Quien pierda su vida, la salvará
- 17 Noviembre 2017
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Evangelio según San Lucas 17,26-37.
Jesús dijo a sus discípulos:
"En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé.
La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos.
Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía.
Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos.
Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre.
En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acuérdense de la mujer de Lot.
El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará.
Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada".
Entonces le preguntaron: «¿Dónde sucederá esto, Señor?»
Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres".
San Gregorio de Tours, obispo
En Tours, de Neustria, san Gregorio, obispo, sucesor de san Eufronio, que escribió en lenguaje claro y sencillo la historia de los francos.
El más conocido de los obispos de la antigua diócesis de Tours, después de san Martín, fue Jorge Florencio, quien más tarde tomó el nombre de Gregorio. Nació el año 538, en Clermont-Ferrand. Pertenecía a una distinguida familia de Auvernia, pues era biznieto de san Gregorio de Langres y sobrino de san Galo de Clermont, a cuyo cuidado se le confió cuando quedó huérfano de padre. Galo murió cuando Gregorio tenía diecisiete años. El joven salió con bien de una peligrosa enfermedad y decidió consagrarse al servicio de Dios. Desde entonces, empezó a estudiar la Sagrada Escritura bajo la dirección de san Avito I, en Clermont, donde recibió la ordenación sacerdotal. El año 573, por deseo del rey Sigeberto I y de todo el pueblo de Tours, fue elegido para suceder en el gobierno de la sede a san Eufronio.
Era aquella una época muy turbulenta en toda la Galia y particularmente en Tours. Al cabo de tres años de guerra, a partir de la elección de san Gregorio, la ciudad cayó en manos del rey Chilperico, quien no tenía ninguna simpatía por el obispo, de manera que éste debió enfrentarse a un enemigo poderoso. En abierta oposición al mandato de la madrastra de Meroveo, el hijo de Chilperico, san Gregorio le dio asilo en el santuario y, además, tuvo el valor de apoyar a san Pretextato de Rouen, a quien Chilperico convocó a juicio por haber bendecido el matrimonio de Meroveo con Brunilda, su tía política. Poco después, Gregorio intervino en la confiscación de las tierras del condado de Tours, que estaban en posesión de un hombre indigno llamado Leudastio. Éste le acusó de deslealtad política ante el rey, y de haber calumniado a la reina Fredegunda. San Gregorio compareció ante un concilio, pero la sinceridad con que juró que era inocente y la dignidad de su conducta, movieron a los obispos a ponerle en libertad y a castigar a Leudastio por su falso testimonio. Chilperico, como tantos otros monarcas de su tiempo, se creía teólogo. En este punto, san Gregorio tuvo también conflictos con él, porque no podía disimular que Chilperico era un mal teólogo y que la forma como expresaba sus ideas era aún peor. Chilperico murió el año 584. Tours cayó primero en manos de Guntramo de Borgoña y después en las de Childeberto II; ambos soberanos trataron amistosamente a Gregorio, quien pudo dedicarse tranquilamente a escribir y a administrar su diócesis.
Bajo el gobierno de san Gregorio, la fe y las buenas obras aumentaron en Tours. El santo reconstruyó su catedral, así como otras iglesias, y supo atraer a la fe y a la unidad a muchos herejes, a pesar de que no era un gran teólogo. San Odón de Cluny alaba su humildad, su celo por la religión y su caridad para con todos, especialmente para con sus enemigos. Se le atribuyeron en vida varios milagros, que él atribuía a su vez a la intercesión de san Martín y otros santos, cuyas reliquias llevaba siempre consigo.
Aunque san Gregorio fue uno de los obispos merovingios más activos, actualmente se le recuerda sobre todo como historiador y hagiógrafo. Su «Historia de los francos» es una de las fuentes principales de la historia primitiva de la monarquía francesa, que nos proporciona muchos datos sobre su autor. Menos valiosas desde el punto de vista histórico son otras obras suyas, como los tratados «Sobre la gloria de los mártires» y sobre otros santos, «Sobre la gloria de los confesores» y «Sobre las vidas de las Padres». Según la costumbre de su tiempo, el santo narra en extenso los milagros y otros hechos maravillosos y, sólo de vez en cuando, deja ver su espíritu crítico. En este sentido, el juicio de Alban Butler es muy moderado: «En sus nutridas colecciones de milagros, dice Butler, parece dar crédito a las leyendas populares con demasiada frecuencia».
san Gregorio (Migne, PL., vol. LXXI, cc. 115-128), pero data del siglo X y tiene poco valor por sí misma. Se ha escrito mucho sobre Gregorio de Tours, pero menos desde el punto de vista hagiográfico que del literario. Una de las obras más notables en este aspecto, es la de G. Kurth, Histoire poétique des Mérovíngiens (1893). Véase también Etudes Franques (1919) del mismo autor; Delehaye, Les Recueils des Miracles des Suints, en Analecta Bollandiana, vol. XLIII (1925), pp. 305-325. La mejor edición de las obras de Gregorio es la de Krusch y Levison, en Monumenta Germaniae Historica, Scriptores Merov, vol. I, pte. I (1937-51). Hay un interesante artículo de Harman Grisewood en Saints and Ourselves (1953), pp. 25-40. Puede leerse sobre san Gregorio, una breve introducción a su vida y una reseña de sus obras, incluyendo la mención de las dudosas, con bibliografía reciiente, en la Patrología de Quasten-Di Berardino, tomo IV, BAC, 2000, pág. 381-392.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa Diario, § 1230
«Quien pierda su vida, la salvará»
Oh día eterno, día deseado,
te espero con anhelo e impaciencia,
ya dentro de poco el amor soltará el velo,
y tú te volverás mi salvación.
