El verdadero amor es concreto

Guillermo de Vercelli, Santo

Abad, 25 de junio

Martirologio Romano: En Goleto, cerca de Nusco, en la Campania italiana, san Guillermo, abad, el cual, nacido en Vercelli, se hizo peregrino y pobre por amor a Cristo, y, aconsejado por san Juan de Matera, fundó el monasterio de Montevergine, en el que reunió a unos monjes a los que impartió una profunda doctrina espiritual, y también otros diversos monasterios, tanto masculinos como femeninos, en varias regiones de la Italia meridional. († 1142)

Breve Biografía

Nació por el año 1085 en Vercelli, como indica su nombre, en el norte de Italia. Pocas cosas sabemos de su nacimiento e infancia, pero sí de su juventud y mocedad como un prodigio de mortificación y de don de milagros.

El solía decir a los monjes que trataban de imitar su vida y pretendían seguirle a todas partes: "Es necesario que mediante el trabajo de nuestras manos nos procuremos el sustento para el cuerpo, el vestido aunque pobre y medios necesarios para poder socorrer a los pobres. Pero ello no debe ocupar todo el día, ya que debemos encontrar tiempo suficiente para dedicarlo al cuidado de la oración con la que granjeamos nuestra salvación y la de nuestros hermanos".

Ahí estaba sintetizada la vida que él llevaba y la que quería que vivieran también cuantos quisieran estar a su lado.

Cuando todavía era un joven hizo una perigrinación a Santiago de Compostela que en su tiempo era muy popular y que hacían casi todos los cristianos que podían. Pero él lo hizo de modo extraordinario: Se cargó de cadenas, que casi no podía arrastrar por su gran peso, y apenas tomaba bocado. Un día llegó a las puertas de una casa de campo y parecía desfallecer. A pesar de ello habló así al dueño de la misma que parecía ser un valiente caballero: "Señor, estas cadenas se me rompen continuamente y me hacen muchos honores porque son vistas por todos. ¿No serías tan bueno que me dieras una coraza para llevarla escondida junto a mis carnes y un casquete para mi cabeza? Dicho y hecho. Guillermo salió de la presencia de aquel caballero con gran esfuerzo, ya que apenas podía moverse con tanto hierro y con los dolores enormes que le proporcionaban. Vuelto a Palermo, el rey Rogerio que había oído ya hablar muchas maravillas de aquel raro peregrino, sintió grandes deseos de verlo.

En la corte se contaban chascarrillos a su costa y cada uno lo tomaba a chacota y decía de él las cosas más raras e inverosímiles.

En aquella corte había una mujer que llamaba la atención por su vida deshonesta y ella al oír hablar de la santidad del peregrino dijo a todos los cortesanos: "Yo os prometo que le haré caer a ese pobre hombre en mis redes de lascivia". Se arregló lo mejor que pudo y se dirigió a visitarle. El santo hombre la recibió con grandes muestras de simpatía y tuvo con ella una larga conversación creyendo la dama que ya lo había conquistado para el pecado. Así volvió contenta a la corte y contó sus victorias. Pero habían quedado que volvería aquella noche para pasarla con él. El santo peregrino la invitó, la tomó el brazo y le dijo: "Ven y acuéstate conmigo en este lecho nupcial". El extendió las brasas y llamaradas de una gran hoguera que había hecho preparar y se arrojó en ellas. La pobrecilla mujer, que se llamaba Inés, cayó avergonzada y prorrumpió a llorar al ver que no le tocaba el fuego al siervo de Dios. Hizo penitencia, abrazó la vida religiosa y murió santamente.

Según una tradición, un lobo devoró su asno y él lo reprendió, convirtiéndolo.

En Montevergine fundó un célebre monasterio y purificó la corte y los palacios de tanto pecado como se cometía. Príncipes y labriegos, hombre y mujeres abandonaban su mala vida y seguían su ejemplo dejándolo todo por seguir a Jesucristo.

Desde este Monte Sacro, que ahora se llama como en tiempos de San Guillermo, Monte de la Virgen (Montevergine), nuestro Santo continuaba ejerciendo un gran influjo por medio de su oración y vida de sacrificio. Lleno de méritos, murió el 25 de junio de 1142

¿Cómo construyes tu casa espiritual?

Santo evangelio según san Mateo 7,21-29. Jueves XII del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, ayúdame a cumplir hoy tu voluntad.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7,21-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?" Yo entonces les declararé: 'Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados." El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente».

Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como los escribas.

