Nunca es tarde para entregarme por entero a Cristo

Ezequiel Moreno y Díaz, Santo

Memoria Litúrgica, 19 de agosto

Obispo

Martirologio Romano: En Monteagudo, de Navarra, en España, tránsito de san Ezequiel Moreno Díaz, obispo de Pasto, en Colombia, de la Orden de los Recoletos de San Agustín, que dedicó toda su vida a anunciar el Evangelio, tanto en las Islas Filipinas como en América del Sur, y falleció en Monteagudo, lugar de Navarra, en España († 1906).

Fecha de canonización: Juan Pablo II lo canonizó en la ciudad de Santo Domingo el 11 de octubre de 1992, presentándolo al mundo como ejemplo de pastor y de misionero en el V Centenario de la evangelización de América.

Breve Biografía

Ezequiel Moreno nació en Alfaro (La Rioja, España), el 9 de abril de 1848. Siguiendo el ejemplo de su hermano Eustaquio, el 21 de septiembre de 1864 vistió el hábito en el convento de los agustinos recoletos de Monteagudo (Navarra) y tomó el nombre de fray Ezequiel de la Virgen del Rosario.

En 1869, después de sus estudios de teología, fue enviado a las islas Filipinas, tierras de sus sueños, con 17 hermanos. Llegó a Manila el 10 de febrero de 1870. Recibió la ordenación sacerdotal el 3 de junio de 1871 y fue destinado enseguida a la isla de Mindoro, con su hermano Eustaquio. Como capellán demostró su celo apostólico en la colonia militar y sus anhelos misioneros en la búsqueda de pueblos que no conocían a Dios. Las fiebres le obligaron a volver a Manila. Poco después fue nombrado párroco de Calapan y vicario provincial de los agustinos recoletos de la isla de Mindoro; de 1876 a 1880 ocupó los cargos de párroco de Las Piñas y de Santo Tomás en Batangas y de 1880 a 1885 ejerció los oficios de predicador del convento de Manila, párroco de Santa Cruz y administrador de la casahacienda de Imus.

El capítulo provincial de 1885 nombró a fray Ezequiel prior del convento de Monteagudo, donde se modelaban les conciencias de los futuros misioneros. Terminado su mandato de superior de ese convento, se ofreció como voluntario para restaurar la orden en Colombia. Nombrado jefe de una expedición, partió de España a finales de 1888 con otros seis religiosos voluntarios, llegando a Bogotá el 2 de enero de 1889. Su primer objetivo fue restablecer la observancia religiosa en las comunidades.

En 1893 fray Ezequiel fue nombrado obispo titular de Pinara y vicario apostólico de Casanare; recibió la ordenación episcopal en mayo de 1894. Habría preferido acabar sus días en medio de sufrimientos y privaciones—como manifiesta en una de sus cartas—, pero Dios lo había destinado a una misión más ardua y delicada. En 1895 fue nombrado obispo de Pasto. Cuando se le comunicó la noticia, le vino a la mente una pregunta angustiante: “¿Me habré hecho indigno de sufrir por Dios, mi Señor?”. En su nueva misión le esperaban situaciones mucho más difíciles y amargas: humillaciones, burlas, calumnias, persecuciones e incluso el abandono de parte de sus superiores inmediatos.

En 1905 se vio afectado por una grave enfermedad—cáncer en la nariz—, que le hizo saborear hasta la última gota el cáliz del dolor. Los médicos le animaron a volver a Europa para operarle, pero él se negaba a abandonar su grey. Aconsejado por los fieles y los sacerdotes, en diciembre de aquel mismo año regresó a España para someterse a varias operaciones. Con el fin de conformarse más con Cristo, rechazó la anestesia. Soportó las dolorosas operaciones sin un lamento y con una fortaleza tan heroica que conmovió al quirurgo y a sus asistentes.

Sabiendo que estaba herido de muerte, quiso pasar los últimos días de su vida en el convento de Monteagudo, junto a la Virgen. El 19 de agosto de 1906, después de de haber padecido acérrimos dolores, con los ojos clavados en el crucifijo, entregó su alma al Señor. Fue beatificado por Pablo VI el 1 de noviembre de 1975.
 
Nunca es tarde

Santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16. Miércoles XX del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Jesús, concédeme una gran confianza en tu providencia.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus dicípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’ Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’.

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”.

Palabra de Dios.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Nunca es tarde para entregarme por entero a Cristo. Su llamada está siempre presente y actual. Su invitación a que sea santo, a que haga su voluntad, es permanente. Para Cristo no existe un momento inoportuno. Lo importante es que nunca desoiga su llamada.

Él conoce mi pequeñez, mi debilidad, mis defectos. Él sabe que puedo fallar, y que de hecho fallaré, pero eso no le impide llamarme. Él quiere verme luchar, quiere verme entregándome libremente, amarlo libremente. A Él no le importa si llega desde la mañana o al caer la tarde, lo único que le importa es que llegue.

Su amor nunca me abandona. Él siempre está a mi lado. Llamándome a seguirle, a ayudarle en la instauración de su Reino. Su invitación viene directamente de su corazón, que quiere una respuesta de amor.

«En realidad, esta «injusticia» del jefe sirve para provocar, en quien escucha la parábola, un salto de nivel, porque aquí Jesús no quiere hablar del problema del trabajo y del salario justo, ¡sino del Reino de Dios! Y el mensaje es éste: en el Reino de Dios no hay desocupados, todos están llamados a hacer su parte; y todos tendrán al final la compensación que viene de la justicia divina —no humana, ¡por fortuna!—, es decir, la salvación que Jesucristo nos consiguió con su muerte y resurrección. Una salvación que no ha sido merecida, sino donada, para la que “los últimos serán los primeros y los primeros, los últimos”. Con esta parábola, Jesús quiere abrir nuestros corazones a la lógica del amor del Padre, que es gratuito y generoso». (S.S. Francisco, 24 de septiembre de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hacer una comunión espiritual, renovando mi deseo por ser santo y cumplir la voluntad de Dios en mi vida.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿No es Dios infinitamente misericordioso?

Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo

¿Cómo puede Dios, siendo infinitamente misericordioso, castigar con tanto rigor a los pecadores, condenándoles a las terribles penas del infierno?

Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo. Y la justicia exige que las almas sean juzgadas de acuerdo con la forma en que han elegido seguir esta vida. Cuando alguien se condena, es siempre por culpa suya: se condena porque se empeña, ocultándose detrás de múltiples excusas y justificaciones, en no tomar esa mano que Dios le tiende. No es tanto Dios quien rechaza al hombre como el hombre quien rechaza a Dios.

- De todas formas, he escuchado tantos relatos curiosos de las penas del infierno que me parecen casi ridículos... ¿No es una explicación un poco infantil?

Por fortuna, el dogma católico no tiene por qué coincidir siempre con las ocurrencias de cada orador, y quizá no hayas tenido mucha suerte con los que tú has escuchado. Pero lo que la Iglesia dice es que las almas de los que mueren en estado de pecado mortal sufrirán un castigo que no tendrá fin. Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa la autoexclusión voluntaria y definitiva del premio del cielo. Y puesto que no sabemos ni el día ni la hora en que habremos de rendir cuentas a Dios, todo esto es un llamamiento a la responsabilidad con que usamos nuestra libertad en relación al destino eterno.

- Pero que un castigo sea eterno, podría no ser justo...

No hay que preocuparse por eso, puesto que Dios es justo. Dios no predestina a nadie a ir al infierno. No descarga sobre un hombre ese golpe fatal sin haberle puesto a la vista la vida y la muerte, sin haberle dejado la elección, sin haberle ofrecido mil veces la mano para apartarse del borde del precipicio. Si el hombre se esfuerza, con un esfuerzo serio y eficaz, por alcanzar su salvación eterna, no ha de tener miedo a la muerte, porque Dios no está esperando un descuido para cazarle en un renuncio.

- ¿Y qué explicación das al hecho de que haya tantos creyentes a los que la amenaza del infierno no les hace cambiar de vida?

