Solemnidad de la Virgen de Montserrat
- 27 Abril 2015
- 28 Abril 2015
- 27 Abril 2015
El Papa, a los nuevos sacerdotes
"Recuerden también que la Palabra de Dios no es de su propiedad, es Palabra de Dios"
Francisco, a los nuevos sacerdotes: "Ustedes están para perdonar y no para condenar"
"No rechacéis jamás el bautismo a quien os lo pida", les advierte
Redacción, 26 de abril de 2015 a las 11:13
Tengan siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido
(J. Bastante/RV).- "El confesionario sirve para perdonar, no para condenar. Ustedes están para perdonar, y no para condenar, para ser ministros de la unidad en la Iglesia". El Papa Francisco ordenó esta mañana a 19 nuevos sacerdotes en la basílica de San Pedro. En una homilía en la que improvisó con frecuencia, el Papa pidió a los nuevos presbíteros que "no se pavoneen" y les advirtió que la Iglesia debe estar abierta a todos. "No rechacéis jamás el bautismo a quien os lo pida".
"Es feo un sacerdote que vive para gustarse a sí mismo, que se pavonea", insistió el Papa, quien invitó a los nuevos sacerdotes a que "no hagan homilías aburridas", y que den ejemplo con su vida. "El perfume de vuestra vida será el testimonio de lo que decís; el ejemplo edifica, pero las palabras sin ejemplos son palabras vacías, son ideas que no llegan nunca al corazón y hacen mucho mal", señaló, a la vez que recordó que "la Palabra de Dios no es de su propiedad, es Palabra de Dios".
En su homilía el Obispo de Roma señaló a los nuevos sacerdotes que "ejercitando el ministerio sacerdotal serán participes de la misión de Cristo, único Maestro". Serán quienes continúen con la obra santificadora de Cristo, mediante su ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se hará perfecto unido al de Cristo.
Asimismo el Papa les pidió "en nombre de Cristo y de la Iglesia: por favor, no se cansen de ser misericordiosos. Ustedes están para perdonar y no para condenar. Con el óleo santo darán alivio a los enfermos, y también a los ancianos: no sientan vergüenza de mostrar ternura con los ancianos".
Finalmente, les exhortó "a participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a sus Obispo, esfuércense por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tengan siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido".
"Sean Pastores, no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios", concluyó el Papa.
Homilía completa del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas
Ahora que estos hermanos e hijos nuestros van a ser ordenados presbíteros, conviene considerar a qué ministerio acceden en la Iglesia. Aunque, en verdad, todo el pueblo santo de Dios es sacerdocio real en Cristo, sin embargo, nuestro sumo Sacerdote, Jesucristo, eligió algunos discípulos que en la Iglesia desempeñaran, en nombre suyo, el oficio sacerdotal para el bien de los hombres. No obstante, el Señor Jesús quiso elegir entre sus discípulos a algunos en particular, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continuaran su misión personal de maestro, sacerdote y pastor. Él mismo, enviado por el Padre, envió a su vez a los Apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de Maestro, Sacerdote y Pastor por medio de ellos y de los Obispos, sus sucesores. Y los presbíteros son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio, son llamados al servicio del Pueblo de Dios. Después de una profunda reflexión y oración, ahora estos hermanos van a ser ordenados para el sacerdocio en el Orden de los presbíteros, a fin de hacer las veces de Cristo, Maestro, Sacerdote y Pastor, por quien la Iglesia, su Cuerpo, se edifica y crece como Pueblo de Dios y templo del Espíritu Santo. Al configurarlos con Cristo, sumo y eterno Sacerdote, y unirlos al sacerdocio de los Obispos, la Ordenación los convertirá en verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento para anunciar el Evangelio, apacentar al Pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente en el sacrificio del Señor.
