Purifica primero el interior
- 28 Agosto 2018
- 28 Agosto 2018
- 28 Agosto 2018
¿Por qué pareciese que a los malos les va mejor que a los buenos?
La prosperidad de los malos ha sido siempre un desafío a la fe de los creyentes. La verdad es que es fácil creer cuando vemos los frutos de nuestra fe.
Es muy interesante notar que la Biblia reconoce abiertamente este problema.
Pregunta: Fray Nelson, mi nombre es María. Una joven (a quien conocí recientemente) que supuestamente era muy cristiana carismática, decidió alejarse del Señor, porque veía que los que actuaban mal, pecaban y hacían mil barbaridades más, eran más prósperos y no les pasaba nada, pues existe el PERDON. Si alguien peca el Señor perdonará, si sigue vuelve a perdonar, y así sucesivamente... Preguntó: si el Señor perdona siempre y además pareciera que "esos" precisamente tienen más suerte en todo, ¿será del todo necesario "portarse bien", sabiendo que si pecamos luego nos perdonará y para qué esforzarnos? Me dio miedo escribir esa pregunta. Gracias. Y siga adelante con su evangelización.
Responde Fray Nelson Medina, OP:
La prosperidad de los malos ha sido siempre un desafío a la fe de los creyentes. La verdad es que es fácil creer cuando vemos los frutos de nuestra fe, o sea, cuando podemos decir: "El Señor es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico." (Salmo 28,7)
Mas hay ocasiones en que nuestra oración se parece más a un lamento: " ¿Por qué, oh Señor, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación? Con arrogancia el impío acosa al afligido; ¡que sea atrapado en las trampas que ha urdido! Porque del deseo de su corazón se jacta el impío, y el codicioso maldice y desprecia al Señor. El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios. Todo su pensamiento es: No hay Dios." (Salmo 10,1-4)
Es muy interesante notar que la Biblia reconoce abiertamente este problema. A lo largo de sus páginas aparecen varias respuestas, que van como marcando una evolución en la comprensión de un asunto que es muy difícil, mírese como se mire.
La primera es que "en esta vida todo se paga," como dice el refrán. En esa línea va por ejemplo el Salmo 37, el que precisamente empieza diciendo: " No te irrites a causa de los malhechores; no tengas envidia de los que practican la iniquidad. Porque como la hierba pronto se secarán, y se marchitarán como la hierba verde."
El problema es que hay personas buenas a las que nunca parece que les llegue su retribución. La reflexión sobre este hecho condujo a una solución más profunda: Dios es siempre justo y si no hay justicia en esta vida, la habrá y completa en la otra vida. Es lo que encontramos sobre todo en el Segundo Libro de los Macabeos.
En realidad, el Nuevo Testamento viene a profundizar esa misma enseñanza. Tal vez el texto más claro, y casi rudo, lo encontramos en la predicación de san Pablo: "No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna." (Gálatas 6:7-8)
Queda el problema de aquellos que pecan como a sabiendas, precisamente porque conocen ya que Dios perdona. Tampoco este cuadro es ajeno a la Biblia: corresponde al caso de los que retrasan su conversión. También san Pablo es uno que insiste con vehemencia en el imperativo de acoger la gracia ahora, sin dar largas inútiles: "Os exhortamos a no recibir la gracia de Dios en vano; pues El dice: EN EL TIEMPO PROPICIO TE ESCUCHE, Y EN EL DIA DE SALVACION TE SOCORRI. He aquí, ahora es EL TIEMPO PROPICIO; he aquí, ahora es EL DIA DE SALVACION." (2 Corintios 6,1-2)
La Biblia también muestra que el tiempo propicio terminará, y nos recuerda sin terrorismo que el mismo que hoy nos ofrece salvarnos un día nos juzgará por todo lo que somos y hacemos. Podemos contar con el perdón de Dios, que es suficiente, pero no podemos contar con que tendremos la sensatez de contar con ese perdón si obramos torpemente encegueciéndonos en nuestros pecados.
Lo lógico, pues, y sano y normal, es reconocer que todos necesitamos misericordia y todos hemos de revestirnos de paciencia. Misericordia que perdone nuestras faltas, de las que ya queremos estar arrepentidos, y paciencia que nos ayude a sobrellevar las contradicciones que sufrirán nuestros proyectos y buenos propósitos, si acaso nos parece que otros gozan de mejor suerte con menor esfuerzo.
San Agustin de Hipona
Celebrado El 28 De agosto
San Agustín de Hipona, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, que, convertido a la fe católica después de una adolescencia inquieta por los principios doctrinales y las costumbres, fue bautizado en Milán por san Ambrosio y, vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en la actual Argelia, durante treinta y cuatro años fue maestro de su grey, a la que instruyó con sermones y numerosos escritos, con los cuales también combatió valientemente los errores de su tiempo y expuso con sabiduría la recta fe.
San Agustín ha sido uno de los santos más famosos de la Iglesia católica. Después de Jesucristo y de San Pablo es difícil encontrar un líder espiritual que haya logrado ejercer mayor influencia entre los católicos que este enorme santo.
Su inteligencia era sencillamente asombrosa, su facilidad de palabra ha sido celebrada por todos los países. De los 400 sermones que dejo escritos, han sacado y seguirán sacando material precioso para sus enseñanzas, los maestros de religión de todos los tiempos. Cuando Agustín se convirtió al catolicismo escribió el libro Confesiones, que lo ha hecho famoso en todo el mundo.
Su lectura ha sido la delicia de millones de lectores en muchos países por muchos siglos. El comentaba que a la gente le agrada leer este escrito por gozan leyendo de los defectos ajenos, pero no se esmeran en corregir los propios. La lectura de "Las Confesiones de San Agustín" ha convertido a muchos pecadores. Por ejemplo Santa Teresa cambio radicalmente de comportamiento al leer esas páginas. Cuando joven tuvo una grave enfermedad y ante el temor de la muerte se hizo instruir en la religión católica y se propuso hacerse bautizar.
Pero apenas recobro la salud se le olvidaron sus buenos propósitos y siguió siendo pagano. Más tarde criticara fuertemente a los que dejan para bautizarse cuando ya son bastante mayores, para poder seguir pecando. Luego leyó una obra que le hizo un gran bien y fue el "Hortensio" de Cicerón. Este precioso libro lo convenció de que cada cual vale más por lo que es y por lo que piensa que por lo que tiene. Pero luego sucedió que tuvo un retroceso en su espiritualidad. Ingreso a la secta de los Maniqueos, que decía que este mundo lo había hecho el diablo y enseñaban un montón de errores absurdos.