Es un antiguo problema. Algo parecido a lo que sucede a un estudiante perezoso que no se decide a ponerse a estudiar porque todavía le queda tiempo. Imagínatelo en el calor de principios de junio, cuando el día del examen está allá lejos, a finales de mes. Sabe perfectamente que cada vez le va a costar más enderezar la situación, pero se deja arrastrar por la pereza. La gran diferencia, en el caso de la muerte, es que se trata de un examen cuya fecha no se avisa y que no tiene segunda convocatoria.

O parecido al médico que conoce perfectamente las consecuencias de sus "excesos", pero todo su saber, si no cuenta con la debida fuerza de voluntad, es débil frente a esa seducción y no le hace abandonar esos errores.

A lo largo de los siglos, ha habido muchos hombres que han llegado a sacrificar la hacienda, el honor, la salud, incluso la vida, por la satisfacción de un momento. ¿Por qué? Es sencillo. El placer halaga el presente y en cambio los males están distantes, y el hombre se hace la ilusión de que ya logrará luego de algún modo evitarlos.

Y a lo mejor lo hace sin siquiera perder sus antiguas convicciones. Solo las pone un poco a un lado. Quizá por eso algunos se ponen nerviosos al oír hablar de la muerte. Igual que sucede al estudiante de nuestro ejemplo cuando oye hablar de los exámenes, o al médico al pensar en las consecuencias de sus "excesos", pues en ambos casos la hora de la verdad se acerca inexorablemente.

En definitiva, habrá un juicio, en el que se hará justicia, y eso puede producir un sano sentimiento de intranquilidad, hemos de presentarnos a un tribunal. Esto no es un mensaje de amenaza, sino una llamada a nuestra responsabilidad para no malgastar la vida, para no obrar mal, para hacer todo el bien que podamos.

San Alberto Hurtado: «¿Qué haría Cristo en mi lugar?»

Este 18 de agosto la Iglesia celebra a San Alberto Hurtado.

San Alberto Hurtado fue citado en casi todos los discursos y homilías del Papa Francisco en su viaje a Chile en enero de 2018, demostrando la vigencia de sus palabras, el poder de su legado espiritual y su papel en la historia de su país de origen.

En el Santuario nacional de Maipú, el día 17 de enero, dirigiéndose a los jóvenes, el P apa Francisco les dijo:

“Los jóvenes del Evangelio que escuchamos hoy querían esa ‘señal, buscando la señal que los ayudaría a mantener vivo el fuego en sus corazones’… Fueron guiados por Juan el Bautista. Y creo que ustedes tienen un gran santo que puede guiarlos, un santo que cantó con su vida: ¡Contento, Señor, contento! Hurtado tenía una regla de oro, una regla para encender su corazón con ese fuego capaz de mantener viva la alegría… Y la contraseña de Hurtado para reconectarse, para mantener la señal era muy simple…

Seguramente ustedes trajeron el teléfono … veamos … Me gustaría que lo peguen en sus teléfonos celulares. Hurtado se pregunta a sí mismo, y esta es la contraseña: ‘¿Qué haría Cristo en mi lugar?’ ¿Qué haría Cristo en mi lugar en la escuela, en la universidad, en la calle, en casa, con amigos, en el trabajo; frente a lo que hacen los matones: ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Cuando vas a bailar, cuando haces deportes o vas al estadio: ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Esta es la contraseña. Éste es el encargo de encender nuestros corazones, encender la fe y la chispa en nuestros ojos”.

Algunos rasgos biográficos

El 22 de enero de 1901, nace en Viña del Mar Alberto Hurtado Cruchaga. Cerca de un siglo después será oficialmente declarado santo.

La muerte de su padre

En su temprana infancia Alberto sufre una dolorosa pérdida: al cumplir los cuatro años, muere su padre por lo que pronto su familia debe trasladarse a Santiago, a vivir de “allegada” en casas de parientes. Así, desde niño, Alberto empieza a experimentar la precariedad y la pobreza. Su madre, Ana Cruchaga, a pesar de las dificultades, encontró formas para servir a los más pobres en un patronato. Fue un ejemplo que se graba en el corazón de su hijo.

Alberto Hurtado y los jesuitas

En 1909 Alberto ingresa al Colegio San Ignacio dirigido por los padres jesuitas. Desde su adolescencia su director espiritual es el P. Fernando Vives quien le ayudará a vivir sus experiencias sociales como experiencia de Dios.

Alberto ingresa a la Universidad Católica a estudiar Leyes. Mientras tanto sigue buscando activamente nuevas formas de servir a Dios y al prójimo mediante trabajos apostólicos y a través de sus propios estudios. En 1923 se recibe de abogado.

Providencialmente, la situación económica de la familia Hurtado Cruchaga mejora. Ello le permite a Alberto cumplir su anhelo de ingresar a la Compañía de Jesús el 14 de agosto de 1923 en Chillán. La larga formación religiosa lo alejará de su madre y del país por 11 años. Estudia en Argentina, en Barcelona, para terminar en Lovaina, Bélgica, donde además de Teología sigue la carrera de Pedagogía.

El 24 de agosto de 1933, cuando tenía poco más de 32 años, es ordenado sacerdote en Bélgica. El mismo día pone un telegrama a su madre enviándole su bendición sacerdotal. El 25, el padre Alberto Hurtado celebra su primera misa.

Cristo es la razón de su vida

Para Alberto Hurtado, Cristo es simplemente todo: la razón de su vida, la fuerza para esperar, el amigo por quien y con quien acometer las empresas más arduas para gloria de Dios. Ve a Cristo en los demás hombres y mujeres, especialmente en los pobres: “El pobre es Cristo”. Como sacerdote se siente signo personal de Cristo, llamado a reproducir en su interior los sentimientos del Maestro y a derramar en torno suyo palabras y gestos que animen, sanen y den vida.

Cuando el P. Hurtado se pregunta “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”, está revelando el secreto del camino de santidad, de su “ser contemplativo en la acción”. Esa es la regla de oro que conduce su vida. No se trata de imitar mecánicamente lo que hizo Jesús… sino de tener la capacidad de discernir qué haría Él hoy.

Y cuando exclama “Contento, Señor, contento”, expresa su fe en Cristo resucitado. Las veces que pronuncia esta frase, lo hace tras noches de muy breve descanso, de fatigas acumuladas, y con la cruz de la incomprensión de amigos y, a veces, de algunos superiores. Dolores, soledades y acusaciones sin fundamento, envidias, mezquindades… Pero nada le borra la sonrisa de sacerdote crucificado y resucitado con Cristo.

Abrir los ojos para mirar con honestidad la realidad

El P. Hurtado siempre tuvo un corazón muy sensible al dolor de los pobres y marginados. Se siente impulsado con gran fuerza a luchar por anunciarles el mensaje de Cristo y por cambiar su situación. Él hace un constante llamado a abrir los ojos para mirar con honestidad la realidad social del país. Fruto de esta perspectiva es su libro ¿Es Chile un país católico? (1941) y otros que escribirá más adelante. Su mirada sobre los pobres no es una mirada estadística, sino la del evangelio, la del hermano: “Yo sostengo que cada pobre, cada vago, cada mendigo es Cristo en persona que carga su cruz. Y como Cristo debemos amarlo y ampararlo. Debemos tratarlo como a un hermano, como a un ser humano, como somos nosotros”.

Partir a la casa del Padre

La salud del P. Hurtado se va deteriorando rápidamente. El 19 de mayo de 1952, en lo que era el Noviciado Loyola que él había ayudado a construir y que está en la localidad que hoy lleva su nombre, celebra su última misa. Ya no volverá a levantarse. Dos días después sufre un grave y doloroso infarto pulmonar. Trasladado al Hospital Clínico de la Universidad Católica, se le diagnostica un cáncer al páncreas. Recibe la noticia como un don de Dios. Su cuarto se convierte en lugar de peregrinación al que acude gente de todos los medios sociales. El P. Hurtado recibe a muchos, da instrucciones sobre el Hogar, aconseja, bendice. Hasta el último momento da testimonio de la delicadeza de Dios con él. Muere santamente, en total paz y tranquilidad el 18 de agosto de 1952.

Fue beatificado por el papa Juan Pablo II, el 16 de octubre de 1994 y canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2005.

Fotografía digital: ¿mejor que la tradicional?

