Ellos siguen al Cordero adonde quiera que vaya

LA SUPERIORA Y COMUNIDAD DE MISIONERAS DE PAX VOBIS LE DESEA A USTED Y SU FAMILIA UNAS FIESTAS NAVIDEÑAS CON UNA BENDICION PARA EL AÑO NUEVO CON EL AMOR DE JESUS MARIA Y SAN JOSE PARA QUE EL CIELO DERRAME SOBRE USTEDES TODAS LAS GRACIAS Y PLENA SALUD DE ALMA Y CUERPO POR TODOS LOS QUE AMA

FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO

CON AMOR SISTER CECILIA Y COMUNIDAD DE PAX VOBIS.

Cuento de Navidad

Por aquellos días salió un decreto de la Generalitat de Catalunya diciendo que por fin habían recibido del gobierno de Madrid autorización para conceder papeles a todos los inmigrantes que cumplieran determinadas condiciones de años en el país, contrato de trabajo etc., y que el plazo para entregarlos concluía a fines de diciembre.

Muchos inmigrantes se pusieron en camino hacia Barcelona, abarrotando el euromed, los AVEs y las autopistas. Desde un pueblito innominado cercano a la gran urbe, y en un tren de cercanías, subió también Joseph, un inmigrante de Alepo, con su esposa Myriam que estaba encinta. La gestión de los papeles duró tanto tiempo que, cuando por fin los tuvieron, era ya muy tarde y no había trenes para regresar a aquel pueblo miserable. Recorrieron todas las pensiones baratas de Barcelona sin encontrar lugar en ninguna.

Algunas familias les ofrecieron una habitación en su piso, pero a unos precios abusivos, inasequibles para la pareja. Al final, tras dar mil vueltas por Barcelona, encontraron allá por La Mina un antiguo garaje abandonado. "Por una noche nos arreglaremos, y mañana tempranito salimos ya hacia casa", dijo Joseph a su mujer medio avergonzado y como pidiéndole perdón. "Por supuesto", sonrío ella, "una noche pasa rápido".

Pero ocurrió que, estando en aquel garaje, se le cumplieron a ella los días del parto y dio a luz un primogénito. María que, previsora, había traído unos pañales, lo envolvió en ellos y lo recostó en la carrocería de un viejo coche abandonado y en desguace.

Había por aquellos días varias personas durmiendo por las iluminadas calles de Barcelona. Y he aquí que, aquella noche, a todas ellas les pareció oír una voz que les decía: "vais a saber una gran noticia que os llenará de alegría: os ha nacido un salvador, y esta es la señal: lo encontraréis en un garaje abandonado en La Mina, envuelto en pañales y recostado en la butaca de un viejo coche destrozado".

Alguno de esos transeúntes creyó que el vino le estaba jugando una mala pasada, pero vio que un compañero que dormía unas casas más adelante, había recibido el mismo aviso; y otro un poco más lejano exactamente lo mismo. Visto lo cual, se pusieron todos en camino y fueron encontrando otros varios durmientes de calle que se dirigían como ellos hacia el garaje. Una vez allí, al ver al niño se quedaron sobrecogidos, como en éxtasis y, no teniendo otra cosa, ofrecieron a José un cigarrillo y un trago que llevaban; y algunas sobras de sus cenas a María.

Días después, aparecieron por Barcelona unos imanes que venían en coche desde Irán, preguntando donde vivía el Salvador del mundo: que sabían que había nacido por allí, poco tiempo antes. La noticia corrió como un reguero de pólvora porque dio la casualidad de que llegaron el mismo día de la cabalgata de Reyes, con lo que se encontraron casi todas las calles cortadas y tuvieron que parar para preguntar caminos alternativos: "hemos venido muy bien, guiados por un GPS, pero al llegar a Barcelona se nos ha parado. Y para nosotros es muy importante encontrar a ese niño, que debe estar por aquí cerca".

La noticia llegó en seguida a los mossos d'esquadra que andaban vigilando la cabalgata. Inmediatamente avisaron al Conseller de interior, el cual se puso en seguida en contacto con Madrid. "Vienen a preparar un atentado, de eso no hay duda", le dijeron desde Madrid. "Sí, pero por lo que hemos oído, andan buscando a alguien que debe ser el jefe del Daesh que estará en ese pueblo; seguramente nos han dicho que era un niño para disimular. Pero nos interesa más localizar a ése personaje".

Así se acordó dar a los imanes toda clase de facilidades e irlos siguiendo hasta localizar al personaje que ellos buscaban. Una vez obtenida esa información, "diremos simplemente que han sido abatidos; y no habrá problema, porque la gente ya no pregunta más cuando se trata de presuntos terroristas".

De pronto, a los imanes volvió a funcionarles del GPS. Llenos de alegría se dejaron llevar hasta la casa de Myriam y Joseph, vieron al Niño, rezaron con la familia, les ofrecieron unos regalos de Siria y de Irán, que no era fácil encontrar en España y, guiados otra vez por el GPS, se volvieron a su país por otro camino, conduciendo hacia el Sur y embarcando allí el coche...

Al día siguiente, en varias iglesias de Barcelona, se cantaba una coral cuya letra decía así: "gloria a Dios en los humildes, que son lo más grande de la tierra. Y paz a los que aman la sobriedad y la profundidad interior que son las únicas fuentes de la paz verdadera".

La Virgen María y la Navidad

Unámonos a la Virgen María en esta Navidad para que ella nos lleve a Jesucristo

María aparece en San Lucas con una relevancia especial, ya que narra la anunciación por parte del Ángel a María, como también la visitación de María a su prima Isabel, el nacimiento del Niño Dios, la presentación, la pérdida del niño, para ser encontrado en el templo. (Lucas 1,26-38).

San Juan, coloca la vida de María entre dos circunstancias, tanto en Caná (Juan 2.1-12) como en el calvario (Juan 19, 2ss). Así la presenta primero como creyente, convencida de Dios y en segundo lugar como madre de sus discípulos.

Veamos con qué título lo define el nuevo testamento.

La hija de Sion

De esta suerte, la Virgen Santísima aparece como ser humano, como alguien semejante a sus contemporáneos, una criatura (aunque llena de gracia) pero no es una diosa. Porque a Ella, no se le adora, sino se le venera.

Su mismo nombre es común en la época, son numerosas las Marías en el Nuevo Testamento. Ese nombre significa algo así como “Princesa”, “Señora”.

San Lucas, presenta a María como una piadosa Mujer Judía, como obediente a la Ley (Lucas 2, 22, 27-39). Su mismo cántico de fe “El Magnificat, es una recopilación de Salmos, y toma en cuenta el canto de Ana (Lucas 1,46-55 y Samuel 2,1-10).

