Ascensión del Señor

Determinación de la eficacia del dióxido de cloro en el tratamiento de COVID 19

Abstracto Introducción: El objetivo de esta revisión es determinar la efectividad del dióxido de cloro oral en el tratamiento de COVID 19. Métodos: Se revisaron las investigaciones sobre el mecanismo de acción del dióxido de cloro sobre los virus, sobre el consumo oral de ClO2 solubilizado en agua y sobre su toxicidad; Se realizó una investigación cuasiexperimental sobre el uso de dióxido de cloro soluble en agua oral en el tratamiento de 20 pacientes con infección activa por COVID19, en comparación con un grupo de control de 20 pacientes no tratados con dióxido de cloro. Resultados: Para comparar el efecto en el grupo experimental versus el grupo control, se realizó una prueba de comparación de proporciones y sus intervalos de confianza para los síntomas generales, y para los criterios EVA y Likert, una prueba pareada utilizando la prueba de Wilcoxon-Mann-Whitney ( α: 95%) se realizó. Al comparar el grupo experimental con el grupo control al séptimo día después de la manifestación del síntoma, se encontró una diferencia significativa en el grupo experimental con respecto al grupo control para los síntomas Fiebre (p: 0000), Tos (p: 0.0000), Escalofríos (p: 0,0000) y Disnea (p: 0,0006). Al realizar la comparación visual análoga de dolor en el grupo control y en el grupo experimental, se encontró que en todos los ítems que componen la escala disminuyó significativamente en este grupo con respecto al grupo control (p: 0.0000; p: 00017 ). El día 14 posterior a la demostración, la diferencia fue mayor (p: 0,000; p: 0,0043). Al evaluar ambos grupos (Control y Experimental) en los laboratorios, se encontró diferencia para los valores de los parámetros PC Reactivo el día 7 (p: 0,0001) y DH Lactato (0,0036), con puntuaciones más altas para el grupo experimental; Dimero-D el día 7 (p: 0,0194) y el día 14 (p: 0,0029); se encontró diferencia en todos los parámetros.

Honorato de Amiens, Santo

Obispo, 16 de mayo

Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Patrón de los Panaderos y Pasterleros

Martirologio Romano: En Amiens, de Neustria, Francia, san Honorato, obispo. ( c.600)

Breve Biografía

Es un nombre latino (Honoratus) que significa en primer lugar "persona a la que se honra por sus merecimientos". Como derivado de éste, llegamos al significado de "honrado" que nos es más familiar. Tuvo que ser en los primeros tiempos del cristianismo un sobrenombre bastante frecuente, convertido luego en nombre, puesto que aparecen en el santoral hasta ocho santos así llamados, sin contar el femenino Honorata, con cuyo nombre tenemos una santa (hermana de San Epifanio) que murió en Pavía el año 1500 y San Honorio, nombre de la misma raíz latina y que suele asimilarse con el de Honorato.
San Honorato, patrón de los panaderos, fue obispo de la localidad francesa de Amiens allá por el siglo VI. Nació en Port-leGrand, en Pothieu, no conociéndose con exactitud en que fecha concreta, y murió en la misma localidad un 16 de mayo en la primera mitad del siglo VII (alrededor del 650).

Era miembro de una de las familias más importantes del país y practicó desde la infancia la virtud. Fue San Beat su maestro y su guía espiritual, y fallecido su prelado, y en atención a sus altas virtudes fue escogido para sucederle, pese a su fuerte resistencia, ya que no creía merecer tal honor.

Según cuenta la tradición, durante su consagración, Dios quiso confirmarle con un prodigio, y los asistentes vieron descender sobre su cabeza un rayo divino y un aceite misterioso.
Cuando se supo en Port-leGrand que había sido proclamado al episcopado, su mamá, que estaba en esos momentos cociendo pan en la casa paterna, acogió la buena nueva con completa incredulidad, y dijo que sólo se lo creería si la requemada pala para hornear que tenía en la mano echase raíces y se convirtiese en árbol. Fiel a su palabra, a continuación plantó en el patio de la casa la pala, convirtiéndose en una morera que pronto dio flores y frutos. Todavía en el siglo XVI se seguía enseñando este árbol en la casa paterna de San Honorato. Desde entonces, floristas y panaderos se disputaron el santo patrón.
Volviendo a la vida del santo, después de haberse producido el milagro, se cuenta que durante su episcopado fue honrado con otros sucesos extraordinarios, tales como la invención de los cuerpos de los santos Fuscio, Victorico y Genten, que habían permanecido ocultos de los fieles más de trescientos años. Dicen también de San Honorato, que su obispado fue significado por una serie de prodigios que demostraron su santidad, siendo, además especialmente distinguido por el Señor.

Sigue la leyenda atribuyendo a este santo numerosos milagros durante su vida y después de su muerte. Muchos siglos después de su fallecimiento, para socorrer las necesidades del pueblo en épocas de terrible sequía, el obispo Guy, hijo del conde de Amiens, ordenó una procesión general en la que se llevó la urna con el cuerpo del santo alrededor de los muros de la ciudad, consiguiéndose, al fin, la lluvia tan deseada y necesitada. Se le atribuyen a lo largo de los siglos infinidad de milagros, los paralíticos anduvieron, los sordos oyeron, los ciegos vieron y los prisioneros recobraron la libertad.
San Honorato señalaba claramente a los molineros y a los panaderos como sus protegidos. El culto a San Honorato desbordó los límites del obispado y se extendió, primero, por todo el país, y más tarde, más allá de las fronteras.

En 1202, el panadero Renold Theriens, regaló en París unos terrenos para construir una capilla en honor al santo. Más tarde, esta llegó a ser una de las más ricas de París, dando lugar además a la Rue y al Faubourg Saint Honoré, una de las calles más simpáticas y bulliciosas de la capital gala. En 1400, los panaderos de París establecieron su cofradía en la iglesia de San Honorato, celebrando desde entonces su fiesta patronal el 16 de mayo y propagando esta devoción y patronazgo por todo el mundo.

Era tan grande esta devoción, que en 1659, Luis XIV precisa que cada panadero "debe observar la fiesta de San Honorato, asistir el día 16 de mayo al servicio divino y pagar todos los domingos una retribución para subvenir a las expensas de la comunidad".