Con la llegada del verano tendrás que preparar muchas cosas para las vacaciones. Por supuesto, no puedes olvidar la cámara fotográfica para capturar el momento exacto, el recuerdo maravilloso, pero... ¿has escuchado sobre la fotografía digital?

En esta época de Internet; hoy que se habla en términos de megas, procesadores, bytes y tantas cosas raras, la fotografía no ha escapado a esta revolución tecnológica.

Ahora es posible el que hagas tomas digitales; es decir, ya no necesitarás más rollos fotográficos, revelados y escáners para poder mandarlas por correo electrónico.

VENTAJAS DE LA FOTOGRAFÍA DIGITAL

Con la cámara digital tienes la gran ventaja que no desperdicias ningún tipo de material; es decir, es posible el que veas lo que acabas de fotografiar antes de decidir si lo quieres guardar. Si no te gustó la toma, si hubo poca luz, o alguno de tus amigos cerró los ojos, la puedes borrar y volver a tomar.

¿SON VENTAJAS?

De seguro algunos fotógrafos clásicos deben pensar que esto es imperdonable, que no hay nada como el romanticismo de pasar algunas horas en un cuarto oscuro con un foco rojo para revelar, en papel, lo que has tomado con tu cámara de 35mm.

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA…

Ante la intención de adquirir o usar una nueva cámara fotográfica, seguramente te estarás preguntando si debes continuar con la fotografía convencional en 35 mm o cambiar a la fotografía digital.

Básicamente, la fotografía digital es un nuevo concepto en manejo de imágenes. Es similar a la tradicional en cuanto a la obtención de la imagen, pero difiere completamente en el almacenamiento: en lugar de películas o negativos, las fotos las guardas en archivos.

Al transferirlas a tu computadora puedes distribuirlas, organizarlas, almacenarlas y editarlas fácilmente. También de esta manera puedes tener tus fotos en papel con un escáner. Otra alternativa es que pidas que te entreguen tus fotos en un CD o zip al revelar el rollo en un laboratorio fotográfico. (Este servicio aún no está disponible en los laboratorios fotográficos en México, pero pronto se difundirá).

Para decidir qué tanto te conviene una u otra, veamos algunos conceptos:

* El precio de una cámara digital es superior al de una cámara convencional, aunque debes tener en cuenta que la cámara digital lleva muy pocos años en el mercado. Se prevé, que ocurrirá como con los equipos de cómputo; en pocos años, la cámara digital aumentará sus prestaciones a precios más bajos. Lo que tienes que tener en cuenta es que no hay costo adicional por rollo fotográfico y el revelado; por lo que, en función del número de fotografías que realices, la diferencia entre ambas se reduce. ¡Y espérate!, que si a ello le añades, el costo de las copias a repartir entre tus amigos y parientes.

* La capacidad de almacenamiento es una de las grandes ventajas. Aunque un rollo de fotos de 35 mm lo puedes comprar en cualquier lugar del mundo, no ocurre lo mismo con la memoria que llevan las cámaras digitales. Esto tienes que tenerlo muy en cuenta si estás de viaje y no llevas la computadora portátil donde habrás de descargar las fotos. Por ello, será necesario que compres memoria adicional o de mayor capacidad. De todas maneras, la capacidad de éstas está aumentando día con día.

En las cámaras digitales, las fotografías las almacenas digitalmente creando "archivos", esto permite que fácilmente puedas organizarlas en carpetas dentro del disco duro o en un CD por temas, por fechas, por fiesta, etc. En unos pocos CD´s puedes guardar perfectamente las fotos de algún amigo tuyo desde que nació hasta que se casó.

Como inconveniente, los ficheros se pueden corromper o borrar, lo que provocaría la pérdida total de tus fotos, aunque esto se puede evitar manteniendo copias de seguridad.

* El consumo de baterías es más elevado en las cámaras digitales que en las convencionales; esto se debe a que tanto la captura de las imágenes como su almacenamiento es electrónico, y a que habitualmente utilizan una pantalla que consume mucha energía para previsualizar las imágenes y los menús. Otra gran ventaja de la fotografía digital frente a la convencional es lo inmediato. Las fotografías las puedes visualizar instantes después de haberlas tomado al no ser necesario ningún tipo de revelado. Esto te permite verificar -en el momento- si la fotografía realmente responde a lo que deseabas plasmar. Si es así, podrás guardarlas en tu álbum digital e incluirlas en un reporte; enviarlas por correo electrónico; colocarlas en tu página web o imprimirlas. Si por el contrario algo ha fallado, no tendrás más que repetirla. ¿Estupendo no?

DIEZ CONSEJOS PARA COMPRAR TU CÁMARA DIGITAL

1. Una cámara digital debería tener por lo menos 1,280 x 960 pixeles de resolución real óptica (esto es 1.3 Megapixeles). Lo cual te permitirá conseguir excelentes impresiones de hasta 15 x 23 cm.

2. Hay un viejo dicho que dice: “Las cosas conocidas son las mejores”. Así que busca una cámara digital que funcione como la mayoría de las convencionales de película que has manejado. Esto quiere decir: rápida respuesta entre disparos y preferiblemente un objetivo zoom óptico (óptico más digital es aceptable, pero que no sea únicamente digital).

3. Comprueba los menús de la cámara. Los menús deben ser intuitivos y fáciles de navegar.

4. Elimina cualquier potencial cámara digital que sólo tenga un monitor LCD para previsualización. Son conocidos por su mala visualización en condiciones de luz solar y normalmente para utilizarlos tienes que mantener la cámara en una posición incómoda. Una cámara digital bien diseñada debe tener un visor óptico además de un monitor LCD para utilizarlos a la altura de los ojos.

5. Las cámaras digitales que utilizan disquetes estándares pueden aparecer como la forma ideal, pero no pueden alcanzar la velocidad y resolución de muchas otras cámaras digitales.

6. Las cámaras digitales deben venir con instructivo y documentación escrita.

7. Baterías… cuida que sean recargables, porque si no, te vas a gastar una fortuna cada vez que necesite nuevas.

8. Transferir imágenes a tu computadora puede ser un largo y tedioso proceso a menos que tanto tu cámara como computadora tengan USB.

9. Tus fotos sólo serán tan buenas como la impresora donde las imprimas. Así que planea comprar una impresora decente con calidad fotográfica.

10. La velocidad en modo de reproducción es más importante de lo que puedes imaginar en un primer momento. Las cámaras digitales más modernas te darán un adecuado tiempo entre disparo y disparo (incluso si no es brillantemente rápida) pero algunas harán que esperes una eternidad para poder ver una serie de fotografías. Compruébalo antes de comprar.

CONSEJO PRÁCTICO

En función de tus necesidades encontrarás las ventajas de uno u otro sistema, tú tienes la última palabra.
 
Migración, fotografía, sentimientos y redes sociales

Las imágenes y fotos han ayudado a darle un rostro a las cifras sobre inmigrantes

«The World Press Photo» premió en el 2015 una instantánea del fotógrafo Massimo Sestini como uno de los mejores trabajos del año en la categoría «noticias». La foto de Sestini capturó el momento en que una barca repleta de inmigrantes africanos es conducida por rescatistas italianos un 7 de junio de 2014. La foto dio la vuelta al mundo evidenciando así el drama de miles de personas que salen de sus países en miras de obtener una vida mejor, aun a costa de jugarse –literalmente– la vida. No sin razón el Mediterráneo ha sido llamado «el cementerio de agua más grande del mundo».

Otra foto viral relacionada con el tema migratorio fue la del niño mexicano que intentaba cruzar la frontera y es interceptado por las autoridades migratorias de los Estados Unidos. El niño, que realizaba en solitario la travesía, es revisado como si fuera un delincuente.

El impacto visual producido por ambas instantáneas ha quedado superado por la fotografía de Nilüfer Demir, la joven turca de la agencia de noticias Dogan, quien dio a conocer al mundo la naufragada vida del niño sirio Aylan Kurdi y su familia y que ha constituido el ápice de la cuestión migratoria.

