El silencio de Dios se convierte en una sinfonía en la resurrección
- 26 Septiembre 2020
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Santos Cosme y Damián, mártires
Memoria Litúrgica, 26 de septiembre
Martirologio Romano: Santos Cosme y Damián, mártires, que, según la tradición, ejercieron la medicina en Ciro, de Augusta Eufratense (hoy Siria), no pidiendo nunca recompensa y sanando a muchos con sus servicios gratuitos (c. s. III).
Etimología: Cosme = ”adornado, bello,” de la lengua griega; Etimología: Damián = “domador”, también del griego.
Breve Biografía
SANTOS COSME Y DAMIÁN(c. 300). San Gregorio de Tours, en su libro De gloria martyrium, escribe: "Los dos hermanos gemelos Cosme y Damián, médicos de profesión, después que se hicieron cristianos, espantaban las enfermedades por el solo mérito de sus virtudes y la intervención de sus oraciones... Coronados tras diversos martirios, se juntaron en el cielo y hacen a favor de sus compatriotas numerosos milagros. Porque, si algún enfermo acude lleno de fe a orar sobre su tumba, al momento obtiene curación.
Muchos refieren también que estos Santos se aparecen en sueños a los enfermos indicándoles lo que deben hacer, y luego que lo ejecutan, se encuentran curados. Sobre esto yo he oído referir muchas cosas que sería demasiado largo de contar, estimando que con lo dicho es suficiente".-
A pesar de las referencias del martirologio y el breviario, parece más seguro que ambos hermanos fueron martirizados y están enterrados en Cyro, ciudad de Siria no lejos de Alepo. Teodoreto, que fue obispo de Cyro en el siglo V, hace alusión a la suntuosa basílica que ambos Santos poseían allí.
Desde la primera mitad del siglo V existían dos iglesias en honor suyo en Constantinopla, habiéndoles sido dedicadas otras dos en tiempos de Justiniano. También este emperador les edificó otra en Panfilia.
En Capadocia, en Matalasca, San Sabas († 531) transformó en basílica de San Cosme y San Damián la casa de sus padres. En Jerusalén y en Mesopotamia tuvieron igualmente templos. En Edesa eran patronos de un hospital levantado en 457, y se decía que los dos Santos estaban enterrados en dos iglesias diferentes de esta ciudad monacal.-
En Egipto, el calendario de Oxyrhyrico del 535 anota que San Cosme posee templo propio. La devoción copta a ambos Santos siempre fue muy ferviente.
En San Jorge de Tesalónica aparecen en un mosaico con el calificativo de mártires y médicos. En Bizona, en Escitia, se halla también una iglesia que les levantara el diácono Estéfano.
Pero tal vez el más célebre de los santuarios orientales era el de Egea, en Cilicia, donde nació la leyenda llamada "árabe", relatada en dos pasiones, y es la que recogen nuestros actuales libros litúrgicos.
Estos Santos, que a lo largo del siglo V y VI habían conquistado el Oriente, penetraron también triunfalmente en Occidente. Ya hemos referido el testimonio de San Gregorio de Tours. Tenemos testimonios de su culto en Cagliari (Cerdeña), promovido por San Fulgencio, fugitivo de los bárbaros. En Ravena hay mosaicos suyos del siglo VI y VII. El oracional visigótico de Verona los incluye en el calendario de santos que festejaba la Iglesia de España.-
Mas donde gozaron de una popularidad excepcional fue en la propia Roma, llegando a tener dedicadas más de diez iglesias. El papa Símaco (498-514) les consagró un oratorio en el Esquilino, que posteriormente se convirtió en abadía. San Félix IV, hacía el año 527, transformó para uso eclesiástico dos célebres edificios antiguos, la basílica de Rómulo y el templum sacrum Urbis, con el archivo civil a ellos anejo, situados en la vía Sacra, en el Foro, dedicándoselo a los dos médicos anárgiros.-
Tan magnífico desarrollo alcanzó su culto, por influjo sobre todo de los bizantinos, que, además de esta fecha del 26 de septiembre, se les asignó por obra del papa Gregorio II la estación coincidente con el jueves de la tercera semana de Cuaresma, cuando ocurre la fecha exacta de la mitad de este tiempo de penitencia, lo que daba lugar a numerosa asistencia de fieles, que acudían a los celestiales médicos para implorar la salud de alma y cuerpo.-
Caso realmente insólito, el texto de la misa cuaresmal se refiere preferentemente a los dichos Santos, que son mencionados en la colecta, secreta y poscomunión, jugándose en los textos litúrgicos con la palabra salus en el introito y ofertorio y estando destinada la lectura evangélica a narrar la curación de la suegra de San Pedro y otras muchas curaciones milagrosas que obró el Señor en Cafarnaúm aquel mismo día, así como la liberación de muchos posesos. Esta escena de compasión era como un reflejo de la que se repetía en Roma, en el santuario de los anárgiros, con los prodigios que realizaban entre los enfermos que se encomendaban a ellos.-
Cabría preguntarse: ¿Por qué hoy estos Santos gloriosos no obran las maravillas de las antiguas edades? Tal vez la contestación podría formularse a través de otra pregunta: ¿Por qué hoy no nos encomendamos a ellos con la misma fe, con esa fe que arranca los milagros?.-
Pero lo que conviene es que no se apague la fe, que la mano del Señor "no se ha contraído". Y si San Cosme y San Damián continúan siendo patronos de médicos y farmacéuticos, bien podemos seguirles invocando con una oración como ésta, de la antigua liturgia hispana:
"¡Oh Dios, nuestro médico y remediador eterno, que hiciste a Cosme y Damián inquebrantables en su fe, invencibles en su heroísmo, para llevar salud por sus heridas a las dolencias humanas haz que por ellos sea curada nuestra enfermedad, y que por ellos también la curación sea sin recaída".-
Santos Cosme y Damián
ORACIÓN
Al recordar hoy el triunfo de tus mártires San Cosme y San Damián, tu Iglesia, Señor, te glorifica y te da gracias, porque, en tu admirable providencia, a ellos les has dado el premio merecido de la gloria eterna y a nosotros la ayuda de su valiosa intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.- ¡Felicidades a quienes lleven este nombre!