De todas formas, no en todos los lugares de religión cristiana o católica, los panaderos rinden culto a San Honorato. En otros sitios lo fue San Ludardo, que en el siglo XIII, ejerció la profesión de panadero; en Saint-Denis lo es San Illes, porque su nombre en griego, significa trigo; en Flandes y en diversaas localidades belgas es San Ambert, obispo de Cambrai, porque un panadero fue curado por su mediación; en Valencia es la Virgen de la Merced; en Castellón, Nuestra Sra. De Lidón; en Zaragoza, Santa Rita de Casia. Sin embargo, no siempre lo ha sido, en Barcelona, fueron también patronos de la panadería San Gim y San Juan del Pan.
Aunque haya lugares concretos en donde no sea San Honorato patrón de los panaderos, lo cierto es que para casi todo el mundo cristiano, no cabe lugar a dudas, a quien se debe venerar. El 16 de mayo ha sido y lo será siempre él día en que los panaderos festejan su patronazgo.

Para proclamar auténticamente el Evangelio, el primer paso es el enamorarse

Santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20. Ascensión del Señor.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Cristo, Rey Nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios

Señor, mi vida es un constante caminar entre actividades y responsabilidades. El ritmo del día a día me dificulta encontrar alguna pausa para orar. Hoy, sin embargo, en este momento quiero detenerme. Estos minutos serán únicamente para estar en la presencia de mi Dios –pues Tú eres, finalmente, la única razón de nuestras vidas. Concédeme escuchar lo que hoy me quieres decir. Así sea.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos”.

El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

¿Cómo comprender estas palabras, Señor?, ¿andar por todo el mundo predicando el Evangelio? Quisiéramos entender cuál es el camino que debemos recorrer para proclamar el Evangelio. «Ir por todo el mundo», «a toda creatura», ¿no es demasiado para mí? Soy una persona limitada y pequeña. Me muevo constantemente en el mismo círculo. Y podría encontrar más de una dificultad en ese «salir» a predicar. ¿Cuál es el camino que quieres que recorra?, ¿cuál es tu camino, Señor?

Para proclamar auténticamente el Evangelio, el primer paso es el enamorarse. Es más, no es tan sólo el primer paso, sino aquel paso del caminar que nunca puede faltar. Cuánto encandece a nuestra alma el pasar un tiempo a solas con el Señor. Convivir con Él y «gastar» el tiempo a su lado, «perder» mi tiempo frente a Cristo Eucaristía, frente a mi Señor y Dios que tanto me ama. Contemplarlo en la cruz, contemplar su amor y agradecérselo. Maravillarme ante un amor tan grande. Aceptar la bendición que Dios nos hizo al entregarse por nosotros en la cruz. Contemplar con gratitud su presencia real en la Eucaristía. Agradecer, enamorarme y pedir la gracia de amarlo siempre más.

Y entonces la buena nueva, el Evangelio, la hermosa noticia, adquiere el sentido de urgencia, de apremio, de anhelo y de pasión por anunciar el camino, la verdad, la vida, la única felicidad.

Y como aquel enamorado, que nunca pierde ocasión para pensar en su querida, así igualmente yo, aunque la mayoría de las veces siga presente en el mismo ambiente, en el mismo círculo o las mismas circunstancias, puedo vivir cada día con un nuevo anhelo e ilusión. Soy una persona limitada, pero tengo ciertamente al menos un instante tras otro para amar. Soy una persona pequeña y, sin embargo, tengo al menos un lugar concreto donde puedo ser tu testimonio. Soy una persona que difícilmente podrá salir frecuentemente a predicar, pero con seguridad puedo comenzar persona por persona. Tengo, en fin, un acto tras otro donde puedo amar porque « el Señor actuaba con ellos», y ése es mi mayor consuelo: saber que te tengo a mi lado en este caminar.

Éste es mi deseo, Señor: el de proclamar tu Evangelio cada día. Hazme enamorarme con pasión por Ti, y dame el valor de salir de mí, para proclamarte con mi vida en cada instante.

«La relación con Jesús resucitado es la «atmósfera» en la cual vive el cristiano y en la que se encuentra la fuerza para permanecer fiel al Evangelio, incluso en medio de obstáculos e incomprensiones».

(Homilía de S.S. Francisco, 17 de mayo de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Ofreceré mis actividades por una intención en particular, y te preguntaré, Señor, ¿cómo obrarías Tú en este instante?, ¿con qué amor te entregarías Tú?

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

¿Y yo puedo predicar a Cristo?

Queremos trabajar por Cristo, llenos de confianza y apoyados en Él.

Por fin, nos decidimos: vamos a hacer algo por Cristo, vamos a comprometernos a fondo por la Iglesia, vamos a dedicarnos a servir a los demás, vamos a decirles que Dios les ama y que nos lo ha dado todo en Cristo.

Pero volvemos nuestros ojos hacia dentro. ¿No seré demasiado ambicioso? ¿Tengo las cualidades necesarias? ¿No me convertiré en un hipócrita si empiezo a hablar de Cristo y al mismo tiempo cometo tantos pecados?

Es fácil, al pensar de este modo, cometer dos graves errores. El primero consiste en creer que sólo podemos hacer algo por Cristo si nos sentimos seguros, si tenemos las cualidades necesarias, si la situación se presenta favorable, si somos casi “perfectos” e “inmaculados”.

En realidad, el cristiano que se decide a ser santo, a darse a los demás, a predicar su fe, no se apoya en sí mismo, sino en Dios. Es Dios el que nos ha sacado del pecado. Es Dios el que nos ha acogido en el bautismo. Es Dios el que nos habla en el Evangelio, es Dios el Pan de Vida que recibimos en la Misa. Es Dios, sobre todo, el que sabe que somos débiles, pero no por ello deja de pedir, de suplicar, que trabajemos para difundir su Amor entre los hombres.

La mirada, por lo tanto, no puede quedarse en uno mismo, como si todo dependiese de mí. Hay personas que no han estudiado en ninguna universidad y, sin embargo, son capaces de convertir a cientos de personas. A la vez, hay otros que, a pesar de sus muchos títulos y de sus muchas “cualidades”, no consiguen hacer nada concreto para servir a los demás y para difundir el Evangelio. Los primeros se apoyan en Dios, y se ponen a trabajar. Los segundos piensan tal vez de un modo demasiado humano y no se dejan llevar por el Espíritu Santo: quedan encadenados en sus cálculos y sus miedos, y así pasan los días, los meses, los años sin que se decidan a romper las amarras, a empezar a predicar a Cristo.

