Anda, haz tú lo mismo
- 09 Octubre 2017
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Evangelio según San Lucas 10,25-37.
Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?".
El le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo".
"Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida".
Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo.
También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'.
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?".
"El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
San Dionisio de París y compañeros, mártires
Santos Dionisio, obispo, y compañeros, mártires. Según la tradición, Dionisio, enviado por el Romano Pontífice a la Galia, fue el primer obispo de París, y allí, junto con el presbítero Rústico y el diácono Eleuterio, padecieron todos en las afueras de la ciudad,
San Gregorio de Tours, que escribió en el siglo VI, cuenta que san Dionisio de París nació en Italia. El año 250 fue enviado con otros obispos misioneros a las Galias, donde sufrió el martirio. El Hieronymianum menciona a san Dionisio el 9 de octubre, junto con los santos Rústico y Eleuterio. Ciertos autores posteriores afirman que Rústico y Eleuterio eran respectivamente el sacerdote y el diácono de san Dionisio, que se establecieron con él en Lutetia Parisiorum e introdujeron el Evangelio en la isla del Sena. Debido a las numerosas conversiones que obraban con su predicación, fueron arrestados; al cabo de largo tiempo de prisión, los tres murieron decapitados. Los cuerpos de los mártires fueron arrojados al Sena, pero los cristianos consiguieron rescatarlos y les dieron honrosa sepultura. Más tarde se construyó sobre su sepulcro una capilla, junto a la cual se erigió la gran abadía de Saint-Denis.
Dicha abadía fue fundada por el rey Dagoberto I, quien murió el año 638. Probablemente un siglo más tarde, empezó a introducirse la identificación de san Dionisio Areopagita con el obispo de París o, por lo menos, la idea de que san Dionisio de París había sido enviado por el papa Clemente I en el primer siglo. Pero tal idea no se popularizó sino hasta la época de Hilduino, abad de Saint-Denis. El año 827, el emperador Miguel II regaló al emperador de Occidente, Luis el Piadoso, la copia de unos escritos que se atribuían a san Dionisio Areopagita. Por desgracia, dichos escritos llegaron a la abadía de Saint-Denis precisamente la víspera de la fiesta del santo. Hilduino los tradujo al latín y, algunos años más tarde, cuando el rey le pidió una biografía de san Dionisio de París, el abad escribió un libro que llegó a convencer a la cristiandad de que el obispo de París y el Areopagita eran una sola persona. En su obra titulada «Areopagitica», el abad Hilduino empleó muchos materiales falsos o de poco valor, y resulta difícil creer que haya procedido así de buena fe. La biografía que escribió es un tejido de fábulas. El Areopagita va a Roma, donde el Papa San Clemente I le recibe personalmente y le envía a evangelizar París. Los habitantes de París intentan en vano darle muerte, arrojándole a las fieras, echándole al fuego y crucificándole, hasta que por fin, Dionisio muere decapitado en Montmartre, junto con Rústico y Eleuterio.
El cuerpo decapitado de San Diniosio, guiado por un ángel, caminó, tres kilómetros, desde Montmartre hasta la abadía que lleva su nombre, portando en las manos su propia cabeza y rodeado de coros de ángeles; por ello fue sepultado en Saint-Denis.
El culto de san Dionisio fue muy popular en la Edad Media. Ya en el siglo VI, Venancio Fortunato le reconocía como el patrono de París ("Carmina", VIII, 3, 159) y el pueblo le considera como el protector de Francia, además de ser uno de los «Catorce santos auxiliadores». El elogio del martirologio actual no descarta que haya sido enviado a París por el Sumo Pontífice -como afirma el relato tradicional-, pero evita dar nombres, ya que no se sabe con certeza los años en que vivió.
