¿Qué sería de mi vida sin ti, Jesús?

Mayolo, Santo

Abad, 11 de mayo
 
Abad de Cluny

Martirologio Romano: En Souvigny, de Borgoña, san Mayolo, abad de Cluny, quien, firme en la fe, seguro en la esperanza y repleto de una doble caridad, renovó numerosos monasterios de Francia e Italia (994)

Etimológicamente: Mayolo = Aquel nacido en el mes de mayo, es de origen latino.

Breve Biografía

Hijo de Foquer, señor rico y poderoso en Provenza. Mayolo o también Mayeul nació en el año 906, en la pequeña villa de Valenzola. Sus padres murieron pronto, cuando Mayolo era aún muy joven. Pronto le ronda por la cabeza el pensamiento de abandonar sus muchas posesiones y retirarse a la soledad; pero antes de tomar esta determinación le obligan a salir de sus tierras los sarracenos que van haciendo incursiones desde España. Esta es la razón de refugiarse en Mâcon donde le conociera el obispo Bernon que le da la prebenda de un canonicato al ver sus buenas cualidades y disposiciones. Termina sus estudios en la entonces célebre escuela de Lyon de donde regresa para instruir en filosofía y teología al clero local, recibir el diaconado y ser nombrado arcediano, o sea, el primero del orden de los diáconos. Como el ministerio del diaconado lleva consigo preparar la mesa a los pobres, repartiéndoles las limosnas de la iglesia, su nuevo cargo le proporciona la ocasión de ejercitar la caridad limosnera de un modo poco común; de hecho, vende sus muebles, casas y tierras para repartirlos entre los más menesterosos, incrementando así las limosnas del obispo.

Quieren nombrarlo obispo de Besanzon a la muerte de Guifredo; pero se resiste y, temeroso de que se presenten otras ocasiones que no pueda declinar, se retira al claustro. Cluny la abadía recientemente fundada -en el 910, bajo la advocación de san Pedro apóstol y sometido a la autoridad del papa, por Guillermo, duque de Aquitania-, será su casa desde entonces, cuando su tercer abad es Aymardo. Se observa estrictamente la Orden de San Benito de Arriano. Allí le encargan de la biblioteca y le nombran apocrisario, una especie de legado para resolver asuntos fuera del convento y, de modo especial, los que se refieren a las relaciones con los nobles o los príncipes.

Pasa a ser abad de Cluny al quedarse Aymardo imposibilitado para el gobierno por la ceguera. Con el abad Mayolo es cuando la abadía más resplandece por su rectitud, disciplina y espíritu de reforma, volviéndose hacia ella los ojos de los príncipes, emperadores y papas.

La reforma propugnada por Cluny pasa a los monasterios de Alemania a petición del emperador Otón I y de la emperatriz Adelaida.

Las abadías de Marmontier de Turena, San German de Auxerre, Moutier-San-Juan, San Benito de Dijon y San Mauro de las Fosas, en las proximidades de París, conocen la reforma cluniacense en Francia. El mismo papa Benedicto VII encomienda al abad Mayolo la reforma del monasterio de Lerins.

Fue toda una labor apasionante y pletórica realizada sólo en diez años. Claro está que nada de esto hubiera podido realizarse con un espíritu pusilánime o sin oración, sin penitencia y sin su piedad recia que incluía el tierno amor a Santa María como queda expresado en sus peregrinaciones a los santuarios de Nuestra Señora de Valay y de Loreto.

No todos los trabajos fueron ad intra propiciando la reforma de los buenos. Tuvo también escarceos apostólicos y proselitistas con los infieles sarracenos durante el tiempo en que le tuvieron preso, en Pont-Ouvrier, y de quienes fue rescatado por una fuerte suma de dinero que pudo reunirse entre los frailes y con las ayudas de amigos y ricos nobles conocidos.

El emperador Otón II quiso que fuera elegido papa, pero topó con su firme negativa.

