Todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo

Antonio, Santo

Memoria Litúrgica, 17 de enero

Abad

Martirologio Romano: Memoria de san Antonio, abad, que, habiendo perdido a sus padres, distribuyó todos sus bienes entre los pobres siguiendo la indicación evangélica y se retiró a la soledad de la Tebaida, en Egipto, donde llevó una vida ascética. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia, sostuvo a los confesores de la fe durante la persecución del emperador Diocleciano y apoyó a san Atanasio contra los arrianos, y reunió a tantos discípulos que mereció ser considerado padre de los monjes (356).

Etimológicamente: Antonio = florido, inestimable”. Viene de la lengua griega.

Breve Biografía

Antonio nació en el pueblo de Comas, cerca de Heraclea, en el Alto Egipto. Se cuenta que alrededor de los veinte años de edad vendió todas sus posesiones, entregó el dinero a los pobres y se retiró a vivir en una comunidad local haciendo ascética, durmiendo en un sepulcro vacío. Luego pasó muchos años ayudando a otros ermitaños a dirigir su vida espiritual en el desierto, más tarde se fue internando mucho más en el desierto, para vivir en absoluta soledad.

De acuerdo a los relatos de san Atanasio y de san Jerónimo, popularizados en el libro de vidas de santos La leyenda dorada que compiló el dominico genovés Santiago de la Vorágine en el siglo XIII, Antonio fue reiteradamente tentado por el demonio en el desierto. La tentación de san Antonio se volvió un tema favorito de la iconografía cristiana, representado por numerosos pintores de fuste.

Su fama de hombre santo y austero atrajo a numerosos discípulos, a los que organizó en un grupo de ermitaños junto a Pispir y otro en Arsínoe. Por ello, se le considera el fundador de la tradición monacal cristiana. Sin embargo, y pese al atractivo que su carisma ejercía, nunca optó por la vida en comunidad y se retiró al monte Colzim, cerca del Mar Rojo como ermitaño. Abandonó su retiro en 311 para visitar Alejandría y predicar contra el arrianismo.

Jerónimo de Estridón, en su vida de Pablo el Simple, un famoso decano de los anacoretas de Tebaida, cuenta que Antonio fue a visitarlo en su edad madura y lo dirigió en la vida monástica; el cuervo que, según la leyenda, alimentaba diariamente a Pablo entregándole una hogaza de pan, dio la bienvenida a Antonio suministrando dos hogazas. A la muerte de Pablo, Antonio lo enterró con la ayuda de dos leones y otros animales; de ahí su patronato sobre los sepultureros y los animales.

Se cuenta también que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos (que estaban ciegos), en actitud de súplica. Antonio curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Pero con el tiempo y por la idea de que el cerdo era un animal impuro se hizo costumbre de representarlo dominando la impureza y por esto le colocaban un cerdo domado a los pies, porque era vencedor de la impureza. Además, en la Edad Media para mantener los hospitales soltaban los animales y para que la gente no se los apropiara los pusieron bajo el patrocinio del famoso San Antonio, por lo que corría su fama. En la teología el colocar los animales junto a la figura de un cristiano era decir que esa persona había entrado en la vida bienaventurada, esto es, en el cielo, puesto que dominaba la creación.

Reliquias y orden monástica

Se afirma que Antonio vivió hasta los 105 años, y que dio orden de que sus restos reposasen a su muerte en una tumba anónima. Sin embargo, alrededor de 561 sus reliquias fueron llevadas a Alejandría, donde fueron veneradas hasta alrededor del siglo XII, cuando fueron trasladadas a Constantinopla. La Orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, conocidos como Hospitalarios, fundada por esas fechas, se puso bajo su advocación. La iconografía lo refleja, representando con frecuencia a Antonio con el hábito negro de los Hospitalarios y la tau o la cruz egipcia que vino a ser el emblema como era conocido.

Tras la caída de Constantinopla, las reliquias de Antonio fueron llevadas a la provincia francesa del Delfinado, a una abadía que años después se hizo célebre bajo el nombre de Saint-Antoine-en-Viennois. La devoción por este santo llegó también a tierras valencianas, difundida por el obispo de Tortosa a principios del siglo XIV.

La orden de los antonianos se ha especializado desde el principio en la atención y cuidado de enfermos con dolencias contagiosas: peste, lepra, sarna, venéreas y sobre todo el ergotismo, llamado también fuego de San Antón o fuego sacro o culebrilla. Se establecieron en varios puntos del Camino de Santiago, a las afueras de las ciudades, donde atendían a los peregrinos afectados.

El hábito de la orden es una túnica de sayal con capuchón y llevan siempre una cruz en forma de tau, como la de los templarios. Durante la Edad Media además tenían la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara. Su carne se destinaba a los hospitales o se vendía para recaudar dinero para la atención de los enfermos.
 

