¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
- 12 Marzo 2021
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Luis Orione, Santo
Sacerdote y Fundador, 12 de marzo
Martirologio Romano: En Sanremo, en la región de Liguria, en Italia, san Luis Orione, presbítero, que instituyó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, para bien de los jóvenes y de todos los marginados. († 1940)
Fecha de beatificación: 26 de octubre de 1980 por S.S. Juan Pablo II
Fecha de canonización: 16 de mayo de 2004, durante el pontificxado de S.S. Juan Pablo II
Breve Biografía
Luis Orione nació en Pontecurone, diócesis de Tortona, el 23 de junio de 1872. A los 13 años fue recibido en el convento franciscano de Voghera (Pavía) que abandonó después de un año por motivos de salud. De 1886 a 1889 fue alumno de San Juan Bosco en el Oratorio de Valdocco de Turín.
El 16 de octubre de 1889 entró en el seminario de Tortona. Siendo todavía un joven clérigo, se dedicó a vivir la solidaridad con el prójimo en la Sociedad de Mutuo Socorro San Marciano y en la Conferencia de San Vicente. El 3 de julio de 1892, abrió en Tortona el primer Oratorio para cuidar la educación cristiana de los jóvenes. Al año siguiente, el 15 de octubre de 1893, Luis Orione, un clérigo de 21 años, abrió un colegio para chicos pobres en el barrio San Bernardino.
El 13 de abril de 1895, Luis Orione fue ordenado sacerdote y, al mismo tiempo, el Obispo impuso el hábito clerical a seis alumnos de su colegio. En poco tiempo, Don Orione abrió nuevas casas en Mornico Losana (Pavía), en Noto (Sicilia), en Sanremo, en Roma.
Alrededor del joven Fundador crecieron clérigos y sacerdotes que formaron el primer núcleo de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. En 1899 inició la rama de los ermitaños de la Divina Providencia. El Obispo de Tortona, Mons. Igino Bandi, con Decreto del 21 de marzo de 1903, reconoció canónicamente a los Hijos de la Divina Providencia (sacerdotes, hermanos coadjutores y ermitaños), congregación religiosa masculina de la Pequeña Obra de la Divina providencia, dedicada a «colaborar para llevar a los pequeños, los pobres y el pueblo a la Iglesia y al Papa, mediante las obras de caridad», profesando un IV voto de especial «fidelidad al Papa».En las primeras Constituciones de 1904, entre los fines de la nueva Congregación aparece el de trabajar «para alcanzar la unión de las Iglesias separadas».
Animado por una gran pasión por la iglesia y por la salvación de las almas, se interesó activamente por los problemas emergentes en aquel tiempo, como la libertad y la unidad de la Iglesia, la «cuestión romana», el modernismo, el socialismo, la cristianización de las masas obreras.
Socorrió heroicamente a las poblaciones damnificadas por los terremotos de Reggio y de Messina (1908) y por el de la Marsica (1915). Por deseo de Pío X fue Vicario General de la diócesis de Messina durante tres años.
A los veinte años de la fundación de los Hijos de la Divina Providencia, como en «una única planta con muchas ramas», el 29 de junio de 1915 dio inicio a la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, animadas por el mismo carisma fundacional y, en el 1927, las Hermanas adoratrices Sacramentinas invidentes, a las que se añadirán después las Contemplativas de Jesús Crucificado.
Organizó a los laicos en las asociaciones de las «Damas de la Divina Providencia», los «Ex Alumnos» y los «Amigos». Después tomará cuerpo el Instituto Secular Orionino y el Movimiento Laical Orionino.
Después de la primera guerra mundial (1914-1918) se multiplicaron las escuelas, colegios, colonias agrícolas, obras caritativas y asistenciales. Entre las obras más características, creó los «Pequeños Cottolengos», para los que sufren y los abandonados, surgidos en la periferia de las grandes ciudades como «nuevos púlpitos» desde los que hablar de Cristo y de la Iglesia, «faros de fe y de humanidad».
El celo misionero de Don Orione, que ya se había manifestado con el envío a Brasil en 1913 de sus primeros religiosos, se extendió después a Argentina y Uruguay (1921), Inglaterra (1935) y Albania (1936). En 1921-1922 y en 1934-1937, él mismo realizó dos viajes a América Latina, Argentina, Brasil y Uruguay, llegando hasta Chile.
Gozó de la estima personal de los Papas y de las autoridades de la Santa Sede, que le confiaron numerosos y delicados encargos para resolver problemas y curar heridas tanto dentro de la Iglesia como en las relaciones con el mundo civil. Fue predicador, confesor y organizador infatigable de peregrinaciones, misiones, procesiones, «belenes vivientes» y otras manifestaciones populares de la fe. Muy devoto de la Virgen, promovió su devoción por todos los medios y, con el trabajo manual de sus clérigos, construyó los santuarios de la Virgen de la Guardia en Tortona y de la Virgen de Caravaggio en Fumo.
En el invierno de 1940, intentando aliviar los problemas de corazón y pulmones que sufría, fue a la casa de Sanremo, aunque, como decía, «no es entre las palmeras donde deseo vivir y morir, sino entre los pobres que son Jesucristo». Después de tan sólo tres días, rodeado del afecto de sus hermanos, Don Orione falleció el 12 de marzo de 1940, suspirando «!Jesús! !Jesús! Voy».
Su cuerpo, intacto en el momento de la primera exhumación en 1965, fue puesto en un lugar de honor en el santuario de la Virgen de la Guardia de Tortona, después de que, el 26 de octubre de 1980, Juan Pablo II inscribiera su nombre en el elenco de los Beatos.
Su Santidad Juan Pablo II lo canonizó el 16 de Mayo de 2004.