Cansado de trabajos y pensando que su misión estaba concluida, propone se elija a su fiel discípulo Odilón para sucederle y renuncia a ser abad. Pero, aunque anciano ya, le queda todavía una última aventura reformadora; fue Hugo, el fundador de la dinastía de los Capetos, quien le pide como rey de Francia que regrese a París para introducir la reforma en la abadía de san Dionisio; no supo negarse, se puso en camino y muere en el intento generoso de mejorar ese monasterio para bien de la Iglesia; en Souvigni, el 11 de Mayo del año 994, casi nonagenario, muere el reformador Mayolo, uno de los hombres más eminentes de la cristiandad del siglo X, organizador insigne que preparó el estallido de vitalidad del siglo XI. Su figura se presenta magnífica en la escena del siglo de hierro en un mundo que estaba en construcción. Además de extender la Orden de Cluny en influencia y prestigio para reformar el mundo cristiano, su obra se extiende a otros aspectos de la vida social: construye y restaura, favorece las letras e introduce las ideas cristianas en los gobiernos de Alemania, de Francia y de Italia y, además, es incapaz de contemplar a un necesitado sin derramar lágrimas.

La abadía de Cluny, el templo mayor del mundo hasta que en el siglo XVI se construyó en Roma la basílica de san Pedro, que llegó a ser uno de los más importantes centros religiosos, que preparó decisivamente el camino a la reforma gregoriana y que se convirtió en potente foco de radiación del románico europeo, está convertida hoy en un montón de ruinas sólo recuperadas para la posteridad en el papel y el diseño. Se cerró y arrasó en el 1790 por la Revolución francesa. Se entiende que no todas las revoluciones son respetuosas con la cultura, ni con el arte, ni con la historia o que quizá existan más interpretaciones de historia, de arte y de cultura.
 
El Consolador auténtico

Santo Evangelio según san Juan 16, 5-11. Martes VI de Pascua

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Gracias, Señor, por tu presencia y tu acción en mi vida. Gracias porque sé que eres un Dios cercano a mí, que me conoces, me comprendes y sobre todo, me amas. Infunde en mi alma tu Santo Espíritu para que me enseñe lo que quieres de mí y me ayude a realizarlo por amor. Señor, te necesito. Aumenta mi fe, mi confianza en ti y mi caridad. Aparta de mi vida todo aquello que me aleja de ti. Perdona mis pecados.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’ Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré.

Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado”.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

Comprendo, Señor, la tristeza de los apóstoles cuando ya saben que tu partida se acerca. Pero esta tristeza demuestra el afecto que ellos tenían por ti. Sabes bien cuánto nos duele la partida de un ser querido. Y esto es lo que pasa en este pasaje. Ellos están tristes porque no conciben una vida sin ti. Yo también, Señor, he sentido lo vacía que es la vida cuando se está sin ti, cuando se está apartado de tu lado. ¿Qué sería de mi vida sin ti, Jesús?

Por lo mismo, prometes un consolador. ¡Cuánto consuelo necesita mi alma! Hay tantas cosas, Señor, que me entristecen, me confunden, me turban. Tú lo sabes. El consolador que me prometes no es uno cualquiera. Te refieres al Espíritu Santo. Éste sí que es un verdadero consolador.

Para consolar plenamente se necesita conocer la situación, comprender, compadecerse. Todo ello lo hace el Divino Espíritu. Nadie mejor que Él conoce mi interior, me comprende, me compadece y, por lo mismo, nadie mejor que Él me consuela. Dame la gracia, Señor, de experimentar en mi vida esta presencia divina y su acción que siempre va guiando mis pasos por el mejor sendero.

