¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!

Asunción de Nuestra Señora

Solemnidad Litúrgica, 15 de agosto

Solemnidad de a Asunción de la bienaventurada Virgen María, Madre de nuestro Dios y Señor Jesucristo, que, acabado el curso de su vida en la tierra, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria de los cielos. Esta verdad de fe, recibida de la tradición de la Iglesia, fue definida solemnemente por el papa Pío XII en 1950.

Un ángel se aparecía a la Virgen y le entregaba la palma diciendo: "María, levántate, te traigo esta rama de un árbol del paraíso, para que cuando mueras la lleven delante de tu cuerpo, porque vengo a anunciarte que tu Hijo te aguarda". María tomó la palma, que brillaba como el lucero matutino, y el ángel desapareció. Esta salutación angélica, eco de la de Nazaret, fue el preludio del gran acontecimiento.

Poco después, los Apóstoles, que sembraban la semilla evangélica por todas las partes del mundo, se sintieron arrastrados por una fuerza misteriosa que les llevaba a Jerusalén en medio del silencio de la noche. Sin saber cómo, se encontraron reunidos en torno de aquel lecho, hecho con efluvios de altar, en que la Madre de su Maestro aguardaba la venida de la muerte. En sus burdas túnicas blanqueaba todavía, como plata desecha, el polvo de los caminos: en sus arrugadas frentes brillaba como un nimbo la gloria del apostolado. Se oyó de repente un trueno fragoroso; al mismo tiempo, la habitación de llenó de perfumes, y Cristo apareció en ella con un cortejo de serafines vestidos de dalmáticas de fuego.

Arriba, los coros angélicos cantaban dulces melodías; abajo, el Hijo decía a su Madre: "Ven, escogida mía, yo te colocaré sobre un trono resplandeciente, porque he deseado tu belleza". Y María respondió: "Mi alma engrandece al Señor". Al mismo tiempo, su espíritu se desprendía de la tierra y Cristo desaparecía con él entre nubes luminosas, espirales de incienso y misteriosas armonías. El corazón que no sabía de pecado, había cesado de latir; pero un halo divino iluminaba la carne nunca manchada. Por las venas no corría la sangre, sino luz que fulguraba como a través de un cristal.

Después del primer estupor, se levantó Pedro y dijo a sus compañeros: "Obrad, hermanos, con amorosa diligencia; tomad ese cuerpo, más puro que el sol de la madrugada; fuera de la ciudad encontraréis un sepulcro nuevo. Velad junto al monumento hasta que veáis cosas prodigiosas". Se formó un cortejo. Las vírgenes iniciaron el desfile; tras ellas iban los Apóstoles salmodiando con antorchas en las manos, y en medio caminaba san Juan, llevando la palma simbólica. Coros de ángeles agitaban sus alas sobre la comitiva, y del Cielo bajaba una voz que decía: "No te abandonaré, margarita mía, no te abandonaré; porque fuiste templo del Espíritu Santo y habitación del Inefable". Acudieron los judíos con intención de arrebatar los sagrados despojos. Todos quedaron ciegos repentinamente, y uno de ellos, el príncipe de los sacerdotes, recobró la vista al pronunciar estas palabras: "Creo que María es el templo de Dios".

Al tercer día, los Apóstoles que velaban en torno al sepulcro oyeron una voz muy conocida, que repetía las antiguas palabras del Cenáculo: "La paz sea con vosotros". Era Jesús, que venía a llevarse el cuerpo de su Madre. Temblando de amor y de respeto, el Arcángel San Miguel lo arrebató del sepulcro, y, unido al alma para siempre, fue dulcemente colocado en una carroza de luz y transportado a las alturas. En este momento aparece Tomás sudoroso y jadeante. Siempre llega tarde; pero esta vez tiene una buena excusa: viene de la India lejana. Interroga y escudriña; es inútil, en el sepulcro sólo quedan aromas de jazmines y azahares. En los aires una estela luminosa, que se extingue lentamente, y algo que parece moverse y que se acerca lentamente hasta caer junto a los pies del Apóstol. Es el cinturón que le envía la virgen en señal de despedida.

Esta bella leyenda iluminó en otros siglos la vida de los cristianos con soberanas claridades.

Nunca la Iglesia quiso incorporarla a sus libros litúrgicos, pero la dejó correr libremente para edificación de los fieles. Penetró en todos los países, iluminó a los artistas e inspiró a los poetas. Parece que resurgió, una vez más, en el valle de Josafat, allá donde los cruzados encontraron el sepulcro en el que se habían obrado tantas maravillas y sobre el cual suspendieron tantas lámparas. Como la piedad popular quiere saber, pidiendo certezas y realidades, la leyenda dorada aparece con los rasgos con que el oriental sabe tejerlos entre el perfume del incienso y azahares, adornada con estallidos y decorada con ángeles y pompas del Cielo. Se difunde en el siglo V en Oriente con el nombre de un discípulo de San Juan, Melitón de Sardes, Gregorio de Tours la pasa a las Galias, los españoles la leen en el fervor de la reconquista con peregrinos detalles y toda la Cristiandad busca en ella durante la Edad Media alimento de fe y entusiasmo religioso.