Oh día espléndido, momento incomparable,
en que veré por primera vez a mi Dios,
Esposo de mi alma y Señor de los señores,
siento que el temor no abrazará mi alma.
Oh día solemnísimo, día resplandeciente,
en que el alma conocerá a Dios en su poder,
y se sumergirá entera en nuestro amor,
y conocerá que han pasado las miserias del destierro.
Oh día feliz, día bendito,
en que mi corazón se incendiará de amor eterno hacia Ti,
porque ya ahora Te siento, aunque a través del velo,
tú, Oh Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis y encanto.
Oh día que espero durante toda mi vida.
Y te espero a Ti, oh Dios,
ya que deseo solamente a Ti,
sólo Tú estas en mi corazón y lo demás es nada.
Oh día de delicias, de eternas dulzuras,
Oh Dios de gran Majestad, Esposo mío,
Tú sabes que nadie satisface el corazón de una virgen,
apoyo mi sien sobre tu dulce Corazón.
Santo Evangelio según San Lucas 17, 26-37. Viernes XXXII del tiempo ordinario.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, que mi corazón no se vaya detrás de falsos amores sino que, experimentando tu gran AMOR, viva siempre en Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y construían. ¿Está mal comer, beber, comprar, etc.? No. Entonces, si no está mal, ¿por qué recibieron el castigo?
Ellos se dedicaron a quitar de su corazón a Dios, se habían hecho dioses en sus vidas. Las necesidades de los hombres se volvieron más importantes que Dios. "Se fue detrás de sus amantes, olvidándose de mí" (Os. 2,15), se dejaron llevar por las cosas pasajeras. Amaron más a las creaturas que al creador. Ellos mismos fueron sus destructores. Fueron perdiendo poco a poco el amor, pues no tenían a Dios. No quisieron experimentar el amor de Dios en sus vidas para poder, después, amar sin límites. No se dejaron amar para poder amar.
El hombre siempre está en busca de amor, y no se cansa de buscarlo hasta que lo encuentra; pero muchas veces busca en el lugar equivocado. Cuando se experimenta el amor de Dios, el amor verdadero, lo único que uno puede hacer y quiere hacer, es corresponder con amor. Amor como el que ha recibido, pues el amor con amor se paga. No hay que dejar que nuestra vida se quede sin amor, que nuestro corazón deje de latir.
¿Por qué muchas veces me voy detrás de falsos amores, olvidándome del verdadero AMOR? ¿Cuáles son esos falsos amores que tengo en mi vida? ¿He experimentado el amor de Dios?
No retroceder, no mirar hacia atrás, presenta el ejemplo de la mujer de Lot. También el autor de la Carta a los Hebreos recoge este consejo y dice: "Nosotros -los creyentes- no somos gente que retrocede, sino gente que siempre va hacia adelante". Seguir siempre adelante por este camino, contemplando las bellezas, y con los hábitos que todos tenemos, pero sin divinizarlos porque acabarán. Así, pues, que sean estas pequeñas bellezas, que reflejan la gran belleza, nuestros hábitos para sobrevivir en el canto eterno, en la contemplación de la gloria de Dios.
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En un breve examen de conciencia revisaré si tengo algunos falsos amores que me impidan amar a Dios sobre todas las cosas y trataré de corregirme.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino! Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad
ACTO DE CONTRICIÓN. Dios mío y Padre mío, que sois infinitamente bueno, os amo con todo mi corazón, y por lo mucho que os amo, me pesa de haberos ofendido.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS. Omnipotente y sempiterno Dios, que quisisteis restaurar en vuestro querido Hijo, Rey del Universo, todas las cosas, concédenos que todas las familias de las Gentes disgregadas por la herida del pecado se sometan a su suavísimo imperio. Que con Vos y el Espíritu Santo vive y reina Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar la oración del día de la Novena que corresponda.
DÍA PRIMERO
"¿A quién buscáis?-¿A Jesús Nazareno? Yo soy". Señor y Rey nuestro: siempre dejas que te descubra tu amor, aun cuando tus criaturas tan amadas por Ti, te busquen para martirizarte.
Sabiendo que Tú eres Jesús Nazareno, te buscamos hoy de nuevo para prenderte otra vez, mas no con cadenas y cuerdas, sino con nuestras miserias y nuestros amores, pues sabemos es lo que más ata y sujeta tu misericordioso y amante Corazón, y así preso por amor, conducirte en triunfo al trono que te han formado los corazones amantes, para que empieces tu reinado de misericordia y amor en la tierra. Amén.
Obsequio. Cumplir con fidelidad mis obligaciones por ser lazos de amor que me unen con Jesús.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Eterno Padre, derrama tus misericordias sobre toda la tierra, reino de tu Hijo Jesús. Amén.
¡Oh Cristo Rey!, establece tu paz en tu reino. Amén.
Espíritu Santo, abrasa al mundo en tu purísima y ardiente amor. Amén.
Madre querida, une cada vez más y más a tu Hijo Divino, todo misericordia, con tus hijos, todo miseria. Amén.
San José, enséñanos a amar a Jesús y a María. Amén.
DÍA SEGUNDO
"Cristo, adivina quién te ha herido". ¡Oh Jesús amante y bueno!, aquella noche triste de tu Pasión tus ojos divinos veían a través de los siglos todos nuestros pecados y olvidos que tan dolorosamente herían tu divino Corazón, tanto, que para que tu pureza no te hiciese huir de nosotros, no tus verdugos, sino el amor vendó tus ojos, a fin de que no vieses más que almas que se perdían si Tú las dejabas.
Haz que esas almas a las que tu sangre y tus lágrimas han lavado y purificado lleguen a amarte con tanto entusiasmo, que se cierren sus ojos a todo lo que no seas Tú, Rey de sus amores.
Haz, Señor, que los hombres te conozcan y te amen. Amén.