«La esperanza cristiana es un don que Dios nos da si salimos de nosotros mismos y nos abrimos a él. Esta esperanza no defrauda porque el Espíritu Santo ha sido infundido en nuestros corazones. El Paráclito no hace que todo parezca bonito, no elimina el mal con una varita mágica, sino que infunde la auténtica fuerza de la vida, que no consiste en la ausencia de problemas, sino en la seguridad de que Cristo, que por nosotros ha vencido el pecado, ha vencido la muerte, ha vencido el miedo, siempre nos ama y nos perdona. Hoy es la fiesta de nuestra esperanza, la celebración de esta certeza: nada ni nadie nos podrá apartar nunca de su amor». (Homilía de S.S. Francisco, 26 de marzo de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy invocaré con fervor y atención al Espíritu Santo antes de todas mis actividades.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Qué es el Espíritu Santo?

¿Se podría decir que el Espíritu Santo es como un ángel guardián o como una fuerza que viene de lo alto?
 
¿Cuando hacemos una petición se la pedimos al Espíritu o directamente a Jesús, Nuestro Señor? ¿Se podría decir que el Espíritu Santo es como un ángel guardián que nos cuida y nos ayuda, es decir una persona? ¿O podríamos decir que es una fuerza que viene de lo alto, que es una luz, no una persona?

En el Credo decimos “creo en el Espíritu Santo”. Hay muchos cristianos que rezan el credo y repiten esta afirmación pero no saben lo que es el Espíritu Santo. Les ocurre como aquellos hombres que encontró San Pablo en uno de sus viajes; otros habían llegado antes que ellos y los habían hecho cristianos; entonces San Pablo les preguntó si estaban bautizados y le dijeron que sí; luego les preguntó si cuando fueron bautizados recibieron el Espíritu Santo, y les contentaron que ni siquiera habían escuchado hablar de que existía un Espíritu Santo.

El Espíritu Santo no es un ángel guardián ni una fuerza en el sentido impersonal de esta expresión, sino una Persona divina: la tercera persona de la Santísima Trinidad.

Decir “creo en el Espíritu Santo” es profesar que el Espíritu Santo es una de las personas de la Santísima Trinidad; más precisamente, la tercera persona. Dios como el Padre y como el Hijo; que merece la misma adoración que el Padre y el Hijo; como el Padre y el Hijo es creador, hacedor de todas las cosas, santificador. Por eso cuando hacemos la señal de la cruz, nos santiguamos en el nombre de cada una de las tres personas de la Trinidad, y cuando rezamos el Gloria nombramos a cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad.

Generalmente los cristianos hablan más y conocen más sobre Dios Padre y sobre Dios Hijo que sobre Dios Espíritu Santo. Por eso, hubo uno que lo llamó “el Gran Desconocido”.

En el Nuevo Testamento se le dan varios nombres que nos muestran esto:

-Jesucristo lo llama “el Paráclito”, que significa “consolador”. En nuestros sufrimientos, en las tribulaciones, el E.S. es quien nos consuela. Por eso uno de los antiguos himnos de la Iglesia le pedía cantando: riega lo que árido, sana lo que está enfermo, ayuda lo que es débil, aligera lo que es pesado.

-Abogado: porque nos defiende. Dice San Pablo: “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como nos conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros como gemidos inefables” (Rom 8,26).

-Espíritu de verdad: porque El es el que hace a los Apóstoles que se acuerden de todo lo que ha dicho Jesucristo, y El es el que hace que los cristianos y especialmente el Papa entiendan las Sagradas Escrituras sin equivocarse.

-Don de Dios: porque es el gran regalo que nos hace Dios; enviarnos al Espíritu Santo.

-Santificador: porque es el que produce la santidad en nuestros corazones; El suscita en nuestros corazones las virtudes y las buenas cualidades que nos hacen santos y agradables a Dios. Por eso dice San Pablo que los frutos del E.S. son: caridad, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza (Gal 5,22-23).

-Vivificante: porque El nos da la vida (cf. Gal 5,25). El nos engendra en el bautismo, nos hace hijos de Dios y nos hace nacer espiritualmente.

No podemos ser cristianos si desconocemos al Espíritu Santo. Y no podemos ser buenos cristianos si no amamos devotamente al E.S., si no lo invocamos y si no nos gozamos cuando El, por la gracia, habita en nuestros corazones.