Ni fecha, ni lugar. ¿Cómo fue el prodigio? Escudriñando la Tradición hay un velo impenetrable. San Agustín dice que pasó por la muerte, pero no se quedó en ella. Los Orientales gustan de llamarla Dormición con ánimo de afirmar la diferencia. ¿Tránsito? Separación inefable. Ni el Areopagita, ni Epifanio, ni Dante acertaron a describir lo real indescriptible, inefable: el último eslabón de la cadena que se inicia con la Inmaculada Concepción y, despertando secretos armónicos, apostilla la Asunción con la Coronación que el arte de Fra Angélico se atreve a plasmar con pasta conservada en el Louvre. La Iglesia celebra, junto al Resucitado Hijo triunfante, a la Madre, singularmente redimida, Glorificada desde la Traslación.

Un encuentro que me transforma

Santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56. Asunción de la Virgen María

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor, gracias por las veces en las que te has hecho presente en mi vida.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.

Entonces dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.

Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.

Él hace sentir el poder de su brazo: dispersa a los de corazón altanero, destrona a los potentados y exalta a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide sin nada.

Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre”.

María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Si alguien conoce bien a Jesús es María. Nadie como María ha hecho la experiencia de tenerlo en su vientre. La verdadera devoción a María es la imitación de todas sus virtudes. En cuanto María ha hecho una experiencia profunda del amor de Dios en su vida, no permanece inerte. María sale al encuentro de su prima Isabel. Es la alegría del encuentro con Jesús que desborda en ella y da como frutos actos de caridad.

María, enséñame a donarme a las personas que conozca con la alegría y la entrega como tú lo has hecho. Ayúdame a aprender a tener mi mirada en las necesidades de las personas que me rodean, así como saber guardar en mi corazón los momentos especiales en los que Dios se ha hecho presente en mi vida y ponderarlos como tú lo hiciste.

Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento para poder ver tantas bendiciones que Dios me ha dado. Ayúdame a ver con fe los acontecimientos que suceden en mi vida, a buscar siempre tu voluntad y a seguirla como lo hizo María durante toda su vida.
María, tú que has querido salir de tu zona de tu comodidad para salir al encuentro de las personas que necesitaban de tu ayuda, enséñame a donarme a los demás.

«Visitar siguiendo el ejemplo de Nuestra Señora, que no perdió el tiempo y se levantó para ir rápidamente a ver a su prima. La Madre de Dios nos muestra que visitar es acercar a Aquel que nos hace sobresaltarnos de alegría, es llevar el consuelo del Señor que hace grandes cosas entre los humildes de su pueblo. Finalmente, os pido una vez más que reservéis la cercanía más grande a vuestros sacerdotes: el sacerdote es el prójimo más próximo del obispo. Amar al prójimo más próximo. Os pido que los abracéis, dadles las gracias y animadlos en mi nombre». (Discurso de S.S. Francisco, 12 de septiembre de 2019).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Estar atento a las necesidades de las personas que me rodean y ver si puedo ayudar con algo.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Fundamentos Bíblicos del Dogma de la Asunción de la Virgen María

La Asunción no está en la Biblia en forma expresa, pero sí se concluye de la Biblia en forma necesaria.

Es un dogma que se formula así: "La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo." (Constitución Munificentisimus Deus)

La Asunción no está en la Biblia en forma expresa, pero sí se concluye de la Biblia en forma necesaria. Recordemos que la Biblia debe leerse como un todo

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena, 2 Tm 3, 16-17.

O de lo contrario terminaremos haciendo decir a la Biblia lo que no dice. Por eso hay que seguir la guía que nos proporciona la Iglesia

Pero, ante todo, tened presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios, 2 Pe 1, 20-21.

Pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.1 Tm 3,15,
Iglesia que recibió de Cristo la gracia de enseñar con autoridad ("Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí; quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado", Lc 10, 16).

Primero entendamos que "asunción" no es lo mismo que "ascensión". La "ascensión" es el hecho de ascender a los cielos por sí mismo como Jesús (Lc 1, 3-11). "Asuncion" es ser llevado a los cielos por Dios mismo o por los ángeles.

1. ¿Es bíblica la Asunción de las personas?

Las personas pueden ser asuntas a los cielos como María. Fue antes el caso de Enoc
Siguió siempre los caminos de Dios, y luego desapareció porque Dios se lo llevó, Gn 5, 24

O de Elías

Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino. Al ver esto, Eliseo gritó: "¡Padre mío! ¡Padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!". Y cuando no lo vio más, tomó sus vestiduras y las rasgó en dos pedazos,2 Re 2, 11-12.

