Jesús hizo también muchas otras cosas
- 03 Junio 2017
- 05 Junio 2017
- 03 Junio 2017
Evangelio según San Juan 21,20-25.
Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?". Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de este?". Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme". Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: "El no morirá", sino: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?". Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero.
Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.
San Carlos Lwanga
Santos Carlos Lwanga y doce compañeros, mártires
Memoria de los santos Carlos Lwanga y doce compañeros, todos ellos de edades comprendidas entre los catorce y los treinta años, que perteneciendo a la corte de jóvenes nobles o al cuerpo de guardia del rey Mwanga, de Uganda, y siendo neófitos o seguidores de la fe católica, por no ceder a los deseos impuros del monarca murieron en la colina Namugongo, degollados o quemados vivos. Estos son sus nombres: Mbaya Tuzinde, Bruno Seronuma, Jacobo Buzabaliao, Kizito, Ambrosio Kibuka, Mgagga, Gyavira, Achilles Kiwanuka, Adolfo Ludigo Mkasa, Mukasa Kiriwanvu, Anatolius Kiriggwajjo y Lucas Banabakintu.
En 1879, los Padres Blancos del Cardenal Lavigerie establecieron en la partes incultas del África las primeras misiones católicas. Las misiones progresaron en Uganda por el apoyo que prestó el regente local Mtesa a los Cristianos. En cambio, Mwanga, su sucesor, parecía decidido a desarraigar el Cristianismo de su pueblo, sobre todo cuando uno de sus súbditos, un católico servidor del palacio San José Mkasa, hizo reproches de los abominables vicios que practicaba.
El 15 de noviembre de1885, Mwanga se valió de un pretexto cualquiera y mandó decapitar a José Mkasa. Los cristianos lejos de atemorizarse, continuaron con sus actividades. En mayo del año siguiente, estalló la tempestad. Los cristianos fueron capturados y llamados ante el rey. Este les preguntó si tenían la intención de seguir siendo cristianos, «¡ Hasta la muerte!», respondieron ellos al unísono. El rey ordenó que la ejecución se haga en un lugar llamado Namugongo, a 60 Km. de distancia. A tres de los jóvenes mártires se les quitó la vida cuando iban por el camino; los restantes fueron encerrados en la prisión de Namugongo, bajo condiciones infrahumanas.
El 3 de junio de 1886, día de la Ascensión, fueron sacados de la prisión; envueltos en unos juncos y, ordenados en fila, se les prendió fuego. Carlos Lwanga, Andrés Kagwa, y otros veinte jóvenes fueron beatificados en 1920. El 18 de octubre de 1964, el Papa Pablo VI canonizó a los 22 mártires de Uganda.
Oremos
Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea semilla de nuevos cristianos, haz que el campo de tu Iglesia, regado con la sangre de san Carlos Lwanga y de sus compañeros mártires, produzca abundante cosecha para tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermones sobre el evangelio de Juan, nº 124; CCL 36, 685
Dos apóstoles, dos vidas, una Iglesia
La Iglesia sabe de dos vidas, ambas anunciadas y recomendadas por el Señor; de ellas, una se desenvuelve en la fe, la otra en la visión; una durante el tiempo de nuestra peregrinación, la otra en las moradas eternas; una en medio de la fatiga, la otra en el descanso; una en el camino, la otra en la patria; una en el esfuerzo de la actividad, la otra en el premio de la contemplación... La primera vida es significada por el apóstol Pedro, la segunda por el apóstol Juan... Y no sólo a ellos, sino que toda la santa Iglesia, esposa de Cristo, hace lo mismo, luchando con las tentaciones presentes, para alcanzar la felicidad futura.
Pedro y Juan fueron, cada uno, figura de cada una de estas dos vidas. Pero uno y otro caminaron por la fe, en la vida presente, uno y otro habían de gozar para siempre de la visión, en la vida futura. Por esto, Pedro, el primero de los apóstoles, recibió las llaves del reino de los cielos, con el poder de atar y desatar los pecados (Mt 16,19), para que fuese el piloto de todos los santos, unidos inseparablemente al cuerpo de Cristo, en medio de las tempestades de esta vida; y por esto, Juan, el evangelista, se reclinó sobre el pecho de Cristo (Jn 13, 23.25), para significar el tranquilo puerto de aquella vida arcana. En efecto, no sólo Pedro, sino toda la Iglesia ata y desata los pecados. Ni fue sólo Juan quien bebió, en la fuente del pecho del Señor, para enseñar con su predicación la doctrina acerca de la Palabra que existía en el principio y estaba en Dios y era Dios (Jn 7,38; 1,1)... sino que el Señor en persona difundió por toda la tierra este mismo Evangelio para que todos bebiesen de él, cada uno según su capacidad.