"LA VIOLENCIA TERMINA VOLVIENDO MENTIROSA LA CAUSA MÁS JUSTA"
El Papa por Violeta Parra: "Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar"

Recuerda las violaciones de los derechos humanos "cometidas aquí mismo"

José Manuel Vidal, 17 de enero de 2018 a las 14:15

Mapuches en la misa del Papa en Temuco

Necesitamos de la riqueza que cada pueblo tenga para aportar, y dejar de lado la lógica de creer que existen culturas superiores o inferiores

(José M. Vidal).- Misa solemne en territorio mapuche. El Papa Francisco canta a la Araucanía con versos de Gabriela Mistral y de Violeta Parra. Denuncia las violaciones de los derechos humanos cometidas en el mismo lugar de la misa, pide reconocimiento de los pueblos originarios y advierte contra la violencia que "termina volviendo mentirosa la causa más justa". En el aeropuerto de Maquehue, el altar sencillo, de madera, coronado por una cruz y por una estructura que asemeja a la escultura indígena. A la derecha, la patrona de Chile, Nuestra Señora del Carmen. Nada más comenzar, los indígenas hacen un rito, con sus propios instrumentos. Una oración en lengua mapuche, pidiendo por el Papa Francisco, acompañados de tambores, cuernos y ramas de árboles. La primera lectura de la segunda carta de Pablo a los Corintios. El Evangelio de Juan: "Padre Santo, no ruego solamente por ellos...que todos sean uno...para que el mundo crea que Tú me enviaste..."

El Papa comienza su homilía con una frase en mapuche, para saludar: "Buenos dias y la paz esté con ustedes". Para, a renglón seguido alabar la belleza de la Araucanía.

Saluda de manera especial a los miembros del pueblo mapuche y los demás pueblos originarios y cita un poema de Violeta Parra.

Y recuerda que aquí mismo se cometieron graves violaciones de los derechos humanos. Y pide "un momento de silencio ante tanto dolor y tanta injusticia".

A continuación, el Papa eumera las tentaciones contra la unidad. Entre ellas, la uniformidad asfixiante, porque "no hay culturas superiores y culturas inferiores".

Una unidad que pide escucha y reconocimiento y que conduce a la solidaridad: "Nos necesitamos desde nuestras diferencias".

Por eso, pide el Papa: "Señor, haznos artesanos de unidad".

Según el Papa, existen dos formas de violencia. Primero, la elaboración "de bellos acuerdos que nunca se llegan a concretar". En segundo lugar, la violencia. "No se puede pedir reconocimiento, aniquilando al otro". "la violencia llama a la violencia...La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa...Por eso, decimos no a la violencia que destruye".

Y concluye pidiendo: "Señor, haznos artesanos de unidad"

Texto completo de la homilía del Papa Francisco

«Mari, Mari» (Buenos días)

«Küme tünngün ta niemün» (La paz esté con ustedes) (Lc 24,36).
Doy gracias a Dios por permitirme visitar esta linda parte de nuestro continente, la Araucanía: Tierra bendecida por el Creador con la fertilidad de inmensos campos verdes, con bosques cuajados de imponentes araucarias -el quinto elogio realizado por Gabriela Mistral a esta tierra chilena-,[1] sus majestuosos volcanes nevados, sus lagos y ríos llenos de vida. Este paisaje nos eleva a Dios y es fácil ver su mano en cada criatura. Multitud de generaciones de hombres y mujeres han amado y aman este suelo con celosa gratitud. Y quiero detenerme y saludar de manera especial a los miembros del pueblo Mapuche, así como también a los demás pueblos originarios que viven en estas tierras australes: rapanui (Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños, y tantos otros.

Esta tierra, si la miramos con ojos de turistas, nos dejará extasiados, pero luego seguiremos nuestro rumbo sin más; pero si nos acercamos a su suelo, lo escucharemos cantar: «Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar».[2]

En este contexto de acción de gracias por esta tierra y por su gente, pero también de pena y dolor, celebramos la Eucaristía. Y lo hacemos en este aeródromo de Maqueue, en el cual tuvieron lugar graves violaciones de derechos humanos. Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias. La entrega de Jesús en la cruz carga con todo el pecado y el dolor de nuestros pueblos, un dolor para ser redimido.

En el Evangelio que hemos escuchado, Jesús ruega al Padre para que «todos sean uno» (Jn 17,21). En una hora crucial de su vida se detiene a pedir por la unidad. Su corazón sabe que una de las peores amenazas que golpea y golpeará a los suyos y a la humanidad toda será la división y el enfrentamiento, el avasallamiento de unos sobre otros. ¡Cuántas lágrimas derramadas! Hoy nos queremos agarrar a esta oración de Jesús, queremos entrar con Él en este huerto de dolor, también con nuestros dolores, para pedirle al Padre con Jesús: que también nosotros seamos uno; no permitas que nos gane el enfrentamiento ni la división.

