Hacer la voluntad de Dios
- 23 Enero 2018
- 23 Enero 2018
- 23 Enero 2018
Evangelio según San Marcos 3,31-35.
Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo mandaron llamar.
La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera".
El les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?".
Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él, dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre".
San Ildefonso de Toledo
San Ildefonso de Toledo, monje y obispo
En la ciudad de Toledo, en la Hispania Tarraconense, san Ildefonso, que fue monje y rector de su cenobio, y después elegido obispo. Autor fecundo de libros y de textos litúrgicos, se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María, Madre de Dios.
El nombre de Ildefonso parece ser la forma original de la que se desprenden las variantes Alfonso y Alonso. Después de san Isidoro de Sevilla, san Ildefonso (al que una fuente no muy de fiar hace discípulo del primero), ha sido siempre considerado como una de las mayores glorias de la Iglesia de España, la cual le honra como doctor de la Iglesia. Ildefonso era sobrino de san Eugenio, arzobispo de Toledo, a quien debía suceder en el cargo. A pesar de la oposición paternal, Ildefonso se hizo monje a temprana edad, en el convento de Agalia, cerca de Toledo, del que fue más tarde abad. Sabemos que fue ordenado diácono hacia el año 630, y que, aunque no era entonces más que un simple monje, fundó un convento de religiosas en los alrededores. Siendo abad, asistió al séptimo y octavo Concilio de Toledo, en 653 y 655, respectivamente. Su elevación a la dignidad de arzobispo parece haber ocurrido el año 657. Los ardientes encomios que le prodiga Julián, su contemporáneo y sucesor en la sede, así como el testimonio de otros eminentes eclesiásticos y el fervor de sus propios escritos, prueban que la elección recayó sobre un hombre que poseía todas las virtudes exigidas por esa elevada dignidad. Ildefonso gobernó la sede de Toledo algo más de nueve años, y murió el 23 de enero del año 667.
Uno de los rasgos más característicos de la obra literaria de San Ildefonso, y particularmente de su tratado «De virginitate perpetua sanctae Mariae», es el entusiasmo casi exagerado con que el santo habla de la Santísima Virgen. Edmund Bishop pone de relieve este rasgo en sus valiosos estudios («Spanish Symptoms»). Se trata en realidad de una nota típica, tanto de la devoción personal del santo como del medio en que vivía. Nada tiene, pues, de extraño que, un siglo después de su muerte, hayan surgido dos leyendas sobre la privilegiada posición de san Ildefonso respecto de la Madre de Dios. Según la primera de dichas leyendas, la mártir santa Leocadia, patrona de Toledo, se levantó de su tumba cuando san Ildefonso se hallaba orando ahí, para agradecerle, en nombre de Nuestra Señora, las alabanzas que le había prodigado. La otra leyenda pretende que la Santísima Virgen se apareció en persona a san Ildefonso para mostrarle su gratitud y que le regaló una casulla. Esta última leyenda aparece, con muchos retoques, en casi todas las grandes colecciones de Marienlegenden, que tan de moda estuvieron en los siglos XII y XIII. En todo caso, hay razones para creer que el lenguaje mariano que se impuso en Toledo en tiempos de san Ildefonso, influyó profundamente en el tono de los documentos litúrgicos españoles.
Acta Sanctorum, 23 de enero, y en el segundo volumen de Mabillon. Ver también Dictionnaire de Théologie, vol. VII, cc. 739-744; el artículo de Herwegen, en Kirchliches Handlexikon; E. Bishop, Litúrgica Histórica, pp. 165-210; y A. Braegelman, Life and Writings of St. Ildephonsus of Toledo (1942), que resume el material. Patrología de Quasten - Di Berardino, tomo IV, BAC, 2000, pág 121-125, con una introducción más detallada a la obra literaria del santo. fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Oremos Tú, Señor, que concediste a San Ildefonso un conocimiento profundo de la sabiduría divina, concédenos, por su intercesión, ser siempre fieles a tu palabra y llevarla a la práctica en nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
A ti acudo, única Virgen y Madre de Dios. Ante la única que ha obrado la Encarnación de mi Dios me postro.
