Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad

Agustín de Canterbury , Santo

Memoria Litúrgica, 27 de mayo

Obispo

Martirologio Romano: San Agustín, obispo de Canterbury, en Inglaterra, el cual, habiendo sido enviado junto con otros monjes por el papa san Gregorio I Magno para predicar la palabra de Dios a los anglos, fue acogido de buen grado por el rey Etelberto de Kent, e imitando la vida apostólica de la primitiva Iglesia, convirtió al mismo rey y a muchos otros a la fe cristiana y estableció algunas sedes episcopales en esta tierra. Murió el día 26 de mayo († 604/605)

Etimológicamente: Agustín = Aquel que es venerado, es de origen latino.

Breve Biografía

La Gran Bretaña, evangelizada desde los tiempos apostólicos (según la leyenda, el primer misionero que desembarcó en la isla fue José de Arimatea), había recaído en la idolatría después de la invasión de los sajones en el quinto y sexto siglo. Cuando el rey del Kent, Etelberto, se casó con la princesa cristiana Berta, hija del rey de París, éste le pidió que fuera erigida una iglesia y que algunos sacerdotes cristianos celebraran allí los ritos sagrados.

Cuando el Papa san Gregorio Magno supo la noticia, juzgó que los tiempos estaban maduros para la evangelización de la isla.

Le encomendó la misión al prior del monasterio benedictino de San Andrés, cuya principal cualidad no era la valentía, sino la humildad y la docilidad. Ese monje era Agustín.

En el año 597 salió de Roma encabezando un grupo de cuarenta monjes. Se detuvo en la isla de Lérins. Aquí le hablaron del temperamento belicoso de los sajones, y esto lo aterró hasta el punto de hacerlo regresar a Roma a pedirle al Papa que le cambiara de programa. Para animarlo, Gregorio lo nombró abad y poco después, casi para hacerle dar el paso definitivo, tan pronto llegó a Galia, lo hizo consagrar obispo. Continuó su viaje con breves etapas. Finalmente llegó a la isla británica de Thenet, a donde el rey fue personalmente a darle la bienvenida, por invitación de su piadosa esposa.

Los misioneros avanzaron hacia el cortejo real en procesión y cantando las letanías, según el rito recientemente introducido en Roma. Para todos fue una feliz sorpresa. El rey acompañó a los monjes hasta la residencia que le habían preparado en Canterbury, a mitad de camino entre Londres y el mar, en donde se levantó la célebre abadía que después llevará el nombre de Agustín, corazón y sagrario del cristianismo inglés. La obra de los monjes misioneros tuvo un éxito inesperado, pues el mismo rey pidió el bautismo, llevando con su ejemplo a miles de súbditos a abrazar la religión cristiana.

El Papa se alegró con la noticia que llegó a Roma, y expresó su satisfacción en las cartas escritas a Agustín y a la reina. El santo pontífice envió con un grupo de nuevos colaboradores el palio y el nombramiento a Agustín como arzobispo primado de Inglaterra, y al mismo tiempo lo amonestaba paternalmente para que no se enorgulleciera por los éxitos alcanzados y por el honor del alto cargo que se le confería. Siguiendo las indicaciones del Papa para la repartición en territorios eclesiásticos, Agustín erigió otras sedes episcopales, la de Londres y la Rochester, consagrando obispos a Melito y a Justo.

El santo misionero murió el 26 de mayo del 604 y fue enterrado en Canterbury en la iglesia que lleva su nombre.

Jesús ora por sus amigos

Santo Evangelio según san Juan 17, 11-19. Miércoles VII de Pascua

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, dejo en tus manos mis preocupaciones. Ayúdame a confiar en tu providencia, para que la revisión de mis actitudes y comportamiento me ayude a vivir lo que creo.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 17, 11-19

En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.

Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean santificados en la verdad”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En estos capítulos finales del Evangelio de Juan, Jesús está tratando de resumir de qué se trata su vida y su misión. Habla largamente del vínculo entre Él y su Padre y es desde este vínculo de amor que es «enviado».