A ustedes, queridos hermanos e hijos, que van a ser ordenados presbíteros, les incumbe, en la parte que les corresponde, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro. Transmitir a todos la palabra de Dios que han recibido con alegría. Recuerden a sus madres, a sus abuelas, a sus catequistas, que les han dado la Palabra de Dios, la fe... ¡el don de la fe! Les han trasmitido este don de la fe. Y al leer y meditar asiduamente la Ley del Señor, procuren creer lo que lean, enseñar lo que crean y practicar lo que enseñan. Recuerden también que la Palabra de Dios no es de su propiedad, es Palabra de Dios. Y la Iglesia es la que custodia la Palabra de Dios. Que su enseñanza sea alimento para el Pueblo de Dios; que su vida sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que, con su palabra y su ejemplo, se vaya edificando la casa de Dios, que es la Iglesia.
Les corresponde también la función de santificar en nombre de Cristo. Por medio de su ministerio alcanzará su plenitud el sacrificio espiritual de los fieles, que por sus manos, junto con ellos, será ofrecido sobre el altar, unido al sacrificio de Cristo, en celebración incruenta. Tengan presente lo que hacen e imiten lo que conmemoran, de tal manera que, al celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor, se esfuercen por hacer morir en ustedes el mal y procuren caminar con Él en una vida nueva.
Introducirán a los hombres en el Pueblo de Dios por el Bautismo. Perdonaran los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la Penitencia. Y hoy les pido en nombre de Cristo y de la Iglesia: Por favor, no se cansen de ser misericordiosos. A los enfermos les darán el alivio del óleo santo, y también a los ancianos: no sientan vergüenza de mostrar ternura con los ancianos. Al celebrar los ritos sagrados, al ofrecer durante el día la oración de alabanza y de súplica, serán voz del Pueblo de Dios y de toda la humanidad.
Conscientes de haber sido escogidos entre los hombres y puestos al servicio de ellos en las cosas de Dios, ejerzan con alegría perenne, llenos de verdadera caridad, el ministerio de Cristo Sacerdote, no buscando el propio interés, sino el de Jesucristo. Sean Pastores, no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios.
Finalmente, al participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a sus Obispo, esfuércense por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tengan siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido.
Evangelio según San Juan 10,1-10.
Jesús dijo a los fariseos: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz". Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia."
27 de abril 2015 Lunes Virgen de Montserrat Hch 1, 12-14
Después de la Ascensión, el libro de los Hechos nos dice que: «Todos, unánimemente, asistían sin falta a las horas de oración, con las mujeres, con María, la madre de Jesús, y los parientes de ellos».
¿Eres consciente de que lo mejor de la oración es vivir con el mismo espíritu que los apóstoles y María, es decir, todos y unánimemente? María, Madre, recuerde-me siempre, cuando yo ore: que sea contigo y con todos.
San Toribio de Mogrovejo
Santo Toribio de Mogrovejo, obispo (1538-1606) Toribio, arzobispo de Lima, es uno de los eminentes prelados de la hora de la evangelización. El concilio plenario americano del 1900 lo llamó: "la lumbrera mayor de todo el episcopado americano". Era la hora de llevar la fe cristiana al imperio inca peruano lo mismo que en México se cristianizaba a los aztecas. Nació en Mayorga (Valladolid), el 16 de noviembre de 1538. No se formó en seminarios, ni en colegios exclusivamente eclesiásticos, como era frecuente entonces; Toribio se dedicó de modo particular a los estudios de Derecho, especialmente del Canónico, siendo licenciado en cánones por Santiago de Compostela y continuó luego sus estudios de doctorado en la universidad de Salamanca. También residió y enseñó dos años en Coimbra. En Diciembre de 1573 fue nombrado por Felipe II para el delicado cargo de presidente de la Inquisición en Granada, y allí continuó hasta 1579; pero ya en agosto de 1578 fue presentado a la sede de Lima y nombrado para ese arzobispado por Gregorio XIII el 16 de marzo de 1579, siendo todavía un brillante jurista, un laico, o sólo clérigo de tonsura, cosa tampoco infrecuente en aquella época.
