Jesús se presenta en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”

Evangelio según San Lucas 24,35-48. 

Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. 

Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". 

Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos". 

Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto." 

Santa Inés Montepulciano

Religiosa. (año 1317), nació en Montepulciano, (Italia) en 1268 y fue una de las figuras más brillantes de la Orden de Santo Domingo.    A los 9 años obtuvo que sus padres  la dejaran irse a vivir a un convento de religiosas. Cuando apenas tenía catorce años la encargaron ya de la portería del convento y de recibir las visitas.   A los 15 años, la superiora de aquella comunidad fue trasladada a fundar un convento en otra ciudad, y pidió que le dejaran llevar como principal colaboradora a Inés.   Desde muy joven ayunaba casi todos los días y dormía en el duro suelo y tenía por almohada una piedra. Después la salud se le resintió y por orden del médico tuvo que suavizar esas mortificaciones.

San Raimundo cuenta que Dios le permitía visiones celestiales, que un día logró ver cómo era Jesús cuando era Niño.   Santa Catalina de Siena  fue a Montepulciano a visitar el cadáver de Santa Inés, el cual después de 30 años, todavía se encontraba incorrupto, profesaba una gran veneración a esta santa y en una carta que escribió a las religiosas de esa comunidad les dice:   "Les recomiendo que sigan las enseñanzas de la hermana Inés y traten de imitar su santa vida, porque dio verdaderos ejemplos de caridad y humildad. Ella tenía en su corazón un gran fuego de caridad, regalado por el mismo Dios, y este fuego le producía un inmenso deseo de salvar almas y de santificarse por conseguir la salvación de muchos.

Y después de la caridad lo que más admiraba en ella era su profunda humildad. Siempre oraba y se esforzaba por conservar y aumentar estas dos virtudes. Y lo que le ayudaba mucho a crecer en santidad era que se había despojado de todo deseo de poseer bienes materiales o de darle gusto a sus inclinaciones sensuales, y el dominar continuamente su amor propio. Su corazón estaba totalmente lleno de amor a Cristo Crucificado, y este amor echaba fuera los amores mundanos y los apegos indebidos a lo que es terrenal.    Ella ofrecía en sacrificio a Dios su propia sensualidad. Para esta buena religiosa el mejor tesoro era Cristo crucificado, en quien meditaba siempre y a quien tanto amaba". San Raimundo cuenta que muchos testigos le declararon haber presenciado hechos milagrosos en la vida de Santa Inés.- Murió en el mes de abril del año 1317 a la edad de 49 años, y en su sepulcro se han obrado muchos milagros. Que nos contagie Inés de su gran amor por Jesús Crucificado.

Oremos
Tú, Señor, que concediste a Santa Inés de Montepulciano, el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de esta santa, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.
Calendario de  Fiestas Marianas:  Nuestra Señora de Schier, Bavaria.

San Juan Pablo II (1920-2005), papa Cruzando El Umbral de la Esperanza, "Para no tener miedo"

«Jesús se presenta en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”»

Más que nunca tenemos necesidad de entender esta palabra de Cristo Resucitado: “¡No tengáis miedo!” Es una necesidad para el hombre de hoy… que no cesa de tener miedo en su fuero interno y no sin razón… Es igualmente una necesidad para todos los pueblos y todas las naciones del mundo entero. Es necesario que, en la conciencia de cada ser humano, se fortifique la certeza de que existe Alguien que tiene en sus manos el futuro del mundo que pasa, Alguien que guarda las llaves de la muerte y de  los abismos (Ap 1,18), Alguien que es el Alfa y la Omega de la historia del hombre (Ap 22,13), ya sea individual o colectiva; y sobre todo la certeza de que este Alguien es Amor, el Amor hecho hombre, el Amor crucificado y resucitado, el Amor siempre presente en medio de los hombres. Él es el Amor eucarístico. Es fuente inagotable de comunión. Es el único a quien podemos creer sin la más mínima reserva cuando nos pide: “¡No tengáis miedo!”