Palabra del Señor

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Nuestro Señor sabía algo de arquitectura, porque si alguien intenta construir en roca firme, tendrá su casa bien sólida en los días de tempestad, y si una persona quiere construir en arena no le durará su morada en pie.

Además, si es verdad en la vida terrena, ¿cuánto más lo será para la vida espiritual? En el alma los cimientos son las palabras que Cristo nos ha dejado. Por eso tenemos que leer con frecuencia el Evangelio, que es en donde se recogen todas las palabras del Señor. En él encontraremos las fuerzas necesarias para ser fieles y tener una casa espiritual bien fundada en Cristo.

Así busquemos vivir siempre con el Evangelio en la mano para cimentar bien nuestra vida y vivir fieles a Dios, siendo así ejemplo para todos nuestros hermanos.

El verdadero amor es concreto, está en las obras, es un amor constante. No es un sencillo entusiasmo. También, muchas veces, es un amor doloroso: pensemos en el amor de Jesús llevando la cruz. Pero las obras de amor son las que Jesús nos enseña en el pasaje del capítulo 25 de san Mateo. Quien ama hace esto, el protocolo del juicio: Estaba hambriento y me han dado de comer, etc. Las bienaventuranzas, que son el programa pastoral de Jesús, son concretas. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 7 de mayo de 2015, en Santa Marta).

«Por desgracia, se sabe que la familia, especialmente en Occidente, está considerada como una institución superada. Frente a la estabilidad de un proyecto definitivo, hoy se prefieren vínculos fugaces. Pero una casa construida sobre la arena de los vínculos frágiles e inconstantes no se mantiene en pie. Se necesita más bien la roca, sobre la que se establecen cimientos sólidos. Y la roca es precisamente esa comunión de amor, fiel e indisoluble, que une al hombre y a la mujer, una comunión que tiene una belleza austera y sencilla, un carácter sagrado e inviolable y una función natural en el orden social». (Discurso SS Francisco, 8 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Poner especial atención a los signos de amor de Dios en este día.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Profecías falsas sobre el fin del mundo

Aunque nos sorprenda, hay seguidores de profetas, de gurús, de líderes pseudoreligiosos, que mantienen intacta la lealtad a su “maestro” a pesar de los errores cometidos por éste en sus vaticinios

Por: Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net
6 de junio de 2011.-


Aquella persona estaba segura: el fin del mundo llegaría el día X del año Y. Hablaba con aplomo. Repetía, para probar sus afirmaciones, citas de libros sagrados, o aseguraba haber recibido el anuncio de esa fecha de boca de un ángel o incluso del mismo Dios.

Miles de seguidores le creyeron. Miles, millones de escépticos, desconfiaron. Llegó el día X. No pasó nada. ¿Entonces?

Aunque nos sorprenda, hay seguidores de profetas, de gurús, de líderes pseudoreligiosos, que mantienen intacta la lealtad a su “maestro” a pesar de los errores cometidos por éste en sus vaticinios.

Otros seguidores abren los ojos. Se sienten engañados. Rompen con el grupo religioso en el que habían creído. Unos iniciarán la búsqueda de nuevos caminos. Otros sentirán su corazón ahogado en ideas que les llevan hacia el escepticismo: pensarán que es mejor no creer en nadie para no ser nuevamente engañados.

Entre los que desconfiaban antes del fracaso surge un sentimiento de triunfo: tenían razón al haberse opuesto al falso profeta. Por lo mismo, también aumenta en ellos la seguridad de que sus convicciones eran verdaderas, de que estaban en la verdad.

Pero no siempre es así. Hay quien acierta en su crítica a una falsa profecía desde un presupuesto equivocado, quizá porque vive unido a otro profeta engañoso que se oponía al profeta fracasado. El triunfo de su propio maestro al haber avisado sobre el error de un vaticinio descabellado no implica automáticamente que el grupo al que uno pertenece defienda ideas y doctrinas verdaderas.

En el mundo de quienes no sólo rechazan las religiones, sino que afirman que Dios no existe, el fracaso de la profecía sirve como un refuerzo hacia la propia manera de pensar. Pero como en el caso anterior (el de los sectarios enemigos de una falsa profecía), el incumplimiento de la catástrofe anunciada no demuestra mínimamente que Dios no existe.

Lo ocurrido, por lo tanto, no debe ser motivo para conclusiones excesivas. Después del día X podemos estar seguros de que lo dicho sobre el inminente fin del mundo por un líder más o menos inteligente, más o menos fanático, era algo simplemente falso.

¿Podemos, entonces, ir más allá de esa conclusión? Muchos lo hacen, pero hacerlo bien o hacerlo mal, razonar con la cabeza o dejarse llevar por sentimientos o emociones engañosas, depende de cómo usemos la lógica y de qué presupuestos empleemos.