Alguien dirá que con Jesús se abren las puertas del cielo, porque todos debieron esperar su llegada, pero olvida que los designios de Dios no están al alcance de los hombres

Grandes e inenarrables son tus juicios, por eso, las almas ignorantes se extraviaron, Sb 17, 1;

¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! , Rm 11, 33.

Así lo rátifica la Biblia:

Yavé hizo subir a Elías al cielo en un torbellino... 2 Re 2, 1

2. ¿Porqué fueron llevadas las personas al cielo?

Por la fe y por haber agradado a Dios toda la vida ("Enoc anduvo con Dios...." dice Gn 5, 22). Dice San Pablo para que entendamos el caso de Enoc:

Por su fe también Enoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; pero sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan, Hb 11, 5-6.

¿Fue ese el caso de María? Lo fue y en mayor grado.

3. Nadie como Maria en materia de fe y agrado a Dios

"Llena de Gracia" le dice el ángel Gabriel (Lc 1, 28), quien también le dice que Dios está con ella (la maravillosa frase de Lc 1, 28 es "Salve, llena de gracia, el Señor está contigo."); Enoc anduvo con Dios, pero Dios estaba con María. El mismo Dios, por su mensajero, la declara llena de gracia en una forma permanente pues ha encontrado el favor de Dios (Lc 1, 30) y María acata en forma totalmente incondicional la voluntad del Altísimo (Lc 1, 38). Es tal el estado de María, que -antes de la pasión de Jesucristo- puede declarar que Dios la ha salvado y todas las generaciones la llamarán bienaventurada (Lc 1, 48). Siendo así, es un caso como el de Enoc en grado máximo, pues mereció ser la Madre de Nuestro Señor ("...has encontrado el favor de Dios" dice el ángel).

Tenemos claro entonces que María agrada a Dios y es modelo de Fe, en tan esplendoroso sentido que ya es salva desde antes de la pasión de Nuestro Señor.

4. En María se da el cumplimiento de las promesas del Señor

Decía Jesús a los saduceos:

Pues cuando resuciten de la muerte, ya no se casarán hombres y mujeres, sino que serán en el cielo como los ángeles, Mc 12, 25.

Dice San Pablo

Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos hacia él, 1 Co 8, 6

Y en otra parte:

Nosotros tenemos nuestra patria en el cielo, y de allí esperamos al Salvador que tanto anhelamos, Cristo Jesús, el Señor, Fil 3, 20 Esa es una promesa. Cuando María visita a su prima Santa Isabel, esta -llena del Espíritu Santo- declara¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!, Lc 1, 45.

A los apóstoles, Jesús les recuerda que les prepara una morada en la casa del Padre:

No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino, Jn 14, 1-4.

Tenemos entonces frente a nosotros la promesa de la Resurrección. Ya Dios había salvado a María, no quedaba sino que al final de su vida resucitara inmediatamente. "La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (Catecismo, n. 966).

María nos precedió en el cielo y nos precederá siempre, como madre del rey que se sienta al lado del trono (Sal 45(44), 7-10).

Así las cosas, el dogma de la Asunción de María es plenamente bíblico.

5. María es la Nueva Arca de la Alianza, la cual debía subir al cielo

El Señor debía entrar en el reposo, y con El el arca:

¡Levántate, Señor, y ven a tu reposo, tú y el Arca de tu fuerza!, Sal 132,8

Que María es la Nueva Arca se sigue de Apocalipsis 11, 19 y el texto subsiguiente. Dice San Juan que se abrió el Santuario de Dios en los cielos y vio el Arca de la Alianza. ¿Y qué es lo que ve exactamente San Juan? La mujer vestida de sol, María.

Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza, Ap 12, 1

Juan ve a María en el cielo. ¿Cómo nos dice la Biblia que ella es la nueva arca de la alianza? Fíjate en lo que dice David cuando supo que el Arca iba camino de su casa:

Ese día sintió David un verdadero temor por Yavé y se dijo: "¿Y el Arca de Yavé va a entrar en mi casa?", 2 Sam 6, 9

Cuando María va a visitar a Isabel, esta -llena del Espíritu Santo- pregunta en voz alta:

Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?, Lc 1. 43

Lo mismo que David salta de alegría frente al Arca (2 Sam 6, 14), Juan el Bautista lo hizo en el vientre de su madre cuando llegó María (Lc 1, 44). El Arca, luego del episodio de David, permeneción tres meses en el lugar (2 Sam 6, 11), el mismo tiempo que María permaneció en casa de Isabel (Lc 1, 56).

6.¿Cómo sabemos que efectivamente María fue asunta a los cielos?

Por la tradición de la Iglesia desde los principios del cristianismo. Las tradiciones de la Iglesia se verifican contra la Sagrada Escritura, y en este caso de la Asunción ya sabemos que es consecuencia necesaria de la Biblia.

Que las tradiciones de la Iglesia deben atenderse, es mandato bíblico:
Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta, 2 Tes 2, 15.

