemos de reconquistar: “El Padre tiene en sus manos el timón, aunque yo no sepa el destino ni la ruta” (Hacia el Padre, 399). Cuando así le entregamos al Padre Dios la conducción de nuestra vida, entonces renace la seguridad existencial. Es la “seguridad del péndulo” que permanece firmemente agarrado desde arriba.
El Padre es la roca inconmovible, la tranquilidad del hijo, en medio de los vaivenes de la vida. “El niño todo lo vence mediante la confianza” (Dios mi Padre, 223), afirma el Padre José kentencih.
La infancia espiritual consiste, en este contexto, en una fe sencilla en la Divina Providencia que nos hace ver presente, detrás de todos los acontecimientos de la vida, una mano paternal y bondadosa. Filialidad no es evasión de responsabilidades, sino protagonismo histórico y creador. Es compartir responsabilidades con el Padre, luchar por un mundo digno de Él.
2. La obediencia filial. La verdadera filialidad es, en segundo lugar, docilidad, sumisión a la voluntad de Dios, obediencia al Padre. A partir de Jesús y siguiendo sus huellas, “el hombre filial sabe que su obra es grande sólo en la medida en que corresponde al deseo del Padre” (Dios mi Padre, 319).
Es preguntarle, en cada caso: Padre, ¿qué te agrada más? La obediencia le confiere a la infancia espiritual, vitalidad y heroísmo; la hace exigente y educadora. Porque la verdadera imagen del Padre encierra no sólo bondad, sino también fuerza. Dios Padre puede causarnos dolor, para asemejarnos más a su Hijo Unigénito. Pero es siempre el amor que lo impulsa a imponernos severas exigencias.
3. El amor filial. “Los santos afirma el Padre Kentenich se hicieron santos a partir del momento en que comenzaron a amar, y comenzaron a amar sólo cuando se creyeron, se supieron y se sintieron amados por Dios” (Dios mi Padre, 248. J. Kentenich).
Nuestro amor ha de volver a ser como el amor de los niños. Debemos dejar de lado nuestros enredos y complicaciones de adultos y aprender a amar con sencillez. Debemos sacarnos nuestras máscaras de falsa grandeza y autosuficiencia y entregarnos con humildad sincera. Debemos pasar de un amor racional y calculador a un amor espontáneo y cálido. Esta simplicidad, autenticidad y espontaneidad en la entrega, cautiva el amor del Padre y lo atrae irresistiblemente.
Por eso ha de crecer y purificarse nuestro amor. El amor primitivo gira en torno al propio yo y sus intereses. En cambio, el amor filial maduro gira en torno al Padre y su voluntad. Y eso requiere de una permanente autoeducación, de una lucha diaria constante, de renuncias y entregas heroicas. Pero sabemos que es el único camino para cambiar y hacernos como los niños, y así poder entrar al Reino del Padre eterno.
Knock, el corazón mariano de Irlanda espera al Papa Francisco
Cuando el Papa Francisco visite el Santuario Mariano de Knock en la mañana del domingo 26 de agosto, hará un gesto que millones de irlandeses desde hace generaciones han cumplido en casi un siglo y medio. El corazón mariano de la “Irlanda católica” late de hecho en este pequeño pueblo situado en el noroeste de la isla, en el altiplano del condado de Mayo, un lugar también vinculado al santo patrón de Irlanda, San Patricio.
María se aparece a 15 fieles del país de todas las edades
Era el 21 de agosto de 1879, cuando en el pueblo, bajo una lluvia torrencial, quince personas -de 6 a 75 años- presencian la aparición de la Virgen María en la cornisa de la humilde iglesia parroquial. Junto a Ella, y esto es único en las apariciones marianas, hay también otras dos figuras que creen ser San José y San Juan Evangelista. Según la tradición, los videntes permanecen rezando bajo la lluvia durante dos horas sin mojarse, mientras que las tres figuras permanecen en silencio y luego desaparecen.
