La lámpara del cuerpo es el ojo
- 19 Junio 2015
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Laudato Si, en los ojos de Carlos Osoro
"Con la encíclica, el Papa se vincula al santo cuyo nombre escogió para sí en su elección: Francisco de Asís"
La "ecología integral" de Francisco
"El amor social es clave para un auténtico desarrollo", subraya el arzobispo de Madrid
Carlos Osoro, 18 de junio de 2015 a las 15:23
El Papa Francisco desea regalarnos este marco y entrar en un diálogo con todos los hombres, con todos los grupos sociales y comunidades religiosas
(Carlos Osoro, arzobispo de Madrid).- Tras una primera lectura de la Encíclica Laudato si, vemos que esta nos sitúa en la "ecología integral" y responde a cinco preguntas: 1ª. ¿Qué mundo deseamos dejar a quienes vienen detrás de nosotros?; 2ª. ¿Para qué pasamos por este mundo?; 3ª. ¿Para qué venimos a esta vida?; 4ª. ¿Para qué trabajamos y luchamos?, y 5ª. ¿Para qué nos necesita esta Tierra?
Sin estas preguntas, por muchas preocupaciones ecológicas que tengamos, no daremos una respuesta adecuada a los problemas que afectan a los hombres y a la Tierra.
Con esta Encíclica, el Papa nos invita a realizar un verdadero examen de conciencia, orientando la vida a la luz de nuestra relación con el Señor, e incluye una nueva dimensión y no sólo pone el foco en cómo se vive la comunión con Dios, con los otros y con uno mismo, sino también con todas las criaturas y la naturaleza.
A través de seis capítulos se nos dice el gran tema que está de fondo, como es la responsabilidad de todos los hombres por la tierra, que es nuestra casa común:
I. Lo que está pasando en nuestra casa (aspectos particulares de la crisis ecológica)
II. El Evangelio de la creación (desarrolla el Evangelio de la creación)
III. La raíz humana de la crisis ecológica (una nueva orientación en la visión del mundo)
IV. Una ecología integral (una ecología que va a la par con la complejidad de la realidad. No es posible una ecología sin una adecuada antropología)
V. Algunas líneas de orientación y de acción (advertencias para la orientación espiritual y la acción)
VI. Educación y espiritualidad ecológica (una educación y una espiritualidad ecológica. El amor social clave para un auténtico desarrollo).
Con el título que da a la Encíclica, el Papa Francisco se vincula al Santo cuyo nombre escogió para sí en su elección: Francisco de Asís. Y en continuidad con el magisterio de la Iglesia, desarrolla todo su pensamiento en torno al concepto de ecología integral, que ha de ser paradigma para articular las relaciones fundamentales de la persona, con Dios, consigo misma, con los demás seres humanos y con la creación. Nos dice así el lugar específico que el ser humano ocupa en el mundo y las relaciones que debe tener con todo lo que le rodea. Retoma el magisterio de la Iglesia y también las aportaciones de filósofos y teólogos no solo católicos, sino también ortodoxos (Patriarca Bartolomé) y de las iglesias hermanas (Paul Ricoeur), además del místico musulmán Ali Al-Khawas. Hay que hacer una lectura de la Encíclica Laudato si desde el marco real que tiene, desde su naturaleza magisterial, pastoral y espiritual. Si no se hace desde este marco, puede ser reducida al ámbito de la definición de políticas ambientales que enestos momentos están en discusión en la agenda global. El Papa Francisco desea regalarnos este marco y entrar en un diálogo con todos los hombres, con todos los grupos sociales y comunidades religiosas.
Evangelio según San Mateo 6,19-23.
Jesús dijo a sus discípulos: No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los consumen, y los ladrones perforan las paredes y los roban. Acumulen, en cambio, tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que los consuma, ni ladrones que perforen y roben. Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si el ojo está sano, todo el cuerpo estará iluminado. Pero si el ojo está enfermo, todo el cuerpo estará en tinieblas. Si la luz que hay en ti se oscurece, ¡cuánta oscuridad habrá!