Luego se fue a vivir en unión libre con una muchacha y de ella tuvo un hijo al cual llamo Adeodato ( que significa : Dios me lo ha dado) Luego leyó las obras del sabio filosofo Platón y se dio cuenta de que la persona humana vale muchísimo más por su espíritu que por su cuerpo y que lo que más debe uno esmerarse en formar es su espíritu y su mente. Estas lecturas del sabio Platón le fueron inmensamente provechosas y lo van a guiar después durante toda su existencia.
Se dedico a leer la Santa Biblia y se desilusiono, ya que le pareció demasiado sencilla y sin estilo literario, como los libros mundanos. Y dejo por un tiempo de leerla. Después dirá, suspirando de tristeza : "Porque la leía con orgullo y por aparecer sabio, por eso no me agradaba. Porque yo en esas páginas no buscaba santidad, sino vanidad por eso me desagradaba su lectura. ¡ Oh sabiduría siempre antigua y siempre nueva. Cuan tarde te he conocido!".
Al volver al África fue ordenado sacerdote y el obispo Valerio de Hipona, que tenía mucha dificultad para hablar, lo nombró su predicador. Y pronto empezó a deslumbrar con sus maravillosos sermones. Predicaba tan hermoso, que nadie por ahí, había escuchado hablar a alguien así, a gente escuchaba hasta por tres horas seguidas sin cansarse. Los temas de sus sermones, eran todos sacados de la santa Biblia, pero con un modo tan agradable y sabio que la gente se entusiasmaba.
Y sucedió que al morir Valerio, el obispo, el pueblo lo aclamo como nuevo obispo y tuvo que aceptar. en adelante será un obispo modelo, un padre bondadoso para todos. Vivirá con sus sacerdotes en una amable comunidad sacerdotal donde todos se sentirán hermanos. El pueblo siempre sabia que la casa del obispo Agustín siempre estará abierta para los que necesitan ayuda espiritual o material.
Será gran predicador invitado por los obispos y sacerdotes de comunidades vecinas y escritor de libros bellísimos que han sido y serán la delicia de los católicos que quieran progresar en la santidad. El tenía la rara cualidad de hacerse amar por todos. Había en el norte de África unos herejes llamados Donatistas, que enseñaba que la Iglesia no debe perdonar a los pecadores y que como católicos solamente deben ser admitidos los totalmente puros ( pero ellos no tenían ningún reparo en asesinar a quienes se oponían en sus doctrinas ) Agustín se les opuso con sus elocuentes sermones y brillantísimos escritos, y ellos no eran capaces de responderles a sus razones y argumentos.
Al fin el Santo logró llevar a cabo una reunión en Cartago con todos los obispos católicos de la región y todos los jefes de los Donatistas y allí los católicos dirigidos por nuestro santo derrotaron totalmente en todas las discusiones a los herejes, restos fueron abandonados por la mayor parte de sus seguidores, y la secta se fue acabando poco a poco.
Vino enseguida otro hereje muy peligroso. Un tal Pelagio, que enseñaba que para ser santo no hacía falta recibir gracias o ayudas de Dios, sino que uno mismo por su propia cuenta y propios esfuerzos logra llegar a la santidad. Agustín que sabía por triste experiencia que por 32 años había tratado de ser bueno por sus propios esfuerzos y que lo único que había logrado era ser malo, se le opuso con sus predicaciones y sus libros y escribió un formidable tratado de "La Gracia", el cual prueba que nadie puede ser bueno, ni santo, si Dios no le envía gracias ni ayudas especiales para serlo, en este tratado tan lleno de sabiduría, se han basado después de los siglos, los teólogos de la Iglesia católica para enseñar acerca de la gracia.
Cuando Roma fue saqueada y casi destruida por los bárbaros de Genserico, los antiguos paganos habían dicho que todos estos males habían llegado por haber dejado de rezar a los antiguos dioses paganos y por haber llegado la religión católica. Agustín escribió entonces un nuevo libro, el más famoso después de las Confesiones, "La Ciudad de Dios" ( empleó 13 años redactándolo ).
Allí defiende poderosamente a la religión católica y demuestra que las cosas que suceden, aunque a primera vista son para nuestro mal, están todas en un plan que Dios hizo en favor nuestro que al final veremos que era para nuestro bien. ( Como dice San Pablo: "Todo sucede para bien de los que aman a Dios") . En el año 430 el santo empezó a sentir continuas fiebres y se dio cuenta de que la muerte lo iba alcanzar, tenía 72 años y cumplía 40 años de ser fervoroso católico, su fama de sabio, de santo y de amable pastor era inmensa.
Los bárbaros atacaban su ciudad de Hipona para destruirla, y el murió antes de que la ciudad cayera en manos de semejantes criminales. A quién le preguntaba que si no sentía temor de morir, el les contestaba : "Quien ama a Cristo, no debe temer miedo de encontrarse con El". Pidió que escribieran sus salmos preferidos en grandes carteles dentro de su habitación para irlos leyendo continuamente ( él en sus sermones, había explicado los salmos ) durante su enfermedad curó un enfermo, con solo colocarle las manos en la cabeza y varías personas que estaban poseídas por malos espíritus quedaron libres ( San Posidio, el obispo que lo acompaño hasta sus últimos días, escribió después su biografía ).
«Purifica primero el interior»
Mirad lo que Juan nos recomienda: «En esto sabremos que somos de la verdad», cuando amamos con obras y de verdad y no solamente de palabra y con la lengua, «y tendremos la conciencia tranquila ante Dios». ¿Qué quiere decir «ante Dios»? Donde Dios ve. Por eso, el propio Señor dice en el evangelio: «No hagáis el bien para que os vean los hombres, porque entonces vuestro Padre celestial no os recompensará». ¿Qué significa el precepto «que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha» (Mt 6, 1.3), sino que la derecha es la conciencia pura mientras que la izquierda es la codicia? Mucha gente hace muchas cosas admirables por la codicia de los ojos; entonces actúa la mano izquierda, no la derecha. La derecha es la que tiene que actuar, pero sin que lo sepa la izquierda, para que la codicia de los ojos no intervenga para nada cuando hagamos algo bueno por amor. ¿Y cómo lo sabemos? Ponte ante Dios e interroga a tu corazón; mira lo que has hecho y si lo que pretendias con ello era tu salvación o pura vanagloria humana. Mira por dentro, pues el hombre no puede juzgar al que no puede ver. Si apaciguamos nuestro corazón, apacigüémoslo ante Dios. Porque «si nuestra conciencia nos condena», es decir, si nos acusa por dentro porque no hacemos las cosas como las debiéramos hacer, «Dios es más grande que nuestra conciencia y lo conoce todo». Tú que eres capaz de esconder a los demás el fondo de tu corazón, intenta hacerlo con Dios, a ver si puedes. ¿Cómo vas a ocultárselo a aquel, de quien decía un pecador, lleno de miedo y de arrepentimiento: «¿Adónde podré ir lejos de tu espíritu, a dónde escaparé de tu mirada?». Buscaba adónde huir para escapar al juicio de Dios, y no lo encontraba, pues ¿hay algún sitio donde no esté Dios? «Si subo hasta los cielos, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro» (Sal 138, 7-8). ¿Adónde irás?, ¿adónde huirás?, ¿quieres un consejo? Si quieres huir de él, huye hacia él. Huye hacia él confesándote a él, no escondiéndote de él, pues no puedes esconderte de él, pero sí confesarle todos tus pecados. Dile: «Tú eres mi refugio» (Sal 31, 7) y alimenta en ti el amor, lo único que conduce a la vida.