La grandeza del silencio
El silencio de DIOS se convierte en una sinfonía en la resurrección, no permanece callado, habla en los momentos necesarios.
El ritmo de vida que nos obliga llevar la sociedad actual no da tiempo para la meditación, la paciencia y mucho menos para el silencio, no sólo los ruidos típicos de ciudad hacen mella en nuestros sentidos, también la cultura del litigio y la disputa hacen que el hablar sea sinónimo de gritar y callar reflejo de debilidad.
Las posturas encontradas convierten el día a día en un escenario de combate, dónde el que no lucha muere y el que calla otorga, la radicalidad que conlleva el egoísmo hace impensable escuchar al otro, por ende, el silencio es visto como derrota.
Jesús al ser llevado ante Herodes toma una postura incomprensible para nuestra sociedad del Siglo XXI, guarda silencio, no responde ante las insinuaciones y provocaciones de su inquisidor, simplemente calla, no participa del juego hostil y burlesco de Herodes y su séquito, queda digno ante la palabrería abusiva, queda libre de la soberbia y el engaño, frente a Pilatos no cambia postura, es coherente hasta el final, no cae en discusiones estériles, el silencio es su aliado, en el encuentra refugio y fuerza para lo que viene.
El silencio de Jesús no muestra debilidad, por el contrario, es sinónimo de gallardía, construir ideas en base al silencio y a la intervención oportuna brinda calidad a la postura defendida, en cambio el improperio y la verborrea sólo logran ahondar diferencias y miserias.
Imitar el silencio de Jesús resulta fundamental a la hora de defender una idea o postura, el enfrentamiento no es efectivo, sólo genera más discusiones, en cambio el silencio oportuno termina generando admiración y adhesión, es necesario recordar que aquél que se encuentra acostumbrado a hablar y hablar por lo general no dice nada, en cambio el dueño de la palabra precisa y certera termina diciendo mucho.
El silencio termina siendo uno de los instrumentos favoritos de DIOS, la Pascua de Cristo es ejemplo de ello, parecería que DIOS al quedarse en silencio ante el dolor de su hijo lo deja sólo, el clamor desde la Cruz “Padre porqué me has abandonado” refleja soledad y desesperación, el silencio de DIOS se convierte en una sinfonía en la resurrección, no permanece callado, habla en los momentos necesarios.
Se medita en el silencio, se crece en el desierto, cuán importante es aprender a callar, sólo callando se aprende a escuchar, guardemos silencio ante lo humano y lo divino, convirtamos nuestro silencio en instrumento de meditación, sólo así la voz profética alcanzará su sentido, anunciando la verdad y denunciando la injusticia.
De una crisis no se sale igual: salimos mejores o peores
Mensaje del Papa a la ONU, en el 75º aniversario de la organización.
El Pontífice ha enviado un video mensaje a las Naciones Unidas con ocasión de su 75º aniversario, recordando al Secretario General, el Señor António Guterres, así como a los Jefes de Estado y de Gobierno participantes, y a todos aquellos que están siguiendo el Debate General, que este aniversario de la ONU “es una oportunidad para reiterar el deseo de la Santa Sede de que esta Organización sea un verdadero signo e instrumento de unidad entre los Estados y de servicio a la entera familia humana”.
En un momento en el que el mundo atraviesa grandes trastornos, agravados por una crisis sanitaria mundial sin precedentes que acarrea graves repercusiones económicas y sociales, el Papa recuerda que la pandemia del COVID-19 “ha llevado a la pérdida de muchas vidas” pero también está “cambiando nuestra forma de vida, cuestionando nuestros sistemas económicos, sanitarios y sociales, y exponiendo nuestra fragilidad como criaturas”. De hecho – dice en el video mensaje – “La pandemia nos llama a tomar este tiempo de prueba como un momento de elección […]: el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, para separar lo que es necesario de lo que no lo es”. Es por ello que considera que es un momento oportuno para “la conversión” repensando “nuestra forma de vida” y “nuestros sistemas económicos y sociales”, pero también es una oportunidad para una “retirada defensiva” con características individualistas y elitistas.
En este sentido, el Papa señala que podemos elegir entre dos caminos: “el que conduce al fortalecimiento del multilateralismo, expresión de una renovada corresponsabilidad mundial, de una solidaridad fundamentada en la justicia y en el cumplimiento de la paz y de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios sobre el mundo” o “al que da preferencia a las actitudes de autosuficiencia, nacionalismo, proteccionismo, individualismo y aislamiento, dejando afuera los más pobres, los más vulnerables, los habitantes de las periferias existenciales”.
Llamamiento para garantizar la futura vacuna de COVID-19
En su extenso mensaje, Francisco ha tocado varias problemáticas que afligen actualmente a nuestro planeta y a la humanidad. La más reciente y notoria: la pandemia por COVID-19. El Papa asegura que “ha puesto de relieve la urgente necesidad de promover la salud pública y de realizar el derecho de toda persona a la atención médica básica”. Es por ello que renueva su llamado a los responsables políticos y al sector privado “a que tomen las medidas adecuadas para garantizar el acceso a las vacunas contra el COVID-19 y a las tecnologías esenciales necesarias para atender a los enfermos”. “Y si hay que privilegiar a alguien –ha puntualizado – que ése sea el más pobre, el más vulnerable, aquel que normalmente queda discriminado por no tener poder ni recursos económicos”.