Esta unidad clamada por Jesús es un don que hay que pedir con insistencia por el bien de nuestra tierra y de sus hijos. Y es necesario estar atentos a posibles tentaciones que pueden aparecer y «contaminar desde la raíz» este don que Dios nos quiere regalar y con el que nos invita a ser auténticos protagonistas de la historia.

  1. Los falsos sinónimos

Una de las principales tentaciones a enfrentar es confundir unidad con uniformidad. Jesús no le pide a su Padre que todos sean iguales, idénticos; ya que la unidad no nace ni nacerá de neutralizar o silenciar las diferencias. La unidad no es un simulacro ni de integración forzada ni de marginación armonizadora. La riqueza de una tierra nace precisamente de que cada parte se anime a compartir su sabiduría con los demás. No es ni será una uniformidad asfixiante que nace normalmente del predominio y la fuerza del más fuerte, ni tampoco una separación que no reconozca la bondad de los demás.

La unidad pedida y ofrecida por Jesús reconoce lo que cada pueblo, cada cultura está invitada a aportar en esta bendita tierra. La unidad es una diversidad reconciliada porque no tolera que en su nombre se legitimen las injusticias personales o comunitarias. Necesitamos de la riqueza que cada pueblo tenga para aportar, y dejar de lado la lógica de creer que existen culturas superiores o inferiores. Un bello «chamal» requiere de tejedores que sepan el arte de armonizar los diferentes materiales y colores; que sepan darle tiempo a cada cosa y a cada etapa.

Se podrá imitar industrialmente, pero todos reconoceremos que es una prenda sintéticamente compactada. El arte de la unidad necesita y reclama auténticos artesanos que sepan armonizar las diferencias en los «talleres» de los poblados, de los caminos, de las plazas y paisajes. No es un arte de escritorio, ni tan solo de documentos, es un arte de la escucha y del reconocimiento. En eso radica su belleza y también su resistencia al paso del tiempo y de las inclemencias que tendrá que enfrentar.

La unidad que nuestros pueblos necesitan reclama que nos escuchemos, pero principalmente que nos reconozcamos, que no significa tan sólo «recibir información sobre los demás... sino de recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros».[3] Esto nos introduce en el camino de la solidaridad como forma de tejer la unidad, como forma de construir la historia; esa solidaridad que nos lleva a decir: nos necesitamos desde nuestras diferencias para que esta tierra siga siendo bella. Es la única arma que tenemos contra la «deforestación» de la esperanza. Por eso pedimos: Señor, haznos artesanos de unidad.

  1. Las armas de la unidad

La unidad, si quiere construirse desde el reconocimiento y la solidaridad, no puede aceptar cualquier medio para lograr este fin. Existen dos formas de violencia que más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación terminan amenazándolos. En primer lugar, debemos estar atentos a la elaboración de «bellos» acuerdos que nunca llegan a concretarse. Bonitas palabras, planes acabados, sí -y necesarios-, pero que al no volverse concretos terminan «borrando con el codo, lo escrito con la mano». Esto también es violencia, porque frustra la esperanza.

En segundo lugar, es imprescindible defender que una cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas. No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división. La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación. La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos «no a la violencia que destruye», en ninguna de sus dos formas.

Estas actitudes son como lava de volcán que todo arrasa, todo quema, dejando a su paso sólo esterilidad y desolación. Busquemos, en cambio, el camino de la no violencia activa, «como un estilo de política para la paz».[4] Busquemos, y no nos cansemos de buscar el diálogo para la unidad. Por eso decimos con fuerza: Señor, haznos artesanos de unidad.

Todos nosotros que, en cierta medida, somos pueblo de la tierra (Gn 2,7) estamos llamados al Buen vivir (Küme Mongen) como nos los recuerda la sabiduría ancestral del pueblo Mapuche. ¡Cuánto camino a recorrer, cuánto camino para aprender! Küme Mongen, un anhelo hondo que brota no sólo de nuestros corazones, sino que resuena como un grito, como un canto en toda la creación. Por eso, hermanos, por los hijos de esta tierra, por los hijos de sus hijos digamos con Jesús al Padre: que también nosotros seamos uno; haznos artesanos de unidad.
_________________________
[1] Gabriela Mistral, Elogios de la tierra de Chile.


[2] Violeta Parra, Arauco tiene una pena.
[3] Exhort. ap. Evangelii gaudium, 246.
[4] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2017.

Evangelio según San Marcos 3,7-12. 

Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. 

Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. 

Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara. 

Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. 

Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". 

Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto. 

Santa Prisca de Roma

Santa Prisca de Roma, mártir

En Roma, conmemoración de santa Prisca, bajo cuyo nombre fue dedicada la basílica edificada en la colina del Aventino.