En lo profundo del hombre
Santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26. Martes XXI de Tiempo Ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Solo quiero ser fiel a lo que me pidas. Tal vez tenga dificultades, dudas o pruebas que me pongan a pensar en una vida sin un Dios. Pero tengo la certeza de querer hacer tu voluntad. Ayúdame a quererlo con todas mis fuerzas, con toda mi alma y con todo mi corazón para que así pueda vivir una vida sobrenatural.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La superficialidad con la que hoy se puede vivir provoca una incapacidad para conocerse y para conocer a Dios. Es evidente la preocupación y el interés que surge en las personas al querer cuidar su fama y sus intereses. La consecuencia siempre es la misma: El interior queda olvidado.
La aventura y el reto es limpiar el vaso por dentro, teniendo un encuentro con mi verdadero yo. Al entrar en uno mismo encontraremos nuestra infidelidad, nuestra injusticia, nuestra falta de misericordia, nuestro pecado. Nuestro interior necesita ser limpiado, pero no nos debemos detener en esto. Debemos seguir buscando y entrar en lo más profundo de nuestro corazón.
Veamos el ejemplo de san Agustín que siempre fue un gran buscador. Intentó con gran esmero saciar sus propios deseos y ambiciones antes de su conversión. Nunca se rindió. Él sabía, de alguna forma, que no había encontrado lo que su corazón buscaba inquietamente. Siguió buscando en todo el mundo y en diversas experiencias. Pasado el tiempo, cansado y desesperado, comenzó a buscar dentro de sí y lo que descubrió le llevó a decir: ¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así, por de fuera te buscaba. Deforme como era, me lanzaba sobre esas cosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Me retenían lejos de ti aquellas cosas. Me llamaste y clamaste, y quebraste mi sordera; brillante y resplandeciente, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseo con ansia la paz que procede de ti.
La buena noticia es que Él está dispuesto a limpiarnos, la buena noticia es que todavía no estamos terminados, estamos en proceso de fabricación, que como buenos discípulos estamos en camino. ¿Cómo va cortando Jesús los factores de muerte que anidan en nuestra vida y distorsionan el llamado? Invitándonos a permanecer en Él; permanecer no significa solamente estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión fecunda con Jesús, fuente de vida eterna. Permanecer en Jesús no puede ser una actitud meramente pasiva o un simple abandono sin consecuencias en la vida cotidiana, siempre trae una consecuencia, siempre.
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy intentaré hacer conciencia de que, por muy pecador que sea, Dios está dentro de mí a lo largo de mi vida ordinaria.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Fe cristiana y alma humana
La verdadera fe sólo es posible cuando hemos superado los límites de la mentalidad materialista
¿La Iglesia católica? Algunos dicen conocerla a partir de lo que han leído o escuchado aquí o allá. Piensan que es la continuadora de las cruzadas, la que persiguió a Galileo, la que guarda silencio ante los escándalos de muchos bautizados, la que olvida a los pobres y se alía con los ricos, la que no es capaz de comprender que los preservativos salvarían millones de vidas humanas...
Los que queremos explicar nuestra fe tenemos que responder cientos de veces a este tipo de argumentos. Está bien aclarar que la Iglesia medieval no se dedicaba sólo a hacer cruzadas (y explicar bien qué fueron las cruzadas). Es justo decir a más de uno que Galileo no murió quemado por la Inquisición... O recordar que hay miles de católicos santos, aunque también otros son pecadores. O que la Iglesia atiende a millones de pobres... O que el preservativo no es la mejor solución para prevenir el SIDA, pues son mucho más eficaces la abstinencia y la fidelidad...
Pero tener que tocar siempre estos temas (u otros parecidos) nos aparta de lo fundamental, de lo que es propio de nuestra fe: Jesucristo. Lo específico del cristiano es descubrir que Cristo es el Salvador del mundo, y predicarlo, como el centro de la buena noticia, para invitar a todos a un bautismo que perdona los pecados, que nos une como hermanos en la misma Iglesia, que nos permite recibir el Espíritu Santo, que nos hace hijos del Padre de los cielos.
Esta predicación requiere, además, una preparación de los corazones, un despertar la sed que todos tenemos pero que a veces pensamos poder saciar en charcos poco saludables.
En este trabajo previo, tiene una importancia muy grande exponer (en algunos casos, enseñar casi desde cero) una verdad, un presupuesto imprescindible para empezar a interesarse por la fe: cada ser humano tiene un alma espiritual, creada directamente por Dios y llamada a una vida sin fin.
Un sinfín de científicos (algunos de ellos se las dan también de filósofos) y de pensadores repiten hasta la saciedad que la idea de alma está superada, que ya no tiene lugar en el mundo de la ciencia, pues no puede ser vista (menos mal, pues entonces no sería espiritual) por el microscopio. Otros dicen que el alma es solamente material. Un investigador de inicios del siglo XX llegó a escribir que el alma humana “pesaba” 21 gramos...
Otros son más sofisticados, y nos repiten que el alma sería un resultado que “emerge” del sistema nervioso y que desaparece cuando el cerebro se destruye...
Los que defienden una interpretación materialista de las teorías sobre la evolución consideran que la idea de espíritu no tiene ya lugar en el mundo moderno. Somos, repiten una y otra vez, el resultado casual de un proceso de siglos, sin que exista en nosotros ninguna característica que nos permita sentirnos “superiores” o más especiales que otros vivientes. Lo único que podríamos afirmar es que tenemos más capacidad cránica, más neuronas, una mano un poco particular, y que, por las casualidades del devenir, hemos desarrollado de un modo simpático y variado tendencias que son las mismas en otros animales. Pero de espíritu, nada de nada...