Obsequio. Cerrar los ojos a todo lo que no sea Jesús.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA TERCERO
"Luego Tú eres Rey? - Bien dices: Yo soy Rey.-Yo he venido al mundo para dar testimonio de la verdad.-¿Y qué es la verdad?". Dios Nuestro Señor es la verdad por esencia, y es verdad encantadora, es verdad que entusiasma el corazón; que este Dios Omnipotente se hizo hombre por mí, y me amó entre desprecios, entre burlas, entre toda clase de sufrimientos, y no por ser necesario para salvarme, pues unas gotas de su sangre bastaban para eso, sino por ser necesario al amor grande e infinito que ardía en su Corazón por las almas.
Señor, y Rey nuestro: enséñanos a amar como Tú, sin retroceder ante el sacrificio y el dolor, pues queremos sufrir y amar, para que ni un solo corazón deje de amarte; hazlos todos tuyos.-Amén.
Obsequio. Abrasarme con lo que me haga sufrir.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA CUARTO
"Desprecióle Herodes con todo su ejército y vistiéndole una ropa blanca, se burló y le remitió a Pilatos.". ¡Oh Jesús divino Rey nuestro!, cuán grande ha de ser nuestro amor hacia Ti, que por el nuestro quisiste ser burlado y tenido por loco, y en verdad, Jesús mío, locura de amor parece, el que la grandeza de Dios se encierre en el cuerpecillo de un Niño, que el poder de Dios esté sujeto con clavos, que este mismo Dios y Hombre se esconda en una pequeña Hostia, y enamorado venga buscando la intimidad de nuestros corazones, para tener en ellos sus delicias; Jesús amante y bueno, que el fuego de tu amor nos convierta también en pequeñas hostias, que escondidas en tu Corazón se pierdan a todas las miradas, para que Tú seas conocido y amado.
Obsequio. Huir de todo lo que me pueda hacer apreciar.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA QUINTO
"Vamos a coronarle de Rey.-Salve, Rey de los judíos, y escupiéndole le tomaban su cofia y le herían su cabeza y le daban bofetadas." ¿Qué pensabas Jesús mío en aquella triste prisión? ¿Qué deseabas cuando eras coronado de espinas, cuando eras maltratado? Sólo dos cosas, ¡oh sabiduría y amor infinitos!: que tu Eterno Padre fuese glorificado, que las almas se salvasen; ¿y podremos pensar las almas en otra cosa que en Ti? ¿Podrán nuestros corazones desear otra cosa que el que se repitan por amor aquellas palabras «Salve Rey», pero no sólo de los judíos, sino de todas las naciones de la tierra conquistadas con tus sufrimientos y tu muerte? Que el grito «¡Vamos a coronarle por Rey! » resuene por amor en toda la tierra, ¡oh Dios mío!. Amén.
Obsequio. Apartar mi pensamiento lo que no sea Dios.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEXTO
"Ecce Homo .-He aquí a vuestro Rey." ¡Oh divino Jesús!, cómo te presentan por Rey, coronada de espinas tu cabeza, tu cuerpo cubierto de heridas, llenos de lágrimas tus ojos; pero era preciso que ésa fuese tu presentación, pues no sólo eres nuestro Rey, sino nuestro modelo, y nunca mejor que entonces podías decir: "Aprended de Mi que soy manso y humilde de corazón.". Caigan, Señor, en presencia de tanta grandeza, de tanta humildad, de tanto amor, todos los idolillos que queden en nuestros corazones. Déjanos recoger tu sangre y tus lágrimas, para que derramándolas sobre los corazones de todas las criaturas seamos de nuevo purificados y envueltos en el amor. Amén.
Obsequio. Procurar con empeño la humildad.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SÉPTIMO
"Señor, acuérdate de mí cuando vengas a tu reino.-En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso." Quisiéramos, Señor, presentarte en el día de tu fiesta los corazones de todos los hombres rendidos a tu amor; pero mira, Rey nuestro, cuántos millones de ellos están envueltos en las tinieblas de la muerte y del pecado y no te conocen; por ellos te pedimos nosotros que tenemos la dicha de conocer tu Corazón, todo misericordia. "Señor, acuérdate de estos desgraciados cuando estés en tu Reino", haznos, Señor, oir: "pronto, muy pronto estarán conmigo en el paraíso". Amén.
Obsequio. Actos de fe, esperanza y caridad.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA OCTAVO
"Mujer, he ahí tu hijo." "He ahí tu Madre." Mas uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y salió de él sangre y agua. ¡La Madre de nuestro Dios es nuestra Madre querida! ¡Qué felicidad y qué confianza! El Corazón de nuestro Dios es nuestro Cielo, nuestro tesoro. Madre bendita, queremos amarte como te amaba Jesús, y a El, como Tú le amabas; enséñanos las delicadezas del amor, la felicidad de la vida de unión, de unión íntima, confiada, amorosa; haznos chiquitos, muy chiquitos, para poder entrar y perdernos en el Corazón de Jesús, sin tener más móvil ni deseo que amaros y haceros amar. Amén.
Obsequio.-Consagrarme de todo corazón a la Santísima Virgen.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA NOVENO
"Jesús Nazareno, Rey de los judíos." "Regnavit a ligno Deus" "Y al nombre de Jesús doblarán la rodilla en el Cielo, en la tierra y en los infiernos." ¡Oh Rey divino!, al presentarte en este día bendito nuestras adoraciones, te ofrecemos cuanto somos, tenemos y deseamos; no nos detiene nuestra miseria, pues eres todo misericordia; confiamos conseguir todas nuestras peticiones, pues eres todo amor y el amor atiende siempre, y te lo pedimos en unión de nuestra Reina y Madre Inmaculada y de los ángeles custodios de todas las almas.