Si pensamos bien, si rompemos con prejuicios engañosos, podremos alcanzar buenas conclusiones y vivir con más cautela, para no caer en las redes de embaucadores que anuncian profecías falsas, y para no dejarse arrastrar por ideólogos que buscan cualquier ocasión para llevar agua a su molino.

El Evangelio siempre actual

Nuevo Directorio de Catequesis.
Fuente: Vatican News

En la presentación de este Directorio de Catequesis, que elaboró el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización – y que se presentó esta mañana a las a las 11.30 en el Aula "Juan Pablo II" de la Oficina de Prensa de la Santa Sede – participaron Monseñor Rino Fisichella, Presidente del mencionado Dicasterio con el Secretario, Monseñor Octavio Ruiz Arenas y el Delegado de Catequesis, Monseñor Franz-Peter Tebartz-van Elst. La conferencia de prensa también pudo seguirse en directo streaming por el canal de YouTube de Vatican News.

Evento feliz para la vida de la Iglesia

Monseñor Rino Fisichella afirmó que la publicación de un Directorio para la Catequesis representa un evento feliz para la vida de la Iglesia, dado que puede marcar una provocación positiva porque permite experimentar la dinámica del movimiento catequético que siempre ha tenido una presencia significativa en la vida de la comunidad cristiana. Y añadió que tras mucho tiempo y esfuerzo, y después de una amplia consulta internacional, este Directorio para la Catequesis es un documento de la Santa Sede que ahora se confía a toda la Iglesia. También explicó que se dirige en primer lugar a los Obispos, por ser “los primeros catequistas entre el pueblo de Dios”, además de “los primeros responsables de la transmisión de la fe”. Naturalmente, junto a los Obispos se encuentran implicadas las Conferencias episcopales, con sus respectivas Comisiones para la catequesis, a fin de compartir y elaborar un esperado proyecto nacional que apoye el camino de cada diócesis.

El Señor transforma en evangelizadores genuinos

Sin embargo, los más directamente implicados en el uso de este Directorio, siguen siendo los sacerdotes, los diáconos, las personas consagradas, y los millones de catequistas que diariamente ofrecen su ministerio en las diferentes comunidades. Por esta razón destacó que “la dedicación con la que trabajan, sobre todo en un momento de transición cultural como éste, es el signo tangible de cómo el encuentro con el Señor puede transformar a un catequista en un genuino evangelizador”.

Se trata del tercer Directorio desde el Concilio Vaticano II

Asimismo se destacó que desde el Concilio Vaticano II éste es el tercer Directorio, tras el primero, de 1971, y el segundo, de 1997, que “marcaron estos últimos cincuenta años de historia de la catequesis” y que “han desempeñado un papel fundamental” para dar un paso decisivo en el camino catequético, sobre todo, “renovando la metodología y la instancia pedagógica”. A lo que el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización agregó:
“El proceso de inculturación que caracteriza en particular a la catequesis y que, sobre todo en nuestros días, demanda una atención muy particular, ha requerido la composición de un nuevo Directorio”.

Desafío al que se enfrenta la Iglesia

Por otra parte, se puso de manifiesto que “la Iglesia se enfrenta a un gran desafío que se concentra en la nueva cultura con la que se encuentra, la digital”. De manera que “focalizar la atención en un fenómeno que se impone como global, obliga a quienes tienen la responsabilidad de la formación a no tergiversar”. Y a diferencia del pasado, cuando la cultura se limitaba al contexto geográfico, “la cultura digital tiene un valor que se ve afectado por la globalización en curso y determina su desarrollo”.

La Iglesia en el complejo mundo de la educación

Y teniendo en cuenta que “los instrumentos creados en esta década manifiestan una transformación radical de los comportamientos que inciden sobre todo en la formación de la identidad personal y en las relaciones interpersonales”, se destacó que:

“La velocidad con que se modifica el lenguaje, y con él las relaciones conductuales, deja entrever un nuevo modelo de comunicación y de formación que afecta inevitablemente también a la Iglesia en el complejo mundo de la educación”.

La Iglesia en el vasto mundo Internet

Después de destacar que “la presencia de las diversas expresiones eclesiales en el vasto mundo de Internet es ciertamente un hecho positivo”, también se afirmó que “la cultura digital va mucho más allá”, puesto que “toca de raíz la cuestión antropológica”, que es “decisiva en todo contexto formativo, sobre todo en lo referente a la verdad y a la libertad”. Cuestión que hace necesaria una confrontación para la Iglesia en virtud de su “competencia” sobre el hombre y su pretensión de verdad.

