Jesús llama a la conversión a las ciudades de Galilea

Evangelio según San Mateo 11,20-24. 

Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. 

"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. 

Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. 

Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. 

Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú". 

San Bruno de Segni

San Bruno de Segni, abad y obispo

En Segni, en el Lacio, san Bruno, obispo, que trabajó y sufrió intensamente por la renovación de la Iglesia, y obligado por esto a dejar incluso su diócesis, encontró refugio en Montecasino, donde ejerció de abad temporal del monasterio.

Bruno, perteneciente a la familia de los señores de Asti, en el Piamonte, nació cerca de dicha ciudad. Después de hacer sus estudios en la Universidad de Bolonia, fue nombrado canónigo de Siena de donde se le llamó a Roma para tomar parte en el sínodo de 1079. Ahí defendió brillantemente la doctrina de la Iglesia sobre el Santísimo Sacramento contra Berengario de Tours. Gregorio VII le nombró obispo de Segni el año siguiente después de que Bruno, por humildad, rehusó aceptar el cardenalato. Desde entonces, se entregó al servicio de su grey con incansable celo. Era amigo personal de san Gregorio VII a quien secundó decididamente en todos sus proyectos de reforma de la Iglesia y, por esa causa, fue prisionero durante tres meses del conde Ainulfo, partidario del emperador Enrique IV. En 1095, Bruno acompañó a Francia a Urbano II y asistió al Concilio de Clermont-Ferrand.

A su vuelta a Italia, emprendió con nuevos bríos la tarea de santificación de su grey. Pero, como continuaba la persecución de Ainulfo y el santo se sintiese, por otra parte, invenciblemente atraído por la soledad y el retiro, acabó por tomar el hábito monástico en Monte Cassino. El abad del famoso monasterio consiguió que el Papa permitiese a Bruno permanecer en el retiro, pero sin renunciar al gobierno de su sede. En 1107, san Bruno fue elegido abad. 

Con sus escritos, trabajó por propagar la disciplina eclesiástica y por extirpar la simonía. Consideraba este abuso y la costumbre de conferir beneficios eclesiásticos a los laicos, como una de las principales fuentes de los desórdenes que aquejaban a la Iglesia. En efecto, esas dos prácticas condenables favorecían el nepotismo e introducían la avaricia y la ambición entre aquéllos que más necesidad tenían de estar por encima de todos los afectos terrenos para propagar el espíritu evangélico. San Bruno no vaciló en reprender al papa Pascual II, a quien el emperador electo, Enrique V, había arrancado ciertas concesiones en materia de privilegios e investiduras eclesiásticas. Entonces, el Pontífice mandó a Bruno que renunciara al cargo de abad y volviera al gobierno de su diócesis. San Bruno obedeció al punto, prosiguió desempeñando celosamente sus funciones pastorales y escribiendo comentarios de la Sagrada Escritura, hasta que Dios le llamó a Sí, en 1123. Fue sin duda el más grande comentarista de la época; pero cayó en el error teológico de defender el punto de vista de que los sacramentos administrados por obispos o sacerdotes simoníacos eran inválidos. Fue canonizado en 1183. En Acta Sanctorum hay dos biografías de San Bruno (julio, vol. IV): la más antigua y corta fue obra del escritor Pedro el Diácono, muy poco escrupuloso en materia de historia. Pero los datos que hemos presentado en nuestro artículo son de fiar. Véase B. Gigalski, Bruno Bischof von Segni (1898).

San Jerónimo (347-420), sacerdote, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia 
Comentario el profeta Joel; PL 25, 667 (trad. cfr breviario: viernes, XXI semana; rev.)