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 123
“Atesorad tesoros en el cielo”
Tú, ¿qué eres? ¿rico o pobre? Muchos me dicen: yo soy pobre, y dicen la verdad. Veo a pobres que poseen alguna cosa; veo a otros que son totalmente indigentes. Pero, tenéis a uno que tiene oro y plata en abundancia. ¡Oh, si supiera cuán pobre es! Lo reconocerá si mira al pobre que tiene cerca de él. Por otra parte, cualquiera que sea tu opulencia, tú que eres rico, no eres más que un mendigo a la puerta de Dios. Es el momento de la oración… Tú haces tus peticiones; la petición ¿no es ya una confesión de tu pobreza? En efecto, dices: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. Si tú, pues, pides tu pan cotidiano ¿eres rico o pobre? Y, sin embargo, Cristo no teme decirte: “Dame lo que te he dado. Pues, de hecho ¿qué es lo que has traído al venir al mundo? Todo lo que has encontrado en la creación, lo he creado yo. Tú no has traído nada, y nada te llevarás. ¿Por qué no me das de lo que es mío? Tú nadas en la abundancia y el pobre en la necesidad, pero, remontaos al comienzo de vuestra existencia: los dos habéis nacido completamente desnudos. Incluso tú, has nacido desnudo. Seguidamente has encontrado aquí abajo grandes bienes; pero ¿acaso has traído alguna cosa contigo? Te pido pues eso que te he dado; da y te devolveré. Me das los bienes de este mundo, te daré los tesoros del cielo. Me das unas riquezas temporales, te daré las posesiones eternas. Te las entregaré cuando haya tomado posesión de ti”.
Santa Juliana Falconeri, virgen y fundadora
En Florencia, en la Toscana, santa Juliana Falconeri, virgen, que fundó las Hermanas de la Orden de los Siervos de María, llamadas por su hábito religioso «Mantelatas».
Se la considera fundadora de las Siervas de la Virgen María, aunque en realidad fue contemporánea de los iniciadores de la misma. Tal reconocimiento devino al paso del tiempo ya que muchas jóvenes desearon seguir sus pasos. Los hechos verificables de su vida los proporciona fray Pablo Attavanti, quien en el siglo XV recogió testimonios orales acerca de la santa en sus «Diálogos sobre el origen de la orden» y«Cuaresmario». Nació en Florencia en 1270. Era sobrina de san Alejo Falconieri, al que escuchó predicar sobre el juicio final cuando era adolescente. A su familia, que poseía cuantiosos bienes, se debía la construcción de la iglesia de la Annunziata cuyos claustros se acostumbró a recorrer buscando la soledad y el silencio para elevar sus plegarias a Dios y recibir la Eucaristía; la devoción por ella caracterizó su vida. En esta etapa consagró su virginidad y determinó seguir a Cristo. Su tío era uno de los siete fundadores de los Siervos de María, y al conocer el estilo de vida que llevaban se sintió llamada a encarnarlo. Se encomendó a María y cuando obtuvo el permiso correspondiente de su familia vistió el hábito de esa Orden, que le impuso san Felipe Benicio; era la primera mujer que lo hacía, ya que se trataba de una institución integrada por varones.
Siguió viviendo en su domicilio porque su padre había muerto y se ocupaba de atender a su madre. Entretanto, otras jóvenes que compartían su mismo ideal frecuentaban la Annunziata, donde se hallaban los Siervos, hasta que todas se congregaron para vivir unidas en una casa colindante a la iglesia. Se cubrieron con una capa larga –de ahí su nombre de Mantellate–, que simbolizaba su espíritu penitencial, y se propusieron contemplar la Pasión y muerte de Cristo meditando en el dolor de la Virgen.Juliana era muy devota de Ella, a la que dedicaba los sábados, como hacía los viernes con la Pasión de Cristo. Fue creciendo espiritualmente siguiendo las pautas evangélicas, ayudada por la oración y un ayuno tan severo que afectó a su estómago al punto que fue incapaz de retener los alimentos; las vigilias y cilicios la dejaban extenuada. Así dominó las tentaciones que le sobrevinieron. El maligno la tuvo en su punto de mira. Insultos, golpes, intentos de mancillar su pureza… Todo en vano; no pudo arrastrarla consigo. Era noble; estaba llena de inocencia evangélica. La simple idea del mal le horrorizaba: «prefiero morir antes que manchar mi alma con la culpa más pequeña». Su caridad y bondad, junto con su espíritu obsequioso, indujo a muchas personas a la conversión. Daba tales pruebas de amor a Dios que sus conversaciones eran más persuasivas que el sermón de los más insignes predicadores. Fue solícita con los pobres a los que trató con ternura.