Por esta razón, y “sólo por esta premisa – dijo Monseñor Fisichella – era necesario un nuevo Directorio para la catequesis. En la era digital, veinte años son comparables, sin exageración, al menos a medio siglo. De aquí se deriva la exigencia de redactar un Directorio que tomara en consideración con gran realismo la novedad que se asoma, con el intento de proponer una lectura que implicara la catequesis”. Por este motivo:

“El Directorio no sólo presenta los problemas inherentes a la cultura digital, sino sugiere también cuáles caminos seguir para que la catequesis se convierta en una propuesta que encuentre al interlocutor en condiciones de comprenderla y de ver su adecuación con el propio mundo”.

Razón de orden teológico y eclesial

Al mismo tiempo existe “una razón más de orden teológico y eclesial que ha llevado a redactar este Directorio”. Y es “la invitación a vivir cada vez más la dimensión sinodal” con sus “constantes” en todas estas asambleas “que tocan de cerca el tema de la evangelización y de la catequesis”. Por esta razón se recordó de modo especial el Sínodo sobre la Nueva evangelización y la transmisión de la fe, del año 2012, con la consiguiente Exhortación Apostólica del Papa Francisco Evangelii gaudium, y el vigésimo quinto aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, documentos que son de competencia directa del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

“La evangelización ocupa el lugar principal en la vida de la Iglesia y en la enseñanza cotidiana del Papa Francisco”.

Continuidad con la enseñanza de San Pablo VI

Monseñor Fisichella recordó que “la evangelización es la tarea que el Señor resucitado confió a su Iglesia para ser en el mundo de todos los tiempos el fiel anuncio de su Evangelio”. Por esta razón dijo que “prescindir de este presupuesto equivaldría a convertir a la comunidad cristiana en una de las muchas asociaciones beneméritas, fuerte durante sus dos mil años de historia, pero no la Iglesia de Cristo”. Y añadió que “la perspectiva del Papa Francisco, entre otras cosas, se sitúa en fuerte continuidad con la enseñanza de San Pablo VI en la Evangelii nuntiandi de 1975. Ambos no hacen más que referirse a la riqueza surgida del Vaticano II que, en lo referente a la catequesis, encontró su punto focal en Catequesis tradendae (de 1979) de San Juan Pablo II”.

Este nuevo Directorio “hace suya la centralidad del kerygma que se expresa en sentido trinitario como compromiso de toda la Iglesia”. Y se articula tocando varios temas que no hacen más que remitir al objetivo de fondo. “Una primera dimensión es la mistagogía que se presenta a través de dos elementos complementarios entre sí: ante todo, una renovada valorización de los signos litúrgicos de la iniciación cristiana; además, la progresiva maduración del proceso formativo en el que está implicada toda la comunidad”.

Otra novedad del Directorio es el vínculo entre la evangelización y el catecumenado en sus diversas acepciones. De donde se desprende la urgencia de “llevar a cabo una conversión pastoral para liberar a la catequesis de ciertos lazos que le impiden ser eficaz”. A la vez que, como escribió el Papa Francisco:

“Anunciar a Cristo significa mostrar que creer en Él y seguirlo no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar la vida de un nuevo resplandor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas”.

Un Dios cercano que ama

Por lo tanto, el Directorio presenta la catequesis kerygmática no como una teoría abstracta, sino más bien como un instrumento con un fuerte valor existencial. Esta catequesis encuentra su punto de apoyo en el encuentro que permite experimentar la presencia de Dios en la vida de cada uno. Un Dios cercano que ama y sigue los acontecimientos de nuestra historia porque la encarnación del Hijo lo compromete directamente. La catequesis debe involucrar a todos, catequista y catequizando, en la experiencia de esta presencia y en el sentirse involucrado en la obra de la misericordia.

“Esperamos que este nuevo Directorio para la Catequesis pueda ser de verdadera ayuda y apoyo a la renovación de la catequesis en el único proceso de evangelización que la Iglesia no se ha cansado de llevar a cabo desde hace dos mil años, para que el mundo pueda encontrar a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre para nuestra salvación”.

Elaboración del nuevo Directorio para la Catequesis

Por su parte, el Secretario del Consejo Pontificio la para la Promoción de la Nueva Evangelización recordó que el Papa Benedicto XVI, al pasar la competencia de la Catequesis al mencionado Dicasterio, quería subrayar el puesto tan importante que tiene la catequesis en la realización de la misión fundamental de la Iglesia: la evangelización.

