Un lugar desierto y solitario
- 02 Agosto 2020
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Eusebio de Vercelli, Santo
Memoria Litúrgica, 2 de agosto
Obispo
Martirologio Romano: San Eusebio, primer obispo de Vercelli, en la Liguria, que consolidó la Iglesia en toda la región subalpina y que, por defender la fe del Concilio de Nicea, fue desterrado por el emperador Constancio a Escitópolis y, posteriormente, a Capadocia y a la Tebaida. Vuelto a su sede después de ocho años, trabajó con empeño y valentía para restablecer la fe contra los arrianos († 371).
Breve Biografía
Nació en Cerdeña, Italia. Al morir su padre, su madre lo llevó a vivir a Roma, donde el Papa Liberio lo tomó bajo su protección, lo educó y lo ordenó de sacerdote. Poco después en la ciudad de Vercelli, al norte de Italia, murió el obispo, y el pueblo y los sacerdotes proclamaron a Eusebio como el nuevo obispo, por su santidad y sus muchos conocimientos.
San Ambrosio dice que el obispo Eusebio de Vercelli fue el primero en Occidente al cual se le ocurrió organizar a sus sacerdotes en grupos para formarse mejor y ayudarse y animarse a la santidad. Para este santo su más importante labor como obispo era tratar de que sus sacerdotes llegaran a la santidad. Fue obispo de Vercelli por 28 años.
Una de sus grandes preocupaciones era instruir al pueblo en religión. Y él mismo iba de parroquia en parroquia instruyendo a los feligreses.
En aquellos tiempos se estaba extendiendo una terrible herejía llamada Arrianismo, que enseñaba que Cristo no era Dios. Los más grandes santos de la época se opusieron a tan tremendo error, pero el jefe de gobierno, llamado Constancio, la apoyaba.
Hicieron entonces una reunión de obispos en Milán, para discutir el asunto, pero Eusebio al darse cuenta de que el ejercito del emperador iba a obligarlos a decir lo que él no aceptaba, no quiso asistir. Constancio le ordenó que se hiciera presente, y el santo le avisó que iría, pero que no aceptaría firmar ningún error. Y así lo hizo. A pesar de que hereje emperador lo amenazó con la muerte, él no quiso aceptar el que Jesucristo no sea Dios, por esto fue desterrado.
Fue llevado encadenado hasta Palestina y encerrado en u cuartucho miserable. Los herejes lo arrastraron por las calles y lo insultaron, pero él seguía proclamando que Jesucristo sí es Dios. En una carta suya cuenta los espantosos sufrimientos que tuvo que padecer por permanecer fiel a su santa religión, y expresa su deseo de poder morir sufriendo por el Reino de Dios.
Al morir Constancio, su sucesor decretó la libertad de Eusebio y éste pudo volver a su amada diócesis de Vercelli. San Jerónimo dice que toda la ciudad sintió enorme alegría por su llegada y que su vuelta fue como el termino de un tiempo de luto y dolor.
EL resto de su vida lo empleó junto con grandes santos como San Atanasio y San Hilario en atacar y acabar la herejía de los arrianos, y en propagar por todas partes la santa religión. Murió el 1 de agosto del año 371.
La Iglesia lo considera mártir, no porque haya muerto martirizado, sino porque en sus tiempos de prisión tuvo que soportar sufrimientos horrorosos, y los supo sobrellevar con gran valentía.
El repetía: " Puedo equivocarme en muchas cosas, pero jamás quiero dejar de pertenecer a la verdadera religión".
Dame tus «cinco panes y dos pescados»...
Santo Evangelio según san Mateo 14, 13-21. Domingo XVIII del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Creo Señor, pero aumenta mi fe; confió en ti Señor, fortalece mi esperanza; te amo Señor, ayúdame a amarte cada vez más. Haz Señor que viva y muera en tu santa presencia; que duerma y me levante siempre en tu santa Voluntad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 14, 13-21
En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: “Estamos en despoblado y empieza a oscurecer.
Despide a la gente para que vayan a los caseríos y compren algo de comer”. Pero Jesús les replicó: “No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer”. Ellos le contestaron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”. Él les dijo: “Tráiganmelos”.
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús se compadece de la profunda sed interior que tiene el Hombre de Él. Con tal de apacentar el rebaño que tanto ama, aquél que el Padre le ha encomendado, olvida sus fatigas, cambia sus planes y nos recibe siempre con los brazos abiertos; dándonos así ejemplo para que, siguiendo sus pasos, podamos convertirnos en apóstoles según su corazón.