Las jóvenes que comenzaron a imitar su forma de vida adoptaron junto a ella el carisma de los Siervos de María. Cuando el número creció, tomaron el nombre de «Siervas de la Virgen María». La santa redactó un reglamento, aprobado nada menos que por cuatro pontífices (Honorio IV, Nicolás IV, Benedicto XI y Martín V), y encabezó su cumplimiento. Después de la muerte de su madre se desprendió de todos sus bienes que dio a los pobres, y en 1302 se trasladó con la comunidad.
En 1306 fue unánimemente elegida superiora tal como san Felipe Benicio le vaticinó que sucedería siendo una niña. Acogió con lágrimas esta misión, que en absoluto deseaba para ella, puesto que únicamente quería cumplir con fidelidad la observancia, pero la encarnó de manera admirable. Su ascesis y cuantas mortificaciones realizaba las ofrecía también por las almas del purgatorio. A través de sus ayunos y oraciones obtenía la gracia de restaurar la paz donde había discordia. Dios quiso premiar su virtud con una serie de signos extraordinarios. Muchos enfermos solían curarse con el simple roce de sus manos. Pero el hecho más significativo sucedió en el momento de su muerte a la que llegó habiendo cultivado su honda devoción mariana y un apasionado amor a la Eucaristía. Como su estómago no podía contener ningún alimento, pasó por la prueba más dolorosa de sus días al ver que no podía recibir el Cuerpo de Cristo porque corría el riesgo de vomitarlo. Ya llevaba un tiempo sin comulgar, pero en ese último trance rogó vehementemente al P. Giacomo da Campo Reggio que al menos pudieran permitirle ver y adorar la Eucaristía. El sacerdote atendió esta súplica, y Juliana le pidió que se la pusieran sobre su pecho ya que su organismo no la admitía. Lo hicieron. Le colocaron un mantel blanco, elemento litúrgico, y sobre él la Forma consagrada que desapareció milagrosamente, tras lo cual expiró musitando «Mi dulce Jesús». Al amortajarla sus hermanas vieron que sobre su piel, a la altura del corazón, se apreciaba claramente la huella de una cicatriz que tenía los visos de haber sido el lugar por donde penetró la Sagrada Forma. La iconografía acostumbra a representarla reproduciendo este milagroso hecho. Inocencio XI la beatificó el 8 de julio de 1678. Y Clemente XII la canonizó el 16 de junio de 1737.
Testigos de lo eterno. La vida consagrada
Estreno de H.M. Televisión en el Año de la Vida Consagrada
H.M. Televisión, dentro de este Año de la Vida Consagrada (30 noviembre 2014 - 2 febrero 2016), estrena el programa: "Testigos de lo eterno. La vida consagrada".
El programa intenta transmitir la grandeza de la vocación a consagrar la vida totalmente a Dios. Además de la participación de expertos en vida consagrada, como el Abad Michael John Zielinski, O.S.B. Oliv. y el P. Arnaldo Pigna, O.C.D., el documental cuenta con numerosos testimonios de religiosos y consagrados. La duración del documental es de 28 minutos. El programa está disponible en español, inglés e italiano. Se puede visualizar y descargar a través de nuestra web de forma gratuita, con la posibilidad de ofrecer un donativo para ayudarnos a continuar con nuestra labor en los medios de comunicación. También se puede adquirir el DVD con el programa en los tres idiomas. Aquí puedes visualizar, adquirir o descargar el programa:Español: Testigos de lo eterno: la Vida Consagrada.Inglés: A Kingdom Foretold. The Consecrated Life.
Italiano: Testimoni dell’eterno. La vita consacrata.