Mi historia con Dios
San Lucas 24, 35-48. Jueves de Octava de Pascua.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey Nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Tóquenme y convénzanse… Dame la gracia de tocarte, Señor.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 24, 35-48

Cuando los dos discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Ellos desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero Él les dijo: "No teman; soy Yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy Yo en persona. Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo Yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría y seguían atónitos, les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?". Le ofrecieron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y se puso a comer delante de ellos.

Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba Yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos".

Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Tantas cosas me vienen a la imaginación cuando pienso en Dios. Tantas cosas me vienen a la mente cuando escucho y leo algo sobre Él. Algunas de esas cosas me gustan; otras no. Algunas cosas sólo me dan una imagen, una idea de quién es Dios…

Escucho la historia de un Dios que vino al mundo; un Dios que se hizo hombre, que murió y resucitó… Una historia que ya la sé. Algunos la cuentan con ciertos matices que la hacen más interesante, pero al final del día… ya la sé.

No puedo negar que es una historia hermosa. No puedo negar que mueve mi corazón… No puedo negar que creo en ella… No puedo negar que no es suficiente sólo conocerla.

No es suficiente conocer la historia, mi historia con Dios se necesita vivirla. Tú sabes esto, Señor. Tú sabes que no es suficiente que en mi vida sepa algo de Ti… Me doy cuenta que la vida es vida cuando la vivo por Ti.

Te muestras…; me dejas contemplar tus heridas como aquel tesoro encontrado que da sentido a la vida. Te muestras tan real, tan humano, como para pedir un trozo de pescado para comer, y tan divino como para ascender a lo alto. Te metes en mi vida y me gritas ¡¡Mírame!! ¡Aquí estoy! ¡¡¡ Estoy vivo!!! Aquella cruz que ves… aquellos clavos que ves en mis manos y en mis pies no son historia; no son reclamos…, son una realidad que da sentido a tu vida… son un TE AMO.

Gracias, Señor, por invitarme a contemplarte. Gracias por invitarme a alzar los ojos al cielo con una mirada de esperanza. Gracias, pues al contemplar tu vida, muerte y resurrección me doy cuenta que la vida sólo tiene sentido, con el dolor y la alegría que la acompañan; sólo a la luz de "Aquel que me amó y se entregó por mí".

…No quiero saber de Ti sólo en la teoría sino saber de Ti en mi hoy; en la experiencia de tu amor, en mi día a día.

Queridos hermanos, les pido sobre todo que mantengan el coraje en medio de sus angustias, para conservar la alegría de la esperanza. Que esa llama que habita en ustedes no se apague. Porque nosotros creemos en un Dios que repara todas las injusticias, que consuela todas las penas y que sabe recompensar a cuantos mantienen la fe en Él. En espera de aquel día de paz y luz, su contribución es esencial para la Iglesia y para el mundo: ustedes son testigos de Cristo, son intercesores ante Dios que escucha, de modo particular, sus oraciones.

(Homilía de Papa Francisco, 6 de julio de 2016)

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Dedicar un momento de mi día para ponerme frente a un crucifijo y meditar un pequeño instante en el amor de Dios hacia mí.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 Testigos de la Resurrección del Señor
¡Que alegría y tranquilidad nos da el saber que el Señor está vivo entre nosotros, que ha vencido a la muerte y a las tinieblas!

Nuestro mundo de hoy está muy necesitado de buenos ejemplos. Siempre escuchamos noticias sobre robos, abusos, crímenes, y cosas así. Pero, ¡cuánta falta nos hace escuchar y ver testimonios de personas que verdaderamente creen en el Señor y están dispuestos a llevarlo a conocer a todas las criaturas. ¿Cuántas personas dependerán de tu buen ejemplo, de tu testimonio como cristiano? El Señor invitó sus apóstoles y discípulos a ser testigos de su Resurrección. A nosotros también nos invita a imitarlos.

¡Qué momentos más intensos están viviendo los discípulos que iban de camino a Emaús y los apóstoles del Señor! ¡Qué amorosos encuentros tienen con su Señor Resucitado!