¡Señor!, arroja de tu reino a los demonios y a todos tus enemigos y concede a la Iglesia una era de paz. Lleva a Ti en este día a las almas del Purgatorio, un perdón general a todos los pecadores y poniendo luz en sus inteligencias y amor en sus corazones, prueba una vez más que es más grande tu misericordia que nuestra malicia y miseria.
Llena de amor y pureza a los sacerdotes, a los niños y a las almas a Ti consagradas, formando de ellas esas legiones de almas puras, humildes y amantes que Tú deseas: almas pequeñitas que como granos de trigo, formen todas en una perfecta unión de intenciones y corazones con la Víctima divina del Calvario y del altar una Hostia que aplaque al Cielo por los pecados de la tierra y haga descender sobre ella perdón y misericordia para los desgraciados pobres pecadores, de esas almas que quieres sean las delicias de tu Corazón en la tierra y tu corte de amor en el Cielo.
Obsequio. Abandonarme en el Corazón de Dios.
Uniendo mi corazón al Corazón de Cristo Rey y mis intenciones a las suyas, rezaré: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Ésta y muchas oraciones las encontrarán en
Isabel de Hungría, Santa
Memoria Litúrgica, 17 de noviembre
Viuda
Martirologio Romano: Memoria de santa Isabel de Hungría, que siendo casi niña se casó con Luis, landgrave de Turingia, a quien dio tres hijos, y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la meditación de las cosas celestiales, se retiró a Marburgo, en la actual Alemania, en un hospital que ella misma había fundado, donde, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad († 1231).
Breve Biografía
A los cuatro años había sido prometida en matrimonio, se casó a los catorce, fue madre a los quince y enviudó a los veinte. Isabel, princesa de Hungría y duquesa de Turingia, concluyó su vida terrena a los 24 años de edad, el I de noviembre de 1231. Cuatro años después el Papa Gregorio IX la elevaba a los altares. Vistas así, a vuelo de pájaro, las etapas de su vida parecen una fábula, pero si miramos más allá, descubrimos en esta santa las auténticas maravillas de la gracia y de las virtudes.
Su padre, el rey Andrés II de Hungría, primo del emperador de Alemania, la había prometido por esposa a Luis, hijo de los duques de Turingia, cuando sólo tenia 11 años. A pesar de que el matrimonio fue arreglado por los padres, fue un matrimonio vivido en el amor y una feliz conjunción entre la ascética cristiana y la felicidad humana, entre la diadema real y la aureola de santidad.
La joven duquesa, con su austeridad característica, despertando el enojo de la suegra y de la cuñada al no querer acudir a la Iglesia adornada con los preciosos collares de su rango: “¿Cómo podría—dijo cándidamente—llevar una corona tan preciosa ante un Rey coronado de espinas?”. Sólo su esposo, tiernamente enamorado de ella, quiso demostrarse digno de una criatura tan bella en el rostro y en el alma y tomó por lema en su escudo, tres palabras que expresaron de modo concreto el programa de su vida pública: “Piedad, Pureza, Justicia”.
Juntos crecieron en la recíproca donación, animados y apoyados por la convicción de que su amor y la felicidad que resultaba de él eran un don sacramental: “Si yo amo tanto a una criatura mortal—le confiaba la joven duquesa a una de sus sirvientes y amiga—, ¿cómo debería amar al Señor inmortal, dueño de mi alma?”.
A los quince años Isabel tuvo a su primogénito, a los 17 una niña y a los 20 otra niña, cuando apenas hacía tres semanas había perdido a su esposo, muerto en una cruzada a la que se había unido con entusiasmo juvenil. Cuando quedó viuda, estallaron las animosidades reprimidas de sus cuñados que no soportaban su generosidad para con los pobres. Privada también de sus hijos, fue expulsada del castillo de Wartemburg. A partir de entonces pudo vivir totalmente el ideal franciscano de pobreza en la Tercera Orden, para dedicarse, en total obediencia a las directrices de un rígido e intransigente confesor, a las actividades asistenciales hasta su muerte, en 1231.
Sus posturas son de divinidades hindúes y pueden infestarnos
Que sacerdotes y laicos se abran al Espíritu Santo para acoger y vivir sus dones y carismas, que traen sanación y liberación, es una prioridad del sacerdote Ghislain Roy. La influencia del demonio en nuestro mundo desde la Nueva Era, los ídolos, determinada música y mucho de lo que vemos son parte de los temas que aborda en esta entrevista.
Este sacerdote canadiense que predica retiros de liberación a laicos y sacerdotes por el mundo, discípulo del también sacerdote Emiliano Tardiff, es directo y desafiante en el diálogo. Su mensaje es claro. Este hombre de Dios advierte que… quien no está con Cristo, desparrama y así, por ignorancia o en conciencia, colabora con el demonio.
- Padre Ghislain, usted conoció mucho al sacerdote Emiliano Tardiff, ¿Cómo es que usted empezó a ejercer el ministerio de sanación y liberación luego de conocerlo?
- El padre Emiliano Tardiff fue sanado de una tuberculosis y después de esta experiencia, él se abre a la Renovación Carismática. Estuve con este sacerdote en varios de sus retiros y asistí a su funeral en República Dominicana. Fueron momentos fuertes e importantes porque ver a alguien que ejerce los dones y carismas nos hace querer tenerlos. En su funeral, en fe, simplemente le dije: “Padre Emiliano, si tiene algún don que me quiere dejar, lo acojo”. Así fue como poco a poco, empecé a ejercer este ministerio de sanación y liberación. Ya lo hacía antes, pero comencé poco a poco. El carisma se desarrolla cuando se le ejerce. Luego empecé a ir a España, Italia, Costa Rica y ahora a Chile a predicar retiros.
- ¿Por qué no hay más padres Tardiff hoy en día?
