El pueblo que habita en las tinieblas ha visto una gran luz


Francisco y Juan José Omella

Es amigo del Papa y cuenta con buenos “padrinos” en España y en Roma
Juan José Omella se prepara para suceder al cardenal Sistach en Barcelona
Un obispo marcadamente “social”, con dotes de pastor y que habla perfectamente catalán
En la rosa de sucesores, los obispos Vives y Taltavull y el abad de Poblet, José Alegre

(José Manuel Vidal).- Es el obispo-comodín del Papa Francisco, que lo acaba de nombrar miembro de la "fábrica" de prelados del Vaticano, la congregación de Obispos. Pero a Juan José Omella, obispo de La Rioja, le esperan premios o servicios mayores. Con casi total probabilidad, el Papa le nombre arzobispo de Barcelona el próximo mes de febrero. Un obispo sencillo y social, al estilo Francisco, para suceder al cardenal Martínez Sistach, que cumplirá los 78 años (tres de prórroga) el próximo mes de abril.

El actual prelado de La Rioja cuenta con muchas y potentes bazas para ser el nuevo arzobispo barcelonés. De sólida formación intelectual, siempre ha estado alineado en el sector "social" del episcopado. Es decir, entre los obispos convencidos de que la Iglesia debe ser, ante todo, samaritana. Este tipo de pastores, desde la llega al solio pontificio del Papa Francisco, tiene el viento a favor, no en vano Bergoglio quiere una Iglesia "hospital de campaña".

Tampoco le podrían poner pegas en Barcelona por la cuestión lingüística. Omella nació y se crió en Cretas, un pueblo de Teruel, donde se habla perfectamente el catalán, una lengua que el obispo nunca ha olvidado y que habla con soltura, siempre que tiene ocasión. Amén de dominar también el francés y el italiano.

Eso sí, necesitaría una rápida inmersión en los entresijos de la sociedad catalana. Desde la prensa a los intelectuales, pasando por políticos, teólogos, fundaciones y asociaciones. Es decir, integrarse a fondo en el tejido social y eclesial catalán, requisito imprescindible para que para que Omella sea plenamente acogido en Barcelona, cuente en la sociedad catalana y lidere con garantías la conferencia episcopal tarraconense.

Algo relativamente fácil para un prelado que está adornado con muchas y variadas cualidades personales. Omella es un pastor sencillo, cercano, afable, de los que buscan las distancias cortas y pisar barro. De los obispos-pastores y servidores de la comunidad que tanto gustan al Papa. No en vano fue párroco y hasta misionero (estuvo un año en el Zaire), antes de ser vicario general de Zaragoza, para pasar a obispo auxiliar de la sede del Pilar en 1996.

Por poco tiempo, porque el 27 de octubre de 1999 fue nombrado obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, de la que tomó posesión el 12 de diciembre de 1999. Cinco años después, el 8 de abril de 2004, pasa ya a ocupar una diócesis importante, la de Calahorra y La Calzada-Logroño.

Además de su experiencia y de su excelente recorrido pastoral, tiene "padrinos". Omella es amigo personal de dos de los cardenales más cercanos del Papa, el también turolense cardenal Santos Abril, arcipreste de la Basílica romana de Santa María la Mayor, y del cardenal hondureño Rodríguez Maradiaga, moderador del G-9 y probable presidente del nuevo dicasterio romano de 'Justicia y Caridad', que se pondrá en marcha tras la reforma de la Curia vaticana. Y no sólo eso. Omella conoce personalmente al Papa, desde su época de arzobispo de Buenos Aires y mantiene una estrecha relación con él.

Además de esos apoyos externos, Omella puede presumir (aunque nunca lo haga) de contar con buen predicamento incluso entre sus compañeros obispos.

De hecho, fue elegido por sus pares presidente de la comisión de Pastoral Social. Y, recientemente, de Roma le llegaba otro espaldarazo: el nombramiento de miembro de la comisión de Obispos, la fábrica romana, dirigida por el cardenal Ouellet, donde se cuecen todos los nombramientos episcopales del mundo.