Jesús llama a la conversión a las ciudades de Galilea

“El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; no se complace en la muerte del malvado sino en que cambie de conducta y viva” (Jl 2,13). No es impaciente como el hombre sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio… 

Sin embargo, el profeta, que acaba de decir: “El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y sabe retirar su malicia”, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes en el bien, añade el profeta: “Quizá se arrepienta y nos perdone y nos deje todavía su bendición” (v. 14). Por eso dice, yo, por mi parte, exhorto a la penitencia y reconozco que Dios es infinitamente misericordioso, como dice el profeta David: “Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa” (Sl 50,3). Pero, como sea que no podemos conocer hasta donde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios (Rm 11,33), prefiero ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción: “Quizá se arrepienta y nos perdone”. Al decir “quizá” ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos difícil.

7 consejos para lograr perdonar

No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete

Suele ser usual escuchar hablar del perdón, pero cuando tenemos la necesidad de recurrir a él no sabemos muchas veces cómo afrontarlo. A continuación te dejo estos 7 consejos para lograr perdonar.

Acércate a un sacerdote o a una persona de confianza, y pídele un consejo. Coméntale la situación sin intentar presentarte como víctima, sino más bien presentando los hechos tal cual sucedieron. Recuerda que “compartir el sufrimiento disminuye la pena”.

Ora por la persona que te ha ofendido, precisamente porque te cuesta hacerlo, ahí encontrarás mucho más mérito ante Dios. Muchas veces sólo nos concentramos en pensar en el daño, lo mejor que podemos hacer es pedirle a Dios que disponga nuestros corazones para la experiencia del perdón.

Pide auxilio al Espíritu Santo para que te ayude a perdonar y perdónate a ti mismo por dejar que tal situación te robara la paz. Recuerda que el Espíritu Santo es “experto en causas imposibles”, por lo tanto por muy imposible que te parezca, se puede perdonar.

Si el que te ha ofendido no busca el perdón hazle saber que tú ya le perdonaste con tus buenos comportamientos.

Cierra el capítulo, sigue adelante recordando que ha sido una enseñanza para crecer espiritualmente.

Recuerda que Dios te ha perdonado y que tú eres capaz de perdonar.

Ve a Jesús Sacramentado y conviértete en un discípulo de la misericordia. De esta manera ayudarás a los demás a ser testigo visible de su gracia con tus consejos.

“Se adelantó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?». Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. (Mt 18,21-35)

Conversión y elección

Santo Evangelio según San Mateo 11,20-24. XV Martes de Tiempo Ordinario.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Alma mía, recobra tu calma
Que el Señor fue bueno contigo.
Pues libró mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

¿Cómo pagaré al Señor
por todo el bien que me ha hecho?
¡Oh Señor! Yo soy tu siervo,
siervo tuyo e hijo de tu esclava.
Tú rompiste mis cadenas. (Salmo 115)

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

¿Por qué me has dado tanto, Señor? Has realizado tantos milagros conmigo que no puedo quedarme de brazos cruzados. Tu exigencia y tus reprensiones tienen sentido, pues el mayor dolor para el que ama es que no reciba una respuesta de amor. La indiferencia de tus amigos es más trágica que las heridas producidas por tus enemigos. Por eso, Jesús, hoy quiero corresponder a tu amor con mi amor. Quiero cambiar de vida, arreglar el mal que he hecho, arrepentirme y caminar según tu voluntad.

Tú bien sabes, Señor, que te necesito. Sólo tu gracia me sostiene y me hace capaz de mejorar. Hasta ahora me lo has dado todo para mantenerme en pie. Confío en que tu amor nunca me fallará alimentando mi amor. Tu corazón traspasado es la prueba de tu fidelidad. No me dejes solo, Señor mío, no me abandone tu gracia para convertirme cada día más.

Una vez convertido, me pides que transmita tu nombre a los hombres y mujeres que encuentro en mi camino. Así eres Tú, Señor: escoges a unos para que te ayuden con el resto. Me has llamado para que sea instrumento de tu amor. Ayúdame, Señor Jesús, a ser hoy un vivo reflejo de tu rostro en el mundo.