Una doctrina capaz de iluminar la mente y el corazón

De hecho, en una de las sesiones finales de la XIII Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, había manifestado esa intención, que concretó el 16 de enero de 2013 al publicar la carta apostólica Fides per doctrinam, en la que se dice que “la fe necesita ser sostenida por medio de una doctrina capaz de iluminar la mente y el corazón de los creyentes, pues el particular momento histórico que vivimos, marcado entre otras cosas por una dramática crisis de fe, requiere asumir una conciencia tal que responda a las grandes esperanzas que surgen en el corazón de los creyentes por los nuevos interrogantes que interpelan al mundo y a la Iglesia”.

“En efecto, la Iglesia no vive más en un régimen de cristiandad, sino en medio de una sociedad secularizada en la que al fenómeno del alejamiento de la fe se añade el hecho de que se ha ido perdiendo el sentido de lo sagrado y se han puesto en tela de juicio los fundamentos de los grandes valores del cristianismo”.

“Hay que reconocer – dijo Monseñor Octavio Ruiz Arenas – que muchos bautizados nunca recibieron una iniciación cristiana, que no fueron animados por el kerygma, que no han logrado un encuentro personal con Cristo y que no han tenido un apoyo y acompañamiento de la comunidad cristiana”.

De donde surgió “la necesidad de profundizar acerca de cómo la actividad catequística se inserta dentro del proceso de nueva evangelización”, para lo cual, ya en n mayo de 2015, se elaboró un primer borrador de un documento que llevaba por título “Catequesis y Nueva Evangelización” que, partiendo del Directorio General para la Catequesis, asumía lo que el Papa Francisco indicaba en la exhortación apostólica Evangelii gaudium. Proyecto que se presentó a los Miembros de este Pontificio Consejo durante la II Asamblea Plenaria realizada del 27 al 29 de mayo de 2015, durante la cual se decidió que era más oportuno realizar una actualización del Directorio de 1997.

El nuevo Directorio llega tras doce borradores

Después de analizar algunos temas de interés para el nuevo Directorio, como la realidad juvenil, la cultura digital, la catequesis y las personas con discapacidad y la piedad popular, se fueron realizando más consultas y, en la medida en que se iban haciendo las debidas correcciones, hasta llegar al texto actual del nuevo Directorio, se produjeron doce borradores.

“Han sido, pues, casi seis años de trabajo para la elaboración del nuevo Directorio para la Catequesis, cuya última redacción ha sido aprobada por el Santo Padre el pasado 23 de marzo, en la memoria litúrgica de Santo Toribio de Mogrovejo”.

8 Consejos para padres cuyos hijos se alejan de la fe

Muchos jóvenes llevados por distintas razones abandonen la fe, ¿cómo proceder?

No es una situación poco frecuente (ojalá lo fuera) que hoy en día muchos jóvenes (sobre todo cuando ingresan a la universidad)  llevados por distintas razones abandonen la fe. Las causas pueden ir desde la influencia de los amigos, las modas, un racionalismo intenso, información incompleta hasta la decepción por la misma iglesia. Sea cual fuere la razón, para padres católicos el que su hijo formado en la fe la abandone, es un dolor muy grande. Un dolor que inevitablemente viene acompañado de culpa: ¿qué fue lo que hice mal para que mi hijo ya no crea en Dios?

Más allá de lo bueno y malo que hacemos como padres, porque para padre perfecto solo el celestial, lo primero que hay que entender es que nuestros hijos nos fueron dados como un encargo precioso. Pero, por decirlo de alguna manera; no son nuestros. Su formación es nuestra responsabilidad primera y nuestro deber. Llegada la edad adulta sus decisiones, son suyas. Siempre seremos sus padres, siempre seremos sus referentes pero, las decisiones del curso de su propia vida las tomarán ellos mismos. Así como las tomamos nosotros.

Un buen amigo me decía que es necesario recordar que el amor a nuestros hijos constituye también un camino de santidad, de prueba y de amor incondicional. Diciendo esto les dejamos una serie de reflexiones que podrán servir de ayuda para enfrentar la difícil situación de nuestros hijos que de pronto dicen no creer más en Dios.

1. Lo que has formado desde pequeño se encuentra aún ahí

Todo el esfuerzo que has hecho por formarte como padre, por darles lo mejor, y no me refiero solo a lo material, se encuentra ahí, en el interior de tu hijo. Lo que le has enseñado ha moldeado de una manera importante el tipo persona que es hoy. En la edad adulta verás los frutos de ese esfuerzo inagotable por formarlos en la fe, en las virtudes, en los buenos modales, en el respeto, en la libertad. Lo que sembramos en nuestros hijos pequeños dará fruto en la edad adulta. Y si en este momento pareciera que todos tus esfuerzos han caído en saco roto, no desesperes, ten paciencia y esperanza. Tu trabajo no ha sido en vano.