Grandes son la confusión y la incertidumbre a propósito de la santa conmemorada en este día con el nombre de Prisca. Por una parte, es indudable que sus «Actas», que datan a lo más del siglo X, carecen de valor histórico, ya que se trata de una simple reproducción del martirio legendario de santa Tatiana, con ligeras modificaciones. Por otra parte, es indudable que, por lo menos en Roma, se tributaba culto desde épocas muy remotas a una santa llamada Prisca o Priscila. Casi todas las relaciones la mencionan como mártir e indican que su tumba se halla en las catacumbas de Priscila, en la Vía Salaria. Además existe en el Aventino una iglesia dedicada a Santa Prisca. Dicha iglesia da su título a un cardenal. Del siglo IV al VIII, el nombre era «titulus S. Priscae», pero hacia el año 800, empezó a llamarse «titulus Aquilae et Priscae». Este último nombre se refiere evidentemente a Aquila y su esposa, Prisca, de quienes el Nuevo Testamento habla más de una vez, en relación con San Pablo (por ej. Rm 16,3). Sin embargo, el Martirologio Romano conmemora a Aquila y Prisca el 8 de julio y les sitúa en Asia Menor. Se han hecho muchas conjeturas para resolver el problema; en particular se ha hecho notar que Prisca era uno de los nombres favoritos de la familia de los Acilios Glabriones, y que el nombre latino "Aquila" se escribe en griego "Akúlas". Pero hasta el presente, no se ha llegado a ninguna solución.

Su iglesia en Roma, es una de las más primitivas. El cuerpo de la joven estaría enterrado en las catacumbas de Priscila. El año de 499 que menciona el Martirologio Romano no se refiere a la vida y martirio de santa Prisca sino a que esa fecha es el primer testimonio cierto de la dedicación de la iglesia a la santa, por lo que su muerte es necesariamente anterior, pero pudo haber sido siglos antes. 

Acta Sanctorum, 18 de enero; Marucchi, en Nuovo Bulletino di archeol. crist., vol. XIV (1908), pp. 5 ss; Duchesne, Liber Pontificalis, vols. I, pp. 501, 517 y II,201; Pío Franchi de Cavalieri, en Romische Quartalschrift, 1903, p. 223 y De Rossi, Roma Sotterranea, vol. I, p. 176. Cuadro: bautismo de Santa Prisca por San Pedro, de Passignano (c. 1600), Roma, Iglesia de Santa Prisca.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

San Alfonso María de Ligorio (1696-1787), obispo y doctor de la Iglesia 5º sermón para la novena de Navidad

«Todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo»

«Decid a los cobardes de corazón: Sed fuertes, no temáis... el mismo Dios vendrá a salvaros» (Is 35,4). Se ha realizado esta profecía: que me esté permitido, pues, dar ahora gritos de alegría: ¡Alegraos, hijos de Adán, alegraos; lejos de vosotros todo desánimo! Viendo vuestra debilidad e impotencia para resistir a tantos enemigos «desterrad de vosotros todo temor, Dios mismo vendrá y os salvará». ¿Cómo vino él mismo y os ha salvado? Dándoos la fuerza necesaria para hacer frente y superar todos los obstáculos para vuestra salvación. ¿Y cómo el Redentor os ha procurado esta fuerza? Siendo fuerte y todopoderoso, se hizo débil; cargó sobre él nuestra debilidad, y nos comunicó su fuerza... 

Dios es todopoderoso: «Señor, gritaba Isaías, ¿quién resistirá la fuerza de tu brazo?» (40,10)... Pero las heridas que el pecado provocó en el hombre lo debilitaron de tal manera que se quedó incapaz de resistir a sus enemigos. ¿Qué es lo que ha hecho el Verbo eterno, la Palabra de Dios? De fuerte y todopoderoso que era, se hizo débil; se revistió de la debilidad corporal del hombre para procurar al hombre, a través de sus méritos, la necesaria fuerza de alma...; se hizo niño... Finalmente, al término de su vida, en el Huerto de los Olivos cargó con vínculos de los que no se pudo desprender. En el pretorio, fue atado a una columna para ser flagelado. Después, con la cruz sobre sus hombros, faltado de fuerzas, cae a menudo a lo largo del camino. Clavado en la cruz, no puede liberarse... ¿Somos débiles nosotros? Pongamos toda nuestra confianza en Jesucristo y lo podremos todo: «Todo lo puedo en Aquel que me conforta» decía el apóstol Pablo (Flp 4,13). Todo lo puedo, no por mis propias fuerzas, sino con las que me han obtenido los méritos de mi Redentor. 