"¡Ay de ti! para ese católico que piensa: Voy a misa, hago esto y luego nada más. En cambio, si tú dices que eres católico, que has recibido el bautismo, que estás confirmado o confirmada, debes ir más allá y llevar el nombre de Jesús: ¡es un deber! Las indicaciones concretas llevan a preguntarnos cuál debe ser nuestro estilo de evangelización. O sea, ¿cómo puedo estar seguro de que no doy sólo un paseo, que no hago proselitismo y no reduzco la evangelización a un funcionalismo? ¿Cómo puedo comprender cuál es el estilo justo? La respuesta la indica siempre Pablo: El estilo es hacerse todo a todos: "Me he hecho todo a todos". Significa, en esencia, ir y compartir la vida de los demás, acompañar en el camino de la fe, ayudar a crecer en el camino de la fe".

(Homilía de S.S. Francisco, 9 de septiembre de 2016, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy mejoraré la manera en que trato a los demás, buscando modos concretos de ser más respetuoso, atento y abierto.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Nadie es profeta en su tierra

Señor, ¿a quien iremos sino a ti? Tú solo tienes palabras de vida eterna.... 

Jesús nos ha advertido muchas veces que debemos ser personas de fe, y que la fe es la llave que abre todos los tesoros de su Corazón.

En el Evangelio nos va a decir lo mismo, pero de una manera del todo inesperada. Diríamos que lo va a hacer presentándonos un cuadro a contra luz.

Quiere llevar el mensaje de la salvación a un puesto muy querido --¡y tan querido, como es su pueblo de Nazaret!--, pero la incredulidad de sus paisanos va a cerrar todas las puertas a la generosidad de ese su Corazón, tan delicado y sensible.

Jesús llegó a Nazaret acompañado de sus discípulos. El carpintero de antes, el trabajador de los campos, el muchacho bueno y amigo de todos, viene ahora como una persona importante, pues su enseñanza, sus milagros, su fama por toda Palestina hacen de Él un personaje fuera de serie. Jesús, sin embargo, sigue tan humilde y sencillo como antes.

Al llegar el sábado se presenta en la sinagoga como lo había hecho siempre. Aunque ahora lo hace no para escuchar, sino para tomar la palabra y enseñar. Y lo hace tan bien, con tanta gracia y sabiduría, que todos se quedan pasmados.

Vienen entonces los comentarios obligados.

Para unos, este Jesús es algo extraordinario:
- ¿De dónde tanto conocimiento? ¡Pero, cómo domina la Escritura! Y esos milagros que dicen ha hecho en Cafarnaúm y en otras partes... Dios está seguramente con Él.

Otros, sin embargo, se escandalizan y siembran la cizaña entre el auditorio:
- Pero, ¿no es éste el carpintero, el hijo de María? ¿Y no están entre nosotros todos sus parientes? ¿Cómo le vamos a hacer caso?

Jesús se ve aquí como un signo de contradicción. Unos que sí, otros que no... Y con cara triste les asegura a sus paisanos:
- Un profeta no es despreciado sino en su patria, entre sus parientes y en su propia casa.

Así y todo, aún se dignó imponer la mano sobre algunos enfermos y curarlos, porque el corazón le traicionaba siempre. Pero también manifestó sus sentimientos íntimos:

- Me maravilla vuestra incredulidad. Quisiera haberos ayudado más, pero no puedo ante vuestra falta de fe...

Y no tuvo Jesús más remedio que asumir semejante fracaso y marcharse a predicar por los otros pueblos y aldeas.

Al leer este pasaje del Evangelio nos topamos con el problema de la incredulidad y del rechazo de Dios, que es un pecado tan frecuentemente denunciado en la Biblia.

Israel sintió siempre la tentación de volverse a los dioses de los paganos, dejando al Dios que los había sacado de Egipto. Rompían la alianza y se prostituían ante cualquier altar levantado en las colinas a los ídolos de los extranjeros. No escarmentaban con los castigos de Dios, castigos siempre amorosos para apartarlos de esos cultos idolátricos.