Me humillo ante la única que es madre de mi Señor. Te ruego que por ser la Esclava de tu Hijo me permitas consagrarme a ti y a Dios, ser tu esclavo y esclavo de tu Hijo,
servirte a ti y a tu Señor.
A Él, sin embargo, como a mi Creador y a ti como madre de nuestro Creador;
a Él como Señor de las virtudes y a ti como esclava del Señor de todas las cosas; a Él como a Dios y a ti como a Madre de de Dios.
Yo soy tu siervo, porque mi Señor es tu Hijo. Tú eres mi Señora, porque eres esclava de mi Señor.
Concédeme, por tanto, esto, ¡oh Jesús Dios, Hijo del hombre!: creer del parto de la Virgen aquello que complete mi fe en tu Encarnaciòn; hablar de la maternidad virginal aquello que llene mis labios de tus alabanzas; amar en tu Madre aquello que tu llenes en mi con tu amor; servir a tu Madre de tal modo que reconozcas que te he servido a ti; vivir bajo su gobierno en tal manera que sepa que te estoy agradando y ser en este mundo de tal modo gobernado por Ella que ese dominio me conduzca a que Tú seas mi Señor en la eternidad.
¡Ojalá yo, siendo un instrumento dócil en las manos del sumo Dios, consiga con mis ruegos ser ligado a la Virgen Madre por un vínculo de devota esclavitud y vivir sirviéndola continuamente!
Pues los que no aceptáis que María sea siempre Virgen; los que no queréis reconocer a mi Creador por Hijo suyo, y a Ella por Madre de mi Creador; si no glorificáis a este Dios como Hijo de Ella, tampoco glorificáis como Dios a mi Señor. No glorificáis como Dios a mi Señor los que no proclamáis bienaventurada a la que el Espíritu Santo ha mandado llamar así por todas las naciones; los que no rendís honor a la Madre del Señor con la excusa de honrar a Dios su Hijo.
Sin embargo yo, precisamente por ser siervo de su Hijo, deseo que Ella sea mi Señora; para estar bajo el imperio de su Hijo, quiero servirle a Ella; para probar que soy siervo de Dios, busco el testimonio del dominio sobre mi de su Madre; para ser servidor de Aquel que engendra eternamente al Hijo, deseo servir fielmente a la que lo ha engendrado como hombre.
Pues el servicio a la Esclava está orientado al servicio del Señor; lo que se da a la Madre redunda en el Hijo; lo que recibe la que nutre termina en el que es nutrido, y el honor que el servidor rinde a la Reina viene a recaer sobre el Rey.
Por eso me gozo en mi Señora, canto mi alegría a la Madre del Señor, exulto con la Sierva de su Hijo, que ha sido hecha Madre de mi Creador y disfruto con Aquélla en la que el Verbo se ha hecho carne.
Porque gracias a la Virgen yo confio en la muerte de este Hijo de Dios y espero que mi salvación y mi alegría venga de Dios siempre y sin mengua, ahora, desde ahora y en todo tiempo y en toda edad
por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN A MARIA
De San Ildefonso de Toledo
(del Libro de la perpetua virginidad de Santa María)
Beato Columba Marmion (1858-1923), abad
La unión a Dios en Cristo según las cartas de dirección de Dom Marmion (Trad. ©Evangelizo.org)
Hacer la voluntad de Dios
Ustedes saben que cuando estamos en estado de gracia, Jesús mora siempre en nuestro corazón. Su grán deseo es ser todo para nosotros. Pareciera que es un sueño demasiado bello para ser cierto el que Jesús tan Bueno, tan Poderoso, tan tierno quisiera ser nuestro hermano, y sin embargo, es Él mismo quien nos lo dice: «cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, seré para él un hermano, una hermana o una madre». Son las palabras de Jesús.