Cristo es el centro de mi vida
Santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34. Viernes III de Cuaresma
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, hoy he descubierto una cosa. «Escucha», me dices. A veces me concentro más en los dos mandamientos esenciales y me olvido del «Escucha». Es que es tan importante la escucha… Si no escucho no sabré cómo quieres que viva. Si no escucho tu voz vale poco hacer las mejores obras de caridad. Necesito tu luz. Quiero escuchar tu voz.
A eso vengo hoy, a escucharte en el silencio de mi corazón. Háblame, Jesús, que tu palabra es la fuente que refresca mi vida. Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”.
El escriba replicó: “Muy bien, Maestro. Tienes razón, cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, y amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios”.
Jesús, viendo que había hablado sensatamente, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El Señor es “único”…y no hay otro… Me doy cuenta al leer estas breves líneas que no siempre he vivido teniéndote al centro de mi vida. Eso sí, siempre has sido la prioridad. Los domingos, lo primero que hago es ir a misa. Antes de ir al trabajo paso a la Iglesia y hago un poco de oración. En fin. Siempre te he puesto en el primer lugar de mi agenda.
Pero ¿qué pasa cuando las cosas no van bien y los planes no funcionan? Pues el primer puesto te lo gana otro. Mis preocupaciones me llenan la cabeza y me olvido de ti. Tengo buenos propósitos pero cuando alguien me hace enfadar me olvido de ellos. Y así mi vida es un ir y venir. Entonces te dejo de lado. Paso de largo por la parroquia y al llegar a casa estoy tan cansado que no puedo pensar en otra cosa más que meterme directo en la cama o ver un poco la televisión o perder algunas horas en internet.
Creo que he encontrado la solución. Tú serás el centro de mi vida. Todo lo que haga estará impregnado de tu amor. Hasta el detalle más pequeño. Si trabajo, lo haré para alegrarte y mientras cocine la cena o haga cualquier cosa lo haré por ti. Incluso, si me enfado lo pondré en tus manos e intentaré que salga una sonrisa. Los imprevistos los tomaré con buen humor. Si Tú estás conmigo ¿cómo voy estar triste o malhumorado o inquieto? Sí Tú estás conmigo nada podré temer.
Te amo, Jesús. Y en ti a cada persona que me encuentro. Sé que mi amor es pequeño, pero «Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero». Hoy comienzo.
«Jesús dice: ‘el amor más grande es este: amar a Dios con toda la vida, con todo el corazón, con toda la fuerza, y al prójimo como a uno mismo’. Porque es el único mandamiento que está a la altura de la gratuidad de la salvación de Dios. Y después añade Jesús: ‘en este mandamiento están todos los otros, porque ese llama -hace todo el bien- a todos los otros’. Pero la fuente es el amor; el horizonte es el amor. Si tú has cerrado la puerta y has echado la llave del amor, no estarás a la altura de la gratuidad de la salvación que has recibido».
(S.S. Papa Francisco, homilía del 15 de octubre de 2015, Santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, antes de iniciar mis actividades cotidianas, rezaré un Padre nuestro pidiendo luz y fuerza al Espíritu Santo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
El mandato es imperativo 'Anunciar la Buena Nueva`; en términos de la Evangelii Nuntiandi ésta tiene un `rostro y un nombre`: Jesús de Nazareth
El evangelista Marcos, quien fue discípulo de Pedro y compañero de Pablo además de primo de Jose Bernabé y en cuya casa de su madre Maria, su abuela Eunice, se reunía la primera comunidad de Jerusalén luego de Pentecostés, nos ha dejado con precisión en su evangelio el más corto de los cuatro evangelios, tres mandamientos imperativos de Cristo a sus discípulos.
Debemos saber que Marcos (según algunos estudiosos también formaba parte de los seguidores de Cristo ya que según su mismo evangelio relata a un joven (el mismo Marcos) que acompañaba a Jesus en el huerto de los Olivos la noche en que Jesus fue apresado por los soldados del sumo sacerdote y que huyo desnudo pues andaba solo envuelto en una sábana.
Juan Marcos (Juan: Dios es bueno) y Marcos: (El de los dedos cortos) "Pedro se orientó y fue a la casa de María, madre de Juan, llamado también Marcos, donde muchos estaban reunidos en oración. (Hechs. 12, 12)" su evangelio presenta a Jesus como la buena nueva de Dios y pretende demostrar a sus lectores que Jesus es verdaderamente el hijo de Dios. Con frecuencia es representado por un “Leon” y la hermosa ciudad de Venecia en Italia lleva como santo patrón a este evangelista que relata como ninguno otros 18 milagros de Cristo y muchísimas liberaciones.
A pesar de haber abandonado a Jesus, haber provocado la separación de Pablo y Bernabé y haber abandonado en 2 oportunidades la misión de Pablo, no se ha dejado amedrentar por estas sombras de su personalidad sino que más bien ha aprendido que la mayor fuerza de cristo se manifiesta en la debilidad, basto que le manifestaran la confianza a pesar de todo para retomar su misión evangelista con uno de los evangelios más hermosos del nuevo testamento.
En el capítulo 16 leemos:
15 Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.
16 El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
17 Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; 18 podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".
1er Mandamiento: Ir por todo el mundo y anunciar la Buena Nueva.
Con frecuencia escuchamos que el número de católicos en el mundo está disminuyendo alarmantemente en continentes originalmente católicos como Europa y América, aumentando un poco en África, pero casi ausentes o de minoría en los países orientales y asiáticos. El avance de las sectas y la perniciosa ideología de género, amén del creciente ateísmo y los escándalos de algunos malos sacerdotes dentro de nuestra iglesia.
