¿No es este el hijo de José?

Ramón Nonato, Santo

Cardenal, 31 de agosto

Martirologio Romano: En Cardona, de Cataluña, san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros socios de san Pedro Nolasco en la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced, y es tradición que, por el nombre de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos (c. 1240).

Fecha de canonización: Su culto fue confirmado en 1657 por el Papa Alajandro VII

Patronato: mujeres embarazadas, de las parturientas, madres que dan de lactar, de los niños, de los inocentes.

Breve Biografía

Nació en los mismos comienzos del siglo XIII. Su nombre deja boquiabierto a quien lo oye o lo lee por primera vez. Nonnato -Nonato por más breve- sugiere a un santo sólo potencial; como si la palabra fuera un slogan publicitario que estuviera invitando a quien lo lee o escucha a que se decidiera a iniciar una programa que acabara con la santidad del guión preestablecido. De hecho, significa no-nacido. ¿Pretenderá decir el extraño nombre que, por no haber nacido todavía el santo que rellene el expediente completo de sus cualidades y virtudes, está como esperando la Iglesia a que haya uno que se decida de una vez a reproducirlas? Eso sería, lógicamente, confundir la santidad como algo que brota de la voluntad y decisión humana, cuando ella es en verdad el resultado de la acción del Espíritu Santo con quien se coopera libremente. Sería sencillamente pelagianismo.

El calificativo -que ha pasado ya a ser nombre- le viene a Ramón por el hecho de haber sido sacado del claustro materno, por medio de una intervención quirúrgica, cuando ya había muerto su madre. Por eso no nació como nacen normalmente los niños, lo extrajeron. Fue en Portell, en Lérida, cuando se iniciaba el siglo XIII.

La buena y alta situación de su padre le posibilitó crecer en buen ambiente y formación, aunque sin el cariño y los cuidados de una madre. Cuentan de su primera juventud la devoción especialísima a la santísima Virgen que le llevaba con frecuencia a visitar la ermita de san Nicolás donde pasaba ratos mientras sus rebaños pastaban.

Luego su padre quiso irlo incorporando poco a poco a las tareas de administración de sus posesiones y esa fue la razón por la que se le encuentra en Barcelona en el intento de aprender letras y números. Allí tuvo ocasión de trabar amistad con Pedro Nolasco -que por aquel entonces era comerciante- y de compartir mutuamente los deseos de fidelidad a la fe cristiana vivida con radicalidad, llegando incluso a considerar la posibilidad de entrar en el estado clerical.

Como el padre disfruta de un gran sentido práctico, lo reincorpora al terruño de Portell y le encarga la explotación de varias de sus fincas. Pero, sigue diciendo la antigua crónica, que la misma Virgen María le comunica su deseo de que ingrese en la recién fundada Orden de la Merced y allí está de nuevo en Barcelona puesto a disposición completa en las manos de su antes amigo Pedro Nolasco.

Noviciado, profesión, ordenación sacerdotal y ministerio en el hospital de santa Eulalia se suceden con la normalidad propia de quien tiene prisa para cumplir el cuarto voto mercedario consistente en redimir a los cautivos y servir de rehén en su lugar si procede.

En el norte del continente negro predica, consuela, cura, fortalece, atiende y transmite paciencia a los cautivos de los piratas berberiscos; comprende bien su situación y se hace cargo de que están rodeados de todos los peligros para su fe. Incluso él mismo tuvo que soportar cárcel y la tortura de que sellaran sus labios por ocho meses con un candado para impedirle la predicación.

A su vuelta a España entre el clamor de las multitudes, lo nombra Cardenal de la Iglesia el papa Gregorio IX, reconociendo sus méritos y virtud de la caridad practicada de modo heroico; pero no le dio tiempo a llegar a Roma por morir, antes de cumplir los cuarenta años, cuando se disponía a hacerlo.

