El que no está conmigo, está contra mí

Evangelio según San Lucas 11,15-26. 


Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. 
Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio".

San Dionisio de Paris

San Dionisio de París y compañeros, mártires

Santos Dionisio, obispo, y compañeros, mártires. Según la tradición, Dionisio, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fue el primer obispo de París, y allí, junto con el presbítero Rústico y el diácono Eleuterio, padecieron todos en las afueras de la ciudad.

San Gregorio de Tours, que escribió en el siglo VI, cuenta que san Dionisio de París nació en Italia. El año 250 fue enviado con otros obispos misioneros a las Galias, donde sufrió el martirio. El Hieronymianum menciona a san Dionisio el 9 de octubre, junto con los santos Rústico y Eleuterio. Ciertos autores posteriores afirman que Rústico y Eleuterio eran respectivamente el sacerdote y el diácono de san Dionisio, que se establecieron con él en Lutetia Parisiorum e introdujeron el Evangelio en la isla del Sena. Debido a las numerosas conversiones que obraban con su predicación, fueron arrestados; al cabo de largo tiempo de prisión, los tres murieron decapitados. Los cuerpos de los mártires fueron arrojados al Sena, pero los cristianos consiguieron rescatarlos y les dieron honrosa sepultura. Más tarde se construyó sobre su sepulcro una capilla, junto a la cual se erigió la gran abadía de Saint-Denis.

Dicha abadía fue fundada por el rey Dagoberto I, quien murió el año 638. Probablemente un siglo más tarde, empezó a introducirse la identificación de san Dionisio Areopagita con el obispo de París o, por lo menos, la idea de que san Dionisio de París había sido enviado por el papa Clemente I en el primer siglo. Pero tal idea no se popularizó sino hasta la época de Hilduino, abad de Saint-Denis. El año 827, el emperador Miguel II regaló al emperador de Occidente, Luis el Piadoso, la copia de unos escritos que se atribuían a san Dionisio Areopagita. Por desgracia, dichos escritos llegaron a la abadía de Saint-Denis precisamente la víspera de la fiesta del santo. Hilduino los tradujo al latín y, algunos años más tarde, cuando el rey le pidió una biografía de san Dionisio de París, el abad escribió un libro que llegó a convencer a la cristiandad de que el obispo de París y el Areopagita eran una sola persona. En su obra titulada «Areopagitica», el abad Hilduino empleó muchos materiales falsos o de poco valor, y resulta difícil creer que haya procedido así de buena fe. La biografía que escribió es un tejido de fábulas. El Areopagita va a Roma, donde el Papa San Clemente I le recibe personalmente y le envía a evangelizar París. Los habitantes de París intentan en vano darle muerte, arrojándole a las fieras, echándole al fuego y crucificándole, hasta que por fin, Dionisio muere decapitado en Montmartre, junto con Rústico y Eleuterio. El cuerpo decapitado de San Diniosio, guiado por un ángel, caminó, tres kilómetros, desde Montmartre hasta la abadía que lleva su nombre, portando en las manos su propia cabeza y rodeado de coros de ángeles; por ello fue sepultado en Saint-Denis. El culto de san Dionisio fue muy popular en la Edad Media. Ya en el siglo VI, Venancio Fortunato le reconocía como el patrono de París ("Carmina", VIII, 3, 159) y el pueblo le considera como el protector de Francia, además de ser uno de los «Catorce santos auxiliadores». El elogio del martirologio actual no descarta que haya sido enviado a París por el Sumo Pontífice -como afirma el relato tradicional-, pero evita dar nombres, ya que no se sabe con certeza los años en que vivió.

En Acta Sanctorum, oct., vol. IV, hay un largo artículo sobre san Dionisio. El relato más antiguo del martirio se atribuía erróneamente a Venancio Fortunato; B. Krusch, Monumenta Germaniae Historica, Auctores Antiq., vol. IV, pte. 2, pp. 101-105, hizo una edición crítica de dicho relato, en el que no se identifica a san Dionisio con el Areopagita, pero se dice que fue enviado a París por san Clemente I.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

Oremos. Dios nuestro, que enviaste a San Dionisio y a sus compañeros a anunciar el Evangelio a pueblos que no te conocían y les concediste una gran fortaleza en su martirio, haz que también nosotros, siguiendo su ejemplo, tengamos en menos los favores de este mundo y no temamos nunca sus desprecios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

