Serán los dos una sola carne
- 14 Agosto 2020
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Menciono lo principal, estrechamente relacionado entre sí: el principio de la dignidad de la persona, el principio del bien común, el principio de la opción preferencial por los pobres, el principio del destino universal de los bienes, el principio de solidaridad, subsidiariedad, el principio de cuidar nuestro hogar común. Todos estos principios ayudan a los directores, gerentes de las empresas a continuar el crecimiento y también, como en este caso de una pandemia, a la curación del tejido personal y social. Todos estos principios expresan, de diferentes maneras, las virtudes de la fe, la esperanza y el amor.
El Papa finalmente invitó a «enfrentar juntos los problemas apremiantes que la pandemia ha destacado, especialmente las enfermedades sociales».
Exploraremos cómo nuestra tradición social católica, dijo Francisco, puede ayudar a la familia humana a sanar este mundo que sufre de enfermedades graves. Es mi deseo reflexionar y trabajar todos juntos, como seguidores de Jesús que sana, para construir un mundo mejor, lleno de esperanza para las generaciones futuras.
Los intereses económicos relacionados a las vacunas en carrera son altísimos, lo que explica el interés por los laboratorios de generar noticias permanentemente sobre ellas, noticias que contrastan con la habitual prudencia científica.
Además de los recursos propios, están patrocinando las investigaciones gobiernos, que aseguran así posibles dosis, donantes particulares y fundaciones. La mayor exposición de su trabajo, facilita la búsqueda de financiamiento.
Cada gobierno evaluará la o las mejores vacunas para cada país, y será en última instancia el que apruebe a cuál podrá acceder su población. Si la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford se encuentra entre las que finalmente sirvan para detener el virus, gracias al trabajo en conjunto de actores privados y públicos, la región podrá acceder rápidamente a ella.
DIOXIDO DE CLORO
Lo mismo ocurre si nuestra meta en la vida es algo material (dinero o placeres de los sentidos, por ejemplo). También es un año decepcionante para los que solo buscan la gloria profesional o la ambición desmedida: los que tienen profesionalitis, que es una «inflamación» de la profesión como fin último de la vida.
Da a tu vida un sentido trascendente: pregúntate por qué y por quién haces las cosas. Vivir por la familia y por hacer el bien a los demás ya es un gran paso, pero la situación de pandemia nos coloca a todos en la tesitura de pensar a fondo qué sentido damos a nuestra vida. Es el momento, si somos creyentes, de plantear qué lugar damos a Dios en nuestro caminar`
Maximiliano Kolbe, Santo
Memoria Litúrgica, 14 de agosto
"No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos"
(Jn 15, 13).
Martirologio Romano: Memoria de san Maximiliano María (Raimundo) Kolbe, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que fue fundador de la Milicia de María Inmaculada. Deportado a diversos lugares de cautiverio, finalmente, en el campo de exterminio de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, se ofreció a los verdugos para salvar a otro cautivo, considerando su ofrecimiento como un holocausto de caridad y un ejemplo de fidelidad para con Dios y los hombres († 1941).
Fecha de beatificación: 17 de octubre de 1971 por S.S. Pablo VI
Fecha de canonización: 10 de octubre de 1982 por S.S. Juan Pablo II
Breve Biografía
Maximiliano María Kolbe nació en Polonia el 8 de enero de 1894 en la ciudad de Zdunska Wola, que en ese entonces se hallaba ocupada por Rusia. Fue bautizado con el nombre de Raimundo en la iglesia parroquial.
A los 13 años ingresó en el Seminario de los padres franciscanos en la ciudad polaca de Lvov, la cual a su vez estaba ocupada por Austria. Fue en el seminario donde adoptó el nombre de Maximiliano. Finaliza sus estudios en Roma y en 1918 es ordenado sacerdote.
Devoto de la Inmaculada Concepción, pensaba que la Iglesia debía ser militante en su colaboración con la Gracia divina para el avance de la fe católica. Movido por esta devoción y convicción, funda en 1917 un movimiento llamado "La Milicia de la Inmaculada" cuyos miembros se consagrarían a la bienaventurada Virgen María y tendrían el objetivo de luchar mediante todos los medios moralmente válidos, por la construcción del Reino de Dios en todo el mundo.