El nombre nos dice la naturaleza, la esencia, la historia de aquel que es designado con él. Por:
Frank Morera | Fuente: Capsulas de Verdad
En el pensamiento Judío, el nombre no es una designación arbitraria o un grupo de sonidos. El nombre nos dice la naturaleza, la esencia, la historia de aquel que es designado con él.
En Exodo 3, 13-22 Moisés es el primero que pregunta el nombre de DIOS. No pregunta cómo lo debe llamar, sino ¿cómo te llamas? ¿Cuál es tu esencia? Y DIOS le responde: Soy el Eterno.
Cuando en el judaísmo se habla de Chilul Hashem, "la profanación del nombre de DIOS", no es un daño a la forma de pronunciar el Nombre, es un daño a la reputación del Ser, por eso los judíos están llamados al "Kidush Hashem" o a "Santificar el nombre" al igual que todo Cristiano.
LOS NOMBRES DE DIOS
Algunos Cristianos expresan el concepto del DIOS de Israel sin nombre en contraste con los dioses paganos que sí tenían nombre. Falso, el judaísmo reconoce el nombre de DIOS, o mejor dicho "los Nombres de DIOS", por tanto así lo hace el catolicismo.
El nombre más importante de DIOS es el que lleva las cuatro letras o el Tetagrama, que son las siguientes letras equivalentes en el español: YHVH, en Hebreo Yod-Heh-Vav-Heh. De aquí proviene la confusión con el nombre de Jehová, que no es correcto. Este nombre de Dios en hebreo, YHVH, es sólo la pronunciación de las cuatro consonantes, sin las vocales correspondientes. En español el equivalente más apropiado sería YAVEH.
Las raíces hebreas de estas letras son He-Yod-Heh, o sea "el SER" y reflejan la esencia de que DIOS es Eterno. Este nombre se utiliza en las escrituras para discutir la relación de DIOS con el hombre, este nombre se reduce a veces a YHA, YAHU o YEHO.
Este nombre se pronunció hasta el año 586 A.C. o sea hasta la destrucción del primer templo, y se pronunciaba con las vocales correspondientes.
Ya para el siglo tercero antes de JESÚS la pronunciación se había sustituido por ADONAI o ADONAI ELOHIM (SEÑOR DIOS).
Más tarde ADONAI se cambió por HASHEM o el SHEMA arameo que quiere decir "El Nombre".
En realidad ¿qué oyó Moisés frente a la Zarza Ardiente? Moisés oyó "EHEYEH-ASHER-EHEYEH", ("YO SOY EL QUE SOY"), lo cual es más una explicación que un nombre.
Otros consideran que el Tetagrama viene de "YAWEH=ASHER-YIHWEH" que significa "Él le da vida a lo que existe".
El primer nombre que se le da a DIOS en las escrituras es ELOHIM, que es un nombre masculino plural. Este nombre se utiliza para enfatizar el poder de DIOS. En el Génesis se le llama ELOHIM-YAVE, y después de la creación se le llama solo ELOHIM. Variaciones de este nombre son EL ELOAH, ELOHAI (Mi DIOS) y ELOHAYNU (Nuestro DIOS).
También a DIOS se le conoce como EL SHADAI, que significa EL ALTÍSIMO, algunos piensan que viene de "Shomer Daltot Yisrael" (Guardián de las Puertas de Israel), o creen que puede venir de "Aquel que dice Dai!" "Dai" quiere decir suficiente. La Mishna (la colección de tradiciones judías) dice que el universo se expandió hasta que DIOS dijo DAI!.
Otro nombre es YAVEH SABAOT, (DIOS de los Ejércitos). Este no aparece en la Torah, sino en los libros proféticos.
