“Se había hecho tarde…Todos comieron hasta saciarse”

Filipinas espera ya al Papa Francisco

El Papa ha estado practicando su inglés, idioma en el que pronunciará todos sus discursos
Francisco abogará por la reconciliación en Sri Lanka y visitará a los supervivientes del Haiyán en Filipinas
"Una señal constante de su atención a Asia", subraya Federico Lombardi

Será significativa su visita a Tacoblan, en la isla de Leyte, que quedó prácticamente destruida por el tifón y donde se encontrará con algunos supervivientes

El papa Francisco llevará en su viaje a Sri Lanka y Filipinas, del 12 al 19 de enero, un mensaje de reconciliación a la población ceilandesa, además de un llamamiento al diálogo interreligioso, y su cercanía a los filipinos golpeados por los desastres naturales.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó hoy en rueda de prensa que estos serán los ejes principales del segundo viaje a Asia de Francisco, tras la visita de agosto a Corea del Sur.

Este viaje, dijo Lombardi, supone una "señal consistente de su atención" a Asia.

Lombardi recordó que esos dos países ya fueron visitados en 1970 por el papa Pablo VI, quien realizó un amplio viaje a Asia, y por Juan Pablo II, que fue a Filipinas en 1981 y luego a los dos Estados en 1995.

Las novedades de esta gira radican en quepor primera vez Francisco pronunciará todos los discursos y homilías en inglés, por lo que, agregó Lombardi, ha estado practicando estos días con la ayuda de uno de los intérpretes de la Secretaría de Estado vaticana, Mark Milles.

La primera etapa del viaje será Sri Lanka, que ha vivido una sangrienta guerra civil durante más de 30 años entre cingaleses y tamiles,que querían crear un Estado en el norte del país.

El pontífice argentino pedirá la reconciliación de las dos partes con un gesto sin precedentes: será el primer pontífice en visitar territorio tamil al viajar a Madhu, donde tendrá lugar una oración mariana en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario. Según Lombardi, Sri Lanka es un país donde conviven diferentes confesiones religiosas y "es algo que valorará el papa".

Por ello, se celebrará un encuentro interreligioso en el Bandaranaike Memorial International Conference Hall de Colombo, con la presencia de líderes budistas, hindúes, musulmanes y cristianos.

A los católicos, que suponen sólo el 7 %, el papa mostrará su cercanía con lacanonización del beato José Vaz en el Galle Face Green de Colombo, el primer santo de Sri Lanka. Además, de camino al aeropuerto para viajar a Filipinas, hará una parada en el instituto Benedicto XVI, creado para reconstruir la nación tras la guerra civil y fomentar el diálogo interreligioso. Por su parte, el viaje a Filipinas, recordó Lombardi, nace de la petición de la población de contar con el consuelo del papa después de que hace un año el tifón Yolanda causara 7.000 muertos y devastara el país, con millones de afectados.

Al respecto, será significativa su visita a Tacoblan, en la isla de Leyte, que quedó prácticamente destruida por el tifón y donde se encontrará con algunos supervivientes. Francisco también recordará a los más desfavorecidos en la misa que celebrará en la catedral de Manila y en un posterior encuentro con las familias. En Filipinas, el gran país católico de Asia, también se recordarán los 20 años de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud con Juan Pablo II, que reunió a cuatro millones de personas.

En Manila el pontífice celebrará los dos encuentros que se esperan más multitudinarios de este viaje: un acto con los jóvenes en el campo de deportes de la universidad y una misa en el parque Rizal.

Con el papa viajará el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin; el prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, cardenal Fernando Filoni, y el expresidente del Pontificio Consejo "Cor Unum" el cardenal guineano Robert Sarah.
Lombardi añadió que Francisco usará el papa movil descubierto para estar más cerca de la gente en sus desplazamientos.

Evangelio según San Marcos 6,34-44. 

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde.

Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer".

El respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron: "Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos". Jesús preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después de averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados". El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres. 