En palabras del propio San Maximiliano, el movimiento tendría: "una visión global de la vida católica bajo una nueva forma, que consiste en la unión con la Inmaculada."
Verdadero apóstol moderno, inicia la publicación de la revista mensual "Caballero de la Inmaculada", orientada a promover el conocimiento, el amor y el servicio a la Virgen María en la tarea de convertir almas para Cristo. Con una tirada de 500 ejemplares en 1922, en 1939 alcanzaría cerca del millón de ejemplares.
En 1929 funda la primera "Ciudad de la Inmaculada" en el convento franciscano de Niepokalanów a 40 kilómetros de Varsovia, que con el paso del tiempo se convertiría en una ciudad consagrada a la Virgen y, en palabras de San Maximiliano, dedicada a "conquistar todo el mundo, todas las almas, para Cristo, para la Inmaculada, usando todos los medios lícitos, todos los descubrimientos tecnológicos, especialmente en el ámbito de las comunicaciones."
En 1931, después de que el Papa solicitara misioneros, se ofrece como voluntario y viaja a Japón en donde funda una nueva ciudad de la Inmaculada ("Mugenzai No Sono") y publica la revista "Caballero de la Inmaculada" en japonés ("Seibo No Kishi").
En 1936 regresa a Polonia como director espiritual de Niepokalanów, y tres años más tarde, en plena Guerra Mundial, es apresado junto con otros frailes y enviado a campos de concentración en Alemania y Polonia. Es liberado poco tiempo después, precisamente el día consagrado a la Inmaculada Concepción. Es hecho prisionero nuevamente en febrero de 1941 y enviado a la prisión de Pawiak, para ser después transferido al campo de concentración de Auschwitz, en donde a pesar de las terribles condiciones de vida prosiguió su ministerio.
En Auschwitz, el régimen nazi buscaba despojar a los prisioneros de toda huella de personalidad tratándolos de manera inhumana e inpersonal, como un simple número: a San Maximiliano le asignaron el 16670. A pesar de todo, durante su estancia en el campo nunca le abandonaron su generosidad y su preocupación por los demás, así como su deseo de mantener la dignidad de sus compañeros.
La noche del 3 de agosto de 1941, un prisionero de la misma sección a la que estaba asignado San Maximiliano escapa; en represalia, el comandante del campo ordena escoger a diez prisioneros al azar para ser ejecutados. Entre los hombres escogidos estaba el sargento Franciszek Gajowniczek, polaco como San Maximiliano, casado y con hijos.
San Maximiliano, que no se encontraba entre los diez prisioneros escogidos, se ofrece a morir en su lugar. El comandante del campo acepta el cambio, y San Maximiliano es condenado a morir de hambre junto con los otros nueve prisioneros. Diez días después de su condena y al encontrarlo todavía vivo, los nazis le administran una inyección letal el 14 de agosto de 1941.
Es así como San Maximiliano María Kolbe, en medio de la más terrible adversidad, dio testimonio y ejemplo de dignidad. En 1973 Pablo VI lo beatifica y en 1982 Juan Pablo II lo canoniza como Mártir de la Caridad. Juan Pablo II comenta la influencia que tuvo San Maximiliano en su vocación sacerdotal: "Surge aquí otra singular e importante dimensión de mi vocación.
Los años de la ocupación alemana en Occidente y de la soviética en Oriente supusieron un enorme número de detenciones y deportaciones de sacerdotes polacos hacia los campos de concentración. Sólo en Dachau fueron internados casi tres mil. Hubo otros campos, como por ejemplo el de Auschwitz, donde ofreció la vida por Cristo el primer sacerdote canonizado después de la guerra, San Maximiliano María Kolbe, el franciscano de Niepokalanów." (Don y Misterio).