Con estos presupuestos, no es extraño que se llegue a ver la fe cristiana como algo anacrónico, o como un sistema falso, o como una creencia sin ningún apoyo serio en las “verdades científicas” (como si el alma pudiese ser estudiada en el laboratorio), o como algo sentimental que usamos a veces a la hora de afrontar los problemas de la supervivencia...
En realidad, la verdadera fe sólo es posible cuando hemos superado los límites de la mentalidad materialista, cuando reconocemos que en el hombre hay algo más (muchísimo más) que neuronas. No somos un complejo sistema de átomos que interactúan entre sí. Por eso nuestro nacimiento y nuestra muerte tienen una importancia infinitamente mayor que la que puedan tener esos mismos hechos en la vida de una pulga o de un delfín.
Para reflexionar en el tema del alma, hay que realizar un trabajo en dos direcciones bien precisas. La primera: un estudio sereno y profundo sobre el hombre y sus actos. Así se mostrará claramente que algunas actividades intelectuales y volitivas no pueden quedar explicadas por las leyes de un materialismo radical o de un biologicismo determinista. La segunda, a través del descubrimiento de un Dios (la más “espiritual” entre las realidades espirituales) que sea capaz tanto de crear un mundo material con leyes capaces de regir el universo que conocemos, como de permitir que, desde su amor infinito, haya sido posible que algunos seres espirituales puedan existir y vivir unidos de un modo sumamente rico y armónico con la materia: que seamos una unidad hecha de alma espiritual y de cuerpo...
Hay una fórmula del pensamiento antiguo que nos permite ver esta problemática de un modo sumamente atractivo. Nosotros solemos preguntarnos: ¿cómo un cuerpo puede recibir un alma? Los antiguos preguntaban: ¿cómo un alma puede recibir un cuerpo? En otras palabras, el alma está en nosotros no como algo contenido, sino como lo que contiene al cuerpo. Por eso es fácil comprender que, apenas el alma deja el cuerpo (ese momento, tal difícil de medir, de la muerte), la armoniosa unidad de nuestro cuerpo vivo inicia el proceso de descomposición, mientras que el alma pasa a un nuevo estado que no nos es dado comprender plenamente.
Vale la pena pensar en el alma, profundizar sobre ella. Es un tema de vida o muerte, sin el cual no llegaremos a apreciar, en toda su riqueza, la fuerza transformadora y dinámica de nuestra fe, los tesoros que encierra, la apertura de horizontes que ofrece a los hombres de todos los tiempos y culturas.
Encontré tanta fe en Irlanda
El Papa: en Irlanda la fe es más fuerte que las heridas de los abusos
Por: Alessandro de Carolis | Fuente: Vatican News
El espacio para decir lo que en este momento le ha impresionado -ofrecer un pensamiento sobre el viaje apenas concluido, su primera impresión- Francisco lo dice al final después de más de 40 minutos dedicados a temas de actualidad de los cuadernos de sus interlocutores.
La suya no es una respuesta verdadera, porque técnicamente no hubo alguna pregunta, pero es de todas maneras la convicción que el Papa se lleva consigo después de dos días intensos. “Encontré tanta fe en Irlanda” dice a los periodistas en el vuelo que los lleva de Dublín hacia Roma. Los irlandeses han sufrido mucho por los escándalos, pero saben distinguir, dice, “la verdad de las medias verdades”, como le dijo hace algunas horas un obispo. Y si incluso en el “proceso de sanación actual”, hay cosas que parecen alejar la fe, la fe permanece sólida.
"No diré una palabra"
Las siete preguntas que preceden a la respuesta no solicitada del Papa Francisco son como planetas que giran alrededor del trágico sol de los abusos. La que hace enderezar los oídos y escribir más frenéticamente en los teclados es la respuesta que el Papa da al caso del día.
La segunda jornada en Dublín comienza con el documento del ex nuncio apostólico en los Estados Unidos, Mons. Carlo Maria Viganò, quien cuestiona al Papa en el asunto del cardenal McCarrick, acusado de molestias sexuales contra jóvenes seminaristas. Francisco es tajante e invita a los periodistas a sacar sus propias conclusiones. “Digo sinceramente esto: léanlo ustedes cuidadosamente y háganse su propio juicio personal. Yo no diré ni una palabra sobre esto. Creo que el documento habla por sí mismo”.
Un jurado para cada caso
Habla y explica en cambio otros aspectos delicados y complejos, como el modo de llevar ante la justicia a un obispo acusado de abusos. Rechaza cortésmente el deseo de Marie Collins- ex miembro de la Comisión Pontificia instituida para contrastar este fenómeno y víctima ella misma de violencias por parte de un sacerdote irlandés- de crear un tribunal especial, como indicado en el Motu proprio “Como una madre amorosa”. En realidad se ha visto, dice Francisco, que más un mismo jurado resulta más eficaz, la creación de un colegio ad hoc para cada caso. “Funciona mejor así”, asegura el Papa, que recuerda cómo el último en ser sometido al tribunal fue el arzobispo de Guam y que hay otro procedimiento en curso.
Hablar inmediatamente, jamás hacer juicios sumarios
Una pregunta le llega sobre lo que debe o puede hacer el “pueblo de Dios” ante crueldades similares realizadas por sacerdotes. También en este momento el Papa corta la reticencia e indica en las familias heridas como el primer obstáculo a la transparencia.
“Cuando se ve algo, sostiene con fuerza, es necesario hablar inmediatamente”. Muchas veces son los padres que cubren el abuso de un cura, porque no creen al hijo o a la hija. Pero, en cambio, el Papa critica la labor de los medios de información que intentan hacer procesos amarillistas antes que se verifique una responsabilidad. Francisco cita el caso del grupo de sacerdotes de Granada, unos diez, acusados de pedofilia por un joven empleado en un colegio, que había escrito al Papa de haber sido víctima de violencias. Pues, el cepo de humillación sufrida por algunos de estos sacerdotes resultó ser la injusticia más cruel porque la justicia ordinaria los encontró inocentes. Entonces, es la invitación del Papa a los periodistas, "su trabajo es delicado", deben decir lo que ocurre, "pero siempre con la presunción legal de inocencia y no con la presunción de culpa".
