Precursor de Cristo en la muerte como en la vida

¿Cómo apoyar a tus hijos en su educación?

Conocemos la importancia de la educación y de que tus hijos tengan la mejor preparación posible en la escuela, pero ¿Tú cómo educas?

Las familias tienen algunos retos cuando es tiempo del regreso a clases, temporada en que es importante el pedir ayuda al maestro, compañeros, hermanos mayores y, por supuesto, a Dios a través de un intercesor, en este caso, san Juan Bosco.

En temas educativos, san Juan Bosco no sólo es reconocido por la fundación de los salesianos, sino principalmente -y de ello deriva la fundación de los colegios- por su dedicación en la formación de adolescentes y jóvenes. ¿Cuál fue su secreto? La prevención, el derecho, el diálogo y la empatía.

Prevención para preparar a los jóvenes antes de que las tentaciones les salgan al paso. Derecho a recibir educación, tomando muy en cuenta el origen de la palabra educación, que viene del latín educare/educere, y tiene varios significados. Diálogo para conocer a los alumnos, y empatía para entenderlos y promover sus talentos.

Educare debe entenderse como una participación desde afuera hacia dentro, que es la visión común en las escuelas y fuera de éstas, ejemplo de frases frecuentes: “dar clase”, “impartir clase”, e incluso, “inculcar valores” o “llevar conocimiento”, entendiéndose entonces que hay que “meter” algo al alumno: respuestas correctas, datos, fechas, teorías, autores, conocimientos y valores. ¿Y cómo es la forma de evaluación? Justo valorando si la información recibida se “almacenó” correctamente.

Mientras que educere se refiere a la educación como una participación de dentro hacia fuera; es decir, “sacar” del alumno lo que tiene, o sea, alguien interviene para sacar lo que es, sabe y es capaz de hacer el niño, joven o adolescente, con tal de ayudarle a madurar y estimularle la necesidad de conocer más, el gusto por aprender, investigar, descubrir y elaborar. De esta forma, la evaluación ocurre cuestionándose la eficacia de la intención educativa en identificar y contribuir a saberes y talentos de los educandos, a ver qué tanto se promovió y qué tanto se generó.

¿Qué sería lo deseado en términos de educación? Un sistema que incluya los dos significados de educar. No es novedad entonces que, tanto los salesianos como otros modelos educativos, busquen la convivencia de ambas formas de trabajo en el aula, pues sólo de esta manera se puede lograr una mejor promoción del aprendizaje, pero sobre todo, “lograr la madurez personal y social del ser humano”. San Juan Bosco “¡se la rifó!” (¡lo hizo muy bien!) innovando con su modelo educativo basado en la persona… y tú, ¿cómo te la rifas?

Conocemos la importancia de la educación y de que tus hijos tengan la mejor preparación posible en la escuela, pero entramos ahora al tema familiar, y con esto te invito a la reflexión: ¿tú cómo educas?, ¿cómo potencias sus capacidades físicas, afectivas e intelectuales?, ¿cómo educas y promueves sus habilidades artísticas?, ¿cómo educas en valores?, ¿cómo educas en el respeto y el amor?, ¿cómo se comunican?, ¿cómo educas en el servicio a los demás?, ¿qué tan involucrado estás con la escuela de tu hijo? Al ser varias preguntas, puedes llegar a sentirte un poco intranquilo, pero no te preocupes, todo tiene solución. Si crees que estás logrando un buen trabajo, ¡felicidades, continúa así! Si crees que aún puedes mejorar, toma de ejemplo a san Juan Bosco y recuerda sus claves: Prevención, Derecho, Diálogo y Empatía, pero sobre todo, y ante todo: Dios y la Virgen María.

¿Cómo hacerle? En primer lugar, es fundamental el entendimiento. Tu hijo es un ser humano que, al igual que tú, nunca deja de aprender, pero su edad es crucial, está en una etapa de mayor formación, tanto en “profesional” como personal. Dialoga con él para conocer sus intereses, dudas y aspiraciones, busca entenderlo poniéndote en sus zapatos, y en la medida de lo posible, ¡ayúdalo! Y como diría san Juan Bosco: “La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos”. Dios te siga bendiciendo, y ¡mucho ánimo!

Evangelio según San Marcos 6,17-29.

Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.

Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu hermano".

Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.

Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea.

La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo daré".

Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".

Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?". "La cabeza de Juan el Bautista", respondió esta.

La joven volvió rápidamente adonde estaba el rey y le hizo este pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".

El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla.

En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.

El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.

Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

«Precursor de Cristo en la muerte como en la vida» (Trad. ©Evangelizo.org)

Profeta nacido de un profeta (Lc 1:67), bautizaste al Señor, fuiste «la voz que grita en el desierto: Arrepiéntanse» (Mt 3:2), reprendiste a Herodes por su impío libertinaje. Es por eso que corriste para anunciar el Reino de los Cielos a los que estaban cautivos adónde descansan los muertos… Precursor como profeta, bautisador y mártir como voz del Verbo, su mensaje, su antorcha, tú el más grande de los profetas según el testimonio dado por Dios (Mt 11:9), implora al Señor que salve de toda prueba y de toda desgracia a los que festejan con amor tu radiante memoria… Vengan todos los pueblos, celebremos al profeta, mártir y bautisador del Salvador: es él, que como un ángel en carne (Mc 1:2 griego) reprendió a Herodes por su injusta relación, condenando su incorrecta acción.

Pero a causa de una danza y de un juramento, decapitaron la venerable cabeza de aquél que anuncia hasta en los infiernos la buena nueva de la resurrección de entre los muertos y que sin cesar intercede ante el Señor por la salvación de nuestras almas. Vengan, todos los fieles, celebremos al profeta, mártir y bautisador: yéndose al desierto encontró su descanso, alimentándose de saltamontes y de miel salvaje; reprendió al rey que violaba la ley. Y nosotros, los temerosos, nos exhortaba diciendo: «Conviértanse, porque el Reino de los cielos está cerca».

Martirio de San Juan el Bautista

Memoria Litúrgica, 29 de agosto

Mártir

Martirologio Romano: Memoria del martirio de san Juan Bautista, al que Herodes Antipas retuvo encarcelado en la fortaleza de Maqueronte y a quien, en el día de su cumpleaños, mandó decapitar a petición de la hija de Herodías. De esta suerte, el Precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto en la muerte como en la vida dio testimonio de la verdad (s. I)

Breve Reseña

El evangelio de San Marcos nos narra de la siguiente manera la muerte del gran precursor, San Juan Bautista: "Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión, por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en unión libre. Porque Juan le decía a Herodes: "No le está permitido irse a vivir con la mujer de su hermano". Herodías le tenía un gran odio por esto a Juan Bautista y quería hacerlo matar, pero no podía porque Herodes le tenía un profundo respeto a Juan y lo consideraba un hombre santo, y lo protegía y al oírlo hablar se quedaba pensativo y temeroso, y lo escuchaba con gusto".

"Pero llegó el día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños dio un gran banquete a todos los principales de la ciudad. Entró a la fiesta la hija de Herodías y bailó, el baile le gustó mucho a Herodes, y le prometió con juramento: "Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino".

La muchacha fue donde su madre y le preguntó: "¿Qué debo pedir?". Ella le dijo: "Pida la cabeza de Juan Bautista". Ella entró corriendo a donde estaba el rey y le dijo: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista".

El rey se llenó de tristeza, pero para no contrariar a la muchacha y porque se imaginaba que debía cumplir ese vano juramento, mandó a uno de su guardia a que fuera a la cárcel y le trajera la cabeza de Juan. El otro fue a la prisión, le cortó la cabeza y la trajo en una bandeja y se la dio a la muchacha y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse los discípulos de Juan vinieron y le dieron sepultura (S. Marcos 6,17).
Herodes Antipas había cometido un pecado que escandalizaba a los judíos porque esta muy prohibido por la Santa Biblia y por la ley moral. Se había ido a vivir con la esposa de su hermano. Juan Bautista lo denunció públicamente. Se necesitaba mucho valor para hacer una denuncia como esta porque esos reyes de oriente eran muy déspotas y mandaban matar sin más ni más a quien se atrevía a echarles en cara sus errores.
Herodes al principio se contentó solamente con poner preso a Juan, porque sentía un gran respeto por él. Pero la adúltera Herodías estaba alerta para mandar matar en la primera ocasión que se le presentara, al que le decía a su concubino que era pecado esa vida que estaban llevando.