La fe irlandesa se fortalece con la devoción mariana
Pocas semanas después del prodigioso acontecimiento que sacudió a toda Irlanda, la autoridad eclesiástica nombró una comisión que estableció los testimonios como “dignos de confianza”. Es el comienzo de la extraordinaria historia de Knock, a la que la visita del Papa, después de la memorable visita de San Juan Pablo II en 1979, acogida por casi medio millón de personas, añadirá otro capítulo importante. Poco después de las apariciones, Knock se convirtió en un destino de peregrinación esencial para los irlandeses. Cada año más de un millón y medio de creyentes concurren allí. El Santuario también está ligado a momentos de la historia irlandesa contemporánea: en agosto de 1940, 50.000 irlandeses participaron en la Peregrinación por la Paz en el Mundo y en Irlanda. En 1954, con ocasión del Año Mariano proclamado por Pío XII, más de un millón de peregrinos se dirigieron a Knock donde, por voluntad del Papa Pacelli, fue coronada la estatua de la Virgen.
Un nuevo Santuario gracias al Obispo James Horan
Cien años después de las apariciones, se erigió un gran Santuario que fue añadido a la iglesia. La primera piedra fue bendecida en 1973 por el futuro San Pablo VI, y la inauguración tuvo lugar 6 años después, el 18 de julio de 1979. Significativamente, el edificio descansa sobre 32 pilares, que representan los 32 condados irlandeses. Además de la estructura central, hay otras 5 capillas dedicadas a “Nuestra Señora de Knock”, San José, San Juan Evangelista, el Sagrado Corazón de Jesús y San Colombano. El desarrollo de Knock como corazón mariano de Irlanda se debe principalmente a Mons. James Horan, párroco del Santuario desde 1967 a 1986. A él, conocido no por casualidad como “El Constructor de Knock”, se le debe no sólo el moderno Santuario, sino también tuvo el mérito de crear un aeropuerto internacional allí.
La Virgen de Knock en el corazón de los inmigrantes irlandeses
"Cada vez que un peregrino llega a lo que un día fue oscuro pueblo pantanoso del Condado de Mayo; cada vez que un hombre, mujer o niño vienen a la vieja iglesia que tiene el muro de la Aparición o al nuevo santuario de María Reina de Irlanda, - dijo Karol Wojtyla el 30 de septiembre de 1979 - llegan para renovar la fe en la salvación traída por Jesús que nos hizo hijos de Dios y herederos del reino de los cielos". Una fe que los hijos de Irlanda, emigrados a todas partes del mundo, llevaron con ellos a través de la imagen de Knock Muire, “la Colina de María" que vela por los irlandeses dondequiera que estén.
Por qué Argentina derrotó una ley abortiva e Irlanda no
Temprano en la mañana del 9 de agosto, el Senado de Argentina derrotó firmemente una medida para legalizar el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo
Temprano en la mañana del 9 de agosto, el Senado de Argentina derrotó firmemente una medida para legalizar el aborto durante las primeras 14 semanas de embarazo. (Su ley actual permite el aborto en casos de violencia sexual y en caso de riesgo por la salud de la madre).
El intenso debate, tanto en la cultura en general como en la cámara del Senado, a menudo invocaba un proceso similar que tuvo lugar recientemente en Irlanda, un país con raíces similarmente católicas.
Hay muchas comparaciones instructivas entre cómo se desarrolló el proceso en estos dos países.
Sesgo de los medios
Los activistas por el aborto legal, tanto en Irlanda como en el extranjero, usaron la muerte de Salapita Halappanavar en 2012 para abogar por el final de la Octava Enmienda irlandesa que protege a los niños prenatales. Aunque las investigaciones independientes, incluida la investigación forense, encontraron que Halappanavar murió como resultado de una negligencia relacionada con una sepsis no diagnosticada, los activistas rechazaron la falsa afirmación de que ella murió debido a la ley irlandesaque prohíbe el aborto.
Los medios y los políticos aceptaron esta versión de la historia. El resultado fue una victoria abrumadora para legalizar el aborto, con dos tercios de los irlandeses votando para derogar la Octava Enmienda y protección legal para los niños prenatales.