Son muchos los jóvenes que ya no creen, que no confían en la iglesia ni es sus autoridades, muchas parejas de hombres y mujeres ya no deciden casarse por lo religioso, muchas universidades otrora católicas, ahora retiran los símbolos religiosos de sus aulas universitarias, catedrales e iglesias que se convierten en museos, discotecas o simplemente son destruidas para dar lugar a rascacielos o multifamiliares, conventos que se convierten en hoteles porque no hay vocaciones; sí que se diga las guerras y violencias desatadas por los los grupos extremistas religiosos, el avance del Islam en Europa, antes bastión del cristianismo, y por último la ola de corrupción que azota América Latina y sus nefastas consecuencias en la población. Pero que estamos haciendo los católicos comprometidos y convertidos dentro de la iglesia? Cuál es nuestra misión en estos tiempos tan deprimentes pero tan propicios para anunciar la Buena Nueva?
El mensaje es el mismo, lo que debe cambiar es el método y la forma en que debemos llegar al hombre del siglo XXI. El mandato es imperativo “Anunciar la Buena Nueva” esa Buena nueva que en términos de la Evangelii Nuntiandi señala que tiene un “rostro y un nombre: Jesus de Nazareth” y como afirmó el obispo Santiago Silva Retamales XIII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS (Vaticano, 7-28 de OCTUBRE 2012) Obispo auxiliar de Valparaíso, Chile, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). “Un lenguaje nuevo” “Un rostro nuevo de Parroquia” asumiendo la función evangelizadora de los fieles laicos en su ámbito propio, que es la gestión de la vida familiar, social, política, económica y cultural, no habrá nueva evangelización. Pero éstos requieren una formación integral y el reconocimiento efectivo de que son corresponsables en la tarea del Reino. El estilo de la nueva evangelización es un testimonio alegre, atrayente y audaz de la fe; por tanto, el nuevo estilo de evangelizar no se caracteriza por “imponer”, sino por “atraer”.
El mismo Papa Francisco en su exhortación Apostólica Evangelium Gaudium señala en el punto “1. La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría, e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.”
Luego entonces no podemos sustraernos al anuncio de la Buena Nueva, no se trata por tanto de catolizar como diría Aparecida sino de evangelizar con Parresia (La Fuerza de la Palabra y su poder) y Dinamis (El poder del Espíritu Santo) por todos los medios que hoy tenemos a nuestro alcance, especialmente en las redes sociales y la tecnología (Nuevo Aero pago del siglo XXI) aunque para ello debamos tirar las vacas al barranco y ser perseguidos aun por los nuestros…con nuevo ardor! nueva expresión y nuevos métodos!
Ay de mi (pobre de mi) si no evangelizo! I Cor. 9, 16
2do Mandamiento: Arrojarán a los demonios en mi Nombre…
La acción del demonio en el mundo contemporáneo es innegable aunque el mismo tenga como estrategia negar su propia existencia. La acción del demonio es perniciosa y vierte su veneno y hasta su humo pernicioso como afirmaba Pablo VI durante la audiencia general del 15 de noviembre de 1972.
“El mal que existe en el mundo es el resultado de la intervención en nosotros y en nuestra sociedad de un agente oscuro y enemigo, el Demonio. El mal no es ya sólo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y pavorosa. Se sale del marco de la enseñanza bíblica y eclesiástica todo aquel que rehúsa reconocerla como existente; e igualmente se aparta quien la considera como un principio autónomo, algo que no tiene su origen en Dios como toda creatura; o bien quien la explica como una pseudorrealidad, como una personificación conceptual y fantástica de las causas desconocidas de nuestras desgracias”.
La respuesta de Pablo VI es clara y neta: “Una potencia hostil ha intervenido. Su nombre es el diablo, ese ser misterioso del que San Pedro habla en su primera Carta. ¿Cuántas veces, en el Evangelio, Cristo nos habla de este enemigo de los hombres?”. Y el Papa precisa: “Nosotros creemos que un ser preternatural ha venido al mundo precisamente para turbar la paz, para ahogar los frutos del Concilio ecuménico, y para impedir a la Iglesia cantar su alegría por haber retomado plenamente conciencia de ella misma, sembrando la duda, la incertidumbre, la problemática, la inquietud y la insatisfacción”.
Mucha gente ha sucumbido a la influencia del demonio hoy en día, jóvenes, mujeres, académicos, jefes de Estado, políticos inclusive religiosos y laicos que poco a poco han dado lugar al príncipe de las tinieblas y la mentira.
El mandato es explicito arrojaremos demonios en el nombre de Jesús, nombre que esta sobre todo nombre y ante el cual toda rodilla se doblara y proclamara que Jesus es Dios para gloria de Dios Padre Fil. 2,10
Sin temor, sin miedo pero también con precaución y discernimiento. El demonio tiene un plan de destrucción para el hombre y una rabia muy particular para con nuestra madre Maria quien siendo criatura ha sido exaltada por encima de los Ángeles y ha derrotado con su humildad al más cínico y mentiroso de los Angeles infernales.
Por tanto una consecuencia de la Buena Nueva es la liberación de los oprimidos por el maligno, pues cuando se anuncia la verdad la mentira huye y cuando se ilumina al mundo con la luz de Cristo las tinieblas desaparecen.
En una entrevista al famoso demonologo y exorcista español Padre Jose Antonio Fortea decía
Cuáles son las armas que cotidianamente un católico debe utilizar para combatir al demonio y sus ataques?
“Si uno quiere combatir al demonio lo que debe hacer es combatir el pecado que existe en sí mismo. Aunque no todo pecado procede del demonio, eso también debemos tenerlo en cuenta. Porque las tentaciones también proceden del mundo y de nosotros mismos. Pero combatir al demonio en definitiva es combatir el mal que tenemos dentro. Por tanto hay que no pecar. La persona que peca estará más vulnerable a las tentaciones del demonio. La persona que resiste, que hace oración, que se esfuerza por seguir los caminos de Dios, se va haciendo más fuerte contra esos ataques de la tentación, que son ordinarios. Los ataques extraordinarios del demonio son muy raros y la mayor parte de las personas nunca tendrán en su vida esa experiencia”.