Por el empeño de hacerse cargo de su cuerpo tanto los frailes mercedarios como los nobles señores de Cardona, decidieron de común acuerdo darle sepultura allá donde lo decidiera una mula ciega que lo llevó a lomos hasta que quiso pararse ante la ermita de San Nicolás, de Portell.

Desaparecieron las reliquias, irrecuperables ya para la veneración, en el año 1936.

Lo que no ha sido relegado al olvido por sus paisanos es la figura del santo y su acción caritativa. Esa devoción secular que se refleja incluso en las fiestas y en el folklore. No digamos nada sobre la devoción que le profean todas las parturientas que lo tienen como especial patrón para su trance.

Se divulgó por el mundo la pintura que lo muestra con la Custodia en la mano derecha expresando así la fuente de su caridad con los hombres.

Dios quiere ayudarme con su presencia y acción en mi vida

Santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30. Lunes XXII del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Dios, Tú que conoces mi miseria y lo que necesito, ayúdame a confiar en ti; aunque todo esté en contra, ayúdame a poner mi vida con todas mis heridas en tus manos, y ayúdame a dejar que Tú me llenes el inmenso deseo de amor que tengo.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30

En aquel tiempo, Jesús fue a Nazaret, donde se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta Isaías y, lo desarrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.

Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar, diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura, que ustedes acaban de oír”.

Todos le daban su aprobación y admiraban la sabiduría de las palabras que salían de sus labios, y se preguntaban: “¿No es éste el hijo de José?”.

Jesús les dijo: “Seguramente me dirán aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo, y haz aquí, en tu propia tierra, todos esos prodigios que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm’".

Y añadió: “Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, que era de Siria”.

Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando por en medio de ellos, se alejó de allí.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Piensen en lo que más quieren pues Dios, a quien le encanta vernos felices como buen padre, nos lo quiere dar porque nos ama.

¿Alguna vez han pensado cuál es la cosa que Dios quiere más? Lo que más me impresiona de los deseos de Dios es que se preocupa tanto por nosotros, sus hijos. Si estamos tristes Él está ahí para consolarnos, si nos sentimos perdidos o cansados nos ayuda a liberarnos de toda preocupación y abrazar su camino que es suave y llevadero, pero no puede hacer nada de esto si no le dejamos. Él respeta nuestra libertad. Hay que abrirle la vida a Cristo para que nos haga los milagros que necesitamos en nuestras vidas. Su sola presencia ya hace mucha diferencia. Es muy hermoso ver cómo gente pone imágenes religiosas u objetos de devoción en sus coches, casas, aparatos electrónicos, etc., porque no son solo adornos bonitos, sino que son como ventanas al cielo y puentes por los que puede pasar la gracia. El solo hecho de ver estos objetos nos sirve como recuerdo de las realidades que nos trascienden y nos recuerdan el cielo que es nuestro último destino. Y aún más nos hacen presente el misterio de Cristo, es como si Él nos hablara y dijera, «estoy aquí», «soy real».

Cristo es un Dios de personas concretas. En la Biblia leemos historias de gente con nombre a la cual, cuando está en apuros, Dios sabe cómo ayudarlos. Dios se presenta para dar su gracia a través de intermediarios humanos. Así como una buena comida no se hace sola, sino que para ser algo rico se necesita una persona que sepa cocinar bien, Dios se nos presenta a través de las personas que nos rodean, nosotros nos tenemos que poner los lentes de la fe para verlos.

Pidámosle al Señor que nos abra los ojos para descubrir su presencia y ayuda en nuestras vidas.

«Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo”. Participamos con Jesús de su pasión, nuestra pasión, para vivir también con Él la fuerza de la resurrección: certeza del amor de Dios capaz de movilizar las entrañas y salir al cruce de los caminos para compartir “la Buena Noticia con los pobres, para anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”, con la alegría de que todos ellos pueden participar activamente con su dignidad de hijos del Dios vivo. Todas estas cosas que pensé y sentí durante este tiempo de pandemia quiero compartirlas fraternalmente con ustedes para ayudarnos en el camino de la alabanza al Señor y del servicio a los hermanos. Deseo que a todos nos sirvan para “más».