Garantizar un trabajo digno sin que la tecnología perjudique al empleado
Francisco se ha detenido después en la situación de precariedad que amenaza a gran parte de los trabajadores: “Es particularmente necesario encontrar nuevas formas de trabajo que sean realmente capaces de satisfacer el potencial humano y que afirmen a la vez nuestra dignidad. Para garantizar un trabajo digno hay que cambiar el paradigma económico dominante que sólo busca ampliar las ganancias de las empresas”. Además, considera que el progreso tecnológico “es útil y necesario” siempre que sirva para hacer que el trabajo de las personas “sea más digno, más seguro, menos pesado y agobiante”.
La cultura del descarte es un atentado contra la humanidad
El concepto “cultura del descarte” no podía faltar en este mensaje. Francisco asegura que es “un atentado contra la humanidad” ya que se trata de “una gran falta de respeto por la dignidad humana, una promoción ideológica con visiones reduccionistas de la persona, una negación de la universalidad de sus derechos fundamentales, y un deseo de poder y de control absolutos que domina la sociedad moderna de hoy”.
De hecho – dice – “es doloroso ver cuántos derechos fundamentales continúan siendo violados con impunidad”. La lista de estas violaciones es muy larga y nos hace llegar la terrible imagen de una humanidad violada, herida, privada de dignidad, de libertad y de la posibilidad de desarrollo. “En esta imagen – asegura el Papa – también los creyentes religiosos continúan sufriendo todo tipo de persecuciones, incluyendo el genocidio debido a sus creencias. También, entre los creyentes religiosos, somos víctimas los cristianos: cuántos sufren alrededor del mundo, a veces obligados a huir de sus tierras ancestrales, aislados de su rica historia y de su cultura”.
Crisis humanitarias: armas, destrucción, huida
El Pontífice ha continuado su mensaje centrándose en las crisis humanitarias, asegurando que se han convertido “en el statu quo, donde los derechos a la vida, a la libertad y a la seguridad personales no están garantizados”. “De hecho – continua – los conflictos en todo el mundo muestran que el uso de armas explosivas, sobretodo en áreas pobladas, tiene un impacto humanitario dramático a largo plazo. En este sentido, las armas convencionales se están volviendo cada vez menos “convencionales” y cada vez más “armas de destrucción masiva”, arruinando ciudades, escuelas, hospitales, sitios religiosos, e infraestructuras y servicios básicos para la población”. En este drama, las únicas víctimas son los civiles, que se ven obligados a abandonar sus hogares; miles son interceptados en el mar y devueltos a la fuerza a campos de detención donde enfrentan torturas y abusos y muchos son víctimas de la trata, la esclavitud sexual o el trabajo forzado, explotados en labores degradantes, sin un salario justo. “¡Esto que es intolerable, sin embargo, es hoy una realidad que muchos ignoran intencionalmente!” exclama el Papa.
El Papa explica que una de las respuestas para hacer frente a esta crisis es los dos Pactos Mundiales sobre Refugiados y para la Migración pero que al carecer de apoyo político no están teniendo éxito. Es por ello que asegura que la crisis actual es una oportunidad para la ONU “para generar una sociedad más fraterna y compasiva”.
Acuerdo de París sobre el Cambio Climático
El Papa también recuerda que cuando visitó a la Asamblea General en su septuagésimo aniversario hace 5 años, algunos meses después, se adoptó el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. “La crisis ambiental está indisolublemente ligada a una crisis social” dice el Papa, a la vez que asegura que el cuidado del medio ambiente “exige una aproximación integral para combatir la pobreza y combatir la exclusión”. Ante este drama, el Papa pide que
nos preguntemos seriamente si existe – entre nosotros – la voluntad política […] para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así como para ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables que son las más afectadas. Además, aprovecha este mensaje para recordar que la Santa Sede seguirá desempeñando su papel.
Garantizar derechos de los menores y de los niños por nacer
Entre su lista de llamamientos en este mensaje, no podía faltar su pensamiento hacia los menores, sobre todo los migrantes y refugiados: “Imploro a las autoridades civiles que presten especial atención a los niños a quienes se les niegan sus derechos y dignidad fundamentales, en particular, su derecho a la vida y a la educación”. Francisco explica que la violencia contra los niños, incluido el horrible flagelo del abuso infantil y de la pornografía “también ha aumentado dramáticamente”. Además – dice – “millones de niños no pueden regresar a la escuela. En muchas partes del mundo esta situación amenaza un aumento del trabajo infantil, la explotación, el maltratado y la desnutrición”.
En este sentido, ha querido denunciar también la promoción del aborto que se está viendo en muchos países, y que lo denominan como “servicio esencial” en la respuesta humanitaria: “Es triste ver cuán simple y conveniente se ha vuelto, para algunos, negar la existencia de vida como solución a problemas que pueden y deben ser resueltos tanto para la madre como para el niño no nacido”.
Trata de mujeres: práctica perversa que denigra a toda la humanidad
Este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de la Conferencia de Beijing sobre la Mujer y Francisco ha aprovechado para recordar el importantísimo papel de la mujer en todos los niveles de la sociedad: “toman las riendas con gran coraje en servicio del bien común”. Sin embargo, “muchas mujeres quedan rezagadas” dice el Papa: “víctimas de la esclavitud, la trata, la violencia, la explotación y los tratos degradantes. A ellas y a aquellas que viven separadas de sus familias, les expreso mi fraternal cercanía a la vez que reitero una mayor decisión y compromiso en la lucha contra estas prácticas perversas que denigran no sólo a las mujeres sino a toda la humanidad que, con su silencio y no actuación efectiva, se hace cómplice”.
Nuestro mundo en conflicto necesita que la ONU se convierta en un taller para la paz
El Santo Padre también ha hablado del desarme nuclear y ha planteado cuestionarse si las principales amenazas a la paz y a la seguridad como, la pobreza, las epidemias y el terrorismo, entre otras, pueden ser enfrentadas efectivamente cuando la carrera armamentista, incluyendo las armas nucleares, continúa desperdiciando recursos preciosos que sería mejor utilizar en beneficio del desarrollo integral de los pueblos y para proteger el medio ambiente natural.
