Dar su vida en recate por todos
- 27 Mayo 2021
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Felipe Neri, Santo
Memoria Litúrgica, 26 de mayo
Apóstol de Roma
Martirologio Romano: Memoria de san Felipe Neri, presbítero, que, consagrándose a la labor de salvar a los jóvenes del maligno, fundó el Oratorio en Roma, en el cual se practicaban constantemente las lecturas espirituales, el canto y las obras de caridad, y resplandeció por el amor al prójimo, la sencillez evangélica y su espíritu de alegría, el sumo celo y el servicio ferviente de Dios († 1595).
Fecha de beatificación: 11 de mayo de 1615 por el Papa Pablo V
Fecha de canonización: 12 de marzo de 1622 por el Papa Gregorio XV
Etimológicamente: Felipe = Aquel que es amigo de los caballos, es de origen griego.
El hombre busca la felicidad, pero nada de este mundo puede dársela. La felicidad es el fruto sobrenatural de la presencia de Dios en el alma. Es la felicidad de los santos. Ellos la viven en las mas adversas circunstancias y nada ni nadie se las puede quitar. San Felipe Neri ilustra admirablemente la felicidad de la santidad. Dispuesto a todo por Cristo, logró maravillas en su vida y la gloria del cielo.
Nació en Florencia, Italia, en 1515, uno de cuatro hijos del notario Francesco y Lucretia Neri. Muy pronto perdieron a su madre pero la segunda esposa de su padre fue para ellos una verdadera madre.
Desde pequeño Felipe era afable, obediente y amante de la oración. En su juventud le gustaba visitar a los padre dominicos del Monasterio de San Marco y según su propio testimonio estos padres le inspiraron a la virtud.
A los 17 años lo enviaron a San Germano, cerca de Monte Casino, como aprendiz de Romolo, un mercante primo de su padre. Su estancia ahí no fue muy prolongarla, ya que al poco tiempo tuvo Felipe la experiencia mística que él llamaría, más tarde, su "conversión" y, desde ese momento, dejaron de interesarle los negocios. Partió a Roma, sin dinero y sin ningún proyecto, confiado únicamente en la Providencia. En la Ciudad Eterna se hospedó en la casa de un aduanero florentino llamado Galeotto Caccia. quien le cedió una buhardilla y le dio lo necesario para comer a cambio de que educase a sus hijos, los cuales -según el testimonio de su propia madre y de una tía -se portaban como ángeles bajo la dirección del santo.. Felipe no necesitaba gran cosa, ya que sólo se alimentaba una vez al día y su dieta se reducía a pan, aceitunas y agua. En su habitación no había más que la cama, una silla, unos cuantos libros y una cuerda para colgar la ropa.
Fuera del tiempo que consagraba a la enseñanza, Felipe vivió como un anacoreta, los dos primeros años que pasó en Roma, entregado día y noche a la oración. Fue ese un período de preparación interior, en el que se fortaleció su vida espiritual y se confirmó en su deseo de servir a Dios. Al cabo de esos dos años, Felipe hizo sus estudios de filosofía y teología en la Sapienza y en Sant´Agostino. Era muy devoto al estudio, sin embargo le costaba concentrarse en ellos porque su mente se absorbía en el amor de Dios, especialmente al contemplar el crucifijo. El comprendía que Jesús, fuente de toda la sabiduría de la filosofía y teología le llenaba el alma en el silencio de la oración. A los tres años de estudio, cuando el tesón y el éxito con que había trabajado abrían ante él una brillante carrera, Felipe abandonó súbitamente los estudios. Movido probablemente por una inspiración divina, vendió la mayor parte de sus libro y se consagró al apostolado.
La vida religiosa del pueblo de Roma dejaba mucho que desear, graves abusos abundaban en la Iglesia; todo el mundo lo reconocía pero muy poco se hacía para remediarlo. En el Colegio cardenalicio gobernaban los Medici, de suerte que muchos cardenales se comportaban más bien como príncipes seculares que como eclesiásticos. El renacimiento de los estudios clásicos había sustituido los ideales cristianos por los paganos, con el consiguiente debilitamiento de la fe y el descenso del nivel moral. El clero había caído en la indiferencia, cuando no en la corrupción; la mayoría de los sacerdotes no celebraba la misa sino rara vez, dejaba arruinarse las iglesias y se desentendía del cuidado espiritual de los fieles. El pueblo, por ende, se había alejado de Dios. La obra de San Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma y lo hizo con tal éxito, que un día se le llamaría "el Apóstol de Roma".
Los comienzos fueron modestos. Felipe iba a la calle o al mercado y empezaba a conversar con las gentes. particularmente con los empleados de los bancos y las tiendas del barrio de Sant´Angelo. Corno era muy simpático y tenía un buen sentido del humor, no le costaba trabajo entablar conversación, en el curso de la cual dejaba caer alguna palabra oportuna acerca del amor de Dios o del estado espiritual de sus interlocutores. Así fue logrando, poco a poco, que numerosas personas cambiasen de vida. El santo acostumbraba saludar a sus amigos con estas palabras: "Y bien, hermanos, ¿cuándo vamos a empezar a ser mejores?" Si éstos le preguntaban qué debían hacer para mejorar, el santo los llevaba consigo a cuidar a los enfermos de los hospitales y a visitar las siete iglesias, que era una de su devociones favoritas.
Felipe consagraba el día entero al apostolado; pero al atardecer, se retiraba a la soledad para entrar en profunda oración y, con frecuencia, pasaba la noche en el pórtico de alguna iglesia, o en las catacumbas de San Sebastián, junto a la Vía Appia. Se hallaba ahí, precisamente, la víspera se Pentecostés de 1544, pidiendo los dones del Espíritu Santo, cuando vio venir del cielo un globo de fuego que penetró en su boca y se dilató en su pecho. El santo se sintió poseído por un amor de Dios tan enorme, que parecía ahogarle; cayó al suelo, corno derribado y exclamó con acento de dolor: ¡Basta, Señor, basta! ¡No puedo soportarlo más!" Cuando recuperó plenamente la conciencia, descubrió que su pecho estaba hinchado, teniendo un bulto del tamaño de un puño; pero jamás-le causó dolor alguno.
A partir de entonces, San Felipe experimentaba tales accesos de amor de Dios, que todo su cuerpo se estremecía. A menudo tenía que descubrirse el pecho para aliviar un poco el ardor que lo consumía; y rogaba a Dios que mitigase sus consuelos para no morir de gozo. Tan fuertes era las palpitaciones de su corazón que otros podían oirlas y sentir sus palpitaciones, especialmente años mas tarde, cuando como sacerdote, celebraba La Santa Misa, confesaba o predicaba. Había también un resplandor celestial que desde su corazón emanaba calor. Tras su muerte, la autopsia del cadáver del santo reveló que tenía dos costillas rotas y que éstas se habían arqueado para dejar más sitio al corazón.
San Felipe, habiendo recibido tanto, se entregaba plenamente a las obras corporales de misericordia. En 1548, con la ayuda del P. Persiano Rossa, su confesor, que vivía en San Girolamo della Carita y unos 15 laicos, San Felipe fundó la Cofradía de la Santísima Trinidad, conocida como la cofradía de los pobres, que se reunía para los ejercicios espirituales en la iglesia de San Salvatore in Campo. Dicha cofradía, que se encargaba de socorrer a los peregrinos necesitados, ayudó a San Felipe a difundir la devoción de las cuarenta horas (adoración Eucarística), durante las cuales solía dar breves reflexiones llenas de amor que conmovían a todos. Dios bendijo el trabajo de la cofradía y que pronto fundó el célebre hospital de Santa Trinita dei Pellegrini; en el año jubilar de 1575, los miembros de la cofradía atendieron ahí a 145,000 peregrinos y se encargaron, más tarde, de cuidar a los pobres durante la convalescencia. Así pues, a los treinta y cuatro años de edad, San Felipe había hecho ya grandes cosas.
Sacerdote
Su confesor estaba persuadido de que Felipe haría cosas todavía mayores si recibía la ordenación sacerdotal. Aunque el santo se resistía a ello, por humildad, acabó por seguir el consejo de su confesor. El 23 de mayo de 1551 recibió las órdenes sagradas. Tenía 36 años. Fue a vivir con el P. Rossa y otros sacerdotes a San Girolamo della Carita. A partir de ese momento, ejerció el apostolado sobre todo en el confesonario, en el que se sentaba desde la madrugada hasta mediodía, algunas veces hasta las horas de la tarde, para atender a una multitud de penitentes de toda edad y condición social. El santo tenía el poder de leer el pensamiento de sus penitentes y logró numerosas conversiones. Con paciencia analizaba cada pecado y con gran sabiduría prescribía el remedio. Con gentileza y gran compasión guiaba a los penitentes en el camino de la santidad. Enseñó a sus penitentes el valor de la mortificación y las prácticas ayudasen a crecer en humildad.
Algunos recibían de penitencia mendigar por alimentos u otras prácticas de humillación. Uno de los beneficios de la guerra contra el ego es que abre la puerta a la oración. Decía: "Un hombre sin oración es un animal sin razón". Enseñaba la importancia de llenar la mente con pensamientos santos y pensaba que para lograrlo se debía hacer lectura espiritual, especialmente de los santos.
Celebraba con gran devoción la misa diaria cosa que muchos sacerdotes habían abandonado. Con frecuencia experimentaba el éxtasis durante la misa y se le observó levitando en algunas ocasiones. Para no llamar la atención trataba de celebrar la última misa del día, en la que había menos personas.
Conversaciones espirituales
Consideraba que era muy importante la formación. Para ayudar en el crecimiento espiritual, organizaba conversaciones espirituales en las que se oraba y se leían las vidas de los santos y misioneros. Terminaban con una visita al Santísimo Sacramento en alguna iglesia o con la asistencia a las vísperas. Eran tantos los que asistían a las conversaciones espirituales que en la iglesia de San Girolamo se construyó una gran sala para las conferencias de San Felipe y varios sacerdotes empezaron a ayudarle en la obra. El pueblo los llamaba "los Oratorianos", porque tocaban la campana para llamar a los fieles a rezar en su oratorio. Las reuniones fueron tomando estructura con oración mental, lectura del Evangelio, comentario, lectura de los santos, historia de la Iglesia y música. Músicos, incluso Giovanni Palestrina, asistieron y escribieron música para las reuniones. Los resultados fueron extraordinarios. Muchos miembros prominentes de la curia asistieron a lo que se llamaba "el oratorio".
El ejemplo de la vida y muerte heroicas de San Francisco Javier movió a San Felipe a ofrecerse como voluntario para las misiones; quiso irse a la India y unos veinte compañeros del oratorio compartían la idea. En 1557 consultó con el Padre Agustín Ghettini, un santo monje cisterciense. Después de varios días de oración, el patrón especial del Padre Ghettini, San Juan Evangelista, se le apareció y le informó que la India de Felipe sería Roma. El santo se atuvo a su consejo poniendo en Roma toda su atención.
Una de sus preocupaciones eran los carnavales en que, con el pretexto de "prepararse" para la cuaresma, se daban al libertinage. San Felipe propuso la santa diversión de visitar siete iglesias de la ciudad, una peregrinación de unas doce millas, orando, cantando y con un almuerzo al aire libre.
San Felipe tuvo muchos éxitos pero también gran oposición. Uno de estos fue el cardenal Rosaro, vicario del Papa Pablo IV. El santo fue llamado ante el cardenal acusado de formar una secta. Se le prohibió confesar y tener mas reuniones o peregrinaciones. Su pronta y completa obediencia edificó a sus simpatizantes. El santo comprendía que era Dios quien le probaba y que la solución era la oración.
El cardenal Rosario murió repentinamente. El santo no guardó ningún resentimiento hacia el cardenal ni permitía la menor crítica contra este.
La Congregación del Oratorio (Los oratorianos)
En 1564 el Papa Pío IV pidió a San Felipe que asumiera la responsabilidad por la Iglesia de San Giovanni de los Florentinos. Fueron entonces ordenados tres de sus propios discípulos quienes también fueron a San Juan. Vivían y oraban en comunidad, bajo la dirección de San Felipe. El santo redactó una regla muy sencilla para sus jóvenes discípulos, entre los cuales se contaba el futuro historiador Baronio.
Con la bendición del Papa Gregorio XII, San Felipe y sus colaboradores adquirieron, en 1575, su propia Iglesia, Santa María de Vallicella. El Papa aprobó formalmente la Congregación del Oratorio. Era única en que los sacerdotes son seculares que viven en comunidad pero sin votos. Los miembros retenían sus propiedades pero debían contribuir en los gastos de la comunidad. Los que deseaban tomar votos estaban libres para dejar la Congregación para unirse a una orden religiosa. El instituto tenía como fin la oración, la predicación y la administración de los sacramentos. Es de notar que, aunque la congregación florecía a la sombra del Vaticano, no recibió el reconocimiento final de sus constituciones hasta 17 años después de la muerte de su fundador, en 1612.
La Iglesia de Santa María in Vallicella estaba en ruinas y resultaba demasiado pequeña. San Felipe fue además avisado en una visión que la Iglesia estaba a punto del derrumbe, siendo sostenida por la Virgen. El santo decidió demolerla y construir una más grande. Resultó que los obreros encontraron la viga principal estaba desconectada de todo apoyo. Bajo la dirección de San Felipe la excavación comenzó en el lugar donde una antigua fundación yacía escondida. Estas ruinas proveyeron la necesaria fundación para una porción de la nueva Iglesia y suficiente piedra para el resto de la base. En menos de dos años los padres se mudaron a la "Chiesa Nuova". El Papa, San Carlos Borromeo y otros distinguidos personajes de Roma contribuyeron a la obra con generosas limosnas. San Felipe tenía por amigos a varios cardenales y príncipes. Lo estimaban por su gran sentido del humor y su humildad, virtud que buscaba inculcar en sus discípulos.
Aparición de la Virgen y curación
Fue siempre de salud delicada. En cierta ocasión, la Santísima Virgen se le apareció y le curó de una enfermedad de la vesícula. El suceso aconteció así: el santo había casi perdido el conocimiento, cuando súbitamente se incorporó, abrió los brazos v exclamó: "¡Mi hermosa Señora! "Mi santa Señora!" El médico que le asistía le tomó por el brazo, pero San Felipe le dijo: "Dejadme abrazar a mi Madre que ha venido a visitarme". Después, cayó en la cuenta de que había varios testigos y escondió el rostro entre las sábanas, como un niño, pues no le gustaba que le tomasen por santo.
Dones extraordinarios
San Felipe tenía el don de curación, devolviéndole la salud a muchos enfermos. También, en diversas ocasiones, predijo el porvenir. Vivía en estrecho contacto con lo sobrenatural y experimentaba frecuentes éxtasis. Quienes lo vieron en éxtasis dieron testimonio de que su rostro brillaba con una luz celestial.
Ultimos años
Durante sus últimos años fueron muchos los cardenales que lo tenían como consejero. Sufrió varias enfermedades y dos años antes de morir logró renunciar a su cargo de superior, siendo sustituido por Baronio.
Obtuvo permiso de celebrar diariamente la misa en el pequeño oratorio que estaba junto a su cuarto. Como frecuentemente era arrebatado en éxtasis durante la misa, los asistentes acabaron por tomar la costumbre de retirarse al "Agnus Dei". El acólito hacía lo mismo. Después de apagar los cirios, encender una lamparilla y colgar de la puerta un letrero para anunciar que San Felipe estaba celebrando todavía; dos horas después volvía el acólito, encendía de nuevo los cirios y la misa continuaba.
El día de Corpus Christi, 25 de mayo de 1595, el santo estaba desbordante de alegría, de suerte que su médico le dijo que nunca le había visto tan bien durante los últimos diez años. Pero San Felipe sabía perfectamente que había llegado su última hora. Confesó durante todo el día y recibió, como de costumbre, a los visitantes. Pero antes de retirarse, dijo: "A fin de cuentas, hay que morir". Hacia medianoche sufrió un ataque tan agudo, que se convocó a la comunidad. Baronio, después de leer las oraciones de los agonizantes, le pidió que se despidiese de sus hijos y los bendijese. El santo, que ya no podía hablar, levantó la mano para dar la bendición y murió un instante después. Tenía entonces ochenta años y dejaba tras de sí una obra imperecedera.
San Felipe fue canonizado en 1622
El cuerpo incorrupto de San Felipe esta en la iglesia de Santa María en Vallicella, bajo un hermoso mosaico de su visión de la Virgen María de 1594.
Es el santo patrono de las Fuerzas Especiales del Ejercito de los EE.UU.; de Roma, Italia;
La felicidad auténtica está en el servicio
Santo Evangelio según san Marcos 10, 32-45. Miércoles después de Pentecostés
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, aumenta en mí el deseo de ser santo dándome a ti en el servicio a los demás. Renueva en mí cada día mi amor por ti, y si mi amor se ha desviado condúcelo de nuevo a ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 32-45
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban camino subiendo a Jerusalén y Jesús se les iba adelantando. Los discípulos estaban sorprendidos y la gente que lo seguía tenía miedo. Él se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder: “Ya ven que estamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; van a condenarlo a muerte y a entregarlo a los paganos; se van a burlar de él, van a escupirlo, a azotarlo y a matarlo; pero al tercer día resucitará”.
Entonces se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte”. Él les dijo: “¿Qué es lo que desean?” Le respondieron: ‘Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”. Jesús les replicó: “No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con que seré bautizado?” Le respondieron: “Sí podemos”. Y Jesús les dijo: “Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado”.
Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús reunió entonces a los Doce y les dijo: “Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos”. Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy en día se cree que los más grandes son aquellos que tiene a los demás bajo su poder, bajo su dominio. En verdad es todo lo contrario, es el que sirve a los demás el que es más grande. El verdadero amor implica donación, implica darse por completo al amado. Si amamos a Dios, amamos a los que nos rodean. Al servir a los demás, servimos a Dios. Que nuestra vida sea un constante servicio, una constante donación al prójimo.
El servir implica salir de uno mismo, que a todos nos cuesta, pues es hacer algo que en sí no queremos. Lo más natural es dejar que los demás hagan y sirvan. Pero en la entrega es en donde encontramos la verdadera felicidad.
Rabindranath Tagore, un poeta filósofo, dijo: «Soñé que la vida era alegría. Me desperté y vi que la vida era servicio. Serví y comprendí que el servicio era alegría.». Él pudo entender que en el servicio se encuentra la felicidad, en el darse a uno mismo a los demás. Nosotros, como católicos, estamos llamados a encontrar esa felicidad en el servicio a nuestro prójimo. Si la felicidad está en el servicio, para ser feliz tengo que servir a los demás con amor, nunca servir por servir.
«Jesús camina con decisión hacia Jerusalén. Sabe bien lo que allí le aguarda y ha hablado ya de ello muchas veces a sus discípulos. Pero entre el corazón de Jesús y el corazón de los discípulos hay una distancia, que sólo el Espíritu Santo podrá colmar. Jesús lo sabe; por esto tiene paciencia con ellos, habla con sinceridad y sobre todo les precede, camina delante de ellos. A lo largo del camino, los discípulos están distraídos por intereses que no son coherentes con la “dirección” de Jesús, con su voluntad, que es una con la voluntad del Padre. Así como —hemos escuchado— los dos hermanos Santiago y Juan piensan en lo hermoso que sería sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda del rey de Israel. No miran la realidad. Creen que ven pero no ven, que saben pero no saben, que entienden mejor que los otros pero no entienden. […] A través de la intercesión de la Virgen María, invocamos con fe el Espíritu Santo, para que reduzca toda distancia entre nuestro corazón y el corazón de Cristo, y toda nuestra vida sea un servicio a Dios y a los hermanos».
(Homilía de S.S. Francisco, 28 de junio de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré un tiempo para estar con Jesús Eucaristía y haré un acto de servicio a mi prójimo por amor a Dios.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
El Santo Grial
Nuevas pruebas de autenticidad de la reliquia que se conserva en Valencia, España
Que el cáliz que se venera en la Catedral de Valencia como el Santo Grial es la copa que utilizó Jesucristo en la Última Cena puede creerse o no. Pero esta reliquia es venerada cada año por miles de fieles, los últimos Papas han querido celebrar Misa con ella en sus visitas a la ciudad, y las réplicas del Santo Cáliz que el arzobispo de Valencia está entregando a diversas personas y entidades están contribuyendo a la difusión de la piedad eucarística y a la creación de cofradías.
Con el objetivo de añadir rigor científico a los estudios, análisis y documentos y a la fuerza de la tradición que señalan la autenticidad de la reliquia, diversos arqueólogos, historiadores, teólogos y expertos en arte, física y otras disciplinas han celebrado, en Valencia del 7 al 9 de noviembre, el 1º Congreso Internacional sobre el Santo Cáliz, titulado ‘Valencia, la ciudad del Santo Grial’.
El simposio ha contado con la presidencia de honor del rey Don Juan Carlos, ha sido organizado por el Arzobispado de Valencia, el Cabildo Metropolitano de la Catedral, la Universidad Católica, el Centro Español de Sindonología, la Real Hermandad y la Cofradía del Santo Cáliz. Además, han colaborado en la organización la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén y la Fundación COSO.
Los ponentes han coincidido en señalar que el Santo Cáliz que permanece en Valencia desde el siglo XV es único y científicamente no se le puede reprochar ningún argumento que niegue su autenticidad. Por eso, han instado a las autoridades a promover que la Unesco declare la reliquia Patrimonio de la Humanidad y han propuesto nuevas investigaciones de todas las piezas que componen el Santo Grial.
La copa superior es la que utilizaría Jesucristo
Los expertos también han coincidido en destacar la vigencia del importante análisis realizado hace 50 años por el catedrático de Arqueología de la Universidad de Zaragoza Antonio Beltrán, que concluyó que la copa superior del actual Santo Cáliz bien pudo estar en la mesa de la Santa Cena y ser la que Jesucristo utilizó para beber, para consagrar o para ambas cosas.
Se trata de una copa labrada, entre los siglos II y I a.C en un taller oriental de Egipto, de Siria o de la propia Palestina, con forma semiesférica, de piedra ágata cornalina oriental, que mide 9,5 cm de diámetro medio en la boca y 5,5 cm de profundidad por el interior, toda lisa sin ningún adorno, excepto una línea de corte redondeado paralela al borde.
A esta copa se añadió en la Edad Media el pie, formado por un vaso ovalado e invertido y la vara con su nudo, de oro, que sirve para unir las dos partes.
Todavía no se puede aplicar ninguna técnica científica tipo la del carbono-14 al Santo Cáliz, pero se cree que la copa ha sido utilizada por los primeros Papas, después por el abad del monasterio de San Juan de la Peña y por los arzobispos de Valencia, el día de la fiesta del Santo Cáliz. Además, ha sido muy valorada por miembros de la realeza (especialmente los reyes de la Corona de Aragón) y ahora por diversos historiadores y escritores de varios países.
Unos frescos medievales únicos en el mundo, nueva prueba
Entre las nuevas pruebas de la autenticidad de la reliquia presentadas durante el Congreso se encuentran unos frescos medievales de la Virgen con el Santo Grial, "únicos por su iconografía", encontrados en iglesias pirenaicas que "podrían tener relación con la estancia del Santo Cáliz en aquellas tierras", según el profesor de Historia del Arte Vicent Zuriaga.
Se trata de frescos románicos, la mayoría del siglo XII, que se encuentran en iglesias y monasterios situados en las localidades ilerdenses de Sant Climent de Taüll, Ginestarre y Burgal y la de Sant Romà de Les Bons, en Andorra. Representan a la Virgen sosteniendo un "cáliz llameante, lo que nos lleva a pensar que es el Santo Grial".
"Si no conseguimos encontrar este tipo iconográfico en ninguna otra zona del mundo, como de momento sucede, interpreto como hipótesis de trabajo que los artistas que representaron estas obras recogieron o bien la tradición que subyace en las leyendas medievales griálicas, o bien toman la referencia de un objeto concreto y próximo", señaló Zuriaga.
Otro ponente, el experto en heráldica José Luis Sampedro, ha afirmado en el Congreso que la única reliquia del mundo "que puede ser el auténtico grial que utilizó Jesús en la Última Cena es el Santo Cáliz" que se venera en la Catedral de Valencia y ha afirmado que el resto de reliquias que "pretenden presentarse como la copa que empleó Jesús carecen de credibilidad, porque no tienen apoyo documental de ninguna fuente mínimamente rigurosa".
Entre otras copas "u objetos similares que pretenden ser el Santo Grial y es evidente que no lo son", citó el Cáliz de Antioquía, que se encuentra en el Metropitan Museum de Nueva York, el Sacro Cátino de Génova, el Santo Cáliz de Cebreiro (Pontevedra) y "una patena que se conserva en el Palacio Imperial de Viena".
¿Cómo llegó el Santo Grial a Valencia?
En el periplo del Santo Grial desde Tierra Santa hasta Valencia, se realizaron algunos documentos de cesión o intercambio que se han conservado hasta hoy y constituyen también pruebas de la autenticidad de la reliquia.
Después de la última Cena, la importancia que los primeros cristianos otorgaban a la liturgia permitió guardar con celo la reliquia, que fue llevada a Roma por el primer Papa, San Pedro. Allí la conservaron los Papas hasta San Sixto II, quien, para salvarla de la persecución del emperador Valeriano y de la amenaza de los bárbaros, la entregó a su diácono San Lorenzo, oriundo de España, que la envió a tierras de Huesca, en el siglo III.
Durante la invasión musulmana, la copa de la Cena fue ocultada en el Pirineo. Los cristianos de Huesca huyeron con ella a las montañas del norte en el año 712. Primero estuvo en las cuevas de Yebra y después encontró refugio en monasterios, el último de ellos, el de San Juan de la Peña.
En el año 1399, su prior entregó la reliquia al Rey de Aragón Martín el Humano, que la tuvo en el palacio real de la Alfajería de Zaragoza. En 1424, su sucesor Alfonso V el Magnánimo llevó el relicario real al palacio de Valencia y lo entregó, en 1437, a la Catedral, donde hoy se venera.
El encuentro del Papa Francisco con personas sin hogar y refugiados
El Santo Padre se encontró con ellos en el Atrio del Aula Pablo VI.
El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó a los periodistas que, la tarde de este lunes 24 de mayo, al final de la proyección de la película-documental "Francisco", organizada por el Director y la Fundación Laudato si', el Papa Francisco se dirigió al Atrio del Aula Pablo VI y se encontró con las aproximadamente 100 personas, sin techo y refugiados, invitadas a ver la película mientras se les distribuía un paquete de alimentos, ofrecido por los organizadores. Luego el Santo Padre regresó a la Casa Santa Marta".
Tercer Dogma: La Inmaculada Concepción de María
Una gracia especial de Dios, donde ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)
La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
-María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado.
Fundamento Bíblico
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María si lo sugiere.
Los Padres de la Iglesia
Los Padres se referían a la Virgen María como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo causado por la primera Eva.
Justín (Dialog. cum Tryphone, 100),
Ireneo (Contra Haereses, III, xxii, 4),
Tertuliano (De carne Christi, xvii),
Julius Firm cus Maternus (De errore profan. relig xxvi),
Cyrilo of Jerusalem (Catecheses, xii, 29),
Epiphanius (Hæres., lxxviii, 18),
Theodotus of Ancyra (Or. in S. Deip n. 11), and
Sedulius (Carmen paschale, II, 28)
También se refieren a la Virgen Santísima como la absolutamente pura (San Agustín y otros). La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa"
Méritos: María es libre de pecado por los méritos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios.
Razón: La maternidad divina. Dios quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara.
Frutos:
María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.
María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:
Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del ES.
Argumentos de los hermanos separados
contradice la enseñanza bíblica: "todos han pecado y están lejos de la presencia salvadora de Dios" (Romanos 3:23).
Respuesta católica: Si fuéramos a tomar las palabras de San Pablo "todos han pecado" en un sentido literal absoluto, Jesús también quedaría incluido entre los pecadores. Sabemos que esto no es la intención de S. Pablo gracias a sus otras cartas en que menciona que Jesús no pecó (Hebreos 4:15; 1 Pedro 2:22).
La Inmaculada Concepción de María no contradice la enseñanza Paulina en Rm 3:23 sobre la realidad pecadora de la humanidad en general, la cual estaba encerrada en el pecado y lejos de Dios hasta la venida del Salvador. San Pablo enseña que Cristo nos libera del pecado y nos une a Dios (Cf. Efesios 2:5). María es la primera.
Según algunos hermanos separados, María reconoce que ella era pecadora y que necesitó ser rescatada por la gracia de Dios (Lucas 1: 28, 47).
Respuesta católica: Que María se declarara pecadora es falso. Que ella se declarara salvada por Dios es verdadero. En Lc 1:48 ella reconoce que fue salvada. ¿De qué? Del dominio del pecado, por gracia de Dios. Pero para eso no tuvo que llegar a pecar. Dios la salvó preservándola del pecado.
El dogma de la Inmaculada Concepción de María no niega que ella fue salvada por Jesús. En María las gracias de Cristo se aplicaron ya desde el momento de su concepción. El hecho de que Jesús no hubiese aún nacido no presenta obstáculo pues las gracias de Jesús no tienen barreras de tiempo y se aplicaron anticipadamente en su Madre. Para Dios nada es imposible.
¿Cómo sabemos que La Virgen María fue concebida sin pecado? La fe católica reconoce que la fuente de la revelación Bíblica necesita ser interpretada a la luz de la Tradición recibida de los Apóstoles y según el desarrollo dogmático que, por el Espíritu Santo, ha ocurrido en la Iglesia.
Treinta días de oración a la Reina del Cielo. Flores del 26 al 31 mayo
Devoción a la Virgen a lo largo del mes de mayo con audio
Flor del 26 de mayo: María, salud de los enfermos
Meditación: María ama, María consuela y cubre con su Manto de amor, otorgando la curación del alma y del cuerpo a sus hijos enfermos. Intercede ante el Señor para nuestra sanación. Sino siempre se cura el cuerpo, es porque no nos conviene, pero María nos ayuda y conforta aliviando el dolor y sanándonos el alma con sus bellas lágrimas.
Oración: María salud de los enfermos, no sólo del cuerpo, sino de todos los que no tenemos un corazón bueno. Madre de todos los dolores, de los más atroces, sánanos en cuerpo y alma para que prestemos a Dios alabanza. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Orar a María por la salud de un enfermo, pidiendo su poderosa intercesión para su sanación física y espiritual.
Flor del 27 de mayo: María Rosa Mística
Meditación: ¡Quien puede dejar de admirar la perfección de la Rosa que el Señor nos dio!. De pequeña un capullo tierno bajado del Cielo que guardaba silencio y era la alegría de los que con Ella vivían. Al Templo la entregaron no sabiendo que Ella era un Templo Sagrado. Llena de pureza crecía, y aquella Virgen Bendita a Dios le consagraba su vida, sin advertir que el Señor su alma inmaculada miraba, haciéndola Su Esposa amada. La Rosa más hermosa se abría y en su corola escondido estaría el Mesías. Nueve meses los perfumes de aquella Flor abrigarían al Redentor, para darle permanentemente su amor como eterna oblación. Aquella pequeña Rosa excelsa nos guía como Rosa Mística, pues es María Madre de la Iglesia.
Oración: ¡Oh María Rosa Mística, preciosísima!. Muéstranos la pureza de corazón para agradar a Dios como lo hiciste vos, y haznos templos perfectos del Espíritu Santo para que seamos por El guiados. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Colocar en cada hogar un pequeño altar consagrado a María, como regalo a Su Hijo que busca que la amemos como El la ama.
Flor del 28 de mayo: María, Reina de los apóstoles
Meditación: “Pondré enemistad entre ti (satanás) y la Mujer (María), entre tu linaje y el suyo; y Ella te aplastará la cabeza” (Génesis 13,15). El apostolado ha de hacerse en lucha contra el diablo y los suyos, lo que origina persecuciones a toda la Iglesia, tanto en su cuerpo como en cada familia o individualmente. Somos los apóstoles que San Luis de Montfort señaló para este tiempo, que sólo dispone el Eterno. Sin embargo, la Reina y Capitana del pueblo de Dios dará la victoria a sus seguidores leales que la obedezcan y perseveren en el combate.
Oración: ¡Oh María Reina de los apóstoles!. Tú que haz enseñado, protegido y alentado a los apóstoles de todos los siglos, haz que seamos soldados leales y valientes de tu ejército, siendo apóstoles de tu Divino Hijo y propagando los mensajes del Reino, para que todos lleguemos al Cielo, con el Triunfo de tu Corazón Inmaculado y la vuelta de Cristo Resucitado. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Comprometerse a ser un fiel soldado de María, Capitana del ejercito de Jesús. Colocar los deseos de Dios por encima de las necesidades propias, con María como puente seguro y firme frente a las preocupaciones de cada día.
Flor del 29 de mayo: María, Reina del Santísimo Rosario
Meditación: “Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo” (Lucas 1,28). El Arcángel San Gabriel fue quien comenzó el Rosario, pero el Espíritu Santo nos ha manifestado a través de los místicos que todo lo que proviene de la boca de los enviados celestiales (ángeles, santos y la misma Virgen) viene de la Voz de Dios, de tal modo que el mismo Dios fue quien lo inició. A María, la Reina de nuestro corazón, la Reina de las rosas, presentémosle como regalo un ramo de Avemarías. La oración a María, Medianera e Intercesora, va dirigida por su medio a Dios; le pedimos “ruega por nosotros pecadores” para que su oración se una a la nuestra y le de valor. Ella siempre responde ”ruego por vosotros pecadores”, ya que la oración es el diálogo sublime de la pobre criatura con su Señor. Nuestra oración, en manos de María, es presentada ante el Trono de Dios como un delicado perfume, entregado por la criatura más perfecta que existió, ¿y qué no puede obtener ése Purísimo Corazón del Corazón del Amor…?.
Oración: ¡Oh María, Reina del Santo Rosario!. Enséñanos a rezar de corazón como lo hiciste vos, y a prestar eterna alabanza a nuestro Señor. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Rezar un Rosario pidiendo se derrame sobre nosotros el Espíritu Santo, y por las intenciones de la Virgen.
Flor del 30 de mayo: María Reina de la Paz
Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.
Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.
Flor del 31 de mayo: María Reina del Cielo
Fiesta de la Visitación de la Virgen
Meditación: “Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apocalipsis 12,1). Ha sido coronada Reina del Cielo la Madre del Señor de cielos y tierras. Esposa de Dios y Madre del Redentor, quien aquí en la tierra Le demostró obediencia y siempre Su consejo contempló, ¿cómo no podremos nosotros no ser sus esclavos y servirle junto a ángeles y santos?. “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues ésta es la Voluntad de Dios: vuestra santificación (conforme Primera Tesalonienses 4,3 y Efesios 1,4). María se entregó a ésta Voluntad Divina y será verdaderamente Madre y Reina nuestra si buscamos responder a su llamado de santidad. No la hagamos llorar más por los pecados que en el mundo hay, sino que entreguemos nuestra voluntad para sólo por Ella trabajar.
Oración: ¡Oh María, Reina del Cielo y de nuestro corazón!. Haznos esclavos de tu amor para hacer la Santa Voluntad y llegar a la Patria Celestial. Que tengamos la humildad de la violeta, y estemos vestidos como ella, de penitencia. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Recitar el Regina Coeli (Reina del Cielo):
Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque El que mereciste engendrar, aleluya,
resucitó como lo había dicho, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya,
porque verdaderamente resucitó el Señor, aleluya.
El hombre necesita apoyarse en la Fe para descubrir a Dios.
Y aunque Él está presente en todas las cosas de la Creación, especialmente en el ser humano, el hombre necesita comprender y descubrir la Presencia Cierta de Dios en todo lo que lo rodea, especialmente en el prójimo que Dios tanto ama.Descubrir a Dios es una tarea para toda la vida, pues es necesario recurrir a la Fe y a la Oración continua para aproximarse, siquiera un poco, al principio, y cada vez ir descubriendo y profundizando la Grandeza y el Poder de Dios, que ama tanto lo creado, pero especialmente al ser humano, obra cumbre de la Creación.
Dios es un Ser Infinitamente Santo y Todo Poderoso, que de la nada llamó a la existencia a la Creación.
El Principio de Dios es Amor. Su Esencia: Santísima; Su Divinidad: Absoluta. No hay nada más perfecto y hermoso que Dios.
En Dios hay 3 Personas Distintas, Absolutas y Perfectas en Su Ser: Dios. (Lo mismo el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Todas las cualidades de cada uno en todos).
En la Trinidad hay Esencia Perfectísima de lo Absoluto y Eterno. Dios Uno y Trino, para traer a lo creado Felicidad, Orden, Concierto, Bienestar y Plenitud de Amor.
La Perfección de Dios consiste en ser Absolutamente Puro y Bondadoso. Esa es la Esencia del Amor.
Así, en las tribulaciones de la Vida, Dios opera Gracia Santificante que, como escudo protege y anima el corazón del hombre, para ayudarle a salir adelante, sorteando las dificultades de la vida de la mejor manera posible, apoyados en la Gracia y Presencia de Dios.
La Sabiduría de Dios permite a los hombres acceder a un grado superior de entendimiento para que vean los resultados de sus propias obras, si delinquen, maldad y atraso. Si permanecen fieles en la Fe, ayuda y fortaleza, protección de Dios.
Es necesario que el hombre comprenda que Dios está realmente presente en Su Creación, y escucha lo oculto de los pensamientos, y las obras que emprenden, para, si son obras buenas, apoyarlos, si no lo son, hablarles a la conciencia y al corazón, para que corrijan el rumbo y no tropiecen y caigan en el pecado y en el error.
El hombre mutila los verdes campos de la Esperanza y del Amor.
Delinquen atrayendo a sus vidas inseguridades y penas, pues eso es lo que hay en su corazón.
El Tributo que el hombre puede dar a Dios es la Alabanza y el Reconocimiento de Su Grandeza y Poder, que Él utiliza para hacer el Bien a todos, no a unos cuantos, y que es garantía de la vida fecunda para la permanencia del hombre en la Creación.
El hombre opera cambios importantes en lo que lo rodea. Contamina ríos y lagos. Hasta el océano sufre las consecuencias de la corrupción interior que tiene el hombre en sí mismo, y que corrompe el exterior.
Por eso, el Dios Trinitario se hace Uno en el deseo de conservar cuanto fue creado, llevando Luces y anhelos para que el hombre corrija el rumbo y vuelvan a la Paz de conciencias y corazones, como Hijos de Dios.
La Trinidad es Santa, Purísima y Perfectísima, y en ese orden debe el hombre valorar lo actuado por Dios.
El error de los seres humanos es creerse superiores incluso a Dios, y no es así.
Aún el más pequeño de Mis Ángeles es superior al más sabio y poderoso de los hombres.
No hay nada más grande, sabio y absoluto que Dios.
--Absoluto: Todo está en Él, todo lo contiene Él y Él está en todo y en todos.
CONSEJOS DE DIOS
REFLEXIÓN
A los Ojos de Dios es triste que los suyos perezcan.
Dios desea manifestar Su Amor y Su Presencia entre los hombres, ayudándoles a vivir en Paz. En la Paz que el hombre busca y desea en su corazón, y que solo la encontrará retornando a Dios. Como el hijo pródigo de la parábola, han caminado sin rumbo, perdiendo poco a poco el tesoro que había sido depositado en vuestro corazón.
Han manipulado las cosas de tal forma, que ya no reconocen lo bueno de lo malo. Hacen daño y ni se enteran. Tan inmersos están en vuestro propio bienestar que se olvidan del prójimo, y se alejan de Dios.
Leyes simples y de gran valía que os darán Bienestar:
- No quiten a otros lo que no es vuestro.
- No deshonren a vuestro propio ser.
- Vivan la Vida en la libertad de la justicia, esto es, haciendo cosas justas y buenas.
- Honren a Vuestros Padres y cuídenlos en la vejez. El hombre olvida que así terminará él, cansado y solo si no ha hecho el bien.
- El modelo a seguir es Mi Hijo, síganlo, hagan vida sus Preceptos, Su Ley.
- Amen como desean ser amados,
- Procuren siempre el Bien, que de esta manera habréis cumplido, y dicha y contento encontrareis cuando al final de vuestras vidas, reciban el pago de sus obras, mal o Bien.
Amén
¿Por qué a veces parece que Dios no escucha? El Papa profundiza en esta sensación durante la oración
El Papa, desde el Patio de San Dámaso, prosiguió con sus catequesis sobre la oración / Vatican Media
El Papa Francisco ha vuelto a celebrar la Audiencia General en el Patio de San Dámaso con un pequeño grupo de fieles ante los que ha proseguido con sus catequesis sobre la oración, centrándose en la “certeza de ser escuchados”.
“Hay una contestación radical a la oración, que deriva de una observación que todos hacemos: nosotros rezamos, pedimos, sin embargo, a veces parece que nuestras oraciones no son escuchadas: lo que hemos pedido – para nosotros o para otros – no sucede. Nosotros tenemos esta experiencia, muchas veces”, explicó el Papa.
En muchas ocasiones son oraciones por intenciones muy nobles, como la intercesión por la salud de un enfermo o por el fin de una cruel guerra. Pero en ocasiones parece que Dios no escucha.” ¿Pero cómo puede ser esto? ‘Hay quien deja de orar porque piensa que su oración no es escuchada’ (Catecismo de la Iglesia Católica, n.2734) Pero si Dios es Padre, ¿por qué no nos escucha? Él que ha asegurado que da cosas buenas a los hijos que se lo piden, ¿por qué no responde a nuestras peticiones? Todos nosotros tenemos experiencia de esto: hemos rezado, rezado, por la enfermedad de este amigo, de este papá, de esta mamá y después se han ido, Dios no nos ha escuchado. Es una experiencia de todos nosotros”, recalcó el Papa.
Francisco recordó que el Catecismo aborda esta cuestión pues “advierte del riesgo de no vivir una auténtica experiencia de fe, sino de transformar la relación con Dios en algo mágico. La oración no es una varita mágica: es un diálogo con el Señor. De hecho, cuando rezamos podemos caer en el riesgo de no ser nosotros quienes servimos a Dios, sino pretender que sea Él quien nos sirva a nosotros”.
Sin embargo, en su catequesis el Pontífice señaló que “Jesús sin embargo tuvo una gran sabiduría poniendo en nuestros labios el ‘Padre nuestro’. Es una oración solo de peticiones, como sabemos, pero las primeras que pronunciamos están todas del lado de Dios. Piden que se cumpla no nuestro proyecto, sino su voluntad en relación con el mundo”. Por otro lado, Francisco recordó que “cuando rezamos debemos ser humildes: esta es la primera actitud para ir a rezar. Así como está la costumbre en muchos lugares que, para ir a rezar a la iglesia, las mujeres se ponen el velo o se toma el agua bendita para empezar a rezar, así debemos decirnos, antes de la oración, lo que sea más conveniente, que Dios me dé lo que sea más conveniente: Él sabe. Cuando rezamos tenemos que ser humildes, para que nuestras palabras sean efectivamente oraciones y no un vaniloquio que Dios rechaza. Se puede también rezar por motivos equivocados: por ejemplo, derrotar el enemigo en guerra, sin preguntarnos qué piensa Dios de esa guerra”. Pero aún así hay algo que parece difícil de entender: “cuando los hombres rezan con corazón sincero, cuando piden bienes que corresponden al Reino de Dios, cuando una madre reza por el hijo enfermo, ¿por qué a veces parece que Dios no escucha? Para responder a esta pregunta, es necesario meditar con calma los Evangelios. Los pasajes de la vida de Jesús están llenos de oraciones: muchas personas heridas en el cuerpo y en el espíritu le piden ser sanadas; está quien le pide por un amigo que ya no camina; hay padres y madres que le llevan hijos e hijas enfermos… Todas son oraciones impregnadas de sufrimiento. Es un coro inmenso que invoca: ‘¡Ten piedad de nosotros!’”.
“Vemos que a veces la respuesta de Jesús es inmediata, sin embargo, en otros casos esta se difiere en el tiempo: parece que Dios no responde. Pensemos en la mujer cananea que suplica a Jesús por la hija: esta mujer debe insistir mucho tiempo para ser escuchada (cfr. Mt 15,21-28). Tiene también la humildad de escuchar una palabra de Jesús que parece un poco ofensiva de Jesús: no tenemos que tirar el pan a los perros, a los perritos. Pero a esta mujer no le importa la humillación: le importa la salud de la hija. Y va adelante: ‘Sí, también los perritos comen de lo que cae de la mesa’, y esto le gusta a Jesús. La valentía en la oración. O pensemos también en el paralítico llevado por sus cuatro amigos: inicialmente Jesús perdona sus pecados y tan solo en un segundo momento lo sana en el cuerpo (cfr. Mc 2,1-12). Por tanto, en alguna ocasión la solución del drama no es inmediata. También en nuestra vida, cada uno de nosotros tiene esta experiencia. Tenemos un poco de memoria: cuántas veces hemos pedido una gracia, un milagro, digámoslo así, y no ha sucedido nada. Después, con el tiempo, las cosas se han arreglado, pero según el modo de Dios, el modo divino, no según lo que nosotros queríamos en ese momento. El tiempo de Dios no es nuestro tiempo”, aclara Francisco. “Aprendamos esta paciencia humilde de esperar la gracia del Señor, esperar el último día. Muchas veces, el penúltimo día es muy feo, porque los sufrimientos humanos son feos. Pero el Señor está y en el último día Él resuelve todo”, concluyó el Santo Padre.
Oración a la Virgen
Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño,
puro y cristalino como una fuente.
Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas;
un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión;
un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal.
Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno,
contento al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo;
regálame un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre,
que con ninguna indiferencia se canse;
dame un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido por su amor
con una herida que sólo se cure en el cielo.
Amén.