No obstante, Lucas está consciente que si bien, es María un ser humano, tiene al mismo tiempo unas características muy especiales. Así pues, en las escenas de la Anunciación y de la visitación, (Lucas 1,26-55) muestra a María como la Hija de Sión, como personificación del “pueblo de Dios”.

“El regocíjate” del Ángel (Lucas 1,38) no es una salutación normal, sino que hace referencia a “las promesas” de la venida del Señor a su ciudad Santa “canta himnos, Hija de Sión… alégrate… Hija de Jerusalén” (Sofonías 3,14-17).

El título “llena de Gracia” o colmada de favor Divino, puede referirse a la Esposa del Cantar, uno de los símbolos del “Pueblo Elegido”.

Estos indicios bíblicos, manifiestan que sólo ella, recibe un nombre de ese pueblo, el anuncio de Salvación. Ella también lo acepta y lo lleva a ejecución; ella en El Magníficat, habla en nombre de la raza de Abraham, en nombre de la humanidad toda.

La Virgen

Es un título con el que nuestro pueblo la llama y la invoca. El hecho de la Virginidad de María en la Concepción de Jesús, se afirma en (Lucas 1, 26-28) “María, dijo al Ángel ¿Cómo será esto, pues no conozco varón? Y el Ángel le contestó: El Espíritu Santo, vendrá sobre ti, y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el Niño que nazca será Santo y llamado Hijo de Dios” (Lucas 1.34-35).

Y San Mateo afirma: “El nacimiento de Jesucristo fue así: estando desposada María, su Madre, con José, su marido siendo justo y no queriendo denunciarla, resolvió dejarla ocultamente, cuando un Ángel del Señor se le apareció en sueño y le dijo: “José, Hijo de David, no temas en recibir contigo a María, tu esposa, pues su concepción es del Espíritu Santo” (Mateo 1, 18-20).

Esto no es otra cosa, que el cumplimiento del oráculo de Isaías 7,14 “Yavhé mismo les dará pues una señal. Miren: la Virgen encinta, da a luz un Hijo a quien ella pondrá el nombre de Emmanuel”.

Todo lo que Lucas deja entrever del alma de María, hace referencia a motivos muy elevados y muy positivos, a favor de la virginidad, así ésta es entendida como una consagración, como un don de amor de entrega exclusiva a Dios.

Y es admirable como ha entrado en el corazón de nuestro pueblo, esa denominación Mariana, ya que se le invoca constantemente como “La Virgen María”.

De esta suerte, la Biblia solo habla de Jesús como el Hijo Único de María, a pesar de que también en la Sagrada Escritura, se habla de hermanos, refiriéndose con ello a los primos hermanos o parientes cercanos de Jesús.

De igual manera la Iglesia, siempre ha expresado y enseñado que a la Virgen María no se le adora, sino que se le venera.

Ojalá que nuestros compositores populares, no usaran el término adorar que ellos utilizan como expresión de “un amor inmenso”, pero que teológicamente no es el apropiado, sino que se debería usar “veneración”.

Pero debo decir que nuestros mismos cantores populares están consciente de que la Virgen Santísima, no es una diosa, pero también entienden que siendo un ser humano, una mujer llena de gracia, no obstante tiene un gran poder de intercesión ante su Hijo Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, porque es su Madre y esa gran influencia se manifestó, incluso en la Biblia, en las bodas de Caná, en donde María se le exigió, Jesucristo transformó el agua en vino.

María Madre

A todos los niveles de la tradición de los Evangelios, María aparece como la Madre de Jesús. Varios textos la designan con ese gran título:

“Al verlo se quedaron maravillados, y su Madre le dijo ¿Hijo por qué has hecho esto?” (Lucas 2, 48) “Estaban en pie junto a la cruz de Jesús, su Madre como también María de Cleofás, hermana de su Madre y María Magdalena” (Juan 19,25).

María ante el anuncio del Ángel, acepta libremente ser Madre del Mesías. Ella da a luz a su Hijo y asume su responsabilidad de Madre, lo alimenta, lo educa, lo protege, lo ama y ese Hijo le estaba también sujeto.

Jesús en Juan nos da a María por Madre, para que nos proteja, nos haga crecer en la fe, nos ame, nos ayude en la salvación como intercesora, por ello Él dice “Mujer he ahí tu Hijo” (Juan 19- 26).

Así adquiere una nueva maternidad universal, que en adelante ejercerá como misión en el Pueblo de Dios

María creyente

Ella aparece como mujer de fe, María debe creer que aquel niño débil, hermoso y que siente frio, es el Hijo de Dios, el Mesías. Ella ora y utiliza la Escritura, posee una fe que se profundiza en las oscuridades y en las pruebas.

En razón de esa fe, medita y guarda en su corazón tantos misterios. El mismo Jesús la elogia como creyente cuando dice “Dichosos más bien quienes escuchan la palabra de Dios y la practican” (Lucas 11,28) e Isabel bendice a María afirmando “Bienaventurada la que ha creído que se cumplirán las cosas, que se le han dicho de parte del Señor” (Lucas 1,45)

Por tanto unámonos a María en esta Navidad para que ella como “Hija de Sion”, “Virgen”, “Madre” y “Creyente”, nos lleve a Jesucristo a fin de que podamos celebrar en “Familia” una auténtica Navidad cristiana.

¿Qué piensa este hombre?

Santo Evangelio según San Mateo 2, 13-18. Fiesta Litúrgica de los Santos Inocentes.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Después de la llegada de la Navidad, quiero ponerme en tu presencia para poder contemplar profundamente este gran misterio. Dame la gracia de ver lo que quieres que vea, escuchar lo que quieras que escuche y entender lo que Tú quieras que entienda.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Acabamos de vivir el gozo del nacimiento de Jesús, en un ambiente de alegría y paz. Sin embargo, ahora nos encontramos en un momento diverso y contrastante. La luz que nos ha nacido se ve amenazada por las tinieblas del egoísmo y del odio.

¿Qué habrá pensado el hombre a quien Dios escogió para cuidar al recién nacido y a la madre? ¿Qué habrá pasado por su mente cuando de repente surgió una persecución contra su hijo, un bebé recién nacido? ¿Cuál habrá sido su reacción al ver la injusticia y el odio que llevó a la muerte de tantos inocentes?