ADONAI
ADONAI, ADONAI-EL RAHUM VE-HANNUN, ("EL SEÑOR DIOS MISERICORDIOSO Y GENEROSO") (Exodo 34, 6-7). Esta formula que según la tradición rabínica fue revelada por el mismo Dios a Moisés contiene los trece atributos de DIOS y es efectiva para obtener el perdón Divino. Se utilizaba en las siguientes oraciones:
1. El día del Selihot o en YonKipur precedido por la frase "El Melekh YOSHEV ADONAI el Rahum ve-hannun".
2. Antes de remover la Torah del Arca el día del Rosh Ha-shana.
3. Durante una plegaria en caso de emergencia.
OTROS NOMBRES DE DIOS
CREADOR DEL CIELO Y LA TIERRA (Génesis 14, 19-22)
CREADOR DE ISRAEL (Isaías 43,15)
EL MÁS SANTO (Isaías 43, 15)
EL SANTO DE ISRAEL (Isaías 1,4)
PASTOR DE ISRAEL (Salmo 80,2)
LA ROCA (Deuteronomio 32,4)
REY DE REYES (Isaías 41,2)
EL, es el más antiguo posiblemente y designa la divinidad en lengua semítica. Se cree que significa "Ser fuerte", va acompañado con otras palabras como "EL-HAI" o "DIOS Viviente", EL-HASHAMAIN o "DIOS del cielo", "ELYON", que significa "Altísimo" y "QUADOSH" el "Santo".
SU PROHIBICION
Esta prohibición se enfatiza en el Talmud (comentario sobre la tradición judía o Misdra), y consiste en no pronunciar y no escribir el nombre de Dios. Esta prohibición de pronunciamiento se aplica solo al Tetragrama que sólo podía ser pronunciado por el Sumo Sacerdote el día de la Expiación y dentro del Santo de los Santos.
La prohibición de describirlo viene del hecho de que cuando un pueblo conquistaba a otro lo primero que hacia era borrar o desacrar el nombre del DIOS local y los Rabinos no querían ni la posibilidad de que esto ocurriera, pues no era el nombre lo que iban a profanar, sino la esencia de DIOS. La prohibición acaparaba a los siguientes nombres: EL EIOHIM, YHVH, ADONAI, SABAOT.
NOMBRES RABINICOS DE DIOS
Los rabinos de Israel le dieron nombres adicionales a DIOS, muchas veces basados en sus atributos. El más común es HA-KADOSH BARUKH HU, "El Santo, Bendito sea su Nombre" (el más utilizado hoy en día). Otro nombre es RIBBONO SHEL OLAM, "Soberano del Universo", utilizado como súplica o introducción a la plegaria. Otro nombre: HA-MAKOM, o "El Lugar". HA RAMAHAM, "el Misericordioso", es utilizado en la liturgia, sobre todo para dar gracias en las comidas, también AVINU SHE-BA-SHAMAYIN, o "Nuestro Padre del Cielo". SHALOM, "Paz". ANI o “yo".
Amarte por ser Tú
San Juan 21, 20-25. VII Sábado de Pascua
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios te salve, María. Tú eres llena de gracia. El Señor está contigo. Eres bendita. Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre mía y madre de Dios. Ruega por mí. Ruega por mis hermanos y mis hermanas. Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Me gusta compararme con los demás. No sé, experimento como un tipo de oscura satisfacción en la certeza de saber que soy mejor en algo, no importa lo que sea. De verdad, tantas veces alimento la falsa convicción de que mi valor proviene de lo que pueda yo añadir a mi persona. Adornos, adornos, adornos: los hay en material y en espiritual. Llámense riquezas o virtudes.
Pero ¿no los he perdido tantas veces? Un día creo haber alcanzado una virtud, otro día la pierdo. Un día alcanzo un logro, otro día me frustro. En ocasiones he estado convencido de que no sirvo para nada, o que me he equivocado de camino. Y pienso, "si tan sólo tuviera las oportunidades que ya dejé detrás de mí" De verdad que no existe nada más triste que el permanecer en un error por la tristeza de haberlo cometido. ¡Y, sin embargo, para Dios las cosas son tan distintas!…
No son mis virtudes, ni mis talentos, ni mis logros, ni siquiera mi nombre "bonito" o "feo", ni mi apariencia "agradable" o no. No son mi modo de hablar, ni mi modo de vestir, ni mis ocupaciones, ni siquiera mis más profundos pensamientos. Nada, nada de eso es por lo que Dios me quiere. Desde luego que, con cada una de esas cosas, con cada instante, a decir verdad, puedo agradar a Dios. Pero no por eso Dios me quiere.