Quien ignora no es un verdadero padre
Palabras de gran estima el Pontífice reserva a la ministra irlandesa que le habló del dramático caso del orfanato de monjas irlandesas en Tuam. Objeto de una investigación por parte de las autoridades, que la configura lugar de abusos y horrores repetidos en décadas pasadas, el Papa dijo que esperaba el resultado final de la investigación también para verificar las responsabilidades de la Iglesia. En cualquier caso, la apreciación del Papa es toda para el “equilibrio” y la “dignidad” con la que el representante del gobierno irlandés le ha hecho conocer la situación. Siempre con el tema de Irlanda, una pregunta interpela a Francisco sobre qué le diría a un padre cuyo hijo se confesase homosexual. Yo le diría de “rezar, no condenar, dialogar, comprender, dar lugar al hijo, a la hija” porque “ignorar es una falta” de paternidad y maternidad.
El caso de la “Diciotti”
Uno entre los primeros temas que fueron afrontados en la conferencia de prensa, fue de nuevo el tema de la inmigración. Tocando el tema de la feliz conclusión de la nave “Diciotti”, desembarcados en Messina todos los refugiados, después de diez días sin posibilidades de atracar. El periodista le pregunta al Papa si tuvo que ver en este caso, y Francisco replica diciéndole que no, él no tiene nada que ver sino más bien, es obra del “buen don Aldo” Buonaiuto, de la Fundación Juan XXIII, pero también tuvo que ver la CEI, la Conferencia Episcopal Italiana, con el Cardenal Gualtiero Bassetti. El Papa recuerda el criterio de prudencia que debe guiar a un país, al momento de acoger a los inmigrantes, pero sobre todo insiste en el valor de la integración. Puede cambiar una vida, dice, como la de la estudiante que él trajo de la isla de Lesbo, y que encontró recientemente en la universidad. Hice esto, afirma el Papa, para quitarle a los traficantes el comercio de carne humana y dar dignidad a quien busca una nueva vida.
Interesante reflexión de un joven cura ante los escándalos recientes
El P. Seán Connolly habla de su peor semana como sacerdote y cómo ha encontrado la fuerza
Los graves escándalos que han estallado en Estados Unidos han causado un gran dolor a los millones de católicos del país y de todo el mundo. También han provocado un gran sufrimiento en los muchos sacerdotes buenos que hay, que ahora son también señalados y que además sienten tristeza, rabia e impotencia ante los delitos de sus hermanos.
Sin embargo, muchos de estos sacerdotes han hechos públicos sus sentimientos, el dolor y tristeza que sienten, las dudas que incluso han vivido, pero también han reivindicado el don que para ellos es el sacerdocio. Uno de estos sacerdotes es Seán Connolly, un joven que todavía no llega a la treintena y que actualmente es vicario parroquial en una iglesia de Nueva York.
Por qué ser sacerdote
En una carta que publica Catholic World Report, Connolly recueda que apenas lleva ordenado 3 años, que según él fue el día “más feliz” de su vida. “Al igual que muchos sacerdotes jóvenes de hoy, mi celo por la casa del Señor (Sal. 69: 9), la Iglesia, no era algo que siempre haya poseído. Tuve que descubrirlo en medio del laicismo generalizado de nuestros días”.
Connolly explica que el gran descubrimiento para él “??fue el piadoso ejemplo de mi abuelo en el tiempo que pasé con él al final de su vida. Esto provocó una curiosidad intelectual dentro de mí para estudiar la fe por mi cuenta. Nunca olvidaré la euforia de mis años universitarios, al leer el Catecismo , GK Chesterton, Peter Kreeft, las vidas de los santos y más”. “Encontré a Jesús y su Iglesia, una voz audaz que proclamaba la verdad y la virtud en nuestro mundo quebrantado”, afirma.
Este joven sacerdote cuenta que “el mundo me mostró todas las formas en que se puede caer, pero cuando descubrí la Iglesia, encontré la única forma de levantarme”.
Luchar por la Novia de Cristo
Con el tiempo discernió que era la voluntad de Dios que entregara por completo su vida como sacerdote. Ingresó en el seminario en 2010, mucho después de que estallara la noticia del escándalo de abuso sexual cometido por clérigos y que estalló en 2002.
“A pesar de los asquerosos pecados de algunos de sus sacerdotes y el patético encubrimiento de algunos de sus obispos, no iba a permitir que este mal tuviera la última palabra. Iba a hacer mi parte y luchar por la Novia de Cristo, la Iglesia. Y entonces, entré al seminario”, cuenta este sacerdote estadounidense.
Sin embargo, otro duro golpe le esperaba. Connolly asegura que “mi espíritu de lucha ha sido cuestionado por las revelaciones de la terrible semana pasada, con el informe del gran jurado que detalla siete décadas de abuso sexual y encubrimiento en seis diócesis de Pensilvania. Ha sido la semana más dura de mi breve sacerdocio. He tenido sentimientos de enfado, incredulidad, tristeza y vergüenza”.
La Iglesia no puede ser como una empresa
En su opinión, considera que “parece que la Iglesia ha sido administrada institucionalmente como si fuera una empresa. Con demasiada frecuencia, los fieles han sido vistos no en términos de sus almas inmortales, sino más bien en términos de clientes. Predicar fe y moralidad se volvió secundario para mantener a los clientes contentos. Que saliera a la luz el escándalo es malo para los negocios. Y así, el santo temor que viene con el conocimiento fiel de que todos seremos juzgados por Dios al final de nuestras vidas dio paso al encubrimiento del escándalo para proteger la reputación de la compañía. Un punto positivo que puede venir de esta crisis es que la Iglesia puede ser guiada y gobernada como una Iglesia nuevamente, no como una compañía. Y que los fieles sean vistos como almas hambrientas de Dios, no como clientes que buscan charlas felices”.
A su vez, insiste en que los sacerdotes y obispos que han cometido pecados graves y crímenes atroces son culpables de causar escándalo, que es “un acto de asesinato espiritual”, por lo que serán juzgados por Dios y las autoridades apropiadas. Sin embargo, agrega, “no podemos permitirnos caer en la tentación de estar tan escandalizados que perdamos la fe y dejemos la Iglesia. Hacer eso sería un suicidio espiritual. Es necesaria la distinción que tiene que hacerse entre la Iglesia y sus ministros humanos, que son falibles”.
"Quiero ser un sacerdote mejor y más santo"
“No podemos y no debemos permitir que sus pecados nos separen de la Iglesia de Cristo. Ese sería el golpe sobre el hematoma de la catástrofe de este escándalo”, sentencia.
En su carta, Seán Connolly reconoce que “durante estos días pasados mi celo por la casa del Señor ha sido desafiado, pero no ha menguado. A raíz de la revelación de este escándalo, quiero ser un sacerdote mejor y más santo. Yo, junto con algunos de mis amigos sacerdotes he decidido llevar a cabo penitencias adicionales, como el ayuno, para ofrecer a Dios en reparación por los pecados de los sacerdotes. Debemos responder a este mal con nuestra bondad. Ahora más que nunca debemos abrazar la herencia de la fe católica que hemos recibido de nuestros antepasados. Ahora más que nunca, debemos ser valientes en nuestra proclamación de las enseñanzas de la Iglesia. Ahora más que nunca, debemos aceptar las promesas que hicimos el día de nuestra ordenación, especialmente el celibato por el Reino”.