Una guía para sentir las mociones del Espíritu y buscar la voluntad de Dios

El Santo Padre Francisco comenta el libro del padre Miguel Ángel Fiorito "Buscar y hallar la voluntad de Dios".

"Ayudar" es la palabra clave del breve prólogo con el que Miguel Ángel Fiorito nos introduce en su libro Buscar y hallar la voluntad de Dios. Es una verdadera mina para entrar en el alma de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Nosotros, sus discípulos, solíamos llamar a Fiorito "el maestro". Las ayudas que nos daba eran sencillas pero necesarias. Este libro los reporta con una estructura abierta o, como diríamos hoy, interactiva. Me detengo en algunas cosas que fueron buenas para mí, y espero que puedan ser buenas para otros.

Fiorito insiste dos veces en que su ayuda es "hasta cierto punto". Esta conciencia y aceptación de sus propios límites nos indica lo profundos que eran en él el respeto y la confianza en la libertad del otro. Su ayuda llega hasta el punto en que el otro, en su libertad, desea sinceramente dejarse ayudar.

La ayuda espiritual es una ayuda para la libertad. Es, pues, un apoyo guiado por una caridad discreta que, sin maltratar los límites, sabe encontrar incluso esos "deseos de los deseos" en los que se apoya la gracia. Con este deseo del deseo es posible ayudar a los que practican la vida espiritual a dar un paso adelante con valentía y audacia.

El libro se compone de fichas de lectura espiritual. Fiorito escribe: "Hemos transformado en una 'ficha de lectura espiritual' todo lo que nos ha hecho bien en los autores que citamos, para ayudar, de alguna manera, a la práctica del 'mes de ejercicios'".

Lo que Fiorito llama "ficha de lectura espiritual" es un género literario propio, original. Fiorito solía distribuir panfletos mimeografiados con tinta azul. El tema tratado en estos panfletos debía caber en una hoja horizontal -a veces casi sin márgenes- para que el contenido pudiera leerse todo seguido. Eran escritos cortos, interesantes y siempre prácticos. En ellos hacía suyos textos de otros autores, utilizándolos libremente, comentándolos, anotándolos.

Esta "conversión" de un material rico y compuesto en fichas de lectura manejables es el fruto de un largo trabajo de contemplación y discernimiento. Lo que Ignacio llama "reflexión para sacar fruto" de lo contemplado y de lo que nos ha hecho bien, en manos de Fiorito se transforma en fruto rumiado y distribuido en raciones pensando en lo que el ejercitante puede y debe asimilar en cada etapa de sus Ejercicios.

Por ello, advierto al lector que este libro debe ser leído y utilizado en la misma dinámica y con el mismo espíritu con el que fue escrito. Estamos, pues, ante un libro "modular", un libro abierto "para ayudar" a los que dan y a los que hacen los Ejercicios. De ahí la importancia de los índices y del texto de los Ejercicios que enriquecen esta edición de Ancora, que agradezco aquí, editada por los padres de la revista La Civiltà Cattolica.

El maestro concluye su prólogo señalando que su comentario práctico será de ayuda para quienes deseen practicar los Ejercicios, no sólo estudiarlos. El objetivo es darse tiempo para sentir las mociones del Espíritu, y buscar concretamente la voluntad de Dios a través de la "reforma" de la propia vida.

En este sentido, me parece interesante destacar cómo se amplía y profundiza el concepto de "reforma", tan en boga hoy en día. En los Ejercicios, la reforma no sólo está en tensión con lo que antes estaba deformado. Reformar es también conformarse con lo nuevo, es decir, con la vida, el estilo, los criterios y las elecciones del Señor. La reforma no tiene un carácter funcional, ni de autoperfeccionamiento, sino que está orientada a la misión. Si nos fijamos en el ejemplo de San Pedro, vemos que cada vez que se confiesa pecador, el Señor le llama inmediatamente a seguirle, perfeccionándole no en todo, sino en lo necesario para ser pescador de hombres y apacentar sus ovejas. El Señor no le pedirá a Pedro que se ponga a reformar todas las faltas que arrastra de su vida pasada, sino que le invitará a salir de sí mismo para anunciar el Evangelio, misión en la que se reformará el pasado respecto a ciertas cosas y no tanto respecto a otras.