Según datos del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, citado por el diario Le Monde («Le nombre de migrants et de réfugiés a explosé au XXIe siècle dans le monde», 03.09.2015) en el mundo hay 52,9 millones de refugiados. La gravedad de esta realidad se muestra al considerar que en 2005 había apenas 19,4 millones.

El crecimiento numérico se debería, según la misma fuente, al incremento de los conflictos bélicos en el mundo. Para 2015 hay 14 conflictos: 8 en África (Costa de Marfil, República Centroafricana, Libia, Mali, Nigeria, República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Burundi); 3 en Medio Oriente (Siria, Iraq y Yemen); 1 en Europa (Ucrania); y 3 en Asia central (Kirguistán, Myanmar y Pakistán). Mención aparte merecen para el Comisionado de la ONU las que son consideradas guerras civiles: Colombia y Nepal.

Hasta el momento el grupo más numeroso de los refugiados son los sirios: al menos 11,7 millones de una población total de 23 millones. Los desplazados iraquíes son 4,1 millones.

Contra lo que se podría pensar, los países que más prófugos acogen son los menos desarrollados: República Democrática del Congo acoge 3 millones; Pakistán 2,8 millones; Sudán 2,4 millones; Turquía 1,6 millones; Líbano 1,2 millones.

Como se puede notar, todas estas referencias dicen relación con una categoría bien precisa, la de los «refugiados». Por «refugiado» se entiende la situación excepcional de una persona que en su país de origen, a causa de la guerra u otras cuestiones de carácter político o social, pide ser acogido en un país distinto al suyo. El término migrante es más amplio y, las más de las veces, dice relación con desplazamientos por cuestiones económicas.

Si ampliamos los datos al ámbito de la migración en general las cifras se multiplican: más de 200 millones según los datos de las Naciones Unidas (cf. http://esa.un.org/migration).

¿Por qué si los números reflejan una realidad tan dura y compleja ha sido una foto la que ha desencadenado una serie de reacciones sociales de dimensiones planetarias? Los gobiernos de diversos países no han podido eludir las manifestaciones de solidaridad de sus ciudadanos pero, ¿qué debe guiar una gestión verdaderamente responsable de acontecimientos como estos? Finalmente: ¿se está yendo a la raíz del problema acogiendo a los refugiados y a los migrantes? ¿Alguien ha pensado en el cariz religioso que está a la base de todos estos desplazamientos y que mientras se sigan vendiendo armas esto no va a terminar?

I. La globalización de las emociones digitales

Aunque no dejan de causar impresión, es comprensible que, desprovistos de rostros, los números resulten fríos y lejanos. El fruto del fotoperiodismo que ha puesto nombre y cara a algunas historias como las referidas al inicio se ha masificado gracias a dos factores: el impacto emotivo que han logrado causar en las personas y las redes sociales como plataformas de viralización de las imágenes.

En torno a la foto del niño sirio en las costas turcas hubo un debate en las redacciones de no pocos periódicos: ¿era ético colocar la imagen en las portadas o no? Algunos diarios llegaron a la conclusión de que sí mientras que otros no lo hicieron. Al fondo de la reflexión estaba el hecho del respeto debido a las personas o si la situación justificaba acompañar los reportajes precisamente con esa foto. Más allá de eso, varios diarios han comenzado a publicar material que pone en duda que Aylan Kurdi haya sido encontrado tal y como las fotos lo presentan. Según material fotográfico del diario La República Aylan fue encontrado muerto en un lugar distinto a donde sería puesto después («Al niño sirio ahogado lo movieron de sitio y posición para hacerle la foto», 08.09.2015). El impacto sentimental hubiera sido diferente.

Preparada o no, la realidad es que la foto causó un golpe emotivo y que esto fue posible gracias a las redes sociales. Durante varios días el tema se convirtió en trending topic y la visibilidad fue tal que los políticos no pudieron pasar desapercibida esa masiva reacción digital. Fue así que los gobernantes empezaron a pronunciarse, a suavizar acuerdos migratorios y a utilizar la demagogia de un lenguaje amistoso que sólo el tiempo podrá revelar que tan auténtico ha sido.

Mientras tanto el influjo de la opinión pública en las redes sociales queda para la historia por varios motivos: el primero de ellos porque se percibe una elevada participación de apoyo digital que escasamente queda convertido en obras concretas; el segundo, porque en la dinámica de las redes sociales las noticias suelen alcanzar un pico de interés que rápidamente queda sustituido por otro que así relega al pasado al anterior. Es lo que se podría denominar «impacto emotivo en ámbito digital». Una emotividad que suele decrecer en proporciones análogas a las que le hicieron convertirse en trending topic. O en otras palabras: en Twitter todos se solidarizan aunque fuera de ahí las cosas quedan como trabajo destinado a pocos.

II. El papel de los gobiernos y las críticas a la Iglesia

Ante la situación de la masiva afluencia de migrantes y refugiados sirios --y no sólo-- varios países europeos han optado por acogerlos. En esa decisión ha tenido mucho que ver la presión ciudadana.

¿Puede ser la mera presión ciudadana un motivo para precipitarse en las decisiones en este campo concreto? Lo primero que hay que señalar es que no se puede pasar desapercibido el drama humano real de millones de personas que no eligieron vivir situaciones de persecución y guerra. Dicho esto, no es menos cierto que hay algunos puntos que en esta materia deben tener en cuenta tanto los ciudadanos que ejercen presiones como los gobiernos que se dejan influenciar por ellos.

1. La responsabilidad de cara a los naturales como a los que llegan. Un flujo migratorio descontrolado puede desestabilizar la economía de un país y, a la larga, perjudicar tanto a los que llegan como a los que ya estaban. Piénsese en los países donde el paro laboral es una realidad elevada: cómo se piensa mantener a los refugiados si no hay quienes pagan impuestos porque, entre otras cosas, ni siquiera tienen trabajo. Y cómo se les va a dar trabajo a los que llegan si no lo tienen tampoco los que les reciben. ¿Es responsable abrir las puertas de la casa sin darles un lugar donde dormir y, sobre todo, qué comer? Y si se les da, ¿por cuánto tiempo se les puede mantener así?

2. ¿Por qué los migrantes y refugiados quieren llegar a Alemania y no quedarse en otros países? La mayor parte de los países de la Unión Europea está abriendo sus puertas pero no parece que refugiados y migrantes abran las puertas de sus expectativas a algunos de esos países que les quieren acoger. En la mayoría de los casos quieren llegar a Alemania. ¿Por qué? En ese país hay subvenciones monetarias que se dan como apoyos. Alemania es un país rico donde con poco esfuerzo se logran muchos beneficios. La pregunta es entonces, ¿se quiere dinero o se quiere refugio?

Un artículo de Riccardo Cascioli en La Bussola Quotidiana subrayaba precisamente el hecho de que Alemania y Austria sean los destinos «favoritos» de los refugiados y cuestionaba el que se presente a Hungría como el malo de la película: «el caos que se creó en Budapest, con el bloqueo de la estación de trenes, contrario a lo que se ha querido contar, no depende de la mala voluntad del gobierno húngaro que, con Italia y Grecia, comparte el trabajo de identificar a los migrantes que llegan y valorar su situación. Por otra parte, en los primeros 7 meses del 2015 Hungría ha acogido a más de 100 mil inmigrantes, que sobre una población total de 10 millones de persona, significa un porcentual mucho más alta que la mayor parte de los países europeos que hoy se sienten con el derecho de censurar a Budapest» (cf. «Profughi siriani in Germania, la realtà nascosta», 07.09.2015).

3. Los choques culturales. Es cierto que las mayorías de las democracias occidentales son hoy por hoy pluriculturales. Pero no es menos cierto que ya en el pasado se han registrado casos de choques culturales debido a que los valores de los que llegan no son los de quienes les reciben. Hay en Londres y París barrios a los que la policía no llega porque están regidos por la sharia o ley islámica, con todo lo que eso supone.

¿Alguien ha pensado que en dos generaciones la población musulmana, debido a este tipo de flujos migratorios, podría suponer una configuración no sólo demográfica sino también política distinta para Europa? Comparativamente hablando, los musulmanes tienen más hijos que los europeos por lo que el reemplazo generacional iría en una dirección nada halagüeña para los nativos europeos.