La compañía ideal

Santo Evangelio según San Marcos 3, 7-12. Jueves II del Tiempo Ordinario.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

Señor Jesús, enséñame a gustar cada vez más tu compañía.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

No estamos solos. Por gracia de Dios, nos encontramos rodeados de muchas personas, cada una con un estilo diferente, pero que a través de sus acciones podemos descubrir la dulzura del amor de Dios.

Es hermoso el sentirse amado y el sentir la compañía, pero que mejor que sentirla de Aquél que nos ha amado desde toda la eternidad, que nos acompaña y que espera una respuesta libre de amor por parte de nosotros.

Qué gran experiencia sería el poder retirarnos como los discípulos, hacer una pausa y acompañar a Jesús, disfrutar a solas con Él en un cambio recíproco de amor. Una relación en la cual podamos amarlo, no por las grandes cosas que hace, como todos los milagros extraordinarios, no por las necesidades o problemas que tengamos, no por sólo los deseos que tengamos y sueños que queremos alcanzar, sino sólo porque hemos descubierto que Jesús nos ama y queremos disfrutar cada momento de su compañía. ¡Cuánto bien nos hace al alma! ¡Cuánta paz nos da!

Pidamos a la Santísima Virgen María, que nos enseñe a gustar estar cada vez al lado de su Hijo.

Es necesario mantenerse fieles al bautismo y crecer en la intimidad con el Señor mediante la oración, la escucha y la docilidad a su palabra, la participación a los sacramentos, especialmente la eucaristía y la reconciliación.

Si uno está íntimamente unido a Jesús, se beneficia de los dones del Espíritu Santo que -como dice San Pablo- son 'amor, alegría, paz, magnanimidad, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí'. Y estos son los dones que nos vienen si permanecemos unidos a Jesús.

(Homilía de S.S. Francisco, 3 de mayo de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Me uniré a Jesús en un momento de oración y disfrutaré de su compañía.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

El Papa Francisco llegó a Temuco, en su tercer día de visita a Chile
El Papa Francisco comenzó el recorrido en el papamóvil para presidir la Misa por el progreso de los Pueblos

El Papa Francisco salió hacia el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile para tomar rumbo a la ciudad de Temuco, en el sur del país, en su tercer día de visita papal.

Antes de su salida, el Santo Padre recibió en la Nunciatura Apostólica al General Director de Carabineros de Chile, Bruno Villalobos, a quien agradeció la labor entregada por la institución durante su estadía.

El director de Carabineros regaló al Papa la piocha papal, un distintivo que usan los funcionarios que cumplen servicio durante la visita del Pontífice.

El Papa Francisco aterrizó a eso de las 9 a.m. en el Aeródromo de Temuco y fue recibido por autoridades locales y unos niños mapuches a quien el Papa los abrazó y saludó.

El mismo gesto tuvo con el coro que cantaba en el lugar y con quienes el Papa se tomó una foto.

 De esta forma, el Papa Francisco comenzó el recorrido en el papamóvil para presidir la Misa por el progreso de los Pueblos en el aeródromo de Maquehue, donde lo esperan unas 300 mil personas.

FRANCISCO ANUNCIA UN ENCUENTRO MUNDIAL CON ÉL PREVIO AL SÍNODO: “NO ME GUSTAN LOS FILTROS”
"Hablen, no se dejen callar, ayúdennos a que la Iglesia no sea la Santa Abuela Iglesia"

"Madurar es hacer crecer los sueños y las ilusiones, no bajar la guardia (…). Madurar no es aceptar la injusticia"

Jesús Bastante, 17 de enero de 2018 a las 21:23

El Papa saluda a los jóvenesRD

RELIGIÓN | JUVENTUD

El mundo te necesita, la patria te necesita, la sociedad te necesita. No pierdas la conexión ¿Qué haría Cristo en mi lugar?

(Jesús Bastante).- Siempre sucede. Este Papa es un enamorado de la juventud. Le encanta el contacto con los jóvenes, provocarles, invitarles a 'hacer lío'. Eso mismo hizo ante una riada de chicas y chicos, que acompañaron a Francisco hasta el templo de Maipú, el lugar "donde se fundó la historia de Chile", a quienes anunció la celebración de un encuentro mundial de jóvenes, una semana antes del Sínodo de la juventud.

"El Sínodo lo hacemos los obispos, pero ya saben... le tengo miedo a los filtros", se confesó Francisco. "A veces las opiniones de los jóvenes, para llegar a Roma, tienen que hacer muchas conexiones, pasar por muchos filtros. En ese encuentro van a ser ustedes los protagonistas". Jóvenes católicos y no católicos, cristianos y de otras religiones, "y jóvenes que no saben si creen o no creen".