El Señor nos invita hoy a compadecernos también del prójimo, a «darles de comer». Él sabe que somos débiles, bien conoce nuestra pequeñez; y es por eso que no espera de nosotros una vida perfecta, sin errores, si no más bien una vida donde le confiemos a Él todo lo que tenemos, nuestros «cinco panes y dos pescados,» a fin de que Él pueda obrar milagros a través de nosotros.
Todo lo que pasa por las manos de Nuestro Señor es trasformado, incluso todos nuestros problemas, luchas, tentaciones y caídas. Todo, por muy estéril, amargo, difícil o espinoso que pueda parecernos, puede florecer y convertirse en un hermoso y admirable fruto de gracia en el jardín de nuestra alma, cuando se lo entregamos a Cristo, quien hace nuevas todas las cosas.
«Este milagro ?muy importante, tanto es así que lo cuentan todos los evangelistas? manifiesta el poder del Mesías y, al mismo tiempo, su compasión: Jesús se compadece de la gente. Ese gesto prodigioso no sólo permanece como uno de los grandes signos de la vida pública de Jesús, sino que anticipa lo que será después, al final, el memorial de su sacrificio, es decir, la Eucaristía, sacramento de su Cuerpo, y de su Sangre entregados para la salvación del mundo. La Eucaristía es la síntesis de toda la existencia de Jesús, que fue un solo acto de amor al Padre y a los hermanos. Allí también, como en el milagro de la multiplicación de los panes, Jesús tomó el pan en sus manos, elevó al Padre la oración de bendición, partió el pan y se lo dio a sus discípulos; y lo mismo hizo con el cáliz del vino».
(Homilía de S.S. Francisco, de 201).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy me propongo hacer una comunión espiritual ante cualquier contratiempo que se me presente a lo largo del día, con el fin de ponerlo en las manos del Señor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
La "gracia de estado" para ser papás
Que no duden los padres de familia en esta presencia de Dios que acompaña a los que no lo rechazan y le piden su ayuda para educar a los hijos
Todos hemos experimentado alguna vez nuestros límites para ayudar a nuestros semejantes, pero muy especialmente ante la dificil tarea de educar. Por eso, quienes estamos comprometidos de alguna u otra forma en esta tarea –padres de familia, profesores, catequistas y formadores en general–, debemos saber que Dios nos brinda "un don que es para provecho de todos" (cf. 1 Co 12, 7). Este don del que habla san Pablo es la "gracia de estado", y se debe a ella que nuestra limitación no nos estorbe cuando nos disponemos a servir generosamente.
¿Qué tipo de don es éste?
Santo Tomás de Aquino explica que hay dos tipos de gracias: la gracia santificante, que conseguimos colaborando con Dios, y las gracias dadas "gratuitamente", sin haber hecho nada para merecerlas. La "gracia de estado" es una gracia dada gratuitamente, y por lo mismo no hace santa a una persona, sólo le da la capacidad de hacer que otras personas se acerquen a Dios.
Pero la gracia santificante, como su nombre lo dice, sí posee la virtud de santificarnos, precisamente porque nos toca hacer un esfuerzo personal, consciente y libre, por conseguirla y dejarla actuar. Ambas gracias se complementan y son necesarias para podamos ser colaboradores fieles en la misión que Dios nos ha encomendado.
¿Cómo actúa la "gracia de estado"?
La "gracia de estado" influye en nuestra inteligencia y voluntad, y nos atrae a actuar de una manera concreta o de otra, a fin de que podamos ayudar, aconsejar o persuadir positivamente a otras personas para que ellas lleguen a Dios.
El Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, recordó especialmente a los padres de familia, que ellos: "reciben en el Sacramento del Matrimonio la gracia de estado que van a necesitar para llevar adelante su misión, especialmente a la hora de educar a sus hijos" (Carta a las familias Gratissimam sane, 16).
No siempre sucede así…
Es evidente que las palabras del Papa Magno no parecen cumplirse siempre, pues no todos los padres saben guiar y ayudar eficazmente a sus hijos. Y esto sucede independientemente de que los padres sean cultos o incultos, ricos o pobres, tengan fe en Dios o no… Por lo mismo, no podemos decir que es siempre culpa de los padres el que algunos hijos tomen malos caminos, ni decir con exactitud cuáles son las condiciones óptimas para que esto no suceda. Lo que sí podemos decir es que Dios respeta la libertad de las personas, y que los padres no serán juzgados por las decisiones que tomen sus hijos, pero sí tienen el deber de poner todo cuanto esté de su parte para favorecer un desenlace feliz en las vidas de sus hijos. Es para ello que han recibido la "gracia de estado".