Les alabo porque me son fieles en todo y conservan las tradiciones tal como yo se las he transmitido, 1 Co 11, 2

Ver además Hch 28, 17. Eso por supuesto contradice la típica tesis de los hermanos separados de que la Biblia es la única fuente en los temas de Dios, tesis que no tiene fundamento bíblico alguno.
 
Zambia. El Papa dona 100 mil euros a la Iglesia para ayudar a los más necesitados

Para las personas con carencias nutricionales y falta de alimentos.

Por: Alina Tufani | Fuente: Vatican News

Nuevamente el Papa Francisco responde al llamado de la Iglesia de Zambia, esta vez, con una donación en moneda de 100 mil euros destinados a ayudar a las personas que carecen de una buena nutrición y no tienen suficientes alimentos. El obispo de Chipata y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Zambia (ZCCB), monseñor George Lungu hizo un llamamiento al Santo Padre a través del Nuncio Apostólico en Zambia y Malawi, monseñor Gianfranco Gallone, para apoyar a los más necesitados, especialmente, en medio de la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia de Covid-19 en una nación ya vapuleada por el hambre y la pobreza.

Dinero para los más necesitados

El Secretario General de la ZCCB, el padre Cleophas Lungu hizo el anuncio a través de la página Facebook del episcopado. “De las muchas solicitudes que recibió el Papa Francisco, eligió responder a una solicitud de Zambia. Este dinero se distribuirá a través de las diócesis para llegar a las personas más necesitadas, especialmente a las que han sufrido las recientes sequías e inundaciones”, afirmó el P. Lungu.

Solidaridad del Papa Francisco

El Papa Francisco, a finales de julio, a través de la nunciatura, hizo llegar 3 ventiladores, miles de mascarillas quirúrgicas y otros productos de higiene a la ZCCB. “Mediante la donación de los 3 ventiladores se han salvado vidas”, dijo el secretario general del episcopado al afirmar que “el dolor y el sufrimiento del pueblo de Zambia se ha aliviado con este gesto de solidaridad”. El padre Lungo recordó además los numerosos mensajes de solidaridad que el Santo Padre ha estado enviando durante la pandemia de Covid-19 a Zambia y al resto del mundo.

Sequías e inundaciones

En febrero pasado, más de 2 millones y medio de personas se vieron afectadas por la secuencia de sequías e inundaciones. Un mes antes, la ONU ya advertía sobre una crisis de alimentos de proporciones “no vistas hasta el momento”, en ocho países de África central y austral, entre ellos Zambia, donde el 20 por ciento de la población está en situación de grave inseguridad alimentaria. A esto se suma la crisis causada por la pandemia de Covid-19. Mientras el Instituto Nacional de Salud Pública de Zambia mantiene una fuerte campaña para sensibilizar a la población sobre la necesidad del uso de la mascarilla y el respeto de las medidas de distanciamiento y prevención, el país se enfrenta a la amenaza de verse abrumada por un desborde de casos de coronavirus.

El cine ¿es ocasión de pecado?

El cine es un estupefaciente, y si se adormece tu sensibilidad espiritual, ¿qué conciencia moral podrá protegerte?

El cine, en sí mismo, no es malo. Es un vehículo de cultura, un transmisor de ideas, un arte que, si se utiliza rectamente, puede servir para dar gloria a Dios. Pero desgraciadamente, hasta ahora, se ha empleado más para hacer el mal que para hacer el bien.

El Episcopado italiano publicó una Declaración sobre la situación moral del cine en la que decía: «Salvo laudables excepciones, que merecen nuestra consideración y aliento, la mayor parte de la producción cinematográfica italiana ha ido constantemente hacia un progresivo y desenfrenado deterioro moral».

Por eso te aconsejo que no te aficiones demasiado al cine. El cine tiene una tremenda fuerza persuasiva. Anula la personalidad, arrastra, emboba, hipnotiza. Nos identifica con el protagonista y nos proyecta su psicología, su modo de ser, su ejemplo. Es un arma psicológica fenomenal. Y cuanto más potente es un arma tanto más peligroso es su mal uso.

El cine tiene serios peligros

El primero, aunque menos grave que el segundo, es su exhibicionismo sexual. El daño depende, naturalmente, de las circunstancias. No es lo mismo en los fríos espectadores nórdicos que en los ardientes meridionales. No es lo mismo el dominio de una persona culta que la reacción gamberra del populacho. No es lo mismo la serenidad de la madurez que la excitabilidad de la juventud.

Pero no seamos ingenuos cerrando los ojos ante este peligro real. Peligro que no sólo existe mientras dura la proyección de la cinta. La imaginación seguirá después trabajando con las imágenes que se le quedaron grabadas, y es muy fácil que se produzcan después tentaciones desagradables. Pensemos, por ejemplo, lo frecuente que son las películas que proyectan escenas de amor en la cama (y no precisamente entre esposos).

Pero el peor daño del cine es por la fuerza con que transmite las ideas. El lenguaje de la imagen tiene un gran valor emotivo que conquista de modo casi invencible y cambia poco a poco el fondo del psiquismo, aun contra la propia voluntad, que no advierte lo que sucede dentro de sí.