San Maximiliano nos legó su concepción de la Iglesia militante y en febril actividad para la construcción del Reino de Dios. Actualmente siguen vivas obras inspiradas por él, tales como: los institutos religiosos de los frailes franciscanos de la Inmaculada, las hermanas franciscanas de la Inmaculada, así como otros movimientos consagrados a la Inmaculada Concepción. Pero sobretodo, San Maximiliano nos legó un maravilloso ejemplo de amor por Dios y por los demás.
Con motivo de los veinte años de la canonización del padre Maximiliano Kolbe (10 de octubre de 1982), los Frailes Menores Conventuales de Polonia abrieron el archivo de Niepokalanow (Ciudad de la Inmaculada, a 50 kilómetros de Varsovia), construido por el mismo mártir de Auschwitz. Entre los manuscritos del santo, destaca la última carta que escribió y que acaba con besos a su madre. Una carta que refleja una ternura que no aparecía en otros escritos, y que hace pensar que el sacrificio con el que ofreció la vida voluntariamente en sustitución de un condenado a muerte fue algo que maduró a lo largo de su vida.
Este es el texto del escrito: «Querida madre, hacia finales de mayo llegué junto con un convoy ferroviario al campo de concentración de Auschwitz. En cuanto a mí, todo va bien, querida madre. Puedes estar tranquila por mí y por mi salud, porque el buen Dios está en todas partes y piensa con gran amor en todos y en todo. Será mejor que no me escribas antes de que yo te mande otra carta porque no sé cuánto tiempo estaré aquí. Con cordiales saludos y besos, Raimundo Kolbe».
Juan Pablo II, un año después de su elección, en Auschwitz, dijo: «Maximiliano Kobe hizo como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida». La expresión remite a unas palabras escritas por el padre Kolbe unas semanas antes de que los nazis invadieran Polonia (1 de septiembre de 1939): «Sufrir, trabajar y morir como caballeros, no con una muerte normal sino, por ejemplo, con una bala en la cabeza, sellando nuestro amor a la Inmaculada, derramando como auténtico caballero la propia sangre hasta la última gota, para apresurar la conquista del mundo entero para Ella. No conozco nada más sublime».
Los radioaficionados lo consideran su santo patrón, ya que San Maximiliano durante 30 años estuvo activo con el indicativo SP3RN.
El amor en la familia
Santo Evangelio según san Mateo 19, 3-12. Viernes XIX del Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, ayúdame a encontrar los deseos más profundos de mi corazón y ver que tu amor se me manifiesta de tantas maneras en mi vida. Dame la gracia de encontrar el verdadero amor y poner todo mi esfuerzo en mantener este amor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 19, 3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y, para ponerle una trampa, le preguntaron: “¿Le está permitido al hombre divorciarse de su esposa por cualquier motivo?”.
Jesús les respondió: “¿No han leído que el Creador, desde un principio los hizo hombre y mujer, y dijo: ‘Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, para unirse a su mujer, y serán los dos una sola carne?’ De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Así pues, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Pero ellos replicaron: “Entonces ¿por qué ordenó Moisés que el esposo le diera a la mujer un acta de separación, cuando se divorcia de ella?”.
Jesús les contestó: “Por la dureza de su corazón, Moisés les permitió divorciarse de sus esposas; pero al principio no fue así. Y yo les declaro que quienquiera que se divorcie de su esposa, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, y se case con otra, comete adulterio; y el que se case con la divorciada, también comete adulterio”.
Entonces le dijeron sus discípulos: “Si ésa es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse”. Pero Jesús les dijo: “No todos comprenden esta enseñanza, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. Pues hay hombres que, desde su nacimiento, son incapaces para el matrimonio; otros han sido mutilados por los hombres, y hay otros que han renunciado al matrimonio por el Reino de los cielos. Que lo comprenda aquél que pueda comprenderlo”. Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La vida familiar es sobre el amor, todo en una buena relación familiar es sobre el amor. No es un amor que pasa o que sólo quiere la satisfacción del momento, sino que es un amor que perdura hasta en las más grandes dificultades. El fin de toda relación es encontrar el amor de Dios en otro. Específicamente en el matrimonio vemos esta relación de amor: el amor es una realidad que tiene que estar presente en la vida de toda persona de una u otra forma. Esta es la razón de la familia y el presupuesto sin el cual nada más tiene sentido.