Entonces, para alcanzar la felicidad de tener a Jesus como nuestro hermano, nuestro amigo mas intimo, debemos hacer la Voluntad de su Padre. ¡Pues bien! ¿Cuál es esa Voluntad? primero evitar el pecado, y si por debilidad caemos, pedir rápidamente perdón. Después, hacer todas nuestras acciones para Él. Él es tan bueno que acepta nuestras acciones más mínimas hechas para Él. Ahora ya saben cuáles son sus deberes, queda santificarlos consagrándolos a Dios.
'La espiritualidad del desierto con Carlos de Foucauld'
Textos, meditaciones y oraciones para viajar a nuestro desierto interior
San Pablo, 23 de enero de 2018 a las 09:57
Nuevo libro de Váezquez Borau, 'La espiritualidad del desierto' (San Pablo)San Pablo
El libro se divide en dos partes, que se complementan y pueden ayudar a la oración
(San Pablo).- El desierto es el lugar por excelencia donde no hay más que silencio; un silencio para escucharnos a nosotros mismos, a nuestros hermanos y a Dios.
El autor con este libro nos invita a viajar a nuestro desierto interior, proponiendo textos, meditaciones y oraciones para sacar el máximo provecho a esta travesía y aprovecha la tradición existente en la familia espiritual del hermano Carlos de Foucauld para proponer "jornadas de desierto", a modo de retiro.
El libro se divide en dos partes, que se complementan y pueden ayudar a la oración.
En la primera parte, "La importancia del desierto", se ofrecen una serie de textos meditativos junto con salmos adaptados y textos de la Biblia para cada día de la semana de retiro. Y, en la segunda parte, "Ir al desierto con Carlos de Foucauld", siguiendo el mismo esquema se ofrecen textos de hermanos de la familia espiritual y citas del propio Foucauld.
¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Santo Evangelio según San Marcos 3, 31-35. Martes III de Tiempo Ordinario
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, hoy vengo ante Ti a pedir tu ayuda. Aumenta mi fe para creer en tus promesas. Aumenta mi esperanza para poner en tus manos todas mis necesidades. Aumenta mi amor para ser un testimonio de tu bondad. Sin Ti no soy nada; contigo lo puedo todo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús no quiere que le conozcamos simplemente como una figura histórica que vivió hace dos mil años, ni como a un personaje olvidado en un papel que cobra vida si, y sólo si, leemos el libro. ¡No!, Jesús es real, todo el tiempo, real. Es tan real que nos dice cómo llegar a formar parte de su familia. Si Jesús es realmente el hijo de Dios, ¿a quién no le gustaría formar parte de esa familia divina?
Jesús nos dice: "El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre." Suena fácil, pero sabemos por experiencia que no lo es porque, ¿cómo podemos saber que estamos haciendo la voluntad de Dios?
Tenemos los mandamientos y las enseñanzas de la Iglesia, aun así, podemos ir más profundo y discernir la voluntad de Dios para nuestras vidas:
1. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y no se contradice. No va cambiando de parecer porque se haya levantado con el pie izquierdo. Nos podemos preguntar: ¿hacia dónde me ha dirigido Dios a lo largo de mi vida?, ¿qué me ha pedido?
2. Dios no nos ha creado islas. Quiere que reconozcamos nuestras limitaciones y pidamos ayuda. Como nadie es buen juez de sí mismo, es necesario que nos acerquemos a personas buenas, de oración, que nos puedan aconsejar a lo largo del camino. El confesor y el director espiritual tienen un papel relevante porque Dios les ha confiado a ellos la dirección de nuestra alma.
3. Jesús mismo nos dice en el Evangelio: "por sus frutos los conoceréis" (Mt7,16). Si lo que hacemos nos deja llenos de paz, gozo, plenitud, quiere decir que vamos por buen camino. Si, por el contrario, tenemos sólo inquietud, tal vez se nos ha escapado algo y debemos regresar sobre nuestros pasos y pedir luz al Señor para ver con claridad.