En Acta Sanctorum, oct., vol. IV, hay un largo artículo sobre san Dionisio. El relato más antiguo del martirio se atribuía erróneamente a Venancio Fortunato; B. Krusch, Monumenta Germaniae Historica, Auctores Antiq., vol. IV, pte. 2, pp. 101-105, hizo una edición crítica de dicho relato, en el que no se identifica a san Dionisio con el Areopagita, pero se dice que fue enviado a París por san Clemente I.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Oremos
Dios nuestro, que enviaste a San Dionisio y a sus compañeros a anunciar el Evangelio a pueblos que no te conocían y les concediste una gran fortaleza en su martirio, haz que también nosotros, siguiendo su ejemplo, tengamos en menos los favores de este mundo y no temamos nunca sus desprecios. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo Comentario al Cantar de los Cantares, prólogo 2, 26-31
«Anda, haz tú lo mismo»
Está escrito: «Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios» (1Jn 4-7) y poco después «Dios es amor» (v.8). Aquí se nos enseña que al mismo tiempo que Dios mismo es amor, el que es de Dios es amor. Ahora bien ¿quién es de Dios sino el que dice: «Salí del Padre y he venido al mundo»? (Jn 16,28). Si Dios Padre es amor, el Hijo es también amor...; el Padre y el Hijo son uno y no difieren en nada. Por eso es con todo derecho que Cristo, por la misma razón que es Sabiduría, Poder, Justicia, Verbo, y Verdad es llamado también Amor...
Y porque Dios es amor y el que es Hijo de Dios es amor, esta verdad exige que en nosotros haya algo que nos haga semejantes a él, de manera que, por este amor, esta caridad que está en Cristo Jesús..., estemos unidos a él por una especie de parentesco gracias, a ese nombre. Como dice san Pablo, que estaba unido a él: «¿Quién nos separará del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro?» (Rm 8,39).
Ahora bien, este amor de caridad nos hace valorar el hecho que todo hombre es nuestro prójimo. Es por esta razón que el Salvador corrigió a un hombre que creía que el justo no tiene que observar, para con todos, las leyes que tratan de la condición de prójimo ... Y compuso la parábola que dice: «Un hombre cayó en manos de bandidos cuando bajaba de Jerusalén a Jericó». Censura al sacerdote y al levita que, viéndole medio muerto, pasaron de largo, pero ensalza al Samaritano que practicó la misericordia con el herido. Y a través de la respuesta que dio el mismo que hizo la pregunta, confirma que el samaritano fue el prójimo del herido, y le dice: «Ves y haz tú lo mismo». En efecto, por naturaleza todos somos prójimos los unos de los otros, pero por las obras de caridad, el que puede hacer el bien se hace el prójimo del que no puede. Por eso nuestro Salvador se hace nuestro prójimo y no pasa de largo delante de nosotros cuando yacemos «medio muertos» como consecuencia de las «heridas infligidas por los bandidos».
Una nueva oportunidad para un "sí"
Santo Evangelio según San Lucas 10, 25-37. Lunes XXVII del tiempo ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Al mirar el vuelo de las golondrinas, el surgir de las flores, la hermosa vista de la montaña, veo tu mano en cada uno de estos acontecimientos. ¿Quién soy yo? Nada y todo. Nada porque en realidad el hombre es una mota de polvo, pero todo porque soy tu hijo. Eso vale más que todo. Me siento entre tus manos como un niño se siente seguro en los brazos de su padre. Padre Dios, hoy quiero gozar como cuando me divertía de pequeño con mi padre. Quiero presumirte entre mis amigos; quiero decir con gran sencillez: "Mi Papá es el mejor del mundo"
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"Anda, haz tú lo mismo" El mensaje del cristiano es un mensaje de amor. Pero este amor no es mágico o platónico. No es un amor que se logra sin esfuerzo. Requiere un trabajo constante, sacrificado, desprendido. Es, en dos palabras, amor crucificado. Cuesta, pero lo que cuesta vale. La producción de una mínima cantidad de seda cuesta gran parte de la vida de una oruga y largos meses de cuidados delicados. Cristo me amó hasta el extremo dando hasta la última gota de su sangre.
No es posible imaginar una vida entregada a los demás que no cueste. Y Jesús, en este Evangelio le dice al fariseo, que conocía la teoría al dedillo: "¡Anda! ¡Haz!". De nada sirve saber qué es lo que tenemos que hacer si no lo hacemos. Cada día ha de ser un comenzar de nuevo. Sin duda tendremos altas y bajas. Habrá momentos en que nos dejaremos llevar por lo más cómodo o por el egoísmo. Pero siempre tendremos una nueva oportunidad para recoger, limpiar y vestir al que está necesitado.