Jesús nos dice que nosotros también somos «enviados» a continuar su misión. La amistad con Jesús es estar con él, y ser enviado en su nombre. Nuestra misión como sus seguidores está en medio y en las profundidades del mundo. Él quiere que su amor y su mensaje se inserten en el centro del mundo, la ciudad, el barrio. Siguiéndole en la misión y el amor, nos santificamos a nosotros mismos. ¿Cómo experimento este "ser enviado"?

El amor de Jesús por sus discípulos no se desvanece. Perdura eternamente. Le pide al Padre que los proteja y los guíe. Nos confía a nosotros, sus amigos y compañeros, al cuidado amoroso de su Padre.

Hoy, escucho a Jesús continuar rezando por sus seguidores, ¡por mí! Le oigo pedir a su Padre tres regalos para mí: Alegría, protección y santidad. Reflexiono en qué lugar de mi vida podría necesitar usar cada uno de estos regalos, que ahora son míos, gracias a la oración de Jesús por mí. Me tomo un tiempo para reflexionar sobre cada regalo, uno por uno, y le pido al Espíritu Santo que me guíe sobre dónde y cómo usar estos regalos.

«Como se sabe, conocer a Dios no consiste en primer lugar en un ejercicio teórico de la razón humana sino en un deseo inextinguible inscrito en el corazón de cada persona. Es un conocimiento que procede del amor, porque hemos encontrado al Hijo de Dios en nuestro camino. Jesús de Nazaret camina con nosotros para introducirnos con su palabra y con sus signos en el misterio profundo del amor del Padre. Este conocimiento se afianza, día tras día, con la certeza de la fe de sentirse amados y, por eso, formando parte de un designio lleno de sentido. Quien ama busca conocer aún más a la persona amada para descubrir la riqueza que lleva en sí y que cada día se presenta como una realidad totalmente nueva».

(Discurso SS Francisco, 11 de octubre de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hacer un examen de conciencia para ver cómo puedo dar mayor gloria a Dios con los dones que me ha dado.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Componer el mundo

¿Se lo dejamos a Dios?

Algo recurrente en la oración, es pedir a Dios que nos arregle el mundo, que acabe con la maldad humana, que evite el aborto, las guerras y la explotación del hombre por el hombre y muchos otros pecados. Qué fácil, pero no es el plan de Dios arreglarnos la humanidad sin nosotros. Esa es nuestra tarea. Que Él nos proteja de los desastres naturales, eso sí es asunto suyo.

También es costumbre rezar en México a la Virgen de Guadalupe, y le pedimos que salve a nuestra patria y conserve nuestra fe. O sea que le pedimos que ella haga nuestra tarea: que salve a México, pero eso lo tenemos que hacer nosotros, en vez de esperar sentados a que la Señora de Guadalupe haga nuestro trabajo.

Lo mismo de conservar la fe: es tarea de cada cristiano y de todos como Iglesia, el conservar la fe en nosotros mismos, en nuestras familias y en aquellos sobre quienes podemos tener alguna influencia. Claro que un empujoncito divino no cae mal.

Por supuesto que no está nada de más el pedir la ayuda divina o materna, para que México se salve y se conserve la fe. Al contrario, es indispensable la oración, y somos escuchados. Digamos que Dios es subsidiario; espera que hagamos lo que esté a nuestro alcance, y en lo que no podemos, Él se encarga.

El mundo está cada vez más lleno de infieles pragmáticos, esos que el confort moderno les hace pensar que no necesitan a Dios. Para que vuelvan a la fe, la mejor arma es la oración. Pero también ayuda mucho la difusión de la Verdad, el llamado a volver a Dios, y el buen ejemplo.

A veces también esperamos que de pronto el cielo tiemble con la voz de Dios que llama a la cordura, a volver a Él; pero no, tampoco es ese su plan. Lo que Él espera es que nosotros seamos también la conciencia del mundo, que seamos sus voceros, llamando a la gente a la reconversión del alma, como algunos de sus profetas, a quienes envió para pedirla a soberanos y pueblos.

Y componer al mundo, eso sí nos queda grande como tarea, y sólo el Señor puede hacerlo, moviendo los corazones y las mentes de los hombres, para que actúen conforme a su divina voluntad y no bajo las tentaciones del demonio.