Jesús ya ha puesto todo de sí para que formásemos parte de su familia, ahora, ¿qué pienso poner yo?
[María] siguió a Jesús, escuchando cada palabra que salía de su boca; conservó todo en su corazón y se convirtió en memoria viva de los signos realizados por el Hijo de Dios para suscitar nuestra fe. Sin embargo, no basta sólo escuchar. Esto es sin duda el primer paso, pero después lo que se ha escuchado es necesario traducirlo en acciones concretas. El discípulo, en efecto, entrega su vida al servicio del Evangelio.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de octubre de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Me confesaré esta semana.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Espíritu Santo y María
El Padre Nicolás nos invita a reflexionar sobre la relación entre el Espíritu Santo y la Virgen María.
Quisiera meditar con Uds. algunos momentos en la vida de María.
La Encarnación. No hay duda de que la vida de la Sma. Virgen estaba, desde su inicio, bajo la fuerte influencia del Espíritu de Dios. La Virgen es la “Todasanta” porque desde el primer momento de su existencia fue “sagrario del Espíritu Santo”.
Pero su gran encuentro con el Espíritu fue la Anunciación del ángel que culminó con la encarnación. Allí María tuvo su primer Pentecostés: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el Poder del Altísimo te cubrirá con su sombra” (Lc 1, 35). A partir de ese acontecimiento, Ella es llamada sagrario, tabernáculo, santuario del Espíritu. Con ello se indica la inhabitación del Espíritu Santo en María de un modo del todo singular y superior al de los demás cristianos. Como en todo ser humano, el Espíritu de santidad quiere actuar en la Virgen y a través de Ella.
Pero aquí hay algo más, algo nuevo y único: el Espíritu Santo quiere actuar junto con la Virgen. ¿Y para qué? Quiere unirse y atarse a María para que de Ella nazca Jesucristo, el Hijo de Dios. Y quiere que la Sma. Virgen diga su Sí totalmente voluntario y libre, para entregarse al Espíritu de Dios, para convertirse en Madre de Dios.
Su crecer en el orden del Espíritu. No debemos pensar que la Virgen haya entendido todo desde el primer momento. Evidentemente comprendió mucho más que nosotros. Porque tenía, como dice Santo Tomas de Aquino, la luz profética que le regaló un conocimiento mayor de las cosas de Dios.
Sin embargo, como ser humano, Ella crecía en sabiduría y desarrollaba su entendimiento a lo largo de la vida. Por eso dice el Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, que María iba adentrándose crecientemente en el orden del Espíritu.
¿Y que quiere decir eso? María tenía que ir comprendiendo, paso a paso, lo que quería Jesús y lo que debía hacer Ella a su lado. Tenía que entrar progresivamente en ese mundo de su Hijo Divino, en el que sólo el Espíritu Santo podía introducirla.
En diálogo con el Espíritu de Dios, tenía que recorrer su propio camino de fe. Pensemos en la pérdida de Jesús, al cumplir los doce años. Cuan difícil fue para Ella cuando su Hijo los abandonó y después les dijo:
“¿No saben que tengo que preocuparme de los asuntos de mi padre?” (Lc 2, 49). Como agrega el texto, María no entendió lo que Jesús acababa de decirles. Pero seguramente se dio cuenta de que su Hijo llevaba en su interior otro mundo, el mundo del Padre, en el cual también Ella tenía que adentrarse de un modo más perfecto.
Otro momento difícil surgió en las bodas de Cana. “Mujer, Tú no piensas como yo: todavía no ha llegado mi hora” (Jn 2.4). El pensar de María es todavía muy humana: quiere ayudar a los novios en su necesidad. Jesús mira más allá, piensa en su gran Hora, la hora de la Cruz. Y, sin embargo, cumple el deseo de su Madre.