Nuestros calendarios están llenos de actividades que apenas nos dejan un momento para respirar, para ver a los ojos de los demás, para preguntar e interesarnos por aquellos con los que pasamos gran parte del tiempo. Sin duda muchos de los que pasaron a un lado del samaritano no se giraron tan siquiera para ver a este pobre hombre. Era un elemento para el cual no había lugar ni en su agenda ni en su cuenta de gastos.
¿Yo tengo lugar para otro en mi vida? ¿Estoy dispuesto a decir "no" a mis cosas para decir "sí" a otros? No importa la respuesta pues toda la vida es una búsqueda y una lucha para alcanzar este amor perfecto. Sin duda que todos aquellos que pasaron a un lado del samaritano y dijeron "no" dijeron "sí" en otros momentos. Podremos haber fallado muchas veces pero siempre hay una nueva oportunidad.
"Ante este contenido tan esencial de la fe, la Iglesia no puede permitirse actuar como lo hicieron el sacerdote y el levita con el hombre abandonado medio muerto en el camino. No se puede mirar para otro lado y dar la espalda para no ver muchas formas de pobreza que piden misericordia. Dar la espalda para no ver el hambre, la enfermedad, las personas explotadas…, es un pecado grave; es también un pecado moderno, un pecado actual. Nosotros cristianos no nos lo podemos permitir. No sería digno de la Iglesia ni de un cristiano "pasar de largo" y pretender tener la conciencia tranquila sólo porque se ha rezado o porque se ha ido el domingo a Misa.
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de septiembre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a detenerme cuando vea a un pobre y voy comprarle algo de comer. Además le dedicaré un rato de mi tiempo sin preocuparme por nada más.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, el quebrantador de paradigmas
Una de las cosas más impresionantes acerca de Jesús es el hecho de que su sabiduría no era humana sino divina
Una de las cosas más impresionantes acerca de Jesús es el hecho de que su sabiduría no era humana sino divina. Sus palabras no provenían de una mente carnal, sino del mismo Padre Eterno. El Hijo de Dios siempre tuvo respuestas para todo. Sus contestaciones fueron enseñanzas y, al mismo tiempo, una ruptura de los paradigmas imperantes en la estructura mental de la raza humana, sin importar su cultura. Jesús dijo: “Amad a sus enemigos”, “Si alguien te abofetea en una mejilla, ofrécele la otra”, “Bienaventurados los que lloran…”, “Mi Reino no es de este mundo”, “Deben perdonar hasta setenta veces siete”, “No he venido a llamar a justos sino a pecadores”, “Alejados de mí, nada pueden hacer”, etcétera.
Parecía ser que su mensaje iba siempre contra toda lógica, y que las cosas que nos pedía hacer eran imposibles.
Al mismo tiempo, mientras predicaba toda esta nueva visión del mundo y de la vida humana, Cristo desplegaba su poder en la tierra haciendo toda serie de milagros y prodigios, con lo cual sellaba sus aseveraciones y demostraba que lo que Él revelaba provenía de un lugar fuera del mundo.
A pesar de ello, muchos no le creyeron, fue siempre la minoría la que lo siguió. Y sin embargo, esa minoría transformó al mundo. Desde que Él llegó a la tierra, las leyes convencionales cambiaron, la ley del amor fue revelada a los seres humanos de manera extraordinaria, y la ley del Espíritu (opuesta a la ley de la letra) hizo su aparición.
Cristo propuso estándares morales absolutos y muy altos. Si el ser humano puede odiar, nos pidió no odiar sino perdonar; si el ser humano puede pecar, nos pidió ser perfectos, como su Padre es perfecto; si el ser humano puede cometer adulterio, nos pidió no ser infieles ni siquiera con el pensamiento. La lista puede seguir y seguir, pero la idea central es que Jesús nos mostró que somos capaces de mucho más de lo que creemos.
“Si tienen fe como un gramo de mostaza, podrán remover las montañas y echarlas al mar”; “Si creen, verán la gloria de Dios”. Jesús llamó a Pedro y lo hizo caminar sobre el mar, Jesús multiplicó los peces y los panes, y luego dijo a sus discípulos que “iguales o incluso mayores cosas harían en su nombre”. Revelación y promesas fueron siempre de la mano cuando el Maestro abría su boca y ofrecía su divinidad.