Sólo Dios puede vencerlo, y sólo Él puede llegar a los responsables de todo el mundo, en sus diversos ámbitos de autoridad, para que la humanidad vea por el servicio a los demás, en vez de hacer la guerra (de todo tipo), de matar a millones por abortos, o de permanecer inconmovibles ante la tiranía, la pobreza, el hambre y la enfermedad de millones de seres humanos.

Pero esa gigantesca tarea de componer el mundo, es la suma de millones de personas que hacen lo que esté a su alcance, y en esas millonadas humanas estamos cada uno de nosotros. Siempre hay algo que podemos hacer, en vez de estar sentados y preocupados pidiendo al Señor que haga nuestro trabajo de caridad cristiana.

Debemos practicar la caridad como la pide el Señor, “dad y se os dará”, que va desde compartir cosas materiales, dar tiempo, hasta enseñar y predicar con el ejemplo. Educar a los hijos en el amor de Dios, dar buen consejo a quien tengamos cerca, y mucho más, que no es nada difícil enumerar.

Y sobre nuestro esfuerzo de componer nuestro pequeño entorno, y hasta más lejos cuando está a nuestro alcance. Eso sí, además de actuar debemos: rezar. Pedir al Señor que haga fructíferos nuestros esfuerzos, que abra corazones y mentes, que convierta a los perversos, los descreídos, los avaros, los insensibles y los comodinos.

Dios nos ayudará si así se lo pedimos (no hará nuestra tarea si la holgazaneamos). Junto a la oración, y evitando caer en el pecado de omisión para componer al mundo, hagamos todo lo posible, sin pretender dejárselo todo al Señor.

Sábado 30 de mayo la oración del Rosario con el Papa Francisco

En directo en conexión con el mundo entero, 17:30 p.m. (hora de Roma).

"Unidos en la oración para invocar la ayuda y el socorro de la Virgen María en la pandemia y para confiar al Señor a la entera humanidad ". El sábado 30 de mayo, a las 17:30, el Papa Francisco presidirá el rezo del Santo Rosario desde la Gruta de Lourdes en los Jardines del Vaticano. La celebración mariana, transmitida en directo en mundovisión, es promovida por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, sobre el tema "Asiduos y concordes en la oración, junto con María (Hechos 1,14)". Los santuarios del mundo se unirán en la oración, con una especial participación de las familias, recuerda un comunicado del mismo Consejo Pontificio. "Un momento de oración mundial para aquellos que deseen unirse al Papa Francisco en la víspera del Domingo de Pentecostés".

Representantes de los afectados por el coronavirus

Las docenas serán recitadas por algunas mujeres y hombres que representan diversas categorías de personas particularmente afectadas por el virus, informa el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización precisando que estarán presentes un médico y una enfermera, en representación de todo el personal sanitario empeñado en primera línea en los hospitales; una persona curada y una que ha perdido un familiar, por todos aquellos que hayan sido tocados personalmente por el coronavirus; un sacerdote, un capellán hospitalario y una religiosa enfermera, por todos los sacerdotes y personas consagradas cercanas a los que padecen la enfermedad; un farmacéutico y un periodista, en representación de todos aquellos que, incluso durante el período de la pandemia, siguieron prestando su servicio en nombre de los demás; un voluntario de la Protección Civil con su familia, por quienes trabajaron para hacer frente a esta emergencia y por todo el vasto mundo del voluntariado; y una familia joven, a la que nació un niño precisamente este periodo, signo de esperanza y de la victoria de la vida sobre la muerte.

Un signo de cercanía a quienes sufren

"A los pies de María el Santo Padre pondrá las muchas angustias y dolores de la humanidad, agravados ulteriormente por la propagación del Covid-19", se lee en la nota. "La cita para el final del mes mariano es un signo más de cercanía y consuelo para quienes, de diversas maneras, han sido afectados por el coronavirus, en la certeza de que la Madre Celestial no desatiende las peticiones de protección".

Santuarios del mundo unidos en oración con Francisco
Para el momento de oración junto al Santo Padre, se conectarán los mayores santuarios de los cinco continentes: de Europa, Lourdes, Fátima, San Giovanni Rotondo, Pompeya, Czestochowa; de los Estados Unidos de América, el santuario de la Inmaculada Concepción (Washington D.C.); de África, el santuario de Elele (Nigeria) y de Notre-Dame de la Paix (Costa de Marfil); de América Latina, el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe (México), Chiquinquirá (Colombia), de Luján y Milagro (Argentina).