Y cuando llegó la gran Hora, sobre el monte Calvario, ya callan en Ella los deseos y necesidades naturales. Todo queda sujeto a la voluntad del Padre. Ya no quiere otra cosa que cumplir perfectamente con su rol en el plan de salvación.
Cumbre de ese insertarse en el orden del Espíritu fue la espera de Pentecostés. Allí María se convirtió en instrumento perfecto del Espíritu Santo. Condujo a los apóstoles y discípulos a la sala del Cenáculo. Les transmitió su anhelo profundo por el Espíritu Divino. E imploró con ellos la fuerza de lo alto sobre toda la Iglesia reunida.
En Pentecostés se colmó su ansia por el Espíritu de Dios. Allí quedó completamente compenetrada y transformada por El. Ya en su vida tuvo un cuerpo espiritualizado, es decir, transformado por el Espíritu, de modo que no podía ser destruido. Y así ya quedó preparada para su último y definitivo paso: la asunción en cuerpo y alma al cielo.
Creo que también en nuestra propia vida debe existir un insertarnos paulatinamente en el orden del Espíritu.
Preguntas para la reflexión
1. ¿ Cómo cultivo mi relación con el ES?
2. ¿Sentimos cómo el Espíritu Santo nos capta e introduce en el mundo de Dios?
3. ¿Es la Virgen mi compañera en la oración?
El Papa regresa a Roma
Papa Francisco reza en Santa María la Mayor al volver de Chile y Perú
Apenas aterrizó en Roma el avión que lo trajo de regreso desde Sudamérica, el Papa Francisco acudió a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar ante la Virgen y agradecerle por los frutos de su visita apostólica a Chile y Perú, donde estuvo del 15 al 21 de enero.
Como es tradición, el Pontífice acude Santa María la Mayor para rezar ante la imagen de la Salus Populis Romani (Protectora del Pueblo Romano), antes y después de sus viajes internacionales.
Francisco estuvo en Chile del lunes 15 al jueves 18 de enero y visitó Santiago, Temuco e Iquique.
Ese mismo jueves partió hacia Perú, donde visitó Puerto Maldonado, Trujillo y Lima.
Este ha sido el viaje internacional número 22 del Papa Francisco, quien ha visitado ya 33 países.
1º dia del Seminario: "El destino del Eros: El lugar de la sexualidad en la plenitud humana"
El dia de hoy Catholic.net estuvo presente en el 1 día del Seminario "El destino del Eros: El lugar de la sexualidad en la plenitud humana", impartido por el Pbro. Doctor José Noriega.
Les presentamos apuntes generales de la conferencia:
Interpretar nuestras propias experiencias afectivas
Dentro de nuestra historia de amor con papas, hermanos o incluso el primer amor, se da una experiencia originaria, que no se suma a las demás experiencias, que viene de la propia realidad. Esta experiencia es originaria por la libertad con la que nacemos.
Las dos manos del Padre, es decir El Verbo y el Espíritu, son las que forman al ser humano y así somos creados.
Así creados a su imagen y semejanza el sentido más desarrollado del ser humano es el tacto, el sentido que tiene que ver con el sexo.
Adán ha sido creado con un cuerpo que lo vincula a la creación y por su autoconciencia hace que se de cuenta que es distinto de los demás, no conoce las cosas, se conoce así mismo. Adán es un ser con autodominio, domina la creación pero al conocerse, es capaz de dominarse a si mismo.
La soledad y la plenitud
En la primera jornada Adán se da cuenta de que le falta algo, y se abandona a la nada, se abandona al sueño; se da cuenta que el trabajo por si solo no llena el corazón del hombre.
Adán vio su carne como capaz de incidir en la creación, pero es solo hasta que conoce a Eva, que reconociendo su carne en Eva, es capaz de reconocerse así mismo como un "ser relacional"
Esto tiene consecuencias decisivas, estamos creados como personas en relación. El sexo nos dice que somos seres relacionales.