En este sentido, subraya que hay que desmantelar “las lógicas perversas que atribuyen a la posesión de armas la seguridad personal y social” y en especial “la disuasión nuclear”, pues “fomenta un espíritu de miedo basado en la amenaza de la aniquilación mutua, que termina envenenando las relaciones entre los pueblos y obstruyendo el diálogo”.
Es por eso que es tan importante – dice – “apoyar los principales instrumentos legales internacionales de desarme nuclear, no proliferación y prohibición”. De hecho – puntualiza – “la Santa Sede espera que la próxima Conferencia de Revisión del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) resulte en acciones concretas conformes con nuestra intención conjunta «de lograr lo antes posible la cesación de la carrera de armamentos nucleares y de emprender medidas eficaces encaminadas al desarme nuclear»”.
Francisco asegura en su mensaje que nuestro mundo en conflicto “necesita que la ONU se convierta en un taller para la paz cada vez más eficaz” y explica que la reciente adopción del alto al fuego global durante la presente crisis “es una medida muy noble, que exige la buena voluntad de todos para su implementación continuada”.
De una crisis no se sale igual: o salimos mejores o salimos peores
Por último, exhorta a repensar el futuro de nuestra casa común y proyecto común: “Es una tarea compleja, que requiere honestidad y coherencia en el diálogo, a fin de mejorar el multilateralismo y la cooperación entre los Estados” y asegura que la pandemia nos ha mostrado “que no podemos vivir sin el otro, o peor aún, uno contra el otro. Las Naciones Unidas fueron creadas para unir a las naciones, para acercarlas, como un puente entre los pueblos; usémoslo para transformar el desafío que enfrentamos en una oportunidad para construir juntos, una vez más, el futuro que queremos”.
La perseverancia, un don especial
A veces se viene como un cansancio, una flojera, como una desgana espiritual y entonces tenemos que pedir este don.
"El que persevera alcanza".
De nada nos sirve empezar con mucho afán algo que queremos lograr si no tenemos perseverancia. La mitad de los anhelos en nuestra vida se nos quedan en eso, en anhelos, en deseos, en sueños no realizados... y si analizamos bien el por qué no se hicieron realidad fue porque nos faltó perseverancia.
La perseverancia es la firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos y en las resoluciones del ánimo. Cuanta cosa emprendemos en la vida tienen que tener perseverancia pues sin ella, todo lo emprendido se irá diluyendo como agua en nuestras manos, como humo en el azul del cielo. El ánimo resuelto ante una cosa que emprendemos y la voluntad firme nos llevará al éxito.
Cuando fracasamos no solemos reconocer que generalmente fueron la falta de esos factores, tan importantes y necesarios, lo que hizo que no llegáramos a obtener los resultados que esperábamos. Siempre encontramos otras causas para "echarle la culpa" a nuestras derrotas, a nuestras frustraciones. Nada podemos lograr sin disciplina y perseverancia, en lo físico, en lo intelectual como en lo espiritual. Nadie logrará tener un cuerpo bien modelado o poderosamente musculoso sin hacer ejercicio día con día, no le va a bastar correr y sudar, o pasarse todo un día en el gimnasio si es tan solo por una sola vez.
No le va a bastar al que quiere cultivar su mente leer todo un día cuanto libro tenga a su alcance si no lo vuelve a repetir, si no impone una vida de constante lectura y estudio y no adelantaremos en nuestra vida espiritual sin tan solo nos dejamos llevar por arrebatos místicos, con promesas a Dios de rezar más, de amar más a nuestro prójimo y tener una vida más apegada a los sacramentos, de ir más a la iglesia si todo esto es como "llamarada de petate", como algo que empezamos con mucho ímpetu y ardor y enseguida nos cansamos y pronto olvidamos todo ese entusiasmo porque eso cuesta, porque nos está pidiendo un gran esfuerzo, porque esos proyectos nos piden disciplina y perseverancia.
En el aspecto espiritual tal vez haya personas que al mirar su vida pasada encuentren una trayectoria directa con Dios a pesar de las caídas y miserias naturales de la debilidad humana, pero... ¿y la perseverancia final?
A veces con los años se viene como un cansancio, como una flojera, como una desgana espiritual. Ya no hay el ardor juvenil, se fueron los días en que el alma ponía en juego toda su fuerza para los sacrificios y la voluntad estaba al servicio de la fogosidad del espíritu para agradar a Dios. Es el momento del peligro. Peligro de abandonar el estar en pie de lucha.
El enemigo, el demonio ha esperado mucho tiempo, muchos años ese momento, este atardecer de nuestra vida, este estado de pereza espiritual. Ha esperado y ya saborea su triunfo al vernos flaquear, al ver nuestra tibieza, como poco a poco vamos dejando a un lado el sentido de nuestra fe y llenándonos de dudas acabamos por permanecer indolentes a todo lo referente a nuestra vida espiritual.
Ante esta circunstancia, pidamos como un don especial, que acompañe hasta nuestro último día la perseverancia final.
Lo que vale la pena recordar
El mundo nos ha llenado de prisas, de reacciones ante lo inmediato y nos hacen dejar de lado recuerdos importantes, decisivos.
Olvidamos muchas cosas. Nombres, calles, lugares, hechos, datos.
Hay, ciertamente, olvidos que se agradecen. A nadie le gusta recordar cómo nos falló aquel amigo, qué nos hizo un compañero de trabajo, cómo sufrimos ante un fracaso.
Pero otros olvidos nos dañan en lo más profundo del alma. Porque no es sano olvidar que no hemos pedido perdón a quien hemos ofendido, o que no hemos dado gracias a quien nos tendió la mano en el momento en el que más lo necesitamos.
El mundo nos ha llenado de prisas, de reacciones ante lo inmediato. Los mensajes del teléfono móvil, o los que transmitidos y recibimos en las redes sociales (Facebook, Twitter y compañía) nos encadenan al presente, y nos hacen dejar de lado recuerdos importantes, decisivos.