El segundo error consiste en no descubrir que ya Dios nos ha dado tantos dones para ponernos a trabajar. No arrancamos de cero, pues el mismo Jesús nos dijo que iba a estar a nuestro lado “hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). Tenemos ya talentos (unos más, otros menos) para empezar a trabajar, y sólo nos toca ponerlos en práctica.

Es cierto que los talentos vienen de Dios. Nada de lo que “poseemos” es mérito nuestro, sino algo recibido. “¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido?” (1Co 4,7). Pero también es cierto que Dios nos pide que hagamos rendir esos talentos, que los usemos en plenitud, sin miedos, sin avaricias, sin cálculos mezquinos.

Queremos trabajar, seriamente, por Cristo. Llenos de confianza y apoyados en Él. Con la paz que nos da el saber lo poco o lo mucho que nos ha dejado. Ante las angustias de un mundo que necesita esperanzas, ante tantos hermanos nuestros hambrientos de justicia, de amor, de paz, no tenemos alternativas: hay que ponerse en marcha para que la luz brille desde las azoteas.

Entonces será posible que avance un poco, en tantos hombres y mujeres que nos rodean, ese Reino por el que rezamos en el Padrenuestro. Porque Dios mismo lo quiere, porque Dios mismo camina a nuestro lado. Porque es Él quien nos envía a trabajar llenos de confianza. Apoyados en Él, y no en nosotros mismos, empezará a despuntar un mundo nuevo, habrá corazones que sientan la dicha del perdón y la esperanza, porque recibirán, a través de nosotros y de tantos otros hermanos, el gran anuncio: ¡Dios nos ama!

Sois el hogar de tantos niños cuya inocencia ha sido violada

Discurso del Santo Padre a la Asociación "Meter".

Esta mañana el Papa Francisco se ha reunido en la Sala Clementina del Vaticano con algunos representantes de la Asociación Meter, volcada desde 1989 en la protección y defensa de los niños abusados y maltratados. Fue fundada por monseñor Antonio Staglianò y a don Fortunato Di Noto, “cuando pocos hablaban de esta lacra – ha dicho el Papa – ellos se comprometieron en la lucha contra la pedofilia en Italia y en otros países”.

El Papa les ha dicho que gracias a su “generosa labor”, han contribuido a hacer visible el amor de la Iglesia por los más pequeños e indefensos: “¿Cuántas veces, como el buen samaritano del Evangelio, habéis tendido la mano con respeto y compasión, para acoger, consolar y proteger? ¡Cuántas heridas espirituales habéis atado!” y por todo ello, el Papa les asegura que la comunidad eclesial “les está agradecida”.

La Asociacion Meter es “un hogar de esperanza”

con una casa: “Cuando decimos "hogar" pensamos en un lugar de acogida, de refugio, de custodia. La palabra "hogar" tiene un sabor típicamente familiar, que evoca el calor, el afecto y la ternura que se pueden experimentar en una familia, especialmente en momentos de angustia y dolor. Y ustedes han sido y son el "hogar" de tantos niños cuya inocencia ha sido violada o esclavizada por el egoísmo de los adultos”. El Papa además puntualiza que han sido y son “una casa de esperanza, alentando en muchas víctimas un camino de liberación y redención”.

Desgraciadamente los abusos contra los niños continúan

El Santo Padre ha asegurado que el trabajo de la asociación Meter “es más necesario que nunca porque, desgraciadamente, los abusos contra los niños continúan”, puntualizando que se refiero, en particular, “a las solicitudes que se realizan a través de Internet y de los distintos medios sociales, con páginas y portales dedicados a la pornografía infantil”. “Se trata de una lacra que, por un lado, requiere ser abordada con renovada determinación por parte de las instituciones públicas y, por otro, requiere una concienciación aún mayor por parte de las familias y de los distintos organismos educativos”.

Acabar con la vieja costumbre de “tapar”

Durante su discurso, el Santo Padre ha recordado que hoy en día vemos cómo, a menudo, en las familias, la primera reacción es tapar todo. Y en otras instituciones, incluso en la Iglesia, siempre está ahí. “Tenemos que luchar con esta vieja costumbre de encubrir” ha exhortado el Papa.

Además, Francisco ha tachado al maltrato infantil de "asesinato psicológico" y en muchos casos – dice – es un “borrado de la infancia”. Por lo tanto, el Papa insiste en que la protección de los niños contra la explotación sexual “es un deber de todos los Estados, que deben identificar tanto a los traficantes como a los abusadores” y hace un llamamiento a la “denuncia” y “prevención” de esa explotación en los distintos ámbitos de la sociedad: la escuela, el deporte, las actividades recreativas y culturales, las comunidades religiosas y los individuos.

El logotipo de Meter tiene un significado especial

Por último, el Papa ha analizado el logotipo de la Asociación, el cual, dice, “está formado por una gran letra "M" que recuerda la idea de vientre, acogida, protección y abrazo a los más pequeños”. Y dentro de la "M" hay doce estrellas, símbolo de la corona de la Virgen María, Madre de Jesús y madre de todos los niños. “Ella, madre solícita, toda ella empeñada en amar a su Hijo Jesús, es un modelo y una guía para toda la Asociación, animándonos a amar con caridad evangélica a los niños víctimas de la esclavitud y la violencia” ha dicho el Pontífice. De hecho – continúa – “la caridad con el prójimo es inseparable de la caridad que Dios tiene con nosotros y que nosotros tenemos con él, por eso os exhorto a enraizar siempre vuestra actividad cotidiana en la relación diaria con Dios: en la oración personal y comunitaria, en la escucha de su Palabra y, sobre todo, en la Eucaristía, sacramento de unidad y vínculo de caridad”.

Oscuridad y luz

Puedo acercarme a Jesús para que realice el milagro de la luz.

Hay una oscuridad interior que impide ver claramente dónde están el bien, la verdad, la justicia. Hay una oscuridad exterior que hace muy difícil comprender lo que ocurre a nuestro alrededor.