El sexo entonces pertenece al ser metafísico, y nos dice que no te bastas a ti solo, necesitas al otro. Es imposible comprendernos a nosotros mismos por si solos, nos comprendemos gracias a la diferencia sexual.
El dinamismo de la experiencia Amorosa
Juan Pablo II nos dice, que cuando el Antiguo Testamento expresa la frase "Una sola carne", expresa entonces el dinamismo de la experiencia amorosa: una cosa es lo que soy ahora y otra cosas es lo que estoy llamado a llegar a ser
En la experiencia amorosa estoy llamado a ser uno
La sexualidad es una herida ontológica (expresa un limite del ser humano ), y es ahí entiendo que no me basto a mi solo, y gracias a la sexualidad, el otro me puede tocar y me puede interesar. Me proyecta entonces a una posibilidad.
Soy un hombre que puede llegar a ser uno con alguien más, es decir una comunión original.
Nos hace comprender que hay una plenitud nueva en nuestra vida.
¿Como se interpretan los sentimientos?
Los afectos son intencionales, es decir tienden hacia algo, y para interpretarlo hay que ver a donde nos llevan.
Adán entiende que entregándose a Eva y acogiendo a Eva pueden llegar a ser padres, y la paternidad esta dentro de la experiencia amorosa
En la experiencia amorosa, se nos revela una luz que no somos nosotros los que decidimos. es decir brota un sentimiento.
El hombre no se comprende sin la mujer y el hombre sin ella
Por tanto la pregunta existencia que debemos hacernos es ¿quién puedo llegar a ser?, esta pregunta es dinámica y apunta a la plenitud
Por tanto, el amor "nos da cien ojos" es decir nos permite ver el destino, lo que podemos llegar a ser; y lo más importante de la vida es nuestro destino.
Por tanto la experiencia amorosa nos habla de una posibilidad de un nuevo vivir, siendo un don reciproco uno para el otro; Eso es más de lo que yo soy ahora.
El matrimonio es donde uno aprende a decir nosotros
Como saber cual es mi bien, si no llegamos a decir nuestro bien. El milagro de la experiencia amorosa es que mi destino es la plenitud de tu destino
La experiencia amorosa, al darnos ojos sobre nuestro destino, nos permite entender lo que es la palabra felicidad.
Felicidad no es igual a satisfacción
El concepto de felicidad es plenitud, y las últimas palabras de Jesús en la cruz son una referencia perfecta:
"Todo esta consumado" en griego Telelestai : plenitud (todo es pleno)
¿Qué es ese deseo de felicidad entonces?, es el deseo de plenitud, no el de sentirme bien.
La plenitud esta en la entrega total de uno mismo.
Sacramento Originario
Juan Pablo II es claro al decir que la comunión entre el hombre y la mujer creo al matrimonio como sacramento originario.
Cuando el hombre se entrega pleno a la mujer y viceversa, se unen al creador. Dios ha hecho la creación para que el hombre pudiese unirse a Dios. Los ha creado hombre y mujer.
El hombre y la mujer por tanto tienen una tensión erótica. esta radica en la sabiduría de Dios, en su voluntad. Dios la a hecho con un logos, es decir un sentido; el sentido es atraernos a si.
Por tanto según dice Aristóteles, el placer es la actualidad última de la acción.
Es el disfrute de la potencia de la acción que se esta realizando; Santo Tomás solo al buscar la plenitud, se queda el fruto del placer.
La unión de la pareja (matrimonio) los lleva entonces a la fruición, es decir a una dimensión intrínseca de la acción, un placer mas allá de lo físico. El placer aquí siempre es simbólico, nunca fin de nuestras acciones.
¿Por qué gusta el placer? Gusta porque busca la comunión de personas, y ahí esta Dios. La tragedia de la sexualidad es ser vista como algo funcional al placer.