El consagrado, al entregar su vida a Dios en exclusividad, se convierte en un testigo de las cosas eternas. La exhortación apostólica postsinodal "Vita Consecrata" lo expresa de esta manera: "En nuestro mundo, en el que parece haberse perdido el rastro de Dios, es urgente un audaz testimonio profético por parte de las personas consagradas. Un testimonio, ante todo, de la afirmación de la primacía de Dios y de los bienes futuros, como se desprende del seguimiento y de la imitación de Cristo casto, pobre y obediente, totalmente entregado a la gloria del Padre y al amor de los hermanos y hermanas. La misma vida fraterna es un acto profético, en una sociedad en la que se esconde, a veces sin darse cuenta, un profundo anhelo de fraternidad sin fronteras. La fidelidad al propio carisma conduce a las personas consagradas a dar por doquier un testimonio cualificado, con la lealtad del profeta que no teme arriesgar incluso la propia vida" (VC, N. 85).
La encíclica papal
Republicanos estadounidenses y polacos, los más reticentes a "Laudato Si"
Obama: "Espero que todos los líderes del mundo reflexionemos sobre el llamado del Papa a cuidar de nuestro hogar común"
Gobiernos latinoamericanos califican de "avanzada y revolucionaria" la encíclica verde
Redacción, 19 de junio de 2015 a las 08:03
El Banco Mundial, por su parte, dice que la encíclica del papa es un "recordatorio rudo" del vínculo entre el cambio climático y la pobreza
La "encíclica verde" del Papa Francisco ha arrojado infinidad de reacciones entre los principales líderes políticos. La denuncia de la degradación medioambiental y los efectos del cambio climático, y la necesidad de una "conversión ecológica" que se lleva a cabo en Laudato Si ha sido bienvenida por gobiernos de todo el mundo. Aunque no todo han sido elogios.
Así, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se mostró esperanzado de que los líderes mundiales consideren el llamado del Papa Francisco para tomar acción inmediata para combatir el cambio climático, previo a las pláticas de Naciones Unidas al respecto, a realizarse en diciembre próximo en París.
En el documento de enseñanza, el papa criticó a las Legislaturas internacionales por no adoptar políticas efectivas y a largo plazo que protejan el ambiente y ayuden a aquellos que sufren las peores consecuencias del calentamiento global.
"Tenemos la enorme responsabilidad de proteger a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, del impacto perjudicial del cambio climático. Creo que Estados Unidos debe liderar esos esfuerzos", dijo Obama en un comunicado.
Aunque el presidente ha tomado medidas para atender el tema durante su gobierno, sus esfuerzos han encontrado oposición de los legisladores republicanos en el Congreso. Francisco realizará su primer viaje a Estados Unidos en septiembre, comenzando por Washington, donde se reunirá con Obama y hablará ante una sesión conjunta del Congreso.
"Mientras nos preparamos para las negociaciones de calentamiento global de París en diciembre, espero que todos los líderes del mundo - y todos los hijos de Dios - reflexionen sobre el llamado del papa Francisco a unirse para cuidar de nuestro hogar común", comentó Obama.
Como anfitrión de la Cumbre del Clima de diciembre próximo, el Presidente francésFrançois Hollande dijo que espera que la "voz particular" del Papa sea "escuchada en todos los continentes, más allá del ámbito de los creyentes".
El Banco Mundial, por su parte, dice que la encíclica del papa es un "recordatorio rudo"del vínculo entre el cambio climático y la pobreza. El presidente del banco, Jim Yong Kim, dijo que los impactos del cambio climático, "incluyendo la frecuencia creciente de eventos meteorológicos extremos, son los más devastadores para el número inaceptablemente alto de personas que viven hoy en la pobreza extrema".
Por otro lado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, defendió que en su país no son "capitalistas ni depredadores" y valoró el documento pontificio como uno de los "más importantes que han salido en la últimas décadas" con un contenido "profundamente humanista, cristiano".
Juan Manuel Santos aseguró que los colombianos serán "soldados de esa causa" para proteger el medioambiente y dijo que su país acoge con entusiasmo el llamado del sumo pontífice. Las políticas contra el medioambiente afectan "sobre todo a los más pobres, a los más vulnerables", añadió Santos.
El Gobierno boliviano elogió hoy la "avanzada y revolucionaria" encíclica del papa Francisco sobre el calentamiento global, al considerar que coincide con varias de sus políticas y planteamientos sobre el cuidado de la "madre tierra".
"Son conceptos muy importantes de avanzada, creo que son conceptos revolucionarios y no por nada, debe ser por algo, la derecha conservadora internacional ha arremetido ahora, (y) hablan de un papa marxista", dijo el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, según la agencia pública ABI.