Siendo nuestro Redentor, nos abrió la puerta de la sabiduría que proviene de lo Alto. Nos dio a conocer que para vencer nuestra carnalidad tenemos que vivir por el Espíritu. No hay ninguna otra forma de cumplir sus propósitos o seguir sus pisadas. Él nos puso el ejemplo. Está en nosotros romper o no los paradigmas, tal como Él lo hizo.
¿Colón fue un abusador malvado con los indígenas?
Existe un mito que afirma que tras su llegada a América, Cristóbal Colón abusó y esclavizó a los indígenas
Existe un mito que afirma que tras su llegada a América, Cristóbal Colón abusó y esclavizó a los indígenas, a semejanza de los colonizadores españoles. Diversos especialistas desenmascaran estas acusaciones y afirman que todo es parte de un plan para desprestigiarlo.
La polémica alrededor del descubridor de América cada tanto está sobre el tapete, como ejemplos podríamos indicar la supresión -en 2016- del Día de Colón en el estado de Colorado en Estados Unidos, o el cambio del Día de la Hispanidad por el Día de la Resistencia Indígena aprobado por la Mesa del Parlamento de Navarra el 25 de septiembre de 2017
En el caso del estado de Colorado el proyecto de ley fue presentado por el diputado estatal Joe Salazar, quien afirmó que no se debe conmemorar la fecha porque el viaje de Colón a América “desencadenó uno de los mayores tráficos de esclavos de la historia” y creó “un nivel de inhumanidad alrededor de los indígenas que existe hasta ahora”.
Para sustentar su posición, Salazar incluyó en el documento que presentó, tres párrafos de los escritos de Fray Bartolomé De las Casas, un importante dominico que fue el primer Obispo de Chiapas en México e incansable misionero que denunció los abusos que cometieron los colonizadores españoles contra los indígenas.
De las Casas describió que los españoles “actuaban como bestias voraces, matando, aterrorizando, afligiendo, torturando y destruyendo a los pueblos indígenas, haciendo todo esto con nuevos, extraños y variados métodos de crueldad de los que nunca se ha visto o escuchado antes”.
Relató también que cuando los españoles atacaban a los pueblos no tenían piedad de los niños, ancianos o embarazadas. Los acuchillaban y desmembraban “como si se tratara de ovejas en un matadero”. Añadió que incluso apostaban para ver quien mataba mejor.
De Las Casas señaló en sus escritos que los colonizadores perpetraron estos actos motivados por su “insaciable codicia y ambición” por el oro.
Estos crímenes son presentados en la iniciativa de Salazar como “los actos inhumanos de Colón”.
Ante estas acusaciones, u otras similares, diversos especialistas han defendido la figura de Cristóbal Colón como la antropóloga y profesora de la Universidad de Stanford, Carol Delaney, quien ha destacado los motivos religiosos del explorador italiano para realizar sus viajes.
En declaraciones a CNA -agencia en inglés del grupo ACI- Delaney indicó que “están culpando a Colón por cosas que no hizo. Los que las hicieron fue la gente que vino después de él, los colonizadores. Creo que ha sido terriblemente calumniado”,
La también autora del libro “Colón y la búsqueda de Jerusalén”, explicó que el descubridor de América tuvo una impresión favorable de los indígenas y que ordenó a sus hombres que no abusaran de ellos sino que entablaran relaciones comerciales.
Incluso llegó a colgar a quienes cometieron crímenes contra los indígenas.
“Cuando leí sus propios escritos y los documentos de quienes lo conocieron, parecía estar muy del lado de los indígenas”, indicó la experta.
La antropóloga explicó que la propia visión de Bartolomé De las Casas sobre Colón es más compleja. Otros expertos notaron que De Las Casas admiraba a Colón e incluso llegó a decir que el navegante italiano y España tuvieron un papel providencial en "abrir las puertas del Mar Océano".
De las Casas también pensaba que Colón fue tratado injustamente por los monarcas españoles cuando fue acusado de mala administración.
Delaney admitió que algunos de los indígenas fueron enviados a España como esclavos para trabajos forzados en el momento en que Colón era responsable de la región, pero atribuyó este maltrato a quienes lo reemplazaron en su ausencia.