Por ejemplo: una película me presenta un marido que no se entiende con su mujer, por incompatibilidad de caracteres. En cambio se ha enamorado locamente de su secretaria que es de enormes cualidades, y le corresponde en su amor. Pero no pueden casarse porque son católicos. Instintivamente nos apena que la Iglesia se oponga a ese matrimonio. En ese momento no se advierten los males que se seguirían a la familia, en general, de permitir el divorcio. Instintivamente aprobamos el adulterio de dos personas que nos han ganado el corazón. De esta manera se nos va cambiando la mentalidad sin casi advertirlo.

El cine enfoca y resuelve muchos problemas humanos al margen de Dios, como si no existiera una Ley Divina y un destino sobrenatural del hombre. Son películas que están hechas con un criterio que no tiene, generalmente, nada de cristiano, y a fuerza de verlas, va uno cambiando, sin darse cuenta, su modo de pensar cristiano para pensar como los del cine. Son una lima para un espíritu cristiano. Tú no lo notas, pero siempre se llevan algo. Una conducta inmoral interpretada por una artista agradable nos inclina a la justificación. Con esto empieza a evolucionar nuestro criterio cristiano, y al fin, arrastrado por el ejemplo del cine, se termina poniendo por obra lo que tantas veces se vio en la pantalla con fuerza seductora.

Como estas ideas están expuestas de un modo agradable y simpático, las admitimos con facilidad. Tenemos que filtrar estas ideas y rechazar todo lo que no esté de acuerdo con nuestras ideas cristianas.

Los pueblos no mueren porque se les combata o conquiste, sino porque se les corrompe. Pues el cine está teniendo la virtud trágica de corromper hasta la conciencia de nuestro pueblo. Muchos españoles de hoy ya no piensan en español, ni en cristiano, sobre problemas tan capitales como son la familia y el amor. A fuerza de ver en el cine, cosas que están mal, aunque al principio nos repelen y las censuramos, poco a poco nos vamos acostumbrando, y es posible que, si se nos presenta la ocasión, hagamos también nosotros lo que antes nos hubiera horrorizado.

Conozco a un matrimonio que a los cuatro años de casados vivían inmensamente felices con un auténtico cariño mutuo y gozando de la alegría de dos hijos como dos soles. Un día la mujer, influenciada por la ligereza y frivolidad con que se ven en el cine escenas de adulterio, aprovechando un viaje de su marido, no le importó correr una aventurilla (¡qué tiene de particular!: es la frase con la que queremos justificarlo todo), y se acostó con otro hombre. Y como todo lo que se hace termina por saberse, un día su marido se enteró. Fue tal la tragedia que se armó que nunca, en su vida, aquellas dos personas pasaron días peores. El marido me decía: «Si es verdad que me quería, ¿cómo ha podido hacerme eso?. Es que no me quería. Todo lo que me decía era mentira. No puedo volver a hacer el amor con ella. Se me pone delante que me está engañando. ¡No puedo seguir con ella!» Y lloraba de desesperación, de rabia y de pena. Y ella también lloraba de arrepentimiento, al ver que por un capricho frívolo había hundido la felicidad de su hogar.

En materia de amor, el cine hace daño tanto a las personas casadas como a las solteras. El cine hace daño a los casados porque con mucha frecuencia presenta como la cosa más natural, y casi inevitable, las expansiones amorosas extramatrimoniales de casados. Y esto ¡no puede ser! Toda expansión amorosa extramatrimonial de un casado, es adúltera. Con la gracia de Dios se pueden superar todos los conflictos amorosos que se presenten al corazón.

El daño que el cine hace a las personas solteras es, entre otras cosas, por enseñar una enorme facilidad para llegar al acto sexual: derecho exclusivo de casados. Además, porque muchísimas veces presenta como motivo suficiente para el matrimonio el atractivo corporal, y eso es mentira. Este atractivo es un factor, pero él sólo no basta. Muchísimos fracasos matrimoniales se deben precisamente a que se basaron exclusivamente en el atractivo corporal, y se descuidaron otros valores de mayor importancia.

Aparte del daño que el cine hace con sus escenas, en la emotividad de la mujer, le hace otro daño también grave en su psicología: la mujer se siente arrastrada a imitar los modales, las actitudes y conducta de las artistas que se presentan como mujeres deslumbradoras, y hacen brotar en la espectadora el natural deseo de resultar ellas mismas también atractivas. Al principio, las cosas que chocan con la moral se rechazan, pero a fuerza de verlas en la pantalla se les va quitando importancia y acaban por asimilarse.