Los activistas del aborto, tanto en Argentina como en el extranjero, usaron el asesinato en 2015 de una niña de 14 años cuyo novio aparentemente la golpeó hasta la muerte por quedar embarazada e intentó cambiar la ley argentina que protege a los niños no nacidos.
La diferencia fue que una diversidad de opiniones sobre el aborto en los medios de comunicación, y especialmente en la clase política, contribuyó a un debate real entre quienes tienen el poder en Argentina.
Poderosas mujeres pro-vida
Los activistas del aborto tanto en Irlanda como en Argentina fueron ayudados por líderes masculinos que, aunque afirmaban ser antiaborto, «cambiaron» sus puntos de vista por razones poco claras y posiblemente dudosas.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, hizo campaña contra el aborto pero cambió su punto de vista no solo como impulso para revocar la Octava Enmienda, sino también cuando se vio envuelto en una controversia cuando se reveló que muchas mujeres irlandesas murieron de cáncer de cuello uterino.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, un conservador que se describió a sí mismo como pro-vida, sin embargo señaló que si el Senado hubiera votado a favor de la ley del aborto, habría dejado que se convirtiera en ley al no vetarla. La diferencia en Argentina fue que las poderosas mujeres pro-vida en la legislatura llamaron a su jefe de gobierno.
La senadora Silvina García Larraburu, por ejemplo, cambió explícitamente su voto por antiaborto y acusó a Macri de intentar distraer la atención de la turbulenta economía del país y la falta de apoyo social para las mujeres. La senadora Marta Varela también destacó la hipocresía de afirmar estar por los «derechos de las mujeres», mientras que muchas mujeres sufren a causa de la pésima salud y los servicios sociales.
La senadora Silvia Giacoppo denunció el eufemismo «Interrupción voluntaria del embarazo» (el nombre de la moción ante el Senado), señalando que «interrupción» significa que algo puede reanudarse más tarde. Incluso la Vicepresidenta Gabriela Michetti salió en contra de la ley.
La amnistía interfiere
The New York Times, junto con otros medios de comunicación, dieron la impresión de que se trataba de algún tipo de reacción católica contra un movimiento popular por los derechos de aborto. Pero hace ocho años, Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, una medida que el propio Times señaló que la Iglesia Católica «luchó con un vigor similar a su batalla contra el aborto, organizando protestas que involucran a miles de personas», lo que ha demostrado claramente que no se basará simplemente en lo que dicen sus obispos católicos y otros sacerdotes.
También es difícil argumentar que se trató de un movimiento de aborto de base cuando las ONG del Occidente desarrollado, como Amnistía Internacional y la Federación Internacional de Planificación de la Familia, estuvieron tan involucradas en impulsar la legislación. De hecho, Amnistía Internacional incluso sacó un costoso anuncio de página completa en The New York Times en apoyo de la legislación, afirmando siniestramente que «el mundo está mirando».
Por «el mundo», Amnistía parece significar el Occidente desarrollado, y su activismo abortista, es un ejemplo clásico de imperialismo neocolonial en una cultura con una comprensión muy diferente del bien.
Cifras cuestionables
Grupos como Amnistía intentaron inflamar las preocupaciones comprensibles sobre el número de muertes por aborto ilegal que supuestamente tienen lugar en Argentina. Otro defensor de la ley, el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, afirmó que se realizan 354,000 abortos clandestinos cada año, pero hay buenas razones para dudar de este número, y especialmente dado que es aproximadamente la mitad del total de nacidos vivos en Argentina. Estados Unidos es uno de los países con mayor tolerancia al aborto en el mundo y tiene una tasa de aborto de solo una cuarta parte del total de nacidos vivos.
Por contexto, puede ser instructivo recordar que uno de los padres fundadores del derecho al aborto en los Estados Unidos, el ex presidente de NARAL, Bernard Nathanson, admitió que simplemente fabricaron números sobre el número de mujeres que morían a causa del aborto ilegal para ganarse la simpatía de su agenda de derechos al aborto.
