Cristo cura la parálisis de nuestros miembros y de nuestros corazones

Presencia de Dios

Luis Espinal se refería a Dios así: «Tú, Dios de la intimidad y del amor sin palabras». Intimidad y silencio, es lo que busco en este rato de estar solo contigo.

Libertad
La vida en la que somos invitados desde el Evangelio es sobre todo una vida de libertad. Las situaciones diarias pueden ayudar o no a crecer en esta libertad. En el fondo, sin embargo, todo se juega en un "sí" a su invitación.

Consciencia

Saber que Dios me ama sin condiciones me permite ser honesto con él. Repaso con amor el día pasado, los hechos y las emociones vividas.

Palabra de Dios
Juan 17,11b-19

Jesús, levantando los ojos al cielo y oró diciendo: Padre santo, ellos se quedan en el mundo, mientras que yo voy a ti. Guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno como lo somos nosotros. Mientras estaba con ellos, yo los guardaba en tu nombre, lo que tú me has dado. He velado por ellos y no se ha perdido ni uno solo, fuera del que se tenía que perder, para que se cumpliera lo que dice la Escritura. Pero ahora voy a ti, y mientras aún estoy en el mundo digo todo esto, porque ellos tengan también mi joya, una joya completa.

Yo les he confiado tu palabra, pero ahora el mundo los odia, porque no son del mundo, como tampoco yo soy. No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy. Santifícalos en la verdad, que es tu palabra. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado. Yo me consagro a mí mismo por ellos, para que ellos también sean santificados en la verdad.

Algunos pensamientos sobre el pasaje de hoy

Hacemos memoria de san Fructuoso, Augurio y Eulogio. El primer obispo de la Tarraco romana y sus dos diáconos fueron martirizados. La Palabra de Señor, hoy, nos adentra en un diálogo íntimo de Jesús, el Hijo, y el Padre en torno a tres aspectos: la unidad, la alegría y la verdad.

Contemplando la oración de Jesús nos ilumina nuestra relación con el Señor. Como cristianos, nuestra oración es una invitación a mantener un diálogo donde lo primero no es la satisfacción mercantil de nuestras peticiones y deseos sino nuestra misión como discípulos suyos, "el nombre que me has dado" y "lo que me has confiado ". El diálogo se inicia poniendo nuestra identidad - quienes somos - y nuestro seguimiento de Él - sea en la opción laical, religiosa o sacerdotal -. Y la misión es comunión y unidad versus la división. Nuestra oración no es el cajón "desastre" sino el deseo de reunir, de aglutinar. Y seguro, que hemos tenido la experiencia de que cuando tenemos la experiencia de unidad, de reunión, la joya nace. Ella se engendra de esta común unidad.

Finalmente, el diálogo insta "a la consagración en verdad". El Francisco en varias ocasiones ha mostrado su preocupación porque en nuestras conversaciones muchísimas veces se convierten en chismes y habladurías que, en muchos casos, resultan difamaciones de los demás. Consagrados en la verdad, los cristianos estamos llamados a permanecer en la verdad y no en "la prensa rosa" de nuestras conversaciones. El diálogo de Jesús es un punto de partida, de muerte de todo lo que nos distraiga de este diálogo, que es el movimiento a una nueva vida.
conversación

¿Qué sentimientos se despiertan en mí al hacer silencio y orar? Imagino a Jesús de pie o sentado a mi lado y le abro mi corazón.

Testigos valientes de la fe

 Cada año, en torno al 21 de enero, siento la necesidad de recordar una fecha que se inscribe con letras mayúsculas en la historia de la Iglesia de Tarragona: el martirio del obispo san Fructuoso y sus diáconos Augurio y Eulogio, el 21 de enero del año 259.

El hecho se sitúa en la persecución que sufrieron los cristianos de los tres primeros siglos a cargo de los emperadores romanos y sus delegados en provincias. Miles de ellos fueron asesinados, muchas veces después de ser sometidos a torturas para que abjuraran de su fe; en ocasiones fueron crucificados, como Jesucristo; en otras su muerte se produjo en el marco de espectáculos públicos en espacios al aire libre.

