“Si creéis en Moisés, creeréis también en mí, porque de mí habló Moisés en las Escrituras.”

Evangelio según San Juan 5,31-47.

Jesús dijo a los judíos: Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió. 

Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres. Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios? No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?". 

Santos mártires de Sebaste

Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)  La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.  En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente.

En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño. Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio se quita la máscara e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.   La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.

San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó “lago”)    Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: “Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados”.    Quieren ser fieles hasta la muerte... pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia , asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia.

Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires. Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada. Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.

Oremos
Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires de Sebaste  la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de la Vid, Tuscani, Italia.

San Jerónimo (347-420), sacerdote, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia 

Carta 53, a San Paulino, obispo de Nola

“Si creéis en Moisés, creeréis también en mí, porque de mí habló Moisés en las Escrituras.” (Jn 5,46)

“Existe una sabiduría de Dios, misteriosa, escondida que, desde antes de los siglos, Dios nos ha destinado” (cf 1Cor 2,7). Esta sabiduría de Dios es Cristo. Él es el poder de Dios y la sabiduría de Dios... En el Hijo “están todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia” (cf Col 2,3) “escondidos en el misterio, destinado, de antemano, desde antes de los siglos, Cristo ha sido predestinado y prefigurado en la Ley y los profetas. 

Por esto, los profetas llevaban el nombre de “videntes”. Veían a aquel que estaba escondido y desconocido de los otros. Abrahán también “vio su día y se alegró” (cf Jn 8,56). A Ezequiel se le abrieron los cielos mientras que al pueblo pecador quedaron cerrados. “Levantad el velo que me cubre”, dice David, y contemplaré las maravillas de tu ley” (cf Sal 119,18). En efecto, la ley es algo espiritual y para comprenderla hace falta que se levanté el velo “que se pueda contemplar la gloria de Dios con el rostro descubierto” (cf 2Cor 3,18ss). 

En el Apocalipsis se muestra un libro sellado con siete sellos. ¡Cuántos hombre, hoy día, que se tienen por instruidos, tienen en sus manos un libro sellado! Son incapaces de abrirlo, a no ser que el que tiene la llave de David se lo abra. “Si él abre nadie cerrará y si cierra nadie podrá abrir” (cf Ap 3,7). En los Hechos de los apóstoles, el eunuco tiene en sus manos el libro de Isaías y venera lo que no conoce. Le sale al encuentro Felipe y le muestra a Jesús presente en el texto... ¡Comprende, pues, que tú no puedes meterte en las Sagradas Escrituras sin tener un guía que te enseñe el camino!

TIEMPO DE CUARESMA

AÑO DE LA MISERICORDIA

“Recorramos todas las generaciones y aprenderemos cómo el Señor, de generación en generación, concedió un tiempo de penitencia a los que deseaban convertirse a él. Jonás anunció a los ninivitas la destrucción de su ciudad, y ellos, arrepentidos de sus pecados, pidieron perdón a Dios y, a fuerza de súplicas, alcanzaron la indulgencia, a pesar de no ser del pueblo elegido” (San Clemente Romano).

IV JUEVES DE CUARESMA: LA INTERCESIÓN
La imagen del ciprés en el claustro monástico es imagen de la oración continua, que se eleva en los monasterios a favor de toda la humanidad.

Texto bíblico: “Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: -«¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."» Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo” (Ex 32, ).

El papa Francisco recomienda la oración de intercesión: “Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la intercesión. Miremos por un momento el interior de un gran evangelizador como san Pablo, para percibir cómo era su oración. Esa oración estaba llena de seres humanos: «En todas mis oraciones siempre pido con alegría por todos vosotros [...] porque os llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7). Así descubrimos que interceder no nos aparta de la verdadera contemplación, porque la contemplación que deja fuera a los demás es un engaño” (EG 281).

Pensamiento: Somos pueblo sacerdotal, de nuestra oración depende en parte la bendición de Dios sobre el mundo. Los cristianos tenemos la vocación y misión de orar por todos.

ORACIÓN: “Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos” (Jn 17, 9).