Lo que cuenta es el amor
Lo que vale es el deseo de ayudar al otro, la recta intención de conducirlo a Dios que sólo pide esta buena disposición para dejarlo actuar por encima de nuestros límites: "Así se explica que un simple pescador abunde en palabras de ciencia y sabiduría y cosas semejantes", dice santo Tomás refiriéndose a los Apóstoles. Dios da la sabiduría a los padres que tienen un verdadero amor por sus hijos. Y no hay duda que el padre o la madre que más aman no son los que procuran a sus hijos una profesión o una herencia material olvidándose de hacerlos ricos en valores. Y el fundamento de los valores es Dios.
Aquí es donde entra en escena el otro tipo de gracia que Dios nos quiere dar, la gracia santificante. Ayudamos mejor cuanto más santos somos, por encima de las apariencias. Recibimos la gracia santificante por nuestros esfuerzos constantes en hacer lo que agrada a Dios. Quien comete un pecado debe enmendarse, quien por la debilidad de su naturaleza encuentra graves dificultades por superar algún vicio o defecto debe poner mayor empeño, orar, recibir con frecuencia los sacramentos y no escatimar los sacrificios que sean necesarios por mantenerse de pie delante de Dios. Esto suscita la misericordia del Señor que ha venido a atender a los enfermos, a sanarlos con la ayuda de la gracia santificante. Que no duden los padres de familia en esta presencia de Dios que acompaña a los que no lo rechazan y le piden su ayuda para educar a los hijos.
Historia de la imagen «La Sangre de Cristo» que fue quemada en Nicaragua
Luego de que una persona hiciera estallar una bomba molotov en la Catedral de Managua.
El viernes 31 de julio, un individuo aún no identificado, ingresó a la Catedral Metropolitana de Managua, Nicaragua, y tras arrojar una bomba molotov dentro de una capilla, provocó un incendio que calcinó la imagen La Sangre de Cristo, una de la más veneradas en el país.
De acuerdo con información de la Arquidiócesis de Managua, que gobierna pastoralmente el cardenal José Leopoldo Brenes, la imagen llegó a ese país en 1638, procedente de Guatemala.
Su estadía en diferentes templos
Mons. Miguel Mántica, párroco de la iglesia de San Francisco de Asís en Managua, en entrevista para La Prensa, explica que por aquellos años Managua no era ni pueblo, ni ciudad, mucho menos capital, sino únicamente un lugar de paso entre León y Granada.
Era el siglo XVII, y la Iglesia nicaragüense comenzaba a construir iglesias importantes y más estables, pues hasta entonces sólo se celebraba el culto en pequeños templos improvisados. Para reforzar el simbolismo de cada templo –explicó– se conseguían imágenes muy valiosas, como este Cristo.
Antes de llegar a la Iglesia Catedral de Managua, la imagen estuvo resguardada en varias iglesias de la ciudad capital:
En su cuenta de Twitter, la hermana Xiskya, explica: “Hacia 1751 la imagen es resguardada en su primer templo, conocido como Veracruz, donde se le veneraba como ‘El Señor de los Milagros’. El Templo estaba ubicado donde hoy se encuentra el Obelisco del Parque Darío, justo detrás del Teatro Nacional”.
Sin embargo –continúa la famosa religiosa tuitera– a causa de diversos desastres naturales se trasladó a otros templos. Y hay registros de que sobrevivió a dos terremotos en 1844 y 1855. En esa época se llevó al templo San Miguel.
“Para el terremoto de 1931 ya estaba en el templo de San Antonio. Fue lo único que sobrevivió al desastre natural. La imagen estuvo en San Antonio desde 1931 hasta el terremoto de 1972”.
Cuenta que un año más tarde se llevó a la Iglesia de Monte Tabor; en 1985 a la iglesia San Pío X, y en 1993 a la que sería su último aposento, la Catedral Metropolitana Inmaculada Concepción de María.
La hermana Xiskya lamenta que ese Cristo, con 382 años de existencia y ante el cual también rezó san Papa Juan Pablo II en 1983, hoy haya acabado calcinado: “Hoy, el fanatismo político se lleva un buen pedazo de historia nicaragüense”, dice.
La imagen, de autor desconocido, era de madera policromada, y uno de los “milagros” que se le atribuyen fue haber detenido la peste del cólera a mediados del siglo XIX.
Se le conoce como La Sangre de Cristo, por mostrar claramente las heridas que sufrió nuestro Señor Jesucristo en su Crucifixión, provocadas los clavos en manos y pies.