Según el modelo del Evangelio, el fuego y la forma interior de los Ejercicios, como dice Fiorito, consisten en la acción interior de conocer -a través del discernimiento- "la voluntad divina sobre las cuestiones relevantes de nuestra vida espiritual".

Treinta días de oración a la Reina del Cielo. Flores del 11 al 15 mayo

Devoción a la Virgen con audio

Flor del 11 de mayo: Virgen clemente

Meditación: María camino a Belén…fatigada y esperanzada, pues llevaba en sus entrañas al Dios que amaba; María en Belén…frío y pobreza para cobijar al Rey, pero Ella era Palacio de Pureza y Cristal para que se pudiera acurrucar. María junto a la Cruz…, “estaba junto a la Cruz de Jesús Su Madre” (Juan 19,25). ¡Cuanta soledad y miseria!. Si, la miseria de todos los hombres de todos los siglos. Mis miserias también…

María es Madre de pobreza y sacrificio, debemos imitarla si queremos ser sus verdaderos hijos.

Oración: ¡Oh Virgen clemente, oh Madre de misericordia!. Llévanos a la santidad por el camino de la Verdad, y no toleres nuestros pecados, sino que enséñanos a ser santos. Que sepamos ver lo que no hacemos bien, teniendo la clemencia del Corazón de Tu Hijo para con nuestros hermanos, porque así como perdonamos seremos perdonados. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar sobre las propias miserias, para no volver a juzgar las miserias de los demás.

Flor del 12 de mayo: Madre del buen ejemplo

Meditación: “Sigue fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2,10). María la más fiel… “hágase en mí según Tu Palabra”. Grande fue la fe de María, quien cumplió a la perfección la Santa Voluntad de Dios, ya que a El todo entregó. En el Calvario a su Hijo dio y confiada con llagas en su Corazón esperó la Resurrección. ¿Somos realmente “fieles” a Dios y a Su Iglesia, cuando no cumplimos nuestro deber, cuando no nos comprometemos con el Señor y tenemos un tibio corazón lleno de vanidad y sin amor?. ¿Somos ejemplo como María, o somos un alma sin vida que no cumple con lo que Dios dicta?. Pregúntate en éste día: ¿he favorecido con mis obras y palabras al Señor, o al maligno?. Sigamos a María con un corazón pequeño y recto.

Oración: ¡Oh Madre que nos guiaste, que todo entregaste!. Dígnate Madre a enseñarnos y a llevarnos siempre de tu mano, para que seamos realmente cristianos, perteneciendo a Cristo, tu Hijo Amado. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ser un Jesús y una María para los que nos rodean, como testimonio de cristiandad.


Flor del 13 de mayo: El Inmaculado Corazón de María
Primera aparición de Nuestra Señora de Fátima

Meditación: “El Poderoso ha hecho en mi grandes cosas” (Lucas 1,49). Nos anonadamos frente a la excelsa Madre de Dios, habiéndola recibido para nosotros del mismo Señor. Ella se sigue presentando como Madre amorosa, buscando a sus hijos perdidos, alejados, confundidos, para bañarlos en el río de la santidad, a la que Dios nos llevará si la seguimos. Cambiemos así nuestro pobre corazón por el Inmaculado Corazón de María para ser a su semejanza.

Oración: ¡Oh María que nos regalaste en Cova de Iría tu Corazón Inmaculado!. Enséñanos los secretos que El esconde, para que conociéndolos podamos imitarlo, y cabizbajos pidamos perdón por lo poco que nos parecemos a Vos. Haznos pequeños para que veamos el Cielo. Amén.