PROPUESTA
Reza por todos, por los que te agradan y por los que no. Intercede de manera discreta y continua por la paz, por la convivencia social, por que llegue a todos la noticia del Evangelio. La oración es misionera y evangelizadora.

¡Hay que buscar a Cristo para que Él nos dé la vida!
Juan 5, 31-47. Cuaresma. Es Dios quien confirma que todo lo que Cristo dice es verdad.

Oración introductoria
Señor y Dios mío, que eres tan bueno y que me has dado tantas gracias,heme aquí, a mí a quien muchas veces ni me acuerdo de Ti. Me pongo en tu presencia en este pequeño momento de oración. Lo único que quiero es recibirte en mi corazón, mas sabiendo que no te puedo recibir sacramentalmente, quiero acogerteal menos espiritualmente. Ayúdame a encontrar la verdadera felicidad.

Petición
Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta mi confianza para que pueda creer con una fe más desinteresada. Ayúdame aolvidarme de mí mismo y a lanzarme a encontrar tu voluntad.

Meditación del Papa Francisco
Creer no es añadir una opinión a otras. Y la convicción, la fe en que Dios existe, no es una información como otras. Muchas informaciones no nos importa si son verdaderas o falsas, pues no cambian nuestra vida. Pero, si Dios no existe, la vida es vacía, el futuro es vacío. En cambio, si Dios existe, todo cambia, la vida es luz, nuestro futuro es luz y tenemos una orientación para saber cómo vivir.

Por eso, creer constituye la orientación fundamental de nuestra vida. Creer, decir: "Sí, creo que tú eres Dios, creo que en el Hijo encarnado estás presente entre nosotros", orienta mi vida, me impulsa a adherirme a Dios, a unirme a Dios y a encontrar así el lugar donde vivir, y el modo como debo vivir. Y creer no es sólo una forma de pensamiento, una idea; como he dicho, es una acción, una forma de vivir. Creer quiere decir seguir la senda señalada por la palabra de Dios. (Homilía Benedicto XVI 15 de agosto de 2006). 

Reflexión 
Creer no es añadir una opinión a otras. Nosotros tenemos muchas opiniones de Dios en nuestras vidas. Pasa con mucha frecuencia que pensamos que Dios es un juez, el omnipotente dictador de los cielos que gobierna con suprema autoridad.Algomuy diferente de lo que es realmente Dios.Por eso, nos cuesta aceptar, creer y hacer Su voluntad.¡Dios no es así! Dios es misericordia, perdón, amor. Dios no se porta como dictador, sino, más bien, como un Padre que corrige para señalar el camino correcto, porque ama y quiere lo mejor para su hijo. Actúa sabiendo que va a doler, pero es para que todo salga adelante.

En esta verdadera orientación, encontramos a Dios, y surge naturalla confianza de que creemos en Dios, porque hemos hecho la experiencia del verdadero Dios, aquel que comprende, entiende y ayuda. Y es lógico que, después de esta experiencia tan fuerte y viva, nuestro creer se transforme en acción. Un creer que va más allá de lo que es aceptar el amor de Dios de forma pasiva; un creer que se compromete a entregarse totalmente a Él, en lo que me pida.

Jesús en este evangelio nos dirige un reproche. Cristo intenta defender su nombre, no porque le interesara en sí, sino para que mayor número de personas creyeran en Él. Hace un esfuerzo por presentarse ante los judíos, siguiendo su mentalidad de confiar en el testimonio de otros.

Hace y dice todo cuanto puede. Sin embargo, parece que sus palabras chocan y resbalan, ante la incredulidad de los corazones soberbios.

Jesús apela al testimonio mismo del Padre, manifestado en los escritos de Moisés y en Juan Bautista.

Al primero, Dios lo había elegido para liberar y guiar a su pueblo a través del desierto hacia la tierra prometida. ¿No es Jesús mismo que nos guía en medio del desierto de nuestra vida hasta la patria eterna? El segundo, Juan, proclamó la llegada del Mesías y propuso un bautismo de penitencia. Jesús, en otro pasaje afirma, que era Elías, señalado como su predecesor, que allanaría montes y rellenaría valles para el paso del Señor. ¿No es Jesús la voz que sigue gritando en el desierto de las conciencias de tantos hombres, llamándoles a la conversión, atrayéndolos a su amor? Pero los judíos no le entendieron. ¿Le entenderemos hoy nosotros?