Él, que había contemplado la bella escena de Belén unos días antes, ahora se ve envuelto en una situación delicada y amenazadora para su familia. Cuan difícil debió ser para san José esta situación, en donde la oscuridad parecía querer acabar con la luz. Sin embargo, con su fe y confianza en Dios salió adelante, recordando la misión que le había sido encomendada y todo lo vivido en esa noche en donde la luz entró al mundo con el nacimiento de Jesús.

De manera semejante, nuestra vida es un constante cambio entre la contemplación y la vida cotidiana; entre nuestra vida de oración y la realidad herida por el pecado; entre el mirar tranquilamente al niño Dios y el caminar entre la persecución que busca destruir el recuerdo de esta noche. A imitación de san José, vayamos por la vida recordando constantemente el gozo que hemos encontrado en aquella "Noche Buena".

¿Recuerdan lo que escribe san Mateo en su Evangelio, cuando nos cuenta que Herodes, en su locura, había decidido asesinar a Jesús recién nacido? ¿Cómo Dios le habló en sueños a san José, por medio de un ángel, y le confió a su cuidado y protección sus tesoros más valiosos: Jesús y María? Nos dice San Mateo que, apenas el ángel le habló, José obedeció inmediatamente e hizo cuanto Dios le había ordenado: “Se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, y se fue a Egipto”. Estoy seguro de que así como san José protegió y defendió de los peligros a la Sagrada Familia, así también los defiende, los cuida y los acompaña a ustedes. Y con él, también Jesús y María, porque san José no puede estar sin Jesús y María.

(Homilía de S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy tomaré unos pequeños momentos del día para contemplar al niño Jesús, a María y a san José y ver en ellos todo el amor y ternura de Dios por la humanidad.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Con María, el día de los Santos Inocentes

Te hablaré de una noche que me pareció eterna. De una noche anunciada, pero olvidada luego por muchos..

Existen, en nuestra vida, dolores que nos resultan incomprensibles, atroces, injustos y, sobre todo, inmerecidos. Pero, sea cual fuere la reacción que tengamos frente al dolor, él sigue allí, y nos atraviesa el alma como una afilada espada. Hoy mi dolor y mi tristeza no me dejan verte, María, como ansía mi corazón, pero sé que estas allí, aunque no pueda sentirte, estas detrás de mi dolor para sostenerme, para transformar el llanto en camino hacia al Padre.

En profecía cumplida… -dices a mi corazón, mas, no comprendo.

Hoy voy a hablarte de esos dolores incomprensibles que desgarran el alma y que luego, por la misericordia de Dios, se transforman en camino.

- Háblame Señora, que mi alma tiene tanta sed de tu compañía. Mi alma ansía caminos que no encuentro en la oscuridad de esta noche demasiado larga.

Yo conozco bien las noches largas. Te hablaré de una en especial, que me pareció eterna. De una noche anunciada, tan anunciada como la nochebuena, pero olvidada luego por muchos y, lo que me desgarra el alma, una recordación tomada hoy, por tantos, como excusa para bromas.

Esta vez temo seguirte, no sé si tendré valor, pero igualmente me llevas…me llevas… y estamos nuevamente en el recinto de Belén. Vemos como José está despidiendo a tres extraños extranjeros que le habían llevado a tu hijo oro, como símbolo de su dignidad y gran valor, incienso, como símbolo de su comunión con Dios y mirra, para preparar el aceite sagrado de su unción. Tres extraños venidos de lejanas tierras siguiendo una estrella, tres extraños que, buscando al Rey de la Vida, fueron a preguntarle a un rey embriagado de poder, el camino para hallarlo…. y, sin quererlo, despertaron en él fantasmas olvidados… la profecía, la profecía de Belén…

Los extranjeros, que el mundo llamará más tarde los tres Reyes Magos, parten a su tierra por otro camino, evitando pasar cerca del palacio de Herodes, quien los aguarda como un tigre al acecho, para saltar sobre el pequeño Rey desconocido que amenaza su seguridad.

Entramos a la precaria vivienda. José nos sigue y comienza a trabajar, pues el dueño de la finca le había encargado unos arreglos y le pagaría un buen precio por ellos. José tiene los pies sobre la tierra, sabe que debe alimentar a su familia y para ello sólo conoce un modo: su trabajo.

Tu, María, te dispones a preparar la cena. José no aparta la mirada de su labor, pero es evidente que sus pensamientos están en otro sitio, quizás detrás de los muros de un palacio, tratando de leer los pensamientos de un hombre fuera de sí, mas nada te dice. La cena transcurre en paz. La presencia de esos hombres y sus obsequios han dejado más preguntas que respuestas...¿Quiénes eran? ¿Por qué habían venido? ¿Cuál era el real significado de su presencia? ... quizás representan a todos aquellos que no pertenecen al pueblo de Israel y para cuya Salvación también ha venido este niño. Demasiados acontecimientos y pocas explicaciones. La pareja se dispone a descansar pues al día siguiente deberán iniciar el camino hacia Jerusalén, para realizar la purificación de María, tal como lo establece la Ley.

Yo estoy allí, con ellos, no puedo dormir, siento miedo… conozco la historia… la he escuchado mil veces de labios de los sacerdotes. La he leído, pero no es lo mismo estar… estar… y todos, de alguna manera, alguna vez en la vida, también estamos dentro de esta historia… sólo que, enceguecidos por nuestro propio dolor, no nos damos cuenta.

A la mañana siguiente parten hacia Jerusalén, María me hace señas de que los siga. El camino es largo, el niño, pequeño aún. El animal que nos acompaña va cargado de las pocas pertenencias de los padres y, en su mayor parte, de los pañales y ropita del bebé, recibida generosamente de la esposa del dueño del pesebre.

Luego de la ceremonia del Templo volvimos a Belén, José se nota nervioso… no como quien desconfía de la protección de Dios, sino como un padre responsable que sólo desea actuar correctamente y no sabe cómo, pues presiente que Herodes no ha olvidado la presencia de los extranjeros, ni se quedará quieto ante lo que él considera una amenaza.

Durante los siguientes tres días la familia se dedica a organizar el retorno a Nazaret. José termina sus trabajos pendientes, consiguiendo de esta manera dinero para el viaje y retribuyendo, al mismo tiempo, la hospitalidad al dueño del pesebre, quien sólo pide como pago, el arreglo de una vieja mesa labrada herencia de su padre, trabajo realizado impecablemente por José.