Bebe en la medida que tu comportamiento te permita seguir amando a Dios
Una de las actividades sociales más comunes y ordinarias en nuestra vida es la de beber. Lo hacemos en diversas ocasiones y por diversos motivos. Brindamos por la salud y la felicidad de los recién casados, por el éxito en un negocio o la apertura de una nueva empresa, por el hecho de encontrarnos reunidos en familias o con amigos. Por el gusto de acompañar con un buen vino una buena comida. Para relajarnos y pasar un momento agradable en un antro o en casa.
¿Es malo beber alcohol?
Diversas religiones y en diversos momentos históricos han hablado sobre el tema. Así, los protestantes fundamentalistas de los Estados Unidos lo tenían como uno de los pecados más graves y actualmente los musulmanes lo consideran como una desobediencia grande al Corán. Basta recordar que el castigo reservado a los que beben alcohol es el de recibir 80 latigazos.
¿Qué decimos nosotros los católicos? ¿Es pecado beber? ¿Es pecado emborracharse? ¿Hasta dónde puedo beber sin ofender a Dios?
La satisfacción de los sentidos nunca ha sido considerada como pecado en la moral católica. No se trata de discriminar o condenar el cuerpo, que con el alma espiritual constituye la naturaleza del hombre y su subjetividad personal. Se trata más bien de conocer los medios por los cuales el cuerpo puede subsistir, desarrollarse y ayudar a la consecución del bien integral de la persona.
No se condena el uso, sino el abuso. Podemos comer hasta saciar nuestro apetito. De ello se seguirá una buena salud que nos permitirá cumplir con nuestros deberes y llevar una vida sana. Se condena el abuso en la comida, el pecado de la gula, de la glotonería, que es comer más allá de las propias posibilidades, más allá de lo que es necesario para la subsistencia. No se condena el sexo, sino su uso fuera de los fines y de los ámbitos para los cuales Dios lo ha ideado.
La embriaguez o borrachera es opuesta al amor a uno mismo, ya que la privación momentánea del uso de la razón no se justifica por experimentar los placeres de la bebida. Es cierto que por motivos de salud se justifica la privación voluntaria del uso de la razón, como en el caso de la anestesia para una intervención quirúrgica, pero nunca para experimentar un placer, como lo es en el caso del alcohol.
Beber para pasar un rato agradable con los amigos, para degustar una buena comida, para celebrar un acontecimiento feliz nunca será pecado. Su abuso es lo que constituye una ofensa a Dios. ¿Podemos establecer un límite y saber con precisión “hasta dónde es pecado y hasta dónde no lo es?” Las palabras claves en este caso son las de la privación voluntaria del uso de la razón. Cuando después de beber se experimentan los síntomas de la pérdida de la razón, entonces podemos hablar de pecado. ¿Cuáles son esos síntomas de la privación del uso de la razón? Pueden ser el no recordar cuanto se hizo o se dijo bajo los efectos del alcohol, o bien el realizar o decir cosas inusuales o que no haríamos en un estado normal.
¿Ponerse “alegre” será una manifestación de embriaguez y por lo tanto un síntoma de que se ha cometido pecado? ¿Cantar para quien no lo acostumbra es signo de que se ha pecado? La variedad de comportamientos que se pueden manifestar es enorme y querer trazar una línea divisoria entre lo que es pecado y lo que no es no corresponde a las intenciones de este artículo. Cada uno se irá conociendo, se irá midiendo y sabrá controlarse y tomar hasta el punto que su conciencia le dicte.
¿Una medida o una recomendación en el momento de beber? Bebe en la medida que tu comportamiento te permita seguir amando a Dios. Bebe, sí, como si tuvieras a Cristo como anfitrión y no te avergonzaras en ningún momento de presentarte ante Él.
¿Hay una devoción a la preciosa sangre de Cristo no aprobada por la Iglesia católica?
Es una devoción surgida en Nigeria y difundida por un falso vidente
DEVOCIÓN APROBADA POR LA IGLESIA
El santo papa Juan XXIII, “el treinta de junio de 1959, vigilia de la fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, segundo año de nuestro Pontificado” publicó lacarta apostólica Inde a primis “sobre el fomento del culto a la Preciosísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo”. Aunque ya se venía celebrando esta fiesta donde se rescata el carácter salvador de Cristo al derramar su preciosa sangre por cada uno de nosotros.
DEVOCIÓN NO APROBADA POR LA IGLESIA
Una devoción a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo surgida en Nigeria se ha difundido en México y en otros países, esta se ha originado en Nigeria a partir del mes de julio de 1995.