San Juan de la Cruz (1542-1591), carmelita descalzo, doctor de la Iglesia 
Cántico Espiritual B 15,28-29

“Se había hecho tarde…Todos comieron hasta saciarse”

Mi amado (…)
La noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada
la soledad sonora,
la cena que recreas y enamora.

Es de saber que en la Escritura divina este nombre cena se entiende por la visión divina; porque así como la cena es remate del trabajo del día y principio del descanso de la noche, así esta noticia, que habemos dicho sosegada, le hace sentir al alma cierto fin de males y posesión de bienes, en que se enamora de Dios más de lo que antes estaba. Y por eso le es él a ella la cena que recrea, en serle fin de los males; y la enamora, en serle a ella posesión de todos los bienes.

Pero, para que se entienda mejor cómo sea esta cena para el alma (la cual cena, como habemos dicho es su Amado), conviene aquí notar lo que el mismo amado Esposo dice en el Apocalipsis, es a saber: Yo estoy a la puerta, y llamo; si alguno me abriere, entraré yo, cenaré con él, y él conmigo (Ap 3, 20). En lo cual da a entender que él trae la cena consigo, la cual no es otra cosa sino su mismo sabor y deleites de que él mismo goza; los cuales, uniéndose él con el alma, se los comunica y goza ella también; que eso quiere decir yo cenaré con él, y él conmigo. Y así, en estas palabras se da a entender el efecto de la divina unión del alma con Dios, en la cual los mismos bienes propios de Dios se hacen comunes también al alma Esposa, comunicándoselos él, como habemos dicho, graciosa y largamente. Y así él mismo es para ella la cena que recrea y enamora, porque, en serle largo, la recrea, y en serle graciosa, la enamora.

San Lorenzo Giustiniani

El beato Juan XXIII, que fue patriarca de Venecia al igual que Lorenzo, tomó a éste como ejemplo de buen gobierno y modelo para su pontificado. Nació en Venecia el 1 de julio de 1381 al inicio del Renacimiento. Sus padres pertenecían a la nobleza. Bernardo, su progenitor, falleció siendo Lorenzo un niño, y su madre se ocupó de la educación de él y de sus hermanos. Muy bien lo hizo Querina, llenando el acontecer de sus hijos con sumas muestras de piedad. En Lorenzo vio plasmados signos preclaros de virtud que eran ya atisbos de la santidad a la que tempranamente se sintió llamado. Con todo, la buena madre pensó en casarlo convenientemente, aunque los planes de Lorenzo eran diametralmente opuestos.

Alrededor de sus 20 años perseguía con celo todo lo que condujera a la ciencia y amor de Dios. Gran penitente se caracterizaba por sus severas mortificaciones efectuadas en un estado de oración continua, al punto que su madre temía por su salud. Lorenzo se trasladó a san Giorgio in Alga, donde un tío suyo era canónigo, y sus sabios consejos le dieron luz para discernir entre la oferta del mundo y su renuncia al mismo por amor a Dios. Afrontó valientemente la propuesta que le hizo su tío de sopesar ambas opciones: «¿Tengo el valor de despreciar estos deleites para aceptar una vida de penitencia y mortificación?». Mirando al crucifijo, no tuvo dudas: «Tú, ¡oh Señor! eres mi esperanza. En Ti encontraré el árbol de la fortaleza y el consuelo».

En Alga tuvo la fortuna de hallar a otros jóvenes, pertenecientes también a la nobleza, con los que compartió sus ideales y forma ejemplar de vida. Uno de ellos sería el futuro pontífice Eugenio IV. En 1404 fundaron la Congregación de san Giorgio de canónigos seculares. El joven, nacido en buena cuna, tomó el hatillo y se dispuso a recorrer de punta a punta la ciudad, pidiendo limosna para los pobres, sin excluir las puertas de su casa materna. Puso todo su esfuerzo en derrocar sus hábitos como el de la autojustificación y disculpa cuando era reconvenido por algo que juzgaba injusto; para ello se mordía los labios, hasta que venció su tendencia. Sería modélico también por su humildad.