El amor es donación a los demás y, aunque pueda sonar muy abstracto, es una realidad que se vive cada día; en todo momento se puede demostrar el amor con pequeños detalles y con grandes obras.
En un principio Dios creó al hombre para que fuera feliz y viviera en total comunión con Él. Este plan de Dios hacía que el hecho de ser hombre fuese algo que se deseara. Después del pecado la vida tomó un rumbo diverso y el hombre encontró cosas que ni siquiera Dios hubiera imaginado. El amor cambió y se deformó haciendo que la vida humana se convirtiera en un camino hacia la felicidad eterna con muchos precipicios de los que es difícil salir. Pero Dios no nos dejó solos. Nos envió a su Hijo para rescatarnos y ayudarnos a llegar a Él.
«Jesús les dice: “Desde el inicio de la creación Dios les hizo hombre y mujer; por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos se convertirán en una sola carne.
Así ya no son dos, sino una sola carne”. Es fuerte lo que dice el Señor, Dios les creó desde el inicio así y no dice son solo un espíritu, un solo amor, no: “una carne”, ¡precisamente no se puede dividir eso! Pero, deja el problema de la separación y va a la belleza del matrimonio, a la belleza de la pareja que debe estar unida. Y así, el hombre y la mujer dejan a sus familias para comenzar un nuevo camino. Hay una ruptura en el hombre y en la mujer para iniciar esto: la ruptura con aquello que estaba antes, con la familia que estaba antes; “deja para convertirse en” y después toda la vida este camino de ir adelante juntos no dos, sino uno. Por lo tanto, ir por la vida así, uno y lo que es uno debe permanecer uno: esto es lo que dice el Señor. Nosotros no debemos detenernos, como estos doctores, en un se puede o no se puede dividir un matrimonio. A veces está la desgracia de que no funciona y es mejor separarse para evitar una guerra mundial, pero esto es una desgracia. Sobre todo vamos a ver lo positivo. A mí me gusta hoy hablar de esto, porque entre vosotros hay siete parejas que celebran el quincuagésimo o vigésimo quinto aniversario de matrimonio. Son parejas que vienen a celebrar, es decir, a disfrutar frente al Señor por esos cincuenta años, por esos veinticinco años de camino juntos. Cada uno, cuando llega a este punto, reflexiona sobre el camino recorrido y agradece al Señor».
(Homilía de S.S. Francisco, 25 de mayo de 2018, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Decirle a un familiar cuánto le quiero.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
No olvidemos que los amigos en esta edad son la principal influencia en la conducta de nuestros hijos, la mejor manera de lograr acercarnos y conocerlos es abrirles la puerta de nuestra casa a los amigos de nuestros hijos
Es muy importante hablar de esas personas cercanas a nosotros y quienes en muchas ocasiones nos acompañan en los momentos más importantes de nuestra vida: los amigos. Un amigo es una persona que a pesar de no ser parte de nuestra familia, nos apoya y alienta a luchar por nuestros sueños, comparte nuestras tristezas para hacerlas más ligeras, nos hacen ver nuestros errores y nos aplauden nuestros aciertos.
En la adolescencia los amigos se vuelven una parte fundamental de la vida, ya que la necesidad de pertenecer a un grupo es muy importante y en muchos casos estos amigos no son del agrado de los padres.
Los adolescentes están en proceso de crear su identidad y tienden a estar en contra de las normas y reglas que se manejan en casa, por esta razón buscan relacionarse con amigos que pueden tener una educación totalmente opuesta a la que los padres les han dado. Por esta razón los amigos de sus hijos suelen ser una preocupación para los padres de adolescentes.
Según los expertos, los padres ven riesgos reales donde los adolescentes no, de tal manera que buscan protegerlos, suplen la incapacidad de su hijo de prever el riesgo, mediante la prohibición de amistad con personas peligrosas que pueden llevaros a realizar conductas de riesgo como drogas, juego ilegal, fanatismo religioso, etc. Es decir, los padres cumplen su función protectora real y necesaria.