En esta ocasión, se encontraban ya los discípulos que habían ido a Emaús contando todo lo que les sucedió, hasta que descubrieron al Señor al partir el pan. De pronto, el mismo Señor se hace presente. ¡Qué susto, qué desconcierto y qué temor los invadió! Sin embargo, ante la aparición amorosa del Resucitado, del Señor de la Vida, de su Maestro, se van tranquilizando pues Él, lleno de sabiduría y comprensión les invita a que no tengan miedo. Y Él continua paciente y dulcemente, ayudándoles para que el temor y la incredulidad fueran desapareciendo. ¡Tan sensible es el Señor que ayuda a cada uno de sus apóstoles y discípulos presentes a que se tranquilicen!

Entonces les muestra sus manos y sus pies. Los apóstoles ven las heridas de los clavos… ¡Qué felicidad va llenando los corazones de estos desconcertados amigos íntimos del Señor que van, poco a poco, reconociendo que era verdad todo lo que su Maestro les había anunciado con anterioridad. ¡El Señor ha Resucitado! ¡Era verdad todo lo que les había dicho! ¿Cómo vibraría el corazón de Pedro, el primer Papa, cuando volvió a encontrarse con su Señor? ¿Y qué decir de Juan, aquél apóstol lleno de sensibilidad y cercanía con el Señor? Pues bien, todos fueron serenándose. Contemplaban ante ellos al mismo Hijo de Dios, a su Maestro y Señor, a su Amigo, a su hermano amoroso, que había muerto y resucitado.

Y el Señor, después de confortarlos y animarlos, les dice: "Ustedes son testigos de esto (de su pasión, de su muerte y de su resurrección)". Él los invita a que lleven a todo el mundo el testimonio que ellos presenciaron. ¡El Señor está vivo! ¡Ha vencido a la muerte! ¡Venció a las tinieblas! ¡Nos ha abierto las puertas del Cielo!

Desde ese día los apóstoles estarían preparándose para lanzarse a todo el mundo a predicar el Evangelio, a predicar que era verdad que Jesús había resucitado de entre los muertos. Esperarán pacientemente a que el Espíritu Santo les ilumine para lanzarse al apostolado.

Quien es testigo de la grandeza y del amor de Dios querrá llevarlo a conocer a todas partes. ¡Esta es la vocación del cristiano! ¡Esta es nuestra propia vocación!

La vocación de todo cristiano ha de ser la de su propia santificación personal y la del apostolado.

La santificación personal consiste en ser cada día más semejantes a Jesucristo, quien es nuestro Camino, la Verdad y la Vida. Será santo quien viva en amistad con Dios por medio de la gracia santificante, y se esfuerce día a día por ser mejor y parecerse más a su maestro.

Y la vocación al apostolado es la de llevar la buena nueva a todos los hombres. Todos estamos llamados a hacerlo.

Quien se considere verdaderamente cristiano ha de esforzarse por mantenerse cada día en amistad con Dios. No permitas, pues, que nada ni nadie te separe de Nuestro Señor. No permitas que el pecado te aparte del Señor.

La comodidad es uno de los grandes enemigos que posee el apóstol. Si tu estás convencido que has recibido la vocación de cristiano a llevar la buena nueva a los demás, lucha pacientemente contra la comodidad. Que tu amor a Dios y a las almas sea más fuerte que esa comodidad.

Los cristianos tenemos la gran vocación de ser testigos de la Resurrección del Señor, que nos propone lograr nuestra santificación personal que es mantener la amistad con el Señor, y a llevarlo a todo el mundo.

Cristo resucitado es nuestra esperanza: Papa Francisco

Como no podía ser de otra manera, el Papa Francisco dedicó la catequesis de la Audiencia General a la Pascua:“Cristo resucitado es nuestra esperanza” fue el tema elegido, con el que animó a ver a Cristo Resucitado ante los fracasos de la vida y señaló que el cristianismo es alegría, sorpresa y vida.

El cristianismo “no es tanto nuestra búsqueda hacia Dios, sino la búsqueda de Dios a nosotros”. “Jesús nos ha tomado, nos ha agarrado, nos ha conquistado para no dejarnos más. El cristianismo es gracia, es sorpresa, y por este motivo requiere un corazón capaz de asombrarse”.