No ha preocuparme mi entrega, mi virtud, mi santidad, mi avance, mi retroceso, nada ha de preocuparme de cara a los demás. No he de compararme preguntándote: "Señor, ¿qué va a pasar con éste?". No. Amarte incondicionalmente, ése es mi deseo. Mis inclinaciones y mi competitividad, quizá nadie me las quitará. Quizá nadie logrará quitarme aquella vanidad que a veces me parece ser la única motivación de mi vida. Pero sí que quiero que mi corazón, aun contra la corriente de mí mismo, se dirija sólo a Ti. Porque quiero amarte como Tú me amas. Ésa es la gracia que hoy te pido.
Tú me amas por ser yo. Yo te amo por ser Tú.
"Sin embargo, ser sanado allí convirtió a Pedro en un Pastor misericordioso, en una piedra sólida sobre la cual siempre se puede edificar, porque es piedra débil que ha sido sanada, no piedra que en su contundencia lleva a tropezar al más débil. Pedro es el discípulo a quien más corrige el Señor en el Evangelio. El más "apaleado". Lo corrige constantemente, hasta aquel último: "A ti qué te importa, tú sígueme a mí". La tradición dice que se le aparece de nuevo cuando Pedro está huyendo de Roma. El signo de Pedro crucificado cabeza abajo, es quizás el más elocuente de este receptáculo de una cabeza dura que, para ser misericordiada, se pone hacia abajo incluso al estar dando el testimonio supremo de amor a su Señor." (Meditación de S.S. Francisco, 2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En la noche de hoy me tomaré unos minutos para mirar mi día y ver si mi corazón buscó, sobre todo, agradar a Dios con lo que hice.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Juan, ejemplo de relación con Dios
San Juan, de carácter apasionado, como nosotros hombres de este siglo del progreso, de las prisas.
San Juan, el hijo del Zebedeo, de carácter apasionado, puede ser para nosotros hombres de este siglo del progreso, de las prisas, de los valores contantes y sonantes, un ejemplo de relación con Dios.
“Él, recostándose sobre el pecho de Jesús.....” Es sólo una frase tal vez. Lo hizo para preguntarle a Cristo quién es el traidor a sugerencia de Pedro. Pero indudablemente indica una familiaridad enorme entre Cristo y él. Esta escena habla de intimidad, de relación cordial, de confianza, de cercanía, de amor. Se da dentro de un contexto difícil, que es la traición de Judas. Sin embargo, encontramos a dos corazones que se comprenden, que vibran por lo mismo, que en ese momento sufren juntos. Es comprensible un corazón tan sensible en un temperamento apasionado como el de Juan?
“Es el Señor” . Estamos en el lago de Tiberíades. Un personaje se dirige al grupo de apóstoles y discípulos que se han pasado la noche pescando, sin lograr nada. Ninguno lo reconoce, hasta que Juan dice: “Es el Señor”. No se trató de una mera intuición. Más bien, se trata del amor que facilita a quien ama descubrir al Amado apenas por nada. ¡Qué fácil es cuando se ama a Dios encontrar a Dios en tantas cosas de la vida: un paisaje, una nevada, un acontecimiento, los ojos de un niño! ¡Qué complicado, en cambio, cuando la falta de amor oscurece la razón y todo se hace problema! No veo a Dios, no siento a Dios, no toco a Dios, dicen muchos.
“No cabe temor en el amor” . Partiendo del santo temor de Dios, la relación con Dios no puede estar basada únicamente en el temor. El amor expulsa el temor, y la relación con Dios debe estar permanentemente regida por esta realidad. Aun cuando Juan, al igual que los demás discípulos, contemplaban a Cristo y se asombraban ante sus milagros y hechos, lo que habitualmente gobernaba la relación mutua era la confianza y la cercanía. Cristo era para ellos el rostro humano de Dios, la certeza de un Dios que les amaba, la seguridad de un Dios que quería estar cerca de ellos.
En mi escala de valores existenciales, vitales, reales Dios debe ocupar afectiva y efectivamente el primer lugar. No basta creer en Dios ni acudir a Él en los momentos difíciles de la vida. En el día a día, en la toma de decisiones, en los planes a corto, mediano y largo plazo, Dios debe estar presente comprometiendo mi libertad, mi tiempo, mi inteligencia, mi ser entero. Y todo ello, partiendo de una conciencia sobre la necesidad perentoria de Dios en orden a construir la vida, el futuro, la felicidad. Hasta que no me convenza de que sin Dios mi proyecto de vida es imposible, no podré entregarme a Él como causa primera de todo lo que yo anhelo, persigo, quiero y busco en lo más profundo de mi propio corazón.