2. Escúchalo, trátalo con respeto e interésate por su decisión

En lugar de entrar en desesperación y dejarte llevar por solo por el sentimiento, respira. Antes de hablar primero escucha, interésate por él. No te dejes llevar por la indignación y te enredes en sermones que podrían ocasionar que tu hijo se aleje. Escucha sus razones, pregúntale y sigue escuchando. Trata de conocer su pensamiento, sus razones, sus anhelos e ilusiones. Solo con esa información, sabrás qué camino ir tomando.

3. No trates de convencerlo

No empieces una campaña incesante de convertir al hijo, es muy probable que consigas el resultado contrario. Esto no significa que ustedes, los padres, dejen sus prácticas religiosas o dejen de hablar de Dios frente a su hijo. Por el contrario continúen con ellas como siempre y sean cada vez más coherentes con su fe y vida cristiana. Muchas veces la decepción a causa del proceder de algunos cristianos es un factor clave para que los hijos dejen de lado la fe. No lo fuercen a rezar, pero que tu actitud frente a la oración sea un ejemplo. No es que seas indiferente, puedes hablar abiertamente de tu pensamiento y tu fe, dejar que él te escuche así como tú lo escucharás a él.  Es una situación oportuna para aprender a conversar y a respetarse.

4. No lo manipules con castigos o le cortes la ayuda a condición de su fe

Condicionar su fe a tu ayuda no va a llevar la relación a ningún buen lugar. Nuestra fe no es una obligación impuesta por alguien, nuestra fe es una relación de amor, un regalo. Jesús no se acercó diciendo: «Te obligo a creer en mí». Jesús se volvió pequeño como uno de nosotros y con paciencia, ternura y con su ejemplo de vida nos mostró el camino. Como cristiano sigue ese ejemplo de Jesús que es cercano, paciente, amble y todo lo provee.

5. Muéstrale la alegría de tener una relación con Dios

Nuestra fe no es simplemente creer en algo. La riqueza de nuestra fe está en que consiste en una relación con Alguien. No se trata de una serie de normas a cumplir sin razón y que hacemos mecánicamente. Nuestra fe nace de un encuentro con otra persona, la persona de Cristo Jesús. En una situación así, más que mil palabras, valdrá el ejemplo de tu vida cotidiana. Tu coherencia, tu alegría, tu trato con los demás, tu amor firme e incondicional.

6. Inclúyelo en tus actividades sin forzarlo

Así como tú respetas y a la vez conversas sobre su decisión, de la misma manera muéstrale tu pensamiento y conversa sobre él. No tengas miedo a mostrar tu fe, continúa haciéndolo partícipe e invitarlo siempre  que puedas (aunque él diga que no) a tus actividades religiosas, incluso a campañas de ayuda social. Invítalo a misa (por lo menos pregúntale si te acompaña), continúa con las celebraciones Pascuales, Navideñas, hazlo partícipe como siempre. Celebra junto a él con alegría. La decisión de participar o no será suya, pero lo más probable es quiera ir (a algunas por lo menos). Estas celebraciones han formado parte de su historia desde siempre y además están llenas de amor.

7. No caigas en la tristeza y en la desesperanza

Puede que él haya decidido no creer en Dios, pero recuerda que Dios siempre cree en él. Es su creador, su Padre y nunca lo dejará desamparado, aunque a veces así parezca. No te dejes caer en la tentación de pensar que tu hijo será condenado, ese es asunto solo le compete a Dios. A nosotros nos compete el amar y entregarnos al servicio de los demás. Así que en lugar de dejarte vencer por la tristeza y la desesperanza, confía en Dios aún con más fuerza.

8. Que Santa Mónica se vuelva tu mejor amiga

Santa Mónica es nuestra aliada por excelencia en esta misión. Ella sabe y conoce perfectamente la situación de un hijo alejado de Dios. Recurre a ella para que interceda por tu hijo y como ella ofrécele a Dios todos tus pesares y dolores. Ora constantemente y sin cansancio. El camino hacia la conversión de nuestros hijos pasa indiscutiblemente por nuestra propia conversión. Por pedirle a Dios cada día más fe, y por entregarnos de una manera cada vez más completa. Y así como el obispo le dijo a Santa Mónica: “Esté tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”.