Dar testimonio de la misericordia de Dios

Es importante y necesario dar testimonio de la misericordia de Dios para vivir como verdaderos discípulos de Jesucristo.

(RV).- “Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo” (Jn 20, 21), dijo Jesucristo a sus discípulos enviándolos a ser anunciadores de su Divina Misericordia, capacitando así bajo la acción del Espíritu Santo la obra misionera de los apóstoles.

En la actualidad también se perciben puertas cerradas, como en aquella ocasión estaban los discípulos por miedo. Es un llamado para el bautizado, anunciar la Divina Misericordia siendo testigos de la paz que Cristo dona con la resurrección y viviendo la pascua con el deseo firme de la reconciliación.

En la bula Misericordiae Vultus el Papa Francisco recuerda las palabras de San Juan Pablo II que motiva “la urgencia de anunciar y testimoniar la misericordia en el mundo contemporáneo: Ella está dictada por el amor al hombre, a todo lo que es humano y que, según la intuición de gran parte de los contemporáneos, está amenazado por un peligro inmenso. El misterio de Cristo... me obliga al mismo tiempo a proclamar la misericordia como amor compasivo de Dios, revelado en el mismo misterio de Cristo. Ello me obliga también a recurrir a tal misericordia y a implorarla en esta difícil, crítica fase de la historia de la Iglesia y del mundo” (n. 11).

Hoy sigue siendo necesario implorar la misericordia de Dios, y dar testimonio de ella. Luego del encuentro de los discípulos con Jesús (Jn 20, 19-31), ellos empezaron a tener vida en Él, anunciando su palabra e imitando sus obras; ser testigos de la misericordia de Dios significa vivir como verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo.

El dios de la Nueva Era ¿es el mismo Dios de la fe cristiana?

A esta pregunta ha contestado monseñor Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

El Dios de la Nueva Era ¿es el mismo Dios de la fe cristiana? A esta pregunta ha contestado monseñor Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo y miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), afirmando que la concepción de la suprema divinidad y de Cristo no tiene nada que ver con la revelación.

1.- ¿Es compatible el Dios de la New Age con el Cristianismo?

Claramente no, porque no existe lugar para un Dios Personal, Creador y Redentor, Trinidad, como creemos los cristianos. Para acceder al Dios de la Nueva Era, no se necesitan mediaciones (Iglesias u organizaciones) lo importante es abrirse a lo divino, “al potencial” que ya habita en nuestro interior.

2.- ¿Cómo es la divinidad que afirma la New Age?

En resumen, se desdobla en dos realidades:

1) Una especie de principio de totalidad, frente a los monoteísmos, que se define como teoría de los lazos, campos morfogenéticos, autoorganización del Universo, espiritualidad global, etc.

2) Gaia (Gea) la diosa madre Tierra, entendida como ser planetario, organismo vivo, y cuyo “órgano ejecutor” sería la humanidad. Se sustituye la imagen paterna de Dios por la materna inmanente, cuya energía todo lo sustenta e invade. La piedad y religiosidad nuevas son matriarcales.

La abolición del Dios personal, monoteísta, ya fue anunciada en los años cuarenta por A. Huxley, cuando criticaba en sus escritos que la creencia en dicho Dios personal y en las manifestaciones de su voluntad ética, sería la causa de los límites, barreras, ostracismos, hostilidades, guerras, etc., tal y como parece encontrarse en la historia del cristianismo. Sólo a través de una sintonía e identificación mística con la naturaleza y el universo llegará el hombre a la libertad y encontrará su humilde puesto en el devenir cósmico.

3.- ¿De qué hablan en la Nueva Era, cuando hablan de Cristo?

Según A. Bailey y otros, tenemos que concebir “un Cristo total”, capaz de unificar las fuerzas espirituales de la humanidad, resumidas en el triángulo Luz-Amor, Poder, y capaz de darnos el nuevo agua de la Era de Acuario; capaz de iniciarnos en nuevas formas de conciencia e iluminación interior. Cristo es el paradigma de la humanidad, de la religión, y de la unión de las culturas orientales y occidentales.

