¿Cómo seguir a Cristo?
- 25 Mayo 2021
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Memoria Litúrgica, 25 de mayo
Presbítero y Doctor de la Iglesia
Martirologio Romano: San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia, el cual, servidor de Cristo desde la edad de ocho años, pasó todo el tiempo de su vida en el monasterio de Wearmouth, en Northumbria, en Inglaterra. Se dedicó con fervor en meditar y exponer las Escrituras, y entre la observancia de la disciplina regular y la solicitud cotidiana de cantar en la iglesia, sus delicias fueron siempre estudiar, o enseñar, o escribir († 735).
Etimológicamente: Beda = Aquel que es un buen guerrero, es de origen germánico.
Breve Biografía
El nombre de Beda o Baeda en lengua sajona quiere decir oración. San Beda, “padre de la erudición inglesa” como lo definió el historiador Burke, murió a los 63 años en la abadía de Jarrow, en Inglaterra, después de haber dictado la última página de un libro suyo y de haber rezado el Gloria Patri. Era la víspera de la Ascensión, el 25 de mayo del 735. Cuando sintió que se acercaba la muerte, dijo: “He vivido bastante y Dios ha dispuesto bien de mi vida”.
Beda nació en el año 672 de una modesta familia obrera de Newcastle y recibió su formación en dos monasterios benedictinos de Wearmouth y Jarrow, en donde fue ordenado a los 22 años.
Las dos más grandes satisfacciones de su vida las condensó él mismo en tres verbos: aprender, enseñar, escribir. La mayor parte de su obra de escritor tiene su origen y finalidad en la enseñanza. Escribió sobre filosofía, cronología, aritmética, gramática, astronomía, música, siguiendo el ejemplo de san Isidro. Pero san Beda es ante todo un teólogo, de estilo sencillo, accesible a todos.
Se le presenta como uno de los padres de toda la cultura posterior, influyendo, por medio de la escuela de York y la escuela carolingia, sobre toda la cultura europea. Entre los monumentos insignes de la historiografía queda su Historia eclesiástica gentis Anglorum, que le mereció ser proclamado en el sínodo de Aquisgrana, en el 836, “venerabilis et modernis temporibus doctor admirabilis”. Le gustaba definirse “historicus verax”, historiador veraz, consciente de haber prestado un servicio a la verdad.
Terminó su voluminosa obra histórica con esta oración: “Te pido, Jesús mío, que me concediste saborear con delicia las palabras de tu sabiduría, concederme por tu misericordia llegar un día a ti, fuente de sabiduría, y contemplar tu rostro”. El Papa Gregorio II lo había llamado a Roma, pero Beda le suplicó que lo dejara en la laboriosa soledad del monasterio de Jarrow, del que se alejó sólo por pocos meses, para poner las bases de la escuela de York, de la que después salió el célebre Alcuino, maestro de la corte carolingia y fundador del primer estudio parisiense.
Después de haber dictado la última página de su Comentario a san Juan, le dijo al monje escribano: “ahora sosténme la cabeza y haz que pueda dirigir los ojos hacia el lugar santo donde he rezado, porque siento que me invade una gran dulzura”. Fueron sus últimas palabras.
Lo dejamos todo para seguirte
Santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31. Martes después de Pentecostés
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Padre Misericordioso, dame la fuerza para permanecer junto a ti en fidelidad.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 28-31
En aquel tiempo, Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”.
Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros”.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La liturgia de hoy enseña que la generosidad de Dios supera la generosidad del hombre. Generosidad que se hace patente ante la impulsividad de Pedro que dice que han dejado todo por seguir a Jesús; la respuesta inmediata, clara y sencilla de Jesús que dice que quien ha dejado todo por Él recibirá cien veces más de lo que deja y, en el futuro, la vida eterna.
Dejar todo y seguir a Cristo no es fácil, pero la retribución es insuperable. Ahora la pregunta a resolver es, ¿cómo seguir a Cristo? La respuesta es simple, vive a plenitud lo que Él te ha llamado a ser, padre, madre, hija (o), religiosa, sacerdote, etc. Tendrás momentos difíciles, habrá lágrimas y sufrimiento, pero será pasajero; podrás sentir que caminas en la oscuridad, pero Él te lleva de la mano; ánimo la vida eterna te espera.
Que aprendas y te dejes guiar por san José y la Virgen María, quienes dejaron todo por Dios y hoy gozan de seguir cerca de Él.