Sin embargo, debemos tener cuidado de no caer en una conducta egoísta que nos lleve a querer separar a nuestros hijos de sus amigos solo porque no queremos que nos separen del hijo ideal, ya que lejos de proteger lo que estaríamos haciendo es inducirles prejuicios que no los dejaran pensar y ver por sí mismos lo que les conviene y lo que no, de manera informada.
Debemos tener claro que la elección de los amigos no depende de nosotros, sino de nuestros hijos. Es cierto que según la etapa y edad de los hijos, los amigos tienen un grado de importancia y afectan de manera distinta; lo ideal es encontrar el equilibrio, mostrarse interesado por las amistades pero sin juzgar ni criticarlos. Cuanto más intentes alejar a tu hijo adolescente de los amigos, más intentará acercarse, justamente porque en esta etapa hay una lucha de sentimientos encontrados que lo hacen rebelarse y alejarse de lo que lo une a la familia.
Como padres debemos tener paciencia, dejarlos elegir y que se equivoquen, pero al mismo tiempo estar atentos y presentes para dar contención a cada situación que se presente con los amigos. Es necesario confiar en los valores que le transmitimos y buscar ayuda profesional cuando se tengan dudas. No olvidemos que los amigos en esta edad son la principal influencia en la conducta de nuestros hijos, la mejor manera de lograr acercarnos y conocerlos es abrirles la puerta de nuestra casa a los amigos de nuestros hijos, compartir con ellos y conversar sin invadir.
Como padres no podemos desligarnos del tema de los amigos, debemos acompañarlos en el proceso de crear su propia identidad con sentido y no solo ir en contra de la norma. Busca ser flexible, no impongas tus deseos y permanece abierto al diálogo y a la negociación, porque para genererar relaciones de amistad sanas en la familia esta la solución.
Abuso doméstico. Todo cristiano es responsable de la seguridad del prójimo
La seguridad de cada persona, como criatura de Dios, es responsabilidad de todos los cristianos.
El subsidio de 30 páginas, titulado "Aumentar la concienciación sobre el abuso doméstico", se centra en la violencia en el hogar contra las mujeres, los niños, los jóvenes, los ancianos y las minorías étnicas, y ofrece elementos de reflexión sobre la doctrina pertinente de la Iglesia y recursos útiles para las víctimas y los supervivientes. En un momento en el que la pandemia de Covid-19 ha visto un aumento de los casos de abuso doméstico", comenta el Padre Abad Hugh Allan, la persona de contacto de la NBCW en la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, "este libreto es un excelente recurso para todos". De hecho, reafirma que "la seguridad de cada persona, como criatura de Dios, es responsabilidad de todos los cristianos". Por su parte, Margaret Clark, presidenta de la NBCW, escribe en el prefacio: "Este folleto tiene como objetivo principal concienciar a la Iglesia acerca del impacto devastador del abuso y la violencia doméstica. Esperamos que ayude a las víctimas a obtener el apoyo que necesitan a través de la atención pastoral de las parroquias, organizaciones e individuos". "Creemos", añadió Clark, "que promover una mayor conciencia del problema es la forma más efectiva para que los católicos ayuden a las víctimas de abuso doméstico.
Un crimen que no debe ocultarse a la comunidad
"El abuso doméstico es un pecado y constituye una violación de la naturaleza esencial del matrimonio", se lee en el libreto. "La Iglesia debe continuar aclarando este punto y animar al clero a contrarrestar a aquellos que explotan las Sagradas Escrituras para justificar la violencia en el hogar. Es, de hecho, "un crimen" y como tal "no debe ser ocultado a la comunidad". De ahí la exhortación a la cooperación entre la Iglesia y las organizaciones públicas y de voluntarios que se ocupan del tema, para poder ayudar a las víctimas y los supervivientes de la manera más completa posible. Por último, el libro recuerda que el matrimonio y las relaciones familiares se basan en "el amor, la confianza, el respeto y el apoyo mutuos entre todos sus miembros".