Mi relación personal con ese Dios debe abandonar los cotas frías y lejanas del raciocinio, de la sospecha, de una falsa madurez, para adquirir los tonos cálidos y cercanos de la confianza, del corazón, del gozo. Tengo que llegar a experimentar a Dios como Padre y Amigo. El hombre tiene que hacerse como niño para entrar en el Reino de los Cielos, para relacionarse con Dios en la humildad y en la sencillez, y para gustar y sentir las cosas de Dios. La oración tiene que dejar de ser árida, seca, distante para ser una relación de corazón a corazón. Sólo de esa forma la vida espiritual se impregnará de cordialidad. Cuando se llegue a sentir el gusto por las cosas de Dios, entonces realmente Dios habrá llegado a ser Alguien para nosotros.
También en mi día a día las cosas de Dios tienen que ir tomando su sitio y su lugar. No me puede fallar la oración diaria, la vida sacramental, la presencia de Dios, el sentido de Dios en las cosas que realizo. Dios debe bajar a mi vida y encarnarse en lo cotidiano: en el trabajo hecho por Él, en la vida de oración en familia, en el recuerdo de Dios en los misterios de gozo y de dolor de mi existencia. Dios debe obligarme a organizar mi tiempo a mediano y largo plazo para que nunca me falle el alimento espiritual por improvisación o descuido. Dios debe motivar mi voluntad en las decisiones difíciles y complicadas, y ser mi fuerza en los momentos de tentación. En fin, Dios debe serlo todo para mí. Entonces seré como "árbol plantado a la vera del agua, que junto a la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto" (Jer 17, 8).
En la vida hay pocas verdades esenciales, pero sin duda una de ellas es la afirmación sin discusión posible sobre la prioridad de Dios en mi quehacer cotidiano. Dios quiso ser parte esencial de mi felicidad y no renuncia a ello por nada. Siempre que la humanidad colectivamente ha pasado por una época de alejamiento de Dios, de abandono de la fe, de rechazo de los valores del espíritu, automáticamente ha caído en una serie de aberraciones que resultan denigrantes. Basta para ello recordar esa descripción tan dura del mundo sin Dios que nos relata S. Pablo en la carta a los Romanos (1, 18-28). En cambio, las épocas de fe siempre han traído consigo la paz, el sosiego, el gozo.
¿Por qué Jesús eligio a Pedro?
Homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta
El Papa Francisco explicó, durante la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, los motivos por los que Jesús eligió a San Pedro como primer Papa de la Iglesia, una decisión que podría parecer contradictoria teniendo en cuenta que unos días antes de su elección había renegado de Él.
El Santo Padre realizó esta reflexión a partir del Evangelio del día, en el que Jesús Resucitado dialoga con Pedro junto al mar de Galilea. Francisco subrayó que se trata de un diálogo entre amigos, en el contexto de la Resurrección. Durante esa conversación, Jesús confió su Iglesia a Pedro.
“Jesús escogió al más pecador de los apóstoles. Los otros escaparon, pero Pedro renegó de Él: ‘No lo conozco’. Jesús escoge al más pecador. El más pecador fue elegido para dirigir al Pueblo de Dios. Esto te hace pensar”, observó el Pontífice.
Francisco explicó cómo es el modelo de Jesús para dirigir la Iglesia: “No se trata de dirigir con la cabeza alzada, como hacen los dominadores, no, sino de dirigir con humildad, con amor, como hizo Jesús”.
Los pecados y los errores de Pedro no son obstáculo para Jesús. Incluso después de ser elegido, el apóstol vuelve a equivocarse: “Esa es la misión que Jesús encarga a Pedro. Sí, con sus pecados, con sus errores. Tanto es así que, justo después de este diálogo, Pedro da otro resbalón, comete otro error. Resulta tentado por la curiosidad y pregunta al Señor: ‘Y este otro discípulo, ¿adónde va? ¿Qué va a hacer?’”.
Jesús le corrige, “pero con amor –continuó el Papa–, en medio de sus errores, de sus pecados…, con amor: ‘Porque estas ovejas no son tus ovejas, son mis ovejas’, dice el Señor. ‘Ama. Si eres mi amigo, debes ser también amigo de estos’”.