Fue un gran predicador y confesor. Entre otros favores, como el éxtasis, tuvo el don de lágrimas que no podía contener cuando oficiaba la Santa Misa. Sabedor de sus virtudes, Gregorio XII le encomendó el priorato de san Agustín de Vicenza a cuyo frente estuvo hasta 1409 fecha en la que fue elegido prior de la Congregación que había fundado. En 1423 dio heroico testimonio prestando auxilio y consuelo a los damnificados por la epidemia de peste. Al año siguiente fue designado general de su Orden.

En 1443 fue nombrado arzobispo de Castello por el papa Eugenio IV y continuó dando ejemplo de piedad y de caridad, asistiendo de forma particular a los pobres, amén de emprender una fecunda reforma. En 1451 Nicolás V lo nombró patriarca de Venecia (a su pesar, porque hubiese deseado no ejercer un cargo para el que no se sentía dotado) y en su ejercicio pastoral prosiguió con la misma característica: austeridad de vida sellada por la caridad, paciencia, sabiduría y celo apostólico. Ni se arredró por las acusaciones y críticas que recibió, ni aceptó halagos de ningún tipo. La gente en masa iba a escucharle, a pedirle consejo, y él dispensaba a manos llenas bienes materiales (más bien en especies, para que no malgastaran el dinero), y espirituales. Fueron años intensos de oración, trabajo y estudio. Escribió diversos tratados de ascesis, el último «Los grados de perfección» a sus 74 años. Al concluirlo le asaltó una grave enfermedad, y se negó a admitir un trato especial: «¿Disponéis ese lecho de plumas para mí?». Y al saber que así era, replicó: «¡No! Eso no debe ser así ... Mi Señor fue recostado sobre un madero duro y basto. ¿No recordáis que san Martín, en sus últimos momentos, afirmó que un cristiano debe morir envuelto en telas burdas y sobre un lecho de cenizas?». Y tendido sobre un jergón de paja, bendijo a la multitud que se acercó a visitarle. Falleció el 8 de enero de 1456. Fue canonizado por Alejandro VIII el 16 de octubre de 1690.

Oremos: Señor, tú que colocaste a San Lorenzo Giustiniani en el número de los santos pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la caridad y de aquella fe que vence al mundo, haz que también nosotros, por su intercesión, perseveremos firmes en la fe y arraigados en el amor y merezcamos así participar de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA  6 de Enero de 2015.  Is 60, 1-6; Ef 3, 2-3.5-6; Mt 2, 1-12

Hemos visto salir su estrella, dicen los Magos. Para el evangelista, hermanos y hermanas, estos personajes sintetizan la vocación de toda la humanidad a la fe. No son de Israel; no pertenecen, por tanto, el pueblo de la Primera Alianza que había recibido los anuncios proféticos del Mesías que había de venir. Son paganos. llegan de lejos. A partir de las inquietudes de su corazón, a partir de lo que sus ojos observan sobre el universo, se cuestionan y buscan. Expertos como eran a escrutar el firmamento con todas las maravillas que se observan, interpretaron la aparición de una nueva estrella como signo del nacimiento del Mesías de Israel. Lo dejan todo y se ponen en camino para buscarlo. No importa que sea una ruta larga y fatigosa. El celo para encontrar el recién nacido objeto de su investigación les hace agradable la pesadez del camino; con el corazón ensanchado hacen vía hacia Jerusalén. Y, de allí, tal como les es indicado por los sabios de Israel, hacia Belén. La joya que les había puesto en camino y les había acompañado toda la ruta, es mayor aún en llegar a la casa donde encuentran al niño con su madre. Ante él se postran en el suelo en señal de veneración y le presentan sus ofrendas; con ello cumplen la palabra profética que hemos escuchado en la primera lectura: gente los pueblos no judíos se acercan a tu luz, los reyes tu luz [...]; vienen llevando oro e incienso y cantando las grandezas del Señor. Después de haber encontrado a Jesús, la estrella ya puede desaparecer, porque la luz de Jesucristo, más brillante que la de la estrella que les ha guiados, brilla en su interior. Hemos visto salir su estrella. El itinerario de los Magos es ejemplo del itinerario de la fe cristiana. Apertura de corazón, reflexión de la inteligencia, contemplación de las realidades creadas, humildad, acompañamiento por parte de alguien que ayude a interpretar los signos, reconocimiento de Jesús como Mesías, como Salvador, y darle la propia vida para ponerse a su servicio. Nosotros, en nuestro proceso de fe, hemos recorrido este camino. No hemos visto la estrella en el firmamento, pero hemos visto la luz en el rostro y en la palabra de Jesucristo y él ha brillado en nuestros corazones (2C 4, 6). Con su luz, nos ha hecho descubrir el misterio secreto del que hablaba la segunda lectura; es decir, el designio eterno de Dios que había sido escondido en la humanidad y que se ha revelado en Jesucristo.