Recibió las órdenes menores y mayores en Granada; la consagración episcopal fue en Sevilla, en agosto de 1579. Llegó al Perú en el 1581, en mayo. Se distinguió por su celo pastoral con españoles e indios, dando ejemplo de pastor santo y sacrificado, atento al cumplimiento de todos sus deberes. La tarea no era fácil. Se encontraba con una diócesis tan grande como un reino de Europa, con una población nativa india indócil y con unos españoles muy habituados a vivir según sus caprichos y conveniencias. Celebró tres concilios provinciales Limenses _el III (1583), el IV (1591) y el V (1601)_; sobresalió por su importancia el Tercer Concilio Limense, que señaló pautas para el mexicano de 1585 y que en algunas cosas siguió vigente hasta el año 1900. Aprendió el quechua, la lengua nativa, para poder entenderse con los indios. Se mostró como un perfecto organizador de la diócesis. Reunió trece sínodos diocesanos. Ayudó a su clero dando normas precisas para que no se convirtieran en servidores comisionados de los civiles. Visitó tres veces todo su territorio, confirmando a sus fieles y consolidando la vida cristiana en todas partes. Alguna de sus visitas a la diócesis duró siete años. Prestó muy pacientemente atención especial a la formación de los ya bautizados que vivían como paganos. Llevado de su celo pastoral, publicó el Catecismo en quechua y en castellano; fundó colegios en los que compartían enseñanzas los hijos de los caciques y los de los españoles; levantó hospitales y escuelas de música para facilitar el aprendizaje de la doctrina cristiana, cantando.
No se vio libre de los inevitables roces con las autoridades en puntos de aplicación del Patronato Real en lo eclesiástico; es verdad que siempre se comportó con una dignidad y con unas cualidades humanas y cristianas extraordinarias; pero tuvo que poner en su sitio a los encomenderos, proteger los derechos de los indios y defender los privilegios eclesiásticos.
Atendido por uno de sus misioneros, murió en Saña, mientras hacía uno de sus viajes apostólicos, en 1606. Fue beatificado en 1679 y canonizado en 1726 Quien tenga la suerte de tener entre sus manos un facsímil del catecismo salido del Tercer Concilio Limense, aprenderá a llamar mejor evangelización que colonización a la principal obra de España en el continente recién descubierto.
Oremos: Señor, tú que quisiste dilatar la Iglesia por medio de la actividad apostólica de santo Toribio de Mogrovejo y por su gran amor a la verdad, suscita también hoy en el pueblo cristiano aquellas mismas virtudes que resplandecen en este santo obispo, para que así la Iglesia crezca, constantemente en la fe y se renueve por la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Calendario de Fiestas Marianas: Nuestra Señora de Monserrat, España
¿Cómo debemos interpretar los azarosos, impredecibles, inesperados y a veces decepcionantes, cursos de nuestras vidas? ¿Qué pasa cuando la enfermedad, o un descalabro económico nos obliga a reconsiderar lo que queremos de nuestra vida, cuando maestros o tutores nos invitan a cultivar talentos que ni intuíamos que teníamos, cuando nuestros jefes nos invitan a emprender caminos nuevos en nuestras carreras profesionales, cuando los amigos nos señalan oportunidades nuevas que no sabíamos, o cuando nos empeñamos en seguir pasiones personales en contra del sentido común y de las opiniones de los demás, sólo con la confianza de que el éxito está cerca? ¿Es que en todos estos casos simplemente reivindicamos el ingenio humano, la resiliencia, la fortaleza y la imaginación? O es Dios quien también trabaja de una manera inefable, como dice Hopkins, "presente en diez mil lugares"? ¿O porque no ambas cosas a la vez?
Yo soy la puerta de las ovejas
Juan 10, 1-10. Pascua. Entrar por la puerta de Cristo es encontrar la paz, la alegría, la serenidad, el gozo.
Oración preparatoria
Dios mío, ayúdame a escucharte en este rato de oración, porque Tú me das vida, y en abundancia. Concédeme amarte más a Ti que a mí mismo, dame la gracia de saber entrar por la puerta que me señalas y que en definitiva seas Tú realmente el Señor de mi vida entera.