Hasta ahora no era habitual que un simple obispo formase parte de esa potente comisión. Los últimos miembros españoles en ella son dos cardenales: Santos Abril y Cañizares. Y de ella formó parte durante décadas el cardenal Rouco Varela.
El hecho de que Omella entre en ese sancta sanctorum es un claro guiño del Papa hacia el prelado riojano. Un guiño que podría esconder un aval de cara a su eventual designación como arzobispo de la Ciudad Condal.

Descartado en la pugna sucesoria barcelonesa, monseñor Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, que ha cumplido ya los 70 años, sólo quedarían en la carrera Joan Enric Vives, arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, el obispo auxiliar de Barcelona, Sebastiá Taltavull, y un 'tapado', el Abad de Poblet, José Alegre.

Contra Vives, juega precisamente el hecho de que sea copríncipe de Andorra, amén del sambenito que le colgaron los sectores más conservadores de ser demasiado nacionalista. Monseñor Taltavull es el preferido del clero y del laicado barceloneses, que le admira por su cercanía, sencillez y temple pastoral. Y, además, cuenta ya con experiencia y conocimiento de la realidad de la archidiócesis.

El Abad de Poblet, un aragonés que preside en la caridad, desde hace años, uno de los monasterios-símbolo de Cataluña, podría ser un buen mimbre para cosar un cesto tan delicado (y más en este momento) como el arzobispado de Barcelona. Francisco tiene la última palabra. Y la pronunciará con conocimiento de causa, porque conoce perfectamente al episcopado español y está pilotando su cambio con astuta y sabia determinación.

Evangelio según San Mateo 4,12-17.23-25. 


Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, 
para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! 

El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz. 

A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. 

Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

Miércoles de tiempo de Navidad después de la Epifanía del Señor

San Efrén (c. 306-373), diácono en Siria, doctor de la Iglesia Himno I sobre la Resurrección 

«El pueblo que habita en las tinieblas ha visto una gran luz»

Miércoles de tiempo de Navidad después de la Epifanía del Señor

Jesús, Señor nuestro, Cristo
Se nos ha manifestado desde el seno del Padre
Ha venido a sacarnos de las tinieblas
Y nos ha iluminado con su luz admirable

Ha amanecido el gran día para la humanidad
El poder de las tinieblas ha sido vencido
De su luz nos ha nacido una luz
Que ilumina nuestros ojos entenebrecidos

Ha hecho brillar la gloria en el mundo
Ha iluminado los abismos oscuros
La muerte ha sido aniquilada, las tinieblas ya no existen
Las puertas del infierno han sido abatidas

El ha iluminado a toda criatura
Tinieblas desde los tiempos antiguos
Ha realizado la salvación y nos ha dado la vida;
Volverá en gloria e iluminará los ojos de los que le esperan

Nuestro Rey viene en su esplendor
Salgamos a su encuentro con las lámparas encendidas
Alegrémonos en él como el se regocija con nosotros
Y nos alegra con su gloriosa luz


Hermanos míos, levantaos, preparaos
A dar gracias a nuestro Rey y Salvador
Que vendrá en su gloria y nos alegrará
Con su gozosa luz en el Reino

San Raimundo de Peñafort

Vivió entre sabios y santos. Tuvo la dicha de estar rodeado de hombres tan santos y sabios como San Alberto Magno, que fue su profesor, y San Pedro Nolasco el que dirigió su conciencia... En su tiempo vivían hombres que marcarán época como San Francisco de Asís, Domingo de Guzmán, Tomás de Aquino, Antonio de Padua...



Nació por el 1180, muy cerquita de Villafranca del Panadés -Cataluña-, y hechos los estudios en su pueblo, marchó a Barcelona para graduarse en leyes. A la vez que aprendía, enseñaba la moral y las virtudes a los demás y así, casi sin darse cuenta, formó escuela que después sería famosa en toda la ciudad Condal.



Marchó a Bolonia para ampliar estudios y se dedicó de lleno al estudio de las leyes en las que será un gran maestro. Ya había echado raíces en esta hermosa ciudad italiana cuando apareció su Obispo de Barcelona, D. Berenguer de Palou, para decirle: "Os necesito en Barcelona. Por favor, venid a ayudarme en la dirección de la diócesis y en la corrección de sus defectos. Quiero y necesito vuestra ayuda".

Viendo que era la voluntad del Señor volvió a su tierra y pronto su fama se extendió como en Bolonia. 