Aunque es difícil saber cuántas de esas muertes son resultado del aborto ilegal, es, por supuesto, profundamente preocupante que Argentina tenga una tasa de mortalidad materna de 50 por cada 100.000 nacidos vivos. La mayoría de los países desarrollados tienen una tasa menor a 10, a excepción de los Estados Unidos, que ha visto su tasa de inflación a 26.4.
Pero para dar este contexto numérico, se debe comparar a Argentina, no a los países occidentales permisivos al aborto, sino a los países de la región. Considere que el vecino Chile, que tiene leyes de aborto igualmente restrictivas, tiene una tasa de mortalidad materna de solo 20.5 y de hecho vio bajar esta tasa después de moverse para restringir el aborto de manera dramática. Esto da credibilidad a los argumentos de las senadoras argentinas de que el activismo abortista servía como cortina de humo para los problemas genuinos de su país: corrupción y falta de atención médica y otros servicios sociales para las mujeres.
Volviendo a Irlanda, aunque habían prohibido casi todos los abortos, la tasa de mortalidad materna irlandesa era apenas 4.7 veces la del Reino Unido que permitía el aborto, que llegó a 9.2. Que los grupos activistas del aborto, incluida una fuerte presencia de Amnistía Internacional, fueron aún más fervientes al impulsar su agenda en Irlanda plantea dudas sobre si el enfoque en la mortalidad materna en Argentina era genuino.
A diferencia de Irlanda, Argentina pudo resistir las tácticas neocoloniales de grupos activistas externos y mantenerse fiel a sus valores. Su valiente ejemplo puede parecer importante a medida que se utilicen tácticas similares para impulsar los derechos al aborto en otros países de América Latina en los próximos meses y años.
15 minutos de oración pueden cambiar tu vida
La clave es apartar este tiempo todos los días. Como dice el dicho: ¡El que persevera, alcanza!
Seré honesto y diré que apartar tiempo para una hora de oración diaria puede ser muy difícil. En el seminario era fácil y un hecho básico de la vida diaria. Incluso hace algunos pocos años no tenía problemas para encontrar una hora para mi hora quieta. Sin embargo, cuando metes varios niños en la mezcla, apartar una hora se vuelve un verdadero reto.
Es por eso que esta intrigado por el nuevo libro titulado “La Solución de los 15 minutos de Oración: Como el 1% de tu tiempo puede transformar tu vida” de Gary Jansen. Puede parecer un poco raquítico el pensar en solo 15 minutos al día, pero cuando llevas una vida ocupada o estas comenzando tu vida espiritual, 15 minutos son suficientes. Todos podemos encontrar 15 minutos.
Pero, ¿es eso suficiente? ¿Simplemente necesitamos 15 minutos? ¿Qué hacemos durante este tiempo?
En este libro, Jansen nos provee de instrucciones detalladas sobre como orar por 15 minutos, basados en prácticas antiguas, muchas de las cuales fueron inspiración de San Ignacio de Loyola.
Ejercicios Diarios
Antes que nada, Jansen nos exhorta para que apartemos tiempo para oración de nuestra vida diaria. Este es un pre-requisito de la vida espiritual y es algo que debemos hacer si queremos progresar en nuestra relación con Dios.
Algunos de nosotros podemos ser intimidados con esta tarea, pero eso no debería ser un problema para nosotros. No tenemos que comenzar a dedicar desde un inicio una hora completa. En lugar de eso, podemos comenzar dándole a Dios un porcentaje de esa hora. Jansen, nos explica:
"¿Sabías que hay 1,440 minutos en un día? Es verdad, ya hicimos los números. ¿Sabías también que un uno por ciento de ese tiempo son catorce minutos y veinticuatro segundos? ¿Qué pasaría si tu tomaras la decisión consciente, todos los días, de ejercitar tu alma dándole apenas quince minutos de tu tiempo a Dios? Un pequeño porcentaje de tu vida. ¿Quisieras que tu vida cambie? La mía lo hizo". (La Solución de Oración de 15 minutos, 3)
La clave es apartar este tiempo todos los días. Como dice el dicho, “El que persevera, alcanza”. La oración perseverante tiene un efecto mucho más grande en nuestra vida diaria que intensas jornadas de oración que se van agotando con el tiempo.