En el mundo hay amplias zonas de oscuridad. Los corazones sienten la inquietud de la duda. Las sociedades quedan atrapadas entre tinieblas y confusiones dañinas. Hace falta aire nuevo y luces amigas.

La oscuridad cede terreno cuando avanza la luz. Entonces las personas y los hechos empiezan a aparecer en su verdadero contorno. La mente y el corazón respiran más serenos.

Desde que Cristo vino al mundo, la luz lucha contra las tinieblas. Es cierto que muchos no logran creer, que otros siguen en la duda, que otros rechazan o desprecian abiertamente al Maestro.

Pero también es cierto que millones de corazones reciben una iluminación interior y escuchan palabras que producen una paz indestructible. “Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo” (Ef 5,14).

Cuando sienta que la oscuridad asedia mi mente, cuando palpe las tinieblas dentro de mi corazón, cuando escuche fuera de mí voces que aturden y engañan, puedo acercarme a Jesús para que realice el milagro de la luz.

Como ocurrió con el ciego de nacimiento (cf. Jn 9), también hoy unos rechazan la luz y otros empiezan a ver con ojos nuevos. El mundo sigue dividido, mientras el tiempo corre sin frenos hacia el momento final, hacia la hora decisiva del juicio sobre el Amor.

Hoy puedo abrir los ojos y dejarme iluminar con una “luz amiga”, humilde, serena, bondadosa. Entonces la oscuridad dejará de oprimir mi alma. Recibiré una paz y una alegría que nada ni nadie podrán arrebatarme (cf. Jn 16,22).

Oración a la Virgen

Pidiéndole nos enseñe la virtud de ser pacientes

La paciencia es una actitud
Que todos debemos tener
Para soportar día tras día

Las dificultades con alegría.
Nadie mejor que Ella, Maria
Fue capaz de comprender
Que hay que tener calma
Porque así nuestras almas
A Dios pueden entender.
Nos protege y nos ayuda

Aquí y en cualquier lugar.
Con su infinita paciencia
Nos enseña siempre a amar
A ella vamos todos nosotros
La tenemos que admirar.
Por su fe e infinita bondad,
Porque es nuestra Madre
Y nunca nos va a olvidar.
Dedicaremos  nuestra vida
A pensar  en los demás
Y comoTú nos enseñas
A llenar todo  de bondad.
No nos dejes Virgen mía.
Sin ti yo no sé que haría
Pero contigo... a la eternidad.

Hoy venimos todos a rezar

A la Virgen, nuestra Madre.

Nos enseñe que con calma
Con esfuerzo y con bondad
casi todo se puede alcanzar.

Ella  siempre  sabe escuchar,
Así nos invita a transformar
Al mundo y a la humanidad.

Te damos  mil gracias Maria
Es mucho lo que nos das
Sin tu ayuda de nada serviría.

Concédenos  a nuestras familias,
Y a todas las personas del mundo
Que no nos falte amor y alegría.

Treinta días de oración a la Reina del Cielo. Flores del 16 al 20 mayo

Devoción a la Virgen a lo largo del mes de mayo.

Flor del 16 de mayo: María peregrina

Meditación: María inició su camino desde Nazaret a Jerusalén, visitó Ein Karem, viajó a Belén y huyó a Egipto siguiendo con sus pasos un camino escarpado, un camino difícil pero siempre cumpliendo la misión que el Padre le había encomendado. Hoy María sigue caminando: Lourdes, Fátima, San Nicolás, Medjugorje, Corea y tantos otros sitios Santos. Va de casa en casa llamando a las almas. Caminemos con Ella y tengámosla como maestra; Ella no se fatiga, camina de prisa y mendiga una caricia de amor a cada corazón que se aferra al mundo, habiendo olvidado lo dicho por Su Hijo Santo…”estad en el mundo sin ser del mundo”. Vivamos librados de esta tierra que no es la verdadera, pongamos nuestros ojos en el Cielo para que un día sea nuestro.

Oración: ¡Oh María peregrina, oh María Purísima!. Haz que te imitemos llevando la luz de Dios a cada corazón, y siendo como vos, testimonio de evangelización. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Caminar es evangelizar: llevemos nuestra fe cristiana a alguien cercano al que nunca dimos testimonio del amor por Cristo y Su Madre.

Flor del 17 de mayo: Modelo de entrega a Dios

Meditación: “He aquí la Esclava del Señor” (Lucas 1,38). “Después de esto salió y vio un publicano…y le dijo: sígueme, él, dejándolo todo se levantó y lo siguió” (Lucas 5,27). Todos somos sus discípulos, ¿pero realmente lo somos?. ¿Dejamos todo y lo seguimos?. ¿O hipócritamente queremos llamarnos cristianos de acuerdo a nuestras comodidades y conveniencias, siguiendo con las pompas y obras de este mundo, y no con un corazón verdadero y único?. No se puede servir a dos señores, somos legítimos apóstoles y no falsos profetas que repetimos con la boca la Santa Palabra y hacemos con las obras lo que a nosotros nos apetece y no el Querer de Dios.

Oración: ¡Oh María la elegida, la prometida de Dios!. Pon en nuestro corazón el ser servidores de Dios como lo fuiste Vos, con humildad y dejando todo acá para caminar hacia la Verdad. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Ayuno de algo que sea muy personal y apetecible, ofreciendo a Dios esta pequeña mortificación.

Flor del 18 de mayo: María, para Dios toda la gloria

Meditación: Cuando Jesús comenzó su predicación la gente lo aclamó Profeta, Varón de Dios y aún lo quisieron hacer rey. María se conservaba oculta, en su soledad Ella no atraía sobre sí la fama ni la gloria como Madre de tal Hijo. Así debemos ser nosotros, sólo dispuestos a procurarle Gloria a Dios, porque todo lo bueno, aunque provenga a través nuestro, viene de Dios. Por ello no son nuestras victorias, sino sólo victorias del Señor. Demos Gloria a Dios con nuestros trabajos y obras, permanezcamos ignorados frente a los hombres. Recordemos “…vanidad de vanidades, todo es vanidad” (Eclesiastés 1,2-3). Estemos presentes como María en el Calvario, donde no hay palmas ni laureles, sino injurias y vilipendios para compartirlos con Jesús.