Todos acudían a él con sus dificultades y a todas partes llegaba su acción iluminadora y caritativa. Pero él se veía un tanto vacío y buscaba más tiempo para entregarse a la oración y a su trato íntimo con el Señor. Por ello cierto día apareció ante el P. Prior de los Dominicanos y le dijo "Padre, he visto en Bolonia el maravilloso ejemplo que me ha dado vuestro fundador el P. Domingo. Quiero seguir su vida. Admitidme y vestidme el hábito de vuestra Orden"... Era el Viernes Santo de 1222 cuando vestía el hábito dominicano.



Un día le llegó un joven con acento provenzal y le abrió su alma. Le vino a decir: "Padre mío, ya hace días que vengo siguiendo sus clases y tratando de imitar su vida pero necesito algo más. Vendí cuanto tenía y abandoné mi patria para entregarme a Dios, y desde Francia llegué hasta aquí buscando a los pobres y necesitados... pero aún quiero algo más. Quiero descubrir la voluntad del Señor respecto a mí.

Necesito que Ud. me ayude a descubrirla...". Era el joven Pedro Nolasco quien venía de tan lejos. De aquel maravilloso encuentro saldría una gran amistad y una obra común: La fundación de la Orden de la Merced...



A sus 47 años dice un día al P. Provincial que se llamaba Sugerio: "Padre, écheme, por favor una buena penitencia por mis muchos pecados, sobre todo por los que cometí en Bolonia por mi soberbia". Y el P. Provincial le impuso el escribir una SUMA sobre Teología moral que aún hoy es una maravilla de precisión y seguridad y que tantos juristas durante siglos se aprovecharon de ella.



El Señor quería favorecer en aquellos momentos el gran apostolado de la redención de cautivos que tanto abundaban, inspiró a tres grandes hombres lo misma idea: Fundar la Orden de la Merced. Para ello se manifestó al rey Jaime I, a Pedro Nolasco y a nuestro Raimundo de Peñafort. A cada uno le manifestó lo que de ellos esperaba. Cada uno tuvo una gran misión en el nacimiento y desarrollo de esta Orden...



Raimundo, a pesar de huir de puestos honoríficos, fue encargado por los reyes y Papas de grandes misiones y embajadas y en todas salió airoso y con gran fruto. Huyó desde Palma hacia Barcelona, porque el rey no quería oír sus consejos, sobre su propio manto haciendo de barquichuela... Fue elegido Superior General de su Orden en la que tanto y tan bien trabajó... Recorrió varias naciones y países para predicar, con ardiente caridad, la fe en Jesucristo a judíos y moros... Fue el consejero de miles de personas y gran director de conciencias... Ya centenario murió el 6 de enero de 1275 y se le hicieron funerales como de persona regia. Otros Santos de hoy: Luciano, FéIix, Clero, Julián, Jenaro, Teodoro, Crispín.

Oremos: Señor Dios nuestro, tú que hiciste admirable a San Raimundo de Peñafort presbítero, por su gran misericordia para con los pecadores y los cautivos, concédenos, por su intercesión, que, libres de la esclavitud del pecado podamos servirte, con libertad filial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Jesús caminando por el mar

Marcos 6, 45-52. Es Él realmente quien viene a nuestro encuentro en los momentos de dificultad. 



Oración introductoria


Señor, al inicio de esta oración quiero ponerme en tu presencia, porque mi mente también esta embotada. Sé que Tú me ves, me escuchas, me conoces, me inspiras. Que tu presencia amorosa en esta meditación no me haga temer, sino confiar más en tu Providencia.


Petición

Señor, no dejes nunca que desconfíe de Ti. Sé Tú mi fortaleza y mi gran seguridad.


Meditación del Papa Francisco

El evangelio de hoy nos presenta el episodio de Jesús que camina sobre las aguas del lago. Después de la multiplicación de los panes y de los peces, Él invita a los discípulos a su subir a la barca y a esperarle en la otra orilla, mientras se despide de la multitud y después se retira solo a rezar en el monte, hasta la noche tarde.Y mientras tanto en el lago se levantó una fuerte tempestad, y justamente en medio de la tempestad Jesús va a la barca de los discípulos, caminando sobre las aguas del lago. Cuando los discípulos lo ven se asustan, piensan que es un fantasma, pero Él los tranquiliza: “Coraje, soy yo, no tengan miedo. […]En la barca están todos los discípulos, unidos por la experiencia de la debilidad, de la duda, del miedo, de la 'poca fe'. Pero cuando en esa barca sube Jesús, el clima inmediatamente cambia: todos se sienten unidos en la fe en Él. Todos pequeños y asustados se vuelven grandes en el momento en el cual se arrodillan y reconocen en su maestro al Hijo de Dios.