Oración de los pastorcitos: (entregada por el Arcángel San Miguel a los tres niños en Fátima)

Oh Dios mío, yo creo, espero, adoro y os amo. Y os pido perdón por todos los que no creen, no esperan, no adoran y no os aman (se reza tres veces).

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente, y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Tabernáculos de la tierra, en expiación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con las que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, te pido por la conversión de todos los pecadores. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Renovemos nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María.

Flor del 14 de mayo: Trono de Sabiduría

Meditación: “Quien me obedece no quedará avergonzado” (Eclesiástico 24,22). María llevó nueve meses en su Seno a La Sabiduría misma. De allí que sea Su Trono, siempre La sirvió y obedeció Sus designios. Por eso Ella es nuestra mejor consejera, oigamos y obedezcamos todo lo que nos ha mostrado y enseñado.

Oración: ¡Oh Madre de Dios, oh Madre del Salvador, oh Madre de la Sabiduría!. Haz que siempre obedezcamos la Voz de Dios, haciendo Su Santa Voluntad hoy. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Hagamos silencio interior y meditemos para discernir lo que realmente nos pide el Señor.

Flor del 15 de mayo: Causa de nuestra alegría

Meditación: “Los justos se alegran, se regocijan y saltan de júbilo pensando en la Providencia y Bondad de Dios” (Salmos 32,33). Cómo no estar felices si agradamos al Señor cumpliendo Su Voluntad y viendo todo lo que El nos da. Seamos hijos dignos pues el Señor es nuestro amigo. Todo nos da, y si caminamos junto a El, todo compartiremos: Su Amor, Su Dolor y Su Crucifixión, pero felices sabiéndonos herederos del Reino de Dios.

Oración: Madre de la alegría, sé nuestra guía y haznos llevar una vida realmente digna. Haz que ésta vasija rebose de amor, fe y esperanza, pues el Señor nos acompaña. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Valorar todo lo que Dios nos da, porque nada es mérito nuestro, todo lo bueno viene del Señor.

¿Por qué en los Salmos aparece doble numeración?

Más de algún buen católico se preguntará el por qué de esta doble numeración. Intentaremos explicarlo este artículo

Seguramente, en más de alguna ocasión has observado que en la Biblia ciertos salmos presentan doble numeración. Esto es particularmente evidente a partir del Salmo 11, que en muchas versiones de nuestras Biblias aparece como Salmo 11 (10). Más de algún buen católico se pregunta el por qué de esta doble numeración. Intentaremos explicarlo en el presente artículo.

Los judíos antes de Jesucristo, contaban con dos versiones de los textos sagrados (es decir, de lo que ahora nosotros los cristianos llamamos Antiguo Testamento). En primer lugar, tenían lo que se conoce como “Texto Masorético”, y que hace referencia a los libros sagrados escritos en los idiomas originales: hebreo y arameo.

La otra versión es llamada “Septuaginta” o de los LXX (70), pues hace referencia a los setenta sabios (aunque en realidad eran 72) que tradujeron los textos sagrados, de los originales hebreo y arameo al griego, un par de siglos antes de Cristo, en Alejandría de Egipto. Recordemos la importancia del idioma griego en aquel tiempo, pues era la lengua común del imperio romano. Cabe mencionar además, que esta versión será la más utilizada por las primitivas comunidades cristianas.

En cuanto a lo que aquí nos atañe, es decir, el asunto de la doble numeración de los Salmos, sucede que en cada una de las versiones, la numeración de los Salmos, a partir del Salmo 9 cambia, pues en la Septuaginta (LXX) los Salmos 9 y 10 -según la numeración hebrea- forman uno solo. Por lo que, a partir del Salmo 11, los siguientes Salmos tienen un número menos que en la numeración de la Biblia hebrea. Así, el Salmo 11 del texto masorético es el 10 en la Septuaginta.

Posteriormente, cuando San Jerónimo, algunos siglos después, (en el siglo IV de nuestra era cristiana) traduce la Biblia al latín, hace uso de la numeración de los Salmos según se encuentra en la versión en griego (la de los LXX). La versión de la Biblia traducida al latín por San Jerónimo será conocida como la “Vulgata” y pasará a ser la versión “oficial” de la Iglesia por siglos, y la que se utilizará generalmente en la liturgia.