San Fructuoso fue uno de ellos y su relevancia histórica viene no sólo por su condición de obispo, sino también porque se ha conservado un documento excepcional, el acta martirial, es decir, un documento oficial que narra el proceso y condena. Es el acta de un martirio más antigua de la Península, de ahí su extraordinario valor historiográfico.

El año pasado tuvimos la buena noticia de haber reencontrado la tumba del santo en la Necrópolis de Tarragona, a cargo de un grupo de arqueólogos que siguieron los trabajos de Mn. Serra Vilaró. Como era habitual en estos enterramientos principales de un mártir, con el tiempo se construyó sobre su tumba una edificación religiosa. Al margen de ello, pienso que sobre el testimonio de nuestros primeros mártires se ha edificado el cristianismo de Tarragona. En este sentido me emociona sentirme sucesor de quien profetizó a nuestra Iglesia que nunca le faltaría un pastor. Ayudadme a pedir a Dios que sea digno de ocuparme de una responsabilidad tan elevada.

En este mes de enero se cumplen 25 años del estreno de la obra teatral que con rigor y belleza reproduce el martirio de san Fructuoso y sus diáconos. Fue fruto de un grupo de jóvenes cristianos del barrio de Sant Pere i Sant Pau. Es un motivo de gran alegría que a través de ella se haya divulgado un hecho tan trascendental del cristianismo primitivo. He sido testigo de cómo ayuda a quienes no conocían los hechos, a entenderlos y a gozar de unos diálogos llenos de fe que trascienden el paso del tiempo.

Deseo que los cristianos de hoy conservemos la memoria y sigamos el ejemplo de aquellas personas que dieron su vida por fidelidad a sus creencias. Que también nosotros, en las actuales circunstancias seamos testigos valientes de nuestra fe.
Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado

Evangelio según San Marcos 3,1-6. 

Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en sábado, con el fin de acusarlo. Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí delante". Y les dijo: "¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?". Pero ellos callaron. Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano". El la extendió y su mano quedó curada. Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él. 

San Pedro Crisólogo (c.406-450), obispo de Ravenna, doctor de la Iglesia 
Homilía sobre el misterio de la Encarnación, 148; PL 52, 596

Cristo cura la parálisis de nuestros miembros y de nuestros corazones

La encarnación de Cristo no es normal, es milagrosa; no es conforme a la razón, sino según el poder divino; eso viene del Creador, no de la naturaleza; no es común, es única; es divina, no humana. No se ha realizado por necesidad, sino por poder… Ha sido un misterio de fe, para renovar y salvar al hombre. Aquel que sin haber nacido formó al hombre del barro intacto (Gn 2,7), naciendo ha formado a un hombre a partir de un cuerpo intacto; la mano que se dignó coger arcilla para crearnos, se ha dignado también coger nuestra carne para recrearnos…

    Hombre, ¿por qué te desprecias de tal manera, siendo así que eres tan precioso para Dios? ¿Por qué, cuando Dios te honra de tal manera, tú te deshonras hasta tal punto? ¿Por qué te interesa tanto saber como has sido hecho y no buscas en vistas a qué has sido hecho? ¿Es que toda esta morada del mundo que ves no ha sido hecha para ti?...

Cristo tomó carne humana para devolver toda su integridad a la naturaleza corrompida; asume la condición de niño, acepta ser alimentado, atraviesa las sucesivas edades con el fin de restaurar la edad única, perfecta y duradera que él mismo había creado. El lleva al hombre para que el hombre no pueda ya volver a caer. Al que había creado terrestre, lo vuelve celestial; a aquel a quien había dado un espíritu humano, le da la vida de un espíritu divino. Y es así como lo eleva todo entero hasta Dios, a fin de no dejar en él nada de lo que pertenece al pecado, a la muerte, al trabajo, al dolor, a la tierra. Esto es lo que nos trae nuestro Señor Jesucristo el cual, siendo Dios, vive y reina con el Padre, en la unidad del

Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.