Porque, añadió, "es importante que ustedes hablen, que no se dejen callar(...). Y lo van a poder hacer. Ayúdennos a que la Iglesia tenga un rostro joven, que no sea la Santa Abuela Iglesia", pidió Bergoglio. "Un rostro real, lleno de vida, sin maquillajes. Necesitamos que nos interpelen. Después, prepárense para las respuestas, pero la Iglesia necesita que ustedes saquen el carnet de mayores de edad, y tengan el coraje de decirnos 'esto me gusta, eso no va, esto no es un puente sino una muralla'. Que nos digan lo que sienten y lo que piensan".

"La Iglesia necesita que nos muevan el piso, que nos ayuden a estar más cerca de Jesús", rogó Francisco, que pidió a los jóvenes compartir "los sueños de libertad, de alegría, de un futuro mejor. Esas ganas de ser protagonistas del cambio". "Yo sé que el corazón de los jóvenes chilenos sueña. Y sueña a lo grande, no sólo cuando están un poco 'curaditos', no, siempre sueñan a lo grande", proclamó, recalcando la necesidad de "seguir la aventura de la fe", que "invita a transitar por paisajes increíbles. A ustedes les gustan las aventuras y los desafíos". Haciendo referencia a la patria, el Papa resaltó que "mirar hacia el horizonte se tiene que hacer con los pies en la tierra. Y si ustedes no aman a su patria, no les creo que lleguen a amar a Jesús y lleguen a amar a Dios". En ese momento, se le voló el discurso, aunque Francisco no tenía la más mínima intención de seguirlo al pie de la letra. "Si no son patriotas, no patrioteros, no van a hacer nada en la vida. Quieran a su Chile, den lo mejor de ustedes por su Chile". "Ustedes son inquietos, buscadores, idealistas. El problema lo tenemos los grandes, que cuando escuchamos estos ideales e inquietudes, con cara de sabihondos decimos : 'Piensa así porque es joven, ya va a madurar'. O peor, 'ya se va a corromper'. Detrás de eso se esconde la corrupción".

"Madurar es hacer crecer los sueños y las ilusiones, no bajar la guardia y dejarse comprar por dos chirolas (...). Madurar no es aceptar la injusticia ni creer que nada podemos hacer, que todo siempre fue así. ¿Para qué vamos a cambiar si siempre se hizo así? Eso es corrupción", gritó.

"La verdadera madurez es llevar adelante los sueños e ilusiones, juntos, confrontándose, discutiendo, pero siempre mirando hacia adelante. No vendan esas ilusiones, ¿está claro?", preguntó al aire, que le devolvió un inmenso 'Sí'.

Recordando una conversación con un joven sobre la falta de conexión a internet, el Papa trazó un paralelismo con la fe en Jesús. "Con la fe nos pasa lo mismo (...) Después de un tiempo, hay momentos en que empieza a bajar nuestro ancho de banda, despacito... y aquel entusiasmo, el querer estar conectados con Jesús, se empieza a perder, y empezamos a quedarnos sin conexión, sin batería. Y entonces nos gana el mal humor, nos volvemos descreídos, tristes, sin fuerza, y todo lo empezamos a ver mal".

"Sin conexión, sin la conexión con Jesús, terminamos ahogando nuestras ideas, nuestros sueños, nuestra fe", advirtió el Papa. "Y entonces quedamos desconectados de la realidad y de lo que está pasando en el mundo. Y sentimos que quedamos fuera del mundo, en 'mi mundito', donde estamos tranquilos, en mi sofá", porque "no tienen nada que aportar".

Que no sea así, pidió Bergoglio. "Nunca pienses que no tienes nada que aportar, o que no le haces falta a nadie. Le haces falta a mucha gente, pensadlo en vuestro corazón. Yo le hago falta a mucha gente". "El 'No le hago falta a nadie' es el consejo del diablo, para que nada cambie".

"El mundo te necesita, la patria te necesita, la sociedad te necesita. No pierdas la conexión", insistó el Papa, quien echó mano de san Alberto Hurtado para ofrecer a los jóvenes "la contraseña", llegando a pedir que la anotaran en el teléfono. "Es un símbolo, cojan el celular, yo se la dicto. Es muy sencillo: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?'. En la escuela, en la universida, en la calle, en la casa, entre amigos, en el trabajo, frente al que le hacen buyllling... Cuando salen a bailar, están haciendo deportes... ¿qué haría Cristo en mi lugar? Esa es la batería para encender la fe y la chispa en los ojos... Eso es ser protagonistas de la historia".

"Y la única manera de no olvidarse de la contraseña es... usarla (...). Carguen la contraseña en el corazón", continuó el Papa, "y el día menos pensado el corazón de cada uno de ustedes latirá como el corazón de Jesús". Porque "no basta con escuchar alguna enseñanza religiosa o aprender una doctrina, lo que queremos es vivir como Jesús vivió".