Frente a tantas prisas, y ante el desgaste continuo de una memoria frágil, hay que aprender a recordar lo que vale la pena.
Porque vale la pena recordar que tenemos unos familiares, cercanos o lejanos, a los que debemos mucho y que esperan un poco de cariño.
Porque vale la pena recordar a esos hombres y mujeres que de manera oculta permiten que funcionen la electricidad, el agua y las ambulancias.
Porque vale la pena recordar que son muchos los corazones buenos que dejaron su tiempo e incluso su salud para enseñarnos, para curarnos, para tendernos una mano cuando más lo necesitábamos.
Porque vale la pena recordar que el mundo no viene de la nada, sino que surge desde un Amor inmenso, desde un Dios que recuerda, eternamente, a cada uno de sus hijos.
Hay cosas que vale la pena recordar. Más allá de lo inmediato, una memoria abierta y un corazón sensible harán posible recuerdos valiosos, desde los que cada uno podrá dar gracias o pedir perdón.
Con una buena memoria, también el presente se hará más llevadero y el futuro será afrontado con humildad, alegría y esperanza, porque sabremos vivir cada día recordando el inmenso Amor que Dios nos ofrece cada día.
Biblia y Revelación
Una síntesis de la relación entre la Biblia y la Tradición Divina en preguntas y respuestas
¿Qué es la Revelación?
La revelación es la manifestación que Dios ha hecho a los hombres de Sí mismo y de aquellas otras verdades necesarias o convenientes para la salvación eterna.
¿Dónde se encuentra la Revelación?
La Revelación -también llamada Doctrina cristiana o Depósito de la fe- se encuentra en la Sagrada Escritura y en la Tradición.
¿A quién fue confiada la Revelación?
Jesucristo confió la Revelación a la Iglesia Católica. Por medio de sus Apóstoles, por tanto, sólo la Iglesia tiene autoridad para custodiarla, enseñarla e interpretarla sin error.
¿Qué es la Sagrada Escritura?
La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo. Al conjunto de los libros inspirados lo llamamos Biblia.
¿Qué es la Tradición?
La Tradición es la Palabra de Dios no contenida en la Biblia, sino transmitida por Jesucristo a los Apóstoles y por éstos a la Iglesia.
Las enseñanzas de la Tradición están contenidas en los Símbolos o Profesiones de la fe (por ejemplo, el Credo), en los documentos de los Concilios, en los escritos de los Santos Padres de la Iglesia y en los ritos de la Sagrada Liturgia.
¿Quién es el Autor de la Biblia?
El Autor principal de la Biblia es Dios. El autor secundario o instrumental de la Biblia es el escritor sagrado o hagiógrafo. Por ejemplo, Moisés, el profeta Isaías, San Mateo, San Pablo, etc.
¿Qué es la Inspiración bíblica?
La inspiración bíblica es una gracia específica que concede el Espíritu Santo, por la cual el escritor sagrado es movido a poner por escrito las cosas que Dios quiere comunicar a los demás hombres.
¿Cuáles son las propiedades de la Biblia?
Las propiedades de la Biblia son:
· La Unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, y entre todas las partes de todos los libros.
· La Inerrancia (no contiene errores en lo que atañe a nuestra salvación) y la Veracidad (contiene las verdades necesarias para nuestra salvación).
· La Santidad (procede de Dios, enseña una doctrina santa y nos conduce a la santidad).
¿Cómo se divide la Biblia?
La Biblia se divide en dos partes: Antiguo y Nuevo Testamento. A su vez los libros del Antiguo y Nuevo Testamento se dividen en: libros históricos, didácticos y proféticos. Y cada libro se divide en capítulos y versículos.
¿Qué contiene el Antiguo Testamento?
El Antiguo Testamento contiene los libros inspirados escritos antes de la venida de Jesucristo. Son 46. Los libros históricos del Antiguo Testamento son 21: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio (que forman el Pentateuco), Josué, Jueces, Ruth, I y II Crónicas o Paralipómenos, I y II Esdras (el 2º llamado también Nehemías), Tobías, Judit, Esther, I y II Macabeos.
Los libros didácticos del Antiguo Testamento son 7: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico.
Los libros proféticos del Antiguo Testamento son 18: Los cuatro Profetas Mayores: Isaías, Jeremías (con Lamentaciones y Baruc), Ezequiel, Daniel, y los doce Profetas Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.
¿Qué contiene el Nuevo Testamento?
El Nuevo Testamento contiene los libros inspirados escritos después de la venida de Jesucristo. Son 27. Los libros históricos del Nuevo Testamento son 5: Los cuatro Evangelios (según San Mateo, San Marcos, San Lucas, San Juan) y los Hechos de los Apóstoles.
Los libros didácticos del Nuevo Testamento son 21: Las 14 Epístolas o Cartas de San Pablo: Romanos, I y II Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, I y II Tesalonicenses, I y II Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos.
Las 7 epístolas o Cartas llamadas católicas son: I y II de San Pedro: I, II y III de San Juan, la de Santiago y la de San Judas.
El único libro profético del Nuevo Testamento es el Apocalipsis de San Juan.
¿Qué es el Canon bíblico?
El Canon bíblico es el catálogo de los setenta y tres libros del Antiguo y del Nuevo Testamentos que forman la Biblia y que la Iglesia ha declarado como divinamente inspirados.
¿En qué período se escribió la Biblia?
Los libros del Antiguo Testamento fueron escritos entre el siglo XV y el siglo II antes de Cristo.
Los libros del Nuevo testamento fueron escritos en la segunda mitad del siglo I. Los Libros Sagrados se escribieron al principio en papiro y más tarde en pergamino. El papiro es una planta que abunda en Egipto, el pergamino es una piel de cabrito que permite escribir por las dos caras.