Los planes del Señor y nuestros propios planes no van siempre por iguales caminos. La noche del tercer día no aparenta nada en especial, sólo un cielo cargado de nubarrones amenazantes. Hace frío, María amamanta a su niño y lo recuesta bien calentito en la cuna hecha por su esposo, y una blanca piel de cordero cubre las demás mantas con las que la joven madre abriga a su pequeño. El matrimonio cena al tiempo que comenta los últimos acontecimientos. José tiene largos silencios que inquietan el corazón de María quien, como esposa prudente, no pregunta. Tiran las mantas en el suelo y se disponen a dormir, yo hago lo mismo, María me besa la frente y me dice “Valor, amiga, lo necesitarás...” es la noche de la locura, pero igualmente me quedo dormida... lástima, no tuve el valor de esperar despierta, como tantas veces en la vida en las que no tengo el valor de dominar mi voluntad.

Me despiertan los gritos de José. El hombre está sentado en el suelo, empapado en sudor, su rostro está aterrado pero es sólo por un instante... enseguida se pone en pie, da vueltas en el recinto tratando de ordenar sus pensamientos, seguidamente despierta a María, la toma por los hombros al tiempo que le clama en voz baja:

- ¡María, María! Por el amor de Dios despiértate María! – y la sacude casi con violencia.

Ella abre los ojos y se asusta...

- ¿Qué pasa, José? ¡Por Dios! ¿Por qué hablas de esa forma? ¡Jesús, Jesús! ¿Le pasó algo al niño?

- No, pero le pasará si sigues allí acostada... María... he tenido un sueño, que no fue un sueño en realidad... un hombre vestido de blanco me clamaba que te tomara a ti y al niño y huyera a Egipto, pues Herodes busca al niño para matarlo.

- ¡Matarlo!...Dios mío José, que atroz pesadilla.

- María, esposa mía ¡Nos vamos a Egipto! ¡Y nos vamos ya! ¿Comprendes? ¡Ya!.

- ¿Qué dices? José... ¿Te das cuenta la distancia que nos separa de Egipto, que es medianoche, afuera arrecia el viento y el frío cala los huesos?...

- María ¿Confías en mí?

- José, confío en ti más que en nadie en esta tierra

- Entonces, amada mía, junta todo y vámonos, los soldados se aproximan cada minuto, por cada palabra que decimos ellos están un metro más cerca... y vienen a matarlo... y no están jugando, pues un loco asesino les ha ordenado deshacerse de Jesús... la pregunta es ¿Cómo lo encontraran? Mientras a ese loco no se le ocurra... ¡Dios no puedo ni pensarlo!

- Mientras no se le ocurra matarlos a todos... - y María se estremece tanto que José debe sostenerla para que no caiga.

Yo estoy inmóvil, hubiera querido traerles un vehículo, un helicóptero, sacarlos prontamente de allí, pero eso pasa en las películas y esto es la vida real. Los padres (ahora me voy dando cuenta la clase de padre que Dios eligió para Jesús, un Hombre con mayúsculas) preparan todo prontamente, llevan sólo lo indispensable, deben dejar muebles, cuna, todo lo hecho por José. El oro de los magos les permitiría establecerse en Egipto. Dios siempre tan previsor, nos manda las pruebas y los medios para enfrentarlas. Salimos, el viento me termina de despertar, tengo varias mantas puestas encima, pero tiemblo como una hoja, parece que el corazón se me saldrá del pecho en cualquier momento. Montan los animales, María me hizo un lugar en el suyo... partimos... se ve poco, pero se ve, hay luna llena, los nubarrones ya no están, José se encamina hacia Egipto a través de la desértica región, apura el paso, no hay miradas extrañas que noten nuestra presencia. El hombre anda varias horas a marcha forzada, de tanto en tanto mira hacia atrás, con angustia, casi con desesperación. Yo, yo estoy muerta de miedo... veo soldados por todas partes... sé de sobra que no nos alcanzarán... pero una cosa es leerlo y otra estar... estar...

Falta poco para el amanecer. De pronto se escucha un galope cercano, se ve la arena removida por los cascos del animal que se acerca, es un jinete solitario, pero se dirige, peligrosamente, hacia nosotros. José nos recomienda calma, y no decir el nombre del niño. Por fin llega el personaje, un hombre más bien anciano, con la mirada perdida... loco... pobre infeliz... sólo decía:

- ¡Madres, corran, corran con sus hijos! ¡Huyan!...

José baja de su asno y se acerca al pobre hombre:
- ¿Qué le ocurre, amigo? ¿Se siente usted bien?...
- ¡Huyan, huyan mujeres con sus hijos! Sangre... muerte... niños muertos, en todo Belén... niños degollados, atravesadas sus carnecitas por las espadas de los soldados... no escapó ni uno... todo Belén es un grito... solo los pequeños murieron... los menores de dos años... ¿Por qué?¿Por qué Dios?- grita desgarradoramente el infeliz mirando al cielo- Huyan mujeres... huyan... corran... corran...

El pobre desquiciado comienza a cabalgar nuevamente repitiendo el ya inútil consejo. Tanto horror le ha enloquecido. Se pierde en el paisaje, queriendo huir de los macabros recuerdos pero no hay lugar en donde uno pueda esconderse de los recuerdos.
José y María se miran, abundantes lágrimas caen por sus mejillas, se abrazan y abrazan al niño. Es la noche más larga, más atroz, más cruel, que les ha tocado vivir a ambos. Es la noche anunciada por el profeta Jeremías:

“En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen porque ya no existen”( Mt.2,18)
La travesía dura largos días, María se esconde muchas veces a llorar para que José no la vea... no quiere preocuparlo, más su corazón de madre está destrozado. Recuerda la espada anunciada por el anciano Simeón... ya ha comenzado a lastimarla. También veo a José llorar a escondidas, es el llanto de un hombre que se siente impotente ante la injusticia, es el llanto de un hombre justo clamando justicia.

Las primeras casas del poblado egipcio se divisan a la distancia. La noche larga ha terminado, el niño está a salvo, momentáneamente.

- Amiga- dices María, mirándome a los ojos,( mientras tus ropas y las mías vuelven a estos tiempos y el ruido de los automóviles nos sorprende frente la parroquia de Luján, en mi barrio) gracias por compartir conmigo esta noche, una de las más duras de mi tiempo en esta tierra. Realmente, cuesta ver a Dios detrás de tanto dolor, cuesta poder encontrarlo para que nos tome de la mano, cuesta no enloquecer como ese pobre viejo del desierto... cuesta, buena amiga, pero no es imposible, es más, es el único camino. Dios, tras el dolor que nos causan los seres humanos. Dios, sosteniendo. Dios, poniendo rosas sobre tantas espinas. Dios, transformando el dolor en camino de salvación. Dios, permitiendo que nuestra angustia ayude a otros a superar la suya. Cuando tu alma tenga más preguntas que respuestas, más dolor del que crees poder soportar, más soledad que compañía, más desilusión que sueños entonces, más que nunca, búscalo; que siempre habrá un Egipto donde puedas esconderte hasta que pase el temporal.