Cuando pidieron la cabeza de Juan Bautista el rey sintió enorme tristeza porque estimaba mucho a Juan y estaba convencido de que era un santo y cada vez que le oía hablar de Dios y del alma se sentía profundamente conmovido. Pero por no quedar mal con sus compinches que le habían oído su tonto juramento (que en verdad no le podía obligar, porque al que jura hacer algo malo, nunca le obliga a cumplir eso que ha jurado) y por no disgustar a esa malvada, mandó matar al santo precursor.

Este es un caso típico de cómo un pecado lleva a cometer otro pecado. Herodes y Herodías empezaron siendo adúlteros y terminaron siendo asesinos. El pecado del adulterio los llevó al crimen, al asesinato de un santo.

Juan muró mártir de su deber, porque él había leído la recomendación que el profeta Isaías hace a los predicadores: "Cuidado: no vayan a ser perros mudos que no ladran cuando llegan los ladrones a robar". El Bautista vio que llegaban los enemigos del alma a robarse la salvación de Herodes y de su concubina y habló fuertemente. Ese era su deber. Y tuvo la enorme dicha de morir por proclamar que es necesario cumplir las leyes de Dios y de la moral. Fue un verdadero mártir.

Una antigua tradición cuenta que Herodías años más tarde estaba caminando sobre un río congelado y el hielo se abrió y ella se consumió hasta el cuello y el hielo se cerró y la mató. Puede haber sido así o no. Pero lo que sí es histórico es que Herodes Antipas fue desterrado después a un país lejano, con su concubina. Y que el padre de su primera esposa (a la cual él había alejado para quedarse con Herodías) invadió con sus Nabateos el territorio de Antipas y le hizo enormes daños. Es que no hay pecado que se quede sin su respectivo castigo.

Pídeme lo que quieras y te lo daré

Santo Evangelio según San Marcos 6, 17-29. Martirio de San Juan Bautista

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cisto, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Concédeme, Señor, poder pedir lo que más me conviene.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar.

Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.

La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".

Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista." Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".

El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.

Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

El Evangelio de hoy invita a ver el valor de la palabra dada, sin importar el ámbito en el cual se compromete ésta, sea en un claustro religioso o un grupo delictivo.

Es difícil ver el lado positivo a cualquier hecho objetivamente malo, sin embargo, hay que ver el valor que Herodes da la palabra, él sabe que es delicado y por tanto se debe de cumplir lo prometido.

Por esto, y por otras atenuantes, Herodes sede a la petición de Salome, quien le sedujo con su baile. Salome es la típica persona que deja que otros decidan por ella, es incapaz de asumir su propio riesgo y responsabilidad.

Herodías, por el contrario, es la persona manipuladora que alcanza su objetivo de venganza a través de otros, no se mete en el trabajo sucio.

Con esta rápida descripción de estos personajes, es válido preguntarse, ¿con quién, tú que lees esto, te identificas? Y a partir de aquí dirígete al Padre y pídele lo que quieras, en especial, no la cabeza de un profeta, sino la cabeza del pecado o debilidad con la que luchas. Jesús lo dirá "Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Hombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré." (Jn 14, 13-14)

Por este compromiso de Dios, de dar lo que se le pide, debes de confiar que recibirás lo que necesitas, pero hay que creer que así será. También, recuerda que hay que honrar la palabra que das, de la misma forma que Dios lo hace.

Por su parte, san Juan bautista muere por ser hombre íntegro y de palabra, vive y muere haciendo lo que Dios le ha encomendado y por esto sus enemigos lo asesinan, porque no les agradó ser confrontados por la verdad.

Aun cuando Herodes respetaba a Juan, por poner de garantía su palabra, para poder obtener un placer, se vio, en cierta forma, obligado a asesinarlo; obviamente no fue la mejor decisión, pero para ti y toda la humanidad, a través de un gesto objetivamente malo, quedó patentado el valor que cada uno debe de dar a la palabra dada. Recuerda que la Palabra del Padre es Jesucristo, por eso hay que tener cuidado con empeñar la palabra, los actos objetivamente malos son condenables y se deben evitar, y como tal tendrán su retribución. Si empeñas tu palabra, que sea en cosas buenas.

Que san José y la Virgen María te guíen y den la fortaleza para que honres tu palabra y que te acerques a Dios sin temor a tu debilidad, porque Él siempre cumple.