Sin embargo, Francisco no quiso exculpar a Pedro de su traición, ya que en ella radica también su posterior redención y fidelidad ciega al Señor: Pedro, cuando reniega del Señor, lo hace convencido, al igual que estaba convencido cuando confiesa ante Jesús: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios Vivo”.
Pedro permanecerá fiel a Jesús hasta su muerte, y como Él, recibirá también una muerte de cruz.
“Después de toda una vida al servicio del Señor, termina del mismo modo que el Señor: en la cruz. Pero no se jacta: ‘Termino como mi Señor’. De hecho, pide: ‘Por favor, colocadme en la cruz cabeza abajo, para que por lo menos se vea que no soy el Señor, soy el siervo’”.
En conclusión, el Papa Francisco resumió aquello que podemos aprender de la enseñanza que ofrece Jesús al elegir a un pecador, a una persona que renegó de Él, para cuidar a su Pueblo:
“Esto es lo que nosotros podemos tomar de este diálogo, este diálogo tan bello, tan sereno, tan amigable, tan púdico. Que el Señor siempre nos da la gracia de ir por la vida con la cabeza baja: la cabeza en alto por la dignidad que Dios nos da, pero la cabeza baja sabiendo que somos pecadores y que el único Señor es Jesús, nosotros somos siervos”.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Juan 21:15-19
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
18 «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
19 Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.»
10 realidades sorprendentes sobre el matrimonio según La Biblia
Muchas personas se sorprenden muy a menudo cuando se dan cuenta de que La Biblia nos habla muy claro sobre el matrimonio
Por: Dave Willis | Fuente: Dave Willis's Blog // Pildoras de Fe
¿Puede hablarnos la Biblia sobre las realidades del matrimonio?
Como fundadores de una página en Facebook sobre matrimonios,mi esposa Ashley y yo hemos tenido miles de interacciones con personas de todo el mundo que quieren mejorar sus matrimonios.
Desde esta página compartimos algunos principios que mucha gente ha comentado que le han ayudado a salvar sus matrimonios
Obviamente no podemos tomar el crédito por inventar estos principios, porque han sido tomados al pie de la letra de nuestro gran libro titulado La Biblia (una disculpa si alguien pensó que nosotros hicimos estos principios).
La gente se sorprende muy seguido cuando se da cuenta que La Biblia nos habla del matrimonio .
Como cristiano, creo con todo el corazón que las verdades bíblicas tienen aplicación práctica en TODAS las etapas de la vida, pero aún si no compartimos la misma fe, creo que estos principios eternos de La Biblia pueden revolucionar tu matrimonio.
Te reto a que hagas la prueba. Han sido efectivos por miles de años.
Diez realidades sorprendentes acerca del matrimonio según La Biblia (sin orden particular)
1.- El sexo debe ser prioridad para ambos esposos.
Desde que Dios inventó el sexo, tiene mucho diciendo cómo debe ser utilizado y disfrutado. Esto significa que se debe usar con frecuencia dentro del matrimonio por ambos esposos sometiéndose a las necesidades y deseos del otro.
Hacer el amor debe ser una prioridad altísima dentro del matrimonio. Esto es serio. La frecuencia y la intimidad en la habitación, traerá también una intimidad más grande en todos los demás aspectos del matrimonio.
La cita bíblica
“Que el marido cumpla los deberes conyugales con su esposa; de la misma manera, la esposa con su marido. La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; tampoco el marido es dueño de su cuerpo, sino la mujer.” (1 Cor 7,3-4)
Una reflexión:
"Se necesita más que sexo para construir un gran matrimonio, pero es casi imposible construir un gran matrimonio sin sexo". (Dave Willis)
Mucha gente choca con lo que lee lo que Jesús dijo en el #2 de esta lista…
2.- Jesús dijo que la pornografía (lujuria) es una forma de adulterio.
Nuestra tendencia es creer que mientras no cometamos un acto sexual con alguien fuera del matrimonio, entonces seremos “monógamos”, pero el estándar de Dios acerca de la monogamia incluye no solamente lo que ocurre en la recámara, sino lo que sucede en la mente. Esto incluye pornografía, novelas explícitas, “echar un vistazo” a otras personas, etcétera.
Este es un alto estándar, pero se debe a que el matrimonio es una prioridad muy alta.