Es triste, pero es verdad. En este evangelio Jesús nos reprocha no haber comprendido su mensaje. Vamos en busca de la gloria que da el mundo a quienes obran según el slogan del momento. Corremos tras la vanidad del tener más y más; sin compartir lo que Él mismo nos ha dado: amor, cariño y comprensión. Esto es leer las escrituras y no entender el mensaje de Cristo: ir a misa y después no vivir el evangelio; llamarse cristiano y apenas conocer a Jesús. Pero Jesús es paciente. Nos espera. Y si nos reprocha algo en nuestra conciencia, es porque nos ama y nos quiere cerca de su amantísimo Corazón. Podemos corresponderle, acercándonos a la parroquia, viviendo y compartiendo nuestra fe. Regalando al mundo sonrisa que da la alegría de la esperanza y la confianza en Jesús.

Propósito. Hoy amaré más al Señor en mi familia, ayudando a todos en los que necesiten de mí.

Diálogo con Cristo
Los momentos que reservo para tus cosas, Señor, son muy pocos y pasan rapidísimos. ¿Qué más puedo hacer por ti? No quiero dejar pasar este momento de oración, como muchos que ya se han ido, sin dejar en mí una verdadera experiencia de ti, Señor. No puedo salir sin comprometerme de verdad contigo.Ya he contemplado tu amor, cómo eres Túen verdad; ahora, falta mi parte. Tú me conoces, soy débil, pero sé que con tu gracia puedo; en ti, está mi fuerza; contigo, no vacilo.

... ninguna prueba de la caridad divina hay tan patente como el que Dios, creador de todas las cosas, se hiciera criatura, que nuestro Señor se hiciera hermano nuestro, que el Hijo de Dios se hiciera hijo de hombre.(Sto. Tomás, Sobre el Credo 1.c 59).

¡No juzguéis...! ¿Y qué hago yo de la mañana a la noche?
Jesús Sacramentado ¿por qué tu Corazón nunca me ha juzgado tan severamente como yo acostumbro a juzgar a mis semejantes?


No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá a vosotros. ¿Cómo es que miras la brizna en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo?. ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te saque esa brizna del ojo, teniendo la viga en el tuyo?. Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano. (Mateo 7, 1-5)

Señor, acabamos de leer tus palabras según el evangelista San Mateo. Con qué claridad nos está hablando el Maestro, con qué claridad nos llega tu mandato, Señor: ¡NO JUZGUÉIS!...

¿Y qué hago yo de la mañana a la noche? Juzgar, criticar, murmurar... voy de chisme en chisme sin detenerme a pensar que lo que traigo y llevo entre mis manos, mejor dicho en mi lengua, es la fama, la honestidad, el buen nombre de las personas que cruzan por mi camino, por mi vida. Y no solo eso, me erijo en juez de ellos y ellas sin compasión, sin caridad y como Tu bien dices, sin mirar un poco dentro de mí.

Señor, en este momento tengo la dicha inmensa e inmerecida de estar frente a Ti, Jesús, ¡qué pena tengo de ver esa viga que no está precisamente en mi ojo, sino en mi corazón...! ¿Por qué en este momento me siento tan pequeña, tan sin valor, con todas esas "cosas" que generalmente critico de los demás y que veo en mí son mayores y más graves?

Jesús Sacramentado ¿por qué tu Corazón nunca me ha juzgado tan severamente como yo acostumbro a juzgar a mis semejantes?
Solo hay una respuesta: ¡porque me amas!

Ahora mismo me estás mirando desde esa Sagrada Hostia con esos ojos de Dios y Hombre, con los mismos que todos los días miras a todos los hombres y mujeres, como miraste a María Magdalena, como miraste al ladrón que moría junto a ti y por esa mirada te robó el corazón para siempre... y así me estás mirando a mí esta mañana, en esta Capilla me estás hablando de corazón a corazón: "Ámame a mi y ama a los que te rodean, no juzgues a los que cruzan por tu camino, por tu vida... ámalos como me amas a mi, porque todos, sean como sean, son mis hijos, son mis criaturas y por ellos y por ti estuve un día muriendo en una Cruz... Te quiero a ti, los quiero a ellos, a TODOS...¡NO LOS JUZGUES!"
Señor, ¡ayúdame!