(Carta de S.S. Francisco, 30 de mayo de 2020).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Leer Isaías 26, 4-5 y reflexionar en cuánto confío en el Señor.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Los Evangelios, una buena noticia

Evangelio anunciado, transmitido y vivido. Los cuatro evangelistas.

El proceso de composición de los evangelios.

Los evangelios, como todo libro de la Biblia, es fruto de un largo proceso. Podemos distinguir varias etapas:

Evangelio anunciado.(28-30 ca).

Jesús, con toda seguridad, no escribió nada. Al contrario de los grandes hombres de su tiempo, que escribían grandes tratados de historia, literatura, viajes,... Jesús proclamó el evangelio (=Buena noticia) por Palestina. De dos maneras predica este evangelio:

- A través de sus palabras
b.- A través de su vida

Evangelio transmitido y evangelio vivido.(a partir del año 30).

Todo comenzó después de la Resurrección de Jesús. Los apóstoles no se guardan la Buena Nueva para ellos. La comunican por las calles, las plazas, las calles, etc.

Su mensaje es sencillo y contundente: Vino a este mundo un hombre que nosotros conocíamos. Predicó el Reino de paz, amor, justicia. Lleva en su corazón un amor inmenso: el amor de Dios. Jesús está vivo: ¡Ha resucitado!

Junto a esta comunicación de la Buena nueva, comienzan a vivir como lo intentó Jesús. Forman la comunidad de los creyentes en Jesús: La Iglesia.

La comunidad de seguidores de Jesús aumenta. Ya no sólo están en Palestina. Hay cristianos que proceden de distinto origen... La Iglesia se universaliza y a todos estos cristianos hay que ayudarles:

A REZAR: escribieron la oración de Jesús.

A VIVIR como Jesús: escogen frases y sentencias del mismo Jesús sobre el dinero, la bondad, el amor, el seguimiento.

A DAR RAZÓN DE LA FE EN JESÚS.

Estos relatos, dichos, oraciones,... se fijan en PEQUEÑOS ESCRITOS que circulan entre las comunidades cristianas.

Se reúnen estas unidades en colecciones mayores: Relatos de Milagros, Parábolas, dichos y sentencias del Señor...Aunque no hay que olvidar que perdura la transmisión oral.

Los misioneros y los transmisores de la Buena Nueva en sus predicaciones: Seleccionan multitud de recuerdos que conservaban de Jesús. Tienden a realizar una síntesis. Legitiman su predicación con alusiones a los testigos existentes (apóstoles).

Todo lo que saben lo adaptan a los destinatarios y a sus oyentes.

Todo lo que se sabía de Jesús tenía que servir para la predicación, para que suscitara la fe en Jesús o la fortaleciera.

Evangelio escrito.

Ya han muerto los apóstoles y los primeros cristianos por dar testimonio de Jesús.

La Iglesia está esparcida por el Imperio Romano y se universaliza. Para que se conserve con fidelidad el mensaje de Jesús, algunos cristianos comienzan a escribir.

Estos escritores cristianos (los evangelistas) se sirven de las pequeñas unidades literarias existentes y de las colecciones de relatos (milagros, parábolas, pasión, etc).

Existen tres evangelios (Marcos, Mateo y Lucas), que concuerdan en gran parte en lo que dicen. Se llaman SINÓPTICOS.

Los tres evangelios organizan sus materiales teniendo en cuenta un esquema fijo:

- La época de Jesús junto a Juan Bautista.

2.- Jesús en la Galilea: Predicación del Reino de Dios.

3.- La marcha y el camino hacia Jerusalén.

4.- Sus últimos días: Pasión, Muerte y Resurrección.