- Señora- y apenas si puedo contener mis lágrimas- ¡Cuánto, cuánto me amas, cuánto me cuidas, cuánto me enseñas! ¿Te dije ya cuánto te amo?- y me arrojo en tus brazos y lloro por los niños muertos, lloro por mí, lloro por la humanidad.

Mientras te alejas, y yo seco mis lágrimas, un grupo de jóvenes pasa riéndose de uno de ellos, al tiempo que le dicen “¡Qué la inocencia te valga! Ja,ja,ja” típico comentario de las bromas del Día de los Inocentes.

Tengo ganas de gritar, ganas de decirles que el origen de esa recordación es la sangre de niños pequeños derramada por Jesús, pero siento que no vale la pena; prefiero escribir este relato, escribirlo para que tú, después de leerlo, ya no rías con las bromas de los 28 de diciembre. Porque si tú no ríes, si le cuentas esta historia a un amigo y él ya tampoco ríe... entonces... entonces algo habrá cambiado en este mundo... porque recordando a nuestros mártires, los honramos.

¿Ocurrió realmente la matanza de los santos inocentes?

Hoy en día muchos plantean dudas ante la verdad histórica de este hecho, ¿qué podemos decir nosotros?

Cada 28 de diciembre se conmemora en el mundo católico a los santos inocentes, esos que murieron según la Biblia por orden de Herodes, quien buscaba acabar con Jesús. Este relato de San Mateo ha recibido críticas de quienes lo consideran falso por distintas razones. Vamos a intentar responder a esos argumentos.

La historia nos narra que los Magos de Oriente, siguiendo la estrella llegaron a Jerusalén buscando al Salvador, y preguntaron a Herodes. Éste consultó a los escribas dónde debía nacer el Mesías y le informaron que en Belén, así que Herodes pidió a los Magos que le avisaran cuando lo encontraran para también ir a adorarlo. Las intenciones de Herodes eran realmente matar a Jesús pues no quería que su reinado se viera amenazado. Al ver que los Magos nunca volvieron, decidió mandar a matar a todos los niños en Belén menores de dos años. Sin embargo, Dios había avisado en sueños a José que huyera a Egipto. (Mateo 2, 1-18)

Dentro de los argumentos que cuestionan la veracidad histórica de esta narración están:

1. El texto es una construcción teológica no un hecho real ocurrido

Hay exegetas y académicos que consideran que esta narración debe entenderse como una construcción teológica del autor para querer dar un mensaje. Se atenta contra la historicidad misma del relato, y por ende de los Evangelios. Vamos a aportar algunas consideraciones del Magisterio de la Iglesia inicialmente, sobre la historicidad de las narraciones de Mateo.

Hay un documento elaborado por la Pontificia Comisión Bíblica en 1911 titulado:Quaestiones de evangelio secundum Matthaeum [1]en el cual se expone:

VII. En particular, ¿debemos considerar carente de fundamento sólido los puntos de vista de aquellos que dudan de la autenticidad histórica de los dos primeros capítulos, que se narran la genealogía y la infancia de Cristo, así como una expresión de gran importancia dogmática, al igual que lo relativo a la primacía de Pedro (Mateo 16,17-19), la forma del bautismo dado a los Apóstoles con la misión universal de la predicación (Mateo 28,19s.), la profesión de fe de los apóstoles en la divinidad de Cristo (Mateo 14:33; ), y otra similar que en Mateo se exponen de una manera particular?
Respuesta: Sí.

En otro documento de la Comisión Pontificia Bíblica titulado De historica evangeliorum veritate:

De hecho, algunos defensores de este método, motivados por prejuicios racionalistas, se niegan a reconocer la existencia del orden sobrenatural y la intervención de un Dios personal en el mundo, que se llevó a cabo a través de la revelación de sí mismo, y la posibilidad y la existencia de los milagros y profecías. Otros parten de una falsa noción de la fe, como si esto no le importara a la verdad histórica, o incluso ser incompatible con ella. Otros niegan a priori el valor histórico y la naturaleza de los documentos de la revelación. Otros, por último, con poca consideración de la autoridad de los apóstoles como testigos de Jesucristo, así como su oficio y su influencia en la comunidad primitiva, exageran el poder creativo de esa comunidad. Todas estas cosas no sólo son contrarias a la doctrina católica, sino también falta base científica y van más allá de los principios correctos del método histórico [2].

Finalmente, el Concilio Vaticano II en su Constitución Dogmática Dei verbum afirma:

Carácter histórico de los Evangelios

19. La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo. Los Apóstoles, ciertamente, después de la ascensión del Señor, predicaron a sus oyentes lo que Él había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, maestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se trasmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas atendiendo a la condición de las Iglesias, reteniendo por fin la forma de proclamación de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús. Escribieron, pues, sacándolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de quienes "desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra" para que conozcamos "la verdad" de las palabras que nos enseñan (cf. Lc., 1,2-4)[3].

Por tanto, es arbitrario afirmar que Mateo se inventó una historia sólo para mostrar cómo fue lo acontecido luego del Nacimiento de Jesús. Sin embargo, la no historicidad de este relato encuentra otras justificaciones según quienes le niegan el carácter histórico y le buscan causas al por qué San Mateo lo colocó. Es cierto que para entender el sentido de los hechos narrados se requiere hacer uso de las herramientas de las que dispone la Exégesis pero no se puede de un solo golpe negar la historicidad de este relato.

El Papa Benedicto XVI, en una obra personal como teólogo llamada Jesús Nazareth, aborda el tema de los Magos de Oriente y la matanza de los infantes. Respecto a los cuestionamientos sobre la historicidad del relato hace aportes importantes y nos comparte la opinión de otros erúditos como Klaus Berger, quien afirma:

Hay que suponer, mientras no haya prueba en contra, que los evangelistas no pretenden engañar a sus lectores, sino narrarles los hechos históricos… Rechazar por mera sospecha la historicidad de esta narración va más allá de toda competencia imaginable de los historiadores (p.20)[4]

2. No hay fuentes extrabíblicas que mencionen este acontecimiento y Flavio Josefo no lo mencionó.

Es cierto, no hay mención de este acontecimiento en ninguna otra fuente cercana que no sea el Evangelio de San Mateo. Pero esto no puede ser un argumento excluyente de la ocurrencia del hecho. Se apela a que Flavio Josefo, historiador judío del siglo I no menciona en Antigüedades, este hecho, siendo que narró muchos episodios de la vida de Herodes. ¿Qué podemos decir al respecto? Citemos inicialmente a Joseph Ratzinger, quien en su obra sobre la infancia de Jesús afirma:

“Es cierto que no sabemos nada sobre este hecho por fuentes que no sean bíblicas, pero, teniendo en cuenta tantas crueldades cometidas por Herodes, eso no demuestra que no se hubiera producido el crimen. En este sentido, Rudolf Pesch cita al autor judío Abraham Shalit: 'La creencia en la llegada o el nacimiento en un futuro inmediato del rey mesiánico estaba entonces en el ambiente. El déspota suspicaz veía por doquier traición y hostilidad, y una vaga voz que llegaba a sus oídos podía fácilmente haber sugerido a su mente enfermiza la idea de matar a los niños nacidos en el último período. La orden por tanto nada tiene de imposible” (en Pesch, p.72)”[5].