Aquí hay felicidad, alegría y vida, donde todos pensaban que hubiese solo tristeza, derrota y tinieblas”, afirmó. “Dios hace crecer sus flores más hermosas en medio de las piedras más áridas”, añadió.
Francisco dijo a continuación: “si mirando nuestra vida nos damos cuenta de que hemos tenido muchos fracasos… en la mañana de Pascua podemos hacer como esas personas de las que habla el Evangelio: ir al sepulcro de Jesús, ver la gran piedra que ha sido removida y pensar que Dios está realizando para mí, para todos nosotros, un futuro inesperado”.

El Pontífice para su catequesis se basó en la primera carta de San Pablo a los Corintios en la que habla de la resurrección. “Hablando a sus cristianos, Pablo parte de un dato incontestable: que no es el resultado de la reflexión de un hombre sabio, sino un hecho, un simple hecho que ha acontecido en la vida de algunas personas”.

El cristianismo nace de aquí. No es una ideología, no es un sistema filosófico, sino un camino de fe que parte de un acontecimiento, testimoniado por los primeros apóstoles de Jesús”.

“La fe nace de la resurrección” y “aceptar que Cristo ha muerto, murió crucificado, no es un acto de fe”. Sin embargo, “creer que ha resucitado sí lo es”.

“Nuestra fe nace la mañana de Pascua” y San Pablo “hace un pequeño resumen de todos los relatos y de todas las personas que tuvieron contacto con el Resucitado”.

El último precisamente es él, “como el menos digno de todos” y utiliza la expresión “como un aborto”. El Pontífice recordó que se autodenomina así “porque su historia personal es dramática: él era un perseguidor de la Iglesia, orgulloso de las propias convicciones; se sentía un hombre poderoso, con una idea muy clara de lo que era la vida con sus deberes”.

Pero “un día sucede lo que era absolutamente impredecible: el encuentro con Jesucristo resucitado, en el camino de Damasco”.

Ser cristianos significa no partir de la muerte, sino del amor de Dios por nosotros, que ha vencido a nuestro acérrimo enemigo. Dios es más grande que nada, y basta solo una vela encendida para vencer la más oscura de las noches”.

Francisco explicó entonces que eso “es el núcleo central de la fe”. “Si en efecto todo hubiese terminado con la muerte, en Él tendríamos un ejemplo de dedicación suprema, pero esto no podría generar nuestra fe”.

Novena a Santa Catalina de Siena

Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad (20 al 28 de abril)

ORACIÓN INICIAL PARA TODOS LOS DÍAS
En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor Dios Nuestro, que diste a Santa Catalina de Siena el don de entregarse con amor a la contemplación de la pasión de Cristo y al servicio de la Iglesia, haz que, por su intercesión, el pueblo cristiano viva siempre unido al misterio de Cristo, para que pueda rebosar de gozo cuando se manifieste su gloria. Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, tu hijo. Amén.
Proseguir con las lecturas y oraciones correspondientes a cada día

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Escucha Señor nuestras plegarias y concede a los que celebramos la Fiesta de Santa Catalina de Siena, Virgen, crecer siempre en tu amor y perseverar hasta el fin. Por Nuestro Señor Jesucristo tu hijo que contigo vive y reina, por los siglos de los siglos. Amén.

PRIMER DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

DEVOCIÓN DE SANTA CATALINA A LA VIRGEN MARÍA

Santa Catalina amaba mucho a la Santísima Virgen; desde los 5 años había aprendido a rezar el Ave María, y la repetía muchas veces subiendo y bajando las escaleras de su casa, arrodillándose a cada escalón. Ella, era una niña alegre, viva y graciosa; su madre, tuvo siempre un gran apego hacia ella, y de hecho intentó de muchas maneras poner obstáculos a su deseo de consagración a Dios. Cuando Catalina deseaba estar a solas para orar y encontrarse con Dios, en todo parecía que volaba, haciendo todas las cosas como un rayo; su mamá se quedaba asombrada y espantada al ver aquella extraordinaria rapidez.

Catalina se entregaba y respondía cada día a la gracia de Dios, y Él cada vez la llenaba de mayores gracias.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Como Jesús y a ejemplo de Santa Catalina, debemos tener dedicación, fervor y celo por hacer la voluntad de nuestro Padre Dios y lo que nos una más a Él.
Rezar la oración final para todos los días.