San Ireneo de Lyon (c. 130-c. 208), obispo, teólogo y mártir 
Contra las herejías, V, 5, 2

“Si es por el dedo de Dios que expulso demonios es, pues, que el Reino de Dios ha llegado a vosotros”

Henoch, por haber sido del agrado de Dios, fue trasladado al cielo en cuerpo, prefigurando así el  traslado de los justos. También Elías fue llevado, tal como se encontraba en la sustancia de su carne modelada (2R 2,11), profetizando con ello el levantamiento de los hombres espirituales. Sus cuerpos no han sido obstáculo alguno para su traslado y se elevamiento: es a través de las mismas manos por las cuales habían sido creados al origen (Gn 2, 7) que fueron trasladados y elevados. Porque, en Adán, las manos de Dios estaban acostumbradas a dirigir, mantener y llevar la obra modelada por ellas, a trasladarla y ponerla en el lugar que ellas querían. ¿En qué lugar fue puesto el primer hombre? En el paraíso, sin duda alguna, según lo dice la Escritura: “Y Dios plantó un jardín en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado” (v. 8). Y es de allí que fue expulsado a este mundo por haber desobedecido…

    ¿Hay alguno que crea que no es posible que unos hombres sigan viviendo tanto tiempo como los primeros patriarcas? ¿O cree que Elías no fue elevado en su carne, sino que su carne fue consumida en el carro de fuego? Que considere cómo Jonás, después de haber sido precipitado al fondo del mar y tragado hasta el vientre de un pez, fue expulsado de él, a la orilla, sano y salvo, por orden de Dios. Ananías, Azarías y Misael, echados a un horno ardiendo siete veces más de lo normal, no sufrieron ningún mal y ni tan sólo olían a fuego (Dn 3, 27). Si la mano de Dios les asistió y en ellos ser realizaron cosas extraordinarias e imposibles para la naturaleza humana, ¿qué hay de extraño si, en los que han sido trasladados,  la misma mano ha realizado también una cosa extraordinaria, cumpliendo la voluntad del Padre? Ahora bien, esta Mano, es el Hijo de Dios. (cf Dn 3,25).

Francisco, hoy, en el Sínodo

Tras la denuncia de que algunos cardenales criticaron el "camino aperturista" del mismo
El Papa pide al Sínodo que se olvide de "complots" y hable con libertad y en confianza
El patriarca sirio denuncia "la traición" a la que Europa ha sometido a los cristianos perseguidos
Redacción, 08 de octubre de 2015 a las 17:05
Porras: "La Iglesia quiere ser servidora de humanidad, acompañar y ofrecer al mundo entero, ternura, compasión, misericordia, respeto y ayuda mutua que todos necesitamos"

El papa Francisco instó a los participantes del Sínodo, que comenzó el pasado lunes, a que eviten pensar que existen "complots" o "manipulaciones" y que se tengan confianza, explicó hoy el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Lombardi fue llamado por la prensa a responder sobre la expresión del papa, que habló de "hermenéutica de la conspiración" en su discurso del pasado martes a los llamados "padres sinodales", y que fue publicada por un participante, pero no comunicada por el Vaticano.

El portavoz vaticano no desmintió que el papa dijera esas palabras y explicó que así Francisco quiso expresar "que hay que tener una plena confianza los unos en los otros, estar convencidos de lo que se expresa, y que el proceso sinodal se celebra en plena libertad y expresión sincera de las propias opiniones".

Y "que no se puede pensar que hay complots y personas que intentan manipular la visión del Sínodo desde el interior o el exterior", añadió Lombardi interpretando las palabras del papa.

Les instó, agregó el portavoz vaticano, a que esta asamblea que trata temas relacionados con la familia, "sea un proceso, un intercambio de comunicación que se realice con sinceridad y tranquilidad".

La prensa italiana destaca hoy en algunos artículos cómo algunos participantes - cardenales y obispos - criticaron la metodología utilizada y criticaron que el Sínodo esté "pilotado para tomar un camino aperturista".

Estas críticas llevaron al papa, explica la prensa, a tomar la palabra el martes para hablar de la "hermenéutica de la conspiración".

Las sesiones del Sínodo continúan en estos días y desde ayer se reúnen los círculos menores, los grupos por idiomas en los que se ha dividido a los 270 padres sinodales, para redactar una primera análisis.