Originalmente la Biblia estaba en rollos, es decir, largas fajas de papiro o de piel unidas en los extremos a dos bastones en torno a uno de los cuales giraba.
¿Qué es la Hermenéutica bíblica?
La Hermenéutica bíblica es la ciencia que trata de las normas para interpretar rectamente los Libros Sagrados. La Iglesia Católica es la única capacitada para interpretar auténticamente (con pleno derecho y sin posibilidad de equivocarse) la Sagrada Escritura porque Dios le confió solamente a Ella la misión de guardar, enseñar y aclarar a los fieles su Palabra.
¿Qué otras Biblias existen?
Además de la Biblia católica, que es la única completa y verdadera, existen la Biblia Hebrea y las Biblias protestantes. La Biblia Hebrea sólo contiene treinta y nueve libros del Antiguo Testamento. Por tanto, rechazan siete libros del Antiguo Testamento y todos los del Nuevo Testamento que forman la Biblia católica. Los protestantes, por su parte, admiten solamente el "libre examen" es decir, que cada uno ha de leer e interpretar la Biblia a su manera, sin necesidad de someterse a la autoridad de la Iglesia. A las Biblias protestantes les suprimieron algunos libros que están en la Biblia católica; además en los libros que conservan, modifican algunas palabras para apoyar sus ideas erróneas. Además, carecen de notas y comentarios, no tienen aprobación de la autoridad de la Iglesia; muchas son editadas por las "Sociedades Bíblicas", algunas dicen: "Versión del original llevado a cabo por Cipriano de Valera y C. Reyna"; la mayoría de ellas suprime varios libros del Antiguo Testamento (Sabiduría, Judit, Tobías, Eclesiástico, I y II Macabeos, entre otros) y algunas también suprimen libros del Nuevo (Epístolas de Santiago, de San Pedro y de San Juan).
¿Puede leerse cualquier Biblia?
No. Porque puede contener errores doctrinales o morales. Para evitar esos errores, un católico sólo debe leer Biblias con notas y explicaciones aprobadas por la Iglesia Católica, es decir, que tengan "Nihil Obstat" e "Imprimatur".
¿Cómo leer la Biblia?
La Iglesia recomienda la lectura de la Biblia porque es alimento constante para la vida del alma; produce frutos de santidad, es fuente de oración, gran ayuda para la enseñanza de la doctrina cristiana y para la predicación. El Concilio Vaticano II "exhorta a todos los fieles con insistencia a que, por la frecuente lectura de las Escrituras, aprendan la ciencia eminente de Cristo" (Constitución Dei Verbum, n. 25). Las disposiciones que se deben tener para leer y estudiar la Biblia son: fe y amor a la Palabra de Dios, intención recta, piedad y humildad para aceptar lo que Dios dice. Es recomendable leer los Evangelios diariamente durante unos cuantos minutos. San Jerónimo dice "Lee con mucha frecuencia las divinas Escrituras; es más, nunca abandones la lectura sagrada". A la luz de las enseñanzas de la Iglesia, la Biblia nos permite conocer el modo de salvanos y reconciliarnos, y eso sólo puede lograrse conociendo, amando y encarnando la vida de Jesucristo.
PRECES
Confortados por la certeza de que Dios nos conoce a cada uno por nuestro nombre, le invocamos con fe:
R/MSeñor, escucha al pueblo que te suplica.
Bendice a tu Iglesia para que, perseverando fiel a tu palabra, sea para los hombres un signo de tu amor y encuentren en ella el hogar que buscan.MR/
Socorre a los que viven angustiados y a los que, habiendo sido golpeados por la calamidad, se encuentran sin fuerzas, para que no dejen de poner en ti su confianza.MR/
Mantén el entusiasmo de quienes lo han dejado todo para servirte y pasan por momentos de oscuridad, para que no dejen de encontrar en ti la fuerza y el consuelo.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
ORACIÓN
Te pedimos, Señor, que la claridad de la resurrección de tu Hijo ilumine las dificultades de nuestra vida; que no temamos ante la oscuridad de la muerte y podamos llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
Novena a Santa Teresita del Niño Jesús
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad (22 al 30 de septiembre)
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Santa Teresita! Vengo a tus plantas lleno de confianza a pedirte favores. La cruz de la vida me pesa mucho, y no encuentro más que espinas entre sus brazos. ¡Florecita de Jesús! envía sobre mi alma una lluvia de flores de gracia y de virtud para que pueda subir el Calvario de la vida embriagado en sus perfumes. Mándame una sonrisa de tus labios de cielo y una mirada de tus hermosos ojos... Que valen más tus caricias que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío! Por intercesión de Santa Teresita dadme fuerza para cumplir exactamente con mi deber, y concededme la gracia que en esta novena le pido. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Jaculatoria. ¡Oh santita sin igual! Enséñanos el "caminito" de tu infancia espiritual.