El cine ha hecho muchísimo daño a las chicas enseñándolas modales insinuantes y provocativos, a mirar con descaro, un modo de ser frívolo y fácil, y a ser condescendientes en aventuras amorosas. ¡Cuántas chicas adoptan en público y en privado, posturas y actitudes atrevidas, influenciadas por lo que vieron en el cine, dándose cuenta o sin darse cuenta del todo! ¡Cuántas chicas se han hecho unas frescas por lo que vieron en el cine! ¡Cuántas chicas cayeron más hondo de lo que jamás sospecharon por seguir unos primeros pasos que aprendieron en el cine! Algunas chicas, influenciadas por el ambiente erotizado, son fáciles en llegar a todo, sin pensar en las consecuencias, pues en las películas lo ven continuamente y nunca pasa nada. Pero en la vida real, sí. La vida real no es el cine. Cuántas solteras embarazadas, después se lamentan de lo que hicieron... ¡Pero ya es tarde!

«Hay películas que, de hecho, son para muchos una verdadera escuela de vicio. Al exhibir ante la juventud escenas de besos prolongados y lascivos se les incita a hacer otro tanto, haciéndoles creer que tales acciones son la señal necesaria del amor, y afianzándoles en la convicción de que eso se puede hacer, pues tantos otros lo hacen. Así se mata poco a poco en las almas el sentido del pudor y de la pureza». (Dantec: Noviazgo Cristiano)

Muchas películas tratan de una chica que se lía con un casado, una prostituta que seduce a un jovenzuelo, una mujer que engaña a su marido, etc., etc. Siempre a base de pecados sexuales. ¿Cuándo veremos películas que exalten las virtudes de un buen padre de familia, de una madre honrada y de una chica decente? Hacer esto es mucho más difícil. Aquello es mucho más fácil. Por eso abundan las películas a base de los bajos fondos de la vida.

Hay que combatir las películas que inculcan ideas contrarias a la moral católica. El público es el que manda en el cine. Si una película deja la sala vacía, no se repetirá . Pero si una película resulta «de taquilla» se multiplicarán las películas de este tipo. Si queremos moralizar el cine, hay que hacer el vacío a las películas indeseables. Con este método «La Legión de la Decencia» en Estados Unidos, logró imponerse a los directores de Hollywood.

En cuestión de espectáculos inaceptables para la conciencia cristiana, conviene adoptar con energía la consigna de no asistir a ninguno por tres fines simultáneos: evitar el peligro propio, dar buen ejemplo y exigir que no se den espectáculos indecentes por el medio humano más eficaz, tratándose de empresarios poco delicados de conciencia, que consiste en negar la cooperación económica.

Pío XII, en su encíclica Miranda Prorsus, sobre el cine, la radio y la televisión, dice: «Los juicios morales, al indicar claramente qué películas se permiten a todos y cuáles son nocivas o positivamente malas, darán a cada uno las posibilidades de escoger los espectáculos..., harán que eviten los que podrían ser dañosos para su alma, daño que será más grave aún por hacerse responsable de favorecer las producciones malas y por el escándalo que da con su presencia». El Concilio Vaticano II nos exhorta a «seguir las indicaciones de la censura moral y a evitar los espectáculos peligrosos, entre otras cosas, para no contribuir económicamente a espectáculos que puedan hacer daño espiritual».

El punto de vista estético no basta para justificar cualquier espectáculo. La curiosidad no es motivo suficiente cuando se trata de espectáculos degradantes. Oigamos de nuevo a Pío XII: «Culpable sería, por tanto, toda suerte de indulgencia para con cintas que, aunque ostenten méritos técnicos, ofenden, sin embargo, el orden moral; o que, respetando aparentemente las buenas costumbres, contienen elementos contrarios a la fe católica».(Encíclica Miranda Prorsus)

Es notable que muchos cristianos difíciles para dar su dinero a obras de caridad y apostolado, lo den sin escrúpulos a espectáculos que descristianizan las costumbres. Regatean su dinero para lo bueno, y lo dan alegremente para lo malo.

Pero no te contentes con no ir tú a esas películas. Procura además convencer a otras personas para que tampoco vayan. Si los católicos quisiéramos colaborar a la acción moralizadora de la Iglesia, Cristo reinaría mucho más en el mundo. Pero hay católicos que consideran a la Iglesia como una aguafiestas a quien hay que dar de lado para poder pasar la vida más divertida; y así están haciendo el juego a Satanás para que sea él quien domine en el mundo. Es inconcebible, y da pena decirlo, pero la realidad es que, a veces, los primeros en obstaculizar la obra moralizadora de la Iglesia, son los mismos cristianos.

El cine es un estupefaciente, y si se adormece tu sensibilidad espiritual, ¿qué conciencia moral podrá protegerte? Cuando el timbre de alarma de la conciencia y del remordimiento está estropeado, el alma corre peligro. Cuántas veces la voz de la conciencia ha hecho dar un frenazo ante el abismo del pecado. Y también, ¡cuántas veces la voz de Dios, resonando en el alma, ha levantado a una vida de perfección!
 