¿Qué nos dice la Biblia?
“Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5,28)
Mi reflexión:
"No seas monógamo solamente en lo físico, sé monógamo también en la mente. La verdadera intimidad empieza en el corazón y en la mente, no en la recámara". (Dave Willis)
El siguiente punto de esta lista es la definición del amor según La Biblia (Lo cual con frecuencia se mira diferente desde la definición según nuestra cultura)….
3.- El amor es un compromiso incondicional, no un sentimiento voluble
Las parejas que hablan acerca de que “el amor se acaba” en realidad no conocen el verdadero significado del amor.
El amor, en su más pura naturaleza, no es un sentimiento traído por las hadas, sino un compromiso. El amor es una elección, más que un sentimiento. Se enraíza en el compromiso mucho más que en la compatibilidad.
El amor no es una historia con final feliz, el amor es una historia sin final.
¿Qué nos dice la Biblia?
“El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. (1 Cor 13,7)
Mi reflexión para este punto
"Un matrimonio fuerte requiere de dos personas que eligen amarse entre sí aún en aquellos días en los que deben esforzarse para agradarse uno a la otra". (Dave Willis)
El siguiente punto revela la principal necesidad de cada esposo y de cada esposa…
4.- Cada esposa necesita amor y cada esposo necesita ser valorado.
AMBOS, hombre y mujer, necesitan AMOR y SENTIRSE VALORADOS, pero los hombres tienden hacia un único deseo, el de ser valorados y apreciados, mientras las mujeres tienden hacia un único deseo, ser amadas y admiradas.
Uno de los más grandes retos en el matrimonio es dar amor cuando la pareja actúa de manera “no amorosa”, o valorarla cuando actúa de manera irresponsable; sin embargo es importante hacerlo. Dios nos da lo mejor de Sí cuando menos lo merecemos, y así nos llama a que nosotros lo hagamos con nuestra pareja.
La gente usualmente necesita amor cuando menos lo merece
Lo que nos dice la Biblia
"En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido". (Efesios 5,33)
Reflexión:
"Los grandes matrimonios no suceden por suerte o por accidente. Ellos son el resultado de una consistente inversión de tiempo, consideración, perdón, afecto, oración, mutuo respeto y un compromiso como roca sólida, entre esposo y esposa". (Dave Willis)
El punto número 5 revela lo que Dios piensa acerca del divorcio…
5.- Dios odia el divorcio* (aunque ama a las personas, aún divorciadas)
Dios está lleno de amor, y La Biblia no nos da muchos ejemplos de aquello que “odia”,pero el divorcio sí que está en esta lista.
Debido a que Dios ama mucho el matrimonio, su corazón se rompe ante el dolor del divorcio (y nuestros corazones así debieran sentirlo también).
Ciertamente hay circunstancias donde el divorcio puede ser la única opción que quede (maltrato continuo y riesgoso), pero lo que sucede actualmente es que muchas parejas ven el divorcio como primera opción en lugar de un último recurso.
¿Qué nos dice la Biblia?
"Odio el divorcio, dice Yahvé, Dios de Israel, y al que hace el mal sin manifestar vergüenza. Tengan, pues, mucho cuidado y no cometan tal traición”. (Malaquías 2,16)
Mi reflexión
"En casi todos los casos, la única persona que “gana” en un divorcio, es el abogado. El esposo y la esposa, ambos sufren fuertemente, sufren en sus finanzas, sus relaciones y sus emociones". (Dave Willis)
* Aclaratoria:
Si eres una persona divorciada y vuelta a casar, por favor no leas esto para sentirte juzgado o avergonzado. Cuando leo todo lo que La Biblia tiene que decir acerca de la gracia, y veo los ejemplos de los grandes líderes en La Biblia que se sentían muy lejos del estándar de Dios, me reconforta saber que Dios ofrece segundas oportunidades y nuevos comienzos. No puedes cambiar tu pasado, pero puedes empezar ahora y construir un nuevo futuro, conducido por la gracia de Dios.
El punto número 6 debería cambiar las prioridades en tu matrimonio...
6.- Las necesidades de tu pareja tienen que estar antes que las tuyas.
En nuestra naturaleza humana egocéntrica, tendemos a mirar cada relación (incluyendo el matrimonio) como un camino para resolver nuestras propias necesidades, pero el matrimonio significa que debemos sacrificar nuestros propios derechos por el bien del otro. Esto requiere mutuo sometimiento y servicio a la pareja aun cuando esto no es recíproco.