Oración. ¡Gloriosa santita mía! Espero confiadamente me alcanzarás de Dios la gracia especial que en esta novena te pido. Yo en cambio, prometo imitar, con todas mis fuerzas, tus heroicos ejemplos, y apropiarme de las páginas de tu vida encantadora para que tenga la dicha de gozar de Dios en tu compañía en la patria de los santos. En tanto, quiero, cual tu, oh Florecita de Jesús, "deshojar" en la tierra las flores de mis caricias a los pies del Amor de los Amores y cantar a lo divino tus encantadoras armonías:
"Por solo tus amores, Jesús mi bien amado, En ti mi vida puse, mi gloria y porvenir; Y ya que para el mundo soy una flor marchita, No tengo más anhelo que amándote, morir…"
DÍA PRIMERO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquel volcán de amores que inflamó tu corazón, cuyos divinos ardimientos fueron el dulce martirio que consumió tu vida "con ansias de amores inflamada", haz que también yo, ¡oh santa Teresita! a solo Dios entregue totalmente mi corazón con todas sus esperanzas y con todos sus ensueños, para que le transforme y le resucite y le salve. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA SEGUNDO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por los perfumes de santidad que exhalaste durante tu vida, escondida cual humilde violeta en el jardín del Carmelo, haz que pueda también mi alma, libre de los malos olores del pecado, agradar a Dios con el suave olor de las virtudes cristianas. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA TERCERO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por los pasos de inocencia y de candor que diste en la florida senda de tu caminito, que fue camino de infancia espiritual, haz que los pasos de mi vida no corran por los derroteros de la perdición; sino que, pasito a paso, suba la senda -cuesta arriba- que conduce a la gloria. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA CUARTO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por la celestial pureza que adornó tu corazón cual los lirios a los valles y la "nieve" a las alturas alcánzame, azucena del Carmelo, la pureza en pensamientos, palabras y obras. Defiéndeme en la tentación, y cubre con las azucenas de tu pureza la fealdad de éste pobre corazón mío inquieto y apasionado. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA QUINTO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por el empeño grande que pusiste en "pasar por la Tierra haciendo bien", y en esparcir en los corazones el amor y la esperanza, haz que también yo pase mi vida sembrando bondades para recibir allá arriba el galardón seguro del ciento por uno con la vida perdurable y feliz. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA SEXTO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquella continua tendencia de "empequeñecerse" que fue el tema de tu santa vida, haz sepa también yo ser un "alma tan pequeñita" que encuentre la verdadera grandeza en los brazos del sacrificio y de la Cruz; y aprenda a ser grande en lo pequeño y amar la humildad... la "pequeñez", para entrar más fácilmente por las puertas de la gloria al gozo eterno. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA SÉPTIMO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por aquel martirio tan continuado que sufrió tu espíritu en la incesante negación de la naturaleza, haz que aprenda a negar mis caprichos y veleidades y a pagar, cual tú, los desprecios del prójimo con una sonrisa heroica y celestial. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA OCTAVO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por la paciencia admirable con que supiste disimular y sufrir las enfermedades que en la Cruz te pusieron, ¡oh! que pueda yo también, santita mía, llevar si no con alegría, a lo menos en conformidad con la voluntad de Dios los achaques y miserias de este cuerpo de barro para que un día resulte embellecido en la gloria. Amén.
Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
DÍA NOVENO
Oración. ¡Florecita de Jesús! Por el heroico valor con que apuraste el cáliz hasta las "heces" en el trance amargo de tu agonía; y por la dulce calma con que esperaste la fría llamada de la muerte, pueda yo también cerrar los ojos a esta vida mortal repitiendo las hermosas palabras que al morir pronunciaste: "Oh... ¡Le amo!.. . ¡Dios mío... os...amo!". Amén. Petición. Tres Avemarías, jaculatoria y oración final de todos los días.
¿Dónde dice la Biblia que María fue asunta al cielo o que fue concebida sin pecado original?
El magisterio, según las necesidades de los tiempos y la maduración teológica ha proclamado de modo solemne que, tal o cual verdad, ha sido revelada por Dios
Pregunta:
¿Adónde dice la Biblia que María fue subida al cielo o que fue concebida sin pecado original y los demás dogmas católicos?
Respuesta:
Ya he dicho reiteradamente, que sostenemos, los católicos, con fundamento, que las fuentes de la Revelación son dos: la Palabra de Dios escrita y oral; Biblia y Tradición. Ya lo hemos probado. Me remito a los argumentos sentados más arriba. En base a ellos, el magisterio, según las necesidades de los tiempos, (en muchos casos las diversas herejías que fueron surgiendo) y la maduración teológica, ha proclamado de modo solemne que tal o cual verdad ha sido revelada por Dios y se encuentra contenida en ciertas afirmaciones bíblicas, y han sido siempre entendidas en este sentido por la Iglesia (la tradición).
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que el fundamento para sostener las verdades que en este punto se consideran, ha sido expuesto por los Papas en los documentos en que se han proclamado los referidos dogmas.
En cuanto a la inmunidad de pecado original (inmaculada concepción de María), existen dos puntos de apoyo en la Sagrada Escritura.
El primer texto, es el pasaje clásico de Gn 3,15, (Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: …Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar); si se entiende el pasaje de Cristo –el linaje de la mujer contra el cual se alzará el linaje de la serpiente– entonces hay que ver en la mujer de la cual procede este linaje no sólo a Eva, sino de modo inmediato a María, madre de Jesús. Si la enemistad es total, debe excluir (así lo ha entendido la tradición) toda connivencia con el pecado, puesto que “quien comete pecado es esclavo”, como dice Jesús (cf. Jn 8,34); por
tanto, no sólo el linaje de la mujer sino la misma mujer que es madre de ese linaje, debe estar exenta de todo pecado. Esto no lo puede cumplir Eva, pero sí María.
En el Nuevo Testamento, el fundamento es el pasaje de la Anunciación, en la que el ángel llama a María con la palabra griega “kejaritôménê” (Lc 1,28). Esta palabra significa, como indica C. Pozo [1], que María tiene, de modo estable, la gracia que corresponde a su dignidad de Madre de Dios. La reflexión de la fe, sigue diciendo el mismo teólogo, descubrió que esa gracia es una “plenitud de gracia”. Más aun, que la única plenitud que verdaderamente corresponde a la dignidad de Madre de Dios, es aquélla que se tiene desde el primer instante de la existencia, es decir, una santidad total que abarque toda la existencia de María.
Éstos son los fundamentos; evidentemente no bastan por sí solos, ni la Iglesia pretende que así sea; está además la interpretación de toda la tradición de la Iglesia y del magisterio en particular.