Cuantas veces también a nosotros nos sucede lo mismo: sin Jesús, lejos de Jesús nos sentimos miedosos e inadecuados, a tal punto que pensamos no poder lograr nada. Falta la fe, pero Jesús está siempre con nosotros y escondido quizás, pero presente y siempre pronto a sostenernos.(S.S. Francisco, 10 de agosto de 2014).

Reflexion


Una constante en Jesucristo es que cuando se encuentra solo toma ese tiempo para platicar con su Padre.

¿Cuánto desearía Cristo estos momentos de oración? Por eso despide a sus discípulos y se preocupa de que los demás vayan tranquilos a sus casas.


¿Qué amor tiene Dios por sus hijos, que los despide uno a uno deseándoles lo mejor para el viaje? Imagínate que es Dios amoroso quien te invita todos los días a vivir cerca de Él. Dios nos da un ejemplo grandísimo: después de un día lleno de trabajo, se aleja en la montaña para orar. Eso hay que hacerlo todos los días, al final de la jornada, para agradecer de la manera más fácil a Dios por los beneficios recibidos.


Es Él realmente quien viene a nuestro encuentro en los momentos de dificultad. Viene como un Padre amoroso que quiere ayudarnos. Por eso no nos sintamos como los apóstoles, que ante el cansancio de una noche de trabajo no le reconocemos al acercarse. El nos dice: "Ánimo, no temáis". Por lo tanto, refugiémonos en la fe, porque ella nos dará la certeza de estar siempre cerca de Cristo y que Él nunca nos abandonará.


Propósito


Antes de iniciar mi meditación, hacer siempre actos de fe, confianza y amor a Dios.


Diálogo con Cristo 


Jesús, estoy convencido de que quien cree en Ti, y te ama de verdad, jamás desconfía por más tribulaciones que padezca. En este Año de la Fe quiero tener ese encuentro profundo, real, personal y comprometedor contigo, porque sé que a mayor fe, más felicidad.



El Papa toma mate en la audiencia

"A menudo las madres son explotadas a causa de su disponibilidad"
Francisco: "Romero decía que las madres viven un martirio materno"
"Sin las madres, la fe perdería buena parte de su calor profundo"
Nosotros no estamos huérfanos, tenemos tres madres: la Virgen, la Iglesia y nuestra madre

(José M. Vidal).- Audiencia del miércoles en el aula Pablo VI. Francisco hace un canto a las tres madres de los creyentes: La Virgen, la Iglesia y la madre de cada cual. A ellas que, como decía el arzobispo Romero "viven un martirio materno", les debemos la vida y casi todo en la vida, incluida la fe. Más aún, "una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana", dice el Papa.

Lectura del pasaje del Evangelio de Mateo sobre los Reyes Magos.

Algunas frases de la homilía del Papa

"Continuamos con la catequesis sobre la Iglesia, con una reflexión sobre la Iglesia madre. Nuestra santa madre Iglesia"
"La Madre nos da a Jesús, nos muestra a Jesús, nos hace ver a Jesús"
"Toda persona humana debe la vida a una madre"
"La madre es poco escuchada y poco considerada en su rol central en la sociedad"
"A menudo son explotadas a causa de su disponibilidad"
"A menudo se las utiliza para ahorrar en gasto social"
"Deberían ser más escuchadas y sus luchas cotidianas, para cumplir con sus trabajos y ser amables en la familia"
"Recuerdo en mi casa: Eramos cinco y mientras uno hacía una cosa, el otro pensaba en hacer otra trastada. Pero éramos felices"
"Las madres se dividen"
"Son las madres las que más odian las guerras que matan a sus hijos"
"Cuantas veces pensé en aquellas madres que recibieron la carta diciendo que su hijo había caído en defensa de la patria...Cómo sufre una madre"
"Romero decía que las madres viven un martirio materno, en la homilía de un sacerdote asesinado por los escuadrones de la muerte"
"Dar la vida, tener espíritu de martirio, es dar en el beber, en el silencio, en la oración. En el cumplimiento honesto del deber, en el silencio de la vida cotidiana, ir dando la vida, como da la madre que sin aspavientos, con la sencillez del martirio maternal da a luz, da de mamar, hace crecer, cuida con cariño a su hijo. Es dar la vida".