El nuevo Cristo se llamará también «Logos Solar”, y equivale al Maestro de la Verdad, que se reencarna, en cada época zodiacal, en maestros espirituales, y que consumará la evolución en Acuario bajo el nombre de Maitreya.

El nuevo Evangelio, el de Acuario, será capaz de fusionar y fundir todas las tradiciones espirituales en una nueva iniciación mística de ese mismo Cristo. Es la espiritualidad del Cristo-Cósmico, del Cristo-Energía, del Espíritu Crístico-Universal, antes encarnado en grandes personalidades religiosas: Buda, Krishna, Jesús de Nazaret, Mahoma. De cualquier forma, el Cristo no es sólo uno, y único mediador y salvador. Se aplica a diversos personajes, y, finalmente, a cada uno de nosotros. Resumiendo, los nuevos nombres y atribuciones de Cristo serían: Cristo Cósmico, Cristo Instructor Mundial, Maestro Interior.

Cristo, en el fondo, y con palabras de A. Bailey, nos enseñarás a desarrollar la propia conciencia como individuo, y la conciencia de raza o totalidad de la especie humana. La evocación consciente de la vida crística en cada corazón humano, y nuestra rápida integración en el reino de Dios, es la tarea inmediata que nos espera, y el sentido de nuestra vida: «Estamos en el proceso de pasar de una era religiosa a otra. Las actuales tendencias espirituales se van definiendo cada vez más. Los corazones de los hombres nunca han estado más abiertos que ahora a la impresión espiritual, y la puerta hacia el propio centro de la realidad está abierta de par en par”.

4.- ¿Se puede hablar de una nueva teología cósmica?

Sí, capaz de cubrir el vacío y sin sentido del hombre y la sociedad actuales, y abrir a una nueva liberación más integral que la meramente racionalista-ilustrada o práxica. Es una cosmología inspirada en la visión de Teilhard de Chardin, pero dando un paso más: es la evolución transformadora de la cosmogénesis a la biogénesis; y de la biogénesis a la antropogénesis. Una vez vivenciada la antropogénesis como conciencia colectiva y vivencia del amor total, se pasará a la noogénesis superior. Es decir, se pasa de lo natural inerte a lo biológico; de lo biológico a lo humano; de lo humano a la humanidad; y de la humanidad «nueva”, con conciencia ecológica y holística, o de fusión, a una conciencia superior y perfecta. Todo ello moviéndonos dentro de un inmanentismo (sólo un mundo: el nuestro) y de un panteísmo (todo es a la vez natural y divino).

5.- ¿Cómo se auto-comprende una persona religiosa en la Nueva Era?

Entre los teóricos de la nueva religiosidad, podemos destacar a Enrique Barrios con su mensaje “Acuario”. La persona humana, según la New Age, es religiosa en el fondo de su existencia, pero no religiosa o religada a un Dios personal. Es religiosa en relación a un sentimiento y percepción originaria de la vida, la inmersión en la corriente «sobrenatural” de la vida misma.

Esta nueva mística, en palabras de H. Mynarek, pretende abarcar todo y todos los espacios interiores y exteriores de la realidad. Siguiendo una línea antropológica fundamental, pide la ampliación, extensión y prolongación de la perspectiva humana, la dilatación de la existencia espacio-temporal hasta dimensiones desconocidas aunque anunciadas por los grandes místicos. En aras de esta nueva mística debemos acabar con lo objetual, lo dogmático, y las concepciones teológicas de las grandes iglesias.

La nueva teología y espiritualidad es funcional-dinámica y no objetual-institucional. El camino de la salvación está escondido en el propio «yo”. Hay que encontrar «la nueva conciencia integral” o “la iluminación definitiva” en el encuentro con uno mismo, traducido, a su vez, en un «Sí mismo transpersonal” que abarca la totalidad, como energía cósmica que fluye por toda la realidad.

6.- ¿Un nuevo concepto de mística?

Ya en 1948, A. Bailey proponía las bases de una nueva religión y mística, basada sobre verdades que soportarán la prueba del tiempo y traerán bienestar y seguridad a los hombres de todas la Tierra. Estas verdades serán:

1.- El reconocimiento de la realidad de Dios. Esa realidad central puede ser denominada como el hombre quiera, de acuerdo a su inclinación mental o emocional y a su tradición racial y hereditaria;

2.- La relación del hombre con Dios, no importa cuál sea la creencia.