En la rueda de prensa diaria que ofrece el Vaticano sobre el Sínodo, el cardenal italiano Edoardo Menichelli defendió hoy que se hable en la asamblea del papel de las mujeres y de los homosexuales, ya que dijo, "son hermanos que viven en el contexto de una familia".

Por su parte, el obispo sirio católico Ignace Youssif III Younan explicó el problema de las familias divididas y destrozadas al escapar del infierno que es actualmente Siria e Irak. "Traemos al Sínodo la voz de las personas perseguidas en nuestros países, nos sentimos olvidados y traicionados por Europa y América", ha indicado dirigiéndose a los poderosos a los que ha pedido que ayuden a que la situación cambie.

El patriarca ha comentado cómo las familias cristianas allí están rotas y separadas porque hacen todo lo posible para salir del infierno de Irak y Siria huyendo de la inseguridad y la persecución. "Tenemos cientos de personas que son rehenes de terroristas islámicos, es un fenómeno catastrófico de larga duración", ha denunciado.

También ha criticado que los medios de comunicación solo están destacando del Sínodo temas que únicamente importan a Occidente, dejando a un lado los temas de familia que son universales.

Concretamente, sobre el concepto de matrimonio ha explicado que los cristianos hacen diferencia entre: matrimonio como sacramento y otras uniones entre personas. Asimismo, ha lamentado el hecho de que en Medio Oriente no supieran convencer a las nuevas generaciones a permanecer donde el Cristianismo tuvo sus orígenes.

Por su parte, el arzobispo de Ghana, monseñor Palmer-Buckle ha denunciado que los malos gobiernos africanos obligan a los jóvenes a huir por el desierto y ha explicado que han trabajado juntos con gran deseo, en lo que se refiere a los jóvenes que cruzan la zona de Magreb.

Sobre el matrimonio homosexual, ha comentado que es muy triste que un país decida sobre otro diciendo 'hay que hacer esto' y ha recordado que para la preparación del Sínodo todos los obispos de África han tenido reuniones y han publicado documentos sobre la familia.

En este sentido, el arzobispo de Ancona, monseñor Edoardo Menichelli, ha señalado que este es un Sínodo del pueblo al verse reflejado el resultado de la contribución de las diócesis.

Por otro lado, los matrimonios intervienen este año en el Sínodo dedicado a la Familia como auditores y exponen ante la Asamblea de cardenales, obispos, sacerdotes y expertos sus experiencias concretas de pareja, padres o abuelos. Así hicieron el pasado 5 de octubre los cónyuges mexicanos Gertrudiz Clara Rubio de Galindo y Andrés Salvador Galindo López, Secretarios Ejecutivos de la Comisión Episcopal para la Familia de la Conferencia Episcopal, Secretarios del CELAM para la zona de México-Centroamérica. El 6, durante la tercera congregación general intervino el matrimonio sudafricano formado por Buysile Patronella Nkosi y Meshack Jabulani Nkosi, Miembros del Comité Asesor para el Consejo Nacional de la Familia de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Sudáfrica.

Los esposos Galindo Rubio, que están casados desde hace 45 años y tienen dos hijos y cuatro nietos, recordaron que sus primeros años fueron difíciles, sobre todo debido a los problemas económicos que encontraron y que incluso algunos familiares les aconsejaron separarse por ese motivo. ''A pesar de la insistencia para que dierámos ese paso, Andres y yo -afirmó Clara Rubio- decidimos luchar contra el desequilibrio que habia provocado aquel suceso y sacar adelante nuestro matrimonio y Ia familia que empezábamos a formar, aunque esta decisión fue sin tener una conciencia clara de lo que significaba el sacramento del matrimonio. Poco tiempo después, gracias a Dios tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia de relacion en el Encuentro Matrimonial Católico, en donde aprendimos a comunicarnos, a saber perdonar, pero sobre todo a conocer cual era el plan de Dios para nosotros como matrimonio y como familia. Y así seguimos luchando por nuestra relación, pero ahora con un poco mas de conciencia de acuerdo al plan de Dios''.