Contagiar a través del Ejemplo
El hombre se contagia del ejemplo y de las opiniones de los que lo rodean. Restaurar la vida cristiana en la sociedad... es el desafío
Cierta vez San Francisco de Asís pidió a Fray León, su allegado discípulo, que lo acompañase pues iría a predicar un sermón. Salieron del convento, anduvieron de un lado a otro de la ciudad y volvieron después de cierto tiempo. Fray León, perplejo, preguntó a San Francisco, pensando que se había olvidado, qué había pasado con el sermón. A esto el santo le respondió: "nuestro caminar por las calles ha sido el sermón". Había sido el fenómeno del contagio. Ver un monje tan humilde, tan recogido en oración, tan compenetrado del llamado a la pobreza que Dios le hizo, fue un testimonio penetrante, fue una predicación.
Lo relatado nos hace considerar cómo el hombre se contagia del ejemplo y de las opiniones de los que lo rodean. También los ambientes juegan un papel preponderante en lo que podríamos llamar de contagio. Es imposible que encontrándose dos hombres no se influencien mutuamente, sea para el bien, sea para el mal. Muchos se preocupan por la prevención de enfermedades contagiosas. Pocos se dan cuenta o percatándose, toman una actitud de vigilancia, ante los peligros de contagio "espiritual" en el convivio de los hombres.
La influencia que ejercía un San Francisco de Asís era similar al impacto que producía un San Juan María Vianney, el famoso cura de Ars, que siendo poco inteligente y de presencia simple, ejercía tal estremecimiento que, preguntado un viñador del Mâcnnais qué había visto en la aldea de Ars, respondió: "He visto a Dios en un hombre". Era tan santo, que se veía que él no era Dios, pero se percibía que Dios estaba en él, algo de sobrenatural trasparecía en su persona.
Una mirada, una actitud de silencio, una media palabra, una presencia, pueden crear una atmósfera en un lugar. Al mismo tiempo, la acción que ejercen los ambientes, las costumbres, los edificios, las ceremonias, el arte en general - cuando no y destacadamente la música -, así como también otros y numerosos factores que conforman el convivir cotidiano de los hombres, tienen su poderoso efecto.
Recordando los tiempos del gran Patriarca del monacato occidental San Benito con sus monjes, en el silencio, la disciplina y el trabajo, la oración, el estudio y el ceremonial litúrgico, acabaron cristianizando un continente, y esto repercutiendo en el mundo a través de los siglos. En su accionar ejercían una sana influencia sobre pueblos y ciudades, marcando el entorno con el buen ejemplo de su "ora et labora". A través de la irradiación de su mística, ideal de vida y virtudes, transmitían agradable perfume a sus alrededores y en sus misiones apostólicas, "llegando al gran movimiento de piedad y renovación en el que se formó la idea de Europa" (Joseph Ratzinger, Convocados en el camino de la fe).
No parece ser la oportunidad de desarrollar los diversos tipos humanos que a través de la historia fueron apareciendo como "modelos de contagio". Pero sí recordar que, a partir de la mitad del Siglo XX, aparecieron nuevos y singulares en medio del deterioro de la sociedad. La Primera Guerra Mundial señaló el fin de un tipo humano caracterizado por una forma de ser más ceremoniosa, donde la educación y la cultura tenían un peso muy grande en las relaciones humanas. Tiempos en que la influencia religiosa era aún destacada en la vida social y personal.
Entraba en escena la llamada "revolución cultural", calificada por no pocos como postmoderna, reflejando estereotipos de vida caracterizados por las malas maneras, la suciedad, la completa falta de compostura. Actitudes incompatibles con las costumbres ordenadas del convivir humano fruto de la evangelización que, a través de los siglos, sacó a los hombres de la barbarie. Conductas que iban desviando a las almas del bien y, a la larga, de la verdadera religión. Era, y es, la penetración del desorden, contrario visceralmente al propio Dios, autor de todas las formas de orden.