Por experiencia tengo comprobado que cuando uno anuncia la Buena Nueva los demonios se van y huyen, por eso debemos estar seguros de que nuestra primera misión es evangelizar y como consecuencia habrán liberaciones.
3er. Mandamiento: Impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".
Este mandato es el que más se requiere hoy en día en nuestra iglesia, pero por desgracia vemos a muchos cristianos católicos que asisten a la iglesia y la eucaristía pero que se encuentran enfermos en sus cuerpos, en sus mentes y en sus almas, en el corazón… el Papa Benedicto XVI decía que “Si en la enfermedad se puede glorificar a Dios, con cuanta mayor razón en la salud”!
Hablamos de que la Eucaristia es fuenta de sanidad, pero en la vida practica no vemos el efecto extraordinario en la ordinaria vida de los fieles, Nuestras reuniones de oracion son muchas veces reuniones de gente enferma y paralitica, llena de cardioesclerosis como afirmaba el Padre Emiliano Tardiff en el libro “Jesus sana hoy”. El anuncio de la Buena Nueva entraña también un mensaje de sanidad como lo afirma Lucas en el Cap 4, 18 “EL ESPIRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE MI, PORQUE ME HA UNGIDO PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO A LOS POBRES. ME HA ENVIADO PARA PROCLAMAR LIBERTAD A LOS CAUTIVOS, Y LA RECUPERACION DE LA VISTA A LOS CIEGOS; PARA PONER EN LIBERTAD A LOS OPRIMIDOS”.
Necesitamos confiar en la acción del Espiritu Santo cuando evangelizamos, necesitamos ver esos milagros actuantes hoy también para que el mundo crea!
Muchos han cuestionado este actuar del Espiritu Santo que se manifestaba grandemente en las reuniones de oración de los primeros siglos del cristianismo pensando que eso ya no sucede y más aún en el despertar de los movimientos de renovación carismática se evidenciaba muchísimo el don de sanación que hoy apenas vemos.
Una iglesia que no anuncia la Buena Nueva, que no expulsa los demonios y no sana a sus fieles es solo un club, una asociación civil un club de “buena gente” pero no una manifestación del Dios vivo que hace piedras vivas a sus miembros.
La manifestación de la sanidad la vemos con mayor frecuencia en las iglesias pentecostales, claro no todas son reales y honestas, pero prefiero verlas actuar e intentar a no verlas nunca más creyendo que Dios solo quiere darnos cruz y pedirnos resignación por medio de las enfermedades…si estas manifestaciones se dan en las iglesias que no son de Cristo (aunque hayan muchas de ellas equivocadas pero sinceras) con cuanta mayor razón deben manifestarse en la única y verdadera iglesia de Cristo: la iglesia católica.
Cuando evangelicemos pidamos con sencillez de corazón, con humildad, con firmeza y confianza que Dios cure a nuestros enfermos…veríamos grandes portentos de mano de nuestro Salvador.
En esta Semana Santa no nos olvidemos que la pasión de Cristo que muere en la Cruz tiene un doble mensaje: Jesus que muere por nuestros pecados, pero que Jesus también resucita y no muere más. No podemos celebrar únicamente a un Cristo muerto y no a un Cristo resucitado, esta es la segunda parte y más extensa en los evangelios, pero lamentablemente nos quedamos celebrando más la semana de la pasión que los 40 días que Jesus se quedó después de resucitado con sus discípulos y apóstoles "Se les presentó dándoles muchas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del Reino de Dios" (Hech 1,3). El número 40 en la numerología bíblica significa “el tiempo que Dios requiere para obrar un cambio” y ese cambio solo vendrá cuando nos decidamos a evangelizar y no solo a catequizar, pues lo primero es lo primero, en este partido hay un primer tiempo (evangelizar) y un segundo tiempo (catequizar) no al revés, por tanto los invito a que
- Anunciemos la Buena Nueva
- Arrojemos a los demonios en el nombre de Jesus y
- Sanemos a los enfermos en su mismo nombre.
Solo una actividad:
Entre en su corazón, ore al Padre y escuche la voz de Jesus que lo invita a asumir el gran reto de la nueva evangelización… lo demás vendrá por añadidura. Salgamos a evangelizar!
Santa semana santa para todos!
Vicios y Virtudes - Conversación con Francisco
Tres episodios con el Papa.
Un diálogo sobre una relación delicada pero profundamente humana es el centro de la serie televisiva "Vicios y Virtudes: Conversación con Francisco", una reflexión inédita del Papa Francisco con Don Marco Pozza, capellán de la cárcel "Due Palazzi" de Padua, Italia. Un verdadero viaje por la vida en el que se invita al espectador a detenerse y reflexionar ante aquellas historias que le acercan a su vida cotidiana. Tres citas en el horario estelar de la Nove: sábado 20 y 27 de marzo, domingo 4 de abril, divididas en siete episodios. La conversación entre el Pontífice y el capellán es el punto de partida de cada episodio centrado en las historias de diferentes protagonistas.
Vicios y virtudes
La narración sigue el camino de la salvación humana que Giotto pintó al fresco en la Capilla de los Scrovegni de Padua. La relación entre los 7 vicios (Ira, Desesperación, Inconstancia, Celos, Infidelidad, Injusticia, Insensatez) y las 7 virtudes (Prudencia, Justicia, Fortaleza, Templanza, Fe, Esperanza y Caridad) es el leitmotiv del diálogo entre el Papa Francisco y Don Pozza. Historias de fidelidad conyugal incluso ante la dolorosa experiencia de la cárcel y el azote del crimen, historias de padres e hijos enfermos. Y de nuevo, el juego, la agresión, la caridad, la tenacidad son los temas centrales de los episodios.