Años después, en otra época de dificultades económicas, después de visitar la basílica de Guadalupe, decidieron colaborar con la Pastoral Familiar de su diócesis. La decisión les llevó a dar su aportación en diversos lugares de Centroamérica, donde a lo largo de los años han constado que ''los grandes problemas por lo que pasan las familias son provocados por factores sociales, culturales, políticos, educativos, económicos y religiosos y el matrimonio y la familia, se ven debilitados y frágiles, y su propia fuerza necesita ser rescatada a traves de la formación y enseñanza de su identidad y misión''. Para ello, concluyó Rubio la pastoral de la familia, requiere en este tercer milenio, ''pastores enamorados del proyecto de Dios'' que acompañen y formen a las familias para que descubran y vivan ''su identidad y su misión''.

El 6 de octubre hablaron ante los Padres Sinodales el matrimonio Nkosi casados desde hace 35 años con 5 hijos y ocho nietos. Tres de sus hijos, como relató Jabu Nkosi, han contraído matrimonio católico con personas no católicas, pero caminan ''con dos credos y un solo amor''. Uno de sus yernos y una de sus nueras quieren convertirse al catolicismo y en la próxima Pascua, en 2016, serán acogidos en la Iglesia Católica.

El matrimonio ha acompañado a lo largo de 33 años a muchos jóvenes con los que han compartido su experiencia de vida, la palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. ''Les hemos transmitido- dijo Jabu Nkosi- la Buena Nueva del amor de Dios por nosotros a través de su Hijo Jesucristo. Y nosotros en nuestra vida de cada día tratamos, a través de la gracia de Dios, de ser una buena noticia para el otro, para las parejas jóvenes y para el mundo. Esto es posible dejando que la Palabra de Dios, Cristo mismo, sea nuestra brújula''.

'Tenemos y hemos tenido nuestros numerosos retos: quizás el no ver las cosas de la misma manera o el hacerse daño el uno al otro de alguna forma -prosiguió- pero nuestra redención siempre ha sido tratar de ser lo suficientemente humilde como para decir.

''Lo siento". Las palabras del Santo Padre, "perdón, gracias y ¿puedo?" son indispensables si queremos vivir en paz y armonía en nuestra familia. Es importante recordar decirse el uno al otro ''Te amo" y decírselo también a los niños. El Papa Benedicto XVI en su encíclica ''Caritas in Veritate'' destacaba la importancia del amor como el principio vital de la sociedad, el lugar donde una persona aprende el bien común, ya que la familia es el primer lugar donde, una nueva persona aprende a amar, a perdonar, experimenta el perdón y aprende a compartir''.

''La decisión que tomamos hace 35 años es la que seguimos tomando todos los días para cuidar unos de otros en la familia y para ser fieles el uno al otro como cuando nos comprometimos a amar para siempre. En la sociedad moderna que, desgraciadamente, ha desarrollado una cultura de usar y tirar, este tipo de compromiso parece una tontería y es ridiculizado y desaconsejado. Los jóvenes, entonces, tienden a tener miedo de casarse y consideran este compromiso como una carga. Nosotros estamos llamados a animarles a emprender el viaje del Santo Matrimonio mirando a Cristo como su nueva esperanza''.

''Hemos experimentado la nueva vida que nace, y hemos visto a nuestros padres ayudarnos a criar a nuestros hijos. También les hemos visto envejecer, volverse más frágiles y les hemos cuidado hasta que han acabado su existencia. Hemos visto a nuestros hijos volverse padres y a nosotros mismos ser ahora un apoyo para ellos y sus familias. Seguimos transmitiéndoles nuestra fe, todos los valores cristianos y la cultura de "Ubuntu" - humanitarismo. Nos da alegría y satisfacción y ha hecho nuestra vida más rica y plena a través de la gracia de Dios'', finalizó Nkosi.

"Es una hermosa experiencia, afirma el arzobispo de Mérida, Venezuela, Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, explicando que es el tercer Sínodo en el que participa". Entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz de Radio Vaticano, el prelado reconoce que "la metodología del Sínodo ha avanzado muchísimo y es mucho más participativa". El trabajo en los círculos menores - dice - permite un intercambio de ideas y puntos de vista en un clima de fraternidad y enorme libertad, tal como lo señaló el Papa.

Además el arzobispo de Mérida habla de la actitud del Santo Padre, "que llega antes que todos - dice - y saluda a todos" y esto contribuye a crear un clima especial.

"Se habla de las familias y con las familias, con un profundo sentido de humildad, que he visto en las intervenciones, sin condenar, ni dar recetas". Se trata - recalca - de "acompañar la situación que se vive hoy, en una sociedad en cambio, por los nuevos referentes que hay". Y agrega: "La Iglesia quiere ser servidora de humanidad, acompañar y ofrecer al mundo entero, ternura, compasión, misericordia, respeto y ayuda mutua que todos necesitamos". "Estamos con el mejor deseo de servir y ayudar".