En su segundo viaje, dijo la especialista, Colón llevó consigo a España a seis indígenas, pero no como esclavos sino “porque querían ir”.
La experta explicó un episodio de los viajes de Colón: luego de que encalló la carabela Santa María, el explorador italiano dejó 39 hombres en una isla del Caribe bajo estrictas órdenes de no saquear, no secuestrar ni violar a las mujeres, y comerciar a cambio de comida y oro.
“Cuando regresan de su segundo viaje, encontraron que los colonizadores habían sido asesinados”, expresó Delaney. La antropóloga indicó que el sacerdote que los acompañaba en esa travesía quiso matar al pueblo en venganza, pero Colón se opuso con firmeza.
La experta también destacó la relación de Colón con un líder indígena llamado Guacanagari. Su amistad fue tan buena que llegó a adoptar a uno de sus hijos. Este tomó el nombre de Diego, al igual que el hijo biológico del navegante italiano, y lo llegó a acompañar en sus tres últimos viajes.
Entre los críticos al proyecto de ley de Salazar, también están los Caballeros de Colón. Esta fraternidad católica fue fundada en 1882 y es la más grande del mundo. Se inspiraron en el nombre, los viajes y la fe de Colón, que en vida fue un reconocido católico.
En un correo electrónico enviado a sus miembros, los Caballeros de Colón indicaron que “los expertos han demostrado por mucho tiempo que De las Casas era propenso a la hipérbole y a la exageración y que el proyecto de ley no toma en cuenta los recientes estudios sobre De las Cosas o Colón”.
“El legado y las hazañas de Cristóbal Colón merecen ser celebradas. Él era un hombre adelantado a su época y un intrépido explorador y brillante navegante cuyo atrevido descubrimiento cambió el curso de la história”, continúan.
Añadieron que “con frecuencia Colón ha sido falsamente culpado por acciones de aquellos que vinieron después de él y es la víctima de calumnias horrendas sobre su conducta”.
Asimismo, uno de los voceros de Caballeros de Colón, Isaac Cuevas, explicó que “hace más de un siglo, el Ku Klux Klan en Colorado tenía en la mira a los católicos y a los italoestadounidenses. Una de las tácticas del Klan en todo Estados Unidos fue ladenigración de Cristóbal Colón y el intento de supresión de la fiesta en su honor”, señaló.
Afirmó que esta iniciativa “nos lleva de regreso a lo que el Klan esbozó en la década de 1920 con el fin de promover el resentimiento étnico y religioso y marginar e intimidar a las personas con diferentes creencias religiosas y orígenes étnicos”.
Esta no es la primera vez que Salazar promueve un proyecto de ley contra el Día de Colón. En el año 2016 lanzó una iniciativa para reemplazar esta fecha por el Día del Pueblo Indígena, pero fue rechazada en la legislatura estatal.
“Después de hablar con la comunidad de indios americanos y otras comunidades, ellos dijeron: ‘Realmente nunca queríamos un día: esto no es de lo que se trata. Esto se trata de suprimir un feriado del estado sobre un hombre que cometió un genocidio contra nuestro pueblo’”, expresó entonces Salazar al periódico Colorado Statesman.
Bajo la presión de algunos activistas indios norteamericanos y sus aliados, algunas localidades estadounidenses han dejado de celebrar el Día de Colón, mientras que otras han añadido festividades que buscan reconocer a quienes vivían en América antes de su llegada.
Por su parte, Delaney considera que el Día de Colón debe seguir celebrándose.
La figura de Cristóbal Colón ha sido importante para los católicos de Estados Unidos, especialmente para los italoestadounidenses, que vieron en su viaje pionero desde Europa una forma de validar su presencia en un país de mayoría protestante que a veces les era hostil.
Incluso durante el siglo XIX hubo propuestas para llevar adelante la causa de canonización del viajero italiano. En 1892 con ocasión del 400° aniversario del primer viaje de Colón, el Papa León XIII escribió la encíclica “Quarto Abeunte Saeculo” donde se refirió al deseo de Colón de difundir el catolicismo.
En ella el Pontífice también destacó cómo la fe católica de Colón motivó su viaje y lo apoyó en medio de sus fracasos.