La génesis del proyecto
Esta mañana, a las 11:00 horas, Nove y Discovery Italia han presentado la serie de televisión en una rueda de prensa en streaming. En el estudio, Don Marco Pozza, autor y capellán de la cárcel de Padua, quien explicó la génesis del proyecto. "Un día, en la cárcel de Padua, vi la fiel reproducción de la Capilla de Giotto. Los vicios frente a las virtudes, observados entre los muros de nuestra prisión y reflejados en la vida de los internos, me hicieron pensar en que ningún hombre es sólo vicio o sólo virtud. Así que me pregunté –reveló – si podría escudriñar las almas de estas personas con el Papa Francisco. “A mí me gusta – dijo – cada vez que voy a la cárcel ser como un pescador, sacando historias y escuchándolas”. "En junio la idea empezó a tomar forma y, a pesar de la pandemia, hoy podemos decir que hemos conseguido nuestro propósito". Íntimo y confidencial son los tonos de la conversación con el Papa en la que Don Marco encuentra la intención más de provocar preguntas que de dar respuestas.
La dirección: escritura hecha de imágenes
Por su parte, Monseñor Dario Edoardo Viganò, Director de la serie, destacó los diferentes aspectos de la "escritura hecha de imágenes". "Hombres y mujeres filmados en sus casas, en un contexto familiar, con objetos y criaturas que hablan de ellos". Incluso la elección de la posición de las cámaras tiene un significado: "Una cámara fija y un lado móvil, es decir, lo consciente y lo inconsciente", la lucidez y el ímpetu del corazón. A continuación, los rostros conocidos por el público en general. "Se filman frontalmente, en un no-lugar porque no nos importa desde dónde hablan" explicó, pero que la narración es íntima y está hecha con el "corazón en la mano". Los planos narrativos están unidos por la historia de Don Pozza que comienza en Padua y llega a toda Italia. Las cámaras y "la complejidad de la iluminación, con una luz cálida, meditativa y acogedora", fueron también protagonistas del rodaje con el Papa Francisco, al igual que una iluminación adecuada respetó la "extraordinaria variedad cromática de la Capilla Scrovegni de Giotto". Al final del discurso del Director, se mostraron imágenes de la audiencia concedida por el Papa a los protagonistas de las historias de la serie de televisión el 8 de febrero. Un intercambio de opiniones y escuchar al Pontífice con una reflexión. "Cuando uno se decide a seguir adelante, a retomar las actitudes correctas, a luchar, siempre – les dijo Francisco – se hace vida. La fe es un don, no siempre somos capaces de realizarla y llevarla a cabo. Un día tengo fe, otro día no la siento, la he perdido. Pero este es el camino de los justos".
La producción
Elisabetta Sola, productora y administradora de la Oficina de la Comunicación, subrayó la elección de aceptar el trabajo realizado con responsabilidad y honor. Se destacaron varios aspectos del trabajo. "La del autor, en la que los relatos debían tratar aspectos muy concretos, a partir de lo que ponía en juego la pandemia". Luego la artística: "La catequesis de las imágenes de Giotto que se encuentra con la catequesis de la Palabra – explicó – podría haber sido ya una serie, pero fuimos más allá al decidir ir por el camino, para contar historias. Con criterios técnicos, pero sobre todo dictados por el corazón. Historias que merecían ser contadas y desafío a cualquiera a no encontrar algo de sí mismo en estas personas". Sin olvidar la contribución de los rostros famosos. "Dentro del grupo de trabajo los llamábamos VIP, pero ellos no se llamaban así. Personalidades fuertes, conocidas, excelencias en su campo. Aquí – concluye – llegaron con generosidad. Pienso, por ejemplo, en Carlo Verdone, actor y director, que aportó mucha intimidad a esta obra". Nicola Salvi, productor y administrador de Officina della Comunicazione habló de "una comunidad de personas" al servicio del proyecto y del encuentro "único" con el Papa. A continuación, la Capilla de los Scrovegni, una "inmensa obra de arte que quizás nunca antes se había documentado de esta manera". Por último, Laura Carafoli, Chief Content Officer Discovery, destacó una vez más el carácter excepcional de la serie por la presencia del Pontífice, la naturalidad de las historias comunes y el estímulo a la reflexión que se desprende de ella. "El entusiasmo que ha acompañado a este proyecto nos permitirá – concluyó – distribuirlo por todo el mundo, con una jornada especial prevista para el 22 de abril".
El desarrollo de los episodios: el primero
El espectáculo comenzará el sábado 20 de marzo, a las 21.25 horas. El primer episodio emitido por Nove está dedicado a la familia Vullo y se centra en la relación entre la fe y la infidelidad. En Sicilia, en Gela, vive la familia de Domenico Vullo, antiguo jefe mafioso de la Cosa Nostra en Gela, que ha salido de la cárcel. Hoy en día, Domenico está en la cárcel de Padua y trabaja en la pastelería "Giotto". La historia es la de su familia y la búsqueda de la redención: tres hijos y una mujer que siempre ha permanecido fiel a su marido, a pesar de la infidelidad judicial que la llevó a criar a los niños sola. De Sicilia a Roma, donde el protagonista del segundo episodio – dedicado a la esperanza y la desesperación – es Sirio Persichetti, un niño de siete años. Nacido prematuramente, al cabo de menos de dos meses Sirio sufrió un paro cardíaco pero, contra todo pronóstico médico, no quedó en estado vegetativo. Aunque padece tetraparesia espástica, es un niño impetuoso, arrollador y curioso. Sirio es tan decidido como sus padres, que nunca se han dejado abrumar por la desesperación.