Ahora va a ser peor. Ahora rechazan a Dios que se les presenta en Jesucristo. A pesar de los milagros que hace, a pesar de su enseñanza tan bella, a pesar de todo, no creen en Jesús, se escandalizan de Él, y se lo echan bien lejos...

Todo esto, por sus apariencias humildes. Venían de decirse:
Que venga un Cristo fulgurante, y le haremos caso.
Que detenga el sol como Josué, y creeremos en Él.
Que eche bien lejos a los romanos, y lo aceptaremos.
Que someta las naciones de los gentiles a Israel, y entonces sabremos que es el Mesías, el que queremos y esperamos...

Esto pensaban y esto querían los dirigentes del pueblo.

Pero como Jesús no hacía nada de esto, y aseguraba que el Reino de Dios tan esperado era una cosa tan diferente, se vio rechazado como Mesías. Hasta que pudo decir Él mismo sobre la Jerusalén incrédula:

- ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajos las alas, y tú no has querido!...

Esta podría ser nuestra situación, como pueblos y como personas. Pero Dios no quiera que nos suceda algo semejante. Podremos tener nuestras debilidades, colectivas como personales, pero eso de rechazar a Jesucristo, ¡no!...

La fe en Jesucristo y en su Iglesia no la perderemos. A veces se nos presentarán con apariencias humildes y exigentes, cuando nos hablen de puntos de la Ley de Dios que el mundo rechaza. Nosotros, con la gracia de Dios, queremos permanecer fieles y seremos dóciles al Magisterio de nuestros Pastores, que vienen y nos enseñan como enviados del mismo Dios.

¡Señor Jesucristo! Aunque hoy te ves rechazado por muchos, nosotros te acogemos como el Enviado de Dios y como el Salvador. Nuestra respuesta será siempre la de Pedro: -Señor, ¿a quien iremos sino a ti? Tú solo tienes palabras de vida eterna.

Arnulfo de Metz, Santo

Obispo, 18 de julio

Obispo

Martirologio Romano: En Metz, ciudad de Austrasia, en lo que hoy es Francia, san Arnulfo, obispo, consejero de Dagoberto, rey de Austrasia, cargo al que renunció para abrazar la vida eremítica en los Vosgos. (640)
Etimología: Arnulfo = Aquel que es fuerte y astuto, es de origen alemán.

Breve Biografía

Hombre de Estado y obispo bajo la dinastía Merovingia, nacido por el año 580, muere alrededor del 640.
Sus padres pertenecían a una distinguida familia franca y vivía en la sección este del reino fundado por Clodoveo I. En la escuela donde fue puesto durante su infancia sobresalió por su talento y su buen comportamiento. De acuerdo a las costumbres de la época fue enviado a su debido tiempo a la corte de Teodeberto II; rey de Austrasia (595-612) para ser iniciado en las diversas ramas del gobierno. Bajo la guía de Gondulfo, el Alcalde del Palacio, pronto se volvió tan hábil que fue colocado en la lista regular de oficiales reales y entre los primeros ministros del rey. El se distinguió como comandante militar y en la administración civil; al mismo tiempo el tuvo bajo su cuidado seis provincias diferentes.

A su debido tiempo, Arnulfo se casó con una mujer franca de linaje noble, de quien tuvo dos hijos, Ansegis y Clodulfo. Mientras Arnulfo estaba disfrutando emolumentos y honores mundanos no se olvidó de cosas más elevadas y espirituales. Sus pensamientos daban vueltas frecuentemente en monasterios y con su amigo Romarico, oficial de la corte al igual que él, planeó hacer un retiro a la abadía de Lérins, evidentemente con el propósito de dedicar su vida a Dios. Pero, mientras tanto, la sede Episcopal de Metz quedó vacante. Arnulfo fue designado universalmente como un candidato valioso para el oficio y fue consagrado obispo de esa sede cerca del 611.