El evangelio de San Marcos es el más antiguo. Mateo y Lucas montaron su narración evangélica sobre el modelo de Marcos.

Mateo y Lucas tienen una fuente común, llamada Fuente Q (viene de la palabra alemana Quelle, que significa fuente), que era un escrito que contenía dichos y sentencias de Jesús.

SAN MARCOS

fecha: entre los años 60 y 70.

Destinatarios: cristianos de origen pagano.

Objetivo: mostrar las características del mesianismo de Jesús.

Autor: La tradición lo atribuye a Juan Marcos, colaborador de Pablo y después de Pedro

Lugar de composición: ciudades de Roma y Antioquía.

SAN LUCAS

Fecha: entre los años 70-90.

Destinatarios: comunidades surgidas en el mundo pagano.

Objetivo: mostrar las características de los seguidores de Jesús.

Autor: Posiblemente Lucas, el compañero de Pablo.

Lugar de composición: no hay acuerdo (¿Efeso, Corinto, Roma?).

SAN MATEO

fecha: Hacia el año 80 o algo después.

Destinatarios: cristianos de ascendencia judía.

Objetivo: Animar a su comunidad para que siga las enseñanzas de Jesús, modelo y salvador.

Autor: Cristiano de origen judío. La tradición lo ha identificado con el apóstol Mateo.

Lugar de composición: la región de Siria o Antioquía

SAN JUAN

Este evangelio rompe el molde de los sinópticos. Se distingue de los otros por su estilo, vocabulario y estructura.

La estructura: El camino de Jesús comienza en el Padre y termina en el Padre; el escenario de su vida es Galilea y Judea; sus temas intentaron mostrar a Jesús como manifestación de la verdad divina.

Fecha: la redacción última entre los años 90 y 100.

Destinatarios: cristianos de la comunidad de Juan evangelista.

Objetivo: Jesús se revela como hijo de Dios y salvador del mundo.

Autor: La tradición lo atribuye al apóstol Juan.

Lugar de composición: Efeso, ciudad de Asia Menor, o la región de Siria lindante con Palestina.

LO QUE ENSEÑA LA IGLESIA HOY

Los evangelios fueron escritos por hombres que pertenecen al grupo de los primeros que tuvieron fe (Mc 1,1; Jn 21,24) y quisieron compartirla con otros. Habiendo conocido por la fe quién es Jesús, pudieron ver y hacer ver los rasgos de su Misterio durante la vida terrena. Desde los pañales de su natividad (Lc 2,7) hasta el vinagre de su pasión (Mt 27,48) y el sudario de su Resurrección (Jn 20,7), todo en la vida de Jesús es signo de su Misterio... Su humanidad aparece así como el Sacramento, es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvación que trae consigo: lo que había de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiación y de su misión redentora.

(Nº 515 DEL CATECISMO).

La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos (DV 8,3). Esta lista integral es llamada Canon de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo Testamento.

(Nº 120 DEL CATECISMO).

La Palabra de Dios que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el Nuevo Testamento (DV 17). Estos escritos nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo (DV 20).

(Nº 124 DEL CATECISMO).

Los Evangelios son el corazón de todas las Escrituras por ser testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro Salvador (DV 18).

(Nº 125 DEL CATECISMO).

El Evangelio cuatriforme ocupa en la Iglesia un lugar único; de ello dan testimonio la veneración de que rodea la liturgia y el atractivo incomparable que ha ejercido en todo tiempo sobre los santos.

(Nº 127 DEL CATECISMO).

Jesús considera «escándalo» el huir de la cruz

Ángelus del Papa, 30 de agosto de 2020

El Papa Francisco, en el último domingo de agosto, se ha dirigido a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro de Roma. Él se refirió al pasaje evangélico de Mt 16, 21-27 que tiene como preámbulo el texto donde Pedro “en nombre también de los otros discípulos, ha profesado la fe en Jesús como Mesías e Hijo de Dios” y después del cual, Jesús empieza a hablar de su pasión.