Cómo la Providencia llevó a estos ateos a la conversión
Del ateísmo al catolicismo, publicado por EWTN, muestra cómo las vueltas notables del destino condujeron a la gente que abrazaba el catolicismo
Cuando usamos la frase «la Providencia de Dios», ¿nos detenemos a pensar qué significan esas palabras? A pesar de los efectos de la Providencia son a veces tan dramáticos y enormes, la frase pocas veces se pronuncia hoy día. A este respecto, el padre Francis Phillips reflexionó en la misma línea respecto al libro presentado por EWTN y titulado «From Atheism to Catholicism».
En el libro, nueve conversos narran sus historias sobre qué realmente entienden que significa la providencia de Dios, porque, a pesar de haber iniciado su itinerario mantenidos apegados al orgullo, al miedo o la infelicidad, la han experimentado en todas sus manifestaciones inspiradoras y curativas.
Por ejemplo, el P. John Bartunek, un estudiante brillante en Stanford, estaba estudiando las religiones del mundo con un profesor ateo que era de nacimiento y de cultura judío. Bartunek recuerda que estas conversaciones siempre se convirtieron en argumentos sobre «por qué no debería ser cristiano».
Durante una conversación acalorada, el profesor le dijo: «Si tienes que ser religioso, lo cual no deberías serlo - solo hay dos religiones reales en el mundo. El judaísmo, y el catolicismo romano. ¡Y usted no es judío! » Sorprendentemente, comenzó a alabar a la Iglesia como un lugar «donde el misterio auténtico, el culto y la trascendencia eran el centro del escenario».
Esta extraña conversación puso a Bartunek en el camino de la conversión, un viaje a la Iglesia que era también «mi viaje al sacerdocio».
Igual de increíble es el relato de Ronda Chervin, que observa con ironía en su infancia «como ateos políticos de derechas de ascendencia judía, no encajamos con nadie a nuestro alrededor». Como especialista en filosofía en una universidad secular, se sintió desanimada por la atmósfera perversa del escepticismo, por lo que admite «me sentía desesperada. ¿Dónde estaba la verdad? ¿Dónde estaba el amor? ¿Por qué vivir?»
Providencialmente se podría decir que ella conoció a Dietrich von Hildebrand y su círculo. Allí se reunió por primera vez con «laicos católicos brillantes». Un viaje a Europa con estos nuevos amigos católicos, cuya alegría y vitalidad personal eran muy atractivos para este ateísta solitaria, la llevó a la catedral de Chartres. Ella estaba abrumada: «¿Cómo podría ser tan hermosa si no hay verdad en ella?» Se preguntó.
Chervin en realidad identifica todos los «milagros» en las etapas de su viaje de juventud, cuando la persona adecuada, o la oración o incluso el himno, abrió su mente y el corazón a un horizonte un poco más amplio y la empujó suavemente hacia la Iglesia.
El último testigo que el padre Francis selecciona entre los nueve autores es Scott McDermott. Se convirtió en un adicto a la pornografía cuando era un niño, después de haber descubierto la colección pornográfica de su padre, así como «el ateo del pueblo a los doce años». Un estudiante modelo que escondió sus «dioses paganos de la lujuria» bajo una «imagen de moralidad prístina» en Cornell, donde «me dediqué a salir del armario y convertirme en un activo activista gay». Este, él sentía, era un «gran paso hacia la honestidad, porque aunque significaba construir una nueva fachada y alinearse a las modas y requisitos de la cultura gay, ahora podría sacar a mi dios de la lujuria de su santuario privado y adorarlo abiertamente».
Un severo ataque de pánico finalmente llevó a McDermott a buscar «la idea de la verdad absoluta» y a leer autores como Evelyn Waugh y Flannery O'Connor. La compra casual de un rosario, él cree, fue el «verdadero comienzo de mi despertar espiritual».Él ha sido católico desde 1992 y «por la gracia de Dios, he estado célibe durante veinticuatro años». Con la ayuda continua de un grupo de 12 pasos, ahora acepta que Cristo quien “tomó sobre sí todas las condiciones pecaminosas y todas las tinieblas” puede ser encontrado «incluso a través del sufrimiento indeseado de la atracción por el mismo sexo». El amor y la misericordia de Dios, admite, le ayudan en lo que él describe como su «incómoda peregrinación por el mundo».