"Queridos amigos: sean valientes, salgan al tiro al encuentro con sus amigos, y vayan con la única promesa que tenemos. En medio del desierto, del camino de la aventura, existirá un cargador, no estaremos solos", culminó, volviendo a preguntar dos, tres cuatro veces... "¿Cuál es la contraseña?".

San José y el sentido de la obediencia en un mundo donde la autoridad es el deseo

Este es un video que, personalmente, he disfrutado mucho. No solo porque conozco al artista y me emociona ver el camino que ha recorrido, sino por el tema que toca puntualmente y la explicación que hace sobre su vocación artística y que nos enseña, entre líneas, a esforzarnos por encontrar un significado a nuestras acciones y a nuestro talento en la vida. 

Rodrigo Banda nos presenta la escena de la Huída de José y María con el Niño hacia Egipto. Su interpretación no es solo artística, la acompaña una reflexión: la obediencia de José. Una obediencia que no cuestiona la autoridad de quien se lo manda, pues sabe que esta es incuestionable: el mandato viene de Dios mismo y siguiendo sus mandatos el éxito está garantizado.

«Hoy en día hay muchas propuestas para alcanzar el éxito. Pero me atrevería a decir que ninguna propone la obediencia como un camino hacia el éxito» (Rodrigo Banda).

En nuestros días dónde la autoridad máxima es el mandato de nuestros propios deseos, ¿cómo podríamos obedecer a alguien más que a nosotros mismos?

«Yo soy el señor y capitán de mi vida. De nada he de arrepentirme y a nadie tendré que pedir permiso». Bajo este pensamiento, ¿cómo podríamos entender la obediencia y más aun la obediencia como una virtud que nos puede conducir hacia el éxito, hacia la felicidad misma? Parece que hoy para someternos a una autoridad primero necesitamos estar convencidos de que el mandato dado responderá a un interés propio que no necesariamente tiene que ser bueno o moral sino que simplemente me interese. Es decir, si me conviene o me gusta, sigo el mandato, si no no lo sigo. Por ende, terminamos obedeciendo en primer lugar a nuestros propios deseos e intereses. La obediencia como virtud va desapareciendo y la autoridad se desconoce.

En la imagen de la obediencia de José hacia Dios tenemos varios elementos para considerar que nos pueden ayudar a volver a significar la obediencia como virtud en nuestras vidas y la necesidad de respetar la autoridad.

La importancia de la relación

Dios es la suprema autoridad. Podríamos decir que José la tenía fácil pues haciendo caso a Dios no cabía la posibilidad de error. El autor del video muestra la alegría de su rostro de por la seguridad de estar haciendo lo que debe hacer. En nuestra vida cotidiana ¿tenemos certeza de la autoridad a quien seguimos? ¿Conocemos de una manera cercana a nuestra autoridad de tal manera que podemos confiar en ella ciegamente? Ciertamente no es tan sencillo, ni tan claro. Noticias en donde los actos de corrupción se llevan los encabezados, ¿cómo no dudar de la autoridad?

La relación aquí es la clave. La confianza que se ha construído en aquel que manda.Es importante en primer lugar conocer a Dios, para luego poder discernir si la autoridad a la que nos debemos, cuando se trata de los hombres, es una autoridad que nos acerca o nos aleja de lo bueno, de lo moral. En pocas palabras, si es una autoridad que sigue a Dios. Y esto es válido sobre todo cuando nosotros mismos nos evaluamos como autoridad frente a otros.

¿Qué implica la autoridad?

¿De qué se trata la autoridad y cómo es que se da la obediencia? ¿Cuál es el fin de ambas?

Necesitamos de la autoridad para poder mantener un orden social, para poder aprender, para poder trabajar, para poder vivir en armonía. La autoridad es algo necesario y tiene que ser entendido en primer lugar como un poder que está al servicio y no como un poder que me da derecho indiscriminadamente sobre la vida de otro, sino un poder que me da responsabilidad sobre la vida de otros. Así pues quien manda tiene responsabilidad primera ante Dios por lo mandado. En el mundo de los hombres indiscutiblemente existe la autoridad mal llevada.

José no tenía cómo equivocarse, seguía a Dios directamente y su relación con Él era cercana, estrecha. Aquí podemos preguntarnos: ¿cómo es mi relación con Dios?, ¿soy capaz de distinguir sus mandatos de los mandatos de los hombres? No es una tarea sencilla dar respuesta a estas preguntas.

Seré autoridad pero también necesitaré ser súbdito

Desde el inicio de los tiempos el hombre sabe que tiene una tendencia a rebelarse contra la autoridad y conoce las consecuencias de esta rebeldía. No solo se trata de la rebeldía del hombre ante la autoridad, sino de ese deseo heredado de querer ser la autoridad. Cuando el ser humano desconoce la autoridad que lo lleva hacia la verdad, hacia lo bueno, y responde simplemente hacia sus propios intereses de poder, las consecuencias históricamente han sido nefastas.