21 de enero 2015 Miércoles St. Fructuoso, obispo y mártir, y St. Augurio y St. Eulogio, diáconos y mártires He 10, 32-36

La carta a los Hebreos nos anuncia: «Dijo el Señor: Pondré mi ley en su interior, la escribiré en sus corazones. Entonces yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. »Señor, deseo que puedas grabar me en el corazón la ley de tu amor para que, en todo y por todo, seas mi Dios.

Francisco abraza a un peregrino en la audiencia

"Las familias numerosas no son la causa de la pobreza"
El Papa asegura que "la corrupción roba a los pobres"
Denuncia las "brutalidades" cometidas en Níger: "No se puede hacer la guerra en nombre de Dios"

José Manuel Vidal, 21 de enero de 2015 a las 10:25
 

La causa principal de la pobreza es el sistema que eliminó a la persona del centro y colocó allí al dios dinero

(José M. Vidal).- Primera audiencia pública del Papa tras su viaje triunfal a la frontera de Asia. Y Francisco aprovecha la ocasión para dar las gracias por la acogida y para recalcar los objetivos perseguidos y sus mensajes principales para Sri Lanka y Filipinas y para toda la cristiandad: "Las familias numerosas no son la causa de la pobreza", sino la "corrupción, que roba a los pobres" y el sistema "que excluye siempre y crea la cultura del descarte". Lectura de la segunda carta del apóstol Pablo a los Corintios: "Dejaros reconciliar con Dios".

Algunas frases de la catequesis del Papa

"Hoy me detendré sobre el viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas"
"Asia, continente de ricas tradiciones espirituales"
"Gozoso encuentro con las comunidades cristianas. Los he confirmado en la fe y en la misionariedad"
"Acogida cariñosa por parte de multitudes oceánicas". "Animé al diálogo interreligioso al servicio de la paz". "La canonización de José Vaz...ayudaba a todos los necesitados. Ejemplo de santidad y de amor al prójimo". "Modelo para todos los cristianos". "Gran belleza natural de Sri Lanka y su pueblo está intentando realizar la unidad". "Reconciliación y bien común". "Buenas relaciones que existen entre las diferentes religiones". "Resanar con el bálsamo del perdón a los afligidos por los sufrimientos de los últimos años". "La reconciliación ha caracterizado mi visita a Sri Lanka"

"A la Virgen le pedimos para Sri Lanka el don de la reconciliación y de la paz"
"Filipinas, el principal país católico de Asia, de profunda fe, religiosidad y entusiasmo"
"La constante fecundidad del Evangelio, para inspirar una sociedad digna del hombre"
"Objetivo principal de la visita y el motivo de haber ido a Filipinas era poder expresar mi cercanía a las víctimas del tifón Yolanda". "Fui a Tacloban, donde rendí homenaje a la fe y a su capacidad de recuperación"

"Krystel,otra víctima"
"Generosas ayudas de todo el mundo"
"Las familias son esenciales para la sociedad"
"Consuelo ver a tantas familias numerosas, que acogen a sus hijos como una bendición"
"Opinión simplista: que las familias con muchos hijos son causa de la pobreza"
"La causa principal de la pobreza es el sistema que eliminó a la persona del centro y colocó allí al dios dinero"
"Un sistema económico que exluye siempre y crea la cultura del descarte, en la que vivimos"
"Nos hemos acostumbrado a ver personas descartadas. Éste es el prinicpal motivo de la pobreza, no las familias numerosas"
"Hay que proteger a las familias de diversas amenazas"
"Defender a las familias de las nuevas colonizaciones ideológicas"
"Una alegría estar con los jóvenes de Filipinas"
"El cuidado de los pobres es un elemento esencial de nuestra fe e implica el rechazo de todo forma de corrupción"
"La corrupción roba a los pobres"
"Gracias al Señor por esta visita pastoral y pido que benga siempre a estos dos países".

Texto del saludo del Papa en español
Queridos hermanos y hermanas:

Hoy me gustaría hablarles de mi reciente viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas, donde he podido encontrarme con las comunidades católicas para confirmarlas en la fe y en la misión, para animarlas a buscar cada vez más el bien común de la sociedad y para favorecer el diálogo interreligioso en el servicio de la paz.