El segundo episodio
El segundo de los tres episodios está previsto para el sábado 27 de marzo, siempre a las 21.25 en Nove. Comienza en Roma con la historia de Valentino Valente, un joven que acabó en la cárcel por las formas incorrectas y desproporcionadas que utilizaba para expresar una ira disfuncional, convertida en agresiva y eficaz por el ejercicio de un arte marcial, el Muay Thai. Una historia de cambio, entre la ira y la templanza, contada por la cárcel de menores de Casal del Marmo y la comunidad de Borgo Amigò. A continuación, a Bolonia con el episodio dedicado a la caridad y los celos, a través de las historias de dos madres, vinculadas a la Asociación "Cucciolo". Una, Jessica Gallerani, de Bolonia, tuvo dos hermosos embarazos, vividos con serenidad. La otra, Federica Sigon, de Imola, tuvo dos gemelos prematuros. Después de las primeras ecografías, se informó de una discrepancia de peso de más del 25%, lo que dio lugar a una serie de problemas. Pero estas dos madres están unidas por un "cuento de la leche": las madres que tienen suficiente deciden donarla a quienes no pueden amamantar y que tienen hijos para los que la leche materna es esencial: un signo de caridad que huele a vida.
El tercer episodio
Emitido el día de Pascua a las 21.25 horas, el último episodio se compone de tres capítulos. Comienza con "Stoltezza e prudenza", con la historia de Tiberio Patrizi, un hombre apacible y sensible, padre de familia, que está enfermo de ludopatía. Una mala enfermedad que ha abrumado su vida y su voluntad, arriesgándose a llevarle a él y a sus seres queridos a la ruina. Su mujer y sus dos hijas, que viven con él en Frosinone, le ayudaron a salir del túnel de la ludopatía y fundaron "No Game", una asociación que ayuda a las personas afectadas por el juego. Una familia que ha encontrado el equilibrio gracias al calor del afecto y la determinación de superar la adicción. El sexto y penúltimo episodio está ambientado en Santa Marinella, en la provincia de Roma, y tiene como protagonista a Omar di Felice, antiguo ciclista profesional y ahora campeón de Ultraciclismo. Ha elegido vivir su pasión con un espíritu diferente y, gracias a su determinación, ha empezado a viajar por el mundo. Un personaje que enseña cómo, de la inconstancia, puede nacer la fortaleza y la capacidad de perseguir y perseguir objetivos. En una competición constante con uno mismo, donde lo principal no es ganar, sino aprender de las derrotas. Por último, la justicia y la injusticia, en Agrigento con la historia de Piero Nava, el primer súper testigo de la justicia en Italia. El 21 de septiembre de 1990, Nava conducía por la carretera provincial de Agrigento cuando fue testigo del asesinato del juez Livatino. La muerte del "niño juez" cambió su vida. ¿Por qué? Nava no se quedó callado, sino que inmediatamente sintió el deber de denunciar el hecho a las autoridades. Y, por un acto de justicia, se convirtió en víctima de la injusticia: tuvo que abandonar su casa, su familia, sus amigos, sus colegas. Tuvo que borrar su identidad y asumir otra, muchas otras, escondiéndose con su mujer y sus hijos, como si él hubiera sido el criminal. Hoy se ha cambiado el nombre, pero sigue siendo él y dice que no podría haberse comportado de otra manera para poder mirarse al espejo cada mañana y reconocerse. Su mensaje, especialmente para los jóvenes, es salir de la indiferencia.
Rostros famosos
Historias de gente corriente, pero también rostros conocidos por el público en general. La narración se verá enriquecida por seis personalidades, excelencias del mundo del espectáculo, la cultura y el deporte: de Carlo Verdone a Mara Venier, de J-Ax a Sinisa Mihajlovic, Silvia Avallone y Elisa Di Francisca. De la mano de la presentadora Mara Venier una reflexión sobre la necesidad de saber olvidar, de superar el resentimiento incluso ante las traiciones y las heridas profundas de la vida. El actor y director Carlo Verdone revela cómo para él la falta de ironía haría que la vida estuviera desprovista de alma, aunque es consciente de que la clave correcta de interpretación no consiste ciertamente en reírse en cada ocasión. El cantante J-Ax hablará sobre el acoso y el maltrato, mientras que el entrenador del Bolonia, Sinisa Mihajlovic, hablará de su lucha contra la leucemia. Por último, la escritora Silvia Avallone y las ilusiones en el mundo del trabajo, seguida de la esgrimista Elisa Di Francisca que reflexionará sobre cómo en el deporte de competición puede haber una línea tan fina pero importante que separa la prudencia de la necedad.
Cuando me dejo traspasar por tu mirada y te permito entrar en mi alma, todo adquiere un color diferente.
La mirada de Dios me penetra y me envuelve, me rodea y me busca, me invita y me respeta.
Dios no es indiferente ante mi pecado: toma en serio lo que hago y lo que dejo de hacer. No olvida que soy de barro y que necesito ayuda. No ignora lo bueno que Él mismo sembró en mi alma. No deja sin recompensa ese vaso de agua que ofrezco a quien me lo pide.
Así es tu mirada. No sé por qué la rehúyo, como si tuviera miedo de mis faltas, cuando lo que deseas es curar mis heridas. No sé por qué prefiero otros ojos, que un día me miran con aprecio y otro con indiferencia. No sé por qué escucho músicas o veo imágenes cuando podría dejarme envolver por el calor de tus pupilas de Padre bueno.
Pero cuando me dejo traspasar por tu mirada y te permito entrar en mi alma, todo adquiere un color diferente. Porque el mundo tiene sentido si surge desde tu Bondad y si se dirige hacia ti. Porque la vida es maravillosa cuando se explica desde esa palabra grande y sencilla: Amor.