8 Razones por las cuales el matrimonio moderno no está funcionando
8 maneras en que el mundo moderno parece estar equivocado acerca de lo que realmente significa el matrimonio
Derivado de nuestro apostolado, mi esposa y yo hemos conversado con miles de matrimonios, ya sea en línea o en persona, por lo que estoy listo para decir esta verdad que puede sonar escandalosa: … EL MATRIMONIO MODERNO NO ESTA FUNCIONANDO.
Para aclarar el punto, debo decir que no es que se deba a que el matrimonio en sí no funcione o no sea bueno, porque en estos tiempos es mucho más importante; el problema es que nuestra cultura moderna ha tomado este hermoso regalo que es el matrimonio y lo ha convertido en algo que no es.
Estamos perdiéndonos del objetivo real de lo que debe ser un matrimonio y como resultado, las familias están siendo fundadas sin bases sólidas.
Aquí mencionamos 8 maneras en que el mundo moderno parece estar equivocado acerca de lo que realmente significa el matrimonio.
Si pudiéramos corregir nuestro punto de vista y acciones en estas ocho áreas, pudiéramos mejorar nuestros matrimonios casi de forma instantánea.
1.- Poca preparación al matrimonio
Las parejas se comprometen e invierten mucho tiempo y dinero planeando la Ceremonia, pero no hacen casi ningún esfuerzo por prepararse para vivir el matrimonio
Las bodas son un buen negocio: vestidos, programas de TV, el banquete, las revistas, etc. No me malinterpreten, me encantan las bodas, son maravillosas, pero NO son el objetivo del matrimonio.
He visto a muchas parejas tener una boda de ensueño tan solo para lamentar un horrible matrimonio. La cuestión es que la boda dura un solo día pero el matrimonio debe durar toda la vida.
Por lo tanto, asegúrate de planear tu vida para mucho más que solo la fiesta de un día. Puedes encontrar bastante material en línea para orientar a los novios antes de casarse (e incluso es provechoso vivir un Retiro para Novios)
2.- El Matrimonio no es un simple contrato
Son muchas las parejas que consideran al Matrimonio como un CONTRATO es vez de una ALIANZA
Cuando te casas, el Estado clasifica tu unión tan solo como un contrato. Mis dos hermanos abogados me han enseñado que legalmente un “contrato” es un documento que se elabora basado en la falta de confianza entre dos partes, en donde cada quien está preocupado tan solo por proteger sus propios intereses.
Por el contrario, Dios creó el matrimonio para ser mucho más que eso, lo creó para ser una Alianza. En una alianza lo que importa, no son los intereses propios, sino los intereses de otra persona.
Es un acuerdo desinteresado, eterno, sin salida ni “plan B”. Esta es la única manera en que realmente puede funcionar un matrimonio, pero desafortunadamente nuestro mundo moderno ya no lo considera así.
"Los sentimientos no son confiables, por lo tanto, no bases tu matrimonio en sentimientos. Construye tu matrimonio en base a un compromiso. La fortaleza de tu compromiso es lo que determinará la fortaleza de tu relación". (Dave Willis)
3.- Basar el Matrimonio en sentimientos
Construimos nuestro matrimonio con SENTIMIENTOS en vez de basarlo en el COMPROMISO
No hay nada malo a cerca de los sentimientos, son una parte muy importante en nuestra vida; pero no fueron hechos para basar en ellos nuestro camino o nuestra vida, debido a que son volubles e inconstantes.
El matrimonio es demasiado importante para basarlo en sentimientos. Por el contrario, debemos construir nuestro matrimonio en el compromiso para resistir esos días en que no sentimos nada.
Nuestro mundo moderno adora los sentimientos y es muy fácil renunciar a un matrimonio en el momento en que los sentimientos cambian.
Las parejas más fuertes son aquellas que han aprendido que el matrimonio requiere decidir amarse uno al otro incluso en esos días en que es difícil aceptarse o quererse.