Resulta sintomático que, por ejemplo, refugiados sirios de paso por Macedonia hayan rechazo los alimentos que les ofrecía la Cruz Roja, al grito de «Alá es grande», por el simple hecho de que esa organización humanitaria tuviera el signo de la cruz (cf. «Refugiados sirios en Macedonia rechazan al grito de «Alá es grande» la comida de la Cruz Roja», 04.09.2015).

En declaraciones recogidas por el diario La Gaceta, el obispo católico húngaro Kiss-Rigo comentaba: «Vienen aquí y comienzan a gritar Allahu Akbar (Alá es grande), quieren hacerse con el control de la ciudad». Y añadía: «Europa se está viendo inundada de personas que se hacen pasar por refugiados, pero que en realidad son una grave amenaza para el continente cristiano y sus valores tradiciones».

Y un ejemplo más: en abril de 2015 CNN informó que inmigrantes musulmanes que cruzaban el Mediterráneo para llegar a Italia arrojaron al mar a 12 compañeros de viaje por el solo hecho de ser cristianos (cf. «Inmigrantes musulmanes lanzan por la borda a 12 pasajeros cristianos», 16.04.2015).

4. Terrorismo. Hay una responsabilidad del gobierno sobre la necesidad de conocer quiénes son y cuál es la historia de vida de quienes piden asilo y si merecen recibirlo. Es una responsabilidad de cara a sus ciudadanos. El diario italiano Il Messaggero pudo acceder en febrero de 2015 a conversaciones telefónicas de terroristas del ISIS en las que estos refieren que apuestan por la opción de enviar migrantes a Italia entre los cuales filtrarían terroristas (cf. «El Estado Islámico amenaza con enviar 500.000 inmigrantes a Europa», 20.02.2015).

El rotativo británico The Sunday Press informaba que, de hecho, el grupo terrorista Estado Islámico infiltró terroristas a Europa entre los sirios que en los últimos días han pedido refugio (cf. «Más de 4.000 terroristas del EI llegaron a Europa haciéndose pasar por refugiados», 07.09.2015). Hasta el momento ya han sido detenidos cinco yihadistas que se habían filtrado entre los refugiados sirios (cf. «Detenidos 5 yihadistas camuflados entre refugiados en Bulgaria», 07.09.2015).

5. Las críticas a la Iglesia. Las redes sociales han sido también el escenario donde grupos políticos de izquierdas, abortistas y anticlericales, han lanzado críticas a la Iglesia por una supuesta inacción ante la crisis migratoria. Evidentemente lo primero que puede pensarse es en por qué la Iglesia tendría una responsabilidad más grande que la que le corresponde a los gobiernos y, en definitiva, qué están haciendo los partidos políticos de izquierda –también los de derechas– más allá de solidarizarse y criticar en Twitter a la Iglesia. Lo cierto es que se ven más refugiados en torno a las iglesias, tal vez para pedir limosnas, que fuera de las sedes de los partidos políticos.

Lo comentaba con un deje de humor Ignacio Aréchaga en su blog personal: «En España […] los partidos políticos rivalizan en declararse más solidarios que los otros, y exigen al gobierno que detalle cuántos miles está dispuesto a acoger. Cuantos más, mejor. El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por una izquierda rápida en desenfundar el tuit y la pancarta, ha puesto en la fachada un gran cartel: “Refugees, welcome”, que hasta el momento habrá sido más visto por turistas que por refugiados sirios» (cf. «Bienvenidos refugiados, si es que venís», 08.09.2015).

No obstante lo anterior, ha sido precisamente la Iglesia católica la que ha estado en primera línea ante esta situación humanitaria. A la cabeza se ha puesto el Papa quien al final de la oración mariana del Ángelus del domingo 6 de septiembre pidió desde el Vaticano a toda la Iglesia:

«hago un llamamiento a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios y a los santuarios de toda Europa para que expresen la realidad concreta del Evangelio y acojan a una familia de refugiados. Un gesto preciso en preparación del Año santo de la misericordia. Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa acoja a una familia, comenzando por mi diócesis de Roma. Me dirijo a mis hermanos obispos de Europa, verdaderos pastores, para que en sus diócesis apoyen mi llamamiento, recordando que Misericordia es el segundo nombre del Amor […] También las dos parroquias del Vaticano acogerán en los próximos días a dos familias de refugiados».

Han sido los obispos europeos los que rápidamente han puesto manos a la obra (cf. «Profughi, la risposta delle diocesi all'appello del Papa», 07.09.2015).

III. Una cuestión no solucionada: la raíz islámica y la venta de armas

¿Y los países ricos musulmanes qué están haciendo por los refugiados? En un artículo publicado en la web de la CNN un intelectual musulmán, Haroon Moghul, pone de manifiesto el liderazgo que en la coyuntura de la crisis migratoria está teniendo el Papa y la ausencia de las autoridades políticas del mundo islámico («Querido papa Francisco, me gustaría invitarlo a convertirse al Islam», 08.09.2015).

El diario ABC ponía en estos términos la cuestión: «¿Por qué no huyen a los ricos países árabes del Golfo Pérsico, donde les espera un éxodo mucho más seguro y un futuro confortable?». Efectivamente, Arabia Saudí, Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos, países de inmensa mayoría musulmana, han dado la espalda a sus «hermanos en religión».

Como dice el ABC, «Las autoridades saudíes han deslizado la tesis de que una llegada masiva de sirios a su territorio crearía problemas de seguridad. Riad siempre ha sido rival de la dictadura de Damasco, y teme un afán de revancha. El argumento no se sostiene: la inmensa mayoría de los refugiados y desplazados sirios no son chiíes -la secta musulmana de los Assad- sino suníes, la corriente musulmana mayoritaria que tiene su epicentro en Arabia Saudí». Y añade: «es más convincente el argumento del temor cerval de las ricas monarquías del Golfo a que una ola migratoria de musulmanes ponga en peligro su frágil sistema social y político. Arabia Saudí es un caso paradigmático. El país vive de las rentas del petróleo, y del trabajo de sus millones de inmigrantes asiáticos».

Aunque la cuestión de los sorpresivos y masivos flujos de migrantes implican una respuesta de gestión, se está olvidando que a la raíz del problema están dos cosas a las que no se les está dando solución: el cariz religioso (islámico) de la guerra civil-persecución religiosa y la venta de armas a grupos terroristas y gobiernos del Medio Oriente.

El creciente influjo del autodenominado «Estado Islámico» no ha sido afrontado directamente. Desde su aparición en la escena pública en junio de 2014 cada vez se hace con más territorio de Irak y Siria. La acción de algunos países occidentales se ha limitado a algunos bombardeos. Comprensiblemente, mientras este grupo terrorista siga expandiéndose más personas querrán migrar y esto imposibilitará que las que se estaban fuera regresen. Las acciones aisladas por parte de algunos países no parecen apuntar a una finalidad concreta que no debería ser otra que la de limitar definitivamente la acción de los agresores contra países imposibilitados de defenderse.

Por otra parte es lógico que para hacer guerras se necesitan armas y para conseguirlas se necesite dinero. Evidentemente quienes las venden no parecen muy interesados en dejar de hacerlo, lo que supone la voluntad de seguir cooperando a que las guerras se perpetúen.

El «Instituto Internacional de Investigaciones sobre la paz, con sede en Estocolmo, mostraba que entre 2010 y 2014 Rusia y Estados Unidos exportaban hasta el 48% de la venta total de armamento en el mundo (seguidos de China, Alemania y Francia). En ese mismo lapso las ventas de Estados Unidos han crecido en un 23% mientras que las de Rusia en un 37% más. Los principales clientes de los estadounidenses son Corea del Sur, Emiratos Árabes y Australia; los de Rusia son India, China y Argelia.

En términos absolutos los cinco países que más compran armas son India, Arabia Saudita, China, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, mientras que las regiones que más armas reciben son Asia y Oceanía, con un 48% del total de importaciones, seguidas de Oriente Medio y Europa.

Si se compara en qué zonas hay más desplazados con las zonas donde más armamento se importa no es difícil llegar a conclusiones lógicas.