Monseñor Romero, 15 de mayo de 1977 - El Salvador
"Dar la vida poco a poco, como la da una madre, con la sencillez del martirio materno"
"La opción de vida de una madre es la de dar vida"
"Una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana"
"Ellas saben demostrar la ternura, el servicio y la fuerza moral"
"Transmiten los primeros gestos y las primeras oraciones"
"El germen de la fe están en esos primeros y preciosos momentos"
"Sin las madres, la fe perdería buena parte de su calor profundo"
"Nosotros no estamos huérfanos, tenemos tres madres: la Virgen, la Iglesia y nuestra madre"
"Gracias a las mamás, por lo que hacéis en la familia y por lo que dais al mundo"
"Y a todas las madres aquí presentes les saludamos con un aplauso"

Saludo del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis continuamos con el tema de la familia, meditando sobre la figura de la madre. Todos debemos la vida y tantas otras cosas a nuestras madres, pero no siempre éstas son escuchadas ni ayudadas en la vida cotidiana, al contrario, a menudo son explotadas a causa de su disponibilidad. Ni siquiera la comunidad cristiana las valora convenientemente, a pesar del eximio ejemplo de la Madre de Jesús. (...) Ser madre es una gran riqueza. Las madres, sin embargo, en el amor incondicional y oblativo por sus hijos, son el antídoto al individualismo, las grandes enemigas de la guerra. Es lo que el Arzobispo Óscar Romero definió como "martirio materno": una entrega total, sin aspavientos, en el silencio, la oración, el cumplimiento del deber. Ir dando la vida poco a poco como hace una madre por su hijo. En los momentos difíciles no es raro encontrar en ellas la ternura, la dedicación, la fuerza moral. Son ellas frecuentemente las que dan los primeros rudimentos de la fe, aquellos que calan más hondo; sin ellas no sólo se perderían fieles sino buena parte del calor más profundo de la propia fe.
***
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Encomendemos a la Santísima Virgen María, a todas las madres, agradeciéndoles lo que son y lo que ofrecen a la familia y la Iglesia. Dios os bendiga.

Saludo en italiano

"Gracias a las personas del circo, que nos divierte"
"Saludémosles a todos"
"El circo nos enseña que la gente del espectáculo es creadora de belleza. Y eso hace bien al alma. Necesitamos belleza. Nuestra vida es muy práctica...El hacer. También el pensar, la razón es importante. Somos animales que piensan, no que pensemos como animales (risas). Y pensar es importante. Pero también somos personas que amamos, que tenemos esta capacidad. El lenguaje del corazón. Y estos tres lenguajes se unen para hacer la armonía de la persona. Y ahí está la belleza. Y esta gente es creadora de armonía y de belleza, que enseñan ese camino superior de la belleza. Dios es verdadero, bueno y sabe hacer cosas, pero sobre todo Dios es bello. Nos olvidamos a menudo de la belleza. La humanidad piensa, siente, hace, pero hoy necesita belleza. No olvidemos esto"

Texto completo de la catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy continuamos con la catequesis sobre la Iglesia y haremos una reflexión sobre la Iglesia madre. La Iglesia es madre. Nuestra Santa madre Iglesia. En estos días la liturgia de la Iglesia ha puesto ante nuestros ojos el ícono de la Virgen María Madre de Dios. El primer día del año es la fiesta de la Madre de Dios, al cual sigue la Epifanía, con el recuerdo de la visita de los Reyes Magos. El evangelista Mateo escribe lo que hemos escuchado: "Al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje" (Mt 2,11). Es la Madre que luego de haberlo generado, presenta el Hijo al mundo. Ella nos da a Jesús, Ella nos muestra a Jesús, Ella nos hace ver a Jesús.