Oración: ¡Oh María Madre de la modestia!. Haz que nuestra alma no permanezca ciega por nuestras vanidades y miserias, que rinda sólo alabanza al Buen Dios que todo lo alcanza y que seamos a Su semejanza. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar sobre nuestra tendencia a hacer obras buenas buscando el reconocimiento y halago de los demás, en lugar de sólo pretender ser contemplados por los Ojos de Dios.

Flor del 19 de mayo: Estrella de la mañana

Meditación: María, como el lucero del alba, nos anuncia el Nacimiento de Jesús, Sol de Justicia. Ella, la puerta del Cielo, nos sube peldaño a peldaño hacia su Hijo Amado, pidiéndonos con amor que tengamos humildad de corazón, viviendo las virtudes que en Ella destellan, como verdaderos discípulos y dignos hijos. Seamos sinceros y de corazón recto para subir de su mano al Cielo.

Oración: ¡Estrella de la mañana, nuestra soberana!, marca nuestro camino que es el mismo Cristo, para que no caigamos en ningún desvío y estemos siempre contigo. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Dar testimonio a alguien cercano sobre las virtudes de María, y su importancia como el más fácil y corto camino a Cristo. Recomendar también la lectura del libro de San Luis Grignon de Montfort: “Tratado sobre la verdadera devoción a María”.

Flor del 20 de mayo: María Corredentora

Meditación: Llegaron los días del Calvario para el Hijo, el Cristo…y también para la Madre. Cristo se entrega, María se entrega y entrega al Cordero de Dios en oblación de amor. ¡Qué dolor!.

La Madre sigue el rastro de la Santa Sangre en la calle de la amargura, el Gólgota. Busca en su Dulce Jesús la preciosa mirada del Niño que alguna vez acunaba. El Cristo, su Cristo es una sola Llaga…y la miraba…su Corazón traspasado, también Sangre derramaba al ver la tragedia Sagrada, veía los Clavos como taladraban aquellas Manos que un día la acariciaban…y aquellos Pies que tanto caminaron sanando y santificando la tierra seca fruto del pecado. Ella que escuchó Sus primeras Palabras también las últimas escuchaba…y Su última mirada…a Su Madre amada sólo Amor confesaba…Su último latido, el de su Niño que había perdido. El Padre le pidió lo que Abraham ofreció, pero Ello tomó ese cáliz y lo bebió hasta el final. Perdón María porque sola te dejamos, porque no queremos nuestro pequeño calvario, perdón por preferir sólo vivir para mí, lleno de egoísmos y de vacíos, perdón por decir que mi cruz es pesada, si tú por mí haz sido también clavada…clavada espiritualmente la Madre, clavado en Su Cruz el Hijo, y todos esos Clavos debieron ser míos.

Oración: ¡Oh María Dolorosa, Oh Madre Corredentora!. Hazme un alma piadosa que esté junto a tí en el Calvario y permíteme participar del dolor de la Cruz para ser como tú, para asemejarme al Rey, y así poderlo ver. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Meditar sobre nuestro destino de corredención junto a la Madre, que nos enseña el camino de la Cruz y nos invita a recorrerlo junto a Su Hijo, Jesús, como Ella lo hizo.

Papa Francisco: No dejen de mirar a lo alto y cuiden la fe

MONTEFORTE / POOL / AFP

16/05/21

Celebración de la misa por la Paz en Myanmar, un país marcado por la violencia, el conflicto y la represión

La mañana de este VII domingo del Tiempo Pascual el Papa Francisco presidió en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro la santa misa por la paz en Myanmar en la que participaron los fieles residentes en Roma, entre los cuales algunos budistas en signo de solidaridad. En su homilía, el Santo Padre comenzó recordando que en sus últimas horas de su vida, Jesús reza. Y siguiendo su modelo de oración propuso pensar en el verbo “cuidar” que usa Jesús cuando ruega al Padre por los suyos.

Cuidar la fe

El Papa invitó a los fieles birmanos, mientras su amado Myanmar está marcado por la violencia, el conflicto y la represión, que cuiden la fe “para no sucumbir al dolor ni dejarnos caer en la resignación de quien ya no ve una salida”.

Levantar la mirada al cielo como Jesús

También aludió a esa actitud de Jesús que rezaba levantando los ojos al cielo en las horas finales de su vida, cuando aumentaba su angustia por la pasión que se acercaba. Y afirmó textualmente:

“Custodiar la fe es mantener la mirada en alto, hacia el cielo, mientras sobre la tierra se combate y se derrama sangre inocente. Es no ceder a la lógica del odio y de la venganza, sino permanecer con la mirada puesta en ese Dios de amor que nos llama a ser hermanos entre nosotros”

Tener confianza en Dios a través de la oración

Francisco explicó que “la oración nos abre a la confianza en Dios, incluso en los momentos difíciles”, y “nos sostiene en la batalla cotidiana” sin ser “una fuga” o “un modo de escapar de los problemas”. Al contrario, dijo el Papa, “es la única arma que tenemos para cuidar el amor y la esperanza en medio de tantas armas que siembran muerte”.

“No es fácil alzar la mirada cuando estamos en medio del dolor, pero la fe nos ayuda a vencer la tentación de replegarnos en nosotros mismos”

Además, el Obispo de Roma reafirmó que no es el caso de “tener miedo, porque también esto es oración. En ciertos momentos, es una oración que Dios acoge más que otras porque nace de un corazón herido, y el Señor escucha siempre el grito de su pueblo y enjuga sus lágrimas”.

La división es una enfermedad mortal

Destacó asimismo otro aspecto del cuidar, cuando se refirió al hecho de “cuidar la unidad”, como Jesús cuando reza al Padre para que guarde a los suyos en la unidad, para que todos sean uno, una sola familia donde reinan el amor y la fraternidad”. Él conocía el corazón de sus discípulos; a veces los había visto discutir sobre quién debía ser el más grande, quién debía mandar.

“Esta es una enfermedad mortal: la división. La experimentamos en nuestro corazón, porque frecuentemente estamos divididos dentro de nosotros mismos”

De pequeños a grandes conflictos

Después de recordar que experimentamos la división en las familias, en las comunidades, entre los pueblos e incluso en la Iglesia, el Obispo de Roma afirmó que “son muchos los pecados contra la unidad: las envidias, los celos, la búsqueda de intereses personales en vez del bien de todos, los juicios contra los otros”. Se trata de pequeños conflictos que se reflejan después en los grandes conflictos, como el que vive en estos días Myanmar.