SEGUNDO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

LA PRIMERA GRACIA MÍSTICA DE SANTA CATALINA.

Santa Catalina a la edad de 6 años tiene su primera visión. Esto sucedió mientras iba a la casa de su hermana Buenaventura, en compañía de su hermanito Esteban.

Catalina vio suspendido en lo alto del techo de la Iglesia de Santo Domingo, un trono bellísimo en donde estaba sentado el Señor Jesús revestido con los ornamentos pontificales y con la mitra en la cabeza. Estaban con Él San Pedro, San Pablo y el evangelista Juan.

Catalina quedó como clavada en el suelo, con la vista fija en el Señor. Jesús con una mirada llena de majestad y dulzura le sonrió y levantando la mano derecha, bendijo a Catalina haciendo la señal de la cruz sobre ella.

Esteban creyendo que su hermana venía con él, siguió caminando; cuando volteó, vio a Catalina con los ojos fijos en lo alto, la llamó muchas veces y como Catalina no se movía, Esteban la estremeció con fuerza gritándole. Ella volviendo de su éxtasis respondió: "Si tú vieras lo que yo veo, no me quitarías así de esta visión, ni por todo el oro del mundo". Dicho esto, Catalina vio nuevamente hacia arriba, pero la visión había desaparecido.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Santa Catalina nos demuestra, cómo el alma siempre se goza en la presencia de Dios; a ejemplo de Santa Catalina debemos buscarlo en cada momento de la vida.
Rezar la oración final para todos los días.

TERCER DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

UNA PALOMA SOBRE LA CABEZA DE SANTA CATALINA

Catalina ocupaba todo su tiempo en la oración y en ayudar al prójimo. Para distraerla de esta actividad y atraerla a las cosas del mundo, sus papás y hermanos la obligaron a hacer los trabajos más humildes para que estuviera siempre ocupada en el trabajo, sin tener tiempo para rezar. Decidieron que no estaría sola en un cuarto donde pudiera cultivar su oración con Dios.

La Santa no abandonó sus propósitos; al contrario, intensificó su unión con Dios, pensando en servirle a Él, a la Virgen, y a los Apóstoles, en su papá, en su mamá y en sus hermanos.

Un día, mientras su papá, Santiago, buscaba a su hijita, la encontró en el cuarto de su hermano, el más chico, arrodillada rezando en un rinconcito. Una paloma blanca como la nieve, estaba posada sobre su cabeza. Su papá se convenció de que Catalina no era movida por ligereza, sino por el Espíritu Santo, y ordenó a todos que no le impidieran más la oración, y dijo "Dejémosla que sirva a su Esposo libremente, a fin de que interceda por nosotros".

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Santa Catalina nos demuestra cómo el alma siempre se goza en la presencia de Dios; a ejemplo de Santa Catalina debemos buscarlo en cada momento de la vida.
Rezar la oración final para todos los días.

CUARTO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

TENTACIONES Y LUCHA DE SANTA CATALINA CONTRA LOS DEMONIOS

Queriendo imitar a Santo Domingo, Catalina se flagelaba con una cadena de hierro tres veces al día; una por ella, otra por los vivos y la tercera por los muertos.

Los demonios, enemigos espirituales del alma, la tentaban seguido con pensamientos, sueños, o figuras obscenas. Catalina entristecía al punto de sentirse abandonada por el Señor, y aún con todo esto, la Santa no dejaba de rezar y hacer penitencia, sabiendo que con estas armas, podía vencer al enemigo.

Catalina había pedido al Señor que le diera el don de fortaleza, y sabía que para obtenerlo, sería necesario soportar con ánimo las tentaciones. Un día, a uno de los demonios que la amenazaba con perseguirla para toda la vida, la Santa le dijo: "En mi vida, he elegido los dolores, y no me será difícil soportar éstos, junto con otras persecuciones en el nombre de Jesús, hasta que Dios lo permita. Y ésta será mi alegría".

Con esta respuesta, la legión de demonios que la tentaban, salieron huyendo, y una gran luz iluminó la recámara; en la luz estaba Jesús crucificado y sangrando; la llamó y le dijo: "Hija mía Catalina, tanto he sufrido yo por ti, no te apenes al sufrir tú por mí".