Petición
Jesús, que sepa reconocer tu voz. Y reconocerte en mis hermanos.
Meditación del Papa Francisco
Quisiera decir una última cosa, una última cosa. Aquí hay muchos jóvenes. Jóvenes, queridos jóvenes, ustedes tienen una especial sensibilidad ante la injusticia, pero a menudo se sienten defraudados por los casos de corrupción, por las personas que, en lugar de buscar el bien común, persiguen su propio interés. A ustedes y a todos les repito: nunca se desanimen, no pierdan la confianza, no dejen que la esperanza se apague. La realidad puede cambiar, el hombre puede cambiar.
Sean los primeros en tratar de hacer el bien, de no habituarse al mal, sino a vencerlo con el bien. La Iglesia los acompaña ofreciéndoles el don precioso de la fe, de Jesucristo, que ha «venido para que tengan vida y la tengan abundante».
Hoy digo a todos ustedes: No están solos, la Iglesia está con ustedes, el Papa está con ustedes. Llevo a cada uno de ustedes en mi corazón y hago mías las intenciones que albergan en lo más íntimo: la gratitud por las alegrías, las peticiones de ayuda en las dificultades, el deseo de consuelo en los momentos de dolor y sufrimiento. Todo lo encomiendo a la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, la Madre de todos los pobres del Brasil, y con gran afecto les imparto mi Bendición. Gracias. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 25 de julio de 2013).
Reflexión
Pronunciar el nombre de Cristo, escucharle y reconocerle en nuestro interior, sólo nace de las almas que verdaderamente han hecho esa experiencia amorosa con Él. Una experiencia que no se reduce a un simple recitar de oraciones, o a un compromiso obligatorio dominical, sino que más bien se eleva a un contacto frecuente e íntimo con el Señor en la oración de todos los días, en el trabajo cotidiano, e incluso, en los sufrimientos que podamos padecer y ofrecer por amor a Él. Las almas que buscan la verdadera fuente de la felicidad en Cristo, saben que solamente en su interior, donde Dios se hace paz, alegría, serenidad, gozo, se encuentra la verdadera e íntima amistad con Él. Son esas ovejas que entran por la puerta de la renuncia y del sacrificio, que escuchan el llamado personal del Buen Pastor, y que le siguen por los caminos por donde Él las lleva, siempre con la única finalidad y deseo de estar con Él delectándose con su dulce compañía.
Propósito
Renovar mi compromiso de meditar diariamente, para vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
Diálogo con Cristo
La parábola del Buen Pastor me permite recordar que Tú eres quien debe guiar mi vida. Buscas mi bien y por eso me invitas a entrar por la puerta de la fe, para que pueda realmente tener un encuentro personal contigo en la oración y mi vida sacramental. Ayúdame a nunca temer, que me atreva a abrir, entrar y recorrer el camino que me señalas, porque es el camino a la felicidad.
Testamento espiritual de Juan Pablo II
Traducción no oficial, efectuada por el VIS, del testamento espiritual del Santo Padre Juan Pablo II. 7 abril 2015
Totus Tuus ego sum
En el Nombre de la Santísima Trinidad. Amén.
"Velad porque no sabéis en qué día vendrá vuestro Señor" (cf.Mt 24, 42), estas palabras me recuerdan la última llamada, que vendrá en el momento que quiera el Señor. Quiero seguirle y deseo que todo lo que forma parte de mi vida terrenal me prepare a este momento. No sé cuando llegará, pero como todo, también deposito este momento en las manos de la Madre de mi Maestro: Totus Tuus. En sus manos maternas lo dejo todo y a todos aquello con quienes me ha ligado mi vida y mi vocación. En esas manos dejo sobre todo a la Iglesia y también a mi nación y a toda la humanidad. A todos doy las gracias. A todos pido perdón. Pido también oraciones para que la misericordia de Dios se muestre más grande que mi debilidad y mi indignidad.
Durante los ejercicios espirituales he releído el testamento del Santo Padre Pablo VI. Su lectura me ha llevado a escribir el presente testamento.