Continuamos con la catequesis sobre la familia. En la familia está la madre. Toda persona humana debe la vida a una madre y casi siempre debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación humana y espiritual. Pero la madre, aún siendo muy exaltada desde el punto de vista simbólico - tantas poesías, tantas cosas bellas que se dicen poéticamente de la madre - es poco escuchada y poco ayudada en la vida cotidiana, poco considerada en su rol central en la sociedad. Es más, a menudo se aprovecha de la disponibilidad de las madres a sacrificarse por los hijos para "ahorrar" en los gastos sociales.

Sucede que también en la comunidad cristiana la madre no es siempre justamente valorada, es poco escuchada. Sin embargo, al centro de la vida de la Iglesia está la Madre de Jesús. Quizás las madres, dispuestas a tantos sacrificios por los propios hijos y a menudo también por aquellos de los otros, deberían ser más escuchadas. Sería necesario comprender más su lucha cotidiana para ser eficientes en el trabajo y atentas y afectuosas en familia; sería necesario entender mejor a qué aspiran para expresar los frutos mejores y auténticos de su emancipación. Una madre con los hijos tiene siempre problemas, siempre trabajo. Yo recuerdo en casa, éramos cinco y mientras uno hacía "una", el otro pensaba en hacer "otra" y la pobre mamá iba de un lado para el otro. Pero era feliz. Nos ha dado tanto.

Las madres son el antídoto más fuerte a la difusión del individualismo egoísta. "Individuo" quiere decir "que no puede ser dividido". Las madres, en cambio, se "dividen", ellas, desde cuando acogen un hijo para darlo al mundo y hacerlo crecer. Son ellas, las madres, quienes odian mayormente la guerra, que mata a sus hijos. Muchas veces he pensado en aquellas madres cuando han recibido la carta: "Le digo que su hijo ha caído en defensa de la patria...". ¡Pobres mujeres, cómo sufre una madre! Son ellas quienes testimonian la belleza de la vida. El Arzobispo Oscar Arnulfo Romero decía que las madres viven un "martirio materno" - martirio materno. En su homilía para el funeral de un sacerdote asesinado por los escuadrones de la muerte, dijo, haciéndose eco del Concilio Vaticano II: «Todos debemos estar dispuestos a morir por nuestra fe, aunque no nos conceda el Señor este honor... Dar la vida no es sólo que lo maten a uno; dar la vida, tener espíritu de martirio, es dar en el deber, en el silencio, en la oración, en el cumplimiento honesto del deber, en aquel silencio de la vida cotidiana, ir dando la vida, como la da la madre que sin aspavientos, con la sencillez del martirio maternal concibe en su seno a su hijo, da a luz, da de mamar, hace crecer, cuida con cariño a su hijo. Es dar la vida - y éstas son las madres. Es martirio». Hasta aquí la citación. Sí, ser madre no significa sólo traer al mundo un hijo, sino es también una elección de vida: ¿qué elije una madre? ¿Cuál es la elección de vida de una madre? La elección de vida de una madre es la elección de dar vida. Y esto es grande, esto es bello.

Una sociedad sin madres sería una sociedad deshumana, porque las madres siempre saben testimoniar incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral. Las madres a menudo transmiten también el sentido más profundo de la práctica religiosa: en las primeras oraciones, en los primeros gestos de devoción que un niño aprende, se inscribe el valor de la fe en la vida de un ser humano. Es un mensaje que las madres creyentes saben transmitir sin muchas explicaciones: éstas vendrán después, pero la semilla de la fe está en esos primeros, preciosísimos momentos. Sin las madres, no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo. Y la Iglesia es madre, con todo esto. ¡Es nuestra madre! Nosotros no somos huérfanos, tenemos una madre. La Virgen y la madre Iglesia y nuestra madre. No somos huérfanos, somos hijos de la Iglesia, somos hijos de la Virgen y somos hijos de nuestras madres.

Queridas madres, gracias, gracias por lo que son en la familia y por aquello que dan a la Iglesia y al mundo. Y a ti amada Iglesia gracias, gracias por ser madre. Y a ti María, Madre de Dios, gracias por hacernos ver a Jesús. Y a todas las mamás aquí presentes, ¡las saludamos con un aplauso!

PAXTV.ORG