Misterio de humillación y de gloria
El Papa explica el pasaje del evangelio de este domingo mostrando que “A lo largo del camino hacia Jerusalén, explica abiertamente a sus amigos lo que le espera al final en la ciudad santa: preannuncia su misterio de muerte y de resurrección, de humillación y de gloria. Dice que deberá «sufrir mucho por causa de los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que lo matarían y al tercer día resucitaría» (Mt 16, 21).

El Obispo de Roma subraya que las palabras de Jesús “no son comprendidas, porque los discípulos tienen una fe todavía inmadura y demasiado unida a la mentalidad de este mundo (cfr Rm 12, 2”) Piensan en una victoria demasiado terrenal, y por ello no entienden el lenguaje de la cruz".

El “escándalo” es huir de la cruz
Francisco nos invita a ver la escena, fijando nuestra mirada en Pedro, quien ante la posibilidad de que Jesús pueda fracasar y morir en la cruz se rebela y le dice: «Dios no lo quiera, Señor; no te ocurrirá eso» (v. 22). Cree en Jesús, le quiere seguir, pero no acepta que su gloria pase a través de la pasión. Para Pedro y los otros discípulos - ¡pero también para nosotros! - la cruz es un “escándalo”, mientras que Jesús considera “escándalo” el huir de la cruz, que sería como eludir la voluntad del Padre”.

Jesús no renuncia a la misión que el Padre le ha encomendado, afirma el Papa, por eso Jesús responde a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás!

Eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son como los de Dios, sino como los de los hombres» (v. 23). El pontífice insiste: "Pero... diez minutos antes, Jesús alabó a Pedro, le prometió ser el fundamento de su Iglesia, el fundamento; diez minutos después le dijo "Satanás". ¿Cómo puedes entender eso? Nos pasa a todos: en los momentos de devoción, de fervor, de buena voluntad, de cercanía al prójimo, "ah, miremos a Jesús y sigamos adelante"; pero en los momentos en que la cruz viene hacia nosotros, huimos. El diablo - "Satanás", le dice Jesús a Pedro - nos tienta. Es precisamente del espíritu maligno, es precisamente del diablo que hace que nos alejemos de la cruz".

Renunciar a sí mismo y tomar la cruz
Después, afirma el Papa, Jesús dirige la palabra a todos y añade: «Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz, y me siga» (v. 24). De este modo Él indica el camino del verdadero discípulo, mostrando dos actitudes. La primera es «renunciar a sí mismos», que no significa un cambio superficial, sino una conversión, una inversión de valores. La otra actitud es la de tomar la cruz”.

Francisco subraya las implicaciones de la actitud de tomar la cruz y dice: “No se trata solo de soportar con paciencia las tribulaciones cotidianas, sino de llevar con fe y responsabilidad esta parte de cansancio y de sufrimiento que la lucha contra el mal conlleva (…) Así el compromiso de “tomar la cruz” se convierte en participación con Cristo en la salvación del mundo (...) La vida de los cristianos es siempre una lucha. La Biblia dice que la vida del creyente es una milicia: luchando contra el espíritu maligno, luchando contra el Mal".

Gastar nuestra vida por el prójimo
“La cruz es signo santo del Amor de Dios y del Sacrificio de Jesús, y no debe ser reducida a objeto supersticioso o joya ornamental”, afirma el Papa, al contrario, continúa: “Cada vez que fijamos la mirada en la imagen de Cristo crucificado, pensamos que Él, como verdadero Siervo del Señor, ha cumplido su misión dando la vida, derramando su sangre para la remisión de los pecados”. De esto se desprende una consecuencia: “si queremos ser sus discípulos, estamos llamados a imitarlo, gastando sin reservas nuestra vida por amor de Dios y del prójimo”.