Un designio que consiste en la llamada de los pueblos paganos a la salvación como primero ha sido llamado Israel para formar juntos un solo cuerpo, que es la Iglesia, y compartir una misma promesa; los Magos en el evangelio de San Mateo son el prototipo de quienes reciben el anuncio del designio salvador de Dios a favor de todos los pueblos. Nosotros, que no pertenecemos al pueblo de Israel, también hemos sido llamados a la fe y hemos respondido positivamente, a pesar de nuestras incongruencias e infidelidades. Como los Magos, vamos aprendiendo que la fe es don y al mismo tiempo es compromiso personal, que es gracia y es también riesgo, a la humildad para buscar y que el descubrimiento de la persona de Jesucristo es de gran alegría. Hemos visto salir su estrella. Nosotros que hemos visto la luz que nos aporta Jesucristo, debemos comunicar a los que no la conocen. Si los Magos no hubieran encontrado unas personas que los orientaron, probablemente no habrían llegado hasta Jesús. Dios llama a la fe todos los pueblos, cada uno con su cultura y con su historia. Y Dios, en su condescendencia, se adapta a su lenguaje para que lo puedan descubrir, como se adaptó al lenguaje de los Magos cuando estudiaban el firmamento. Por ello, a partir de nuestra experiencia de fe debemos hacer conocer a Jesucristo a los demás. Debemos ser luz y sal en la sociedad (cf. Mt 5, 13-14); luz no con resplandor propia sino reflejando la de Jesucristo; sal, como elemento que da gusto a la vida y evita la corrupción.

Los cristianos no somos un grupo más en la sociedad plural de nuestros días. Somos enviados por Jesucristo a ser testigos de cómo Dios ama todas las personas, de cómo es posible la alegría interior, de cómo es posible una convivencia pacífica y justa basada en el amor a los demás, de cómo es posible el servicio desinteresado al bien común. Tenemos que ser muy conscientes de esta vocación a ser testigos. no somos tan numerosos como antes, hay mucha gente que pasa de la fe y de la Iglesia, son pocos los jóvenes que participan en parroquias o movimientos. Pero no hay que considerar un grupo residual. Con humildad, sin pretender imponer nuestra visión de las cosas, hemos recibido la misión de ser levadura en la sociedad (cf. Mt 13, 33) y contribuir a hacerle conocer a Jesucristo y la riqueza de su visión de la persona humana y de las relaciones entre personas y entre pueblos. Dios nos ha reunido en la Iglesia para que sea en medio de la sociedad un signo -un sacramento- de Jesucristo para comunicar a todos los hombres y mujeres del mundo todo lo que el Señor ha aportado a la humanidad con su nacimiento y con su obra redentora. Y esto no es sólo misión de los pastores de la Iglesia, lo es también de los laicos. Sois como una levadura en la masa en orden a hacer un mundo según Jesucristo, iluminando y encaminando las realidades temporales hacia este fin (cf. Lumen Gentium, 30). En este sentido, el  Papa Francisco nos invita a descubrir "la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo "(Evagelii Gaudium, 34) y afrontar, desde esta perspectiva del amor de Dios, los desafíos que nos presenta el mundo actual. Lo que conlleva decir no a la idolatría del dinero y a una economía que, en vez de estar al servicio de la persona, crea exclusión y desigualdad; lo que conlleva, también, trabajar por la paz, por la reconciliación y la justicia; conlleva defender los derechos de las personas y de los pueblos, defender la libertad religiosa, ayudar a la promoción de las personas, etc. (cf. ibíd., 62-75). Hemos visto salir su estrella. Lo cantaremos el momento de la comunión por expresar nuestra fe en Jesucristo; tanto en su realidad de Hijo de Dios hecho hombre que con su Evangelio ilumina nuestra existencia, como en su presencia en el sacramento de la eucaristía. Por ello, tras esta expresión de fe, añadiremos "y venimos con presentes a adorar al Señor ". Haremos homenaje al Cristo Señor, haciéndole presente de nuestra fe, de nuestro esfuerzo para vivir con coherencia, de nuestro trabajo a favor de los demás, de nuestra voluntad de amarlo a él ya los hermanos.