Arranca de mi corazón ese orgullo, esa soberbia, ese amor propio que no sabe pedir perdón y aún peor, ese sentimiento que me roe el alma y que no me deja perdonar... No perdones mis ofensas, mis desvíos, mi frialdad, mi alejamiento como yo perdono a los que me ofenden - así decimos en la oración que tu nos enseñaste, el Padrenuestro - a los que me dañan, a los que me lastiman, porque mi perdón suele ser un "perdón limitado", lleno de condiciones.... ¡Enséñame Señor, a dar ese perdón como es el tuyo: amplio, cálido, total, INFINITAMENTE TOTAL!

Hoy llegué a esta Capilla siendo la de siempre, con mi pereza, con mis rencillas muy mías y mis necedades, mi orgullo, mi intransigencia para los demás, sin paz, con mis labios apretados, sin sonrisa, como si el mundo estuviera contra mi...

Pero Tu me has mirado, Señor, desde ahí, desde esa humildad sin límites, desde esa espera eterna a los corazones que llegan arrepentidos de lo que somos... y he sabido y he sentido que me amas como nadie me puede amar y mi alma ha recobrado la paz.
Ya no soy la misma persona y de rodillas me voy a atrever a prometerte que quiero ser como esa custodia donde estás guardado y que donde quiera que vaya, en mi hogar, en mi trabajo, en la calle, donde esté, llevar esa Luz que he visto en tus ojos, en los míos, y mirar a todos y al mundo entero con ese amor con que miras Tu y perdonar como perdonas Tu....

¡Ayúdame, Señor, para que así sea!
Retiro Espiritual Virtual de Cuaresma 

Prepararte en esta Cuaresma a través de este “Retiro virtual” donde podrás hacer un alto en tu camino, y a la hora que tú puedas.

Estamos otra vez en Cuaresma, un tiempo propicio para encontrar la paz del corazón, para retomar el camino de Dios, que es un camino de amor, misericordia y paz. Paz que nace del saber que somos amados y perdonados por Dios y del saber que correspondemos a ese amor.

La Cuaresma es una oportunidad para un cambio interior, de conversión, de "renovar la decisión personal y comunitaria de afrontar el mal junto a Cristo. La Cruz es el único camino que lleva a la victoria del amor sobre el odio, de la generosidad sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia". (SS Benedicto XVI)

El Papa Francisco imita a Jesús, que fue a rezar al desierto, con una semana de ejercicios espirituales fuera de Roma y con miembros de la Curia Vaticana.

Catholic.net te invita a prepararte en esta Cuaresma a través de este “Retiro virtual” donde podrás hacer un alto en tu camino, y a la hora que tú puedas, tener un tiempo  de silencio y meditación. Si bien lo óptimo es retirarse a un lugar tranquilo para hacer Ejercicios Espirituales, y tener la guía de un sacerdote en persona; sin embargo, dado que esto no siempre es factible, existe la posibilidad de hacer ejercicios a distancia, utilizando los beneficios que nos trae la tecnología.

El P Gustavo Lombardo IVE, sacerdote argentino (1980), del Instituto del Verbo Encarnado, llamado por triple vocación (religiosa, sacerdotal y misionera) a dar a conocer a Jesucristo, ha difundido los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Ahora, con este Retiro de Cuaresma 2016, nos ayuda a aprovechar este tiempo de Gracia, este tiempo en el que acompañamos a Nuestro Señor en sus 40 días en el desierto, tiempo también en el que nos preparamos para la gran celebración pascual luego de la Pasión y Muerte de Jesús.

Dejémonos guiar por María, que es Madre  y sabe cómo guiarnos. Dejémonos guiar por Ella en este tiempo de misericordia.