BONUS: Fórmate continuamente

A veces, ante las preguntas de nuestros hijos nos quedamos sin respuestas, no porque la pregunta sea difícil, sino porque simplemente no nos hemos informado bien. En la fe es importante la práctica pero también es muy importante la formación, el conocer nuestra historia como católicos y los fundamentos de nuestra vida cristiana. Fórmate constantemente, consulta fuentes confiables, cultívate y aprende todos los días a ser un mejor padre.

«Cuánta dignidad y cuánta ternura en la espera de ese padre que está en la puerta de casa esperando que el hijo regrese. Los padres deben ser pacientes. Muchas veces no hay otra cosa que hacer más que esperar; rezar y esperar con paciencia, dulzura, magnanimidad y misericordia» (Papa Francisco – 4 de febrero de 2015).
 
10 clásicos del cine que ningún católico se puede perder

Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos

Buenas películas, bien realizadas y con contenidos profundos hay muchas, aunque quizás no tantas como quisiéramos. Hay producciones que, además, nos introducen en aspectos esenciales de la fe y nos permiten vislumbrar, con el lenguaje del cine, verdades imperecederas. Son ventanas a lo esencial y dan color, sonido y voz a aquello invisible a los ojos pero fundamental para comprender cada vez más la vida cristiana. Hemos escogido 10 películas de esta clase, sin deseo de hacer un “ranking” ni pensando que son las mejores. De hecho, estamos seguros de que hay muchas más y que, como toda lista de este tipo, está siempre un poco sujeta a la opinión personal y un tanto subjetiva de cada persona. Nota: hemos dejado de lado las películas sobre la vida de Cristo y sobre las vidas de los santos para otra ocasión.

1. La fiesta de Babette (1987):

Es una película danesa y una de las preferidas del Papa Francisco. La historia —que transcurre en un apartado pueblo de la costa—  parece sencilla pero encierra profundas analogías con el cristianismo. Es una gran virtud de esta película mostrarnos, con gran arte y belleza, que lo que opera detrás de lo aparente es algo mucho más profundo, y en el fondo, no otra cosa que la gracia de Dios que va transformando, a partir de una experiencia que empieza en lo sensible, los corazones que se abren a Él. En La fiesta de Babette, una auténtica fiesta de gozo, entrega y alegría, cada comensal va descubriendo un sentido más profundo para la vida, lleno de belleza y verdad. https://youtu.be/RsIgPVLChW8

2. La misión (1986):

Una gran producción cuya historia gira alrededor de las misiones jesuitas en Paraguay. Su historia encierra profundos elementos de perdón y reconciliación, además de evidenciar la tarea de los misioneros en esa parte del continente, con sus aciertos y desaciertos. Nos muestra también las grandezas que puede realizar el ser humano, al mismo tiempo que sus facetas más oscuras. La música que acompaña la película es una obra maestra en sí misma. https://youtu.be/ghyLx-KmQ4M

3. De dioses y hombres (2010):

Narra los días previos al asesinato de una comunidad de monjes trapenses en Argelia. La película no es un homenaje innecesario a la valentía de siete hombres, ni una invitación a la resignación frente a eventos desafortunados. Es, por el contrario, una llama de esperanza que ilumina un mundo lleno de odio y violencia, y lo es precisamente porque la historia de estos hombres resulta también un llamado a la acción decidida, incluso cuando esto significa elegir, por amor a Dios, confiar absolutamente en Él.
https://youtu.be/1AKWg71HlyY

4. Ben Hur (1959):

Un clásico del cine además de una producción que nos lleva al encuentro de la figura histórica de Jesús. En ese recorrido que lleva a Ben Hur de la nobleza a la esclavitud de las galeras, de la servidumbre a la libertad como hijo adoptivo de un acaudalado romano, del triunfo y la aclamación al sufrimiento y desesperación por sus seres queridos, nos encontramos con otra persona que parece acompañarlo desde lejos: Jesús el Cristo. Ben Hur es siempre un hombre en búsqueda, y su corazón permanecerá inquieto hasta alcanzar lo que de verdad anhela: el rostro de Cristo. https://youtu.be/Ql0c4JD-93c