Esto que nos hace ver Ratzinger, sobre la crueldad de Herodes es algo evidente para quien investigue su vida. Herodes fue un ser despiadado y sanguinario, dispuesto a lo necesario para mantenerse en el poder. Flavio Josefo si bien no narró la matanza de los infantes, narró que Herodes llegó a matar:

  •         Al líder Antígono (de los Asmoneos) y a 45 hombres de Antígono[6]
  •         A su hermanastro Aristóbulo
  •         Su esposa Marianne
  •         A la madre de Marianne
  •         Sus hijos con Marianne: Alejandro y Aristóbulo
  •         Su primer hijo Antípatro
  •         A muchos de los que pensaba querían quedarse con su trono.

Los libros XV al XVII de su obra Antigüedades nos muestran estos hechos. ¿Si a un rey no le importó la vida de su esposa e hijos, le importaría la vida de unos niños de un pobre pueblo?

Incluso, el historiador Macrobio, en su obra Saturnales, llegó a escribir lo siguiente:

Puesto que había oído que entre los niños que con menos de dos años ordenó matar en Siria el rey de los judíos, Herodes, había muerto incluso un hijo suyo, dijo: Es mejor ser un cerdo de Herodes que un hijo[7].

Lo interesante de esta cita es que es de una fuente pagana, y aunque es tardía, siglo IV, nos muestra el pensamiento de Augusto, el cual es acorde a la forma brutal de actuar de Herodes, en donde sus hijos corrieron peor destino que los mismos cerdos.

Dentro de las posibles explicaciones del por qué Josefo no narró la matanza de los inocentes, está el que la noticia no fue relevante por la cantidad de niños asesinados y el lugar donde ocurrió. Sobre esto, Manuel Murillo en un artículo publicado nos informa que en Belén en ese momento debió tener alrededor de 800 habitantes, por lo que la cifra de nacimientos podía ser alrededor de 20 nacimientos[8]. De esta forma, que murieran 20 niños en un pequeño pueblo de Judea no debía ser un acontecimiento de importancia para Josefo, pues era sólo una de las comunes muestras de crueldad de Herodes. Así, si lo que narrara San Mateo fuera algo contrario a la personalidad y carácter de Herodes, serían de pronto válidas las críticas a este relato, pero resulta lo contrario, y eran totalmente del estilo de actuar de Herodes. Las cifras apócrifas que hablaban de 3000 niños muertos son simplemente fantasía[9]

Otra posible alusión a la matanza de los inocentes, y menciono alusión porque el texto no lo menciona pero nos deja un paralelo que podríamos establecer. Hay un texto apócrifo llamado la Asunción de Moisés, quien en el capítulo 6 hace mención de Herodes en estos términos:

“A espada eliminará a los principales de entre ellos y en lugares desconocidos hará desaparecer sus cuerpos, para que nadie sepa dónde están sus cuerpos. A ancianos y jóvenes matará sin miramientos. Entonces habrá entre ellos, en su país, un intenso miedo a él. Durante treinta y cuatro años los sojuzgará como los habían sojuzgado los egipcios y les impondrá penalidades[10]

Lo interesante de esta cita del apócrifo es la descripción de Herodes de la forma en que el Faraón actuó con los israelitas en Egipto. Sabemos que Faraón mandó a matar a los infantes israelitas, y es muy diciente que sin mencionar la matanza de Herodes, se compare a Herodes con los egipcios, pues nos deja mayor espacio para no ver como descabellada la veracidad histórica.

3. Este relato sería una adaptación de otros relatos como la vida de Moisés

Otro de los argumentos en contra sobre la veracidad de la matanza es que sería una copia de la niñez de Moisés para mostrar a Jesús como el nuevo Moisés. Sobre esto se muestran paralelos como la orden de un tirano por matar niños, y la valentía de unos padres por salvar su vida. Así, San Mateo sólo reelabora la historia para mostrar cumplimiento en Jesús. Pero hay muchas diferencias entre ambos relatos:

  • La orden de Faraón no es para acabar con un niño en particular
  • La orden de Faraón es para evitar el aumento de israelitas y su apoyo a algún enemigo
  • Moisés no huyó de Egipto, fue criado ahí
  • Moisés vivió en el palacio de Faraón

No podemos negar que Jesús venga a liberar a Israel, y Moisés sea una prefiguración de Jesús, pero eso es muy diferente a que sea la misma historia adaptada. Sin embargo, es evidente que San Mateo conocía el relato del Éxodo y en esa clave coloca la profecía de Oseas sobre el llamado de Egipto, y la de Jeremías sobre los hijos de Raquel:

“Se escucha un grito en Ramá, gemidos y un llanto amargo: Raquel, que llora a sus hijos, no quiere ser consolada, pues se ha quedado sin ellos”(Jr 31,15; Mateo 2,18).

Para la época de San Mateo, la tumba de Raquel se encontraba en las proximidades de Belén, por lo que el Evangelista encuentra un punto de reflexión teológica entre el acontecimiento de la matanza ocurrido, y lo escrito en el profeta Jeremías.

Pero si existiera una historia que pudiera asemejarse más sería la Haggadah de Moisés que menciona Flavio Josefo, en donde se tendría el anuncio al Faraón de un niño que liberaría al pueblo y de un padre que es avisado en sueños de que debe salvar a su hijo. Ante esto Ratzinger deja ver que no son suficientes las similitudes para concluir que la narración del Evangelio sea una variante cristiana del relato de Moisés, sobre todo porque el texto de Josefo es posterior a la composición del Evangelio de Mateo[11].