Semillas de mostaza
En conexión con este pensamiento de darle a Dios un porcentaje de nuestro día, está la idea de la fe que tiene el tamaño de una “semilla de mostaza”. Jesús dijo a Sus discípulos:
“El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es, por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace más grande que las otras plantas del huerto, y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves van y se posan en sus ramas". (Mateo 13,31-32)
"Porque ustedes tienen muy poca fe. Les aseguro que si tuvieran fe, aunque sólo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, le dirían a este cerro: “Quítate de aquí y vete a otro lugar”, y el cerro se quitaría. Nada les sería imposible." (Mateo 17,20)
Orar durante quince minutos al día puede parecer un tiempo muy corto, pero cuando se hace con fe puede crear efectos que duren toda la vida. No solo eso, la meta es que quince minutos de oración nos lleven a orar “sin descansar”. Debemos comenzar con poco, tener la fe como una semilla de mostaza y dejar que Dios haga el resto.
La oración de Jesús, La Lectio Divina y El Examen
Jansen no se involucra mucho en la parte teórica antes de comenzar a explicar que hacer durante esos 15 minutos. Él nos da muchas formas diferentes de orar que pueden ser complementadas durante ese marco de tiempo.
Oración de Jesús
Durante la mayor parte Hansen se enfoca en formas antiguas de oración que buscan tranquilizar el alma. El primer tipo de oración que describe es la famosa “Oración de Jesús”, que se popularizó por medio del libro ruso "El Camino del Peregrino" Es una oración muy simple que consiste en repetir las palabras: "Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy pecador". Mientras inhalamos y expiramos. La respiración es una parte esencial de la oración y nos ayuda a calmar la mente de la persona y permite que nos enfoquemos en Dios.
Lectio Divina
Luego de decir La Oración de Jesús, Jansen sugiere que meditamos en un corto pasaje de la escritura y que nos involucremos en lo que se llama “Lectio Divina” (Lectura Divina). Éste tipo de oración con la escritura se enfoca en sumergirnos dentro del pasaje de la escritura y escuchar la voz de Dios.
El examen Otra opción es la oración “El Examen”. Éste tipo de oración apunta a encontrar a Dios en las diferentes personas, cosas y eventos del día. A menudo el examen es hecho al final del día donde meditamos como Dios ha traído diferentes personas a nuestra vida y le agradecemos a Él por su divina Providencia. Es una buena forma de recordarnos a nosotros mismos que Dios está presente en todas las cosas y que nada pasa por casualidad.
Siete días de ejercicios
El libro por sí mismo no es muy largo (lo que hace sentido) en definitiva es una simple guía de oración para siete días. Incluye siete días de Lectio Divina y es una gran forma de comenzar, especialmente para aquellos que no saben por dónde hacerlo. Esta es probablemente una de las más útiles partes del libro y nos permite practicar lo que hemos aprendido.
Para concluir, recomiendo de todo corazón obtener una copia del libro. Jansen tiene un estilo de escritura que es muy fácil de manejar para cualquiera. Él escribe sobre una verdad teológica en una forma en la que una persona que no tiene ninguna educación religiosa puede comprender. Mucho de lo que escribe es de su experiencia y da muchas historias cortas para explicar cómo la oración ha influenciado su vida personal.
Seré honesto, mucho de lo que Jansen escribe te puede retar, a ti y a tu idea de oración. Él se enfoca mucho más en relaciones de tipo relacional que en oraciones basadas en fórmulas. En otras palabras, mientras extrae de la rica tradición de la Iglesia Católica Jansen se enfoca más en calmar tu alma para escuchar al Espíritu Santo que en recitar diferentes oraciones para obtener lo que tú quieres.
Yo sé que te beneficiarás del libro de Jansen y volverás a él constantemente.