“Cuando los intereses de parte, la sed de ventajas y de poder se imponen, estallan siempre enfrentamientos y divisiones. La última recomendación que Jesús hace antes de su Pascua es la unidad. Porque la división viene del diablo que es el que divide”

El Papa afirmó también en su homilía que estamos llamados a cuidar la unidad, tomando en serio esta apremiante súplica de Jesús al Padre y dijo a los fieles birmanos que “tengan el valor de vivir vínculos de amistad, de amor, de fraternidad”.

“Sé que algunas situaciones políticas y sociales son más grandes que ustedes, pero el compromiso por la paz y la fraternidad nace siempre de la base. Cada uno, en lo pequeño, puede hacer su parte. Cada uno, en lo pequeño, puede comprometerse a ser constructor de fraternidad, a ser sembrador de fraternidad, a trabajar en la reconstrucción de lo que se ha roto, en vez de alimentar la violencia”

Promover el diálogo

Francisco dijo que también como Iglesia estamos llamados a ello, por lo que manifestó la necesidad de promover el diálogo, el respeto por el otro, la custodia del hermano, la comunión.

Y, finalmente, se refirió al hecho de “cuidar la verdad”, puesto que Jesús pide al Padre que consagre en la verdad a sus discípulos, que son enviados por el mundo a continuar su misión.

«Cuidar la verdad significa ser profetas en todas las situaciones de la vida, es decir, estar consagrados al Evangelio y ser testigos aun cuando haya que pagar el precio de ir contracorriente. A veces, nosotros cristianos buscamos un acuerdo, sin embargo, el Evangelio nos pide estar en la verdad y para la verdad, dando la vida por los demás. Y donde hay guerra, violencia y odio, ser fieles al Evangelio y constructores de paz significa comprometerse, también a través de las decisiones sociales y políticas, arriesgando la vida».

El Señor no necesita gente tibia

El Santo Padre insistió en que el Señor “nos quiere consagrados a la verdad y a la belleza del Evangelio, para que podamos testimoniar la alegría del Reino de Dios también en la noche oscura del dolor y cuando el mal parece más fuerte”.

“Hoy quiero llevar al altar del Señor el sufrimiento de su pueblo y rezar con ustedes para que Dios convierta los corazones de todos a la paz. Que la oración de Jesús nos ayude a cuidar la fe también en los momentos difíciles, a ser constructores de unidad, a arriesgar la vida por la verdad del Evangelio”

“Y no pierdan la esperanza. Jesús – concluyó el Papa – todavía hoy ruega al Padre e intercede por todos nosotros, para que nos cuide del maligno y nos libere del poder del mal”.

Cabe destacar asimismo que un sacerdote birmano manifestó, en nombre de sus compatriotas en Roma y en Myanmar, el inmenso agradecimiento al Santo Padre quien en estos últimos meses se refirió en diversas oportunidades a la situación de su país, instando a deponer las armas, utilizar el diálogo y construir la paz. Sin olvidar el viaje apostólico que Francisco realizó en 2017 a esta nación bajo el lema de «Amor y paz», y cuyos habitantes guardan en su corazón.

El Papa hace un llamamiento por la paz entre Israel y Gaza

Antoine Mekary | ALETEIA

El Santo Padre también expresa su dolor por los enfrentamientos entre árabes y judíos en ciudades israelíes y califica de "inaceptable" la matanza de niños

Un llamamiento sincero a las partes en conflicto y a quienes tienen la responsabilidad de detener el ruido de las armas, y una exhortación a rezar para que israelíes y palestinos busquen el camino de la paz. Tras el Regina Coeli, el Papa se detuvo en la dramática escalada de violencia en Oriente Medio:

Sigo con gran preocupación lo que ocurre en Tierra Santa. En estos días, los violentos enfrentamientos armados entre la Franja de Gaza e Israel han tomado el relevo y corren el riesgo de degenerar en una espiral de muerte y destrucción. Numerosas personas han resultado heridas y muchos inocentes han muerto. Entre ellos hay niños, y esto es terrible e inaceptable. Su muerte es una señal de que la gente no quiere construir el futuro, sino que quiere destruirlo.

Fraternidad en Israel herida

El Pontífice expresa su preocupación también por la escalada de tensiones en las ciudades israelíes:

Además, el crescendo del odio y la violencia que está envolviendo a varias ciudades de Israel es una grave herida a la fraternidad y a la convivencia pacífica entre los ciudadanos, que será difícil de curar si no hay una apertura inmediata al diálogo. Me pregunto: ¿a dónde llevarán el odio y la venganza? ¿Realmente creemos que podemos construir la paz destruyendo al otro? «En nombre de Dios, que ha creado a todos los seres humanos iguales en derechos, deberes y dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre sí» (cf. Documento de la Fraternidad Humana), hago un llamamiento a la calma y, a quienes tienen la responsabilidad de hacerlo, a detener el estruendo de las armas y a recorrer los caminos de la paz, también con la ayuda de la Comunidad Internacional.

El camino del diálogo

La exhortación es a rezar, especialmente por los niños que son víctimas del conflicto:

Recemos sin cesar para que israelíes y palestinos encuentren el camino del diálogo y del perdón, para ser constructores pacientes de la paz y la justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos. Recemos por las víctimas, especialmente por los niños; recemos a la Reina de la Paz por la paz. Ave María…

Otra noche más de violencia

Mientras tanto, ha sido otra noche de lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel y de duras incursiones de respuesta por parte del Estado judío. Un portavoz militar israelí afirma que desde el comienzo de la violencia se han lanzado 2.900 cohetes desde Gaza, de los cuales 1.150 han sido interceptados por las baterías antimisiles Cúpula de Hierro. Las sirenas han vuelto a sonar esta mañana en Ashkelon, Ashdod, Kiryat Malakhi y las ciudades circundantes del sur de Israel. El número de israelíes muertos por cohetes lanzados por Hamás ha aumentado a 10. La última víctima es un joven de 28 años alcanzado por la metralla de un cohete que cayó sobre su casa.