Francisco finalizó la reflexión orando a María Santísima pidiéndole que “nos ayude a no retroceder frente a las pruebas y a los sufrimientos que el testimonio del Evangelio conlleva”.

Decimos mucho ¡Amén! pero... ¿Sabes qué significa?

Debemos estar conscientes de lo que estamos diciendo cuando la repetimos tanto

La palabra “Amén” la encontramos por primera vez en el primer libro de las Crónicas:

Alaben al Señor porque es bueno. Porque es eterna su misericordia. Digan: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y júntanos de entre las naciones, a fin de celebrar tu nombre santo y tener nuestra gloria en alabarte. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre: Que todo el pueblo diga: Amén. Aleluya. Todo el pueblo contestó «Amén» y alabó a Yavé. (1Cron 16, 34-36)

Me entró la curiosidad hace poco de contar las veces que usamos la palabra “Amén” ya sea en nuestro lenguaje con Dios o en nuestras oraciones que acaban siempre con esa antigua palabra. Me di cuenta que son muchas las veces que la utilizamos, pero ¿Qué significa?, ¿De dónde proviene?, ¿Cuándo decirla?…

Amén es una palabra aramea, de la lengua que hablaba Jesús, y significa la  fuerza, la firmeza, la solidez, la estabilidad, la duración, la credibilidad, la fidelidad, la seguridad total… Y suele traducirse como “ASÍ SEA”.

En los tiempos bíblicos cuando se hablaba en arameo si una persona decía “Amén” quería decir que hablaba con seriedad. Era casi un juramento.

Desde niños se nos ha enseñado que cuando terminemos una oración digamos Amén, al hacerlo le estamos pidiendo a Dios que lo que dice e implica esa oración se haga realidad en cada aspecto de nuestra vida.

Pero no es tan simple, debemos estar conscientes de lo que estamos diciendo cuando la repetimos tanto.  Decir Amén implica un gran compromiso, es hacer una profesión de fe, es decirle a Dios que sí, que estamos de acuerdo con todo lo que Él nos dice, es repetirle una y otra vez que le vamos a ser fieles, es asegurar nuestra esperanza.

Es triste que al momento de orar es como si estuviéramos conversando con alguien y al terminar ya no es necesario seguir con esa conversación, porque ya dijimos amén.

Recuerda que no es necesario estar en la iglesia de rodillas para conversar con el Señor, podemos hacerlo durante el día en nuestras tareas diarias. El Amén es solamente el “así sea” y no el despedir o dejar de hacer lo que estaba haciendo, sobre todo cuando oramos.

“En efecto, todas las promesas de Dios encuentran su «sí» en Jesús, de manera que por él decimos «Amén» a Dios, para gloria suya.” (2Cor 1,20)

– A ti que lees ésta pequeña reflexión: “Dios te bendiga”... creo que responderás con “Amén”

Nota del editor: Debo agregar que el uso del “Amén” debe ser exclusivo para los momentos de oración, el uso y abuso que se da a ella en las redes sociales, tan sólo para indicar que estamos de acuerdo con o nos gusta algo, es mal usarla, haciéndolo así no damos la Gloria a Dios a la que se refiere San Pablo, al contrario estamos desvalorizando aquella fe que decimos profesar.

10 consejos para evitar el pensamiento catastrófico en nuestra vida

Algunas personas tienen incorporado en su forma de pensar una distorsión que no las deja vivir en paz y los llena de temor y ansiedad

Por: Silvana Ramos | Fuente: Catholic.link

Una de mis amigas suele boicotear mis planes cada vez que le propongo hacer algo con nuestros hijos. –“Llevemos a los chicos al parque”–  Inmediatamente responde: –“Y si se caen de los juegos y se rompen un hueso…”, “y si los secuestra alguien mientras estamos distraídas…”, “y  si un carro pierde el control y se mete al parque y los atropella…”,  “y si comen una flor venenosa y se mueren…” Ir al parque empieza a parecer una terrible y peligrosísima aventura que solo a un desquiciado se le podría ocurrir.