¿Cómo se hace un retiro por internet?
Algunas recomendaciones prácticas:

1. Programa el tiempo suficiente para hacerlo.
2. Dedica el momento más oportuno, en el que te encuentres en paz y no tengas muchas ocupaciones y que tampoco te encuentres muy cansado.
3. Elige un lugar apropiado donde puedas escuchar y orar sin distracción alguna: una iglesia, tu recámara o estudio, un sitio donde haya silencio y no te interrumpan y así obtener el silencio interior que necesitas.
4. En el retiro no se plantean temas discutibles. Por eso no vamos a opinar o a hacer debates; vamos a aprovechar el tiempo, a aprender y a adquirir la doctrina cierta, en la que se fundamenta la vida espiritual.

Algunos actos de piedad que se recomiendan en un día dedicado al retiro espiritual de Cuaresma
1. Rezar en silencio, porque es en el silencio del corazón donde habla Dios. La oración personal es el desierto cotidiano del cristiano para estar a solas con Dios y poder salir así a los hermanos a compartir el amor del Padre.
2. Hay que estar en gracia, haber conseguido antes el perdón de nuestros pecados a través del Sacramento de la Confesión.
3. Asistir a la Santa Misa. Es lo más importante en la vida de un cristiano; es "el centro y la raíz de la vida interior".
4. Realizar, si es posible, una visita al Santísimo Sacramento. La ceremonia de la exposición con el Santísimo es sencilla y solemne, y mueve mucho a la piedad.
5. Realizar una lectura meditada de los Evangelios, o del Catecismo de la Iglesia Católica.
7. Rezar  el Santo Rosario, el Ángelus o la Salve. Busca modos personales para tratar a la Virgen.
8. Hacer un exámen de conducta y de conciencia: repasar nuestra vida reciente y pasada, con relación a Dios y al prójimo.
9. Reza por unos mometos frente a un Crucifijo, para ver el gran  amor a nosotros en  Su sacrificio.

PROGRAMA 
1. Empezamos cada meditación con una oración de Cuaresma.  Entra en la presencia de Dios y cierra la puerta a otros pensamientos. Recítalas despacio; que cada palabra salga de tu corazón.
2. Empieza la primera meditación tratando de hacer tuya cada palabra y pensamiento.

En cada meditación puedes:
a) leer el texto  b) escuchar el audio c) ver el video

3. Al terminar cada meditación, quédate unos momentos en silencio, deja que Dios te hable y después platica con Él, compártele tus inquietudes, tus deseos, tus sufrimientos.
4. Establece un propósito práctico para que te ayude a mejorar lo que necesites y lo recuerdes siempre.
5. Continúa con la segunda y la tercera meditación de la misma manera que la primera.
6. Pídele a la Virgen María que te ayude, que te lleve de su mano, para que puedas aprovechar todas las gracias que Dios te ha a regalado.
7. Finalmente, despídete de Dios agradeciéndole este tiempo de oración y meditación.
8. Lo más importante es experimentar a Cristo y profundizar en su gran amor y misericordia, por eso, termina tu retiro de Cuaresma participando enla

Sagrada Eucaristía.
9. Trata de aprovechar bien este retiro, y vendrán los frutos: propósitos de cambio -grandes o pequeños- en algún aspecto de tu vida. Y con la gracia de Dios, cambiar lo que haya que cambiar; mejorar lo que haya que mejorar. Después vendrá la vida ordinaria, en la que tendremos que poner por obra, luchando, lo que con la gracia de Dios hemos visto durante este retiro.
Retiro Espiritual de Cuaresma "El Dios de la Misericordia" para preparación de la Celebración Pascual luego de la Pasión y Muerte de Jesús.

"El Dios de la Misericordia "

 Primera Meditación:  Ser misericordiosos para alcanzar Misericordia

1. Oración a la Divina Misericordia
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos tesoros de compasión no tienen límites, míranos con Tu favor y aumenta Tu Misericordia dentro de nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades no desesperemos, sino que siempre, con gran confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad, la cual es idéntica con Tu Misericordia, por Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Misericordia, quien con Vos y el Espíritu Santo manifiesta Misericordia hacia nosotros por siempre. Amén.