La fe en el cine: un fenómeno que mueve taquillas

Jorge Enrique Mújica nos ofrece un artículo sobre el cine religioso y su impacto en las carteleras internacionales

viernes, 08 de enero de 2010

Posiblemente el primer prejuicio sobre el cine religioso es pensar que “no vende” porque “no llama la atención”. En los tiempos que corren el prejuicio podría parecer del todo atinado. Paradójicamente, la realidad va por otro lado.

Cada vez es más frecuente encontrarse con películas con un explícito tratamiento religioso de la realidad humana en sus diferentes etapas y facetas. Y además, con éxito.

Echando la mirada atrás, quizá las cintas con temática religiosa más exitosas fueron “Ben-Hur” (Metro-Goldwyn-Mayer, 1959) y “Los diez mandamientos” (Cecil B. DeMille, 1956). Pero con películas como “La Pasión de Cristo” (Icon, 2004) se abrió una nueva era para la filmografía religiosa en general y para la cristiana en particular.

Los festivales de cine religioso se comienzan a multiplicar, las productoras cristianas crecen, los guiones confesionales se multiplican, los actores, directores y productores hablan abiertamente de su fe, y todo esto nos deja ver no sólo la vitalidad de este género cinematográfico concreto, sino también la sed del público hacia producciones que nutran esa dimensión de su vida humana –la espiritual– con buenos contenidos.

Algunos festivales de cine exitosos y empresas a la alza

Algunos festivales internacionales de cine (certámenes, simposios, muestras, congresos, etcétera) comienzan a consolidarse como referentes en la cinematografía religiosa a nivel internacional.

Es el caso de, por ejemplo, el simposio internacional “Filmar lo inefable”, el certamen cinematográfico dedicado al diálogo interreligioso “Religion Today Film Festival”, la “Muestra Internacional de Cine Familia” (España), el “Young Values Film Festival” que promueve a jóvenes que pretenden desarrollar su actividad en el mundo del cine, “La Semana de Cine Espiritual de Barcelona” (Barcelona), el “Festival Internacional de Cine Juan Pablo II”, o, por último, el potente “Festival de Cine de San Antonio” del emprendedor Doug Phillips que, de hecho, está dotado con un premio que supera al de los festivales de Cannes y Sundance: 101 mil dólares.

Fue precisamente Doug Phillips el que afirmó: “Veremos productoras dispuestas a financiar con 200 millones de dólares películas hechas por cristianos, tendremos nuestros propios Steven Spielberg, tendremos nuestros propios cineastas que contarán grandes historias, producirán películas enormes, pero lo harán con una visión cristiana, y sin avergonzarse de ello”. Agregó: “En vez de quejarnos de la violencia y el sexo, y de que Hollywood no nos escucha, vamos a hacer nuestras propias películas”.

Para Steve Morales, del Fondo Family Media de Franklin Spring, hay hambre de Dios y a través del cine se puede saciar también. Todo eso lo saben los grupos de personas con fe y también los que hacen negocio con la fe, pero al menos redunda a favor de los creyentes.

En 2006, inició la andadura de FoxFaith, la división cristiana del gigante multimedios Fox Entertainment. Después de constatar la buena acogida hacia las películas de fe y valores, FoxFaith se estrenó con “Love’s Abiding Joy”, un western sobre la defensa de la fe, escrita y dirigida por Michael Landon Jr., hijo del protagonista de “La Casa de la Pradera”. Ni el presupuesto (2 millones) ni la distribución de esta primera cinta fueron altos; y es que Fox busca mantener la fidelidad a un público dispuesto a gastar su dinero en productos que refuercen sus creencias.

“Hay un sector del mercado hambriento por este tipo de contenidos”, reconoció Simon Swart, director general de Fox Entertainment, y es verdad: “El Señor de los anillos” y “Las crónicas de Narnia” son un buen ejemplo de que, a pesar de las conquistas en modernidad, ciencia y tecnología, la mayoría del público conserva arraigada esa necesidad por ser salvados que, en definitiva, remite al ámbito de la fe.

Ciertamente también ha habido otros festivales afines de impacto, aunque no confesionales, o al menos no confesionales cristianos. Por ejemplo el “Fiuggi Family Festival”, organizado por la RAI, Time Warner y Nickelodeon, para reflexionar sobre el contenido y calidad de los programas y películas para niños, especialmente ahondando en cómo la teoría del género representa una amenaza para la institución familiar.

También es el caso del cada vez más importante Festival de Cine Musulmán (Kazán, Rusia), un festival de cine interreligioso donde se premia películas donde la violencia y el sexo no tienen cabida.

Dice mucho que filmes donde no se lucra con lo erótico o lo sexual tengan éxito.

Una periodista española, no precisamente creyente, criticó nada menos que desde las páginas del diario afín al socialismo español, “El País”, esa banalización de la sexualidad: “Hace años pensaba que la incontenible tendencia de los directores a poner a las mujeres a cuatro patas o de rodillas en las escenas sexuales estaba motivada en gran parte por una especie de trauma sexual, el lastre de la represión franquista, pero ahora mi teoría se ha hecho pedazos viendo cómo hay una especie de rijosismo juvenil heredado en una generación que ha crecido con la misma libertad sexual que pueda tener un noruego y para la que Franco es un personaje histórico”.