«El santo es precisamente aquel hombre, aquella mujer que, respondiendo con alegría y generosidad a la llamada de Cristo, lo deja todo por seguirlo». (Benedicto XVI, Homilía, 15 de octubre de 2006).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy cumpliré mis deberes de estado lo mejor que pueda.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Hacia una Pastoral de la ternura en el camino del seguimiento del Señor
La ternura es sobreabundancia del amor compartido, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva
Desde el punto de vista antropológico, la ternura forma parte fundamental del ser humano como oferta y como demanda, es decir, por un lado, está inscrita en lo más profundo de cada ser humano, capaz de ofrecer ternura, pero por otro lado, es una necesidad básica, de la cual la persona no puede prescindir porque no llegaría a vivir su humanidad en toda su plenitud. La ternura es sobreabundancia del amor compartido, por el puro placer-gusto de compartirlo, pero también como respuesta que ofrece cuando se ve desafiado por la fragilidad o el peligro del otro, es el amor que abraza, envuelve, protege y salva. Esta ternura abrazadora, envolvente, protectora y salvífica es la quintaesencia del Dios creador, liberador y salvador, que se ha revelado eternamente a la humanidad, de la cual, los escritos bíblicos dan testimonio. Así pues, sabiendo que Jesús es la plenitud de la revelación que Dios hace de sí mismo al ser humano, es lógico deducir que en Él, la ternura divina se manifiesta en toda su plenitud, y además, que heredó este legado humano-divino de salvación a la comunidad de creyentes, a la Iglesia.
Jesús de Nazareth: Sacramento de la ternura entrañable de Dios
Cuando uno se acerca al Nuevo Testamento puede descubrir que los evangelios son la revelación de a ternura entrañable de Dios para con ser humano. La ternura que se hace epifanía en el corazón palpitante y acogedor de Jesús; un corazón sensible, capaz de ternura solidaria, de compasión, de benevolencia y de amistad gratuita para con todos los seres humanos, pero de manera preferencia) para con los excluidos, Como bien afirma Carlo Rocchetta: “La ternura de Jesús revela cuanto más de humano existe en Dios y cuanto más de divino existe en el hombre”.
A partir del Evangelio de Lucas. González de Cardedal expresa que la encarnación de Jesús en la historia humana es fruto de las entrañas de ternura de Dios. Es ahí en sus entrañas, en su seno -lugar donde el amor hace surgir la vida-, donde se gestó la encarnación de su Hijo: "Jesús es retoño de las entrañas de nuestro Dios", es el vástago de David que visitará al ser humano para iluminar sus tinieblas, trayéndole la ternura de Dios y con ella la misericordia y el perdón (Lc 1,78). En Jesús, Dios ha visitado a su pueblo; toda su vida compartida a través de su mensaje y de los milagros es un signo de la llegada de su Reino, es decir, de la entrañable misericordia que restituye la plenitud humana a los excluidos. Dios se manifiesta en Jesús devolviendo su rostro humano a la sociedad, y la sociedad se transforma y humaniza en la medida en que se acerca al Dios de la ternura que es el mismo Dios del Reino.
Así pues, la ternura representa la práctica amorosa y entrañable de Jesús, su empatía y simpatía con por y para el otro. Ella es la envoltura del amor, el clima de atención y efusión afectiva indispensable para que el amor pueda manifestarse, realizarse y experienciarse en toda su profundidad. De ahí que, la entrañable opción por los excluidos de su tiempo -publicanos, prostitutas, endemoniados, enfermos, ciegos, leprosos, pecadores, paganos, extranjeros, mujeres, viudas, niños, pobres, ricos, enemigos, malhechores, traidores, criminales- sea una de las experiencias más significativas y uno de los datos más verificados del actuar histórico de Jesús. Todos ellos son interlocutores de su ternura entrañable.