- Porque no hay bastantes sacerdotes que deseen tener esos carismas. Se piensa que están reservados para los carismáticos, sin embargo todo presbítero puede serlo. El Señor quiere regalar los carismas a sus sacerdotes para las necesidades de la Iglesia como en los retiros que estamos haciendo para ellos en Chile. La forma en que se organizan, permiten que los sacerdotes oren unos por los otros. Es al practicar, que uno desarrolla ese gusto. En el momento de la adoración al Santísimo, todos los religiosos fueron visitados por el Señor en sus necesidades de sanación física. Cuando se le toca el corazón a un sacerdote, éste se da cuenta de que Jesús puede ir a tocar a otras personas, entonces empieza a pedir al Señor los carismas, a ejercerlos e imponer manos. Muchos presbíteros vinieron para que les impusieran las manos ypidieron el carisma de liberación. El deseo de tener esos carismas viene cuando se ve a otros sacerdotes ejercerlos.
- ¿No es entonces por falta de fe?
- Tiene que estar el deseo del carisma, de imponer manos. Hace veintiocho años que soy sacerdote y desde entonces que voy a encuentros entre presbíteros. Siempre nos preguntamos qué debemos hacer para evangelizar y les digo que necesitamos empezar a realizar lo que hace Jesús. En el Evangelio de San Marcos 16, 16-18 el Señor dice que a quienes hayan creído en su nombre, entre otros, los acompañarán estos signos: expulsarán espíritus malignos y sanarán a los enfermos. Si empiezas a hacer lo que hace Jesús, ya no tendrás que preguntarte cómo evangelizar; la gente vendrá en abundancia y ni siquiera tendrás que ir hacia las personas, serán éstas las que vendrán buscando sanación. Porque cuando la Iglesia ya no ofrece la sanación, la gente se va hacia la Nueva Era buscando sanarse.
- Por el bautismo somos sacerdotes profetas y reyes, ¿Estamos todos llamados a obrar esos prodigios que dice el Señor en San Marcos? Porque Jesús dice que a quienes creen los acompañarán esos signos…
- Sí, no está reservado sólo a los sacerdotes porque el Señor añade que quienes hayan creído los acompañarán esos signos. Sin embargo, los sacerdotes están llamados en primer lugar, para dar ese ejemplo.
- Padre Ghislain, vivimos en un mundo donde hay mucha confusión. ¿Cómo discernir lo malo que a veces se presenta como bueno? ¿Cómo prevenir para no abrir las puertas al demonio?
- Lo primero es la oración, luego informarse sobre todo los temas de ocultismo en el mundo: yoga, reiki, prácticas orientales, etc. Cuando oramos debemos estar a la escucha del Espíritu Santo en nuestro corazón. Cuando algo no es de Dios, nos atormenta por dentro y si nos da cierta paz, no es duradera. El discernimiento viene de la Palabra de Dios, de la oración y de un buen director espiritual que esté capacitado, porque también hay sacerdotes que están en la confusión: practican yoga, usan piedras energéticas o Flores de Bach, e incluso algunos creen en la reencarnación.
- ¿Por qué el demonio está presente en las prácticas de la Nueva Era? ¿Y cuáles son más peligrosas que otras?
- A menudo las prácticas orientales se vuelven hacia divinidades e ídolos. Cada vez hay más personas que invaden sus casas con budas, máscaras africanas, ídolos, divinidades hindúes. En el 2006 fui a la India con un grupo católico, después de quince días me sentía tan oprimido que -aunque el viaje era por 3 semanas- me volví antes. Todas estas prácticas se vuelven hacia divinidades, como en el caso del yoga. No existe el yoga cristiano, como un modo de relajarse sólo físicamente. Las posturas del yoga, son de divinidades hindúes y… abren la posibilidad de infestarnos con lo oculto.
Como decía el padre José María Verlinde que estuvo veinte años en la India, si dices a un hindú que haces Yoga para relajarte -sin incluir la religión-, él se va a mofar de ti porque sabe que en la práctica del Yoga, a través de las posturas adoptadas, está la práctica de la religión. Se necesita discernimiento.
Por ejemplo, en la acupuntura no se trata sólo de recibir unas agujas, hay que ver quién te las pone. ¿Esa persona hace prácticas ocultas? Si ve los médiums y después practica la acupuntura, transmite lo oculto a través de los dedos. Lo mismo sucede con el reiki, una práctica oriental donde se trata de utilizar la energía cósmica. Algunos se vuelven médiums del reiki y manipulan la energía como forma de sanación; perodetrás de esa energía se esconde nuevamente lo oculto, porque de la manera en que se practica el reiki, se abren las puertas al demonio. En un congreso de exorcistas, realizado en Roma el año antepasado, dos personas dieron testimonio que habían sido liberadas del demonio del reiki.
- ¿Qué son los chacras?
- Los adeptos plantean que son siete puntos de energía en el cuerpo. Lo importante es no hacer prácticas orientales porque muchas se vuelcan a ídolos y divinidades. Un médico español que había estado en los templos hindúes se dejó marcar con signos por sacerdotes hindúes. En uno de mis retiros tuvo una manifestación y aunque ha tenido varios exorcismos, aún está poseído por el diablo. No sólo nos volvemos entonces hacia una estatua de piedra; detrás de esos ídolos y divinidades se esconden los demonios. Lo mismo sucede con la Tabla Ouija que es el nombre de un demonio al que se invoca; sin embargo la gente generalmente no lo sabe. Un sacerdote tuvo que ir a bendecir una casa donde se jugaba con la Tabla Ouija, ya que ahí había todo tipo de manifestaciones diabólicas.
- ¿Qué diría a una persona que tiene un buda en su casa sólo como decoración?