En la Arquidiócesis de México se ha prohibido la difusión de esta devoción que se ha tomado del libro que no sólo se atribuye Bernabé Nwoye, posible vidente, sino que se afirma que habría sido dictado por Nuestro Señor Jesucristo a este supuesto vidente nigeriano.
Se afirma que diversos mensajes difundidos por Bernabé Nwoye provienen de la Santísima Virgen María y “una multitud de ángeles y santos, como San José, San Miguel Arcángel y otros arcángeles, San Antonio de Padua, Santa Brígida de Suecia, San Pío, Santa Gertrudis, San Judas Tadeo y muchos otros”.
También se señala que, en varias ocasiones, “Bernabé ha visto a la Santísima Trinidad simultáneamente bendiciendo cuando los sacerdotes pronuncian la bendición final en la Misa”.
La Arquidiócesis Primada de México el 20 de noviembre de 2015, en una carta circular, firmada por el Canciller, P. José V. Ortíz Montes, CCR, se da a conocer las conclusiones de las gestiones dirigidas por el Pbro. Dr. Rogelio Alcántara, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe sobre este libro y en correspondencia sobre la devoción.
La Cancillería comunicó que ESTÁ TERMINANTEMENTE PROHIBIDA la literatura, iconografía y doctrina de la “Devoción a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo” venida de Olo, Nigeria.
A continuación los puntos no compatibles con la doctrina cristiana que señala la Arquidiócesis de México.
- La devoción afirma que la Iglesia Católica está “embriagada con hiel y amargura” (p. 641) y que ya no se puede confiar en ella porque: Saboteadores subversivos (masones) se han infiltrado en ella y han cambiado, y siguen cambiando, el Magisterio infalible de la Iglesia (p. 15 – 16).
- El Papa está bajo la influencia del demonio (pp. 18, 63; cf. p. 61), porque “en la Sede de Pedro” el demonio “ha levantado el trono de su abominable impiedad” (p. 64).
- El libro afirma que dicha infiltración se hizo para preparar la “apostasía final” mencionada en Dn 9, 21; Mt 24, 15 y 2Ts 2, 3. (p. 15 – 16).
- Sostiene que quien siga a la Iglesia Católica como actualmente se encuentra, muy probablemente “terminará en el infierno”, dado que “toda clase de evangelios están siendo predicados aún [sic] dentro del catolicismo” (p. 18). Según sus autores, esta devoción es para no perder la verdadera fe durante la Tribulación actual. No es para llevar un proceso de conversión que lleve a vivir las obras de misericordia.
- Presenta una devoción a la Preciosa Sangre totalmente ajena a la auténtica devoción ya secular en la Iglesia, promovida por santos como San Gaspar el Búfalo, San Juan XIII, etc.
- Dice que el rezo de sus oraciones hace que “la Hora del Reino en la tierra venga más pronto” (p. 58), por lo que pasan por alto que el Reino de Dios ya llegó con Jesucristo (Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 541- 556) y que la salvación ha sido ya realizada por su Misterio Pascual.
- Afirma que si no se recibe el misterioso “Gran Sello de la Preciosa Sangre”, recibirá “el sello del enemigo, el 666” (p. 16). Este Sello se presenta como un pseudo-sacramento de naturaleza esotérica que concede la gracia santificante (p. 90), la presencia verdadera de Jesús “en [los] corazones” (p. 88), y la “gloria” divina (p. 90). Los ministros de este pseudo-sacramento, afirma, no son los sacerdotes, sino los mismos “ángeles de Dios” (p. 88).
- Presenta a este “Gran Sello” como superior a todas las devociones de la Iglesia, a todos sus sacramentos e incluso a la misma Iglesia. Promueven un reino puramente terreno que consistirá en la reunión de todas las tribus de Jacob en un “nuevo Israel”, una nueva Iglesia cuyo inicio se ha dado ya en Olo, Nigeria (p. 16).
Por ministerio, la aprobación de supuestas apariciones y revelaciones compete al Ordinario del lugar donde se dieron (cf. Congregación para la Doctrina de la Fe: Normas sobre el modo de proceder en el discernimiento de presuntas Apariciones y Revelaciones, aprobado por Pablo VI en 1978). El Ordinario, en ese entonces, Mons. Anthony Gbuji, Obispo de Enugu, Nigeria, no solo NO aprobó la doctrina derivada de las supuestas apariciones a Bernabé Nwoye, sino que las prohibió, pidiendo a todos los seguidores de esta devoción en su Diócesis que obedecieran al Obispo.