Esto es modelado por Jesús cuando vino a servirnos y aún más, murió por nosotros cuando no lo merecemos.
Lo que dice la Biblia:
"Sean dóciles los unos a los otros por consideración a Cristo: las mujeres a su marido, como si fuera el Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo. Así como la Iglesia es dócil a Cristo, así también las mujeres deben ser dóciles en todo a su marido. Maridos, amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella". (Efesios 5, 21-25)
Una reflexión para ti:
"Los matrimonios más felices tienen dos personas donde ambos, consistente y deliberadamente, ponen las necesidades del otro por delante de sus propias necesidades". (Dave Willis)
En el siguiente punto se revela como debe ser la relación ideal entre un hombre y su esposa…
7.- Un marido y su mujer están unidos en TODO.
No puede haber un “tuyo” o “mío” cuando se trata de dinero, esperanza, sueños o pleitos. El matrimonio significa compartir todo. Esto incluye el no guardarse secretos uno al otro, también incluye el que en los desacuerdos exista un “ganador” o un “perdedor” porque ambos, o pierden, o ganan juntos cada vez.
También incluye recordar que nunca debes dejar a tu pareja caminar sola porque ustedes están unidos en todo.
Una cita bíblica clara:
“Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne”. (Génesis 2,24)
Reflexión
"El esposo y la esposa deben funcionar como dos alas de la misma ave. Deben trabajar juntos, o si no, el matrimonio nunca despegará". (Dave Willis)
El punto 8 debería sorprenderte, pero es la cosa más importante de esta lista…
8.- Un matrimonio es cosa de 3.
Por supuesto que no estoy hablando de poligamia (aun cuando en algunas partes de La Biblia se expresa que era una práctica y que por cierto causaba un gran drama familiar).
El tercer miembro de un matrimonio es Dios Mismo. Él creó el matrimonio no solamente para ser habitado por un hombre y una mujer, sino más bien, un hombre, una mujer en una relación que crece y que incluye a Dios.
Entre más se ame a Dios, más capacidad tendrán los esposos de amarse uno a la otra.
Una cita bíblica a tener presente siempre:
“El Señor irá delante de ti; él estará contigo y no te abandonará ni te dejará desamparado. No temas ni te acobardes”. (Deuteronomio 31,8)
Reflexión:
"Los matrimonios más fuertes están construidos sobre la base de una fe compartida. Entre más amen a Dios, más capacidad tendrán para amar verdaderamente al otro." (Dave Willis)
9.- Un esposo y una esposa nunca deben guardarse secretos uno a la otra.
La primera imagen que vemos en La Biblia fue ilustrada como “desnudez”. Esto obviamente nos da un vivo retrato de la importancia de la desnudez física en el matrimonio, pero la desnudez en La Biblia también representa una vulnerabilidad y transparencia emocional.
Los matrimonios más fuertes son “matrimonios desnudos” lo que significa que no existen secretos, contraseñas ocultas, compras a escondidas, dinero guardado o cualquier otra cosa no compartida.
El nivel de tu transparencia determinará el nivel de confianza y fortaleza en tu credibilidad, y así de fuerte será tu matrimonio.
Cita bíblica
“Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno del otro.” (Génesis 2,25)
Una reflexión que te ayudará:
"Una verdad dolorosa es siempre mejor que una mentira escondida". (Dave Willis)
10.- Tu primera LEALTAD debe ser siempre tu pareja.
La Biblia habla acerca de “dejar y unirse”. Este es un claro llamado hacia la lealtad. Una vez casados, no podemos dejar lugar para otros miembros de la familia u otros asuntos antes que el matrimonio.
Tu cónyuge debe ser primero. Defiéndanse el uno al otro. Protéjanse el uno al otro, estén ahí el uno para el otro
Cita bíblica
“Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne” (Génesis 2,24)
Una gran reflexión para tu matrimonio:
"Cuando te encuentres forzado a elegir entre tu carrera y tu cónyuge, tus amigos y tu cónyuge, o aún, entre tu familia y tu cónyuge, debes elegir siempre el poner a tu cónyuge por delante del resto. Si tu primera lealtad no es hacia tu cónyuge, entonces no entiendes el verdadero significado del matrimonio" (Dave Willis)