- Que lo saque rápidamente de su casa. ¡Cómo podemos ser cristianos y acoger ídolos en nuestras casas! Nuestra fe está en Cristo Jesús. Aunque veamos al buda como una simple decoración, en cuanto tenemos en nuestra posesión uno de esos objetos, de alguna manera estamos diciendo que creemos en ellos. Detrás de cada ídolo se esconde un demonio, si acoges a un buda puede ser que ese objeto esté infestado. Se pierde la paz del hogar, se duerme mal, las parejas se pelean o los niños ya no se sienten cómodos en casa porque la llenamos con ídolos y divinidades.
- ¿Qué pasa con objetos antiguos o que son de origen animista?
- Hay que coger esos objetos, meterlos dentro de una bolsa de plástico, sacarlos de la casa y observar luego cómo es el clima dentro de la casa. Cuando estuve en Montreal a principios del año antepasado, fui a ver a un matrimonio que hacía reiki, tenía libros sobre éste, máscaras africanas, etc. Cogimos todos los objetos dudosos que había, los pusimos en una bolsa y los sacamos de la casa. La pareja, que venía conmigo, comentó acerca de la diferencia de clima que había en la casa, se sentía más paz. No debemos dejar entrar en nuestras casas cualquier cosa. En la Palabra de Dios, cuando san Pablo evangeliza, invita a las personas a echar fuera los ídolos y todo lo que pertenece a éstos, para que acojamos sólo a Jesús. En la Escritura dice que el Creador es un Dios celoso y si decimos que pertenecemos a Jesús, debemos mantener nuestra casa limpia de idolatría y divinidades.
- ¿Qué influencia puede tener el demonio en la música?
- En los años 80 muchos grupos de música como Kiss, Rolling Stones, Led Zeppelín, etc. se consagraron al diablo. Kiss significa king in service satan, rey al servicio de Satanás. En aquel momento se hablaba de la música subliminal: al poner los discos duros al revés, se oía “amo a Satanás, me entrego a Satanás”, etc. Eso ya no existe hoy, ahora en la música explícitamente te llaman a la violencia, a volverte hacia el demonio, a rebelarte contra los padres y también a suicidarse.
Otro ejemplo es Lady Gaga, ella consiguió el poder y la fama en muy poco tiempo, ¿Cómo lo consiguió de esta manera? Podemos pensar que ella se abrió a lo oculto. Hizo una canción que se llama Judas y en ésta es al demonio Judas al que se invoca. La letra de la canción dice que si tuviese al apóstol Judas delante de ella, le lavaría los pies y se los secaría con el cabello. Una de mis sobrinas escuchaba esta canción y se convirtió en una obsesión: repetía Judas, Judas, Judas; no era capaz de liberarse de esta invocación. Fue necesario orar especialmente para que el Señor la liberara de esta obsesión. Esto nos hace ver que hay mucha música que está infestada de forma diabólica: los jóvenes cambian de comportamiento, se rebelan contra los padres, contra la fe y contra todos los valores.
En uno de sus mensajes la Virgen dice que en general, los jóvenes están muy infestados a causa de la música satánica que oyen, porque muchos de los grupos se han vendido al diablo por la gloria en este mundo.
- ¿Qué sucede con lo que vemos: televisión, películas, pornografía, etcétera?
- A través de las películas de horror y de magia, de los programas de televisión de espiritismo y astrología, los demonios entran por los ojos de quienes los ven para atarles interiormente. En la pornografía sucede exactamente lo mismo: entran los demonios de impureza y atan por dentro a la persona que después no se puede liberar de la pornografía. Tenemos que cuidar nuestros ojos, estando vigilantes de lo que vemos.
- ¿Y las películas de Harry Potter?
- Me obligué a ver las películas de Harry Potter para entrar en un discernimiento, porque son los niños quienes las ven. Harry Potter usa la magia blanca para hacer el bien, lo que no puede ser. No podemos usar al diablo que está en la base de las prácticas ocultas para hacer el bien.
En Canadá hemos quitado la religión de los colegios y ahora se ofrecen cursos de magia como los de Harry Potter. Estas películas han desarrollado el querer practicar magia. En una de mis parroquias, después de ver una de esas películas, algunos jóvenes se fueron a un cementerio para tratar de buscar el cráneo de una persona: habían oído que reducirlo a polvo y mezclarlo con algo les podía dar un cierto poder. Estas películas tuvieron como meta potenciar el ocultismo para que los jóvenes quisieran practicar la magia. El Catecismo de la Iglesia Católica dice que ninguna magia es buena: la negra y la blanca son igual de malas.
Si la gente ora, tiene amor a Jesús y busca el bien, el Espíritu Santo la inspira para alejarse de todo lo oculto. Las personas (vinculadas a lo oculto) quedan atormentadas, tienen angustia y se les quita la paz. Si aprendiesen a estar a la escucha del Espíritu Santo rechazarían esas cosas, pero muy a menudo lo que hacen es razonar: “debo de estar cansado, hoy no me siento bien”.
Hoy la gente se echa en las manos de cualquiera sin preguntarse jamás quién es esta persona, qué es lo que hace, cómo vive. Después por esta falta de prudencia, no es de extrañar que haya mucha gente infestada.
- ¿De qué manera actúa el demonio en una persona?
- Actúa de 4 formas principalmente:
- Posesión diabólica, donde la persona está poseída por el enemigo. ¿Por qué está así? Puede ser por: maleficio; o sus padres la consagraron a Satanás cuando nació; se entregó a él; o tuvo practicas ocultas no confesadas, que dejaron puertas abiertas al demonio.
- Vejación diabólica: Si la persona se enferma sin razón, de una manera misteriosa y sin explicación de la medicina, puede ser una señal de vejación; también cuando se tienen accidentes repetidos o cuando a nivel económico hay cosas que te impiden continuamente salir adelante. Se toma en cuenta la posibilidad de la vejación cuando son situaciones que se repiten. En las Sagradas Escrituras, Job tuvo una vejación diabólica que le tocó su persona, familia y bienes.