Para quienes no consideran que sea propiamente una adaptación de la vida de Moisés, consideran entonces que sea una adaptación de la creencia de que un niño perseguido por el tirano gobernante. Daniel Vólter en su Die evangelische Erzühlungen von der Geburt und Kindheit Jesu (Estrasburgo 1911, 82-130), siguiendo a Soltau y a Petersen, cree encontrar el precedente (matanza de niños ordenada por un tirano para librarse de un posible competidor) en la Vita Augusti de Suetonio (cap. 94), donde se cuenta que pocos meses antes de nacer Augusto acaeció un fenómeno de mal agüero en el cual se vio el anuncio del nacimiento de un rey en Roma, cosa que el Senado trató de evitar ordenando el exterminio de los niños que nacieran aquel año, si bien los maridos de las mujeres encintas consiguieron que el edicto no se llevara a efecto. Pero es obvio que Mateo no puede estar influido por eso ya que Suetonio dedicó sus Vitae Caesarum al prefecto Septitio Claro (a. 119-121), o sea mucho después de la fecha de composición de S. Mateo[12].

En una página atea lanzan la siguiente acusación:

La leyenda de la “matanza de los inocentes” en la época de Moisés y que luego fue “copiada” por Mateo, probablemente surge de la leyenda hindú del asesinato de inocentes niños que sucedió cuando nació el dios Krishna. Cuando éste nació, el sabio volador Nárada Muni habló con el malvado rey Kamsa de Mathura y le dijo que este bebé estaba destinado a matarle. Como el rey no conocía el paradero de Krishna, mandó matar a todos los kumaras (en sánscrito literalmente “muere fácil”, bebé de menos de dos años de edad) de la zona de Mathura. Krishna habría nacido en julio del año 3228 a. C.[13]

Es cierto que en la leyenda de Krishna esto ocurre, pero lo que no dice la página atea es qué estos textos sobre Krishna son tardíos y no anteriores al Evangelio de San Mateo. Es en el Harivamsa en donde se narra la historia de Krishna tal como de quien es querido matar por su tío Kamsa para no ser derrocado, y es entonces cuando a Krishna lo protegen y lo llevan a vivir fuera de Mathura.

Henry Charles Puech en su obra “Historia de las Religiones” nos deja entrever que el Harivamsa es un texto posterior al siglo IV, y el Bhagavata Purana es de quinientos años posterior[14], y es en estos textos en donde se nos narra la historia de Krishna como similar a la de San Mateo. Por su parte Farquhar nos arroja que el Harivamsa es del siglo VIII d.C[15]. ¿Cómo pueden los ateos acusar a que la historia de la matanza de los infantes es copia de la vida de Krishna cuando el Evangelio fue escrito siete siglos antes que el Harivamsa? Como afirma la Enciclopedia Católica:

Pero resulta ser todo lo contrario. Todos los Indianistas autorizados están de acuerdo de que estas leyendas de Krishna no son anteriores al siglo séptimo de la Era Cristiana y deben haber sido tomadas de fuentes Cristianas[16]

4. Este relato mostraría la crueldad de Dios por no proteger la vida de los infantes y el egoísmo de San José que no avisó a los otros padres

El argumento del dilema moral siempre ha sido utilizado por quienes no creen en Dios, incluso ha sido usado como argumento por los mismos católicos, quienes no podrían comprender a un Dios de amor que actúa así, véase por ejemplo lo que afirma el sacerdote colombiano eudista Alberto Linero[17] quien asegura que: “sería un egoísmo extraño que no cabría en Dios”.

Pero la acción del mal moral se ve de muchas formas y sabemos que no es por deseo de Dios. ¿Acaso todo el mal que produce el pecado no es por deseo del hombre que rechaza la gracia?, y Dios que respeta la libertad del ser humano, no violenta la conciencia del hombre.

Como nos enseña el Catecismo:

Creemos firmemente que Dios es el Señor del mundo y de la historia. Pero los caminos de su providencia nos son con frecuencia desconocidos. Sólo al final, cuando tenga fin nuestro conocimiento parcial, cuando veamos a Dios "cara a cara" (1 Co 13, 12), nos serán plenamente conocidos los caminos por los cuales, incluso a través de los dramas del mal y del pecado, Dios habrá conducido su creación hasta el reposo de ese Sabbat (cf Gn 2, 2) definitivo, en vista del cual creó el cielo y la tierra [CIC 314]

Una página atea incluso llega a afirmar:

Es curioso que José al enterarse de que los niños de Belén serían asesinados no le avisase a nadie del pueblo. ¿Qué clase de persona tan egoísta puede ser José que huye sin alertar ni siquiera a una persona?[18]

Tratemos de analizar esto, pues los ateos se dicen ser racionales. San José toca la puerta de otros vecinos, gente que no lo conocen porque no vivía allí, una cosa es que su ascendencia fuera de ahí y otra que lo conocieran de siempre. Llega y les dice que deben huir con sus hijos porque Dios en sueños le ha avisado que a su hijo lo quieren matar porque ese bebé es el Mesías esperado, y que debe huir a Egipto a cientos de kilómetros. ¿En serio piensa un ateo que le hubieran creído a San José? Es ridícula la acusación de egoísmo a San José. Además, ¿qué fue lo que Dios le reveló en sueños a San José?:

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

"Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. (Mateo 2, 13-15)

Hay que recordarle a los ateos que esto fue un “sueño” no una conversación telefónica. Segundo, que en el sueño no le dicen a José que Herodes vaya a matar a los niños del pueblo, sino que busca matar a Jesús. ¿Por qué debía San José suponer que Herodes mataría a todos los niños menores de dos años? ¿Acaso los Magos de Oriente le dijeron a José de su encuentro con Herodes? Los ateos que plantean este tema tan sólo hacen acusaciones sin fundamento.

Si el argumento para considerar válido el texto de la matanza de los inocentes fuera que Dios por ser amor no permitiría que murieran inocentes, habría que quitar varias páginas de la Biblia. Por ejemplo la muerte de San Esteban tampoco sería por la forma en que murió siendo que era inocente. O las muchas muertes de los mártires en los primeros siglos serían falsas por la forma en que Dios dejaría que ellos murieran.

Hay que recordar bien las palabras de Cristo: no teman a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma (Mateo 10, 28). La muerte física no es el término de nuestra existencia. Tenemos esperanza en la resurrección y ese el verdadero regalo de nuestro Dios. Esos bebés asesinados seguro están en la presencia de Dios gozando eternamente. No podemos considerar una muerte prematura como un acto de egoísmo o crueldad de Dios.

Celebración en la Liturgia

La matanza de los inocentes es un hecho que quedó registrado en las celebraciones litúrgicas de Oriente y Occidente. Los latinos la celebramos el 28 de diciembre, los griegos el 27 y los sirios y caldeos el 29 de diciembre. No se sabe la fecha exacta en que la matanza ocurrió, pero se ha querido dejar en la octava de Navidad, es decir la semana siguiente a la celebración del nacimiento de Cristo, porque estos bebés dieron su vida por el nacimiento de Cristo[19].