Asimismo Mons. Porras Cardozo explica la necesidad que tiene la familia venezolana de vivir en paz y superar la división y la exclusión que reinan en el país.

Con gran esperanza y alegría, el obispo de Mérida relata además que está en contacto a través de las redes sociales con sacerdotes y personas que están pendientes del trabajo del Sínodo y unidos en la oración, deseando que haya un aliento, para beneficio de toda la sociedad.

«El tema de la familias es trascendental no sólo para la Iglesia, sino para el mundo entero», reitera el Obispo de León, Nicaragua, Mons. César Bosco Vivas Robelo, entrevistado por el jesuita Guillermo Ortiz.

Con su profunda satisfacción por la importancia del tema tratado y por el buen desarrollo y participación en los trabajos sinodales, Mons. Vivas hace hincapié en que se han expuesto con mucha libertad los pensamientos sobre lo que propone el instrumento de trabajo. Y en los Círculos menores se van tratando, parte por parte, para ofrecer al Papa Francisco un documento que le pueda servir en su magisterio para orientar a la Iglesia universal, acompañando a las familias.

El prelado nicaragüense presenta asimismo la religiosidad de la familia en Nicaragua, su respeto al sacramento del matrimonio, su testimonio de que «Cristo es razón de felicidad para las familias, aliento para superar los numerosos problemas y para poder orientar a los hijos en un mundo muy complicado».

Uno de los grandes beneficios de la cumbre sinodal es el de «clarificar algunos aspectos que preocupan a la familia en el plano cultural, como el de la ideología de género», señala el Obispo de León, que habla también de la religiosidad nicaragüense y de las devociones tan enraizadas y hermosas: la piedad mariana, en especial a la Inmaculada, y la Eucarística.

El que no está conmigo, está contra mi

Lucas 11, 15-26. Tiempo Ordinario. El cristiano vence al mal cuando tiene a Dios morando en su alma. 



Oración introductoria


Padre, ayúdame a encontrar, en la oración, los medios para estar siempre unido a Ti y mantenerme lejos de la tentación y del mal.


Petición


María, cuídame de todo mal y aléjame del pecado. Ayúdame a cuidar los bienes espirituales como el mayor tesoro.


Meditación del Papa Francisco

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, ‘vaga por lugares desiertos, buscando reposo, y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí. Y cuando la encuentra ‘barrida y adornada’, entonces va y ‘toma otros siete espíritus peores que él, que vienen y toman posesión de la morada’. Y, así, el postrer estado de aquel hombre resulta peor que el primero.

La vigilancia…, porque la estrategia de él es aquella: ‘Te has convertido en un cristiano, ve adelante en tu fe, te dejo, te dejo tranquilo. Pero luego, cuando te acostumbras y no vigilas tanto y te sientes seguro, voy a estar de vuelta’. ¡El evangelio de hoy comienza con el demonio expulsado y termina con el demonio que vuelve! San Pedro lo dijo: “Es como un león feroz, que gira a nuestro alrededor". Es así.

‘Pero, padre, ¡usted es un poco anticuado! Nos hace asustar con estas cosas...’. ¡No, yo no! ¡Es el Evangelio! Y no se trata de mentiras: ¡es la Palabra del Señor! Le pedimos al Señor la gracia de tomar en serio estas cosas. Él vino a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido al demonio! Por favor, ¡no hagamos tratos con el diablo! Él trata de volver a casa, a tomar posesión de nosotros... ¡No relativizar, sino vigilar! ¡Y siempre con Jesús!(Cf. S.S. Francisco, 11 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).