En Sri Lanka, he canonizado al gran evangelizador San José Vaz, modelo para los cristianos de hoy, llamados a presentar cada día la verdad salvífica del Evangelio en un contexto multirreligioso. En las diversas reuniones con las autoridades civiles y los líderes religiosos, he tenido ocasión de subrayar la importancia del diálogo y del respeto a la dignidad de la persona, en la búsqueda paciente de la reconciliación y la concordia. En el Santuario de Nuestra Señora de Madhu, pedí a la Virgen María, nuestra Madre, el don de la unidad y de la paz para todo el pueblo de Sri Lanka.

En Filipinas, que está a punto de celebrar el quinto centenario de la llegada de los primeros misioneros, he insistido en la constante fecundidad del Evangelio y su capacidad de generar una sociedad digna del hombre. Las celebraciones con las familias y los jóvenes han sido momentos destacados del viaje. Además, he querido expresar mi cercanía a cuantos sufren a causa de la devastación del tifón Yolanda. Invito a rezar constantemente por todo el continente asiático.

***

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los formadores de Seminarios reunidos en el Pontificio Colegio Español de San José, de Roma, para un curso de actualización, así como a los demás grupos venidos de España, México, (...) Argentina y otros países latinoamericanos. Que Dios les bendiga. Muchas gracias.

Saludo en italiano
"Recemos juntos por las víctimas de las manifestaciones de estos últimos días en el amado Níger. Se cometieron brutalidades con los cristianos, con los niñós, con las iglesias. Invoquemos al Señor el don de la reconciliación y la paz. Que nunca más el sentimiento religioso se convierta en violencia. No se puede hacer la guerra en nombre de Dios".
"Recemos por la gente de Níger".
"Que todos los cristianos sean una única familia"

Texto completo de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy me gustaría hablarles de mi reciente viaje apostólico a Sri Lanka y Filipinas, que realicé la semana pasada. Después de la visita a Corea de algunos meses atrás, fui nuevamente a Asia, continente de ricas tradiciones culturales y espirituales. El viaje ha sido sobre todo un alegre encuentro con las comunidades eclesiales que en aquellos países, dan testimonio a Cristo: las he confirmado en la fe y en la misión. Conservaré para siempre en el corazón el recuerdo de la alegre acogida de parte de las multitudes - en algunos casos incluso oceánicas - que ha acompañado los momentos destacados del viaje. Además, he alentado el diálogo interreligioso al servicio de la paz, como también el camino de aquellos pueblos hacia la unidad y el desarrollo social, especialmente con el protagonismo de las familias y de los jóvenes.

El momento culminante de mi estadía en Sri Lanka fue la canonización del gran misionero José Vaz. Este santo sacerdote administraba los Sacramentos, a menudo en secreto a los fieles, pero ayudaba indistintamente a todos los necesitados, de toda religión y condición social. Su ejemplo de santidad y amor al prójimo continúa a inspirar a la Iglesia de Sri Lanka en su apostolado de caridad y de educación. He indicado a San José Vaz como modelo para todos los cristianos, llamados hoy a proponer la verdad salvífica del Evangelio en un contexto multirreligioso, con respeto hacia los otros, con perseverancia y con humildad.

Sri Lanka es un país de gran belleza natural, cuyo pueblo está buscando reconstruir la unidad después de un largo y dramático conflicto civil. En mi encuentro con las Autoridades gobernativas he subrayado la importancia del diálogo, del respeto por la dignidad humana, del esfuerzo de involucrar a todos para encontrar soluciones adecuadas en la búsqueda de la reconciliación y del bien común.