Con el paso de los tiempos se harán traducciones de la Biblia a las lenguas vernáculas (los idiomas comúnmente hablados en nuestros países); y en estas versiones se hará referencia a la doble numeración de los Salmos, poniendo primero el número según el texto masorético (hebreo) y después el número según el texto de los LXX (griego) y de la Vulgata (latín). Por ejemplo, el Salmo 104 (103) es el 104 en el Texto Masorético y el 103 en el de los LXX y la Vulgata.

En el caso de nuestras celebraciones litúrgicas, los textos se tomarán generalmente de la Vulgata o de versiones corregidas que de ella han surgido en tiempos posteriores. Por eso cuando vas a Misa, no encuentras una doble numeración del Salmo Responsorial en la hojita o el misal, sino solamente la numeración que corresponde según la Vulgata.

8 razones por las que los Católicos honramos y veneramos a la Santísima Virgen María

La Sagrada Escritura no nos dice directamente que debemos honrar a la Virgen María ¿Por qué los católicos la honramos y la veneramos?

Todos los que nos hacemos llamar seguidores de Jesús, estamos llamados a amar lo que Jesús amó y también a aborrecer lo que Jesús aborreció (el pecado).

La Sagrada Escritura no nos dice directamente que debemos honrar a la Virgen María ¿Por qué los católicos la honramos y la veneramos?

Estamos llamados a imitar a Jesús porque Él es el Camino, la Verdad, y la Vida. María fue la primera imitadora y seguidora de Jesús. También estamos llamados honrar a quienes son dignos de admiración y respeto y han vivido bajo la ley de Dios con amor y entrega plena. Jesús honró a su Madre, de lo contrario habría roto el cuarto mandamiento (honrarás a padre y madre).

El Papa Francisco consagró su papado a la Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de Fátima, y de la misma manera invitó a todo el pueblo católico a consagrarse a su tierno y amoroso cuidado, pues ella es nuestra Madre también, por lo que debe ser natural para nosotros, que María interceda por cada uno de sus hijos.

"Del mismo modo que un niño se dirige a su madre buscando consuelo y protección, así también nos dirigimos nosotros a María, con total confianza, pensando que, con seguridad, ella presentará nuestras oraciones al Señor".

Aquí, hay 8 razones por las que los Católicos honramos y veneramos a la Santísima Virgen María:

1.- Jesús honró a María

Honramos a María porque Jesús la honró. Jesús dijo: "Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre", y además: "El que maldiga al padre o a la madre, morirá. (Mateo 15,4) Sí José y María eran fieles cumplidores de la Ley (Lucas 2,39) y Jesús vivía sujeto a ellos (Lucas 2,51), entonces ¿crees que Jesús rompería algún mandamiento, sobre todo el de "Honrar a Padre y Madre?

2.- Bienaventurada por siempre

Según el Evangelio de Lucas, María dijo: Todas las generaciones me llamarán bienaventurada (Lucas 1,48). Los católicos estamos cumpliendo con este versículo venerando a la Santísima Virgen, dando gracias a Dios por ser pieza clave en la obra salvadora de Dios

3.- La nueva Eva

María es la madre de todos los hombres. Jesús la llamó "mujer", que significa "la madre de todos los que tienen la vida en Jesucristo". Eva fue llamada mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes. María, la nueva Eva, se convirtió así, en la madre de todos los que son salvados por Jesús.

4.- El "Sí" de María

Honramos a María porque sin aquel "Sí", sin esa entrega absoluta y definitiva de todo su ser a la voluntad de Dios, no tendríamos a Jesús, no hubiésemos tenido al amor de los amores pisando nuestro mundo, aún estuviésemos inmersos en una oscuridad.