Y, por último, The Doorpost Film Project, un concurso abierto que busca sacar a la luz la verdad del hombre y abrir la puerta a trabajos cinematográficos que no sólo entretengan, sino que también provoquen un impacto en la vida de los espectadores.

Filmes de éxito en los últimos años

Además de películas como “La Pasión”, “El señor de los anillos” o “Las crónicas de Narnia”, hay otras producciones de éxito nada desdeñable.

Ciertamente las películas de cariz cristiano se han impuesto a las abiertamente beligerantes contra la Iglesia Católica en particular y contra el cristianismo en general. Es el caso, por ejemplo, de “Las crónicas de Narnia” y “La brújula dorada”. La primera del ex ateo converso al cristianismo, C.S. Lewis, y la segunda del ateo anticlerical militante y enemigo de las novelas de Lewis, Phillip Pullman.

En ambas películas había una historia de fantasía, niños y los autores de las historias son británicos. Pero tal parece que al público no le gusta la fantasía atea: en Estados Unidos, “La brújula dorada” recaudó 25.8 millones de dólares mientras que “Narnia”, sólo en su estreno, recaudó más de 65 millones. Y el número de salas donde se estrenó “La brújula dorada” estaba apenas 100 abajo que en las que se estrenó, comparativamente, Narnia, es decir: 3 mil 500.

El largometraje “El gran silencio” (2008), del realizador alemán Philip Gröning, es un video-documental que se centra en la vida de silencio y oración de los monjes cartujos. Fue un éxito de taquilla en las principales salas de cine de media Europa y también en países sudamericanos como Chile o Argentina. “El gran silencio” ganó, incluso, el premio al mejor documental en los Premios del Cine Europeo de 2006.

Años atrás, en 2006, salió la película “The Nativity Story” (en español "Natividad, la historia" o "El Nacimiento"), producida por New Line Cinema, uno de los estudios más conocidos de Hollywood. “El Nacimiento” presenta el año en la vida de María que culmina con el nacimiento de Jesús, la visita de los pastores y magos al establo, la brutal masacre de inocentes de Herodes y la huida de José y María con el Niño a Egipto.

También en 2006 se estrenó "Guadalupe", una película que recuerda la actualidad del mensaje de amor y esperanza de la Virgen Patrona de América. La película está ambientada en la época actual y presenta la historia de los hermanos José María y Mercedes, dos científicos que han dedicado su vida a la arqueología y la historia y deciden investigar el caso de la Virgen de Guadalupe. Motivados por su curiosidad científica y por la dura situación que atraviesan, los protagonistas descubrirán algo inesperado que cambiará sus existencias de manera radical.

La intención del director ecuatoriano Santiago Parra ha sido captar toda la riqueza del fervor guadalupano de México por un cineasta que viene de fuera y que es capaz de ver a fondo lo que muchos mexicanos no ven.

No es todo: “Fireproof” (“A prueba de fuego”) mostró que el cine de valores y contenido cristiano tiene ganado su lugar en el cine. Sin “grandes” actores y un presupuesto de apenas medio millón de dólares, “Fireproof” logró superar en taquilla a otras grandes producciones en octubre de 2008. La película narra la historia de un bombero cuyo matrimonio se va a pique. Los padres del bombero lo saben y le recomiendan leer un libro que desarrolla, en 40 días, un método “salva matrimonios” basado en el apoyo primordial de la Biblia.

¿Cómo hallar ese cine religioso si no siempre es exhibido?

Muchas personas desearían que esas y tantas otras producciones de corte religioso llegaran a las salas de cine de sus ciudades pero, por diversos factores, no siempre es posible. Sin embargo, las más de las veces ni siquiera se conocen y no precisamente porque no valga la pena darlas a conocer. ¿Qué hacer?

Hay portales especializados en estas temáticas y en hacer recomendaciones, inclusive de películas de corte no religioso pero que contribuyen para ayudarnos a discernir qué conviene ver.

Es el caso de Cinema Net, una asociación dedicada a la promoción de los valores familiares y educativos en el cine, desde la óptica del humanismo cristiano. También son valiosas los análisis de Ace Prensa cine, AnálisisDigital, Encuentra Almudi Hispanidad, o las secciones dedicadas al análisis y recomendación de películas de Conferencias Episcopales como la española o la de obispos católicos de Estados Unidos que, por cierto, es una de las mejores, aunque está en inglés.

O luego también se pueden encontrar recomendaciones como las que hacen algunas oficinas de comunicación de Conferencias Episcopales, arquidiócesis, diócesis u organizaciones. Dos ejemplos:

- Las 10 mejores películas del cine espiritual en 2007 (Ver aquí).

- Las 10 mejores películas del cine espiritual en 2008 (Ver aquí).

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