3.- La realidad de la inmortalidad y de la supervivencia eterna o inmortalidad del espíritu humano. En todo caso, se pone de relieve el papel central de la persona humana que busca, es decir, el denominado “giro antropológico”.

Años más tarde, en 1975, se celebró en Viena el Segundo Simposio Internacional sobre el giro que parecía estar dando el tema de la creencia y lo religioso: el paso de una “religiosidad confesional” a otra de la experiencia; de una religiosidad institucionalizada a otra personalizada; de una religiosidad formal a otra más interiorizada.

En este sentido, Consuelo Martín (discípula de Khrisnamurti, Nisargadatta y A. Blay) afirma que es religioso quien conoce vivencialmente el sentido misterioso de la vida. Hay que ir una y otra vez a lo interno, a lo que realmente soy; porque volver al origen de todo es el camino religioso. Religión es volver a unir lo separado. La autora enfrenta las religiones organizadas «que son creación del pensamiento humano, con esa otra religión auténtica que es ante todo vivencia, bella integración de lo que estaba disperso, nueva visión vivenciada y creadora”.

El ser humano se vuelve más religioso cuando va siendo más consciente del sentido que tiene su vida. Las religiones, como organizaciones, carecen de valor desde el punto de vista de la verdad. Sólo tienen un valor social o histórico. Ninguna importancia tiene que se acepten unas ideas (dogmas) o no. Unos dicen que creen en unas doctrinas, otros que no creen en ellas; sin embargo, su nivel de ser puede ser el mismo, e incluso podría vivir con más fe, la persona que no acepta las creencias, y vivir con menos fe quien las acepta.

La fe que tiene una persona no se nota porque diga «creo en Dios o no creo”, se manifiesta por la confianza con la que vive, por la paz y el equilibrio interior que expresa en su estar en la vida. La presencia de Dios, lo divino, no es algo que hay que alcanzar y que es extraño a la vida diaria. Lo divino es el trasfondo que tengo que descubrir en todo mi vivir. Es lo que dará sentido a mi vida, lo que únicamente me realiza. El «reino de los cielos, la vida religiosa, no es algo separado de nuestra vida del mundo. Es el reino de los despiertos. Ser religioso es ser consciente. La mente lúcida, despierta, es serena y religiosa.

7.- ¿Cómo es la oración en la Nueva Era?

Según Consuelo Martín, la oración, tal como se entiende en las religiones tradicionales, es la actitud natural de un ser humano cuando todavía se siente separado de la unidad. Es la actitud en la que nos encontramos habitualmente, sintiéndonos separados de la conciencia total que somos. Pero la oración verdadera, se tiene que convertir en oración de ofrecimiento, y de plenitud de Ser. El camino de la oración es encontrar nuestra forma adecuada, aquí y ahora, de volver a unirnos a la Realidad, de religarnos. La decisión de estar unidos, de ser auténticos, de ser verdaderos, de tomar conciencia.

Concluye la autora que hacer de mi vida una verdadera contemplación es hacer que mi vida se vaya haciendo cada vez más consciente. “Profundizar para abrir ese espacio interior “es mi verdadera actitud religiosa. No intentemos hacer sagrada nuestra vida. Ya lo es. Seamos conscientes de ello al contemplar. La plenitud, el éxtasis, será una conciencia total de unidad.

8.- Cuáles son los desafíos teológicos de la New Age en relación al cristianismo?

Según M. Fuss, están en juego, al menos, las siguientes realidades: la interpretación de lo religioso en clave “panenteísta”, fusionando cosmos-hombre y divinidad, sin la necesidad de recurrir a un Dios Trascendente. La no necesidad de un Cristo Mediador-Salvador, sino sólo como maestro interior. La oración como “potencial humano” y no “divinización en un diálogo interpersonal” con Dios.

En resumen, está en juego la profundización de los principales dogmas cristianos: el trinitario, el sentido de lo cristológico y pneumatológico, y el sentido de la Iglesia y de la espiritualidad propiamente cristiana. Se debe intentar un verdadero diálogo entre religiones.