En su nueva posición el estableció el ejemplo de una vida virtuosa para sus súbditos y atendía asuntos del gobierno eclesiástico. En el 625 tomó parte en un concilio llevado a cabo por los obispos francos en Reims. Con todo esto, Arnulfo retuvo su puesto en la corte del rey y tomó una destacada parte en la vida nacional de su gente. En el 613, después de la muerte de Teodoberto, él, con Pipino de Landen y otros nobles llamaron a Austrasia a Clotario II, Rey de Neustria. Cuando en el 625 el reino de Austrasia le fue confiado a Dagoberto el hijo del rey, Arnulfo se convirtió no sólo en el tutor, sino también en Ministro en Jefe del joven rey. En el momento del alejamiento entre los dos reyes en el 625, Arnulfo junto a otros obispos y nobles trató de efectuar una reconciliación. Pero Arnulfo temía las responsabilidades de la oficina episcopal y se cansó de la vida de la corte. Cerca del año 626 obtuvo la designación de un sucesor a la oficina Episcopal de Metz. Él y su amigo Romarico se retiraron a un lugar solitario en las montañas de los Vosgos. Allí vivió en comunión con Dios hasta su muerte. Sus restos, enterrados por Romarico, fueron transferidos cerca de un año más tarde por el obispo Goerico, a la basílica de los Santos Apóstoles en Metz.

De los dos hijos de Arnulfo, Clodulfo se convirtió en su tercer sucesor en la sede de Metz. Ansegis permaneció al servicio del estado; de su unión con Begga, hija de Pipino de Landen, nació Pipino de Heristal, el fundador de la dinastía Carolingia. De esta forma Arnulfo fue el ancestro de los poderosos soberanos de esa casa. La vida de Arnulfo muestra hasta cierto punto la oficina episcopal y la carrera en el Estado Merovingio. Los obispos eran muy considerados en la corte; sus consejos eran escuchados, ellos tomaban parte en el reparto de justicia por los tribunales, tenían una voz en la designación de oficiales reales; fueron usados frecuentemente como embajadores del rey y sostenían altas posiciones administrativas. Para la gente bajo su cuidado, eran protectores de sus derechos, sus portavoces frente al rey y el vínculo uniendo a la realeza con sus súbditos. Las oportunidades para el bien eran por lo tanto ilimitadas; y Arnulfo las usó para buen provecho.

Cómo daña el consumo de pornografía al cerebro

A más pornografía, menos materia gris

En enero de 2012 y en mayo de 2015 dos documentales denunciaban el negocio de la pornografía y cómo Internet se ha convertido en «el crack de la adicción al sexo», afectando de forma especialmente preocupante a los más pequeños.

De hecho, parece demostrado que el consumo de pornografía afecta de forma negativa al cerebro, sobre todo desde que internet se ha convertido en el vehículo de masas ideal para ver porno gratis de forma anónima.

Así lo constataban las conclusiones de un estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano en Berlín, publicado en la revista JAMA Psyhchiatry en julio de 2014, con el que buscaban comprobar en qué forma afectaba al cerebro el consumo de porno.

Menos materia gris

«Encontramos una relación negativa entre la cantidad de horas que los sujetos veían porno y la cantidad de materia gris que se encontraba en el núcleo caudado, uno de los componentes de los ganglios basales, una zona del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria», aseguraban entonces.

Para llevar a cabo el estudio, recurrieron a 64 hombres que cubrieran todos los rangos del consumo semanal de pornografía y fueron realizándoles escáneres cerebrales para comprobar si realmente el hecho de ver películas pornográficas repercutía de alguna forma en sus cerebros.

Tras los análisis llevados a cabo, los investigadores determinaron que el pornoafectaba al volumen de materia gris del cerebro, al tejido neuronal directamente relacionado con la inteligencia.

Al mismo tiempo, además de los efectos en el núcleo caudado, se descubrió que el núcleo estriado, es decir la principal vía de entrada de información hacia los ganglios basales, también se había reducido en aquellos hombres que veían más horas de porno.