Así como esta amiga existen muchísimas personas que tienen incorporado en su forma de pensar una distorsión que no los deja vivir en paz y los llena de temor y ansiedad: El pensamiento catastrófico.

Esta galería nos explica un punto interesante sobre él y nos deja unos cuantos consejos para poder sobreponerse, conocerse y con amor y caridad ayudar a nuestros amigos a tener una mirada más realista, segura y esperanzada de la realidad, confiar más en Dios y en nosotros mismos.

1. El pensamiento catastrófico nos quita libertad. Aprender a no dejar que nos impida actuar

Pensar de esta manera quita libertad, llena de angustia a la persona y la sume en una situación de estrés y ansiedad que en casos extremos puede hacer insoportable la vida. Todo representa una amenaza y un peligro inminente del que se cree incapaz de escapar. Si le duele la cabeza seguro es a causa de un tumor maligno y pronto morirá. Si suena el teléfono lo más probable es que sólo sean malas noticias. Si el esposo se demoró media hora sin avisar seguro está con otra y el matrimonio de pronto acabó… La preocupación y el miedo a vivir son una constante. Se trata de pensar objetivamente y actuar aunque nuestros pensamientos nos digan lo contrario.

2. Mantener la calma. No querer controlar todo

¿Cómo poder tener una  bola de cristal que nos diga exactamente todo lo que va a pasar en el futuro? De esa manera estaríamos preparados para afrontar todos los peligros y decepciones que se pudieran presentar. El deseo más grande de un pensador catastrófico es tener control total sobre cada evento que la vida depara. Este pensamiento puede ser aprendido, puede ser influenciado por la información a la que estamos expuestos y es alimentado por una falta de confianza y de fe. En este sentido se hay que tratar de soltar un poco las cosas y dejar que la realidad nos enseñe.

3. Buscar evidencia real del peligro que creemos nos aqueja

Cada vez que los pensamientos catastróficos vengan a nuestra mente es necesario confrontarlos con la realidad. Por ejemplo: ¿Es real que existan flores venenosas en el parque y que tus hijos las coman? Si en tu matrimonio te llevas bien con tu esposo, es real que por media hora de retraso tu matrimonio haya acabado? Confrontarse con la realidad es un buen ejercicio.

4. La ausencia de Dios en nuestra vida, el verdadero temor

Fernando Robas Rebaque en su libro: “Terapia de las enfermedades espirituales en los Padres de la Iglesia” nos dice que el temor tiene dos lados: el temor-virtud que está relacionado a nuestra supervivencia y rechaza todo lo que va en contra de la vida, especialmente la muerte. Este temor se expresa a través del temor de Dios y no es un temor que tiene que ver con el castigo,  sino es el temor a estar separado de Dios. Estar separado de Dios significa estar separado de la vida. Se me viene a la mente el miedo que siente un niño al separarse de su madre y verse desamparado, privado de su amor y todo lo que ese amor significa.

La otra cara del temor es el temor-pasión que a diferencia del anterior nos aleja de Dios y coloca en su lugar preocupaciones. Considera a las posesiones, los bienes como dioses. En el fondo nos ponemos a nosotros mismos como el centro, como los únicos que tienen el control de la vida.  Viviendo en una realidad deformada sin Dios. Sin Él  la persona siempre imagina lo peor.

Cobarde es, en efecto, la maldad y ella así misma se condena; acosada por la conciencia imagina siempre lo peor; pues no es otra cosa el miedo sino el abandono del apoyo que presta la reflexión.
Sap 17, 11-12.
 