Jesús dice además a sus discípulos que no juren, en cuanto el juramento es señal de la inseguridad y de la doblez con la cual se desarrollan las relaciones humanas. Se instrumentaliza la autoridad de Dios para dar garantía a nuestras actividades humanas. Más bien estamos llamados a instaurar entre nosotros, en nuestras familias y en nuestras comunidades un clima de limpieza y de confianza recíproca.

(Homilía de S.S. Francisco, 12 de febrero de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Esforzarme por no hacer promesas a la ligera y siempre cumplir, si las hago, mis promesas.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Jonathan Slavinskas y un emotivo testimonio que se hizo viral

El sacerdote no quería usar alzacuellos tras escándalo de abusos y esto fue lo que pasó

En un emotivo mensaje en Facebook, un sacerdote admitió que ante los escándalos de abusos sexuales del clero llegó a sentir vergüenza de portar el característico alzacuellos, pero una increíble experiencia le devolvió la paz.

Se trata del P. Jonathan Slavinskas, nacido el 25 de junio de 1984 en Worcester, en el estado de Massachusetts (Estados Unidos), y ordenado sacerdote el 2 de junio de 2012.  Actualmente es párroco de St. Bernard's Catholic Church of Our Lady of Providence Parish.

En su mensaje compartido en redes sociales el 19 de agosto, el presbítero relató que durante la semana estuvo “caminando con un corazón pesado” y “completamente enojado y frustrado como resultado de los informes de abusos en Pensilvania y la situación de McCarrick (ex cardenal)”.

Recordó que cuando era estudiante de secundaria y luego en la universidad, los escándalos habían estallado por primera vez en el noreste del país, por lo que era consciente de la “sombra” que se arrojaría sobre él si decidía convertirse en sacerdote. No obstante, continuó con su ministerio confiando en el Señor.

“Mi oración continua ha sido por las víctimas. A medida que siguen las noticias, mi corazón se desgarra más. Ahora, el alzacuellos representa algo totalmente opuesto a lo que debería. Mientras andaba me preguntaba cuántas personas que vieran mi alzacuellos se preguntarán: ‘¿Este también es (un abusador sexual)?”, escribió.

Luego, dijo que en los últimos días, tras mudarse de la rectoría a la parroquia y mientras repartía útiles escolares a numerosos jóvenes del vecindario, se dijo: “Quítate el alzacuellos”. Sin embargo, una experiencia que tuvo al visitar un hospital le devolvió la esperanza y su deseo de volver a portarlo con alegría.

“Esta mañana, no quería ponerme el alzacuellos. Yo estaba avergonzado. Estaba cansado. Estaba enojado, pero lo hice. Luego, cuando visité a feligreses enfermos en el hospital, pasé junto a una mujer que estaba afuera de una habitación. Mientras continuaba hacia el ascensor, ella se acercó por detrás y me preguntó si era un sacerdote católico. Estaba listo para recibir el golpe…”, relató el P. Slavinskas.

Sin embargo, “cuando me volví y dije ‘sí’, (la mujer) me preguntó, con lágrimas en los ojos, si podía ungir a su hermano que se estaba muriendo de cáncer”.

Entonces, el P. Slavinskas reflexionó y se dijo a sí mismo que no importaba lo que había pensado sobre el alzacuellos en los últimos días, pues esta mujer “lo vio como un signo de esperanza y de la presencia de Cristo”.

“Si decidía no usarlo, su hermano no habría recibido la Santa Cena que necesitaba y toda su familia podría no haber experimentado consuelo”, reconoció.

También, el P. Slavinskas recordó que el alzacuellos no trata sobre lo que él podía sentir o no, sino que se “trataba de Jesucristo”, de “que recordemos que no estamos viajando solos en este mundo”.

“Ciertamente no soy digno de usarlo, pero me doy cuenta de que estoy llamado a usarlo, no para mí, sino por el bien de los demás. Cuando me lo coloque, debo pedirle a Dios que me convierta en un santo sacerdote, un puente y no un obstáculo”, escribió el presbítero.

Luego de esta experiencia el P. Slavinskas empezó a rezar cada mañana por “una conciencia más profunda de la gran responsabilidad y magnitud de lo que representa” esta prenda que forma parte de la indumentaria de un sacerdote.

También pidió disculpas al pueblo de Dios “por cualquier dolor que haya causado mientras usaba el alzacuellos” y las veces en las que podría haber ignorado su “deber de ser un sacerdote bueno, santo y lleno de fe”.