Se fue produciendo una quiebra de los padrones de vida repercutiendo en el desarrollo del pensamiento. Este acontecimiento coincidía con lo que Pablo VI señalaba: "numerosos psicólogos y sociólogos, afirman que el hombre moderno ha rebasado la civilización de la palabra, ineficaz e inútil en estos tiempos, para vivir hoy en la civilización de la imagen" (Evangelli Nuntiandi, 42). El cine, impulsado especialmente desde los Estados Unidos, con sus imágenes, fue dando los modelos a ser seguidos. Era la influencia de Hollywood, que inundando especialmente al mundo occidental, marcó una época en la historia del pensamiento. Ya hoy el modelar del pensamiento de las personas lo hacen más los medios modernos de comunicación. Dejaron de predominar los bienes del espíritu destacándose lo material ante todo; como si la vida fuese sólo la búsqueda del éxito y el bienestar temporal. Salud, dinero, felicidad, son los mitos. Culminando con la deformación de las propias reglas morales.
"Vivimos en un tiempo caracterizado en gran parte por un relativismo subliminal que penetra todos los ambientes de la vida", decía Benedicto XVI (24-9-2011). Este fenómeno -en el que la verdad completa no es considerada- ha llegado a tener carta de ciudadanía en los estilos de vida, influyendo en las relaciones humanas, y por lo tanto sobre la sociedad, por el "efecto-contagio".
Preocupaba seriamente a Juan Pablo II la avalancha de cambios culturales que se vivían. Decía que, urgía restablecer el cuerpo cristiano de la sociedad humana, y esto sólo se conseguiría con la presencia de testigos de la fe cristiana, que superen "la fractura entre el Evangelio y la vida, recomponiendo en su vida familiar, en el trabajo y en la sociedad, esa unidad de vida, que en el Evangelio encuentra inspiración y fuerza para realizarse en plenitud" (Mane Nobiscum Domini, 34).
Rehacer, recomponer, restaurar la vida cristiana en la sociedad es el desafío. Para lograr eso, se hace necesaria una coherencia que supere la "fractura" de vida que sufren los hombres de hoy. Sólo se logrará con el "impregnar y perfeccionar todo el orden temporal con el espíritu evangélico" (Decreto Conciliar Apostolicam actuositatem, 5).
Hogares generosos: hijos generosos, sociedad generosa
La vida vivida en familia es un caminar seguro para llegar a ser mejores y poder alcanzar el ser felices
La vida de familia es un vivir educándose. Hijos que aprenden de sus padres y padres que aprenden de sus hijos.
Y en eso de vivir educándose aparece claramente la generosidad. Tan necesaria si lo que queremos es ser felices. No existe la felicidad sin la generosidad. Los que buscan la felicidad sin el ser generosos, nunca conocerán lo que es realmente ser feliz.
Es sin duda una de las virtudes que más plenifican la vida del hombre.
Cuando uno la vive intensamente, más satisfecho se encuentra con todos los actos que realiza.
Hay dos grandes días en la vida de una persona: el día que nace y el día que descubre para qué.
La generosidad es un acto desinteresado de la voluntad por el cual una persona se esfuerza en dar algo de sí mismo con el fin de cubrir la necesidad de otro buscando su bien.
La generosidad se enseña con el ejemplo, la constancia y la alegría, con el esfuerzo diario de hacer mejor lo de todos los días, con delicadeza y afecto.
Es una virtud que se vive y uno no sabe muy bien cuando la está enseñando.
La crisis actual de la familia es una crisis de la familia burguesa, una familia cerrada en sí misma y que busca sobre todo el bienestar de sus miembros y, en cambio, no percibe la grandeza de la misión que Dios le encomienda. Por eso es la familia cristiana la gran solución a esa crisis. Allí donde hay familia cristiana la familia goza de buena salud.
Y en ellas siempre impera la generosidad
En cambio, donde las familias de cristianos están lejos de vivir tal misión los problemas siempre crecen. (Juan José Pérez-Soba)
Donde está tu tesoro, está tu corazón. ¡Corazones generosos es lo que necesita la humanidad!