Monasterio de Weihenstephan, la cervecería más antigua del mundo
El monasterio benedictino de Weihenstephan es la cuna de la cerveza
Weihenstephan,situada en Freising, a 50 km de Munich, es conocida mundialmente como la Meca de la cerveza, y eso no es casualidad: se trata de la cervecería más antigua aún existente del mundo entero.
Es difícil de creer, pero hubo un tiempo en que no se elaboraba Weihenstephan. No había nacido todavía Carlo Magno, las cruzadas aún eran un futuro lejano y el lugar en el que hoy está Munich estaba ocupado por vacas que pastaban.
En el año 725 San Korbinian fundó el monasterio benedictino Weihenstephan. Existen escritos que indican que en el 768 se cultivaba lúpulo en los campos cercanos al monasterio, por lo que se puede suponer que los monjes elaboraban cerveza con él, lo que implicaría que Weihenstephan es la cuna de la cerveza "lupulizada", la que conocemos actualmente.
En el año 955 los Hunos saquearon y destruyeron el monasterio por completo; comenzaba así una tradición que se habría de repetir muchas veces: volver a reconstruir el monasterio.
En 1040 el Abad Arnold obtuvo de la ciudad Freising el fuero para elaborar y servir cerveza, lo que se ha considerado como el acta del nacimiento de la cervecería monástica de Weihenstephan. Durante los siglos XII y XIII los monjes trabajaron constantemente en la mejora de sus sistemas de producción, consiguiendo una gama de tres cervezas diferentes: una ligera para los peregrinos, pedigüeños y sirvientes; una cerveza decente para los monjes, frailes y obreros; y una verdadera cerveza premium para el abad, los prelados y la gente importante de la ciudad.
Entre 1085 y 1463 el monasterio fue totalmente destruido cuatro veces por incendios, un terremoto, tres epidemias de peste y varias de hambre, y fue saqueado tres veces por las tropas enemigas. Pero la obstinación bávara de los monjes les llevó a reconstruir el monasterio y la cervecería en cada ocasión.
En 1516 tuvo lugar un punto clave para el arte cervecero: el Duque Guillermo IV de Bavaria dictó, frente a la torre del monasterio de Weihenstephan, la “Ley de la Pureza” Bávara, que prohibía a los cerveceros el uso de otros ingredientes que no fueran cebada, lúpulo y agua.
Así sentó las bases del éxito de la cerveza bávara y de Weihenstephan.
En 1803 la comunidad religiosa dejó de existir y pasó todos sus derechos, capitales y propiedades al Estado bávaro; éste lo transformó en la Real Cervecería Bávara Weihenstephan y en un Instituto de Agricultura.
La cervecería se transformó en una escuela para cerveceros en 1919 y actualmente es la Facultad Cervecera, de Alimentos y Lácteos de la Universidad de Munich. Casi todos los cerveceros de Europa pasan un año en esta Facultad para ser iniciados en el arte cervecero de los bávaros.
Así, la cervecería Weihenstephan no sólo es la más antigua del mundo, sino también una de las más modernas y pioneras.
Papa Francisco: «Decir al otro que se apañe solo no es cristiano»
Las palabras del Papa en el rezo del Ángelus
«Decir al otro que se apañe no es cristiano». La lección de Jesús es la de un cristiano está llamado a cuidar, a hacerse cargo del otro. El domingo 2 de agosto, décimo octavo del tiempo ordinario; el Papa Francisco rezó la oración mariana del Ángelus asomado a la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano ante un grupo de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, respetando las medidas de seguridad establecidas en este tiempo de pandemia.
El milagro de la multiplicación de los panes y peces
Profundizando sobre el Evangelio del día, que nos presenta el milagro de la multiplicación de los panes y peces (cfr Mt 14,13-21), el Santo Padre explicó que aunque la escena se desarrolla en un lugar desierto, donde Jesús se había retirado con sus discípulos, igualmente la gente lo alcanza para escucharlo y hacerse curar.
«Sus palabras y sus gestos sanan y dan esperanza. Al caer el sol, la multitud está todavía allí, y los discípulos, hombres prácticos, invitan a Jesús a despedirse de ellos para que puedan ir a buscar comida. Pero Él responde: «Dadles vosotros de comer»», aseveró Francisco invitando a imaginar las caras que pondrían los discípulos ante semejante petición.
En este sentido, el Pontífice afirmó que Jesús «sabe bien lo que va a hacer, pero quiere cambiar la actitud de ellos»:
«No quiere decir que se las arreglen, sino… ¿Qué nos ofrece la Providencia para compartir?”, dijo Francisco indicando que Jesús, a través de esta situación, quiere educar a sus amigos de ayer y de hoy en la lógica de Dios, «en la lógica del hacerse cargo del otro».