Volviendo al punto de la raíz de toda esta situación, es verdad que las fotos de Aylan nos han impactado a todos suscitando emociones que los gobiernos han querido tranquilizar atendiendo sólo la superficie del problema pero sin ir a la base. Lo decía muy bien Cascioli: «La más importante toca al origen de esta ola migratoria, o la guerra en Siria e Irak. Es un poco hipócrita conmoverse por los prófugos después de no haber hecho nada por detener la guerra, dándole una contribución decisiva. Y es hipócrita erigirse en juez moral si no se interroga seriamente sobre cómo acabarla. También porque los verdaderos “desesperados” son aquellos que todavía están ahí, que no tienen ni dinero ni medios para escapar, y que viven cada día bajo las bombas y el sonido de las metrallas. Mientras ayudamos a cuantos han logrado llegar a Europa, pensemos en cómo cesar rápidamente el infierno para sus connacionales menos afortunados» (cf. «Profughi siriani in Germania, la realtà nascosta», 07.09.2015).

La auténtica fotografía de Jesús.

¿Hemos encontrado la auténtica fotografía de Cristo a los dos mil años de su muerte?

Conferencia pronunciada por el P. Jorge Loring, S.I., en el Teatro Campoamor de Oviedo, el Viernes Santo de 1978)

Señoras, señores:

Les voy a presentar a un reportaje interesantísimo, como ustedes podrán comprobar, sobre el lienzo que cubrió el cuerpo de Jesús en el sepulcro. Pablo VI dijo de la Sábana Santa de Turín ante la televisión europea en 1973: «Es la reliquia más importante de toda la historia de la Cristiandad».

Desde tiempos remotos se creía que este lienzo había cubierto el cadáver de Cristo.

Tiene unas manchas que a simple vista no se ven gran cosa, pero al ser fotografiadas toman un enorme relieve, y se ve la figura de un hombre de cuerpo entero. Esto despertó un interés apasionante en el mundo. ¿Es que hemos encontrado la auténtica fotografía de Cristo a los dos mil años de su muerte? Pues así es.

Tenemos la satisfacción de que a los dos mil años de haber muerto Cristo, podemos decir con verdad y con seriedad, que vamos a ver la auténtica fotografía de Jesucristo: su estructura atlética, su armonía de proporciones, su robustez y su prestancia.

Yo he dado esta conferencia más de cien veces por toda España: en cines, teatros, casinos, etc. Cuando la puse en el Teatro Falla de Cádiz, asistieron unas dos mil personas, como aquí ahora. Allí había entre el auditorio una docena de médicos. Los médicos son los que más disfrutan viendo esto. Porque lo que vamos a ver es un estudio médico de la Pasión de Cristo. Por las huellas que han quedado en este lienzo, los médicos estudian cómo fue la Pasión de Cristo. Y claro, para los médicos es de un interés apasionante.

Pues bien, uno de los médicos que asistió a la conferencia en Cádiz, fue D. Venancio González, muy conocido allí, primero como médico, y además como escultor, y porque también dibuja y da conferencias de toros, etc. Es un hombre muy polifacético y muy popular en Cádiz. Él, después de asistir a esta conferencia quedó tan impresionado que escribió en la revista «Estandarte», un artículo que tituló así: «Una conferencia impresionante». Y decía D. Venancio González: «He asistido en el Teatro Falla, a la conferencia de la Sábana Santa y he de decir dos cosas: primero, como profesional de la Medicina, he de decir que el estudio médico fue perfecto». Ahora añado yo que sé muy poco de Medicina; yo soy un puro aficionado. Lo único que he hecho es que me he leído veinte libros de médicos sobre el tema, y he grabado en cinta magnetofónica lo que he leído en los libros. Por lo tanto, si lo que hago es leer lo que dicen los médicos, es lógico que el estudio médico esté bien hecho.

Proseguía D. Venancio González: «y como católico he de decir que después de la conferencia me fui a mi casa, y sentado ante el crucifijo que tengo sobre la mesa de mi despacho, hice esta oración: “Señor, gracias porque has querido quedarte en la Eucaristía para ser nuestro alimento y nuestro fortaleza; pero gracias también porque dos mil años antes que el hombre inventara la fotografía has querido dejar tu Sagrado Rostro estampado en este lienzo, para que nosotros tengamos la dicha de ver la cara que tenías”».

Porque es así: vamos a tener la dicha de ver la cara que tuvo Jesús. No la que pintó Velázquez o El Greco; porque por muy artista que sea un hombre, jamás un artista ha podido pintar una cara de Cristo mejor que la que Él tuvo. Vamos a ver la cara que tuvo Jesús.

Voy a presentaros dos rostros de Jesús. Uno, es un rostro deforme (ver foto pág.OJO). Deforme, porque la cara de Cristo en la Pasión estaba deforme. A Cristo le habían dado un estacazo en la cara; tenía un pómulo hinchado y tenía el rostro deforme. Pero deforme también porque son las manchas que un rostro deja en un lienzo. Y estas manchas no dan un rostro perfecto como una fotografía sacada con una cámara fotográfica. Pero aunque sea deforme, tiene la enorme emoción de que sabemos que eso es lo que dejó en el lienzo el rostro de Cristo, sin que mano de hombre lo haya tocado jamás. Y claro, pensar que ésas son las huellas del rostro de Cristo, es emocionante. Es impresionante.

Pero después voy a presentar otro rostro de Jesús. Una reconstrucción hecha por Bruner, fotógrafo pontificio (ver foto pág. OJO): una foto-robot. Lo mismo que hace la policía que cuando busca a un individuo, aunque no lo haya visto nunca, con los datos que recoge, reconstruye su rostro y hace una foto-robot de enorme parecido; esto es lo que ha hecho Bruner. Por las manchas que han quedado en el lienzo ha reconstruido el rostro de Jesús. Y nos presenta un rostro natural, un rostro tal como debió ser en la realidad; no un rostro deforme como el otro. Podríamos decir que tenemos la dicha de ver la misma cara de Jesús que vio María Santísima, pues es una foto robot sacada de la huella que dejó en el lienzo la misma cara de Jesucristo.

Bruner nos presenta un rostro de una majestad, de una grandiosidad, de una nobleza, de una unción, de una serenidad, de una amabilidad, de una bondad, de una dulzura; y al mismo tiempo de una enorme virilidad. El Dr. D. Gregorio Marañón, especialista en Sexología, como todo el mundo sabe, dice de este rostro: «Así debió ser el rostro del varón perfecto». Es un rostro escalofriante, que nos sobrecoge de emoción. Vds. después lo podrán apreciar. Como dice el Padre salesiano, José Luis Carreño: «Jamás se vio tan transido de vida el rostro de un muerto. Quizás porque su muerte era fuente de nuestra vida».

Pero antes de seguir adelante quiero decir que esto que vamos a ver no es de fe. No hay ninguna obligación de creer en esto. La Iglesia no me impone esto. ¿Por qué? Porque la Iglesia sólo me impone las verdades dogmáticas que han sido reveladas por Dios.

Si alguien negara la existencia del infierno, automáticamente él mismo se pone fuera de la Iglesia. Porque la existencia del infierno es dogma de fe: verdad revelada por Dios. Si alguien negara la presencia real de Cristo en la Eucaristía, automáticamente se pone él mismo fuera de la Iglesia. Porque la presencia real de Cristo en la Eucaristía es dogma de fe: verdad revelada por Dios.

Pero no creer en esta Sábana no es ningún pecado. Esto no es objeto de Revelación. Esto no entra en el contenido de la Revelación. Es algo así como si ahora nos encontráramos un registro civil donde se empadronaron José y María, cuando fueron a Belén. Tendría un enorme valor histórico, pero no pertenece al contenido de la Revelación.

La Iglesia no nos impone el Principio de Arquímedes. El Principio de Arquímedes es verdad, y por el Principio de Arquímedes flotaban los galeones del Imperio Romano, y flotan los superpetroleros de hoy. Es un principio de la Física, y es la Física la que me impone el Principio de Arquímedes, no la Iglesia. La Iglesia no se mete en si es verdad o deja de serlo. Hay cosas que no son de fe, pero son verdad.