No dejo tras de mí propiedad alguna de la que sea necesario disponer. En cuanto a las cosas de uso cotidiano que me servían, pido que se distribuyan como se considere oportuno. Que se quemen mis apuntes personales. Pido que se encargue de todo esto don Estanislao a quien doy las gracias por la colaboración y la ayuda tan prolongadas en estos años y tan grande. Todos los demás agradecimientos, en cambio, los dejo en el corazón ante Dios mismo, porque es difícil expresarlos.
Por lo que se refiere al funeral, repito las mismas disposiciones que dio el Santo Padre Pablo VI (nota al margen: la sepultura en la tierra, no en un sarcófago, 13.3.92)
"apud Dominum misericordia et copiosa apud Eum redemptio"
Juan Pablo II
Roma, 6. III. 1979
Después de la muerte pido Santas Misas y oraciones
5.III.90
****
Folio sin fecha:
Expreso mi mas profunda confianza en que, a pesar de toda mi debilidad, el Señor me conceda todas las gracias necesarias para hacer frente según Su voluntad a cualquier tarea, prueba o sufrimiento que quiera pedir a su siervo en el curso de la vida. También tengo confianza en que no permitirá jamás que, mediante cualquier actitud mía: palabras, obras u omisiones, traicione mis obligaciones en esta santa Sede Petrina.
***
24.II-1.III.1980
También durante estos ejercicios espirituales he reflexionado sobre la verdad del sacerdocio de Cristo en la perspectiva de aquel tránsito que para cada uno de nosotros es el momento de la propia muerte. Del adiós a este mundo -para nacer a otro, al mundo futuro, signo elocuente (añadido encima: decisivo) es para nosotros la Resurrección de Cristo.
He leído por tanto la escritura de mi testamento del último año, efectuada también durante los ejercicios espirituales, la he comparado con el testamento de mi gran predecesor y padre Pablo VI, con ese testimonio sublime sobre la muerte de un cristiano y de un Papa y he renovado en mí la conciencia de las cuestiones a las que se refiere el registro del 6.III.1979 que yo había preparado (de forma bastante provisional).
Hoy quiero añadirle solamente esto, que cada uno debe tener presente la perspectiva de la propia muerte. Y debe estar preparado para presentarse frente al Señor y al Juez y al mismo tiempo frente al Redentor y al Padre. Así, yo también lo tengo continuamente en consideración, confiando ese momento decisivo a la Madre de Cristo y de la Iglesia, a la Madre de mi esperanza.
Los tiempos que vivimos, son indeciblemente difíciles e inquietos. También el camino de la Iglesia se ha vuelto difícil y tenso, tanto para los fieles como para los pastores, prueba característica de estos tiempos. En algunos países (como por ejemplo en aquel del cual he leído en los ejercicios espirituales), la Iglesia se encuentra en un período de persecución tal que no es inferior al de los primeros siglos, al contrario, incluso los supera por el grado de crueldad y de odio. Sanguis martyrum - semen christianorum. Y además esto: tantas personas inocentes desaparecen también en este país en que vivimos...
Deseo una vez más confiarme totalmente a la gracia del Señor. Él mismo decidirá cuando y cómo tengo que terminar mi vida terrenal y mi ministerio pastoral. En la vida y en la muerte Totus Tuus mediante la Inmaculada. Aceptando ya desde ahora esta muerte, espero que Cristo me conceda la gracia para el último pasaje, es decir la Pascua, (mía). También espero que haga que sea útil para esta causa tan importante a la que intento servir: la salvación de la humanidad, la salvaguardia de la familia humana, y con ella de todas las naciones y todos los pueblos (entre ellos también me dirijo de forma particular a mi Patria terrena), útil para las personas que de modo particular me ha confiado, para la cuestión de la Iglesia, para la gloria de Dios.
No quiero añadir nada a lo que escribí hace un año, solamente manifestar esta prontitud y al mismo tiempo esta confianza a las que de nuevo me han dispuesto los ejercicios espirituales.