Sin embargo, uno de los Doce respondió al Maestro con realismo: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces».
Jesús manifiesta su poder pero no de forma espectacular
Entonces, Jesús contesta: «Traédmelos aquí» (vv. 17-18).Toma los alimentos entre sus manos, levanta los ojos al cielo, pronuncia la bendición e inicia a partir y a dar las porciones a los discípulos para distribuirlas. Y esos panes y esos peces no se terminan sino que basta y sobra para miles de personas.
El Papa hace hincapié en que con ese gesto «Jesús manifiesta su poder, pero no de forma espectacular, sino como señal de la caridad, de la generosidad de Dios Padre hacia sus hijos cansados y necesitados. Él está inmerso en la vida de su pueblo, comprende los cansancios y los límites, pero no deja que ninguno se pierda o falte: nutre con su Palabra y dona alimento abundante para el sustento».
Asimismo, Francisco recuerda que en este pasaje evangélico es evidente la referencia a la Eucaristía, «sobre todo donde describe la bendición, la fracción del pan, la entrega a los discípulos, la distribución a la gente».
Acercarnos a la Eucaristía con compasión y confianza
«Antes de ofrecerse a sí mismo como Pan de salvación, Jesús se preocupa por el alimento para aquellos que lo siguen y que, por estar con Él, se han olvidado de hacer provisiones», aseveró el Santo Padre señalando que no hay contraposición entre el pan necesario para vivir y el pan que es la Eucaristía.
«Es más, el contraste nace si nos acercamos al Sacramento olvidando a los hermanos que están privados de lo necesario. La compasión, la ternura que Jesús ha mostrado respecto a la multitud no es sentimentalismo, sino la manifestación concreta del amor que se hace cargo de las necesidades de las personas. Estamos llamados a acercarnos a la celebración eucarística con estas mismas actitudes de Jesús: compasión de las necesidades de los otros, confianza en el amor providencial del Padre y valiente compartir».
Recorramos el camino de la fraternidad Finalmente, el Papa se despidió invitando a todos a pedir a María Santísima que nos ayude a recorrer el camino que el Señor nos indica en el Evangelio de hoy.
«Es el recorrido de la fraternidad, que es esencial para afrontar las pobrezas y los sufrimientos de este mundo, y que nos proyecta más allá del mundo mismo, porque es un camino que inicia en Dios y a Dios vuelve», concluyó.
Pandemia en «modo supervivencia»
Las familias buscan manejar la situación de crisis desatada por la Covid-19 para proteger a sus seres queridos y a sus negocios
Hay familias que hoy están viviendo bajo un estrés enorme y sin precedentes a causa de la pandemia. Los niños siguen sin incorporarse al cole o ver a sus amigos, mientras que los adultos intentan organizar un gran cúmulo de tareas, enfrentar ajustes económicos y en casos extremos, tener que lidiar con una situación de paro.
Y es que muchos han adoptado el «modo supervivencia» que consiste en una forma de vivir que reacciona ante lo que sucede buscando encontrar esa protección emocional, financiera y espiritual que las familias necesitan ante las amenazas actuales desatadas por la Covid-19.
En una primera etapa, la seguridad y la salud personal se convirtieron en el foco de atención. La protección pasaba por quedarse en el refugio del hogar resistiendo para ponerle freno al contagio masivo.
Pero luego fue necesario buscar incorporar otros modos de protección para aliviar la ansiedad, la depresión y los conflictos que surgieron como consecuencia.
Muchas de estas reacciones fueron instantáneas. Algunos tomaron decisiones impulsivas forzados por la situación en la que se encontraban, otros se quedaron quietos esperando a que las cosas se encaucen a una “nueva normalidad” y otro grupo ha estado intentando huir del estrés poniendo la atención en otras cosas como hacer compras o crear pasatiempos.
Lo cierto es que cuando se declaró la pandemia hubo un momento de inflexión.
CSe desató el miedo por el avance de un virus sin cura y el caos ante un vuelco de planes generalizado, la paralización de actividades, la ebullición de discusiones sobre la toma de decisiones y la presencia de acciones en detrimento de la propia salud como han sido el aumento del consumo de alcohol y otras sustancias peligrosas en muchos países.
Pero la crisis no ha despertado solo aspectos negativos. Con ella se pusieron al descubierto una serie de temas menos superficiales presentes en el corazón humano como la toma de conciencia sobre los valores, la vulnerabilidad de la salud física, los límites del poder, lo que es importante en la vida, la visión sobre la muerte y el lugar que ocupa Dios.