No creo que José, feliz de la vida, haya emprendido una huida con un niño recién nacido y su mujer a través del desierto. Él mismo podría haber propuesto otra salida, pero él confiaba en la autoridad que lo mandaba, sabía que buscaba el bien de la humanidad entera. ¡Qué importante esto! Confiar en nuestros superiores. Confiar en que sus mandatos son por el bien de la familia, de la empresa, de la sociedad, de un país, de la propia humanidad.

¿Cómo hemos aprendido a obedecer y cómo es que estamos siendo autoridad? Siempre seremos uno y otro, y los dos a la vez. Necesitamos aprender a tener una conciencia moral que nos ayude a discernir, pero por encima de esa conciencia necesitamos obedecer primero a Dios.

ASAMBLEA ECLESIAL EN PUERTO MALDONADO
Una Iglesia con rostro amazónico

"No queremos renunciar al sueño misionero de llevar a todos un motivo para esperanza"

Dominicos, 18 de enero de 2018 a las 09:55

Asamblea eclesial en Puerto Maldonado

Monseñor Martínez de Aguirre: "No vale pensar en lo que fuimos, sino en lo que somos y lo que queremos ser y aportar

(Dominicos).- A dos días de la visita del Papa Francisco, la Iglesia de Puerto Maldonado ha querido convocar una Asamblea eclesial aprovechando la llegada de miles de peregrinos de toda Madre de Dios

La Asamblea eclesial ha reunido hoy a las tres zonas del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado conformada por Madre de Dios, Bajo Urubamba y Alto Urubamba, con el objetivo de tener, según afirmaciones del responsable de la Comisión de Formación del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, P. Pablo Mora Mendoza SJ, "un documento que dé lineamientos generales para la pastoral del Vicariato". Se desarrollará en torno a la encíclica Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio), la cual motiva a los agentes pastorales y al pueblo del vicariato a reactivarse y ser una Iglesia en salida.

Un grupo humano extremadamente plural con religiosas y religiosos (con una presencia importante de dominicos y dominicas que han venido al frente de las delegaciones llegadas desde el corazón de la selva), sacerdotes diocesanos del vicariato, laicos, miembros de cofradías... Entre los asistentes se podía ver a Matsigenkas, Amarakaeris, Asháninkas... vestidos con sus trajes típicos y felices por sentirse parte de esa iglesia misionera.

En las palabras de inicio de la Asamblea, el vicario apostólico para Puerto Maldonado, monseñor David Martínez de Aguirre constataba los grandes cambios en la zona desde el punto de vista social, económico y por supuesto eclesial: "las grandes multinacionales, la carretera interoceánica, la urbanización de la sociedad, crece el desapego a lo religioso... han cambiado por completo el rostro y la realidad de esta tierra".

En este campo el obispo hacía un llamamiento a no quedarse mirando al pasado cuando la situación era muy distinta: "No vale pensar en lo que fuimos, sino en lo que somos y lo que queremos ser y aportar". En la nueva situación eclesial el obispo llamaba a pasar de una pastoral centrada en lo campesino e indígena, a una que también tenga en cuenta la pastoral urbana pues allí se están concentrando gentes de distintas zonas y con distintas problemáticas.

La Asamblea se ha distribuido en cinco diferentes tipos de pastoral: la urbana, "una pastoral urbana que sea capaz de recoger las distintas espiritualidades presentes en nuestra Iglesia"; la rural "que tenga en cuenta las luchas del campesinado, y la defensa del medioambiente que no ahogue a los campesinos a quienes hay que acompañar en su vida y espiritualidad". Una pastoral indígena, a quienes el obispo se dirigía con estas palabras: "a los pueblos indígenas les digo que tienen que pasar de ser objeto de evangelización, a que los pueblos indígenas sean sujetos evangelizadores no solo de su pueblo sino también de los demás". La pastoral de la juventud: "el mundo de la juventud, a quienes hay que acompañar ¿es que la Iglesia no tiene nada que ofrecer a los jóvenes?" Por último, religiosidad popular "donde recordó la importancia de la formación y la necesidad de un mayor compromiso misionero".

Al final de su intervención, el vicario apostólico animaba a los asistentes a reconstruir la realidad eclesial a pesar de las dificultades, una iglesia eminentemente misionera: "No queremos dejar de renunciar a lo que es la vocación más profunda de la Iglesia y de nuestro Vicariato en concreto, no queremos renunciar al sueño misionero de llevar a todos un motivo para esperanza, un motivo para el compromiso, un motivo para seguir adelante".

Durante toda la jornada los asistentes, reunidos en grupos, debatieron sobre la encíclica Evangelii Gaudium y la jornada finalizó con dos asambleas plenarias donde se fueron señalando las posibles líneas de acción pastoral para el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado en el año 2018.

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