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Cuando un alma se fortalece en la oración, buscando la unión con Dios, tendrá tentaciones, pero saldrá victoriosa en su amor por Dios; esto es lo que nos muestra Santa Catalina, que imitó a Cristo en sus tentaciones.
Rezar la oración final para todos los días.

QUINTO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

MATRIMONIO ESPIRITUAL

En los días de carnaval, mientras la familia de Catalina hacía fiesta, la Santa buscaba complacer a su esposo eterno con ayunos y oraciones.

Uno de estos días, Jesús se le apareció y le dijo: "Ahora que los tuyos se divierten en fiestas mundanas, yo quiero celebrar con tu alma la fiesta nupcial, y como te prometí, te recibo como mi esposa en la fe".

No había terminado de hablar Jesús cuando apareció la Virgen María, San Juan Evangelista, San Pablo, Santo Domingo, y el Rey David. Mientras David tocaba el arpa, la Virgen María tomó la mano de Catalina dándosela a Jesús, invitándolo a recibirla como esposa en la fe. El Hijo de Dios, diciendo que sí, con su mano derecha, puso en el dedo de Catalina un anillo de oro con cuatro perlas incrustadas, y en medio un maravilloso diamante. La visión desapareció, pero el anillo permaneció para siempre en el dedo de Catalina, visible sólo para ella.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Cristo es cabeza, fortaleza y base de todos los bautizados, es decir, de la Iglesia, que es su esposa mística. Y como buen esposo, Cristo está pendiente de las necesidades de la Iglesia.
Maridos, amen a sus esposas, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella; santificándola en la palabra y el bautismo de agua. Del mismo modo, las esposas deben amar a sus maridos.
Rezar la oración final para todos los días.

SEXTO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

EL ALMA CARITATIVA DE SANTA CATALINA

Sabiendo Santa Catalina que nada es más agradable a los ojos de Dios que la caridad con el prójimo, socorrió a los necesitados con todas sus fuerzas.

Había obtenido de su padre el consentimiento para dar a los pobres limosnas según sus necesidades.

Un día bajaba de la capilla de las Hermanas Terciarias de Santo Domingo y se le apareció el Señor en la imagen de un joven medio desnudo, pobre y peregrino, que le pidió algo para vestirse; ella regresó a la capilla, y se quitó con prudencia y modestia la túnica sin mangas que tenía debajo del hábito, para cubrirse del frío, y se la dio con alegría. Él le pidió después algo de lino para cubrirse del frío; la Santa, con gusto le dio lo que le pedía. Esa noche, mientras rezaba, se le apareció Jesús, con el aspecto de aquel joven pobre y le dio a Catalina un vestido color sangre, diciéndole que era signo y escudo del vestido glorioso con el que un día sería vestida en el cielo.

Otro día, mientras buscaba pan para sus pobres, pidió masa regalada a una amiga suya; milagrosamente, los panes que con esta masa horneó para sus pobres, se multiplicaron.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
La caridad y el servicio a nuestros hermanos como Santa Catalina lo vivió, es signo del amor a Dios. La Santa nos invita con estas actitudes, a amar al prójimo, como Jesús lo manda.
Rezar la oración final para todos los días.

SÉPTIMO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

PRODIGIOS QUE DIOS HIZO POR INTERCESIÓN DE SANTA CATALINA

Entre las muchas curaciones milagrosas que Santa Catalina realizó, de las más sobresalientes fue la sanación de un niño desfigurado por una enfermedad. Santa Catalina lo tomó de la mano, haciendo oración por él, y lo devolvió sano a los brazos de su mamá.

En otra ocasión, Santa Catalina cura a una mujer muy devota de la Santa, que cayó sobre unos escombros desde una gran altura, teniendo múltiples fracturas. Catalina, pasó sus manos sobre la mujer, sanándola.

Otra gran señal prodigiosa que el Señor hizo en favor de Santa Catalina, fue sin duda, el resucitar a su mamá, la que había muerto tras una penosa enfermedad, sin confesarse, ni aceptar la voluntad de Dios.