“Pido oraciones de perdón y fortaleza”, expresó.

Finalmente, pidió disculpas a quienes fueron “profundamente heridos de la manera más horrible por miembros de la Iglesia”.

“No sé lo que vendrá mañana, pero sé que tengo que ponerme ese alzacuellos”, dijo que el P. Slavinskas, quien recordó que su ministerio continúa porque "todavía hay almas que Cristo quiere atraer a su presencia y su paz".

“Por favor, haga una oración por mí”, concluyó el P. Slavinskas.

EL PAPA PIDE "AFRONTAR CON CORAJE Y VALOR" LOS "CRÍMENES" DE LA PEDERASTIA
Francisco recuerda a las víctimas de abusos en Irlanda: "Perdón por este pecado, el escándalo y la sensación de traición"

"El sueño de Dios es la unidad, la armonía y la paz", afirma en la audiencia de los miércoles

Jesús Bastante, 29 de agosto de 2018 a las 10:54

Un niño, junto al Papa en el jeepOsservatore Romano

El mundo necesita una revolución de amor, de ternura, que nos salve de la actual cultura de lo provisional. Esta revolución comienza en el corazón de la familia

(Jesús Bastante).- Tras el parón veraniego, regresaron las audiencias públicas de Francisco en la plaza de San Pedro. El Papa apareció sonriente ante la soleada mañana romana, y resumió ante los miles de fieles sus sentimientos tras el viaje a Irlanda de la semana pasada, marcado por su encuentro con las familias y la crisis de los abusos a menores.

En particular, el Papa recordó su encuentro con las ocho víctimas de abusos sexuales, con quienes compartió más de hora y media de reunión, y a las que pidió "perdón por este pecado, el escándalo y la sensación de traición".

Recordando su visita a Dublín para el EMF, Francisco subrayó que "mi presencia quería sobre todo confirmar a las familias cristianas en su vocación y misión". Así, destacó la "variedad de lenguas y orígenes", que "son signo elocuente de la belleza del sueño de Dios para la familia humana".

"El sueño de Dios es la unidad, la armonía y la paz. En las familias y en el mundo, fruto de la fidelidad, fruto del perdón, de la reconciliación que nace de Cristo", recalcó el Papa, quien añadió que es Jesús quien "llama a las familias a participar de este sueño, y hacer del mundo una casa donde nadie esté solo, nadie sea excluido".

El Papa quiso agradecer a las autoridades y organizadores del evento de Dublín, y también a los obispos irlandeses, "que han trabajado mucho". Uno de los retos del EMF, subrayó, es demostrar que "la Iglesia es una familia de familias, y como es un cuerpo, sostiene todas su células en el indispensable rol para el desarrollo de una sociedad fraterna y solidaria".

Entre los actos en los que participó, Francisco destacó el "testimonio de amor conyugal de parejas de todas las edades. El matrimonio es un especial don de Dios, que hay que cultivar en la Igesla doméstica, que es la familia".

"El mundo necesita una revolución de amor, de ternura, que nos salve de la actual cultura de lo provisional. Esta revolución comienza en el corazón de la familia", resaltó Francisco, quien también quiso agradecer el trabajo de los frailes capuchinos con las personas sin hogar, "que siempre están cerca del pueblo, y las familias que experimentan la solidaridad y el sostén de la caridad".

Bergoglio también lamentó una de las grandes crisis en la sociedad del descarte: "Es duro decirlo: parece que los abuelos no sirven (...). Pero son la memoria de un pueblo, la memoria de la familia. Los abuelos deben transmitir esta memoria... Por favor, no descartéis a los abuelos".

Junto a la alegría, el Papa también contempló "el dolor y la tristeza por el sufrimiento causado en ese país por diversas formas de abuso, incluso por miembros de la Iglesia". "Las autoridades de la Iglesia en el pasado no siempre fueron capaces de tratar apropiadamente estos crímenes", admitió el Papa, quien resaltó la reunión con las víctimas, a quienes pidió "perdón por estos pecados, por el escándalo y la sensación de traición adquirida".