El Papa y los cristianos de Irak

"Para él sería una alegría inmensa", subraya el cardenal Barbarin
Francisco podría hacer una visita relámpago a Irak para visitar a los refugiados víctimas del Estado Islámico
Se trataría de un viaje de un solo día, con escala en Bagdad y visita a los exiliados en Erbil

Este mismo jueves, Francisco recibe a Tahseen Sayid Al, líder espiritual del pueblo yazidí, la minoría perseguida en Irak -junto a la comunidad cristiana- por los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico

 (Jesús Bastante/Agencias).- Francisco podría viajar a Irak para "abrazar a los refugiados" que sufren la persecución del Estado Islámico, según declaró el cardenal Philippe Barbarin. El arzobispo de Lyon, que ha viajado en varias ocasiones al país, indicó en una entrevista al Avvenire que "el Papa quiere ir a Irak".
"Sería un viaje breve, todo en un día", subrayó Barbarin, quien añadió que Bergoglio saldría desde Roma con destino a Bagdad para saludar a las autoridades del gobierno iraquí; después iría a Erbil, en el Kurdistán, para encontrarse con los refugiados cristianos de Mosul y celebrar con ellos la misa, para volver a Roma por la noche. "Para él sería una alegría inmensa", apuntó el purpurado.

Un Papa que, en repetidas ocasiones, ha clamado contra la persecución que sufren los cristianos y yazidíes en Irak a manos del Estado Islámico, y cuyas denuncias le han valido estar en el punto de mira de los radicales yihadistas. Esta misma Navidad,Francisco contactó por teléfono con un campo de refugiados iraquíes para transmitir su ánimo a las dos comunidades de fieles "expulsados por la fuerza de sus casas, que han tenido que abandonar todo para salvar su vida y no renegar de su fe".

Este mismo jueves, Francisco recibe a Tahseen Sayid Al, líder espiritual del pueblo yazidí, la minoría perseguida en Irak -junto a la comunidad cristiana- por los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico.
 
Bergoglio nunca ha olvidado, en sus repetidos llamamientos de estos meses, a las otras minorías perseguidas en Oriente Medio, junto a los cristianos. También en su carta de Navidad, a los cristianos medioorientales, les escribía: "Al dirigirme a vosotros, no puedo olvidar a los otros grupos religiosos y étnicos que también sufren la persecución y las consecuencias de estos conflictos".

En julio de 2014 el Cardenal Barbarin visitó Irak para inaugurar un "hermanamiento" entre la Iglesia en Lyon y Mosul, y del 6 al 7 de diciembre viajó junto a un centenar de fieles de su diócesis a la ciudad de Erbil, en el Kurdistán iraquí, donde transmitieron su solidaridad material y espiritual a los refugiados, así como un video-mensaje del Papa Francisco a los cristianos.

El Papa "los comparó con una vara en la tormenta, que se dobla pero no se rompe. Estaba muy contento de nuestra visita a Erbil. Fuimos allí para construir casas y escuelas, llevar medicinas, establecer lazos de oración entre familias, incluso mediante el intercambio de fotografías, para poder ver el rostro de la persona por quien estás orando", señaló el Cardenal Barbarin.