- 3.Obsesión diabólica: La persona puede estar obsesa con cosas impuras, con pensamientos negativos o de blasfemia de los que no se puede liberar. Aquí el demonio actúa sobre el pensamiento porque la persona ha abierto puertas.
- Infestación: En las casas y otros lugares hay ruidos, manifestaciones extrañas o no hay paz.
- ¿Qué diría a las personas que no creen en la existencia del demonio?
- Quienes tienen dificultad para creer en el demonio, también la tienen para creer en Dios. Si tu fe es verdadera te lleva a creer lo que hay en el Evangelio, Jesús vino para salvarnos del demonio. En el momento del bautismo y de la confirmación renunciamos a Satanás, que es el autor del pecado y del mal. Si no se cree en la existencia de éste, ¿para qué ha venido Jesús a salvarnos?
-¿Cómo podemos los cristianos mantener las puertas cerradas?
- Con la oración, el rosario, la eucaristía, la adoración eucarística, el sacramento del perdón regular y también con el ayuno porque hay demonios que sólo se expulsan con el ayuno.
- ¿Qué diría a quien sin saberlo ya abrió las puertas al enemigo y se infestó?
- Que además de las recomendaciones anteriores, utilice los sacramentales: sal, agua y aceite exorcizado; que lleve el rosario, porque lo dice la Virgen, y la medalla de san Benito exorcizada. A veces también es aconsejable beber agua exorcizada. Con estos medios, cuando se está en un caminar verdadero de fe, en general la persona se libera. También podría ser necesario que pida un ministerio de liberación hecho por un sacerdote, pero no todos los sacerdotes lo hacen porque hay algunos que tampoco creen en la existencia del demonio.
- ¿Padre Ghislain cree que hoy existe más presencia del demonio e infestación que hace 50 años?
- Voy a diferentes países y me doy cuenta de que cada vez más, el mundo está infestado, a causa de la disminución de la fe que es global. Estamos en la apostasía, no hay que olvidar esto. Cada vez los países y los gobiernos rechazarán más a Dios y todos los símbolos religiosos. Jesús se queda sólo donde es acogido y cuando la gente lo rechaza, él se retira. ¿Y cuándo Jesús se retira, quién toma su lugar?
- ¿Cómo no caer en un estado de pánico que ve al demonio en todas partes?
- Desde hace años que no se hablaba del demonio y ahora de pronto, empezamos a oír acerca de él y aunque sea un poco, parece que ya es demasiado. El Papa Pablo VI dijo en noviembre del 1977, que el primer combate de la Iglesia es aprender a defenderse del demonio. La formación que recibimos en teología en los seminarios tiene una laguna; los jóvenes sacerdotes no están formados para este combate: tienen miedo, no saben cómo reaccionar o también niegan la existencia del demonio que es dogma de fe.
- ¿Algo más que le gustaría agregar?
- A pesar de todo lo que podamos ver, es Jesús quien tiene la última palabra porque ya ha vencido. No hay motivo para temer porque el espíritu que tenemos no es de miedo. Satanás quiere mantenernos en el miedo y cuando ya nos ha atado a través de éste, puede estar tranquilo porque ya no somos peligrosos para él.
En los retiros hablo acerca de lo oculto, pero al mismo tiempo hablo mucho de la adoración a Dios, de la sanación interior, de las heridas desde el seno materno hasta hoy. En Quebec, hay casas de sanación interior llamadas Cristoterapia o Agapeterapia -con experiencias que duran cinco días- y están siempre llenas. Ahí la gente es sanada y liberada por el Señor.
ES MORALMENTE LÍCITO RENUNCIAR A LA APLICACIÓN DE MEDIOS TERAPÉUTICOS O SUSPENDERLOS”
El Papa vuelve a denunciar el encarnizamiento terapéutico y defiende la medicina paliativa
“Si de la enfermedad no se puede garantizar la curación, debemos cuidar sin ensañarnos inútilmente contra la muerte”
Francisco, con los enfermos
El imperativo categórico es el de no abandonar jamás al enfermo
(J. Bastante/RV).- No al encarnizamiento terapéutico, sí a los cuidados paliativos. Estas son las claves de la carta que el Papa Francisco ha enviado al presidente de la Academia Pontificia, Vicenzo Paglia, con motivo del Encuentro Regional de la Asociación Médica Mundial, que se celebra hoy y mañana en el Vaticano.
En su escrito, Bergoglio aboga por "un suplemento de sabiduría" en el campo médico y asistencial, "porque hoy es más insidiosa la tentación de insistir con tratamientos que producen potentes efectos en el cuerpo, pero no benefician al bien integral de la persona".
Y es que, añade, "las intervenciones en el cuerpo humano se vuelven siempre más eficaces, pero no siempre son resolutivas". En la carta, el Papa hace suya la declaración sobre la eutanasia del 5 de mayo de 1980, poniendo el énfasis en que "es moralmente lícito renunciar a la aplicación de medios terapéuticos o suspenderlos, cuando su empleo no corresponde a aquel criterio ético y humanístico que seguidamente será definido proporcionalidad de las curaciones".
Una elección, añade Francisco, que "asume responsablemente el límite de la condición humana mortal, en el momento en el cual se toma conciencia de no poder contrastarlo más. "Así, no se quiere procurar la muerte, sino que se acepta de no poder impedirla", tal y como refleja el Catecismo de la Iglesia católica.
Por ello, es urgente reivindicar "el acompañamiento del morir, sin abrir justificaciones a la supresión del vivir. No activar medios desproporcionados o suspender su uso equivale a evitar el ensañamiento terapéutico" que tiene "un significado completamente diverso de la eutanasia, que es siempre ilícita", porque interrumpe la vida causando la muerte, añade el Papa.