Se abrió una oportunidad para reflexionar y redirigir el camino, recuperar la unión familiar y cambiar la mirada del ser humano hacia un mundo más humanitario y compasivo dando un paso desde la arrogancia hacia la humildad, desde la codicia hacia la gratitud y desde el beneficio propio a considerar preocupaciones altruistas que buscan un bienestar global.
Los problemas económicos, aunque turbulentos, para muchos no fueron una sorpresa. La gente en cierto modo venía anticipando un golpe duro en las economías y aunque no es un tema menor, los nuevos desafíos han complejizado el contexto económico que no es ajeno a la salud mental, el trato hacia el medio ambiente y la solidaridad con nuestros vecinos.
Una crisis que ha tocado en menor o mayor medida a todos sin importar la clase social, las creencias o el país de residencia.
Un llamado de atención que ha aumentado el rechazo hacia la idea de la división imperante en el mundo para ser reemplazada por una que aboga por la unión para resistir con valor el dolor y abrazar el bien mayor que puede surgir de él.
De hecho, en las familias el estrés está mostrando lo mejor y lo peor de ellas: cualidades de liderazgo y defectos escondidos.
La gente se está dado cuenta de que ante situaciones como estas tan impredecibles, está bien permitirse ese espacio de reacción para gritar, llorar o quejarse, pero también es necesario dar un paso y contar con una estrategia a largo plazo.
Lo primero es el bienestar emocional de la familia estableciendo metas cortas. Para tomar buenas decisiones fuera es importante primero estar firmes por dentro.
Meditar, rezar, incorporar herramientas para manejar el estrés, volver a hacer ejercicio o caminatas, aplicar técnicas de atención y respiración para centrar la mente y encontrar paz, aprovechar el tiempo libre de descanso y alimentarse bien para fortalecer nuestro sistema inmune.
En un escenario cambiante está claro que la incertidumbre se irá intensificando. Son tiempos de ajustes en muchos ámbitos.
Por eso es clave no solo buscar esa salud emocional familiar con la incorporación de rutinas saludables, sino también trabajar la conciliación en las relaciones interpersonales: respetar diferencias y evitar exagerar los conflictos entendiendo que cada a uno a su manera está lidiando con algo nuevo y difícil de procesar.
También será necesario saber recurrir a la ayuda profesional cuando el caso lo amerite. Tal vez antes había cosas que los padres en una familia podían manejar ellos mismos, pero ahora estando bajo un estrés extraordinario la energía se canaliza con una dinámica diferente para resolver otro tipo de problemas y podría ser importante contar con un apoyo adicional.
Otra cosa a tener en cuenta es que la pandemia no será un proceso corto. Es saludable mentalizarse y hacerse amigo de la idea de que esto no se trata de terminarlo rápido, sino de atravesarlo mejor.
Mirarlo como un proceso de varias etapas sin sentirse apurado por tomar decisiones o implementar cambios abruptos. Darse el tiempo a uno mismo y a la familia. Hay mucho para aprender e integrar lentamente a la nueva realidad familiar. Bajo un modo de supervivencia uno siente con más fuerza que no tiene el control sobre las cosas, pero eso no significa tener que vivir con una actitud pasiva de aceptar todo lo que llega sin más, sino que es importante afirmarse en el bien para valorar lo que acontece teniendo claro el objetivo trazado de profundizar en la capacidad de recuperación y cultivarla en familia. Durante este tiempo de pandemia será clave como familia poner el foco amoroso en resolver los conflictos, tomar las enseñanzas de esta experiencia y avanzar en una dirección reparadora.
Si la base está fuerte, serán más viables la creatividad, los sacrificios y el trabajo en equipo. La historia ha demostrado que la familia es la mejor respuesta para los nuevos desafíos. En todo tiempo, los eventos sin precedentes siempre han sido superados en familia.
Preces
Jesús mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud hambrienta. Sus palabras siguen resonando en nuestro interior y le pedimos:
R/MHaz que sepamos escuchar tu voz.
Te pedimos por la Iglesia,
– haz que el pueblo de Dios esté atento a las necesidades del hombre de hoy y le proponga el evangelio como camino de salvación.MR/
Te pedimos por nuestros gobernantes,
– que no desatiendan las demandas de los ciudadanos, especialmente de los más necesitados.MR/
Te pedimos por nuestras familias,
– para que las preocupaciones materiales no ensombrezcan las relaciones entre sus miembros.MR/
Te pedimos por nuestra parroquia,
– haz que sea un lugar en el que celebremos la fe, seamos confortados en la esperanza y aumente nuestra caridad.MR/