Esta fecha por tanto nos debe hacer rememorar a cuantos infantes son asesinados en el mundo. Cuántos mueren diariamente por el aborto y por otra clase de causas lamentables. Este día debería recordarnos a esos niños y no servir para hacer bromas y burlas como se acostumbra también desde hace tiempo. Esto de las bromas tiene su historia también y supuestamente evoca el ser juguetón y alegres de aquellos bebés cuya vida fue quitada por el afán de poder de Herodes.

Oremos por todos los infantes, incluidos aquellos que en nuestros días son asesinados antes de nacer.

'Cristianisme i Justicia' lamenta que "la derecha eclesial y económica parecen haberse aliado para hacer caer al Papa Francisco"
El centro de estudios publica su reflexión fin de año, una de las más duras de los últimos años

Cristianisme i Justícia, 28 de diciembre de 2018 a las 10:53

Fundamentalismo cristianoRD

Estamos ante la lucha entre dos paradigmas religiosos. Uno que busca una Iglesia elitista de los "puros"... Y otro que busca un Dios evangélico que es Amor

(Cristianisme i Justícia).- En su reflexión de fin de año, el centro de estudios Cristianisme i Justicia expresa su preocupación por el retroceso democrático a nivel global y denuncia que "la derecha eclesial y la derecha económica parecen haberse aliado para hacer caer al papa Francisco".

Si el año pasado el centro alertaba del peligroso resurgimiento del autoritarismo, durante el último año hemos visto cómo se confirmaba este pronóstico. La declaración que publica hoy Cristianismo y Justicia, probablemente una de las más duras de los últimos años, describe una situación altamente preocupante en la que "la globalización del autoritarismo a nivel mundial parece haber ahogado la esperanza de un progreso en la humanización de nuestras sociedades".

Un optimismo y una confianza que se han desplomado

Según el centro, los acontecimientos de los últimos años han provocado el desplome de la confianza y el optimismo del último medio siglo. "Movidos por el proyecto de construcción europea (..), creíamos que los derechos humanos y la democracia irían extendiéndose por todos los países y culturas", afirma el texto. "Se tenía en ello una fe ciega como si la verdad y la razón tuviesen suficiente fuerza por sí mismas para acabar imponiéndose".

Sin embargo, desde comienzos del siglo XXI, algunos acontecimientos como lacrisis económica, el inicio de la guerra de Siria o la proclamación de Estado Islámico han acabado provocando un resurgimiento del autoritarismo que se va extendiendo en distintos países. Las alarmas se han disparado también en España con motivo de las elecciones andaluzas.

"Se trata", dice el centro, "de un autoritarismo cada vez más desacomplejado en su simbología" en el que "los políticos insultan y denigran desde sus cuentas de twitter o en sus declaraciones públicas". En este contexto, Cristianismo y Justicia denuncia toda tentación de utilizar el cristianismo como argumento para imponer modelos totalitarios" ya que a menudo se utilizan los signos cristianos "desproveyéndolos de su significado profundo, que no es otro que la denuncia de la absolutización de los poderes de este mundo".

¡Buenos días! Hoy publicamos nuestra tradicional reflexión de fin de año. ¿Seremos capaces de ver que a pesar todo que el sol nunca desaparece?

http://blog.cristianismeijusticia.net/2018/12/27/reflexion-de-fin-de-ano-negras-nubes-pero-el-sol-no-desaparece … #ReflexiónFindeAñoCJ

Reflexión de fin de año: Negras nubes... pero el sol no desaparece - Blog de CJ

Cristianisme i Justícia. Al concluir 2018, oscuros nubarrones se ciernen sobre nuestras democracias y la globalización del autoritarismo a nivel mundial parece haber ahogado la esperanza de un...

blog.cristianismeijusticia.net

Negras nubes sobre la Iglesia de Francisco

La Iglesia liderada por el papa Francisco también se ve cubierta por las negras nubes del autoritarismo. Si su elección como obispo de Roma supuso una primavera eclesial y una vuelta a la sencillez del evangelio, sus denuncias proféticas han generado la oposición pública y confesada de algunos grupos eclesiales.

Cristianisme i Justicia denuncia que "la derecha eclesial y la derecha económica parecen haberse aliado para hacer caer a Francisco", unos para frenar de raíz la apertura a ciertos colectivos y otros para erradicar su profetismo en temas de justicia social."Cierta extrema derecha eclesial dice comulgar con el subrayado de la misericordia del Evangelio pero en la práctica, sólo si se mantiene en un nivel genérico y abstracto", por eso "reacciona vehementemente cuando se trata de concretarla en colectivos equivalentes a aquellos del Evangelio: los pobres y marginados por las élites políticas, económicas y religiosas", asegura la declaración. Para Cristianisme i Justicia, estamos ante la lucha entre dos paradigmas religiosos. Uno que busca una Iglesia elitista de los "puros", "que se regodean en sus capacidades para acumular méritos" y, que paradójicamente, ante los casos de abusos, ocultan esa vergüenza para proteger la imagen de la Iglesia. Y otro que busca un Dios evangélico que es Amor, que desarrolla la "cultura del cuidado" especialmente hacia aquellos que parecen no contar y que llama al mundo a un decrecimiento económico y al cuidado del medio ambiente.

Signos de esperanza

A pesar del tono de gravedad y preocupación, la declaración de fin de año de Cristianisme i Justicia también señala signos de esperanza. "No pocas Iglesias cristianas, ante el crecimiento de la extrema derecha, denuncian claramente su incompatibilidad con el Evangelio", recuerda.

Ante la dolorosa realidad de los escándalos de pederastia en la Iglesia, el centro celebra la convocatoria por parte del papa Francisco de una reunión internacional el próximo febrero sobre este tema, así como las iniciativas de diferentes congregaciones religiosas para elaborar protocolos estrictos y revisar el pasado.

También señala que muchas comunidades religiosas y hogares familiares se han convertido en casas de hospitalidad que acogen a personas refugiadas. Y ve motivos de esperanza en comunidades cristianas lideradas por mujeres que van avanzando en su progresiva normalización. Precisamente el centro acaba de publicar un cuaderno dedicado al papel protagonista de las mujeres en los procesos de cambio de la sociedad y la Iglesia. Su título es Transformar la Iglesia y la sociedad en femenino y su autora es la teóloga brasileña Maria Clara Lucchetti Bingemer 

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