Rada resaltó que en la encíclica papal hay conceptos importantes como "la deuda ecológica" que tienen los países del norte con los del sur, porque son los que más contaminan y depredan la naturaleza.
Quien también anunció una campaña, pero en contra de la encíclica, fue el Instituto Heartland, un grupo conservador escéptico del cambio climático. "El Papa está poniendo su autoridad moral detrás de la radical agenda ambiental de la ONU y lo está haciendo después de que dijera sólo una parte de la historia del clima", dijo Jim Lakely, portavoz del instituto. Heartland contactará a "cientos de miles de católicos" en EE.UU. para contrarrestar el mensaje del Papa y "mostrarles la verdad sobre el cambio climático", agregó Lakely.
Pese a haberse convertido al catolicismo hace 25 años, el ex gobernador de Florida y posible candidato a la presidencia de EE.UU. por el partido Republicano, Jeb Bush, también se alineó con la denominada corriente negacionista del cambio climático. "No dejaré que mis obispos, mis cardenales o mi Papa me dicten la política económica", dijo, en clara referencia a las implicancias económicas que pueden tener medidas contra el cambio climático, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
"No quiero parecer irrespetuoso, pero no lo considero un experto en asuntos ambientales", dijo el representante republicano Joe Barton, miembro del panel de Energía y Comercio. El presidente de la cámara baja, el republicano John Boehner, un católico que invitó al pontífice a hablar en el Congreso este año, dijo que el papa no teme expresar opiniones controversiales en varios temas. "Yo respeto su derecho a hablar sobre esos asuntos importantes", dijo Boehner, pero objetó cuando se le preguntó si las opiniones del papa, dadas a conocer en una encíclica publicada el jueves, pudieran alentar acción legislativa por los republicanos. "Hay muchas propuestas de ley en el Congreso. No estoy seguro en qué parte del proceso esas propuestas pudieran estar", dijo Boehner.
En Polonia, uno de los países europeos donde el catolicismo tiene más peso, pero que cuenta con el carbón como principal fuente energética para producir electricidad, sectores conservadores cuestionaron ayer la encíclica "ecologista" del Papa Francisco. "No podemos dejar de extraer carbón, cerrar nuestras minas o las plantas de electricidad que usan este mineral", dijo el diputado Andrzej Jaworski, cuyo partido -el nacionalista-conservador Ley y Justicia- se considera adalid de los valores católicos en Polonia.
El Papa en Santa Marta: "¿Dónde está tu tesoro?"
19 de Junio de 2015
Las riquezas acumuladas para sí mismo están en el origen de guerras, familias destruidas, pérdida de la dignidad. Así lo ha recordado el santo padre Francisco durante la homilía de la misa celebrada en Santa Marta este viernes por la mañana. Y así, ha añadido que “la lucha de cada día” es sin embargo administrar las riquezas que se poseen y las de la tierra “para el bien común”. El Pontífice ha advertido que las riquezas no son “como una estatua”, estáticas, que no influyen en la vida de una persona. Las riquezas --ha asegurado-- tienen la tendencia de crecer, moverse, tomar sitio en la vida y en el corazón del hombre. Y si lo que empuja a ese hombre es el acumular, las riquezas le invadirán el corazón, que terminará “corrupto”, ha advertido Francisco. Sin embargo, lo que salva el corazón del hombre es usar la riqueza que se tiene “para el bien común”. El Santo Padre ha hecho referencia al Evangelio del día, reflexionando sobre el pasaje en el que Jesús enseña a los discípulos esta verdad: “Dónde está tu tesoro, está también tu corazón”. Por lo tanto, les advierte, “no acumulen tesoros sobre la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban; acumulen sin embargo tesoros en el Cielo”. Al respecto, ha asegurado que en “la raíz” del acumular está “la necesidad de seguridad”. Pero, "el riesgo de hacerlo solo para sí mismo y de hacerse esclavo es altísimo”.