Siendo fiel a su experiencia de Hijo amado, es decir, entrañado, querido, abrazado acariciado por su Abbá, Jesús hace de la ternura entrañable la razón de su existencia; vive del amor, en el amor y para el amor. No es pues casual que uno de los rasgos más típicos de su actuación sea la compasión: una compasión que se convierte en desvelamiento visible de la ternura divina que es, además, uno de los contenidos fundamentales de su mensaje y la fuerza constitutiva de su misión (DM 3). Un Mesías que asume toda su humanidad para darla y compartirla con todas las gentes. En este sentido Sanders observa que entre los elementos más ciertos de la tradición, destaca la provocativa simpatía de Jesús hacia los pecadores y su solidaridad hacia los excluidos. Todos encontraban en Él sin duda, un horizonte de futuro. Jesús llamaba a los pecadores y, al parecer, frecuentaba sus hogares y su compañía para ofrecerles su amistad mientras eran todavía pecadores´. Refiriéndose a este actuar histórico de Jesús, Rocchetta señala:
La plena humanidad de Jesús lleva históricamente consigo una plena asunción de los sentimientos humanos, en particular de la ternura como acto afectuoso, como vivencia orientada a la «benevolencia» y a la piedad... Cada vez que los evangelios se refieren a la «compasión» de Jesús remiten a un sentimiento, a un modo de sentir experimentado realmente por él, encarnado en primera persona, a una aproximación suya a los necesitados, con todo lo que esto implica en el plano de la participación y de la disponibilidad al servicio hasta la entrega de la misma vida”.
El carisma de Santo Domingo inspiración para llegar a las periferias
Carta del Santo Padre a Fray Gerard Francisco Timoner, O.P., Maestro General de la Orden de Predicadores.
“Ojalá que la celebración del Año Jubilar derrame abundantes gracias sobre los Frailes Predicadores y sobre toda la Familia dominica, e inaugure una nueva primavera del Evangelio. Con gran afecto, encomiendo a todos los que participan en las celebraciones jubilares a la amorosa intercesión de Nuestra Señora del Rosario y de vuestro patriarca Santo Domingo”, lo escribe el Papa Francisco en la Carta dirigida a Fray Gerard Francisco Timoner, O.P., Maestro General de la Orden de Predicadores, con motivo del VIII Centenario de la muerte de Santo Domingo de Caleruega.
Gracias por la fecundidad espiritual de ese carisma y misión
En la misiva, el Santo Padre subraya que, entre los títulos atribuidos a santo Domingo destaca el de "Predicador de la Gracia" por su consonancia con el carisma y la misión de la Orden que fundó. “En este año, en el que se celebra el octavo centenario de la muerte de santo Domingo – afirma el Papa – me uno con agrado a los Frailes Predicadores para dar gracias por la fecundidad espiritual de ese carisma y de esa misión, que se manifiesta en la rica variedad de la familia dominica a lo largo de los siglos”
Domingo respondió a la urgente necesidad de su tiempo
El Papa Francisco citando la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate” señala que, Domingo respondió a la urgente necesidad de su tiempo no sólo de una predicación del Evangelio renovada y vibrante, sino también, igualmente importante, de un testimonio convincente de sus llamadas a la santidad en la comunión viva de la Iglesia. En el espíritu de toda auténtica reforma, trató de volver a la pobreza y la sencillez de la primitiva comunidad cristiana, reunida en torno a los apóstoles y fiel a sus enseñanzas. Al mismo tiempo, su celo por la salvación de las almas le llevó a constituir un cuerpo de predicadores comprometidos cuyo amor por la página sagrada y la integridad de la vida pudiera iluminar las mentes y calentar los corazones con la verdad vivificante de la palabra divina.
Domingo puede servir de inspiración a todos los bautizados
En nuestro tiempo, señala el Pontífice, caracterizado por grandes transformaciones y nuevos desafíos a la misión evangelizadora de la Iglesia, Domingo puede servir de inspiración a todos los bautizados, llamados, como discípulos misioneros, a llegar a todas las "periferias" de nuestro mundo con la luz del Evangelio y el amor misericordioso de Cristo. Hablando de las líneas temporales perennes de la visión y el carisma de Santo Domingo, el Papa Benedicto XVI nos recordaba que "en el corazón de la Iglesia debe arder siempre un fuego misionero".
Su testimonio de la misericordia fuente de inspiración
Asimismo, el Papa Francisco subraya la gran vocación de Domingo que era predicar el Evangelio del amor misericordioso de Dios en toda su verdad salvadora y su poder redentor. “Su testimonio de la misericordia de Cristo y su deseo de llevar el bálsamo que cura a los que vivían en la pobreza material y espiritual inspirarían más tarde la fundación de vuestra Orden y darían forma a la vida y al apostolado de innumerables dominicos en diferentes tiempos y lugares”. La unidad de la verdad y la caridad encontró quizás su máxima expresión en la escuela dominica de Salamanca, y en particular en la obra de Fray Francisco de Vitoria, que propuso un marco de derecho internacional enraizado en los derechos humanos universales. Esto, a su vez, proporcionó la base filosófica y teológica para el compromiso heroico de los frailes Antonio Montesinos y Bartolomé de Las Casas en América, y Domingo de Salazar en Asia, para defender la dignidad y los derechos de los pueblos nativos.