Juan Pablo II
Totus Tuus ego sum
***
5.III.1982
En el curso de los ejercicios espirituales de este año he leído (varias veces) el texto del testamento del 6.III.1979. A pesar de que todavía lo considero provisional (no definitivo) lo dejo en la forma en que existe. No cambio (por ahora) nada, y tampoco lo agrego, por cuanto se refiere a las disposiciones que contiene.
El atentado a mi vida el 13.V.1981 confirmó, de alguna forma la exactitud de las palabras escritas en el período de los ejercicios espirituales de 1980 ( 24.II- 1.III).
Cuanto más profundamente siento que me encuentro totalmente en las Manos de Dios - y permanezco continuamente a disposición de mi Señor, confiándome a Él en su Madre Inmaculada (Totus Tuus).
Juan Pablo II pp. II
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5.III.82
Por cuanto se refiere a la última frase de mi testamento del 6.III.79 (: "Sobre el lugar/ es decir el lugar del funeral/ decida el colegio cardenalicio y los compatriotas") aclaro que pienso en: el metropolitano de Cracovia o el Consejo General del Episcopado de Polonia. Pido por tanto al Colegio Cardenalicio que satisfaga en la medida de lo posible las eventuales peticiones de los más arriba citados.
***
1.III.1985 (en el curso de los ejercicios espirituales).
De nuevo - por cuanto respecta a la expresión "Colegio Cardenalicio y los Compatriotas"-: el "Colegio Cardenalicio" no tiene ninguna obligación de interpelar sobre este argumento a " los Compatriotas": sin embargo, puede hacerlo, si por alguna razón lo considerase justo.
JPII
Los ejercicios espirituales del año jubilar del 2000
(12-18.III)
(para el testamento)
1. Cuando el día 16 de febrero de 1978 el cónclave de los cardenales eligió a Juan Pablo II el primado de Polonia, cardenal Stefan Wyszynsk, me dijo: "La tarea del nuevo Papa será introducir a la Iglesia en el Tercer Milenio". No sé si repito exactamente la frase, pero al menos éste era el sentido de lo que sentí entonces. Lo dijo el hombre que ha pasado a la historia como primado del Milenio. Un gran primado. He sido testigo de su misión, de su entrega total. De sus luchas: de su victoria. "La victoria, cuando llegue, será una victoria a través de María". Estas palabras de su predecesor, el cardenal August Hlond, las solía repetir el primado del Milenio.
De este modo, me he preparado para la tarea que el día 16 de octubre de 1978 se presentó ante mí. En el momento en que escribo estas palabras, el Año Jubilar del 2000 ya es una realidad. La noche del 24 de diciembre de 1999 se abrió la simbólica Puerta del Gran Jubileo en la basílica de San Pedro, después la de San Juan de Letrán, la de Santa María Mayor, el primer día del año y el día 19 de enero la puerta de la basílica de San Pablo Extramuros. Este último acto, dado su carácter ecuménico, se ha quedado grabado en mi memoria de modo particular.
2. A medida que pasa el Año Jubilar del 2000, un día tras otro, se cierra detrás de nosotros el siglo XX y se abre el siglo XXI. Según los designios de la Providencia se me ha concedido vivir en el difícil siglo que se está acabando, que empieza a pertenecer al pasado y ahora, en el año en que la edad de mi vida alcanza los 80 años (´octogesima adveniens´), es necesario preguntarse si no es tiempo de repetir con el bíblico Simeón: ´Nunc dimittis´.
El día 13 de mayo de 1981, el día del atentado al Papa durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, la Divina Providencia me saló milagrosamente de la muerte. Aquel que es único Señor de la vida y de la muerte, El mismo me ha prolongado esta vida, en un cierto modo me la ha vuelto a dar. Desde aquel momento pertenece aún más a El. Espero que El me ayudará a reconocer hasta cuando debo continuar este servicio, al que me llamó el día 16 de octubre de 1978. Le pido que me llame cuando quiera. ´Pues si vivimos, vivimos para el Señor; y si morimos, morimos para el Señor´ (cf. Rm 14, 8). Espero que hasta que pueda realizar el servicio petrino en la Iglesia, la Misericordia de Dios me preste las fuerzas necesarias para ello.