Y lo mismo voy a decir de las verdades históricas. La Iglesia no nos impone las Pirámides de Egipto, ni el Partenón de Atenas o el Coliseo de Roma. Es la Historia, es la Cultura. La Iglesia no se mete. Quien no crea en la Sábana Santa no comete ningún pecado contra la fe. Lo comete contra la Historia y contra la Cultura. La Sábana Santa al ser un documento histórico, es algo que apoya a nuestra fe. Pero nuestra fe no se basa en ella. Si algún día se demostrara que la Sábana Santa es falsa (lo cual no es nada probable dados los estudios científicos realizados sobre el lienzo), nuestra fe quedaría intacta. Porque nuestra fue no se basa en la Sábana Santa, sino en los Evangelios. Habríamos perdido un documento histórico, pero nuestra fe no habría sufrido ningún detrimento.

Entonces digo: la Sábana Santa no es de fe. Pero el hecho de que no sea de fe no significa que no sea verdad. Significa que no es verdad revelada, que es un documento histórico. Ahora, un documento histórico que tiene todas las garantías de autenticidad. Esta Sábana Santa está estudiada minuciosamente.

Segundo Pía, un abogado italiano, fue el primero que fotografió la Sábana Santa. En 1898, al descubrirse la fotografía, Segundo Pía pide permiso para fotografiar aquella Sábana. Fueron fotos muy malas —yo las he visto—. Primero porque Segundo Pía era un abogado, aficionado a la fotografía, pero no era un profesional. Y entonces la fotografía estaba en sus comienzos. Se había inventado en 1840. La técnica era muy imperfecta. Y además tuvo unos contratiempos en la iluminación. El hecho es que las fotos de Segundo Pía son bastante malas.

Las que vamos a ver son de José Enrie, que es un fotógrafo profesional, y ha hecho unas fotos perfectas con técnica mucho más avanzada. Las fotos de Segundo Pía aunque imperfectas, tuvieron el enorme interés de que mostraron al mundo entero que aquellas manchas en el lienzo, que a simple vista no se veían gran cosa, al ser fotografiadas tomaban enorme relieve y mostraban la figura de un hombre de cuerpo entero. Por eso se despierta en el mundo un gran interés por estudiar la Sábana Santa.

El Papa Pío XI encargó a la Academia de Ciencias de París que hiciera un estudio científico de esta Sábana. La Academia de Ciencias de París en su estudio llega a esta conclusión: «El lienzo que hoy se conserva en Turín es el mismo que cubrió el cadáver de Jesús de Nazaret».

Esto tiene especial importancia: Primero, por la categoría científica de la Academia de Ciencias de París; pero además, porque algunos miembros de esa Academia no eran creyentes, eran descreídos, librepensadores, racionalistas: un Delage, un Berthelot. Ellos prescindían de si Cristo es Dios. Naturalmente aceptaban a Cristo-Hombre. Cristo es un personaje de la Historia que ha existido, como sabemos que han existido Napoleón, Julio César o Alejandro Magno. Cristo vivió en un país concreto: Palestina. Y en un tiempo determinado: en tiempos de Poncio Pilatos. Y estos hombres, que no eran creyentes, después de analizar el lienzo te dicen: «El lienzo que hoy se conserva en Turín es el mismo que cubrió el cadáver de Jesús de Nazaret».

Ives Delage —famoso biólogo francés, agnóstico—, dijo lo siguiente al tratar estas cuestiones: «Quise permanecer fiel al espíritu y a las exigencias de la Ciencia. Me he esforzado en encontrar la verdad sin preocuparme de que gustase o no a cualquier partido religioso, ya que el que se deja influir en semejantes consideraciones sería un traidor a los métodos científicos». El mismo Delage en solemne reunión en la Academia de Ciencias de París no se recató en proclamar: «Es Cristo mismo quien se imprimió en esta Sábana funeraria». «Yo reconozco a Jesús como personaje histórico, y no veo razón alguna para que nadie se extrañe de que existan todavía huellas tangibles de su vida en la tierra». «Si en lugar de tratarse de Cristo, se tratara de otro personaje histórico, a nadie se le hubiera ocurrido poner las objeciones que algunos ponen a la Sábana Santa».

El doctor Barbet, Profesor de Anatomía y prestigioso cirujano de París escribe: «He aquí el resultado de mis investigaciones anatómicas y demás estudios sobre las llagas de Cristo. Espero haber dado la sensación, de acuerdo con la realidad, de haberlas realizado con independencia de espíritu y con la máxima objetividad científica. Las empecé con cierto recelo y escepticismo. O al menos con dudas cartesianas, muy dispuesto a contrastar las huellas del sudario y negarle autenticidad si no coincidían con la realidad anatómica. Por el contrario, los hechos iban paulatinamente agrupándose en un haz de pruebas cada vez más convincentes. No solamente las imágenes se explicaban con una sencillez y una claridad que consagraban su veracidad, sino que hasta cuando parecían anormales la experiencia enseñaba que eran tales como debían ser, y que no estaban a la manera como las hubiera realizado un farsante siguiendo las tradiciones iconográficas corrientes. La anatomía da testimonio en favor de su autenticidad, en pleno acuerdo con los textos evangélicos. Poseemos por tanto el sudario de Cristo, legado de la efigie de su cuerpo y de las huellas de su sangre. Ésta es la reliquia más insigne del mundo. Reliquia corporal del Divino Redentor. Para quien sabe interpretarla y gusta de reflexionar es la más hermosa y emocionante de las meditaciones de la Pasión».

Los dos mayores impugnadores de la autenticidad de la Sábana Santa de Turín fueron los sacerdotes católicos Ulysse Chevalier, francés, y Herbert Thurston, inglés, que escribió contra la autenticidad de esta Sábana en la revista mensual «The Month» y en la Catholic Encyclopedia de 1912. Los dos afirmaban que la imagen era una pintura fraudulenta, lo cual hoy, después de los estudios microscópicos realizados sobre el lienzo, es algo absolutamente inadmisible, pues entre hilo e hilo no hay pintura. Si yo con un pincel hago una raya en un lienzo, dejo pintura entre los hilos.

Otro famoso impugnador de la Sábana Santa fue el Obispo de Troyes, Pierre D’Arcys, que pidió al Papa Clemente VII prohibiera la exhibición de la Sábana Santa por ser una pintura fraudulenta. El Papa no le hizo caso, y hoy sabemos que no es pintura, pues entre los hilos, mirados al microscopio, no hay pintura. Su predecesor, Henry de Poitiers, llegó a decir que conocía al pintor. Sin duda se refería a una de las muchas copias pintadas de la Sábana Santa que entonces circulaban por Europa.

Por cierto, que tenéis en Oviedo el complemento de la Sábana Santa de Turín. Vosotros la llamáis Sudario, traducción literal del latín evangélico, pero en español sudario suena a sábana, y de hecho se trata de un pañuelo. El sudario de los antiguos era un pañuelo para secarse el sudor. Lo que está aquí en Oviedo tiene manchas de sangre, pero no tiene imagen. Monseñor Ricci, que es uno de los hombres que más sabe en el mundo sobre la Sábana Santa de Turín, ha estado dos veces en Oviedo estudiando este pañolón, su tejido, las manchas de sangre, etc., y ha dicho que ha quedado favorablemente impresionado.

Este pañuelo que mide unos 90 x 50 cms. se descubrió en una arqueta con otras reliquias escondida en el Monsacro por el año 800. Se la trajeron los cristianos que venían huyendo de la invasión árabe. Estaba en Toledo, a donde llegó desde Cartagena, a donde llegó por mar de Cartago al ser invadida por los árabes. A Cartago la llevaron por el norte de África desde Jerusalén, los discípulos de los Apóstoles en un arca de madera con otras reliquias por temor a los persas de Cosroe II que habían invadido Palestina el año 614. Es decir, que tenéis en Oviedo el complemento de la Sábana Santa de Turín. ¡Ya podéis estar orgullosos!