La procesión que le terminó de convencer
Los días aciagos del escándalo coincidieron con la festividad de la Asunción de la Virgen, precisamente una de las patronas de la parroquia de este joven sacerdote.Estaba prevista una procesión y una pequeña fiesta.
“Estábamos preparando mesas y sillas, colocando las flores en la estatua de Nuestra Señora, que se llevaría en procesión. En medio de esta agradable atmósfera, llegaron un reportero y un camarógrafo de un medio de comunicación local. Lo primero que pensé fue: "¡Qué bien vinieron para cubrir nuestra procesión y fiesta!". Pronto me di cuenta, sin embargo, que estaban allí para contar cómo uno de los sacerdotes depredadores nombrados en el informe del gran jurado había sido asignado a mi parroquia hace más de 50 años”.
"Te necesitamos"
Admite que sintió la tentación de dejarse llevar por la desesperanza y dejarse robar el espíritu de aquel día festivo. Pero cuenta que “mis feligreses no permitieron que eso sucediera. Trescientos de ellos salieron el miércoles por la noche. Su propio celo por la casa del Señor me inspiró. Ellos claramente aprecian su identidad católica, la Fe y la Iglesia. Fuimos en procesión por el vecindario llevando a nuestra Señora, cantando himnos y rezando el rosario. Cuando regresamos a la iglesia, el sol se estaba poniendo maravillosamente sobre nosotros cuando concluimos con la Letanía de Loreto”
Cuando acabo, cuenta el religioso, un feligrés se me acercó con lágrimas en los ojos. ‘Padre’, dijo, ‘esta procesión fue una luz en la oscuridad de estos tiempos difíciles. Gracias por tu sacerdocio. Te necesitamos. Necesitamos todos ustedes buenos sacerdotes. No te bajes Cuelga ahí. Recuerda lo que Nuestra Señora dijo en Fátima, que a través de todo, 'Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará' ".
Novena a Santa Teresa de Calcuta
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a su fiesta (27 de agosto al 4 de septiembre)
A través de este espacio queremos invitarlos a participar de la Novena de Madre Teresa de Calcuta que se inicia el 27 de agosto hasta el día 4 de septiembre, para que el día 5, día en que la Iglesia recuerda su partida, podamos pedirle que interceda por todas nuestras intenciones.
En esta ocación este acto de devoción tendrá un gusto especial, ya que el día 4 de septiembre Madre Teresa -Patrona de los Misioneros por la Vida- será incluida en el canon de los santos, tenemos la seguridad de que ese día lloverán del cielo gracias y bendiciones a todos aquellos que con fe y devoción pidan su intercesión.
Indicaciones para que puedan prepararse para iniciar la Novena:
Dios habla en el silencio
Antes de comenzar, busca un lugar sin ruido que te ayude a rezar, preferentemente en una iglesia o capilla frente al Santísimo Sacramente. Crea el silencio en tu interior porque Dios es amigo del silencio. Él está siempre esperándonos en el silencio – para hablarnos y para escucharnos: “En el silencio de nuestros corazones, Dios habla de Su amor; con nuestro silencio, permitimos que Jesús nos ame” (Madre teresa).
Lee alguna o todas las citas del día y permite que penetre en tu corazón, Quédate con las palabras de la Madre Teresa por un rato y permite que uno de los pensamientos crezca en tu corazón y te acompañe durante todo el día. Únete con todos tus hermanos y hermanas en todo el mundo que están sufriendo en la oscuridad y el dolor. Entonces fervorosamente recita la Oración a la Beata teresa. Puedes también hacer una acción concreta de caridad hacia alguien de tu propia familia, comunidad o vecindario como una forma de vivir más profundamente el espíritu y mensaje de la Madre Teresa durante el novenario.
DÍA PRIMERO
“¿Conoces realmente a Jesús vivo – no por los libros, sino por estar con él en tu corazón? “¿Estoy convencido del amor de Cristo por mí y del mío por él? Esta convicción es la roca sobre la que se construye la santidad. ¿Qué debemos hacer para tener esta convicción? Tenemos que conocer a Jesús, amar a Jesús, servir a Jesús a través de la fe: meditando su Palabra en las Escrituras, escuchándole hablar por medio de su Iglesia, y mediante la íntima unión de la oración”. “Búscalo en el sagrario. Fija tus ojos en él, que es la Luz. Acerca tu corazón a su divino corazón y pídele que te conceda la gracia de conocerle”.
Pensamiento del día:
“No busques a Jesús en tierras lejanas; no está allí. Está cerca de ti; está dentro de ti”.
Pide la gracia de conocer a Jesús íntimamente.
Oración a la Madre Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA SEGUNDO
“¿Estoy convencido del amor de Cristo por mí y del mío por él? Esta convicción es como la luz del sol que hace subir la savia de la vida y florecer los brotes de la santidad. Esta convicción es la roca sobre la que se construye la santidad”. El demonio pude de usar las heridas de la vida y, a veces, nuestros propios errores, para hacerte que es imposible que realmente Jesús te ame, que realmente está aferrado a ti. Esto es un peligro para todos nosotros. Y es tan triste, porque es completamente contrario a lo que Jesús realmente quiere, a lo que está esperando decirte… Él te ama siempre, incluso cuando crees no merecerlo”. “Jesús te ama tiernamente, eres precioso para Él. Dirígete a Jesús con gran confianza y permítete a ti mismo ser amado por él. El pasado pertenece a su misericordia, el futuro a su providencia, y el presente a su amor”.
Pensamiento del día:
“No tengas miedo – eres precioso para Jesús. Él te ama”.
Pide la gracia de estar convencido del amor incondicional y personal de Jesús por ti.