Ya desde el siglo II aparecen fórmulas que indican la íntima asociación de María y Cristo, el Redentor, en la lucha contra el diablo. La idea se expresa en el paralelismo Eva-María, asociada al nuevo Adán (que ningún protestante piense que, si el paralelismo es entre Eva y María/Nueva Eva, entonces se está insinuando su pecado por cuanto Eva pecó, pues el mismo paralelismo pone en el otro término a Adán-Cristo; por tanto si Adán es figura de Cristo, pero no en cuanto a su pecado sino en cuanto a ser principio, lo mismo vale para Eva como figura de María, en cuanto madre de los vivientes “en la gracia”). Tenemos textos al respecto ya en el siglo II, de san Justino, san Ireneo, etc. En el siglo IV se cultiva más el tema de la plenitud de gracia en María, con hermosos textos de San Ambrosio, San Agustín, San Máximo de Turín (quien dice, por ejemplo, “María, habitación plenamente idónea para Cristo, no por la cualidad del cuerpo sino por la gracia original”), etc. A medida que pasan los siglos, la conciencia se va haciendo más clara al respecto. Los textos pueden verse en las obras especializadas [2]. Algo digno de consideración, es que hay testimonios de una fiesta consagrada a la Concepción de María a fines del siglo VII o comienzos del VIII.
Es muy importante la controversia entre los teólogos católicos sobre este tema, surgida en torno a los siglos XII-XIV, a raíz de teorías que consideran que la afirmación de la inmaculada concepción de María, implicaría que Nuestra Señora no habría sido redimida. Una inmaculada concepción que se oponga a la redención universal de Cristo no puede ser aceptada por la verdad católica; en razón de esto, algunos teólogos, pensando que ambas verdades eran incompatibles –a menos que el magisterio auténtico declarase el modo misterioso de esta compatibilidad– se inclinaron por negar esta verdad, diciendo que María habría sido concebida con pecado original, pero inmediatamente, en el primer instante, habría sido limpiada del mismo por el Espíritu Santo. Debemos recordar que, paralelamente a esta controversia, el pueblo sencillo, intuyendo el misterio, siguió profesando esta verdad, ajeno a las difíciles especulaciones teológicas. Desde el siglo XV en adelante, volvió a profesarse con serenidad esta verdad, incluso muchas universidades (como las de París, Colonia, Maguncia, etc.) impusieron el juramento de defender la inmaculada concepción antes de la colación de grados académicos. Destacable es también que el concilio cismático de Basiela (año 1439) definió como dogma de fe la doctrina de la Inmaculada Concepción. El Concilio de Trento manifiesta explícitamente, que su decreto admirable sobre el pecado original no intenta tocar el tema particular de María [3]. Finalmente, llega la definición dogmática por parte de Pío IX, aclarando que María es inmaculada y la primera redimida (redimida por anticipación; por aplicación anticipada de los méritos de Cristo, y que tal doctrina está revelada por Dios) [4].
En cuanto a la asunción de María, es decir, la doctrina que dice que María, después de su vida terrestre fue llevada en cuerpo y alma al cielo (sin definir si pasando por la muerte –a lo que se inclinan la mayoría de los teólogos– o por un estado de dormición), encuentra sus fundamentos bíblicos también en el texto de Gn 3,15, ya citado, pues se basa en la asociación perfectísima de María a Cristo en todos sus misterios (la encarnación, donde se pide su consentimiento; el nacimiento; su acompañamiento en la vida pública; el comienzo de sus obras en las bodas de Caná; su presencia al pie de la Cruz; su presencia en Pentecostés, etc.), que invitan a considerar su asociación al misterio de la muerte de su Hijo (para muchos teólogos, como he dicho), su posterior resurrección y ascensión a los cielos y su coronación. También suele aducirse el texto de Apocalipsis 12,1 (Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza), aunque este texto se aplica también a la Iglesia y al Israel de Dios.
Pío XII, en la Constitución Apostólica “Munificentissimus Deus” procedió de modo mixto, por medio de una argumentación que apelaba a: (a) que los Padres desde el siglo II afirman
una especial unión de María, la Nueva Eva, con Cristo, el Nuevo Adán, en la lucha contra el diablo; (b) en Gn 3,15 la lucha de Cristo contra el diablo había de terminar en la victoria total sobre el demonio; (c) según san Pablo (cf. Ro 5-6; 1Co 15,21-26; 54-57), la victoria de Cristo contra el diablo fue victoria sobre el pecado y la muerte; (d) por tanto, hay que afirmar una especial participación de María –que debería ser plena, si su asociación con Cristo fue plena– que termine con su propia resurrección y triunfo sobre la muerte.
Esto está corroborado con testimonios de la tradición más antigua, tanto de los Padres como de la liturgia de la Iglesia (la fiesta de la Dormición se celebra en Jerusalén desde el siglo VI y hacia el 600 en Constantinopla), etc. Véase para todos estos testimonios, los textos indicados más arriba.
Los protestantes pueden estar en desacuerdo con estas enseñanzas, pero deberán reconocer que sus negaciones sistemáticas son más recientes en el tiempo que los testimonios de la misma tradición. Por eso, los primeros apologistas los llamaron “novadores”: los innovadores o inventores de doctrinas.
PRECES
Jesús nos ha dicho: «Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen». Le decimos:
R/MSeñor, enséñanos a amar.
Para que los gobernantes sean prudentes en sus decisiones y, con honradez y competencia, ayuden a que la sociedad sea cada vez más justa y se mantenga en paz.MR/
Para que los padres y educadores sean mansos y pacientes, y así puedan enseñar a sus hijos y alumnos no solo con sus palabras, sino también con el ejemplo de sus vidas.MR/
Para que los refugiados y emigrantes no caigan en manos de mafias que se aprovechen de ellos y no les falte acogida y ayuda.MR/
Para que nosotros, a lo largo de este día que comienza, permanezcamos atentos a lo que quieres de nosotros y podamos darte gloria con nuestras obras.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
ORACIÓN
Escucha, Señor, nuestras súplicas matinales y, con la luz de tu misericordia, alumbra la oscuridad de nuestro corazón: que los que hemos sido iluminados por tu claridad no andemos nunca tras las obras de las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo.