Encontrar a Jesús es muy sencillo, sólo requiere de un corazón inquieto
- 12 Junio 2021
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XCVI Papa, 12 de junio
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san León III, papa, quien coronó como emperador romano al rey de los francos, Carlomagno, y se distinguió por su defensa de la verdadera fe y de la dignidad divina del Hijo de Dios († 816).
Breve Biografía
Fecha de nacimiento desconocida; murió en 816. Fue elegido el mismo día que fue enterrado su predecesor (26 de diciembre de 795), y consagrado al día siguiente.
Es bastante probable que esta prisa fuera debida a un deseo de los romanos de evitar cualquier interferencia por parte de los francos en su libertad de elección. León era romano, hijo de Aciupio e Isabel. En el momento de su elección era cardenal de Santa Susana, y aparentemente también “vestiarius”, o sea jefe del tesoro pontificio (o guardarropa).
Junto con la carta dirigida a Carlomagno en la que le informaba de que había sido elegido papa por unanimidad, León le envió las llaves de la confesión de San Pedro y el estandarte de la ciudad. Esto lo hizo para mostrar que consideraba al rey franco el protector de la Santa Sede. A cambio recibió de Carlomagno cartas de felicitación y una parte considerable del tesoro que el rey había tomado a los ávaros. La adquisición de esta riqueza fue una de las causas que permitieron a León ser un gran benefactor de las iglesias e instituciones de caridad de Roma.
Empujados por los celos, por la ambición o por sentimientos de odio y venganza, un cierto número de parientes del Papa Adriano I urdieron un plan para hacer a León indigno de ejercer su sagrado oficio. Con ocasión de la procesión de las Grandes Letanías (25 de abril de 799), cuando el papa se dirigía hacia la Puerta Flaminia, fue repentinamente atacado por un grupo de hombres armados. Fue arrojado al suelo, donde intentaron arrancarle la lengua y sacarle los ojos. Después de un tiempo sangrando en la calle, fue trasladado por la noche al monasterio de San Erasmo, en el Celio. Allí, de una manera al parecer bastante milagrosa, recuperó el uso total de los ojos y la lengua. Huyendo del monasterio, se trasladó, acompañado de muchos romanos, a la corte de Carlomagno. Fue recibido por el rey franco con todos los honores en Paderborn, a pesar de que sus enemigos habían llenado los oídos del rey de maliciosas acusaciones contra él.
Después de unos meses de estancia en Alemania, el monarca franco le envió con una escolta de vuelta a Roma, donde fue recibido con gran demostración de júbilo por todo el pueblo, tanto naturales como extranjeros.
Los enemigos del papa fueron juzgados por los enviados de Carlomagno y, como no fueron capaces de probar la culpa de León ni la inocencia de ellos mismos, fueron enviados como prisioneros a Francia (Reino de los francos). Al año siguiente (800) Carlomagno en persona fue a Roma, y el papa y sus acusadores fueron puestos frente a frente. Los obispos reunidos declararon que no tenía derecho a juzgar al papa; pero León, por su propia voluntad, con el objetivo, como dijo, de disipar cualquier sospecha en las mentes de aquellos hombres, declaró bajo juramento que era totalmente inocente de los cargos que se habían presentado contra él.
A petición suya, la pena de muerte emitida contra sus principales enemigos fue conmutada por una sentencia de exilio.
Unos días después, León y Carlomagno volvieron a reunirse. Fue el día de Navidad en San Pedro. Después de leer el Evangelio, el papa se acercó a Carlomagno, que estaba de rodillas ante la Confesión de San Pedro, y le colocó una corona en la cabeza. Inmediatamente la muchedumbre reunida en la basílica pronunció el siguiente grito: “¡A Carlos, el más pío Augusto, coronado por Dios, a nuestro grande y pacífico emperador, larga vida y victoria!” Por este acto, resurgió el Imperio de Occidente y, al menos en teoría, la Iglesia declaró que el mundo estaba sujeto a un solo poder temporal, como Cristo lo había hecho sujeto a un solo poder espiritual. Se entendió que la primera obligación del nuevo emperador era ser el protector de la Iglesia romana y de la Cristiandad contra los paganos. Con la vista puesta en la alianza entre Oriente y Occidente bajo el efectivo gobierno de Carlomagno, León se esforzó en promover el proyecto de un matrimonio del emperador con la princesa de Oriente Irene. Sin embargo, el destronamiento de ésta (801) impidió que este excelente plan pudiera ser llevado a cabo. Unos tres años después de la partida de Carlomagno de Roma (801), León volvió a cruzar los Alpes para verle (804). Según algunos, fue a discutir con el emperador la división de sus territorios entre sus hijos. En cualquier caso, dos años después fue invitado a dar su aprobación a las previsiones del emperador para la mencionada partición. Actuando igualmente en armonía con el papa, Carlomagno combatió la herejía del adopcionismo que había surgido en España, pero fue algo más allá que su guía espiritual cuando deseó provocar la inserción general del “Filioque” en el Credo de Nicea. No obstante, los dos actuaron de consuno cuando hicieron a Salzburgo la sede metropolitana de Baviera y cuando Fortunato de Grado fue compensado por la pérdida de su sede de Grado con la entrega de la de Pola. La acción conjunta del Papa y el Emperador se sintió incluso en Inglaterra. Gracias a ella, Eardulfo de Northumbria recuperó su reino y se resolvió la disputa entre Eambaldo, arzobispo de Cork, y Ulfredo, arzobispo de Canterbury.
Sin embargo, León tenía muchas relaciones con Inglaterra por su cuenta. Bajo su mandato, el sínodo de Beccanceld (o Clovesho, 803) condenó el nombramiento de laicos como superiores de monasterios. De acuerdo con los deseos de Etelardo, arzobispo de Carterbury, León excomulgó a Eadberto Praen por usurpar el trono de Kent; además, retiró el palio que había sido concedido a Litchfield, autorizando la restauración de la jurisdicción eclesiástica de la Sede de Canterbury “como lo había establecido San Gregorio Apóstol y patrono de los ingleses”. León también fue llamado para solventar las diferencias entre el arzobispo Ulfredo y Cenulfo, rey de Mercia. Muy poco se sabe acerca de las diferencias entre ellos, pero, quienquiera que fuera el más culpable, lo cierto es que el arzobispo fue el que más sufrió. Parece que el Rey indujo al Papa a suspenderle en sus funciones episcopales y a mantener el reino bajo una especie de interdicto durante seis años. Hasta la hora de su muerte (822), el ansia de oro provocó que Cenulfo continuara la persecución del arzobispo. Lo mismo hizo con el monasterio de Abingdon: hasta que no recibió una gran suma de dinero de su abad, no decretó la inviolabilidad del monasterio, actuando, como declaró, a petición del señor apostólico y muy glorioso Papa León.
Durante el pontificado de León III, la Iglesia de Constantinopla se encontraba en una situación de tensión. Los monjes, que prosperaban durante este periodo bajo la guía de hombres como San Teodoro el Estudita, sospechaban de lo que ellos concebían como los principios laxos de su patriarca Tarasio, y se oponían vigorosamente a la malvada conducta de su emperador Constantino VI. Con el propósito de ser libre para casarse con Teodota, el soberano se había divorciado de su mujer, María.
Aunque Tarasio condenó la conducta de Constantino, rehusó, emperador, para evitar males mayores, a excomulgarle. Por haber condenado su nuevo matrimonio, Constantino castigó a los monjes con las penas de prisión y destierro. Afligidos, los monjes pidieron ayuda a León, como hicieron cuando fueron maltratados por oponerse a la arbitraria rehabilitación del sacerdote a quien Tarasio había degradado por casar a Constantino con Teodota. El Papa replicó, no sólo con palabras de alabanza y ánimo, sino también con el envío de ricos presentes; y, tras la llegada de Miguel I al trono bizantino, ratificó el tratado entre Carlomagno y él para asegurar la paz entre Oriente y Occidente.
El Papa y el Emperador de los francos actuaron conjuntamente, no sólo en la última operación mencionada, sino en todos los asuntos de importancia. Siguiendo el consejo de Carlomagno, León, para rechazar las violentas incursiones de los sarracenos, mantuvo una flota, de suerte que la línea costera era regularmente patrullada por sus navíos de guerra. No obstante, debido a que no se consideraba competente para mantener a los piratas musulmanes fuera de Córcega, confío la protección de la isla al Emperador. Apoyado por Carlomagno, fue capaz de recuperar una parte del patrimonio de la Iglesia romana en los alrededores de Gaeta, y pudo administrarlo de nuevo a través de sus párrocos. Pero cuando murió el gran Emperador (28 de enero de 814), los malos tiempos volvieron a León. Una nueva conspiración se formó contra él, pero en esta ocasión el Papa fue informado de ella antes de que llegara a un punto crítico. Ordenó que los cabecillas de la conspiración fueran detenidos y ejecutados. Apenas se había eliminado esta conspiración cuando un grupo de nobles de la Campania se levantaron en armas y se dedicaron al pillaje por toda la región. Estaban preparándose para marchar sobre la misma Roma cuando fueron derrotados por el duque de Spoleto, a las órdenes del Rey de Italia (Langobardía o Lombardía). Las enormes sumas de dinero que Carlomagno entregó al tesoro papal permitieron a León llegar a ser un eficaz protector de los pobres y mecenas del arte; así, llevó a cabo obras de renovación en las iglesias de Romas e incluso en las de Ravena. Empleó el imperecedero arte del mosaico, no solamente para retratar las relaciones políticas entre Carlomagno y él mismo, sino fundamentalmente para decorar las iglesias, en particular su iglesia titular de Santa Susana. Hasta finales del siglo XVI se podía contemplar una figura de León en un mosaico de esa antigua iglesia.
León III fue enterrado en San Pedro (12 de junio de 816), donde se encuentran sus reliquias, junto a las de Santos León I, León II y León IV. Fue canonizado en 1673. Los denarios de plata de León III todavía existentes llevan el nombre del Emperador además del de León, mostrando así al Emperador como protector de la Iglesia y señor de la ciudad de Roma.
Encontrar a Jesús con María
Santo Evangelio según san Lucas 2,41-51. Inmaculado Corazón de María
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dame, Señor un corazón inquieto que te busque con ansia; no permitas que me acostumbre a ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 2,41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén para las festividades de la Pascua. Cuando el niño cumplió doce años, fueron a la fiesta, según la costumbre. Pasados aquellos días, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo supieran. Creyendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino; entonces lo buscaron, y al no encontrarlo, regresaron a Jerusalén en su busca.
Al tercer día lo encontraron en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, sus padres se quedaron atónitos y su madre le dijo: «Hijo mío, ¿por qué te has portado así con nosotros? Tu padre y Yo te hemos estado buscando llenos de angustia». Él les respondió: «¿Por qué me andaban buscando? ¿No saben que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?». Ellos no entendieron la respuesta que les dio. Entonces volvió con ellos a Nazaret y siguió sujeto a su autoridad. Su madre conservaba en su corazón todas aquellas cosas.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En nuestra vida podemos acostumbrarnos a muchas cosas y personas pensando «ahí están y ahí seguirán estando». Así podemos acostumbrarnos a Jesús y buscarlo sólo cuando nos acordamos que lo ocupamos.
Algo similar les ocurrió a María y José, no por olvido, ni porque no lo quisieran, sino por pensar «ahí estará, al rato vendrá». Cuando nos damos cuenta de la supuesta ausencia de Jesús podemos tomar dos actitudes. La primera es la más sencilla para un corazón conformista, olvidarme de un Dios que siento lejano. La segunda brota de un corazón inquieto que busca la paz y la verdad: ¡Quiero buscarlo!
Si María y José hubieran tenido un corazón conformista, se hubieran limitado a preguntarle a la gente de la caravana; pero dieron un paso más, se devolvieron en el camino en su búsqueda. A veces es necesario devolverse un poco en el camino de nuestra vida para reconocer esos momentos que hemos tenido a Dios más cerca y no solamente recordarlos, sino buscar vivir otros mejores. Jesús realmente nunca se alejó, fueron sus padres quienes caminaron un buen rato sin Él.
Encontrar a Jesús es muy sencillo, sólo requiere de un corazón inquieto, que a la vez guarde las experiencias como el de María y quiera tener la experiencia de caminar junto al Señor. A Jesús lo encontramos en el hermano: «Todo lo que hagas a uno de estos más pequeños, a mí me lo hiciste.» (Mt 25,40); en el Evangelio: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.» (Jn 14, 23); en la cruz: «el que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga.» (Mt 16,24) y por último en la Eucaristía: «El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él» (Jn 6,56).
«El Evangelio concluye con esta expresión: «El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él» (v. 40). Que el Señor Jesús pueda, por la maternal intercesión de María, crecer en nosotros, y aumentar en cada uno el deseo del encuentro, la custodia del estupor y la alegría de la gratitud. Entonces los demás serán atraídos por su luz, y podrán encontrar la misericordia del Padre». (Homilía de S.S. Francisco, 2 de febrero de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Intentaré ser consciente de que Cristo está realmente presente en cada persona a mi alrededor y/o me acercaré unos minutos a contemplar la presencia de Dios en la Eucaristía.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
¿Qué es el Inmaculado Corazón de María?
Una devoción que nos conduce a la vida interior de la Virgen.
La devoción al Inmaculado Corazón de María está generalizada en todo el mundo católico y se celebra al día siguiente de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
El Corazón de María es mencionado explícitamente en la Biblia, en el pasaje de la adoración de los pastores en el pesebre al Niño Dios, citado por el evangelista Lucas (2, 19), quien dice: “María guardaba todo esto en su corazón y lo tenía muy presente”, y también en Lucas (2, 51) al referirse a cuando Jesús se quedó en Jerusalén platicando con los maestros de la ley, mientras María y José lo buscaban y lo creían perdido: “su madre guardaba todo esto en su corazón”.
Durante siglos, el arte sacro, apoyado por teólogos y expertos en Biblia, ha destacado la relevancia del corazón de María. Por ejemplo, cuando el Niño Jesús fue presentado en el templo y Simeón le dijo a la Virgen que una espada traspasaría su alma (Lucas; 2, 35) lo cual fue representado con 7 puñales.
Por todo este valor simbólico, el Inmaculado Corazón de María es una devoción que nos conduce a la vida interior de la Virgen y que abarca sus virtudes, gozos y tristezas, y que en parte se enumeran en el rezo del Santo Rosario y su letanía.
Ya desde el siglo III San Gregorio Taumaturgo, uno de los Padres de la Iglesia, mencionaba esta devoción al igual que Teodoro de Ancira en el siglo V, así como el teólogo benedictino Ruperto de Deutz, en el siglo XII.
Para el siglo XII, el sacerdote francés Juan Eudes escribió los primeros estudios teológicos sobre el Corazón de María y fundó algunas congregaciones que llevaban su nombre, pues siempre se ha dicho que e Ella es madre de la Iglesia.
San Antonio María Claret fundó en su natal España, en 1849, la Congregación Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, y la Congregación de las Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas, y Teófilo Verbista, en 1862, en Bélgica, fundó la Congregación del Inmaculado Corazón de María.
En 1917, durante las apariciones de la Virgen María en Fátima a los tres pastorcitos, Ella pidió la consagración del mundo a su Inmaculado Corazón, la difusión de esta devoción, así como el rezo diario del Santo Rosario.
La mística y beata portuguesa Alejandrina de Balazar (1904-1955), entre 1936 y 1941, tuvo revelaciones privadas de Cristo en las que pedía la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, y el Papa Pío XII realizó una consagración el 31 de octubre de 1942 que fue transmitida por Radio Vaticana, y que luego fue renovada en Roma el 8 de diciembre de aquél año.
De igual modo, San Juan Pablo II consagró el mundo al Inmaculado Corazón el 25 de marzo de 1984, luego del atentado del 13 de mayo, en la plaza de San Pedro.
En México, destaca el sacerdote San José María Robles (1888-1927), quien por su amor a Jesús y María, era apodado por sus amigos como El loco de los Sagrados Corazones, y durante la persecución religiosa en nuestro país fue apresado y encarcelado justamente en esa fecha, el 24 de junio de 1928 y fue martirizado al día siguiente, en día del Inmaculado Corazón Inmaculado de María.
Un decreto para el cambio del gobierno en las asociaciones internacionales de fieles
La medida del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida que regulará la duración de los mandatos.
El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha emitido un Decreto General con fuerza de ley que regula la duración y el número de mandatos de gobierno (con un máximo de 10 años consecutivos) en las asociaciones internacionales de fieles, tanto privadas como públicas, y la necesaria representatividad de los miembros en el proceso de elección del órgano de gobierno internacional. La medida, aprobada de forma concreta por el Papa Francisco y promulgada hoy, entrará en vigor en tres meses. Será vinculante para todas las asociaciones de fieles y otras entidades reconocidas o erigidas por el Dicasterio.
El propósito del Decreto es promover "una sana rotación" en los cargos de gobierno, de modo que la autoridad se ejerza como un auténtico servicio que se articule en la comunión eclesial.
Una Nota explicativa publicada por el Dicasterio junto al Decreto, señala que el Papa Francisco, "en línea con sus predecesores, sugiere entender las necesidades que requiere el camino de madurez eclesial de las agregaciones de fieles desde la perspectiva de la conversión misionera" (cf. Evangelii gaudium, 29-30), indicando como prioridades "el respeto a la libertad personal; la superación de la autorreferencialidad, la unilateralidad y la absolutización; la promoción de una sinodalidad más amplia, así como el preciado bien de la comunión".
La Nota señala que "no pocas veces, la falta de límites a los mandatos de gobierno fomenta, en los llamados a gobernar, formas de apropiación del carisma, de personalismo, de centralización de funciones, así como expresiones de autorreferencia, que fácilmente conducen a graves violaciones de la dignidad y la libertad personal e, incluso, verdaderos abusos. Un mal ejercicio de gobierno -se observa- crea inevitablemente conflictos y tensiones que hieren la comunión, debilitando el impulso misionero". Por otra parte, la experiencia ha demostrado que "el relevo generacional de los órganos de gobierno, a través de la rotación de las responsabilidades directivas, aporta grandes beneficios a la vitalidad de la asociación: es una oportunidad de crecimiento creativo y un estímulo para la inversión formativa; revitaliza la fidelidad al carisma; da aliento y eficacia a la interpretación de los signos de los tiempos; impulsa formas nuevas y actuales de acción misionera". Al mismo tiempo, el Dicasterio, "consciente del papel clave que desempeñan los fundadores", se reserva el derecho de dispensarles de los límites establecidos para los mandatos (art. 5 del Decreto), pero sólo "si lo considera oportuno para el desarrollo y la estabilidad de la asociación o entidad, y si tal dispensa corresponde a la clara voluntad del órgano central de gobierno". En un artículo para L'Osservatore Romano, el padre jesuita Ulrich Rhode, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana y consultor del Dicasterio, señala que, además de las 109 entidades reconocidas o erigidas por el Dicasterio, el Decreto se aplica (con la excepción del Art. 3 sobre los procedimientos de elección) también a otras entidades sujetas a la vigilancia del Dicasterio, entre ellas el Camino Neocatecumenal, la Organización Internacional de Servicio del Sistema de Células Parroquiales de Evangelización, la Organización Mundial de Cursillos de Cristiandad y el Servicio Internacional de la Renovación Carismática Católica (CHARIS). El padre Rhode, por tanto, afirma: "Es de esperar que muchas asociaciones tengan que convocar una asamblea general para decidir los cambios que deben introducirse en los estatutos para someterlos al Dicasterio para su necesaria aprobación. Existe una urgencia especial para aquellas asociaciones en las que ya se han superado los límites previstos en el Decreto o se superarán durante el periodo del mandato actual". Por último, subraya la oportunidad de que las asociaciones diocesanas y nacionales, aunque no estén obligadas a observar el Decreto, lo tengan en cuenta en caso de una futura ampliación de las normas o incluso, simplemente, por su razonabilidad.
Día Mundial Contra el Trabajo Infantil
Documento Contra el Trabajo Infantil
12 de junio, día mundial contra el Trabajo Infantil
Se trata de hacer evidente una realidad lastimosa que nos debe seguir interpelando nuestra conciencia y nuestras estructuras económicas que orillan a los jóvenes y a los niños a dedicar su vida temprana al trabajo, cuando su que hacer en la vida es estudiar y jugar.
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia en el número 296 nos recuerda que “El trabajo infantil y de menores, en sus formas intolerables, constituye un tipo de violencia menos visible, mas no por ello menos terrible. Una violencia que, más allá de todas las implicaciones políticas, económicas y jurídicas, sigue siendo esencialmente un problema moral.
Según el INEGI 29% trabaja para pagar la escuela, 39% para ayudar en la casa, 18% por aprender un oficio, 6% porque no quieren ir a la escuela y 8% por otra razón.
De los niños y las niñas que realizan algún trabajo económico, 4% recibió menos de 1 salario mínimo 51% recibió algún pago que no sobrepasó 2 salarios mínimos, y 45% no recibió ninguna remuneración.
Si miramos con detenimiento, más del 50% de niños entre 5 y 17 años trabajan por una razón que tiene que ver con la pobreza o con la falta de recursos económicos. Evidentemente hay factores que afectan a esta realidad como la ignorancia, pero el factor más sobresaliente se relaciona con el modelo económico vigente.
No se puede culpar a los niños por trabajar y no estudiar, si su realidad es que no pueden realizar las dos cosas. Qué oferta tiene la economía de mercado que se lleva en México para los que no tienen las posibilidades de ir a la escuela sin pasar hambre, qué ofrece este modelo económico a las familias en materia de educación para darse cuenta que ir a la escuela más que una opción es una necesidad de desarrollo para que estos niños no repitan la misma historia unos pocos años después.
La doctrina social de la iglesia denuncia el aumento de la explotación laboral de los menores en condiciones de auténtica esclavitud. Esta explotación constituye una grave violación de la dignidad humana de la que todo individuo es portador, prescindiendo que sea pequeño o aparentemente insignificante en términos utilitarios. (Compendio, 296).
Las implicaciones son claras: la realidad económica, la falta de educación y la pérdida de una conciencia moral hacen de esta realidad una expresión más de violencia contra los miles de niños que vemos en las calles sufriendo por el maltrato de los que por justicia y por dignidad los deberían de proteger.
Recomendaciones:
1. Hagamos lo imposible por saber el origen de lo que compramos, y si encontramos que proviene del trabajo infantil, denunciémoslo y dejemos de consumir esos productos.
2. Impidamos que nuestros niños dejen la escuela por motivos de trabajo, a veces los niños ven en la posibilidad de ganar dinero una forma de falsa independencia, sin saber que sin estudios serán dependientes de un trabajo casi de explotación.
3. Cualquier trabajo infantil casero con fines pedagógicos que aporte a la economía de la casa, debe ser remunerado de alguna forma, ya sea en especie o económicamente, en esta oportunidad podemos darle sentido al cuidado de los bienes materiales.
4. En lo posible evitemos dar monedas o alimentar el trabajo infantil, especialmente el de la calle. La calle no es un lugar digno para estar y las acciones “bondadosas” que generalmente realizamos pueden provocar efectos contrarios a los deseados. Muchos niños explotados en la calle existen porque hay personas que al regalar una moneda alientan esa explotación. Puedes destinar esos recursos a instituciones que se dediquen a protegerlos, es una forma más efectiva de ayudar.
Deseamos que estas recomendaciones abonen, aunque sea mínimamente, en el cuidado de nuestros niños. Cualquier otra idea que se te ocurra esperamos nos las puedas compartir.
Dimensión Pastoral del Trabajo, CEPS
El Gran Milagro
Llega «El Gran Milagro»: misa, ángeles y demonios en 3D para toda la familia
El Gran Milagro es la primera película de animación 3D sobre la Santa Misa y llega este viernes a los cines españoles en doblaje castellano.
En ella aparecen ángeles, demonios, almas en el Purgatorio, gente tentada o distraída, y la Eucaristía vista desde el punto de vista del Cielo. No es una película ñoña, más bien es una película de emociones fuertes y una orquestación potente.
Aunque es para todos los públicos y a la inmensa mayoría de los niños les gusta, en algunos países se ha intentado clasificar como "para mayores de 13 años" argumentando que los demonios dan miedo (por lo general, eso le encanta a los chicos).
Muchos destacan de ella que es una gran oportunidad para explicar de forma amena, lo que sucede realmente en la confesión y en la misa: ¡lo que ven los ángeles, no lo que ven los hombres distraídos!
Consulta la página web, el gran milagro, que contiene toda la información sobre la película y mucho material extra, como guías y vídeos catequéticos.
Infografía: Símbolos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María
Corazón, cruz, llamas, rosas blancas,... conoce su significado
¿Sabes qué significan los símbolos en las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María? Las siguientes infografías te lo explican de modo sintético y claro. Seguro te pueden ayudar a acrecentar más tu amor y devoción por Ellos.
Desde los primeros tiempos de la Iglesia, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha sido vivida con filial afecto.
Son muchos los santos que han acudido a Él con gran devoción, porque «en su corazón debemos poner todas las esperanzas», ya que «la Eucaristía, el sacerdocio y María son dones del Corazón de Jesús» (Pío XII, Haurietis Aquas).
San Juan Eudes unió la devoción del Corazón de Jesús al Inmaculado Corazón de María, y fue también apoyado por santa Margarita de Alacoque y más tarde, por el papa Pío XII, quien enseña que «para sacar más abundantes frutos del culto al Corazón de Jesús, los fieles han de unirlo a la devoción al Inmaculado Corazón» (Haurietis Aquas).
Muchas personas a lo largo de la historia se han enamorado del Corazón de Jesús. Aquí algunas de las más bonitas frases que le han dedicado:
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Las imágenes milagrosas que salvaron al mundo de pestes y pandemias
La devoción a los Sagrados Corazones está especialmente viva en la Iglesia católica durante el mes de junio. Se enfoca en el gran y apasionado amor de Jesús y de María por cada persona.
Y existen muchas oraciones y devociones relacionadas con el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, entre ellas la consagración de personas y lugares.
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Oración al Sagrado Corazón:
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
nos consagramos alegremente a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro guía,
el jefe protector de nuestro hogar,
el rey y centro de nuestros corazones.
Que nuestro amor a tu Corazón compense, de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti. Confianza profunda, ilimitada.
Amén