5. Sobreponiéndonos al temor en el espíritu

La confianza en Dios es el primer paso para combatir estos pensamientos. El crecimiento espiritual, la oración, la amistad con Dios. No saldremos del todo de estos pensamientos sino vamos aceptando que es Dios, quien nos ama, el que saldrá al encuentro en todas las situaciones de nuestra vida. Orar frecuentemente y pedirle a Dios que aumente la fe es una excelente practica. La fe es una virtud que Dios nos otorga, hay que pedirla siempre.

6. No dejar que nuestros pensamientos nos controlen. Es importante cambiar esa manera de pensar

Es importante tomar el control de los pensamientos. Cada vez que nos descubramos esperando lo peor de la vida es fundamental reflexionar un momento y evaluar honestamente la situación, medir el riesgo objetivamente. ¿Cuál es la posibilidad que un carro pierda el control y se estrelle justo en el lugar dónde juegan tus hijos? Es bueno medir estas probabilidades en porcentajes. Analizar las auténticas posibilidades de que ocurran catástrofes y buscar evidencias en la realidad. Enfocar las  emociones, simplifica la vida.

7. Utilizar nuestro cuerpo para descansar la mente

Ocupar el día, hacer deporte ayuda mucho. Realizar actividades que ayuden a callar las voces en el interior, salir a caminar, a conversar con otras personas, pintar, cantar. Ocupar la vida en actividades diferentes y enseñar al cuerpo a caminar con seguridad, esa seguridad de estar en la presencia de Dios, quien sale a nuestro encuentro.

8. No olvidarnos de la paciencia

Cambiar los pensamientos no es cosa fácil, requiere de tiempo y paciencia. Así que es importante tomarse el tiempo y avanzar un día a la vez. Empecemos a ser consientes del presente y olvidar los futuros catastróficos. En estos momentos resulta fundamental buscar consuelo y ayuda en los demás, pero sobre todo en Dios.

9. Conversarlo con alguien para que te muestren la realidad que no ves

Compartir nuestros problemas con personas cercanas siempre es bueno. Decírselo a alguien que esté cerca y al que estemos dispuestos a escuchar. Que esta persona nos ayude a ver con objetividad nuestra vida.

10. Llevar un diario. Escribir lo que experimentamos cuando un pensamiento catastrófico viene a la mente.

Para descubrir y evidenciar que podemos ser  pensadores catastrófico llevar un diario en el que escribas que emociones se experimentan cuando el pensamiento viene a la mente es un excelente ejercicio. De esta manera iremos conociendo el tipo de pensamiento que se produce y en qué momentos. Esta es una buena forma de diseñar estrategias para combatirlo.

7 "mandamientos" para destruir un matrimonio y 7 mandamientos para salvarlo

Prefiero leerlos en positivo:

1- No le digas que le quieres, ya lo sabe
2- Guarda rencor hacia sus errores y no se te ocurra perdonarle
3- No le quieras como es, sino como te gustaría que fuera: fíjate sólo en sus defectos y no en sus virtudes
4- Acostúmbrate a su compañía, que te parezca algo normal, algo que te mereces
5- Juega con su amor; hay cosas más importantes: haz frecuentes salidas sin él/ella e intima con otras personas
6- Automatiza la relación de amor, no pongas esmero en los detalles
7- ¿Más hijos? ¿Estás loco? Sólo dan problemas

Prefiero leerlos en positivo: "7 mandamientos para un matrimonio feliz"

1- Dile que le quieres todos los días: le gusta oírlo, aunque ya lo sepa
2- Acostúmbrate a perdonar y olvidar sus errores
3- Quiérele como es: fíjate en las virtudes y no en los defectos. Piensa que tú también tienes defectos
4- Asómbrate cada día de la posibilidad de tenerle cerca: no te acostumbres a su compañía
5- Protege lo más importante que tienes: su amor. No lo arriesgues y cuídalo con todas tus fuerzas
6- Disfruta con cada detalle que tenga contigo y esfuérzate por tener nuevos detalles de amor cada día
7- Cuida de los hijos y permanece abierto a la vida: el trabajo y la diversión no son lo primero

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