Los Capítulos, una forma de gobierno inclusivo
El celo de Santo Domingo por el Evangelio y su deseo de una vida auténticamente apostólica, afirma el Papa, le llevaron a subrayar la importancia de la vida en común. “Este ideal de fraternidad encontraría su expresión en una forma de gobierno inclusiva, en la que todos participaran en el proceso de discernimiento y toma de decisiones, de acuerdo con sus respectivas funciones y autoridades, a través del sistema de capítulos a todos los niveles”. Este proceso "sinodal" permitió a la Orden adaptar su vida y su misión a contextos históricos, siempre cambiantes, manteniendo la comunión fraternal.
El apostolado intelectual ha estimulado el encuentro entre fe y razón
Finalmente, el Santo Padre indica que, en el jubileo del nacimiento de santo Domingo a la vida eterna, quiero expresar de manera especial mi gratitud a los Frailes Predicadores por su extraordinaria contribución a la predicación del Evangelio a través de su exploración teológica de los misterios de la fe. “El apostolado intelectual de la Orden, sus numerosas escuelas e institutos de estudios superiores, su cultivo de las ciencias sagradas y su presencia en el mundo de la cultura han estimulado el encuentro entre la fe y la razón, alimentado la vitalidad de la fe cristiana y promovido la misión de la Iglesia de atraer las mentes y los corazones hacia Cristo”. También en este sentido no puedo sino renovar mi gratitud por la historia de la Orden de servicio a la Sede Apostólica, que se remonta al propio Domingo.
Durante mi visita a Bolonia hace cinco años, tuve la bendición de pasar unos momentos de oración ante la tumba de santo Domingo. Recé de manera especial por la Orden de Predicadores, implorando para sus miembros la gracia de la perseverancia en la fidelidad a su carisma fundacional y a la espléndida tradición de la que son herederos. Agradeciendo al santo todo el bien que sus hijos e hijas hacen en la Iglesia, pedí, como don especial, un aumento considerable de las vocaciones sacerdotales y religiosas.
Segundo Dogma: La Virginidad de María
Catequésis del Papa Juan Pablo II sobre la Virginidad de María.
La Virginidad de María, verdad de fe
Catequesis de SS Juan Pablo II. Vaticano, 10 de julio de 1996
El propósito de la Virginidad de María
Catequesis de SS Juan Pablo II. Vaticano, 24 de Julio 1996.
La concepción virginal de Jesús
Catequesis de SS Juan Pablo II. 31 de Julio 1996.
María, modelo de Virginidad en la Iglesia
Catequesis de SS Juan Pablo II. Vaticano, 7 Agosto 1996.
María, siempre Virgen
Catequesis de SS Juan Pablo II. Vaticano, 28 de Agosto 1996
Treinta días de oración a la Reina del Cielo.
Flores del 21 al 25 mayo
Devoción a la Virgen a lo largo del mes de mayo con audio
Flor del 21 de mayo: María en la Resurrección
Meditación: María en la soledad, María en el dolor esperaba en la Resurrección la promesa del Señor. Ella era dueña de toda fortaleza, con su Corazón enllagado esperaba el cumplimiento de lo por su Hijo anunciado. No tenia una fe débil, como la de los apóstoles, Ella creía que su Hijo resucitaría. En el dolor, la esperanza…en el dolor, la fe…en el dolor, sólo buscarlo a El. Oh alma mía, si alguna vez te agobia el peso de la cruz, confía en las delicias de la Divina Bondad, que Ella te consolará, te abrazará, te hará esperar segura de que Dios jamás te abandonará y te la hará más llevadera, anticipando los regalos eternos que se nos reservan en el Paraíso.
Oración: ¡María fortaleza de toda agonía, María esperanza mía!, fortaléceme en la fe y en la esperanza también, seguro de que al Rey me haréis ver. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Meditar y hallar el dolor y el temor de este día, y entregarlo a María confiado en que será Ella la que intercederá ante su Hijo para que El se haga cargo de nuestra vida.