"Los obispos irlandeses han tomado un camino serio de la purificación y la reconciliación con aquellos que han sufrido abuso, y con la ayuda de las autoridades nacionales han establecido una serie de normas estrictas para garantizar la seguridad de los jóvenes", reconoció Bergoglio, quien animó a los prelados del país a proseguir con el trabajo "para remediar los fracasos del pasado con honestidad y valor, confiando en las promesas del Señor y confiando en la profunda fe de los irlandeses, a marcar el comienzo de una temporada de renovación de la Iglesia en Irlanda". Porque, subrayó, "en Irlanda hay fe, hay personas de fe con grandes raíces", pero "hay pocas vocaciones al sacerdocio" ¿Por qué? "Por escándalos y grandes problemas", recalcó, pidiendo a los presentes una oración para "que el Señor envíe nuevos sacerdotes y fortalecer la fe de esas personas". "El encuentro de las familias de Dublín ha sido una experiencia profética", culminó Francisco, quien advirtió que "lo ideal no es el divorcio ni la separación, lo ideal es la familia unida, ése es el ideal".

Saludo del Papa en castellano:

Queridos hermanos y hermanas:

El fin de semana pasado estuve en Irlanda para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, que tenía como lema: «El Evangelio de la familia, alegría para el mundo». Deseaba animar a las familias cristianas en su vocación para ser transmisoras de la alegría y de la fecundidad del amor de Dios en medio de la sociedad y del mundo. Pude encontrar a muchas personas y familias en Dublín y en el Santuario mariano de Knock. Las experiencias que ellas compartieron fueron enriquecedoras y luminosas.

Manifestaron que el amor vivido en el matrimonio es un don de Dios, que debe cultivarse cada día con el diálogo, con el tiempo que pasan juntos, con la ternura. Es importante también la comunicación entre las generaciones y el rol de los abuelos en consolidar los lazos familiares y en la transmisión de la fe.

Por otra parte, experimenté el sufrimiento de tantas personas por los abusos a menores perpetrados por miembros de la Iglesia y por no haber sido afrontarlos debidamente. Varias veces, y especialmente en Knock, pedí perdón al Señor por esas acciones, y pedí la intercesión de la Virgen para que conceda la gracia de la sanación a las víctimas y nos dé la fuerza para perseguir con firmeza la verdad y la justicia, pudiendo así renovar la Iglesia en Irlanda y en todo el mundo.***

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Los animo a que sigan adelante en su compromiso cristiano, sin desfallecer, sosteniéndose los unos a los otros. Y les pido que recen por las familias, y también por los sacerdotes, para que cada uno en su estado de vida sea, en medio de la sociedad, testigo valiente de la alegría evangelio y fermento de bondad y de santidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

San Agustín: modelo de diálogo entre razón y fe

Es fundamental que el empeño en la investigación científica se abra a la pregunta existencial de sentido para la misma vida de la persona

A las 16,15, el Papa se dirigió a la Universidad de Pavía, donde se encontró, en el Patio "Teresiano" con los representantes del mundo de la cultura.

Tras el saludo del rector de la Universidad, Angiolino Stella, y de un representante de los estudiantes, el Santo Padre dijo unas palabras.

Benedicto XVI afirmó que "toda universidad debería ser "un centro de estudios "a la medida del hombre", en el que el estudiante sea preservado del anonimato y mantenga un diálogo fecundo con los profesores, para lograr esos incentivos necesarios para su crecimiento cultural y humano".

"Es de fundamental importancia -agregó- que el empeño en la investigación científica se abra a la pregunta existencial de sentido para la misma vida de la persona. (...) Sólo si se valora a la persona y las relaciones interpersonales, la relación didáctica puede llegar a ser una relación educativa".

Hablando de San Agustín, co-patrono de esta universidad junto con Santa Catalina de Alejandría, el Santo Padre señaló que "su recorrido existencial e intelectual testimonia la fecunda interacción entre fe y cultura".

"El amor de Cristo dio forma a su compromiso existencial -continuó hablando del santo doctor de la Iglesia-. De una vida centrada en la búsqueda del éxito mundano, pasó a una vida totalmente entregada a Jesucristo, único Maestro y Señor. Que San Agustín sea un modelo de diálogo entre la razón y la fe para todos".

Benedicto XVI pidió por intercesión de San Agustín que "la Universidad de Pavía se caracterice siempre por una atención especial por la persona, por una importante dimensión comunitaria en la investigación científica y por un fecundo diálogo entre la fe y la cultura". 

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