La familia es el tesoro de la humanidad. Un mundo diferente no puede ser construido por personas indiferentes.
Un Estado que no se compromete socialmente con la defensa de la familia está complicando el ser de toda la comunidad. Y si el Estado no lo hace las familias deberán ser doblemente generosas.
¿Soy generoso con mi tiempo?
En más de cincuenta años de pertenencia al Movimiento Familiar Cristiano, aprendimos que si necesitas a alguien para colaborar en una actividad pastoral, busca a los que ya están ocupados.
Los que nada hacen nunca tienen tiempo.
El hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama.
Si alguien que dice no tener tiempo, conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para verla.
El no tengo tiempo es una excusa más de los no generosos.
El ser generoso con el tiempo hace que haya personas que tienen más horas en sus días y más días en sus meses. ¿Cómo lo hacen? Siendo generosos.
El tiempo es, sin duda, el bien más preciado para ser brindado.
Las cosas siempre son blancas o negras y cuando decimos que no, es que estamos poniendo excusas para no ser generosos
Decía Péguy: cristiano es el que da la mano. El que no da la mano, ese no es un cristiano y poco importa lo que pueda hacer con su mano libre.
Decía Don Quijote: Cuando viene el bien, métalo en tu casa.
Si hay un lugar donde más se aprende el bien de ser generoso, es en el hogar. Hagámosle caso a la sabiduría del hombre de la Mancha, vivamos en nuestra casa el ser generosos, y habiendo aprendido el ser generosos en nuestra familia, seremos también generosos a la hora de salir a la calle.
Vive intensamente el presente: es el único que importa. Los que viven aferrados al pasado ya murieron y los que viven soñando en el futuro, aún no nacieron. (Felipe Cubillos)
Y en eso de vivir plenamente el hoy, vívelo generosamente y verás cuan hermoso será tu futuro.
Virtud que sale del vivir valores en familia, virtud que no se pierde, virtud que perdura.
Lo aprendido familiarmente, uno lo practica de manera tan natural, está tan metido en el ser de uno, que llega hacerlo sin darse cuenta.
Dice el refrán, “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. No es lo mismo entender el concepto que ponerlo en práctica. De aquí, que se diga que los valores se hayan perdido, lo cual no es exacto. Lo que sí ha pasado es que a la gente se le ha olvidado usarlos, o lo que es peor, los ignora por resultarles un estorbo en el desempeño de sus actividades cotidianas.
Porque todo el mundo sabe que es malo mentir, levantar falsos testimonios, robar, engañar, estafar, matar y lo que se pueda agregar a la lista y a pesar de ello, muchas personas lo hacen. Quiere decir que saben que existen los valores de la verdad, la honestidad, la justicia, la honradez y el amor, pero no les interesa aplicarlos.
Entonces, no es que se hayan perdido los valores, lo que pasa es que el relativismo nos ha invadido a tal grado, que cada quien hace lo que le parece bien y escoge lo que le acomoda. Entonces nos encontramos con que muchas actitudes y acciones, en el pasado antisociales, ahora se ven aceptadas y hasta aplaudidas. Vamos perdiendo de vista lo que realmente importa gracias al hedonismo y el individualismo (Mónica Muñoz)
Padres generosos, hogares generosos. Hijos generosos, sociedad generosa.
Así de simple, así de sencillo de entender, pero necesita del esfuerzo del hacer. Y cuando ese hacer es desde un amor generoso que se entrega a más personas, no se divide, sino que se multiplica
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REFLEXIONES DESDE LA FAMILIA...........para acompañar a vivir
Galardonado con la Gaviota de Oro-Mar del Plata 2007 Programa “Día Internacional de la Mujer”
Galardonado con la Rosa de Plata-Buenos Aires 2007 Programa “Navidad”
Galardonado con la Gaviota de Oro-Mar del Plata 2006 Programa “Día del Niño”
Mención especial Premio Magnificat-Buenos Aires 2005 Programa “Adultos Mayores”
Los cuatro primeros libros sobre estas reflexiones están disponibles y son vendidos por correo certificado de entrega.