Decenas de víctimas en Gaza

Durante las incursiones nocturnas de Israel contra edificios de Gaza, murieron 26 personas, entre ellas 8 niños, y los heridos son más de 50. Así lo informa la agencia de noticias palestina Maan, según la cual una familia entera fue exterminada por las bombas. En una semana en Gaza, 174 palestinos han perdido la vida y 1.200 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad de Hamás citado por los medios de comunicación. Golpeó, informa Israel, la casa del jefe de la oficina política de Hamás, Yahya Sinwar. Además, según las estimaciones del ejército israelí, la Franja de Gaza debería permanecer hoy sin electricidad. Se quedarán sin existencias de combustible para alimentar los generadores durante el día.

La labor de la diplomacia

Esta mañana ha comenzado la reunión del Gabinete de Seguridad del gobierno israelí, en la que se ha tratado la situación con la Franja y los próximos pasos a dar. Mientras tanto, Hady Amr – enviado del presidente estadounidense Biden – comenzó su ronda de reuniones viéndose con el ministro de Defensa Benny Gantz, su objetivo es una desescalada del conflicto. El mismo objetivo para el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, que ha convocado una cumbre extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores de la UE el martes para abordar «la actual escalada entre Israel y Palestina y el inaceptable número de víctimas civiles».

«Fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios» (Mc 16,19).

Reflexión en la Solemnidad de la Ascención Ciclo B

«Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios» (Mc 16,19).

Celebramos hoy una de las grandes Solemnidades del año litúrgico, la Solemnidad de la Ascensión del Señor, en la que el Señor viene con una Palabra de Vida y de Salvación y en la que la misma Solemnidad da testimonio del Mensaje que el Señor no cesaba de repetir durante su vida pública: «El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado» (Mt 23,11-12).

Así, el primer mensaje que revela el Señor hoy nos conduce a la Epístola a los Filipenses: «El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.

Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre» (Flp 2,6-11). Así, hoy se manifiesta Jesucristo como el Señor: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra» (Mt 28,18), de la misma forma en que recuerda Pedro: «Por medio de la Resurrección de Jesucristo, que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los Ángeles, las Dominaciones y las Potestades» (1 Pe 3,21-22).

De ese modo, teniendo rectitud de intención y aliándonos con Cristo en el combate contra el maligno y sus secuaces, la victoria está asegurada: «Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.» (Sal 110,1). Así, tal y como se nos dice en la epístola a los Hebreos: «También nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está sentado a la diestra del trono de Dios» (Hb 12,1-2).

Pero además de la idea que transmite el Señor hoy de que es Señor y que le ha sido dado todo poder, el Señor expresa también un mensaje de esperanza y alegría, tal y como nos dice San Pablo en la segunda lectura: «No ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente, iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él, cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos» (Ef 1, 16-18).

Porque si Cristo está ya en el Cielo, como Cabeza de la Iglesia, nos invita a vivir, tal y como manifestaba en los domingos anteriores, UNIDO A ÉL, por medio de la oración, de los sacramentos, sobre todo el de la Reconciliación y la Eucaristía, a través de la escucha de su Palabra. «Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra» (Col 3,1-2).

Así, mientras rezo con esta Palabra resuenan en mi corazón las también palabras de San Pablo: «Por tanto, amados míos, huid de la idolatría» (1 Co 10,14). Hace la invitación el Señor a responder con honestidad y seriedad al Presidente de la Celebración Eucarística cuando diga: «Levantemos el corazón»; a poner nuestro corazón verdaderamente en el Señor y poder decir con nuestra vida: «Lo tenemos levantado hacia el Señor», porque dónde esté nuestro tesoro allí estará nuestro corazón (Mt 6,21).

Porque el Señor tiene una morada en el Cielo para cada uno de nosotros, y sería una pena despreciarla por un plato de lentejas (Gn 25,29-34). Así, el que el Señor tenga preparada una morada para cada uno de nosotros es un motivo para estar alegres y agradecidos en el día de hoy: «En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros» (Jn 14,2-3).

Pero también en este día vienen a mi mente unas palabras de nuestro querido Papa Emérito S.S. Benedicto XVI, que decía lo siguiente: «La auténtica ascensión del ser humano tiene lugar precisamente cuando, entregándose humildemente a los demás, aprende a humillarse, a inclinarse a los pies, como hizo Jesús en el lavatorio. La humildad capaz de inclinarse es precisamente la que lleva al hombre hacia arriba». Amén. Feliz Domingo. Feliz Solemnidad de la Ascensión.

Su presencia en nuestras vidas

Meditación al Evangelio 16 de mayo de 2021 (audio)

Un cielo diferente

Cuando era pequeño imaginaba la Ascensión de Jesús como un irse elevando hasta perderse en medio de las nubes y terminar sentado en las alturas. Poco a poco he ido entendiendo que el cielo no tiene por qué estar arriba, junto a las estrellas, que hay mucho más que materia en ese nuevo mundo, y que este “cielo” de Jesús está lejos de los viajes espaciales y más allá de las galaxias. El cielo del que nos habla Jesús está más allá del tiempo, de las medidas, de las distancias y de los espacios. El cielo del que nos habla Jesús se resume en un habitar en el amor del Padre y en moradas de amor eterno junto a la Santísima Trinidad. La forma en que se nos describe la Ascensión de Jesús a los cielos tiene estilo y modo bíblico para dar a conocer el honor y la exaltación a Jesús Resucitado. Se confiesa así la inmortalidad de Cristo y su influencia y poder en la historia humana como Hijo del Hombre. Es reconocer que el mismo Cristo, que se abajó para hacerse uno de nosotros, ahora es reconocido y adorado como Hijo de Dios y que nos invita a participar de esa vida y plenitud.

Ascensión y mandato

La ascensión no es alejamiento o simple despedida, sino el comienzo de un nuevo modo de presencia del Señor y está vinculada al comienzo de la actividad evangelizadora universal de los discípulos. Ascensión y misión aparecen estrechamente unidas porque el Señor exaltado participa, coopera y trabaja activamente en la nueva evangelización. El triunfo del Señor conlleva el aliento para evangelizar: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura”. Mandamiento que ha de ser entendido no tanto como una consigna que pasa por encima de las situaciones históricas, sino como una fuerza de vida que brota de la comunidad creyente al unirse a su pastor. Evangelizar es llenarse del mismo espíritu de Cristo que humaniza, acompaña, escucha, alienta y da vida.