Catalina, triste ante esta realidad, le dijo al Señor: "Mientras tenga vida no me moveré de aquí hasta que me devuelvas viva a mi mamá". Los presentes pudieron ver como el cuerpo de Lappa volvió a la vida, y vivió hasta los 89 años de edad como firme discípula de su hija.

Catalina procuraba tener gran paciencia, caridad y delicadeza al atender a los enfermos. Un día, mientras atendía a la hermana Andrea, Catalina se castigó a sí misma por esa actitud; bebió el agua con la que había lavado la herida de Andrea, en completa humildad.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Dios no se limita a contemplar nuestro sufrimiento, y hace algo para remediarlo al compadecerse del hombre. Se hace uno con él; en algunas ocasiones como es el caso de Santa Catalina, Dios se hace presente en el servicio hacia los hermanos, que es también el servicio a Dios entre nosotros.
Rezar la oración final para todos los días.

OCTAVO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina

SANTA CATALINA, FIEL IMITADORA DE CRISTO

Calumniada Santa Catalina acerca de su virginidad, lloraba y rezaba pidiendo al Señor que no permitiera que fuera ofuscado el candor de su esposa; entonces se le apareció el Señor Jesús, que tenía en una mano una corona de oro adornada con piedras preciosas y en la otra una diadema de espinas, y le dijo: "Escoge pues, la que más te guste: el ser coronada con la corona de espinas, y yo te guardaré la otra para la vida que no tiene fin. O el recibir ahora esta preciosa, y después de la muerte te quedaría aquella de espinas; escoge".

Catalina tomó rápidamente la corona de espinas para parecerse más perfectamente a su divino esposo, y la puso con tanta fuerza en su cabeza, que las espinas se le clavaron.

Una de las vivencias que tuvo Santa Catalina, sin duda, mas parecidas a su amadísimo esposo, fue la impresión de los estigmas de Cristo en la Santa.

Esto sucedió mientras Santa Catalina rezaba en la Iglesia de Santa Cristina, frente a un crucifijo y elevada en éxtasis. Catalina vio al Señor crucificado, dirigirse a ella en una gran luz. De las llagas de Cristo, salían 5 rayos sangrientos que se dirigían a las manos y pies de Santa Catalina. Comprendiendo ella lo que sucedía, le pidió al Señor que las llagas no fueran externas; pasado ésto, la envolvió en una gran luz, y fue tanto el dolor que le causó, que Catalina pensó que se moría, al no ser por que el Señor la sostuvo.

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
Cristo nos invita a cada momento de nuestra vida, a ser perfectos como Nuestro Padre que está en los cielos. Santa Catalina imitó fielmente a Cristo, que es camino para llegar al Padre; tratemos de hacer lo que Cristo nos pida.
Rezar la oración final para todos los días.

NOVENO DÍA

LECTURA: Tomada de la vida de Santa Catalina.

MUERTE DE SANTA CATALINA

Consumida por los sufrimientos, y próxima a morir, Santa Catalina llamó a todos sus hijos espirituales y les dijo: "Tengan por seguro que yo he dado mi vida por la Santa Iglesia, y esto lo creo por una gracia excepcional que me ha dado el Señor".
Pidió perdón a todos por sus faltas, se confesó, recibió la Eucaristía y la Unción de los enfermos, muriendo a la edad de 33 años, el 29 de abril de 1380.

Sus últimas palabras fueron: "Padre, en tus manos encomiendo mi alma".
El Papa Pío ll, la canoniza en 1461, el Papa Pío Xll la declaró patrona de Italia en 1939, y el 4 de octubre de 1970, el Papa Pablo Vl la elevó, junto con Santa Teresa de Ávila, a la dignidad de "Doctora de la Iglesia".

REZO DEL SANTO ROSARIO
(Se rezan los misterios que toquen ese día y las letanías, al finalizar se lee lo siguiente)

COMPROMISO DE ESTE DÍA:
El camino hacia la perfección en Cristo Jesús no es fácil, pero al llegar ante la presencia del Señor, Santa Catalina nos muestra que vale la pena dejar todo por serle fiel a Dios.

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