5. Qué bello es vivir (1946):

Otro clásico del cine y en particular del tiempo de Navidad. Una película que nos lleva a comprender el valor del servicio sincero y la entrega desinteresada a los demás, y a valorar nuestras acciones no por sus frutos inmediatos sino más bien por los imperecederos. «Ningún hombre que tiene amigos es un fracaso», nos dice esta historia. Tampoco el hombre o mujer que ama y se deja amar. Al final de la película, mientras suenan las campanas de la iglesia y se celebra el nacimiento del Señor, quien vino no a buscar su propia gloria sino a realizar el bien y ponerse al servicio de la humanidad, la desesperanza del protagonista se convierte en alegría y cercanía con todos los que lo rodean, y las voces se elevan ya no en una petición de ayuda, sino en gloria a Dios en la forma de un villancico navideño. https://youtu.be/ewe4lg8zTYA

6. Las flores de la guerra (2011):

Cruda representación de la masacre de la ciudad de Nankin (China) ocurrida en 1937. Las flores de la guerra es una película dura pero llena de belleza y significado. Es, en un sentido, un canto de esperanza para el corazón humano, que incluso herido por el mal puede hallar espacio para vencer al egoísmo y optar por el bien y el sacrificio. Enseña también a no desesperar de la condición humana, capaz de tanta destrucción y violencia, pero también de entrega y abnegación extraordinarias. Nos recuerda al mismo tiempo  aprender a no juzgar por lo externo. Son a veces los más pecadores quienes descubren con mayor fuerza la necesidad del amor y la misericordia, y se hacen así capaces de ponerse de rodillas y, entrando en sí mismos, recorrer el sendero de todos los hijos pródigos de la humanidad. https://youtu.be/bjuzNJh6BbM

7. El árbol de la vida (2011):

Esta producción de Terrence Malick tiene quizás como gran defecto lo que es su mayor virtud: el intento de presentar una visión total del misterio de la creación, del pecado y del amor de Dios en la vida del hombre, misterio imposible de aprehender —y de representar— en su totalidad. Su lenguaje analógico es quizás por momentos de difícil comprensión, pero la belleza de su ejecución y la profundidad de los temas que toca es innegable. Se trata, por tanto, de una gran intento de presentar con imágenes el misterio de la vida, que involucra la acción de Dios, la respuesta del hombre, la libertad, el sufrimiento, la vida eterna, entre otros muchos temas tan importantes de reflexionar en todo peregrinar terreno. https://youtu.be/r0asEWslAhI

8. Marcelino pan y vino (1955):

Hermosísima película española sobre un niño huérfano acogido en un monasterio. En medio de sus travesuras nos hará reír, sufrir y también llorar al descubrir, como lo hicieron los monjes, la sencillez y bondad que encierra el corazón de un niño, y sobre todo, su capacidad para hablar con Dios. Película de una ternura extraordinaria, que al mismo tiempo despierta en el interior el anhelo de un encuentro profundo, natural y cotidiano con Dios y con la Virgen. https://youtu.be/ewVHvDIiZTg

9. Los miserables (2012):

Una de las producciones más importantes de los últimos tiempos y genial adaptación del musical basado en la famosa obra de Víctor Hugo. Difícil resumir o destacar los aspectos más importantes o interesantes de la película. En ella, en realidad, se muestra lo mejor y lo peor de la humanidad, con muchas de sus complejidades, anhelos, alegrías, fracasos y dolores. Lo épico se entremezcla con el sinsentido, el amor va de la mano del dolor, la felicidad con el desprendimiento, y el camino que separa la felicidad de la amargura y la desesperación es a veces una sutil línea donde las intenciones y el uso correcto o equivocado de la libertad deciden batallas de alcance insospechado. https://youtu.be/RrRGLwAUZ0Y

10. Yo confieso (1953):

Una gran producción de Alfred Hitchcock que gira en torno al secreto de la confesión sacramental. Si bien por un lado resalta el misterio y suspenso de la historia, detrás de ellos se encuentra el gran valor del p. Michael Logan para proteger el sigilo sacramental y ser fiel a sus propios compromisos, incluso a pesar de lo que puede significar para su propia vida. Toda una lección para nuestro tiempo. Es, al mismo tiempo, una historia de perdón y amor al prójimo, en especial hacia aquel que nos daña.
https://youtu.be/KqIGbonwEzU
 
Y un bonus…

11. Cartas a Dios (2009):

Cartas a Dios es una hermosa alegoría de la vida cristiana vista a través de los ojos de un niño con una enfermedad terminal. No busca soslayar la dureza de la enfermedad, ni presentar una visión rosa de la vida. Enseñándonos lo verdaderamente valioso en la vida cuando se ilumina por lo que Dios nos ha revelado, Cartas a Dios resulta una película llena de ternura, compasión y, paradójicamente a ojos humanos, llena de gozo y paz. Es, en este sentido, toda una catequesis sobre la vida cristiana. https://youtu.be/j26MqaVjKPc

 

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