Pide la gracia de conocer a Jesús íntimamente.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA TERCERO
“En su agonía, es su dolor, es su soledad dijo muy claramente, ‘¿Por qué me has abandonado? Estaba tan terriblemente solo y abandonado y sufría tanto en la cruz… En este momento tan difícil proclamó: ‘tengo sed’… Y la gente pensó que tenía una sed ordinaria y le dieron inmediatamente vinagre; pero no era de eso de lo que tenía ser – era de nuestro amor, de nuestro afecto, de nuestro íntimo apego a él, y de compartir su pasión. Y es extraño que haya usado esa palabra. Dijo ‘Tengo sed’ en vez de ‘Dame tu amor’… La sed de Jesús en la Cruz no es imaginación. Fue una palabra, ‘Tengo sed’. Escuchémosle decírnosla a ti y a mí… Es realmente un don de Dios. “Si escuchas con tu corazón, oirás, entenderás… Hasta que ni conozcas en l más profundo que Jesús tiene sed de ti, no podrás comenzar a saber quién quiere ser él para ti. O quién quiere que seas tú para él”. “Sigue sus paso en busca de almas. Llévale a él y a su luz a los hogares de los pobres, especialmente a las almas más necesitadas. Esparce la caridad de su Corazón donde quiera que vayas y así sacia su sed por almas”.
Pensamiento del día:
“¡Imagínate! Dios está sediento de que tú y yo demos un paso adelante para saciar Su sed”.
Pide la gracia de entender el grito de sed de Jesús.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA CUARTO
“¡Cuánto necesitamos que María nos enseñe lo que significa saciar el Amor Sediento de Dios por nosotros que Jesús vino a revelarnos! Ella lo hizo de un modo muy hermoso. Sí, María permitió a Dios que tomara posesión de su vida por su pureza, su humildad y su amor fiel… Busquemos crecer, bajo la guía de nuestra Madre Celestial, en estas tres importantes actitudes interiores del alma que complacen al Corazón de Dios y le permiten unirse a nosotros, en Jesús y a través de Él, en el poder del Espíritu Santo. Al así hacerlo, como María nuestra Madre, permitiremos que Dios tome posesión completa de todo nuestro ser- y a través de nosotros Dios podrá extender su amor sediento a todos aquellos con quienes entramos en contacto, especialmente los pobres”. “Si nosotros permanecemos junto a Nuestra Señora, ella nos dará su espíritu de amorosa confianza, entrega total y alegría”.
Pensamiento del día:
“Qué cerca nos tenemos que mantener de Nuestra Señora, quien entendió la profundidad del amor divino que estaba siendo revelado mientras permanecía al pie de la cruz y oyó a Jesús exclamando: “Tengo sed”.
Pide la gracia de aprender de Nuestra Señora a saciar la sed de Jesús como ella lo hizo.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos.
Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA QUINTO
“Confía en el buen Dios que nos ama, que nos cuida, que todo lo ve, que todo lo sabe, que todo lo puede por mi bien y por el bien de las almas”. “Ámalo confiadamente sin mirar atrás, sin miedo, Entrégate completamente a Jesús. Él se servirá de ti para lograr grandes cosas con la condición de que creas mucho más en su amor que en tu debilidad. Cree en él, confía en él con una confianza ciega y absoluta, porque él es Jesús”. “Jesús nunca cambia… Confía en él con amor, confía en él con una gran sonrisa, creyendo siempre que él es el Camino al Padre, él es la luz en este mundo de oscuridad”. “Tenemos que ser capaces de alzar la vista con toda sinceridad y decir: ‘Todo lo puedo en él que me fortalece’. Por esta afirmación de san Pablo, debes tener una firme confianza haciendo tu trabajo – o mejor dicho, el trabajo de Dios – bien, con eficacia, incluso perfectamente, con Jesús y por Jesús. Convéncete también que tú por ti mismo no puedes hacer nada ni tener nada que no sea pecado, debilidad y miseria; que todos los dones de la naturaleza y de la gracia que posees, los has recibido de Dios”. “También María mostró esta confianza plena en Dios aceptando que se sirviese de ella para su plan de salvación a pesar de su nada, pues ella sabía que él que es poderoso podía hacer grandes cosas en ella y a través de ella. Ella confío. Una vez que le dijo ‘si’ – punto final. Ella nunca dudó”.
Pensamiento del día:
“La confianza en Dios lo puede todo. Lo que Dios es nuestro vacío y nuestra pequeñez, no nuestra plenitud”.
Pide la gracia de tener una confianza firme en el poder y el amor de Dios por ti y por los demás.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA SEXTO
“’Tengo sed’ no tiene sentido a no ser que a través de una entrega total yo le dé todo a Jesús”. “¡Qué fácil es conquistar a Dios! Nos entregamos a Dios, entonces Dios es nuestro; y no hay nada que sea más nuestro que Dios. Si nos entregamos a él, lo poseeremos con él se posee a sí mismo; es decir, viviremos su vida misma. El dinero con que Dios nos paga por nuestra entrega es él mismo. Nos hacemos dignos de poseerle cuando nos abandonamos a él de forma sobrenatural. El verdadero amor es entregarse. Cuanto más amamos, tanto más nos entregamos”. “A menudo vez cables alineados, pequeños y grandes, nuevos y viejos, baratos y caros. A menos y hasta que la corriente pase por ellos, no habrá luz. El cable somos tú y yo. Dios es la corriente. Tenemos el poder de dejar que la corriente pase a través de nosotros, que nos use y que produzca la luz del mundo –Jesús; o de negarnos a ser utilizados y permitir que la oscuridad se extienda. Nuestra Señor fue el cable más maravilloso. Ella le permitió a Dios que la colmase hasta el borde, de tal forma que por se entrega – ‘Hágase en mí según tu palabra’ – ella se llenó de gracia; y naturalmente, en el momento en que ella se llenó de gracia; y naturalmente, en el momento en que ella se llenó de esta corriente, la gracia de Dios, fue de prisa a la casa de Isabel para conectar el cable, Juan, a la corriente, Jesús”.
Pensamiento del día:
“Permite a Dios que se sirva de ti sin consultarte”.
Pide la gracia de tener una confianza firme en el poder y el amor de Dios por ti y por los demás.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA SÉPTIMO
“Para traer alegría a nuestra propia alma, el buen Dios se ha entregado él mismo a nosotros… La alegría no es simplemente cuestión de temperamento. En el servicio a Dios y a las almas, es siempre difícil –con mayor razón debemos tratar de adquirirla y de hacerla crecer en nuestros corazones. La alegría es oración. La alegría es fuerza. La alegría es amor.
La alegría es una red de amor con la cual puedes atrapar muchas almas. Dios ama a quien da con alegría. Da más quien da con alegría, con una gran sonrisa, en esto, como en cualquier otra cosa, los demás verán tus buenas obras y glorificarán al Padre. El mejor modo de mostrar tu agradecimiento a Dios y a la gente es aceptar todo con alegría. Un corazón alegre es el resultado normal de un corazón que arde de amor”. “Sin alegría no hay amor, y el amor sin alegría no es verdadero amor. Por eso, necesitamos traer ese amor y esa alegría al mundo de hoy”. “La alegría era también la fuerza de Nuestra Señora. Nuestra Señora fue la primera Misionera de la Caridad. Ella fue la primera en recibir físicamente a Jesús y en llevarle a los demás; y ella de prisa. Sólo la alegría podía darle esa fuerza y esa rapidez para ir a hacer el trabajo de una sierva”.