Ante tu mirada todo cambia. Mi pecado se derrite si me acerco a la gran fiesta de la misericordia que se celebra en cada confesión. Mi corazón recobra fuerzas cuando me alimento del Pan de la vida. Mi cuerpo adquiere una luminosidad diferente, si ha quedado purificado desde el agua y la sangre que brotan del Calvario.
También cambia el rostro de quienes me rodean, pues descubro que son hijos tuyos, hermanos necesitados, como yo, de cariño, de perdón y de esperanza.
Este día y toda mi existencia puede ser diferentes si me pongo ahora, simplemente, lleno de confianza, ante tu mirada...
Jesús, la mejor opción en la vida
Viernes tercera semana Cuaresma. A veces nuestras decisiones nos llevan por otros caminos.
La Escritura habla constantemente de la presencia de Dios como el único, como el primero en el corazón del pueblo de Israel, y usa la imagen del escuchar, del oír para indicar precisamente esta relación entre Dios y su pueblo.
Cuando a Jesús le preguntan ¿cuál es el primero de todos los mandamientos?, para responder Jesús emplea las palabras de una oración que los israelitas rezan todas las mañanas: "Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor, no tendrás otro Dios delante de ti".
Dentro del camino de la Cuaresma -que es el camino de conversión del corazón-, la escucha, el llegar a oír, el ser capaces de recibir la Palabra de Dios en el corazón es un elemento fundamental que se mezcla en nuestro interior con el elemento central del juicio, que es nuestra conciencia.
El profeta Oseas decía: "Ya no tendré más ídolos en mí". Es necesario aprender a no tener más ídolos en nosotros; hacer que nuestra conciencia se vea plena y solamente iluminada por Dios nuestro Señor, que ningún otro ídolo marque el camino de nuestra conciencia. Podría ser que en nuestra vida, en ese camino de aprendizaje personal, no tomásemos como criterio de comportamiento a Dios nuestro Señor, sino como dirá el Profeta Oseas: "a las obras de nuestras manos". Y Dios dice: "No vuelvas a llamar Dios tuyo a las obras de tus manos; no vuelvas a hacer que tu Dios sean las obras de tus manos". Abre tu conciencia, abre tu corazón a ese Dios que se convierte en tu alma en el único Señor.
Sin embargo, cada vez que entramos en nosotros mismos, cada vez que tenemos que tomar decisiones de tipo moral en nuestra vida, cada vez que tenemos que ilustrar nuestra existencia, nos encontramos como «dios nuestro» a la obras de nuestras manos: a nuestro juicio y a nuestro criterio. Cuántas veces no hacemos de nuestro criterio la única luz que ilumina nuestro comportamiento, y aunque sabemos que es posible que Dios piense de una forma diferente, continuamos actuando con las obras de nuestras manos como si fueran Dios, continuamos teniendo ídolos dentro de nuestro corazón.
La Cuaresma es este camino de preparación hacia el encuentro con Jesucristo nuestro Señor resucitado, que, vencedor del pecado y de la muerte, se nos presenta como el único Señor de nuestro corazón. La preparación cuaresmal nos tiene que llevar a hacer de nuestra conciencia un campo abierto, sometido, totalmente puesto a la luz de Dios.
A veces nuestras decisiones nos llevan por otros caminos, ¿qué podemos hacer para que nuestra conciencia realmente sea y se encuentre sólo con Dios en el propio interior? Recordemos el ejemplo tan sencillo de una cultura de tipo agrícola que nos da la Escritura: "Volverán a vivir bajo mi sombra". Dios como la sombra que en los momentos de calor da serenidad, da paz, da sosiego al alma. Dios como el árbol a cuya sombra tenemos que vivir.
Tenemos que darnos cuenta de que esta ruptura interior, que se produce con todos los ídolos, con todas las obras de nuestras manos, con todos los criterios prefabricados, con todos los criterios que nosotros hemos construido para nuestra conveniencia personal, acaban chocando con el salmo: "Yo soy tu Dios, escúchame". Él es nuestro Dios, ¿escuchamos a nuestro Dios? ¿Hasta qué punto realmente somos capaces de escuchar y no simplemente de oír? ¿Hasta qué punto hacemos de la palabra de Dios algo que se acoge en nuestro corazón, algo que se recibe en nuestro corazón? Nunca olvidemos que de la escucha se pasa al amor y de la acogida se pasa a la identificación.
Éste es el camino que tenemos que llevar si queremos estar viviendo según el primero de los mandamientos y si queremos escuchar de los labios de Jesús las palabras que le dice al escriba: "No estás lejos del reino de Dios". Solamente cuando el hombre y la mujer son capaces de hacer de la palabra de Dios en su corazón la única luz, y cuando hacer la única luz se concreta a una escucha, a un amor identificado con nuestro Señor, es cuando realmente nuestra vida empieza a encontrarse próxima al reino de Dios. Mientras nosotros sigamos teniendo los ídolos de nuestras manos dentro del corazón, estaremos encontrarnos alejados del reino de Dios, aunque nosotros pensemos que estamos cerca.
En nuestra conciencia la voz de Dios tiene que ser la luz auténtica que nos acerca a su Reino. Siempre que recibamos la Eucaristía, no nos quedemos simplemente con el hermoso sentimiento de: "¡qué cerca estás de mí, Señor!". Busquemos, pidamos que la Eucaristía se convierta en nuestro corazón en la luz que va transformando, que va rompiendo, que va separando del alma los ídolos, y que va haciendo de Dios el único criterio de juicio de nuestros comportamientos.