Por ello, Francisco invita a "un atento discernimiento que considere la cuestión moral, las circunstancias y las intenciones de los sujetos involucrados. La dimensión personal y relacional de la vida y del mismo morir, que es siempre un momento extremo del vivir, debe tener en la curación y en el acompañamiento del enfermo, un espacio adecuado a la dignidad del ser humano".
Y en este sentido el Pontífice señala que "la persona enferma reviste un papel principal" como señalado por el Catecismo de la Iglesia Católica: "Las decisiones deben ser tomadas por el paciente, si tiene la competencia y la capacidad". "En diálogo con los médicos, debe evaluar los tratamientos que le son propuestos y juzgar sobre su efectiva proporcionalidad en la situación concreta, renunciando cuando tal proporcionalidad sea reconocida como carente".
El Papa subraya el "condicionamiento de la creciente diferencia de oportunidades" marcada por la "acción combinada de la potencia tecno científica y por los intereses económicos" que lleva al incremento de la desigualdad terapéutica, "presente en los países más ricos donde el acceso a las curas corre el riesgo de depender más de la disponibilidad económica de las personas que de las efectivas exigencias de curación".
Por ello, el Santo Padre llama a evidenciar el mandamiento supremo de la proximidad responsable, como aparece en la página evangélica del Buen Samaritano. El imperativo categórico - afirma Francisco - es aquel de no abandonar jamás al enfermo. Porque, como explica el Papa, la relación "es el lugar en el cual se nos pide amor y cercanía, más que cualquier otra cosa, reconociendo el límite que nos acomuna a todos y justamente allí, volviéndonos solidarios. Cada uno - agrega - dé el amor en el modo que le es propio, ¡pero lo dé!
"Y si sabemos que de la enfermedad no se puede garantizar la curación, debemos cuidar siempre a la persona viviente", sin ensañarnos inútilmente contra la muerte, señala el Papa. En este sentido se mueve la medicina paliativa, "de gran importancia también en el plano cultural, empeñándose en combatir todo lo que hace el morir más angustiante y sufrido, es decir, el dolor y la soledad".
El Santo Padre señala que en las sociedades democráticas, estos argumentos delicados deben ser tratados de manera seria y reflexiva y con la disponibilidad para encontrar soluciones y normas que sean compartidas lo más posible, y que tengan en cuenta la diversidad de las visiones del mundo, de las convicciones éticas y de pertenencias religiosas.
Francisco señala asimismo la obligación de parte del Estado "que no puede renunciar a tutelar a todos los sujetos involucrados, defendiendo la fundamental igualdad para cada uno. Y no olvida, como es su costumbre, a los más débiles, para quienes pide una "particular atención" porque "no pueden hacerse valer solos sus propios intereses.
No faltan en las palabras del Papa la indicación de una legislación en campo médico y sanitario, que necesita de una "mirada global" sobre lo que mayormente pueda promover el bien común en las situaciones concretas.
La literatura Apocalíptica fue creando en el pueblo la idea de que la llegada del Mesías y del fin del mundo era inminente
El mundo presente de tiempo y espacio llegará a su fin. Esta es una verdad de fe católica. En ese día los muerto resucitarán y Cristo aparecerá en todo esplendor y majestad para juzgar a toda la humanidad (juicio final).
El termino "fin de los tiempos" aplica a la Primera Venida del Señor. (Heb 1,2. 9,26 & 1 Cor 10,11) y también a los eventos que preceden a su Segunda Venida (Mt 24,13 & 2 Tim 2,1 & 2 P 3,3).
Sobre cuando y como se destruirá el mundo presente no sabemos nada definitivo. 2 Pedro 3,7,10,12 dice que será por fuego pero esto puede representar un fenómeno inexplicable por el que el mundo presente terminará y un mundo nuevo comenzará a existir (Cf. Apocalipsis 12,12). (Ver Catecismo 1042s.: "La esperanza de los cielos nuevos y de la tierra nueva").
Es inútil especular la fecha del fin del mundo.
Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre. -Mateo 24,36
Lo que si debemos hacer es trabajar intensamente para propagar el Reino del Señor, ser fieles en la tribulación y estar preparados.
Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora. -Mateo 25,13
El Cardenal Ratzinger, hablando en el contexto de Fátima, opinó que no estamos aun en el fin del mundo ya que aun no se han dado los eventos previos indicados por la Biblia. Una cronología general de estos eventos basada en las Sagradas Escrituras está recopilada en el Catecismo #673-677.
En segundo plano están las profecías de místicos reconocidos por la Iglesia. Aunque estas no son doctrina de la Iglesia, pueden ayudarnos a comprender los tiempos futuros si las interpretamos en su conjunto con prudencia. Estas parecen indicar los siguientes eventos:
Primero ocurrirá una apostasía menor ¿estamos ya en ella? y una tribulación, después de la cual se unirán los cristianos separados con la Iglesia Católica y habrá una "Era de Paz" que marcará el "Triunfo del Corazón Inmaculado de María" anunciado por la Virgen en Fátima. Será el reinado espiritual de los Corazones de Jesús y María.
El Santo Padre JPII ha manifestado un gran optimismo al comienzo del tercer milenio por la "Nueva Evangelización" y la "civilización del amor". El nos habla de una una nueva primavera para la Iglesia.
Todo esto debe ocurrir antes de los eventos descritos en el catecismo que desembocan en la Gran Apostasía, el Anticristo y la Gran Tribulación.
Otras interpretaciones son posibles pero creo que esta es la que mejor encaja con las Sagradas Escrituras, la enseñanza del Catecismo y las profecías marianas y de místicos aprobados.