2. Objetivo:  Reconocer que Dios puede curarnos de cualquier enfermedad, librarnos de cualquier mal, porque su poder es total pero donde más necesitamos su misericordia, donde más necesitamos que nos ayude, que muestre su poder, es en el peor mal que nos aflige porque nos daña y daña a nuestros hermanos y es en el pecado.
Empieza la primera meditación

Segunda Meditación: La Cruz y la Misericordia

1.  Oración a la Santa Cruz de Jerusalén
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oh, Santa Cruz!, madero hermoso en donde murió mi Señor, para darme eterna luz y librarme del contrario, ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor Jesucristo que por los padecimientos que sobre ti recibió en su santísima Pasión, me conceda los bienes espirituales y corporales que me convengan.

Elevada ante el mundo eres faro luminoso que congregas a tu alrededor a la cristiana grey para entonar cantos de gloria al Cristo Rey, al Dios Hombre, que siendo dueño de todo lo creado, permitió ser crucificado sobre ti para la redención del género humano.

Sobre ti se operó el asombroso misterio de la redención del mundo; desde entonces, libre el cristiano del pecado original, puede llamarse hijo de Dios Eterno y aspirar a la gloria celestial ¡Bendita seas! Por los siglos de los siglos fuiste entre los paganos signo de baldón y afrenta; y hoy eres emblema del cristiano y esperanza para ser perdonado por el sublime sacrificio de mi Señor Jesucristo, a quién esperamos servir y honrar por toda la eternidad. Amén.

2. Objetivo:  Jesús nos mostró en sí mismo y de una manera insuperable, cómo ese mismo castigo del pecado es también fuente de santificación, y que no hay otro camino para llegar al cielo que el de la Cruz. Incluso más, la perfección del obrar del Crucificado llegó a tanto, que convirtió ese sufrir en fuente de alegría,  la única verdadera y profunda alegría posible en esta tierra.

Empieza  la segunda meditación

Tercera Meditación:  La Misericordia de Dios "por mí"
1.  Salmo 137 Himno de acción de gracias

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
por haber escuchado las palabras de mi boca.

En presencia de los ángeles tañeré en tu honor,
me postraré en dirección a tu santo Templo.

Te doy gracias por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa supera a tu renombre.

Cuando te invoqué, me escuchaste,
y fortaleciste mi ánimo.

Te dan gracias, Señor, los reyes de la tierra,
cuando escuchan las palabras de tu boca;
y celebran las acciones del Señor:

¡Qué grande es la gloria del Señor!
El Señor completará lo que hace por mi!
¡Tu amor es eterno, Señor,
no abandones la obra de tus manos!


2. Objetivo: El amor de Dios es tan infinito como su mismo ser; pues bien, ese caudal infinito de amor ha buscado todos los causes posibles –y hasta imposibles diríamos– para mostrarme "a mí" que me ama y que, por tanto quiere salvarme, rescatarme, redimirme, liberarme de la peor de las esclavitudes y miserias: mis pecados.
Empieza la tercera meditación


Oraciones
Oración de Cuaresma
Padre nuestro, que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros. Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo en generosidad. Abre nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado, ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la obscuridad y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración a María Madre de Misericordia
Madre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa
filiación como Aquel
que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte y a honrarte
con el amor que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la grandeza de verse conformado
en el Salvador
Amén

Oración final de acción de gracias al terminar el retiro

Gracias Señor por traerme a la oración. Gracias por la alegría de la entrega, el arrepentimiento y el perdón. Gracias por enviarme a Tu Espíritu Santo a enseñarme y a guiarme. Gracias por los frutos que Tu Espíritu está trabajando en mí como el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, el control de mi mismo. Gracias por enviarme personas que necesitan ayuda.

Gracias por romper el dominio de hábitos pasados y traerme a una conversión más profunda.
Gracias por hacerte presente en todos los momentos de mi vida, por tu Palabra que me da vida y por levantarme cuando caigo. Gracias por guiarme y darme sabiduría, por Tu amor abundante que quita todo temor.

Gracias por abrirme las puertas del cielo y derramar Tus bendiciones sobre mí.

Gracias por aquellos que me han ayudado en mi camino hacia Ti, bendícelos Señor. Gracias por el regalo de mi vida, así como es. Gracias por el mejor regalo de todos, Tu hijo Jesús y ayúdame a cumplir tu Voluntad en mi vida. Amén

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