5.- María nos trajo la Luz

Honramos a María porque ella es la madre de la Luz, una Luz que es el Camino, la Verdad y la Vida. Una Luz única que disipa toda tormenta y oscuridad

6.- Madre de Dios

Ninguna otra mujer había sido, fue, ni nunca será la madre de Dios, excepto este pequeña Virgen que quedó grabada en la historia de la eternidad. Si decimos menos de María, entonces estaremos diciendo menos de Jesús. Si no estamos dispuestos a confesar que ella es la madre de Dios, entonces ¿Cómo prodríamos confesar que Jesús es Dios?

7.- María es la Reina del Cielo:

"Una gran señal apareció en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas". (Apocalipsis 12,1)

8.- María, modelo de escucha de la «Palabra»

Cuando el arcángel Gabriel se apareció a María para decirle que llegaría a ser la madre del Mesías, ella respondió: "He aquí, yo soy la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra". (Lucas 1,38). Ella no puso adelante una serie de argumentos racionales contra algo que parecía realmente difícil de creer, Ella simplemente reconoció su lugar como sirviente del Señor. Ella sabe que Dios no puede mentir a través de un mensajero celestial, así que cualquier cosa que promete es digno de confianza, aunque le parezca absolutamente irracional a la mente humana.

María es un modelo oyente de la Palabra de Dios. Ella nos muestra cómo hemos de recibir el mensaje divino. Dios habla, oímos, creemos, confesamos con María: "Soy un servidor del Señor; hágase en mí según tu palabra".

¿Adoradores de María?

Algunos, nos acusan de ser adoradores de María, que cometemos un pecado grave al honrarla que sólo Dios debe ser adorado y hasta utilizan la Escritura para afirmar falsamente esa acusación: "No habrá para ti otros dioses fuera de mí" (Éxodo 20,3) Pero muy lejos de Adorarla, cuando oramos, cantamos, o hablamos de María, no la estamos adorando, ni creemos que es una diosa, por el contrario, la honramos según las razones que ya hemos dado, porque también es nuestra Madre espiritual.

Oración de Confianza a María

Cuando somos apartados o segregados por seguir fiel a la Palabra de Dios. María está allí con nosotros. Cuando somos perseguidos y azotados a causa de la Fe, María permanece fiel para fortalecernos. Cuando nos sentimos deprimidos, tristes o solos, María está allí para consolarnos, para aliviarnos el dolor. Cuando todo el mundo nos abandona y estamos a merced del enemigo malo, María está allí, a los pies de la cruz de nuestro Señor, rogando por nosotros para rescatarnos y no dejarnos caer.

Oh amada Madre, ven y mira la pequeñéz de este humilde hijo tuyo y condúceme a los brazos de Jesús, sé mi auxilio divino en las tormentas de mi vida y ayúdame a nunca perder la calma, por el contrario, que pueda verme fortalecido por tu presencia que me rescata y me lleva a la fuente de salvación.
Amén

"Si surgen los vientos de las tentaciones... mira a su estrella, invoca a María... En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María". (San Bernardo)

PRECES

Oremos a Dios, nuestro Padre, que en la plenitud de su amor nos ha dado a su Hijo unigénito:
R/MQue tu palabra guíe nuestros pasos.
Señor, que has hecho salir el sol esta mañana y derramas sobre nosotros don sobre don,
– conduce nuestros pasos por caminos de justicia y de paz.MR/
Dios bueno, tú que con tu providencia cuidas de todas las cosas,
– limpia nuestro corazón para que también seamos capaces de hacer el bien.MR/
Tú, que sales al encuentro de todos los hombres,
– despierta en nosotros la admiración por la belleza del mundo para que nunca olvidemos que estás junto a nosotros.MR/
Padre, tú que tienes en tu corazón un lugar para cada uno de nosotros,
– infunde los dones de tu Espíritu sobre los padres y profesores para que sepan educar a los niños.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…

ORACIÓN

Dios todopoderoso y lleno de misericordia, concédenos lograr verdaderamente nuestra participación en la resurrección de Cristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo.

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