Como decía, nuestra fe se basa en el Evangelio, no en la Sábana Santa. Si algún día se demostrara que la Sábana Santa de Turín es un fraude, habríamos perdido un documento histórico, pero nuestra fe quedaría en pie. Pero no es fácil que esto se demuestre. El Padre Mauricio Iriarte, un sabio jesuita, que es un hombre muy serio, muy profundo, auténtico investigador, en un trabajo que publicó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dice de este lienzo:

«1.º Los estudios científicos realizados sobre este lienzo excluyen toda posibilidad de fraude: esto, desde luego, no es un fraude.

2.º Todo lo que muestra el lienzo está perfectamente de acuerdo con lo que dicen los Santos Evangelios.

3.º La trayectoria histórica de este lienzo goza de numerosos documentos que se conservan en los archivos.

4.º Ni el análisis intrínseco del lienzo ni los testimonios extrínsecos dan ningún argumento razonable para que esto sea rechazado».


Esto no es obligatorio creerlo. No. Y el que no quiera creerlo no comete ningún pecado. Pero no tiene razones. No hay razones serias para rechazar esto. Porque todos los estudios realizados confirman su autenticidad. Por lo tanto, el que no quiera aceptarlo, que no lo acepte; pero que sepa que no tiene razones serias para no aceptarlo.

Bien. Pues voy, brevemente —me estoy extendiendo mucho— a decir algunas razones por las cuales la Academia de Ciencias de París afirma que este lienzo es auténtico:

Primero. Este lienzo es contemporáneo de Cristo, pues se tejió en unos telares que dejaron de funcionar después del siglo I de nuestra era. Por lo tanto este lienzo es de los tiempos de Cristo.

Y algunos preguntan: -«Padre, y ¿cómo se puede conservar un lienzo dos mil años?»

Pues sí. Porque el lino en ambiente seco se conserva indefinidamente. En el museo del Louvre de París, se conservan telas que tiene 3.000 años de antigüedad, y conservan todavía esa aspereza de superficie propia de un tejido nuevo.

En las excavaciones de Rebenhausen, en Suiza, se han encontrado trozos de lino, que datan 3.000 años antes de Nuestra Era, y ostentan un diseño en la textura muy parecido al de la Sábana Santa.

Lo mismo sucede en las excavaciones de Palmira, a 300 kms. de Jerusalén, cerca de Damasco; y Antinoe, en Egipto, donde se han encontrado lienzos fúnebres de estructura y grandeza semejantes a los de la Sábana Santa.

Segundo. Dice la Academia de Ciencias de París: la imagen que hay en este lienzo no está pintada por ningún hombre.

¿Por qué? Porque es un negativo. Y es imposible que un medieval pintara en negativo. El hombre medieval no conocía lo que es un negativo. Ya sabéis que el negativo es la inversión del blanco y del negro. Nosotros, después que el siglo pasado se inventara la fotografía en 1840, hemos tenido en nuestras manos un cliché fotográfico. Nosotros fácilmente interpretamos la inversión del blanco y del negro; pero un medieval, que no conocía la fotografía, ¿cómo iba a pintar invirtiendo el blanco y el negro? Sería absurdo. Cuando un medieval pintaba un ojo, pintaba la pupila negra y el globo blanco. Pero, ¿cómo iba a pintar la pupila blanca y el globo negro? Sería absurdo. Sería grotesco. Nadie en la Edad Media pudo pintar en negativo. Hoy sí. Porque la fotografía nos ha familiarizado con la técnica del negativo y ésta se emplea continuamente en tipografía. Pero en la Edad Media, nadie.

Mirad, una anécdota que tiene gracia. Uno de los mejores libros que hay escritos en español sobre la Sábana Santa, es de un Padre salesiano, José Luis Carreño. Se titula: «El Retrato de Cristo». Está muy bien hecho. Recoge lo que otros libros dicen. Pero tiene una cosa original que tiene su gracia. Para demostrar que es imposible que un medieval pintara en negativo, dice: «Para un medieval pintar en negativo es tan absurdo como para nosotros leer al revés. ¿Es que hay alguien de nosotros que se entretenga en leer al revés? Nadie lee al revés, porque no se entera de nada. Pues lo mismo que nosotros no leemos al revés porque no entenderíamos nada, los medievales no pintaban al revés porque no se enteraban».

Y él pone este ejemplo. Vamos a ver si hay alguien que sea capaz de entender lo que voy a decir leyendo al revés.

Sanirdnolog sarucso sal nárevlov
ragloc a sodin sus nóclab ut ed.
He leído en castellano, pero al revés. ¡Si parece ruso! Ruso, no. Lo que he leído son los conocidísimos versos de Bécquer:
Volverán las oscuras golondrinas
de tu balcón sus nidos a colgar.
Leído al derecho, suena a Bécquer; y leído al revés suena a ruso.
Pues dice el padre Carreño: «Lo mismo que es grotesco para nosotros leer al revés, porque no nos enteramos; lo mismo para un medieval pintar al revés, invirtiendo el blanco y el negro».
Lo que tenemos en la Sábana Santa es un negativo fotográfico. Esto desde luego no es pintura. Esto no lo ha hecho ningún hombre. Un medieval no podía pintar en negativo.
Hay por el mundo unas cuarenta copias de la Sábana Santa. Varias de ellas en España. Pero la mayoría son regulares. Son muy buenas las que se conservan en Santiago del Estero (Argentina) y en la residencia de los Jesuitas de Génova (Italia). En España, una de las mejores que yo he visto está en Campillo de Aragón, cerca del Monasterio de Piedra, por Calatayud. Fue regalada por el Gran Maestre de la Orden Hospitalaria de Malta, hijo del pueblo.
Cuando pronuncié esta conferencia en el cine Goya de Alicante me preguntaron que qué opinaba yo de la Santa Faz de Alicante. Y cuando di esta conferencia en Jaén, que qué opinaba yo del Santo Rostro de Jaén.

Yo contesté: -Mirad, es elemental no opinar de lo que no se conoce. Yo la Sábana Santa de Turín la he estudiado a fondo; pero ni la Santa Faz de Alicante, ni el Santo Rostro de Jaén los he estudiado. Por lo tanto no opino. No sé.

Ahora, lo que sí puedo decir es que tanto la Santa Faz de Alicante, como el Santo Rostro de Jaén no pretenden ser de la Sábana Santa. Dicen que son de la Verónica. Es otra cosa. ¿Es verdad o no? No sé. Prescindo. No lo he estudiado. Pero desde luego son otra cosa.

Y además son pinturas. Algún artista de aquel tiempo tuvo el mal gusto -no lo culpamos, gustos de la época; y quizás por mandato de alguien- al ver que en aquel lienzo los rasgos de Cristo se veían poco, los remarcó pintando encima. Claro, lo estropeó.

Ahora, lo que yo veo en la Santa Faz de Alicante y en el Santo Rostro de Jaén es un rostro pintado. ¿Qué es lo que hay debajo? No sé. No lo he estudiado.

Hay otro paño de la Verónica en la Basílica de San Pedro en Roma.

Y termino ya diciendo que esto es tan serio que al Dr. Hyneck, que se llamaba a sí mismo «ateo rabioso», encontró la fe estudiando este lienzo. Yo he leído su libro donde lo dice.

Me acuerdo que cuando puse esta conferencia en Málaga, después alguien preguntó: -Padre, ¿esta Sábana ha hecho algún milagro? Contesté: -Que yo sepa no. Pero me acordé. -Bueno, uno. Fenomenal. La conversión de un ateo. Eso es más milagroso que todo milagro de orden físico: un milagro de orden moral. Un hombre que no creía, un hombre que era ateo, y que tiene una página preciosa, delicadísima, en su libro, donde dice cómo encontró la fe estudiando la Sábana Santa de Turín.

Esto que van a ver es una meditación maravillosa de la Pasión. No fruto de una imaginación calenturienta, sino fruto del estudio médico sobre el lienzo.

Es muy frecuente que después de esta conferencia haya gente que quiera confesarse. Varias veces me lo han pedido. Han sentido verdadero dolor y arrepentimiento de su vida ante los sufrimientos que Cristo pasó por nosotros.

Por eso se me vienen a la cabeza aquellas palabras de San Ignacio de Loyola en los Ejercicios: «Viendo lo que Cristo ha hecho por mí, ¿qué voy yo, en adelante, a hacer por Cristo?»

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