Flor del 22 de mayo: María esperando el Espíritu Santo
Meditación: Reunida en Jerusalén, María aguardaba junto a los apóstoles la venida del Espíritu Santo, y lo hacia orando. Ella, que tenía en sí la plenitud de todos los Dones, se refugió en el apostolado, en piadoso retiro para unir su oración a la de los apóstoles. “A cada cual ha dado Dios cargo de su prójimo” dice el apóstol. La oración y el amor nos señalan a Dios como signo de vida interior y santificación, darse por los demás y orar, por los vimos y muertos, por los justos y pecadores, por los conocidos y los que nunca hemos visto, por los que te quieren bien y te quieren mal. ¡Ora y a Dios escucharás!.
Oración: ¡Oh María, la que en Dios siempre confía, oh María, Reina mía!, alcánzame el don de la piedad y enséñame a todo dar, para así con Dios hablar. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Borrar el propio ego, vaciarse interiormente y preparar nuestra alma para que sea un refugio en el que pueda anidar el Espíritu Santo.
Flor del 23 de mayo: María, la alegría del Pentecostés
Meditación: El gran día del Pentecostés llegó y el Espíritu Divino descendió cubriendo a todos con el Fuego del Amor y la Purificación, de Dones los llenó y María llena de alegría vio a los discípulos de su Divino Hijo así bendecidos. Espiritual alegría debe tener toda alma, cuando vea descender Gracias del Cielo sobre sus hermanos, anticipando para Gloria de Dios y bien de la Iglesia, la gran Fiesta.
Oración: ¡Oh Virgen Santa, Madre de alabanza, que descienda sobre todos tus hijos el Espíritu Divino, para que seamos guiados por El y veamos al Rey!. Amén.
Repetir tres veces: Ven Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu Amadísima Esposa, ven.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Invocar a través del Inmaculado Corazón de María, Esposa del Espíritu Divino, la venida del Santo Espíritu sobre nosotros.
Flor del 24 de mayo: María Auxiliadora de los Cristianos
Fiesta de María Auxiliadora
Meditación: “Todos estaban unidos, insistiendo en la oración, con María la Madre de Jesús” (Hechos 1,14). María siempre ha estado presente en todas las persecuciones de la Iglesia, por su ayuda en Lepanto protegió milagrosamente a toda la cristiandad, incluyéndola San Pío X en las Letanías. También es el auxilio de la Iglesia del silencio, ya que todo cristiano fiel “padecerá persecución” (Segunda carta a Timoteo 3,12), pero “de los perseguidos por causa de la Justicia es el Reino de los Cielos” (Mateo 5,10). ¿Defendemos a Cristo y Su Doctrina con la voz, con el corazón y con nuestra labor, o sólo tenemos un corazón tibio y poco digno?. Seamos soldados valientes, enamorados de Jesús y María, quien como Capitana nos defenderá con la Espada de la Justicia y el Manto de la Verdad. Y a través de Ella el Espíritu con Sus Alas nos cubrirá y nada nos pasará.
Oración: ¡Oh María auxilio de los cristianos!, cúbrenos con tu Manto de toda amenaza física y espiritual, para así poder luchar por la Patria Celestial. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Auxiliar a un hermano cercano que esté en dificultad física o espiritual, dando testimonio mediante ésta obra de misericordia de la fe en Cristo a través de Su Madre.
Flor del 25 de mayo: María, refugio de los pecadores
Meditación: Yo pecador, yo que me olvido de Dios, yo que no llevo Su Voz y no doy amor, ¿por qué reclamo obtendré los favores del Señor?. Les puedo responder que por los de la Madre del Juez, ya que la Santa Palabra nos señala “si alguno peca, tenemos un intercesor, ante el Padre: Jesucristo” (Primera carta de Juan 2,1), y El nos dejó Su Madre Santa como Abogada para defender a sus hijos del enemigo y evitar el martirio eterno de no ver el Cielo. Toda alma esforzada que busca este Santo Refugio será protegida y enriquecida conservando la verdadera Vida.
Oración: María refugio de los pecadores, Madre de los confesores, llena de misericordia, escóndenos en tu Corazón para que sólo seamos fieles a vos y al Señor. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Realizar una buena confesión con el firme propósito de llegar a la pureza y humildad de María, para fortalecerme en Ella y no volver a caer.
Abejas o escarabajos
¿Cómo actúo cuando me entero de la falta de un hermano?