12 preguntas y respuestas acerca de la Eucaristía

Si te quedaste con lo que aprendiste acerca de la Eucaristía cuando hiciste la Primera Comunión te invitamos a leer este artículo

1. ¿Qué significa la Palabra Eucaristía?

Eucaristía es una palabra griega, que significa Acción de Gracias

2. ¿Quién instituyó la Eucaristía?

La Eucaristía fue instituida por Cristo en la Ultima Cena.

3. ¿Cuál evento del Antiguo Testamento prefigura la Eucaristía?

El Cordero Pascual, Jesús es el Cordero Pascual. Lee en el Evangelio el pasaje de la última cena (Lucas 22,7-20) y mira los elementos claves sobre la celebración de la Pascua que nos explican porque Jesús es el Cordero de Dios que se sacrifica por nosotros.

4. ¿Cristo vuelve a morir en cada misa?

No. En cada misa se actualiza el misterio de la muerte del Señor. "El memorial recibe un sentido nuevo en el Nuevo Testamento. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y ésta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual (cf Hb 7,25-27): «Cuantas veces se renueva en el altar el sacrificio de la cruz, en el que "Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado" (1Co 5, 7), se realiza la obra de nuestra redención» (LG 3)" - Catecismo de la Iglesia Católica #1364.

5. ¿Cual es la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la Eucaristía?

La Eucaristía es Jesús, su Cuerpo y su Sangre junto con el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor. Por lo tanto, en ella Cristo entero está realmente presente de forma sustancial. "El modo de presencia de Cristo bajo las especies eucarísticas es singular. Eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y hace de ella "como la perfección de la vida espiritual y el fin al que tienden todos los sacramentos" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 73, a. 3). En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Concilio de Trento: DS 1651). «Esta presencia se denomina "real", no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen "reales", sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente» (MF 39)"- Catecismo de la Iglesia Católica # 1374.

6. ¿Cuándo se fijaron las líneas básicas sobre la Eucaristía en la comunidad Cristiana?

"Desde el siglo II, según el testimonio de san Justino mártir, tenemos las grandes líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones rituales litúrgicas". - Catecismo de la Iglesia Católica #1345.

7. ¿Cuáles son los milagros de Jesús que nos ayudan a prepararnos para la institución de la Eucaristía?

"Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo". - Catecismo de la Iglesia Católica #1335.

8. ¿Cuál fue la reacción de muchos de los seguidores de Jesús cuando explicó por primera vez lo que significaba la Eucaristía?

Muchos dejaron de seguirlo porque les costó entender sus palabras. "El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó: "Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?" (Jn 6,60). La Eucaristía y la cruz son piedras de escándalo. Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división. "¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67): esta pregunta del Señor resuena a través de las edades, como invitación de su amor a descubrir que sólo Él tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68), y que acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a Él mismo". - Catecismo de la Iglesia Católica #1336.

9. ¿Durante qué parte de la misa el pan y el vino se convierten en El Cuerpo y La Sangre de Cristo?

Durante la consagración, después de las palabras "Este es mi Cuerpo y esta es Mi Sangre".
"En la epíclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (o el poder de su bendición (cf Plegaria Eucarística I o Canon romano, 90; Misal Romano) sobre el pan y el vino, para que se conviertan por su poder, en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu (algunas tradiciones litúrgicas colocan la epíclesis después de la anámnesis). En el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre". - Catecismo de la Iglesia Católica #1353.

10. ¿Es muy importante recibir la Eucaristía?

Si, Jesús nos lo enseñó: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo". (Juan 6, 51)

11. ¿Cuándo reconocieron los discípulos de Emaús a Jesús resucitado?

En el momento de partir el Pan para la cena: Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» (Lucas 24,30-32) De esta forma notamos que la forma más clara de identificar a Jesús es en su presencia viva en la Eucaristía.

12. ¿Qué efecto tiene la Eucaristía en nuestro corazón?

San Juan XXIII nos enseñó: "La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza, encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo más sólido y más auténtico. Cuando tiene a Dios en su pecho, todo el hombre queda armonizado en sí mismo... En el sacramento divino, el Señor está sumido en el silencio para escucharnos".

PAXTV.ORG