Humanizar

Esta misión de evangelizar tiene como tarea primera hacer más humana y digna la vida de las personas. Busca transformar las estructuras injustas  y opresoras, en servicio y convivencia fraterna. Por eso está muy claro el primer mandato y señal que nos propone Jesús: “arrojar demonios en su nombre”. De la misma forma que lo hizo Jesús, sus discípulos deberán expulsar de su vida y de la vida de la comunidad, los demonios que oprimen el corazón y hacen vivir en la miseria humana. Hoy, al igual que ayer, el anuncio de la buena noticia va acompañado de signos liberadores. Si no hay signos que  nos hagan sentir y experimentar realmente el evangelio, éste pierde su identidad, se desvirtúa y deja de ser noticia.

Es imprescindible experimentar en nosotros la liberación para transmitir a otros el anuncio de Jesús. Y demonios hay, y muchos, en nuestro mundo: la corrupción, la venta de personas, la mentira, el engaño, la ambición, la injusticia, el hambre y la extrema pobreza. Son demonios contra los que tendrá que luchar todo cristiano. No puede quedarse tranquilamente durmiendo con estos demonios en su conciencia.

Por todo el mundo a toda creatura

La ascensión de Jesús si bien implica un profundo meditar y profundizar la grandeza del triunfo del Señor, no puede propiciar un encerrarse en uno mismo y crear una relación sólo y exclusivamente con Dios, pues el Señor nos invita siempre a salir. Tenemos el mandato de abrir el corazón y las puertas, de darnos cuenta de todo lo que hay a nuestro alrededor. Salir de nosotros y mirar nuestro mundo como lo miraría Jesús. Encontrar a todos los que claman, gritan y luchan por una nueva forma de vivir, y ofrecerles la esperanza que nos ha dado Jesús. Mirarlo y recorrerlo todo, contemplar el mundo con sus silencios y sus gemidos angustiosos, con sus decepciones y sus caídas, con sus anhelos no cumplidos y proponer la Buena Nueva. Ser portadores de evangelio. Hablar el nuevo lenguaje que hemos aprendido de Jesús. Un lenguaje que va más allá del egoísmo y del autoritarismo, un lenguaje que habla de servicio y esperanza. Un lenguaje que habla sobre todo de amor. Entonces no temeremos ni serpientes ni venenos, ni oposiciones ni discriminaciones, porque el Señor Jesús supera todas las barreras y acerca a todos los distantes.

La ascensión del Señor es una nueva presencia de Jesús en medio de nosotros que despierta la esperanza, que nos lanza a una activa construcción del Reino Nuevo, que implica que para participar de la vida divina debemos alcanzar la plenitud de la vida humana, de todo el hombre y de todos los hombres. Es sentir la presencia de Jesús que en medio de nosotros continúa actuando, construyendo y amando. La tierra es el único camino para llegar al cielo ¿Cómo estamos cumpliendo el mandato de Jesús?

Llena, Señor, nuestro corazón de gratitud y de alegría por la gloriosa ascensión de tu Hijo, ya que su triunfo es también nuestra victoria, pues a donde llegó Él, nuestra cabeza, tenemos la esperanza cierta de llegar nosotros, que somos su cuerpo. Amén.

¿Nos ha abandonado Jesús?

Sr Amata CSFN

¿Y si la presencia de una persona tuviera más fuerza incluso después de su muerte que en vida?

Paradójicamente, después de la Ascensión, el Señor Jesús está más cerca de nosotros porque no se limita a un solo lugar.

Está presente en todas las iglesias en el Sagrario, en la Eucaristía que recibimos, en la Palabra de Dios, y nos da el Espíritu Santo.

Galería fotográfica

Nos acompaña constantemente, como nos aseguró en las últimas palabras que pronunció antes de su ascensión.

Fidelidad

Estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se alejen de Jerusalén” (Hechos 1,4). Literalmente el texto griego dice:

“Mientras comían juntos la sal, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén”.

Esto es una alusión al pacto de la sal del Antiguo Testamento y de la cultura de Oriente Medio.

Las personas que consumían la sal juntas estaban declarando su lealtad y su camino común.

Vayan por todo el mundo (Marcos 16, 15) 

Sr Amata CSFN

El papa Francisco les dijo a los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de 2016 en Cracovia:

“Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados y menos pensados”.

Y yo, ¿ya me he levantado del sofá y me he puesto las zapatillas deportivas?

Predicar con palabras, con el ser, con la vida,…

Prediquen el Evangelio a toda creatura (Marcos 16, 15)

Una vez san Francisco de Asís y sus hermanos salieron a predicar el Evangelio. Recorrieron toda una ciudad sin proclamar una sola palabra.

Cuando un hermano le preguntó cuándo finalmente iban a predicar, san Francisco le respondió que ya lo habían hecho. “¡Predicad siempre el Evangelio, y si es necesario, también con palabras!”, decía.

Sr Amata CSFN

Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes (Marcos 16, 20) .

No hay límite para la predicación del Evangelio. Se proclama en todas partes y a toda criatura. En todas partes significa también en el lugar de trabajo, entre amigos, en la familia.

Jesús sigue estando con nosotros

Y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían (Marcos 16. 20)

Jesús es fiel a la alianza de la sal. Él está con nosotros en todo momento y trabaja con nosotros.

También hoy nos da señales de su ayuda. Sólo tenemos que estar abiertos para verlas y agradecer al Señor Jesús.

El lugar de la Ascensión

En la cima del Monte de los Olivos, donde tuvo lugar la Ascensión de Jesús, hay una pequeña capilla octogonal que data de la época de las Cruzadas.

Sr Amata CSFN

Tras la derrota de los cruzados en Tierra Santa, en 1198, la capilla pasó a manos de los musulmanes, y así permanece hoy.

Sr Amata CSFN

La transformaron en mezquita y le añadieron una cúpula.

Sr Amata CSFN

Según la tradición, cuando Jesús ascendió al cielo, tocó el suelo y la marca de su pie quedó en la roca. El lugar es un signo visible de una realidad intocable.

Sr Amata CSFN

La piedra del interior de la capilla nos recuerda que Jesús está, paradójicamente, más cerca de nosotros de lo que creemos. Nos acompaña en la tierra, aunque haya subido al cielo.

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