Reflexión


Uno de los factores que ayudaron al éxito del cristianismo en el mundo antiguo fue la fuerza arrolladora que tenía frente a los demonios. La existencia del demonio era -y sigue siendo- tan evidente que todas las religiones creían firmemente en él, sin embargo nadie se atrevía a un enfrentamiento directo con el señor del mal.
Cristo primero, los apóstoles después, y una catarata de santos en los siglos posteriores, han vencido plenamente a Satanás, sea en enfrentamiento directo (exorcismos) sea logrando apartar a los hombres de los tentadores caminos del mal. El cristiano vence a Satanás porque tiene a Dios morando en su alma.
Cristo echa a los demonios porque el reino de Dios está ya entre nosotros y los que siguen a Cristo convierten su vida en un milagro perpetuo en el que Belcebú carece de potencia y de valor. El demonio está cada día intentando que nos apartemos del camino, que nos desviemos, abandonemos o ralenticemos el paso. En ocasiones muy contadas y excepcionales el demonio se deja ver de manera explícita y son pocos a los que se muestra. La mayoría de las veces, y no por ello menos peligrosas, aparece de la forma más sugerente, sutil y solapada.
Pensar que sinónimo de «carácter» es dejarse llevar por el mal genio, que «tener personalidad» es no ceder y dejarse llevar por el egoísmo, que «dignidad» es no dejarse engañar por excesos de entrega o que la «fidelidad» a tu pareja es algo aburrido y carente de aventura. Todos estos postulados y muchos más imperan en nuestros días y lo más importante en nuestro interior, porque simplemente no conocemos el esplendor, la belleza y el atractivo de la verdad. El demonio sabe todo esto y por eso se encarga de no dejarnos ver, incluso de presentarnos nuestra lucha cristiana como un ir en contra de nuestros deseos y de lo atrayente y ceder a ciegas para amar a Jesús. La fuerza de Cristo es verdad, es bien, es belleza. Y cuando esto es conocido por el hombre es de tal fuerza que difícilmente nos podemos apartar del camino.
Esta es la verdad de nuestras vidas que Jesús quiere enseñarnos -y el demonio bien conoce-, que tenemos que ponderar y sobre la que hemos de preguntarnos sin miedo.


Propósito


Pidamos hoy a Dios Nuestro Señor, a través de María Santísima, que nos ayude a ver en nuestra vida sus designios divinos para alcanzar el Cielo, a ejemplo de María. ¿Qué tal si rezamos un Misterio del Rosario?


El Papa ora con el Sínodo

"Asistimos a una escalada de violencia, una crisis humana de enormes proporciones"
El Papa pide a la comunidad internacional que intervenga para resolver los conflictos en Oriente Medio y África
"La guerra trae consigo destrución y multiplica el sufrimiento de la población"
Redacción, 09 de octubre de 2015 a las 12:40
Usar los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso

Francisco invitó hoy a los participantes del Sínodo, que se celebra en el Vaticano, a orar por la reconciliación y la paz en Oriente Medio y también en África, e hizo un llamamiento a la comunidad internacionalpara que ayude a resolver los conflictos en la región.

"Estamos dolorosamente afectados y seguimos con gran preocupación lo que está sucediendo en Siria, en Irak, en Jerusalén y en Cisjordania, donde asistimos a una escalada de violencia que afecta a civiles inocentes y continúa alimentando una crisis humana de enormes proporciones", afirmó Jorge Bergoglio, según informó la Santa Sede en un comunicado.

"La guerra -añadió- trae consigo destrucción y multiplica el sufrimiento de la población. Esperanza y progreso se consiguen solo con la elección de la paz. Unámonos, por tanto, en una intensa y esperanzadora oración al Señor, una plegaria que intente ser al mismo tiempo una expresión de cercanía" con los ciudadanos de la región.

En su discurso, el papa Francisco hizo también un "llamamiento a la comunidad internacional para que encuentre el modo de ayudar de manera efectiva" a estos países en crisis y pidió que haga uso de "los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso".

Por último, solicitó a los presentes que extiendan también su oración "a aquellas zonas de África que están pasando por situaciones similares de conflicto".

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos comenzó oficialmente el pasado 4 de octubre con la inauguración por parte del papa Francisco y se ocupará de abordar los "desafíos de las familias en el mundo actual" hasta el día 25.

 Éstas fueron las palabras del Papa:

«Al reanudar, esta mañana, los trabajos de la Congregación general quisiera invitarlos a dedicar la oración de la Hora Tercia a la intención de la reconciliación y de la paz en Oriente Medio. Estamos dolorosamente afectados y seguimos con preocupación cuanto está sucediendo en Siria, en Iraq, en Jerusalén y en Cisjordania, donde asistimos a una escalada de violencia, que afecta a civiles inocentes y sigue alimentando una crisis humanitaria de proporciones enormes. La guerra lleva destrucción y multiplica los sufrimientos de las poblaciones. Las esperanzas y progresos llegan sólo con las opciones de paz. Unámonos, pues, en una intensa y confiada oración al Señor, una oración que quiere ser al mismo tiempo expresión de cercanía a los hermanos Patriarcas y Obispos aquí presentes, que provienen de aquella región, a sus sacerdotes y fieles, así como a todos aquellos que la habitan.