La indulgencia es una virtud de mucha importancia, pero bastante difícil en la vida en comunidad. La indulgencia con las faltas de los hermanos, se traduce en perdonarlas, expiarlas, comprenderlas, ignorarlas. El Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, explica: la comunidad no es sólo gracia condensada, sino también pecado original condensado. El realismo cristiano nos indica, entonces, que los grupos humanos no son solamente una comunidad de santos, sino también una comunidad de pecadores.
Y cuando me entero de la falla de un hermano, la tentación es muy grande de criticarlo enseguida o en forma indebida (a sus espaldas). Es en estos momentos en que tenemos que cuidar nuestra lengua. Si quieren examinar si han tomado en serio el amor entre ustedes, en este punto pueden verificarlo. Y tenemos los criterios cuando se trata de criticar a un hermano ausente:
1. A sus espaldas yo digo sólo aquello que diría también en su presencia.
2. A sus espaldas yo digo sólo aquello que quisiera que se diga de mí en un caso semejante.
Ahora, ¿cómo debo actuar, cómo debo comportarme cuando descubro faltas y deficiencias en los hermanos? El P. Kentenich propone dos actitudes y un método práctico.
¿Cuáles son esas dos actitudes?
1. Tenemos que considerar las miserias humanas como algo evidente. Porque todos somos seres cargados con el lastre del pecado original. Esto no lo debemos ni lo podemos olvidar nunca. Es natural que yo tenga faltas. Es natural que también mis hermanos tengan fallas. Y así como tengo que soportar diariamente mis propios defectos y limitaciones, así he de aguantar también las debilidades ajenas.
2. Siendo así la situación del hombre, debemos, en segundo lugar, acercarnos al hermano que falla con mucha benevolencia. Nadie de nosotros es juez, ni de vivos ni de muertos.
Benevolencia es un cierto disimulo que parece no ver ciertas deficiencias notables. Es todo lo contrario de aquella triste perspicacia que tienen algunos para ver defectos ocultos. Benevolencia presupone también una cierta ingeniosidad para descubrir el oro en cada uno. Y, en cada uno de nosotros hay cantidades de lingotes de oro. Sólo precisamos un sentido para descubrir lo bueno en el hermano.
Y entonces el Padre Kentenich hace una comparación: no debemos ser como el escarabajo. El escarabajo puede pasar por los manjares más ricos y delicados, pero no le interesan. Busca sólo los desperdicios, lo descompuesto. Nosotros debemos ser como la abeja. Ella revolotea por todas partes, pero sólo se detiene en el néctar.
El método práctico cuando descubro en un hermano un defecto
1. Debo preguntarme: ¿acaso no tengo yo el mismo defecto? Y muchas veces tendré que contestar que lo tengo. Tal vez se manifieste de manera diferente. O tal vez no tenga la misma falla, pero he de reconocer que tengo otras y aún mayores que mi hermano.
2. En segundo lugar, antes de llamarle la atención al hermano, debo tratar de vencer en mí mismo ese defecto. Debo esforzarme en ese campo, al menos durante un cierto tiempo.
Y después de haber cumplido con esas dos condiciones, puedo hablar con mi hermano y decirle mi crítica. Podré ser más objetivo, y el modo de llamarle la atención necesariamente será más cuidadoso, moderado y digno.
Preguntas para la reflexión
1. ¿Tenemos mentalidad de escarabajo o de abeja?
2. ¿Hablo en ausencia de los demás?
3. ¿Me es fácil ver lo positivo de los demás?
PRECES
A Jesús, que ha prometido permanecer junto a nosotros hasta el final de los tiempos, le decimos:
R/MSeñor, acoge la oración del pueblo que te suplica.
Tú que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo,
– danos tu gracia para que permanezcamos siempre en tu amor.MR/
Tú que has hecho de nosotros templos del Espíritu Santo,
– mantén puros nuestros corazones para que nuestras obras te sean agradables.MR/
Tú que miras con bondad a todos los hombres,
– acércate a los que caminan tristes y a los que viven desorientados.MR/
Tú que eres fiel a tus promesas para siempre,
– ayúdanos a permanecer fieles a ti a lo largo de este día.MR/
Tú que has prometido el ciento por uno a los que lo dejan todo para seguirte,
– bendice a los que dedican su tiempo y energía al anuncio del evangelio.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
ORACIÓN
Aumenta, Señor, nuestra fe, para que la alabanza que sale de nuestros labios vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.