3. Como todos los años, durante los ejercicios espirituales he leído mi testamento del 6.III.1979. Sigo manteniendo las disposiciones contenidas en él. Lo que entonces y durante los sucesivos ejercicios espirituales se ha añadido es un reflejo de la difícil y tensa situación general, que ha marcado los años ochenta. Desde el otoño del año 1989 esta situación ha cambiado. El último decenio del siglo pasado ha estado libre de las tensiones anteriores ; esto no significa que no hayan surgido nuevos problemas y dificultades. De modo particular, sea alabada la Divina Providencia por ello, el período de la llamada ´guerra fría´ terminó sin el violento conflicto nuclear que pesaba sobre el mundo en el período precedente.
4. Al encontrarme en el umbral del tercer milenio "in medio Ecclesiae", deseo expresar una vez más gratitud al Espíritu Santo por el gran don del Concilio Vaticano II, - del que junto a la Iglesia entera y todo el episcopado- me siento deudor. Estoy convencido de que las nuevas generaciones podrán servirse todavía durante mucho tiempo de las riquezas proporcionadas por este Concilio del siglo XX. Como obispo que ha participado en el evento conciliar desde el primer al último día, deseo confiar este gran patrimonio a todos aquellos que son y serán llamados a ponerlo en práctica en el futuro. Por mi parte, doy las gracias al Pastor eterno que me ha permitido servir a esta grandísima causa en el curso de todos los años de mi pontificado.
"In medio Ecclesiae"... desde los primeros años de servicio episcopal -precisamente gracias al Concilio -he podido experimentar la comunión fraterna del episcopado. Como sacerdote de la archidiócesis de Cracovia ya sabía que es la comunión fraternal el presbiterio- el Concilio abrió una nueva dimensión de esta experiencia".
5. ¡Cuántas personas tendría que nombrar aquí! Probablemente el Señor Dios habrá llamado a Sí la mayoría de ellos. Por lo que se refiere a los que todavía se encuentran en esta parte, que las palabras de este testamento les recuerden, a todos y en todas partes, allí, donde se encuentren.
En el curso de más de veinte años desde cuando presto el servicio Petrino "in medio Ecclesiae" he experimentado la benévola y muy fecunda colaboración de tantos cardenales, arzobispos y obispos, de tantos sacerdotes y personas consagradas -hermanos y hermanas-, en fin, de tantísimas personas laicas, en el ambiente curial, en el Vicariato de la diócesis de Roma, y también fuera de estos ambientes.
¡Cómo no abrazar con grata memoria a todos los episcopados del mundo, con los cuales me he encontrado a lo largo de las visitas "ad limina Apostolorum"! ¡Cómo no recordar también a tantos hermanos cristianos no católicos! !Y al rabino de Roma y a tantos numerosos representantes de las religiones no cristianas! !Y cuántos representantes del mundo de la cultura, de la ciencia, de la política, de los medios de comunicación social!
6. A medida que se avecina el límite de mi vida terrenal vuelvo con la memoria al principio, a mis padres, al hermano y la hermana ( que no conocí porque murió antes de que yo naciese), a la parroquia de Wadowice donde fui bautizado, a esa ciudad que amo, a mis coetáneos, compañeras y compañeros de la escuela primaria, del bachillerato, de la universidad, hasta los tiempos de la ocupación, cuando trabajé como obrero y después en la parroquia de Niegowic, en la cracoviana de San Floriano, en la pastoral de los universitarios, en aquel ambiente .... en todos los ambientes ... en Cracovia y en Roma ... en las personas que de forma especial el Señor me ha confiado.
Quiero decir a todos sólo una cosa: "Que Dios os recompense".
"In manus Tuas, Domine, commendo spiritum meum"
A.D.