Las diversas religiones tienen un papel significativo para desarrollar a este respecto. Mi encuentro con los exponentes religiosos ha sido una confirmación de las buenas relaciones que ya existen entre las varias comunidades. En este contexto, he querido alentar la cooperación ya iniciada entre los seguidores de las diferentes tradiciones religiosas, también con el fin de poder sanear, con el bálsamo del perdón, a cuantos todavía están afligidos por los sufrimientos de los últimos años. El tema de la reconciliación caracterizó también mi visita al santuario de Nuestra Señora de Madhu, muy venerada por las poblaciones Tamil y Cingalesas y meta de peregrinación de miembros de otras religiones. En aquel lugar santo pedimos a María nuestra Madre poder obtener para todo el pueblo cingalés el don de la unidad y de la paz.

Desde Sri Lanka partí hacia Filipinas, donde la Iglesia se prepara para celebrar el quinto centenario de la llegada del Evangelio. Es el principal País católico de Asia, y el pueblo filipino es bien conocido por su profunda fe, su religiosidad y su entusiasmo, también en la diáspora. En mi encuentro con las Autoridades nacionales, así como en los momentos de oración y durante la concurrida Misa conclusiva, he subrayado la constante fecundidad del Evangelio y su capacidad de inspirar una sociedad digna del hombre, en la cual hay lugar para la dignidad de cada uno y para las aspiraciones del pueblo filipino.

Propósito principal de la visita, y motivo por el cual decidí ir a Filipinas, y éste era el motivo principal, ha sido el poder expresar mi cercanía a nuestros hermanos y hermanas que han sufrido la devastación de tifón Yolanda. Fui a Tacloban, la región más gravemente afectada, donde he rendido homenaje a la fe y a la capacidad de recuperación de la población local. En Tacloban, lamentablemente, las condiciones climáticas adversas causaron otra víctima inocente: la joven voluntaria Kristel, arrollada y muerta por una estructura azotada por el viento. Luego he dado las gracias a quienes, de cada parte del mundo, han respondido a sus necesidades con una generosa profusión de ayudas. La potencia del amor de Dios, revelada en el misterio de la Cruz, se hizo evidente en el espíritu de solidaridad demostrada por los muchos actos de caridad y de sacrificio que marcaron esos días oscuros.

Los encuentros con las familias y con los jóvenes, en Manila, fueron momentos destacados de la visita a Filipinas. Las familias sanas son esenciales para la vida de la sociedad. Dá consuelo y esperanza ver tantas familias numerosas que acogen a los hijos como un verdadero don de Dios: ellos saben que cada hijo es una bendición. Escuché decir que las familias con muchos hijos y el nacimiento de tantos niños se encuentran entre las causas de la pobreza. Me parece una opinión simplista. Puedo decir, -podemos decir todos- que la causa principal de la pobreza es un sistema económico que ha quitado a la persona del centro y ha colocado al dios dinero; un sistema económico que excluye, excluye siempre, excluye los niños, los ancianos, los jóvenes sin trabajo, y que crea la cultura del descarte que vivimos. Nos hemos acostumbrado a ver "personas descartadas". Éste es el motivo principal de la pobreza, no las familias numerosas. Evocando la figura de san José, que ha protegido la vida del "Santo Niño", muy venerado en ese país, he recordado que es necesario proteger a las familias, que se enfrentan a diversas amenazas, de modo que puedan testimoniar la belleza de la familia en el proyecto de Dios. Es preciso también defender las familias de las nuevas colonizaciones ideológicas, que atentan su identidad y su misión.

Y fue una alegría para mí estar con los jóvenes de Filipinas, para escuchar sus esperanzas y sus preocupaciones. He querido ofrecerles mi aliento por sus esfuerzos para contribuir a la renovación de la sociedad, especialmente a través del servicio a los pobres y de la tutela del medio ambiente natural.

El cuidado de los pobres es un elemento esencial de nuestra vida y del testimonio cristiano: he indicado esto también en la visita. Implica el rechazo de toda forma de corrupción - porque la corrupción roba a los pobres - y requiere una cultura de honestidad.

Doy gracias al Señor por esta visita pastoral a Sri Lanka y Filipinas. Le pido que bendiga siempre estos dos Países y que confirme la fidelidad de los cristianos al mensaje del Evangelio de nuestra redención, reconciliación y comunión en Cristo. Gracias.

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