Solamente así podremos escuchar en nuestro corazón esas palabras tan prometedoras del profeta Oseas "Seré para Israel como el rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces. Como el álamo y sus renuevos se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano. Volverán a vivir bajo mi sombra." Que la luz de Dios nuestro Señor sea la sombra a la cual toda nuestra vida crece, en la cual toda nuestra vida se realiza en plenitud.
Ella nos hace recordar las palabras del Maestro divino: "Si no hicieres penitencia, todos pereceréis" (Lc 13,3)
Desde los principios del Cristianismo la "Cuaresma marcó para los cristianos un tiempo de gracia, oración, penitencia y ayuno, a fin de obtener la conversión". Ella nos hace recordar las palabras del Maestro divino: "Si no hicieres penitencia, todos pereceréis" (Lc 13,3).
Esos cuarenta días que preceden a la Semana Santa, son colocados por la Iglesia para que cada uno de nosotros se prepare para la mayor de todas las Solemnidades litúrgicas del año, la Pascua, la gran celebración de la Resurrección de Jesús, la victoria de Él y nuestra sobre el Mal, sobre el pecado, sobre la muerte y sobre el infierno.
La Carta apostólica del Papa Pablo VI, aprobando las Normas Universales del Año 0 Litúrgico y el nuevo Calendario Romano general, dice, en el n. 28: "El tiempo de la Cuaresma va de Miércoles de Cenizas hasta la Misa en la Cena del Señor (Jueves Santo, a la tarde), inclusive".
Jesús está presente en la Liturgia
La celebración litúrgica no es mero recuerdo del pasado, algo que ocurrió con Jesús y pasó, no. Jesús está presente en la Liturgia. El Catecismo dice que: "Por la liturgia, Cristo, nuestro redentor y sumo sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella y por ella, la obra de nuestra redención." (§1069). Esto es, por la Liturgia de la Iglesia Él continúa salvándonos, especialmente por los Sacramentos, y hace tornar presente nuestra redención.
Pero, para que el cristiano pueda beneficiarse de esa celebración precisa estar preparado, con el alma purificada y el corazón sediento de Dios. La Iglesia recomienda sobre todo que vivamos aquello que ella llama de "remedios contra el pecado" (ayuno, limosna y oración), que Jesús recomendó en el Sermón de la Montaña (Mt 6, 1-8) y que la Iglesia nos coloca delante de los ojos ya el Miércoles de Cenizas, en la apertura de la Cuaresma.
Meta de la Cuaresma
La meta de la Cuaresma es la expiación de los pecados; pues ellos son la lepra del alma. No existe nada peor que el pecado para el hombre, la Iglesia y el mundo.
Todos los ejercicios de piedad e de mortificación tienen como objetivo librarnos del pecado.
El ayuno fortalece el espíritu y la voluntad para que las pasiones desordenadas, especialmente aquellas que se refieren al cuerpo (gula, lujuria, pereza), no dominen nuestra vida y nuestra conducta. La limosna socorre al pobre necesitado y produce en nosotros el desapego y el despojamiento de los bienes terrenales; esto nos ayuda a vencer la ganancia y el apego al dinero.
La oración fortalece el alma en el combate contra el pecado. Jesús recomendó en la noche de su agonía: "Vigilad y orad, el espíritu es fuerte pero la carne es débil". La Palabra de Dios nos enseña:
"Es buena la oración acompañada del ayuno y dar limosna vale más que juntar tesoros de oro, porque la limosna libra de la muerte, y es la que borra los pecados, y hace encontrar la misericordia y la vida eterna" (Tb 12, 8-9).
"El agua apaga el fuego ardiente, y la limosna resiste a los pecados" (Eclo 3,33). "Encierra la limosna en el seno del pobre, y ella rogará por ti para librarte de todo el mal" (Eclo 29,15).
Jesús enseñó: "Es necesario orar siempre sin jamás dejar de hacerlo" (Lc 18,1b); "Vigilad y orad para que no entréis en tentación" (Mt 26,41a); "Pedid y se os dará" (Mt 7,7). Y San Pablo recomendó: "Orad sin cesar" (I Ts 5,17).
Cuaresma es, pues, tiempo de rompimiento total con el pecado. Algunos piensan que no tienen pecado, se juzgan irreprensibles, como aquel fariseo de la parábola que despreciaba al pobre publicano (Lc 18,10 ss); pero en verdad, muchas veces no perciben los propios pecados por causa de una consciencia malformada que acaba encubriéndolos. Para no caer en este error tenemos que comparar nuestra vida con aquellos que fueron los modelos de santidad: Cristo y los Santos.
Así podemos prepararnos para el Banquete pascual glorioso, encontrándose con el Señor resucitado y glorioso con el alma renovada en su amor.
Preces
Jesús nos ha enseñado los mandamientos más importantes y nos da la fuerza para cumplirlos. Llenos de confianza, le decimos:
R/M Haznos fuertes en el amor.
Que sepamos reconocer que en ti está todo el bien que anhelamos,
– y te mostremos nuestro amor con los pensamientos, palabras y obras.MR/
Enséñanos a darnos cuenta del valor de toda vida humana,
– y acompaña a las madres que esperan un hijo para que se alegren de su nacimiento.MR/
Ayúdanos a descubrir la importancia de las cosas pequeñas,
– y que todo es importante si se hace por amor a ti.MR/
Que te mostremos nuestro amor en el cuidado de nuestros semejantes,
– y que ayudar a los demás aumente nuestra alegría.MR/
Te pedimos por todos los que trabajan de cara al público,
– dales paciencia para que quienes acuden a ellos se sientan escuchados y bien atendidos.MR/
Intenciones libres
Padre nuestro…
Oración
Infunde bondadosamente, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos apartarnos de los errores humanos y secundar las inspiraciones que, por tu generosidad, nos vienen del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.