17.III.2000
Celebración de la Solemnidad de la Virgen de Montserrat
La primera parte de la vela (21h) girará en torno a textos de Santa Teresa de Jesús; todos los oficios se podrán seguir por Montserrat Radio
(100,6FM) y por Montserrat TV (www.montserratcomunicacio.cat)
Montserrat, 24 de abril de 2015. El domingo, 26 de abril, a las 22h, se celebrará en la Basílica de Montserrat la tradicional Vigilia de Santa María, que presidirá el obispo de Sant Feliu de Llobregat,Agustín Cortés. Y el lunes 27, a las 11h, tendrá lugar la misa de la Solemnidad de la Virgen de Montserrat, que en este caso presidirá el cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach.
Ambas eucaristías se podrán seguir a través de Montserrat Radio y TV (100,6FM / www.montserratcomunicacio.cat) y para las TV locales de la Red de Comunicación Local (www.xal.cat). Por la radio y la TV de Montserrat se podrá ver también, desde las 21h, la primera parte de la Vigilia, que este año girará en torno a textos de Santa Teresa de Jesús con motivo de la conmemoración de los 500 años de su nacimiento.
La emisión de la Vigilia por las TV locales, por ello, comenzará a las 22.30h será ofrecida en un diferido de 30 minutos; pero se podrá ver en su totalidad, hasta las 0.30h. Radio Estel (106,6FM / www.radioestel.cat) también retransmitirá la misa del día 27. Hay que recordar que todos los oficios del Santuario se pueden seguir en directo por Montserrat RTV (www.montserratcomunicacio.cat).
La característica de la Vigilia de Santa María de Montserrat es que la "Liturgia de la Palabra" está más desarrollada, ya que está compuesta por tres
salmos y varias lecturas y, en el momento de el Ofertorio, el P. Abad recibe la ofrenda del aceite simbólico por mantenimiento de lámparas que queman durante todo el año en la Basílica, y que representan a todas las comarcas de Cataluña y también en movimientos e instituciones que las han ido ofrenda desde el 1947.
El origen de la actual Vigilia de Santa María se remonta al año 1947, cuando se celebraron las fiestas de la entronización. En aquella ocasión, se retomó la tradición multisecular de "velar Santa María ". Fueron muchos los peregrinos y devotos que en grupo, en familia o individualmente subieron a la Basílica de Montserrat la noche del día 26 para venerar la Santa Imagen antes de ser colocada definitivamente en su nuevo trono. Los peregrinos y devotos eran recibidos por el P. Adalbert Franquesa, que en aquel momento era el Sacristán Mayor. Al día siguiente, día 27, tuvo lugar la solemne celebración de la Eucaristía en las plazas, en la que el pueblo catalán hizo ofrenda a la Virgen de un nuevo trono.
La organización de las llamadas "fiestas de la entronización" corrió a cargo de la comunidad monástica y de la Comisión Abad Oliba. Desde ese momento, la Vigilia de Santa María se ha celebrado ininterrumpidamente hasta nuestros días.
Cremallera de bajada después de la Vigilia de Santa María, a las 0.30h, hasta Monistrol Hay que recordar que Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña pone a disposición de las personas que quieran asistir a la Vigilia de Santa María un tren cremallera de bajada, de la estación de Montserrat-Monasterio en Monistrol-Vila, a las 0.30h -una vez terminada la celebración-. El último tren de subida, desde Monistrol-Vila, el domingo 26, será a las 20.15h.
Lunes 27: entrada gratuita al Museo de Montserrat y sardanas en las plazas Como cada 27 de abril, el Museo de Montserrat tendrá jornada de puertas abiertas. Se podrá visitar gratuitamente tanto la exposición permanente como las dos temporales: en la Sala Daura, Lo sagrado Jiménez-Balaguer (hasta el 5 de julio) y, en el espacio de arte Pere Pruna, Las tentaciones, de Lluís Hortalà (Hasta el 12 de julio). Y en las plazas de Santa María, después de la misa conventual, a las 12.15h aproximadamente, habrá baile de sardanas con la Cobla Triunfal de Igualada.