El Arzobispo de Lyon, nacido en Marruecos, es uno de los responsables de mantener informado al Papa Francisco sobre la situación de los cristianos de Irak. "Con ocasión de mi viaje de diciembre a Erbil, le dije al Papa: primero paso por Roma para que venga conmigo, y después lo llevo conmigo a Irak. El Papa se echó a reír, y decidió enviar un video-mensaje, muy hermoso, que nos confió, para decir a los cristianos de Irak: Gracias por vuestra fidelidad a Cristo, a quien ninguno de vosotros ha renegado".

Los cristianos de Irak "nos pidieron que compartamos su sufrimiento. Que les ayudemos a permanecer allí. La persecución es una experiencia antigua, no hay familia que no haya vivido historias de expulsión o fuga en su casa o ciudad... De niño, también el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Mons. Louis Rafael I Sako, fue expulsado hasta tres veces. Pero los cristianos saben que sin ellos es imposible construir y renovar Irak. Aunque cada vez están más desesperados y muchos quieren irse", aseguró.
En este sentido, el Cardenal Barbarin explicó que los cristianos de Irak necesitan ayuda material y espiritual, además de la amistad y cercanía de los cristianos del resto del mundo.

Señor, hoy he tirado un calendario 2014 a la basura...

¿Tiré también a la basura todas esas horas, todos esos días, todas esas semanas, todos esos meses, todo ese año?...

La Capilla se ha ido quedando poco a poco desierta. Se terminó la Misa y las personas, pocas, pues es una tarde muy fría y desapacible se han retirado. Todo está en silencio... las luces también, ya no todas están encendidas y hay una penumbra dulce y un poco triste que me acompaña y me arropa el alma para poder meditar mejor ante ti, Señor. La parpadeante lucecita roja que acompaña la figura del pequeño Sagrario parece que da calor a mi corazón que viene a buscar refugio en el tuyo para pedirte fuerzas para empezar a caminar por este nuevo año, con sus meses, sus días y sus horas... Páginas en blanco que yo he de escribir con mi libre albedrío, con mis equivocaciones, con mis terquedades, con mis intolerancias... o quizá si te pido ayuda.... Tu me vas a guiar para ser más prudente, para saber aceptar, para saber perdonar.... para olvidarme un poco de mi y estar más pendiente de los que me rodean y procurar siempre hacerlos más felices.

¡Qué callado estás, Señor!. Dime, ¿estás triste?. Tal vez si.... ¿O me lo parece porque yo lo estoy? No sé, Jesús, pero lo que sí sé, es que me estabas esperando porque te quedaste para eso, para consolar al triste, para iluminar al que no sabe ni lo que quiere ni lo que busca,.... para dar fuerza a los que nos debatimos en la debilidad de esa lucha para seguir adelante.... para prestarnos tu hombro y que en él reclinemos la cabeza y tal vez lloremos con ese llanto suave y reparador cuando hay dolor en el alma...

Me gusta, Jesús, sentirte como el mejor de los amigos y contarte mis cosas.... esas cosas de todos los días. Las cosas simples pero que siempre tienen un gran significado. Y hoy... te lo voy a contar..... aunque tu ya lo sepas:

Hoy he tirado un pequeño calendario del año 2014 a la basura.... He sentido algo extraño. Un pensamiento doloroso y oscuro ha cruzado por mi mente, ¿tiré también a la basura todas esas horas, todos esos días, todas esas semanas, todos esos meses, todo ese año?...

Tuvo, como otros, días buenos, días malos, noches buenas, noches tristes, muy tristes, alegrías, temores, certezas, miedos, ilusiones, proyectos, anhelos , realidades, triunfos y derrotas.
Pero... SI NO AMÉ MÁS,... PUEDE QUE SI, EFECTIVAMENTE LO TIRÉ A LA BASURA."

Pongo en tus manos Señor el año que pasó en tu misericordia, y el año que empieza, en tu providencia...

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