El Papa lo ha explicado así: “al final estas riquezas no dan la seguridad para siempre. Es más, te abajan en tu dignidad. Y esto sucede en la familia: muchas familias divididas. También en la raíz de las guerras está esta ambición, que destruye, corrompe. En este mundo, en este momento, hay tantas guerras por avaricia de poder, de riquezas. Se puede pensar en la guerra en nuestro corazón”. Al respecto ha advertido que la codicia es “un paso, abre la puerta: después viene la vanidad --creerse importante, creerse poderoso-- y al final, el orgullo. Y de allí todos los vicios, todos. Son pasos, pero el primero es este: la codicia, el querer acumular riquezas”. Del mismo modo ha reconocido que “acumular es precisamente una cualidad del hombre” y que “hacer las cosas y dominar el mundo es también una misión”. Entonces “esta es la lucha de cada día: cómo gestionar bien las riquezas de la tierra, para que están orientadas al Cielo y se conviertan en riquezas del Cielo”, ha añadido. A continuación, el Santo Padre ha reflexionado sobre las personas a las que el Señor bendice con las riquezas. “Lo hace administrador de esas riquezas por el bien común y por el bien de todos, no para el bien propio. Y no es fácil convertirse en un administrador honesto, porque siempre está la tentación de la codicia, del hacerse importante. El mundo te enseña esto y nos lleva por este camino. Pensar en los otros, pensar que eso que yo tengo está al servicio de los otros y que nada de lo que tengo lo llevaré conmigo. Pero si yo uso lo que el Señor me ha dado para el bien común, como administrador, esto me santifica, me hará santo”, ha explicado. A propósito, el Papa ha indicado que a menudo se escuchan “muchas excusas” de las personas que pasan la vida acumulando riquezas. Por ello, el Santo Padre ha invitado a preguntarnos cada día: “¿Dónde está tu tesoro? ¿En las riquezas o en esta administración, en este servicio para el bien común?”
Finalmente, el Pontífice ha advertido que muchos tranquilizan su conciencia con la limosna y dan lo que les sobra. Administrar la riqueza --ha precisado-- es un despojarse continuamente del propio interés y no pensar que estas riquezas nos darán la salvación. Acumular, sí, está bien. Tesoros sí, está bien: pero los que tienen precio en la ‘bolsa de valores’, la del Cielo.
El Corazón de Cristo, centro de mi vida
Necesitamos un Corazón al que recurrir ante las diferentes situaciones y en el cansancio de la vida cotidiana.
Por: SS Benedicto XVI
Intervención que pronunció Benedicto XVI el domingo 1 de junio de 2008 al rezar el Ángelus ...
Este mes está tradicionalmente dedicado al Corazón de Cristo, símbolo de la fe cristiana, particularmente amado tanto por el pueblo como por los místicos y los teólogos, pues expresa de una manera sencilla y auténtica la "buena noticia" del amor, resumiendo en sí el misterio de la encarnación y de la Redención. Y el viernes pasado celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, tercera y última de las fiestas que han seguido al Tiempo Pascual, tras la Santísima Trinidad y el Corpus Christi. Esta sucesión hace pensar en un movimiento hacia el centro: un movimiento del espíritu guiado por el mismo Dios. Desde el horizonte infinito de su amor, de hecho, Dios ha querido entrar en los límites de la historia y de la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito, el Misterio invisible e inefable en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno. En mi primera encíclica sobre el tema del amor, el punto de partida ha sido precisamente la mirada dirigida al costado traspasado de Cristo, del que habla Juan en su Evangelio (Cf. 19,37; Deus caritas est,12). Y este centro de la fe es también la fuente de la esperanza en la que hemos sido salvados, esperanza que ha sido el tema de mi segunda encíclica. Toda persona necesita un "centro" para su propia vida, un manantial de verdad y de bondad al que recurrir ante la sucesión de las diferentes situaciones y en el cansancio de la vida cotidiana. Cada uno de nosotros, cuando se detiene en silencio, necesita sentir no sólo el palpitar de su corazón, sino, de manera más profunda, el palpitar de una presencia confiable, que se puede percibir con los sentidos de la fe y que, sin embargo, es mucho más real: la presencia de Cristo, corazón del mundo. Os invito, por tanto, a cada uno de vosotros a renovar en el mes de junio su propia devoción al Corazón de Cristo, valorando también la tradicional oración de ofrecimiento del día y teniendo presentes las intenciones de toda la Iglesia. Junto al Sagrado Corazón de Jesús, la liturgia nos invita a venerar el Corazón Inmaculado de María. Encomendémonos siempre a ella con gran confianza...