"Un matrimonio fuerte significa decidir amarse uno al otro incluso en esos días en que es difícil aceptarse o quererse". (Dave Willis)
4.- Mirar al Matrimonio como una asociación
La parejas de hoy en día creen que el Matrimonio es asociarse y dar un 50-50 en igualdad
El matrimonio claro está, es una asociación. Pero en nuestro mundo moderno, hemos dividido todo en "suyo" y "mío", de una manera muy peligrosa.
Cuando visualizamos al matrimonio como un "50-50", siempre estaremos llevando record de cuanto se recibe y quién se esfuerza más o menos: por lo general nuestro "dar" lo calificamos siempre mejor que el de nuestra pareja.
Estaremos tentados a dar menos en la manera en que lo hagamos "parejo". Eso eventualmente lleva a un resentimiento que reemplaza al amor, ya que ninguno quiere dar más de lo que le “corresponde”.
En vez de ver al matrimonio como un “50-50”, considéralo como un 100-100. Da siempre lo mejor de ti mismo el 100% de las veces.
"Un matrimonio no es 50-50. El divorcio si es 50-50. El matrimonio debe de ser 100-100. No se trata de dividir todo a la mitad, sino darse al 100%". (Dave Willis)
5.- Considerar el futuro de los hijos primero
Consideramos que la FELICIDAD de nuestros hijos debe estar por encima de la SALUD de nuestro matrimonio
Obviamente los hijos son una enorme responsabilidad y debemos hacerlo todo por ellos, PERO, nuestro mundo moderno ha considerado equivocadamente, que la felicidad de los hijos debe ser prioridad encima de contar con un matrimonio saludable.
No es nuestro trabajo el criar hijos “felices” sino criar adultos responsables. Cuando nos enfocamos solo en su felicidad temporal, acabamos haciéndoles daño a ellos y a nuestro matrimonio al mismo tiempo. Cuando se van, acabamos con un "nido vacío" y un matrimonio igual de vacío.
Uno de los más grandes regalos que puedes dar a tus hijos es la seguridad de crecer en un hogar en donde hay unidad entre mamá y papá, en donde pueden verlos amorosos y comprometidos el uno al otro.
6.- TEXTEAR más de lo que se HABLA
Me encanta la tecnología y creo que los teléfonos móviles y las computadoras pueden ser de gran ayuda para mantenernos en contacto, PERO, esas mismas herramientas pueden hacer mucho daño y ser un gran obstáculo en la comunicación con nuestro esposo o esposa y otros seres queridos.
Muy frecuentemente podemos estar juntos en un mismo cuarto, pero cada quien en diferentes mundos.
Los matrimonios modernos pueden beneficiarse mucho si pasamos menos tiempo con la tecnología y más tiempo personal con los que amamos. Todos podemos obtener gran provecho por escribir menos y dialogar más.
7.- Buscar el sexo y el romance en el EXTERIOR
Probablemente esto pueda pisar algunos callos, pero es necesario que se mencione.
Uno de los más grandes problemas y que más daño hace a los matrimonios, es el que en este mundo moderno el esposo y la esposa han dejado de conquistarse el uno al otro y han optado por cultivar sus fantasías sexuales y románticas en fuentes externas como la pornografía, literatura erótica y novelas románticas.
Ya lo he mencionado otras veces, la pornografía destruye el sexo y la intimidad en el matrimonio.
Sin embargo, el matrimonio moderno puede mejorar instantáneamente si estamos comprometidos a ser físicamente monógamos y mentalmente monógamos también.
8.- Pensar que el DIVORCIO resolverá las diferencias
Hay un mito moderno muy peligroso, de que el divorcio resuelve todos los problemas que tenemos en el matrimonio, pero la realidad es que el divorcio siempre crea más problemas de los que resuelve.
En vez de decidir darse por vencidos en el momento en que surgen las dificultades, vayamos resolviendo los asuntos, creando soluciones, en vez de crear excusas.
Luchemos siempre por un “nosotros” en vez de luchar el uno contra el otro.