Dirijo asimismo, junto con el Sínodo, un apremiante llamamiento a la comunidad internacional, para que encuentre el modo de ayudar eficazmente a las partes interesadas a ampliar sus propios horizontes, más allá de los intereses inmediatos y a usar los instrumentos del derecho internacional y de la diplomacia para resolver los conflictos en curso.

Deseo en fin que extendamos nuestra oración también a aquellas zonas del continente africano que están viviendo análogas situaciones de conflicto. Por todos interceda María, Reina de la paz y amorosa Madre de sus hijos».

El Papa en Sta. Marta: 'El demonio con el relativismo anestesia la conciencia'
 

Fecha: 09 de Octubre de 2015


El santo padre Francisco invitó al discernimiento y a la vigilancia, para no “interpretar mal a quien hace el bien, calumniar por envidia, tender trampas para hacer caer”, porque todo esto no viene de Dios sino del demonio. Así lo hizo durante su homilía de este viernes, en la misa que ha celebrado en Santa Marta.

Tal y como recordó, en el Evangelio de hoy Jesús expulsa un demonio, hace el bien, está entre la gente que lo escucha y reconoce su autoridad, pero hay quien no lo escucha. Francisco explicó  que “había un grupo de personas que no le querían y trataban siempre de interpretar las palabras de Jesús y también sus comportamientos, de forma distinta, contra Jesús”.

Y precisó: “Algunos por envidia, otros por rigidez doctrinal, otros porque tenían miedo que vinieran los romanos y les masacraran; por muchos motivos trataban de alejar la autoridad de Jesús del pueblo y también con la calumnia”. La calumnia como se ve en el Evangelio de hoy: "Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios". El Papa recordó que le ponían a prueba continuamente, “le ponían delante de una trampa para ver si caía”.

Por ello, el Pontífice invitó al discernimiento y a la vigilancia. “Saber discernir las situaciones”: es decir, lo que viene de Dios y lo que viene del maligno que siempre trata "de engañar”, “de hacernos elegir un camino equivocado”. El cristiano --aseguró-- no puede estar tranquilo con que todo va bien, debe discernir las cosas y mirar bien de dónde vienen, y cuál es su raíz.

A propósito de la vigilancia, el Santo Padre advirtió que en un camino de fe “las tentaciones vuelven siempre, el mal espíritu no se cansa nunca”. Cuando el demonio “ha sido expulsado” tiene “paciencia, espera para volver” y si lo dejas entrar se cae en una situación peor. De hecho, antes se sabía que era “el demonio que atormentaba”. Después, “el Maligno se ha escondido, viene con sus amigos muy educados, llama a la puerta, pide permiso, entra y convive con el hombre, su vida cotidiana y, juega y juega, da las instrucciones”. De este modo, Francisco recordó que con “esta modalidad educada” el diablo convence para “hacer las cosas con relativismo”, tranquilizando la conciencia.

Y lo explicó: “tranquilizar la conciencia. Anestesiar la conciencia. Y esto es un gran mal. Cuando el mal espíritu consigue anestesiar la conciencia, se puede hablar de una verdadera victoria suya, se convierte en propietario de esa conciencia". El Papa advirtió que esto sucede por todas partes. “Sí, pero todos, todos tenemos problemas, todos somos pecadores, todos… Y en el ‘todos’ está el ‘ninguno’. Todos, pero yo no. Y así se vive esta mundanidad que es hija del mal espíritu”.

De este modo, y para concluir la homilía, el Obispo de Roma reiteró las dos palabras: vigilancia y discernimiento. “Vigilancia. La Iglesia nos aconseja siempre el ejercicio del examen de conciencia: ¿qué ha sucedido hoy en mi corazón, hoy, por esto? ¿Ha venido este demonio educado con sus amigos conmigo? Discernimiento. ¿De dónde vienen los comentarios, las palabras, las enseñanzas, quién dice esto?” Discernir y vigilar --finalizó el Papa-- para no dejar entrar a quien engaña, seduce, encanta. Pidamos al Señor esta gracia, la gracia del discernimiento y la gracia de la vigilancia.  

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