Pensamiento del día:
“La alegría es la señal de la unión con Dios, de la presencia de Dios. La alegría es amor, el resultado normal de un corazón que arde de amor”.
Pide la gracia de encontrar la alegría de amar y de compartir esa alegría con todos los que encuentres.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén.Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA OCTAVO
“Él demostró su amor por nosotros dándonos su propia vida, su propio ser. “Él, siendo rico se hizo pobre” por ti y por mí, Se entregó a sí mismo completamente. Murió en la cruz. Pero antes de morir, se hizo a sí mismo Pan de Vida para saciar nuestra hambre de amor por él. Dijo: “Si no comen mi carne y beben mi sangre no podrán tener vida eterna”. Y la grandeza de este amor suyo lo convirtió en el hambriento y dijo: “Tuve hambre y me dieron de comer, y a menos que me den de comer, no podrán entrar a la vida eterna”. Éste es el modo de dar a Cristo. Y hoy, Dios continúa amando al mundo. Continúa enviándonos a ti y a mí para demostrar que ama el mundo, que todavía tiene esa compasión por el mundo. Somos nosotros quienes tenemos que se su amor, su compasión en el mundo de hoy. Pero, para poder amar, debemos tener fe, pues la fe en acción es amor, y el amor en acción es servicio. Por eso Jesús se hizo a sí mismo pan de vida, para que pudiésemos ser capaces de comer y vivir y poder verlo bajo el desfigurado disfraz de los pobres”. “Nuestra vida debe estar entretejida con la Eucaristía. De Jesús en la Eucaristía aprendemos la gran sed de Dios por amarnos, y cómo a su vez él está sediento de nuestro amor y del amor de las almas. De Jesús en la eucaristía recibimos la luz y la fuerza para saciar su sed”.
Pensamiento del día:
“Cree que él, Jesús está bajo la apariencia del pan y que él, Jesús, se encuentra en el hambriento, el desnudo, el enfermo, el que está solo, el no querido, el que no tiene hogar, el indefenso y el desesperado”.
Pide la gracia de una fe profunda que te haga ver a Jesús en el pan de vida y servirle en el desfigurado disfraz de los pobres.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
DÍA NOVENO
“Nuestras obras de caridad no son otra cosa que el rebosar de nuestro amor por Dios que surge de nuestro interior. Por lo tanto, aquel que está más unido a Él ama más a su prójimo”. “Nuestra actividad es verdaderamente apostólica sólo en la medida en que permitimos que él actué en y por medio de nosotros –con su poder, con su deseo, con su amor. Debemos ser santos, no porque queremos sentirnos santos, sino porque Cristo debe ser capaz de vivir su vida plenamente en nosotros”. “Consumámonos con él y por él. Déjale ver con tus ojos, hablar con tu lengua, trabajar con tus manos, caminar con tus pies, pensar con tu cabeza y amar con tu corazón. ¿No es esto la unión perfecta, una continua oración amorosa? Dios es nuestro padre amoroso. Permite que tu luz de amor brille tanto ante los hombres que al ver tus buenas obras (lavar, barrer, cocinar, amar a tu marido ya tus hijos) puedan glorificar al Padre”. “Sé santo. La santidad es el camino más fácil para saciar la sed de Jesús, la suya por ti y la tuya por él”.
Pensamiento del día:
“La caridad hacia los demás es el camino más seguro para una gran santidad”.
Pide la gracia de ser santo.
Oración a la Beata Teresa de Calcuta
Beata Teresa de Calcuta, tú permitiste que el amor sediento de Jesús en la cruz se convirtiese en una llama viva dentro de ti, y así te hiciste la luz de su amor para todos. Intercede ante el Corazón de Jesús (Menciona aquí el favor que deseas obtener). Enséñame cómo dejar que Jesús penetre en mí y posea por completo todo mi ser para que mi vida también pueda irradiar su luz y amor a para los demás. Amén. Corazón Inmaculado de María, Causa de Nuestra Alegría, ruega por mí. Beata Teresa de Calcuta, ruega por mí.
Cada vez que le pedían a la Madre Teresa que hablara, ella siempre repetía con firme convicción: “La santidad no es el lujo de unos pocos, sino un sencillo deber para ti y para mí”. Esta santidad es una íntima unión con Cristo: “Cree que Jesús, y sólo Jesús, es vida –y la santidad no es otra cosa que Jesús mismo viviendo íntimamente en ti. Viviendo en esta íntima unión con Jesús en la Eucaristía y en los pobres “24 horas al día”, como ella solía decir, la Madre Teresa se convirtió en una auténtica contemplativa en el corazón del mundo. “Por lo tanto, haciéndolo con él, estamos orando el trabajo: pues, haciéndolo con él, haciéndolo por él y haciéndoselo a él, nosotros lo estamos amando. Y al amarlo entramos más y más en esa unión con él, permitiéndole vivir su vida en nosotros. Y esta vida de Cristo en nosotros es la santidad”.
Oración preferida de la Madre Teresa
Irradiando a Cristo
“Irradiando a Cristo”, compuesta por el Cardenal John Henry Newman,
Era una de las oraciones preferidas de la Madre Teresa. Puesto que expresa muy claramente su deseo de estar íntimamente unida a Jesús y “dar solamente a Jesús” a los demás, ella la escogió como la primera oración para ser recitada diariamente después de la Santa Comunión por los Misioneros y las Misioneras de la Caridad.
Querido Jesús, ayúdame a esparcir tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con tu espíritu y vida.
Penetra y posee mi ser tan completamente,
que mi vida sólo sea un resplandor de la tuya.
Brilla a través de mí y permanece tanto dentro de mí
que cada alma con la que tenga contacto
pueda sentir tu presencia en mi alma.
¡Permite que ellos al mirarme no me vean a mí,
sino solamente a ti, Jesús!
Quédate conmigo y entonces podré
comenzar a brillar como tú brillas,
a brillar tanto que pueda ser una luz para los demás.
La luz, oh Jesús, vendrá toda de ti, nada de ella será mía;
serás tú quien brille sobre los demás a través de mí.
Permíteme así alabarte de la manera que tú más amas,
brillando sobre aquellos que me rodean.
Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras, sino con mi ejemplo,
con la fuerza que atrapa, con la influencia compasiva
de lo que hago, con la evidente plenitud
del amor que mi corazón siente por ti.
Amén.