Según el estudio, todos estos daños podrían deberse a una intensa estimulación del sistema de recompensa del cerebro, que se activa frente a un estímulo externo y se encarga de liberar los dos neurotransmisores -la dopamina y la oxitocina- responsables de las sensaciones placenteras.

La adicción al porno, como la de las drogas

Por otra parte, según informaba el 28 de abril de 2016 el diario La Vanguardia, una investigación llevada a cabo en la Universidad de Cambridge advertía de que los efectos del porno sobre el cerebro actúan de forma similar a como lo hacen las drogas.

Así, los consumidores compulsivos de porno sienten un ansia por ver vídeos con imágenes explícitas de sexo, pero paradójicamente su deseo sexual no aumenta. Algo similar a lo que sucede con los adictos a determinadas drogas: buscan droga más porque la desean que porque la disfruten, según los investigadores.

La pornografía causa también problemas sexuales

Además de las similitudes con la drogadicción, el estudio destacaba que el exceso de porno causa otros problemas en la vida de estas personas: el 50% de los participantes del estudio con una media de 25 años presentaban problemas para tener erecciones con sus parejas, a pesar de poder tenerlas mientras veían pornografía.

La opinión de otros expertos

«La pornografía estimula ciertos neuroquímicos en nuestro cerebro actuando en este órgano como una droga», aseguraba por su parte el doctor Donald L. Hilton, un prestigioso neurocirujano, profesor del Departamento de Neurocirugía en el Health Sciences Center de la Universidad de Texas.

La dificultad para pasar un día sin consumir porno, el abandono de otras tareas para poder acceder a estos contenidos, la dificultad para encontrar el placer sexual más allá de la pornografía o la aparición reiterada de un sentimiento de culpa tras visionar cine porno son algunos de los indicios que pueden ponernos en el camino de un posible caso de adicción.

Al mismo tiempo, Carme Sánchez, psicóloga clínica y codirectora del Instituto de Sexología de Barcelona, mostraba en 2014 esta opinión sobre los efectos del consumo de porno en el cerebro: «tiene sentido que cuanta más pornografía se visiona, se pueda provocar una habituación a los estímulos y por lo tanto necesitar niveles superiores de estimulación para conseguir el mismo nivel de excitación. Pero también, que personas con un menor volumen del cuerpo estriado necesitan más estimulación y recurren a la pornografía», según informaba el diario El Mundo el 15 de julio de ese año.

No solo los hombres

Otra cuestión que destaca Sánchez es que el mito de que solo los hombres consumen pornografía tiende a derrumbarse:

«Hasta hace poco, se consideraba que los hombres eran más visuales en referencia a la sexualidad. Es decir, que preferían estímulos visuales para la excitación frente a los auditivos o táctiles. Pero debido a la cultura audiovisual en la que mujeres y hombres estamos inmersos en los últimos años, y más concretamente entre la gente joven, las diferencias ya no son tan evidentes».

Esta especialista también apunta a que los afectados terminan abandonando sus amistades y el consumo de porno puede ocasionar otros problemas relacionados con el cerebro como ansiedad, depresión, fobia social, trastornos de la personalidad o consumo de sustancias de abuso.

«El 72% de los adictos al sexo genera ideas suicidas y el 17% lo ha intentado», advierte a su vez el doctor en Medicina y sexólogo Carlos San Martín, coordinador del centro CIPSA, en Santander.

Se trata por tanto, de personas, adictas, enfermas, con un trastorno de control de impulsos que necesita ayuda especializada, subraya el especialista.

En todo este contexto, hay que resaltar que España es uno de los países donde mayor consumo de pornografía existe. Datos facilitados en 2014 por el doctor San Martín sostienen que «España es el segundo país del mundo en visitas a cualquier tipo de página con contenidos pornográficos, hasta el punto de que el 41,7% de los internautas españoles consulta páginas de este tipo», concluye el especialista.

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